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CAPÍTULO X: LOS ASHRAMAS DE LA JERARQUÍA En nuestra conversación de hoy y siguiendo con la amplia temática de los Siete Rayos, vamos a intentar dilucidar el significado esotérico del término "ASHRAMA". De acuerdo con el principio hermético de analogía, podríamos decir que los Ashramas son Escuelas de Misterios de la Jerarquía en donde el individuo rectamente orientado y plenamente capacitado en el orden espiritual recibe entrenamiento iniciático. Un Ashrama, considerado desde el ángulo oculto es un "retiro", “un lugar en el tiempo" o "un Recinto sagrado" en el que un Adepto, un Maestro de Compasión y Sabiduría, imparte conocimiento esotérico y entrenamiento espiritual para la Iniciación a un grupo selecto de discípulos, o aspirantes espirituales muy avanzados. Las reglas que rigen el proceso de incorporación a un Ashrama por parte de dichos aspirantes son de estricta selectividad y el Maestro elige muy cuidadosamente a aquellos que constituyen Su grupo de enseñanza, teniendo en cuenta su evolución interna, sus capacidades de comprensión y su grado de dedicación y servicio en favor de la humanidad. En general, tales cualidades son percibidas por el Maestro utilizando Su visión causal y observando "la luz en la cabeza", tal como esotéricamente se dice, que el aspirante espiritual en supervisión haya sido capaz de desarrollar, es decir, la evolución de su centro coronario, o chacra SAHASRARA. La cualidad de dicha luz, su intensidad y brillo le indican al Maestro cual es el nivel exacto en el orden interno en que se mueve ordinariamente el aspirante, le informan acerca de su pasado kármico, de su tipo específico de Rayo, de su grado de acercamiento a los llamados "misterios menores" los cuales se miden en términos de cualidades de vida, del control de sus vehículos y de sus capacidades naturales de comprensión. La frase mística "Muchos son los llamados y pocos los elegidos” nos indica certeramente las condiciones requeridas de selectividad que presiden la elección del grupo que ha de constituir el ASHRAMA de un Maestro de Compasión y Sabiduría. Los Ashramas de la Jerarquía, y sólo a éstos haremos mención en nuestro estudio, son, tal como hemos dicho antes, Escuelas Iniciáticas y Umbrales de los Misterios mayores de la Divinidad, siendo precisamente dichos Misterios los que cualifican a la vida espiritual y la dotan de sus infinitas capacidades de adaptación a los ambientes sociales de la humanidad sin ningún género de reacción posible y los que determinan, a su debido tiempo, la gloria inefable de la Iniciación la cual, como muchos de ustedes saben, es la entrada consciente en zonas de más elevadas frecuencias espirituales y más abundante e intensa vida interna. La Iniciación, vista desde su elevada proyección esotérica, es la reproducción consciente en la vida individual de la personalidad humana de los fenómenos que la Divinidad produce en todos los ámbitos de la Naturaleza, de ahí que al Iniciado se le denomina frecuentemente “la Mano del Señor” ya que en virtud de algunos de los poderes alcanzados e implícitos en la propia Iniciación puede, a voluntad, crear o reproducir conscientemente en los ambientes sociales de la humanidad y aun de la propia Naturaleza aquellas situaciones requeridas que facilitan el desarrollo de los Reinos y de las Razas que realizan, su evolución en el ámbito planetario. En lo que a nuestro grado de comprensión nos es dado imaginar podríamos decir que el Iniciado de la categoría de un Adepto opera muy especialmente sobre los niveles físico, astral y mental en donde los hombres realizan su evolución natural, pero Algunos de Ellos intervienen también en la evolución de las distintas especies que tienen su vida y su razón de ser en los Reinos mineral, vegetal y animal. Por todas estas razones se darán cuenta ustedes de la importancia que tiene para el Gran Regente planetario SANAT KUMARA, la existencia de estos centros jerárquicos de entrenamiento, espiritual o ashrámico, ya que es en ellos en donde los seres humanos convenientemente seleccionados y preparados aprenden las técnicas específicas y los altos secretos alquímicos de la Naturaleza que les convertirán un día en Adeptos, o Maestros de Compasión y de Sabiduría. Hay, pues, una analogía muy directa entre los términos ASHRAMA e INICIACION. La significación oculta de ambos es de “revelación”, la expresión en la vida del ser humano de algunos de los altos misterios de la Naturaleza relacionados con la actividad del Fuego creador de la Divinidad y su correcta aplicación según las normas espirituales o divinas que rigen la evolución de todo lo creado. LOS SIETE GRANDES ESTADIOS DE LA EVOLUCIÓN HUMANA
De acuerdo
con el principio de selectividad natural que preside el
ingreso de cualquier aspirante en un Ashrama de la Jerarquía,
pueden ser precisados Siete grupos de seres humanos dentro del
Cuarto Reino de la Naturaleza, los cuales constituyen Siete
definidos estadios dentro de la evolución de la humanidad en
su conjunto:
El examen cabalístico del número 343 nos da, sumando entre sí, el número 10 de la perfección humana, siendo 10 asimismo el número que resulta de sumar entre sí los Siete Rayos y las Doce Constelaciones: 7 + 12 = 19 = 1 + 9 = 10. No se trata como es natural de meras coincidencias hábilmente manipuladas por el intelecto, sino la expresión de un Plan sabiamente organizado de acuerdo con la Ciencia de los Números la cual, a su vez, es un resultado del movimiento cíclico de los Astros. Ahora bien, de acuerdo con el principio de analogía que rige para nuestro Universo de Segundo Rayo, cada uno de los Ashramas está debidamente organizado de acuerdo con su Rayo promotor y se halla estrechamente vinculado con los demás Ashramas siguiendo el impulso sagrado de la Voluntad omnipotente del Logos planetario, el cual, por medio de SANAT KUMARA ocupa el Centro místico de todos los Ashramas. De ahí la conocida frase esotérica: “La Jerarquía es el ASHRAMA de SANAT KUMARA”, lo cual equivale a decir que la totalidad de los Ashramas planetarios son la Sede de Su inviolable Propósito de Cumplimiento Universal. Comprendamos pues la importancia de los Ashramas como puntos iluminados de la atención solar sobre nuestro planeta y consideremos la necesidad que tenemos, como seres humanos inteligentes y de buena voluntad, de prepararnos dignamente para poder ingresar en alguno de ellos, el que nos corresponda por propia línea de Rayo y también, quizás, por nuestra vinculación kármica con algún Miembro avanzado de la Jerarquía espiritual planetaria. No nos sintamos alejados o desplazados de esta gran obra jerárquica que la ley infinita de la evolución sitúa ante nuestras inmediatas perspectivas. Visto el panorama mundial a la luz de los acontecimientos actuales puede predecirse casi con absoluta certeza que por todo el ámbito mundial están creándose “centros de iluminada tensión ashrámica”, creados por un gran número de discípulos aceptados y por todas aquellas personas de rectas intenciones y buena voluntad que han ido congregándose espontáneamente constituyendo un círculo de luz alrededor de alguno de tales discípulos, el cual forma parte del gran experimento creador que un Maestro realiza por medio de Su Ashrama. Se trata de un experimento llevado a cabo por la Jerarquía en pleno con objeto de instaurar el Nuevo Orden Social que corresponde a esta Nueva Era de tan grandes y absolutas oportunidades de vinculación espiritual y dentro de la cual unos términos tan aparentemente utópicos y sin sentido como la Paz, la Fraternidad, la Igualdad y la Justicia tendrán validez objetiva y serán una experiencia cotidiana compartida por un número cada vez más elevado de seres humanos. De ahí que por los hechos que aunque aislados surgen fúlgidamente a nuestro alrededor podemos determinar internamente que algo se está produciendo y que algo está cambiando en el orden social dentro del cual vivimos inmersos, y el atento y profundo observador, que pasa muy por alto las aparentes contradicciones humanas y escudriña el sentido íntimo de los valores internos que se están desarrollando en amplias zonas de evolución social y psicológica, se siente justificadamente esperanzado por cuando a través de los grandes conflictos y problemas de todas clases que marcan nuestra época avizora la luz de la Jerarquía introduciéndose lenta, aunque implacablemente, en el seno de la humanidad y va constituyendo los vórtices de energía creadora que progresivamente irán convirtiéndose en los futuros Ashramas de la Jerarquía, en “puntos de tensión iluminada” que atraerán cada vez más seres humanos henchidos de buena voluntad y sinceros deseos de bien. Pregunta: He seguido atentamente su conversación con respecto a los Ashramas y he creído interpretar que tales grupos han existido siempre, en todas las Eras de la humanidad y en todas las Razas humanas. ¿Es correcta esta concepción? Respuesta: Su interpretación al respecto me parece correcta. El Ashrama tiene un carácter universal y abarca la vastedad de la Creación y en todas las Eras y en todas las Razas, así como en todas las situaciones planetarias realmente importantes, se halla el centro inspirador y oculto de un Ashrama como indicador del propósito espiritual que emana del Corazón del Logos planetario y converge en el Centro espiritual de la Jerarquía, la cual transforma tal propósito o Voluntad en un Plan sabiamente diseñado que los Ashramas inculcan en las mentes y corazones de sus miembros y lo extienden de esta manera a todos los ambientes sociales de la humanidad y desde aquí, de manera misteriosa, se transmite también a los Reinos inferiores de la Naturaleza creando en ellos ciertos vórtices de energía creadora que facilita su evolución. Pregunta: Aceptados los Ashramas como un Hecho en la Naturaleza... ¿cuáles son las cualidades esotéricas exigidas para poder ingresar en los mismos? Respuesta: Tal como he dicho durante el curso de esta conversación, la buena voluntad y el establecimiento de correctas relaciones sociales son las principales cualidades exigidas al aspirante espiritual que aspira a ser admitido en algún Ashrama de la Jerarquía, aunque la aceptación de los mismos tendrá que sujetarse también a ciertas capacidades de inteligencia o de discernimiento. De no ser así las enseñanzas impartidas en el Ashrama no serían comprendidas ni correctamente asimiladas. Podríamos decir, así, que un excelente equipo mental es necesario, pero en la base de tal inteligencia debe hallarse un claro sentido de valores espirituales que son en esencia los que producen el despertar de los dorados pétalos del Corazón y determinan el espíritu de fraternidad y de buena voluntad. El santo equilibrio de la “Doctrina del Ojo” y de la “Doctrina del Corazón”, tal como era proclamado en los antiquísimos textos esotéricos, demostrado como “luz en la cabeza”, le indica al Maestro en el Centro de un Ashrama si un discípulo en probación está lo suficientemente capacitado para poder ser admitido. De la misma manera, la posterior evolución de “la luz en la cabeza” señalará el momento en que dicho discípulo deberá recibir alguna iniciación, la que corresponda a su particular desarrollo espiritual. Pregunta: Usted ha definido Siete tipos humanos de acuerdo con la Ley de Selectividad que rige para la gran Raza humana y que condiciona la admisión de cualquier aspirante espiritual en el seno de un Ashrama. Pero, ¿ hay alguna norma o algún tiempo definido en lo que se refiere a la traslación de la conciencia de un, discípulo en probación a la de un discípulo en el Corazón del Maestro? Respuesta: Aunque el tiempo sea un factor condicionante durante el proceso de redención kármica, lo más interesante en el proceso de “traslación” o de polarización de la conciencia de un discípulo, al que usted se refiere, es la Intensidad del propósito de Redención y no la simple idea de Redención que suele ser la que mayormente estimula a los aspirantes espirituales en sus investigaciones esotéricas. Podríamos decir, desde este ángulo de vista, que hay que cambiar el enfoque psicológico actual de la vida, es decir, que no hay que pretender saber mucho, sino aplicar sabiamente lo poco que se vaya aprendiendo. En el primer caso se le asigna un valor exagerado al tiempo, en el segundo se le prestan más valor a las cualidades que se van desarrollando en el corazón. Desde el punto de vista del libre albedrío personal, o capacidad de decidir, el tiempo adquiere una tremenda importancia, debido a que el aspirante se cree con plena libertad de hacer o de deshacer dentro del círculo de las limitaciones kármicas en donde vive inmerso y que constituye su ambiente particular, familiar o social. Pero, si se le analiza desde un ángulo de visión netamente esotérico se apreciará claramente cuán insuficiente es la voluntad indi-vidual o el libre albedrío, para poder desarrollar ciertas capacidades internas que son las avenidas o los enlaces magnéticos con el ambiente cósmico. No sé si habré logrado expresar claramente mi idea. Hay que darse cuenta de que el Centro de vida del Ashrama es el “ambiente cósmico” que el alma humana pretende conquistar y que las limitaciones individuales provienen mayormente de su impaciencia y del erróneo ejercicio de sus facultades de libre albedrío o de autoconciencia, condicionadas por el tiempo. Pregunta: ¿Hay en los Libros Sagrados de Oriente y de Occidente alguna alusión simbólica al gran proceso ashrámico y a los Siete tipos psicológicos que usted ha definido? Respuesta: La Simbología es una expresión del lenguaje secreto de los Iniciados que cada vez hablan menos porque cada vez piensan con mayor profundidad y debo decirles a ustedes que en los círculos más próximos al Centro del Ashrama o al Corazón del Maestro, el lenguaje utilizado es absolutamente simbólico, de ahí que sólo pueden comprenderlo los aspirantes y discípulos muy habituados a escuchar “la Voz del Silencio” dentro de su corazón. Esta forma de enseñanza es particularmente útil y elimina las interferencias usuales de la mente intelectual, aunque se utilice ese tipo de mente para poder expresar los sagrados juicios del simbolismo expuesto. En el Ashrama son exigidas en una gran medida la prudencia y la circunspección, facultades que evitan la indiscreción y la ligereza del juicio. Así, de acuerdo con los altos simbolismos que las inspiraciones verbales reflejaron en los libros sagrados de todas las grandes religiones, tanto orientales como occidentales, vamos a analizar unas curiosas ideas que resaltan de tales simbolismos. Por ejemplo, nuestros hermanos orientales, dotados de una mente profundamente analítica han dado una forma simbólica a las cualidades exigidas para poder penetrar en el Centro de Luz de un Ashrama, con “la Flor del Loto”, la cual emerge por encima de las aguas del estanque después de haber permanecido aprisionadas sus ocultas raíces en los fondos cenagosos del mismo. El lodo del fondo del estanque simboliza la existencia material o física, las aguas son el símbolo de la naturaleza pasional o emocional y la flor que emerge por encima de las aguas buscando la luz del Sol es considerada simbólicamente como la naturaleza espiritual estimulada desde lo más profundo por la mente superior, siendo los pétalos de la Flor del Loto que progresivamente van abriéndose a la luz del sol el símbolo de las cualidades que el alma del hombre va desarrollando durante el larguísimo trayecto de la Evolución. Se trata, como verán, de un precioso símbolo de la expansión espiritual de la vida humana, desde que inicia su vida autoconsciente hasta que culmina en el Centro de Luz de un Ashrama y se abre a los influjos superiores de la Vida del Maestro interno. Nuestros libros sagrados occidentales, desde el Génesis al Nuevo Testamento, están llenos también de esta cálida y delicada poesía de los símbolos al tratar de revelar alguno de los altos secretos cósmicos. Por ejemplo, el símbolo del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal en el Jardín del Edén puede constituir una expresión de las grandes verdades cósmicas que la Divinidad trata de revelarle al ser humano. Tenemos allí una revelación del principio de la dualidad o de la polaridad universal en las figuras de ADAN y EVA y la de las grandes realidades universales que tratan de revelarse por medio de un Ashrama, considerando al Maestro en el Centro del mismo como la culminación de la Ciencia del Equilibrio que el Árbol de la Vida está demostrando constantemente. Veamos la Constitución de este Árbol y el símbolo perfecto que representa de acuerdo con la evolución espiritual de las almas humanas:
Vean, por favor, la similitud entre este Árbol de la Vida y la
Sagrada Flor del Loto. Solamente varía la perspectiva de
visión del observador, ya que conjuntamente nos dan una idea
de los Planos del Universo y de su expresión objetiva por
medio del alma humana, cuyos Siete Centros etéricos
corresponden a los Siete niveles de Actividad espiritual y a
las cualidades íntimas de los Siete Rayos… [ Libros ]
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[Cáncer 1999] VBA 1.0: 1999-07-05 |
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