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Vicente Beltrán Anglada

 

L.T.V., en reconocimiento sincero de la absoluta filiación espiritual que trasciende el Karma y su infinita secuela de muertes y nacimientos…

V.B.A.

 

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Conversaciones Esotéricas


CAPÍTULO IX: EL PRINCIPIO UNIVERSAL DE JERARQUÍA

Quisiera conversar hoy con ustedes acerca de un punto dentro de la infinita temática de los Siete Rayos que, a mi entender, constituye uno de los aspectos más importantes y significativos para los aspirantes espirituales y para los discípulos en entrenamiento esotérico. Este punto de interés central en la línea de nuestros comentarios podríamos denominarlo “Principio Universal de Jerarquía”, siendo tal principio el que ocultamente rige la Ley inmutable de la Evolución.

El término JERARQUÍA, tal como vamos a considerarlo en nuestra conversación, no se referirá, por tanto, única y exclusivamente a nuestra Jerarquía Espiritual Planetaria, o Gran Fraternidad Blanca, sino que intentará abarcar a todas las Jerarquías “que viven, se mueven y tienen su ser” dentro del Círculo Infranqueable de nuestro Sistema Solar. Partiremos de la base de que nuestro Universo es Septenario, siendo este orden septenario el que rige el principio de Jerarquía en nuestro Universo. Tal como apuntamos en una conversación anterior, la evolución de nuestro Sistema Solar oscila alrededor del eje constituido por la Entidad Psicológica que llamamos DIOS, o Logos Solar, y aquellos exaltados seres que son sus inmediatos colaboradores en la obra cósmica de la Creación. Estas trascendentales e indescriptibles entidades son conocidas místicamente bajo la denominación de “LOS SIETE ESPÍRITUS ANTE EL TRONO”. Esta significación aparentemente enigmática trata de darle una explicación lógica al incomprensible Misterio cósmico que vincula a la Divinidad Creadora con Aquellas Potestades Espirituales, cuya misión es revelar a través de Sus esplendentes Vidas las Siete Virtudes, cualidades o energías que caracterizan a la Voluntad de SER y de REALIZAR del Señor del Universo. Basándonos como siempre en el dictado de la analogía hermética que constituye la base angular donde se apoyan todos nuestros razonamientos, deberemos establecer un cuadro de relaciones que nos permita vincular lo más objetivamente que nos sea posible cuanto fue dicho en conversaciones anteriores con las ideas que iremos exponiendo sucesivamente sobre el tema de los Siete Rayos. Hay que recordar al efecto que la enseñanza sobre los Rayos tiene una significación universal y que tanto en lo esotérico como en lo exotérico el aspecto septenario constituye una Ley de la Naturaleza y se manifiesta ostensiblemente a la vista del profundo investigador de la vida oculta, el cual tiene muy particularmente en cuenta la ley de la analogía y a través de ella comprueba la relación que existe entre los Siete principales Sistemas de Yoga, los Siete grandes Ashramas de la Jerarquía, los Siete Grupos de Discípulos en cada Ashrama principal y los Siete grandes divisiones psicológicas de los seres humanos, cada cual dentro de su particular línea de Rayo y cumpliendo un definido destino kármico en nuestro planeta. No vamos a concretar detalladamente cada uno de estos grandes grupos o divisiones en el orden septenario, aunque la identidad de sus orígenes universales motivará que tengamos que referimos siquiera indirectamente a los mismos durante el curso de nuestros comentarios.

Dejando a un lado pasados temores y reticencias, cuya causa se hallaba en una conflictiva, estrecha y unilateral tradición religiosa, habrá que considerar en lo sucesivo que DIOS, la Entidad Cósmica que rige la Vida de nuestro Universo, es una Individualidad Psicológica que siguiendo el trazado de una Ley, asimismo cósmica, se somete voluntariamente a todas las leyes y Principios evolutivos, tales como los de Reencarnación y Karma, que rigen la manifestación de la Naturaleza y la vida de todos los seres humanos, sin que quede limitada por ello su infinita grandeza y majestad como Creador y Señor de nuestro Sistema Solar. Se trata, como verán, de unas ideas cuya magnitud deberemos aceptar como un precioso legado de la tradición esotérica y como el fruto maduro de grandes revelaciones espirituales por parte de los grandes Regentes espirituales de nuestro mundo, para poder situarnos mentalmente en el nivel apropiado en nuestro estudio de los Siete Rayos. Si así no lo hiciésemos jamás podríamos comprender la esencia espiritual de nuestra vida, ni la infinita e incomprensible grandeza de la frase mística: “Sois hechos a imagen y semejanza del Creador".

Aceptada pues como lógica y razonable la idea de un Dios creador o de una Conciencia cósmica dentro de la cual “vivimos, nos movemos y tenemos el ser”, la tarea asignada en estas conversaciones esotéricas y muy particularmente en nuestra vivencia íntima y relaciones sociales, será tratar de comprender lo más clara y profundamente que nos sea posible a nuestro Creador, de reconocer Su Voluntad omnipotente en todas las cosas, de penetrar en el augusto Misterio de Su Vida y de participar, en la medida de nuestras humildes posibilidades de acción, de Su indescriptible Inteligencia Creadora, trabajando en el sentido de una lenta aunque incesante progresión espiritual hacia el misterioso Arcano de Su conciencia dentro de la Cual todos los seres humanos y las infinitas creaciones de la Naturaleza tienen su definido lugar, con un extraordinario misterio a descubrir y un supremo objetivo cósmico a realizar. Partiendo de este elevado punto de vista hay que afirmar la conciencia en las altas y sublimes verdades que nacen de todas las analogías existentes, siendo la Ley de Selectividad o Principio de Jerarquía que rige para todo lo creado, la meta de todas nuestras más elevadas aspiraciones. El estudio de los Siete Rayos, considerándolos como cualidades características de la Divinidad y manifestadas como Energía, nos ayudará a reconocer dentro de nosotros aquel brillante y misterioso “hilo de luz” que ha de conectamos con nuestra propia jerarquía espiritual y a través de esta conexión y reconocimiento, establecer contacto con las más elevadas Jerarquías de nuestro planeta y aún del Universo.


JERARQUÍAS SOLARES Y PLANETARIAS

Desde el ángulo de vista esotérico aparecen las siguientes Jerarquías espirituales, dentro de nuestro Sistema Solar:

a. La Entidad Psicológica creadora de este Universo, el inefable Ser a quien llamamos DIOS, dentro de la línea de actividad del Segundo Rayo Cósmico, de AMOR incluyente y de SABIDURÍA infinita.

b. Los Siete ARCÁNGELES, creadores y Señores de los Siete Planos de nuestro Sistema Solar.

c. Los cuarenta y nueve ÁNGELES planetarios, Señores de cada uno de los Siete Subplanos en que se hallan divididos cada uno de los Planos.

d. Los Siete LOGOS planetarios o “ESPÍRITUS ANTE EL TRONO DE DIOS”, Señores de los siete planetas sagrados: Vulcano, Venus, Saturno, Júpiter, Mercurio, Neptuno y Urano.

e. Los tres LOGOS planetarios, Señores de los planetas no-sagrados, nuestra Tierra, Marte y Plutón.

f. Se nos habla asimismo, esotéricamente, de otros dos planetas “velados ocultamente por el Sol y la Luna”, los cuales no han aparecido todavía a la manifestación objetiva aunque sus energías actúan poderosamente en forma subjetiva. El descubrimiento de estos dos planetas, “cuando los tiempos sean llegados”, constituirá el elemento de base que se precisa para ejercitar la Astrología Esotérica.

g. Las SIETE JERARQUÍAS CREADORAS las cuales, desde el Plano Monádico del Sistema Solar, originan la vida de todos los Reinos de la Naturaleza.

h. Nuestra JERARQUÍA PLANETARIA, constituida por el Logos planetario de nuestro Esquema Terrestre, una poderosísima Entidad perteneciente a la línea de actividad del Tercer Rayo y manifestada “objetivamente” a través del augusto Ser denominado esotéricamente SANAT KUMARA, “El Anciano de los Días”, cuya Personalidad Psicológica se expresa dentro de la línea del Primer Rayo, o sea, del Primer Subrayo del Tercer Rayo.

[NB: ver diagrama AAB-DK relacionado]

i. Enlazadas con esta Vida Central de Rayo hay otras seis potentísimas entidades espirituales que representan aquí en la Tierra las otras cualidades de Rayo o características de la Divinidad Solar. Tres de ellas, esotéricamente llamadas “Budas Esotéricas”, mantienen la relación de SANAT KUMARA con los demás Logos planetarios de nuestro Universo y con el propio Logos solar, En directa relación con la Vida de los tres Budas Esotéricos hay otro Triángulo de Energías formado por aquellos tres excelsos seres conocidos en la literatura esotérica bajo los nombres. de: el MANU, o Señor de las Razas, el BODISATWA, o Señor de la Comunicación Espiritual y el MAHACHOHAN, o Señor de la Civilización, los cuales son los guías de los tres principales Departamentos de la Jerarquía: Política, Religión y Civilización, en la línea de los Rayos 1º, 2º y 3º. Hay por lo tanto, un doble Triángulo de Energías que adopta la forma mística de una estrella de Seis puntas con un radiante punto en el centro ocupado por SANAT KUMARA, el Señor del Mundo, equidistante - utilizando aquí un conocido término geométrico- de cada uno de los vértices. A través de este punto de radiación central y de los seis vértices de los dos triángulos se manifiestan en nuestro planeta las energías de los Siete Rayos.

j. Siguiendo este camino de aproximación a la Vida de la Naturaleza, y muy particularmente a la del Reino humano al cual pertenecemos, hay Siete exaltados ADEPTOS, conocidos esotéricamente bajo la denominación de CHOHANES, o Señores de Rayo, los cuales tienen la misión de canalizar y distribuir las energías de los Rayos por todo el planeta, introduciendo vida y conciencia en las formas de todos los Reinos de la Naturaleza. He aquí los nombres mediante los cuales son conocidos tales CHOHANES, tal como vinieron a nosotros a través de la tradición esotérica:

1er. Rayo Maestro Moria (conectado con la Obra del MANU)

2do. Rayo Maestro KUT HOOMI (conectado con la obra del BODISATWA)

(Estos cinco adeptos están conectados con la Obra del MAHACHOHAN):

3er. Rayo Maestro EL VENECIANO
4to. Rayo Maestro SERAPIS
5to. Rayo Maestro HILARIÓN
6to. Rayo Maestro JESÚS
7º. Rayo Maestro RAKOCZI (Conde San Germán)

 

En la línea de cada uno de los Siete Rayos hay Adeptos de categoría inferior a la de Chohanes, los cuales colaboran estrechamente con Aquellos en su obra dentro de la evolución planetaria, pero no los mencionaremos específicamente en nuestra conversación de hoy. Ahora nos limitaremos a concretar o detallar más directamente las Jerarquías anteriormente señaladas.
 


EL LOGOS SOLAR Y LOS SIETE ARCÁNGELES

Empecemos por la máxima Jerarquía dentro de nuestro Universo, por la suprema Entidad Psicológica que llamamos DIOS, ya que cuando nos referimos a DIOS dentro de los límites impuestos a nuestra inteligencia humana, sólo nos es posible hablar del inefable SER que es la Vida Creadora de nuestro Sistema Solar. Según se nos ha explicado esotéricamente esta tremenda y exaltada Entidad Espiritual pertenece a la actividad del Segundo Rayo Cósmico de AMORSABIDURÍA, teniendo en cuenta, siempre de acuerdo con la Sabiduría oculta, que nuestro universo en su totalidad, es sólo el Plano Físico de un Sistema de Siete Universos que constituye la Vida expresiva de una todavía más trascendente ENTIDAD CÓSMICA, allende la visión de los más exaltados Adeptos planetarios. Podríamos decir, sin embargo, ya que tal detalle entra enteramente en la línea de nuestro estudio, que Aquel Supremo Logos Cósmico utiliza un Cuerpo Físico de Segundo Rayo (nuestro Universo), siendo Regente del mismo nuestro Logos Solar. Esta idea, absolutamente abstracta por cuanto nos es imposible concretarla debido al escaso desarrollo de nuestras percepciones superiores, nos orienta en el sentido de que existen unas zonas cósmicas de magnitud impresionante, de unas Jerarquías creadoras dentro de determinadas líneas de Rayo, las cuales, pese a la extraordinaria elevación de sus trascendentes e indescriptibles Vidas, están estrechamente vinculadas con el desarrollo de nuestro Universo. Hicimos referencia a la identidad genealógica cósmica del mismo en una de nuestras primeras conversaciones acerca de los Rayos, cuando de acuerdo con viejísimos comentarios escritos en los anales akásicos y transmitidos por la Jerarquía, dijimos que nuestro Universo era el resultado de una conjunción magnética de incalculables proporciones establecida entre el Logos cósmico de la Constelación de la OSA MAYOR y el de la Constelación de LAS PLÉYADES, con una respuesta solar desde la gran estrella SIRIO de la Constelación del CAN. Hay que darse cuenta, sin embargo, que nuestro estudio acerca de tales esplendentes Jerarquías sólo puede ser posible por la utilización inteligente del principio de analogía y por nuestra capacidad por darle un sentido intelectual y comprensivo a fin de que pueda ser convenientemente asimilado como base de la formación espiritual de los discípulos y aspirantes interesados en estos trascendentes temas esotéricos. Vamos a referirnos ahora a las Siete Jerarquías Espirituales denominadas ARCÁNGELES o MAHADEVAS. Se trata de unas misteriosas e incomprensibles Entidades Angélicas cuya misión es constituir con el inefable Aliento de sus vidas la totalidad de un Plano de la Naturaleza, mediante una infinita pluralidad de FORMAS en incesante evolución y movimiento hacia los Arquetipos solares, aquellos que la Divinidad mantiene en su poderosísima MENTE como suprema meta de la Perfección Universal. He ahí la descripción de los Planos de nuestro Sistema Solar, regido cada uno de ellos por un ARCÁNGEL y expresando la energía particular de determinado Rayo:

RAYO  PLANO DEL UNIVERSO ARCÁNGEL REGENTE
ÁDICO (o Divino) ADI
MONÁDICO ANAPUDAKA
ÁTMICO ATMI
BÚDICO VAYU (o INDRA)
MENTAL AGNI
ASTRAL (o Emocional) VARUNA
FÍSICO YAMA (o KSHITI)

Tales ARCÁNGELES, o Constructores Cósmicos, dentro de la infinita grandiosidad de un Plano, son los que dieron FORMA a cada uno de los planetas del Universo a fin de que Aquellas Entidades Psicológicas que llamamos Logos Planetarios pudieran tener un Cuerpo de Expresión y de Experiencia. Así, la Intención y la Idea Creadora de la Divinidad con respecto al Universo, hallaron en estas indescriptibles Vidas Angélicas la posibilidad de un Vehículo adecuado para los Logos planetarios, los cuales, a su vez, eran manifestaciones de las cualidades infinitas de Su Omnipotente Grandeza Cósmica. La Vida de Dios hallará siempre el Vehículo de Forma apropiado para realizan su vasta Experiencia Universal por medio de los SIETE ARCÁNGELES, los verdaderos Constructores del Cosmos.

Ahora bien, si tenemos en cuenta de que cada Plano del Universo se halla dividido en Siete Subplanos, tendremos cuarenta y nueve subplanos dentro del Sistema Solar, regido cada uno de ellos por un ÁNGEL de elevadísima evolución espiritual que bajo la dirección del ARCÁNGEL Regente de su Plano respectivo, llena de FORMAS la totalidad de un Subplano. Si tomamos por ejemplo el primer Plano de nuestro Sistema Solar, regido por un Arcángel de primer Rayo, tendremos Siete subplanos regidos a su vez por su correspondiente ÁNGEL, cuyo Rayo será un Subrayo del Rayo principal que rige la totalidad del Plano y vendrá condicionado por tanto también, aunque en un grado menor, por las características o cualidades de las energías que se expresan a través de los Rayos de los demás Planos. No nos extenderemos en nuestra conversación de hoy sobre estas inefables Vidas de Rayo que rigen los Planos y Subplanos de nuestro Sistema Solar, ya que por analogía nos será posible acceder a la comprensión de cómo operan los distintos ÁNGELES de cada Subplano con sólo analizar la actividad de la Vida Mahadévica o del ARCÁNGEL que rige la totalidad de un Plano en función de Su Rayo respectivo.

Tengamos en cuenta también, dentro de este orden de ideas, que cada ARCÁNGEL emite su propia Voz, Mántram o Sonido. Fundamentalmente esta VOZ es una ORDEN IMPERATIVA o un Mandato Supremo dirigido a cada uno de los Siete ÁNGELES de Su Plano respectivo conteniendo los Diseños o Arquetipos mentales proyectados por la Divinidad con respecto a aquel Plano. Esta VOZ, reproducida incesantemente por los ÁNGELES de cada subplano, se convierten asimismo en una orden o mandato para la infinita legión de devas a sus órdenes, existiendo así una directa y permanente comunicación entre Dios y la Naturaleza por medio de las Huestes Angélicas. Añadan ahora a esta idea “los resultados de la Voz”, cuando convertida en Fuego mediante la incandescencia de los éteres del espacio al ser rasgados por aquel SONIDO mágico, origina un brillante color que se transforma finalmente en una forma geométrica. Esta idea explica la forma específica de cada uno de los Planos de nuestro Sistema Solar y la cualidad geométrica de toda forma manifestada en no importa que nivel del Universo. Pero, tal como anteriormente expliqué, no nos detendremos en el examen de estos detalles, que si bien son muy interesantes, nos apartarían quizás del tema de base, el de la Jerarquía Espiritual dentro de los Siete Rayos. Tales temas serán tratados más adelante, ya que para el verdadero investigador no deben existir obstáculos ni barreras y la intrepidez y la audacia deben ser sus principales aliados en la incesante búsqueda del CONOCIMIENTO. Hay que tener presente, sin embargo, que el tema de la Jerarquía aplicado al estudio de los Rayos es de tal ilimitada grandeza que pese a nuestros buenos y sinceros anhelos sólo podremos abarcarlo desde el ángulo perceptivo de la intuición y aplicando constantemente el principio de la analogía.


Pregunta:
¿ Cree usted que el principio de Jerarquía, dentro de la línea particular de cada Rayo, es el que rige el proceso de la Evolución?

Respuesta:
Sí, naturalmente, ya que si negásemos el principio de Jerarquía negaríamos automáticamente la Ley de la Evolución que impulsa constantemente la Vida de la Naturaleza hacia una Meta de perfección arquetípica. Todo en la vida del Universo refleja esta Ley de Jerarquía, desde la que se inicia en la Vida absoluta del Logos Solar hasta la que se expresa a través del mas insignificante elemento químico. Tal es el significado oculto de “la Escalera de Jacob”, por donde suben y bajan las almas de los hombres y las de las Entidades Angélicas, ocupando cada una el plano, peldaño o nivel que le corresponde dentro de la Ley infinita de la Evolución. Nuestra dificultad principal, como aspirantes espirituales, reside quizás en el hecho de que “no sabemos situarnos” en el nivel que nos corresponde y tratar de ser consecuentes allí de lo que la Vida espiritual, interna o divina nos exige para poder consumar correcta y adecuadamente nuestro destino kármico.

Pregunta:
¿Cuál cree usted que es el RAYO más importante en la Vida de la Divinidad Creadora?

Respuesta:
Todos los Rayos son igualmente importantes desde el ángulo de vista de la Divinidad, habida cuenta de que los Rayos son corrientes de energías que expresan las Cualidades infinitas de Su Conciencia. De acuerdo con la Ley cíclica de la Evolución, a la que anteriormente hicimos referencia, cada Rayo cumple una definida misión en la estructuración total del Universo y al final del proceso evolutivo de un Universo todos los Rayos se hallarán plenamente activos y radiantes. Tengamos en cuenta, también, que en la expansión cíclica de un Sistema solar entran y salen de la manifestación todos los Rayos, cumpliendo cada cual la obra que el Señor le tiene asignada. Aparecerá claro pues que un Rayo será tanto más importante desde el ángulo de vista de la Divinidad cuanto mayor sea su necesidad de expansión para cumplimentar algún particular Destino kármico de la propia Divinidad que dará lugar seguramente a la manifestación cíclica de una Era determinada. Ahora, por ejemplo, desde el ángulo de vista planetario, es mucho más importante el Séptimo Rayo mediante el cual se expresará en la Tierra la Constelación de ACUARIO que el Sexto que rigió el proceso de expansión de la Era de PISCIS. Apliquemos estas analogías en nuestras propias vidas e imaginemos que en el devenir de la existencia cotidiana todos los actos son importantes, pero que lo será mucho más aquél que por sus especiales características imprima una mayor cualidad o un mejor ritmo a las actividades mentales, emocionales o físicas. Hay que tener en cuenta siempre aquello que en lenguaje esotérico llamamos “oportunidad cíclica”. Es precisamente tal oportunidad la que determina que unos Rayos aparezcan como más importantes en determinadas estadios del tiempo. Quizás era debido a esta coincidencia que SÓCRATES decía “.... es mucho mejor ser oportuno que inteligente”, ya que según él “la Oportunidad es Sabiduría”.

Pregunta:
Estoy de acuerdo con lo que acaba usted de decir con respecto a la igualdad de oportunidades cíclicas de los Rayos que maneja el Logos Solar en el Universo. Pero. . . ¿y el Rayo particular que define la Vida Creadora del Logos? ¿No es acaso más importante que los demás Rayos que utiliza?

Respuesta:
Sí, naturalmente, si vemos el asunto o la idea desde el ángulo de vista de la Vida individual -si podemos decirlo así- del Logos creador del Universo. Me referí anteriormente a los Siete Rayos que como expansión de las Cualidades de Su Conciencia, entraban o salían cíclicamente de la manifestación. Aclarando todavía más esta cuestión podríamos decir que los Rayos que utiliza la Divinidad para manifestarse cíclicamente en el tiempo son solamente Subrayos de Su Rayo principal o individual. En el caso particular de nuestro Universo tenemos, como ustedes saben, que la Vida Individual o Cósmica del Logos solar corresponde a la actividad del Segundo Rayo, el de AMOR-SABIDURIA.

Pregunta:
Cuando se refiere usted a Sonidos, Colores y Formas Geométricas, como la triple actividad creadora que produce la manifestación cíclica de un Universo, ¿considera que están implicados también los Rayos?

Respuesta:
Toda manifestación en la vida de la Naturaleza puede descomponerse en estos tres aspectos que usted acaba de mencionar. Todo posee una Vida, una Conciencia y una Forma, o un Cuerpo de Manifestación, de la cualidad que sea. Desglosando esta triplicidad y llevándola al terreno científico tenemos un Sonido, un Color que refleja las cualidades de este Sonido y una Forma geométrica que surge de la condensación de aquel Color al propagarse por el Espacio cósmico. Ahora bien, un Rayo es esencialmente la expresión de una Cualidad Psicológica de la Divinidad, la cual ha encarnado en un Ser Individual que llamamos Logos planetario. Así pues, un Rayo es una Vida que representa determinada cualidad y se expresa por medio de una Forma geométrica. Al surgir la Vida de la Divinidad a la manifestación surgen asimismo los Rayos que son el complemento infinito de sus Cualidades Psicológicas y con ellos la posibilidad infinita de manifestación.. . Como verá, no podemos separar los Rayos de aquella actividad trina merced a la cual nuestro Universo, y quizás también todos los demás Universos en el Cosmos absoluto, tuvieron oportunidad de manifestación.
 

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