Las técnicas de entrenamiento esotérico varían, como es natural, según las Aulas
de Enseñanza, sea de los Aprendices, de los Conocedores o de los Sabios. La Ley
de Evolución regula el orden, confecciona las medidas y dicta las normas dentro
de un Ashram. El Maestro preside todas las actividades aunque no siempre esté
visible en el desarrollo de las mismas. Sabe de todos y cada uno de los miembros
del Ashram. Su interés, sin embargo, se centraliza especialmente en los
discípulos más aventajados, delegando en ellos la supervisión de los discípulos
que reciben entrenamiento en Aulas inferiores. Su visión abarca la totalidad del
Ashrama y dirige con sabiduría la evolución de los hombres y ángeles que, por
sus especiales condiciones reciben entrenamiento en su particular
"círculo-no-se-pasa" ashrámico.
Hay que advertir al respecto que el ingreso en un
Ashram de la Jerarquía exige un cierto grado de percepción espiritual, el
desarrollo de las necesarias dotes de observación y una fuerte dosis de buena
voluntad espiritual, o de servicio. Cuando un hombre evidencia en su vida
personal estas tres condiciones psicológicas, se le considera apto para recibir
entrenamiento espiritual ashrámico y le es asignado un discípulo de grado
superior para "observarle", supervisar sus actitudes y ayudarle en sus esfuerzos
individuales.
Los Ángeles, por sus especiales características, ingresan en los Ashrams de la
Jerarquía motivados por el deseo de ayuda a los humanos que reciben
entrenamiento allí y facilitan enormemente el trabajo del Maestro, sirviendo de
"enlaces telepáticos" entre Este y Sus discípulos.
Hay que tener en cuenta también que cada Rayo tiene su propia y especial técnica
de entrenamiento. La enseñanza espiritual es muy similar, pero el sistema
utilizado es diferente. Por ejemplo, la enseñanza relativa a los Arquetipos o
modelos diseñados por el Logos, para los reinos, las razas y las especies, vista
desde el ángulo de un discípulo de primero, segundo o tercer Rayo, varía
sensiblemente. Al primero se le muestra al Arquetipo como un centro de poder o
como un objetivo que hay que alcanzar mediante el desarrollo de la voluntad, al
segundo como un centro de Amor regido por la Bondad del Creador que ha de ser
revelado por medio de la comprensión espiritual y al tercero, que sintetiza en
sí la actividad de los demás Rayos, como la Fuerza dimanante de la Creación que
ha de ser incorporada al ritmo vital de la existencia organizada, mediante la
actividad inteligente, considerando el Arquetipo como una Verdad palpitante que
ha de presidir el destino de la evolución planetaria.
Sin embargo, la Meta principal de la enseñanza es hacer que los discípulos
reconozcan su verdadera identidad espiritual y sus grados de adherencia a la
substancia material, a fin de evaluar correctamente sus fuerzas y de adquirir
con el tiempo la suficiente medida de integración. La prueba más notoria de la
integración de los Rayos podemos observarla en la unidad existente entre los
tres grandes Guías de Departamento, el Manú, el Bodhisattva y el Mahachohan,
cuyos respectivos Rayos -primero, segundo y tercero- están
plenamente integrados en el desarrollo del propósito esencial del Señor del
Mundo de manera tan armónica e integral que, contemplando esta fusión desde los
niveles búdicos, sólo se aprecia un sólo Rayo funcionante; aparece la visión de
los grandes Budas esotéricos como un Triángulo equilátero, ígneo y
resplandeciente con un punto central de fuego radiante que es la Vida del Señor
del Mundo, equidistante de los tres grandes Señores y ejerciendo a través de
Ellos su poder en los tres mundos.
Las técnicas de entrenamiento, de acuerdo con los Rayos y las distintas Aulas,
llevan siempre a una sola Meta: la Iniciación. Sea cual sea el Rayo causal de un
discípulo y sea cual sea el tipo de entrenamiento que recibe en un Aula
determinada, su único objetivo es la fusión de la personalidad con el Alma
causal en las tres primeras iniciaciones y después de la tercera Iniciación la
fusión de su alma causal con la Mónada o Espíritu divino.
En las congregaciones humano-dévicas realizadas en el Aula correspondiente,
durante el acto de fusión de auras al que aludimos en páginas anteriores, se
realiza al propio tiempo lo que podríamos llamar "fusión de Rayos. Los
discípulos aprenden por ese contacto, la identidad de vida y propósito de todos
los Rayos y aprenden también por irradiación, el sistema de contacto establecido
para cada Rayo, de manera que su conocimiento esotérico se amplia enormemente y
puede aplicar la experiencia recibida para ayudar espiritualmente a individuos
de todos los Rayos.
Para este fin fueron creadas las Escuelas de integración humano-dévicas, habida
cuenta que los Ángeles vinieron también a la existencia al cabo de uno u otro de
los Rayos que vitalizan el Universo. La fusión de auras es al propio tiempo un
sistema de comprensión e interpretación de Rayos. Forma parte integrante del
proceso de entrenamiento espiritual en las Aulas de Enseñanza de los Ashrams de
la Jerarquía.