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"Que el contenido les sea útil y pueda servirles de inspiración en el intento supremo de sus respectivas búsquedas, es nuestra más humilde y sincera plegaria..." -V.B.A .
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PARTE SEGUNDA VINCULACION ESPIRITUAL DE ÁNGELES Y HOMBRES 1. LA FRATERNIDAD HUMANO-DEVICA (extracto)
Las doce Constelación del Zodiaco a través de los Siete Rayos constituyen esotéricamente el número de la perfección del hombre. La suma de las 12 Constelaciones zodiacales y de los Siete Rayos es 19, número que sumado entre si nos da 10, el de la divina Tétrada del gran Iniciado Pitágoras.
Al final del proceso de perfección de la vida humana, cuando el Cuarto Reino ha trascendido, el hombre se convierte en el UNO, adquiriendo así la Conciencia Cósmica. Cuando el Iniciado ha alcanzado la categoría de Adepto, en la Quinta Iniciación, se le denomina técnicamente "Señor del Quinto Principio". Su emblema es entonces la Estrella de Cinco Puntas brillando permanentemente sobre Su aureolada Cabeza. Sabe entonces por experiencia el Secreto de la Voz que actúa sobre los Devas y puede "mandar" -esotéricamente hablando- sobre las huestes angélicas que constituyen la base estructural o química del Universo. Pero, esta afirmación constituye todavía un secreto, un misterio irrevelable a la conciencia humana en su presente estado de evolución. La vida de los Ángeles continuará siendo todavía una gran incógnita para los no iniciados, aunque los discípulos mundiales irán siendo progresivamente informados de todos los detalles correspondientes a la Ciencia del Contacto. Es posible afirmar, que a finales del siglo XX, muchos de los discípulos, miembros de los distintos Ashramas de la Jerarquía, podrán establecer contacto consciente con cierta categoría de Ángeles traídos a la manifestación por medio de una corriente de energía del Quinto Rayo que ha de efectuar en el planeta y en la conciencia de los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo grandes transformaciones. Tales Ángeles serán "los acompañantes del Sendero" de muchos seres humanos que dejaron tras de si las tendencias potentemente devocionales y utilizando creadoramente sus actividades mentales en bien de la humanidad tal como lo hacen muchos científicos de nuestros días. Será progresivamente demostrado así el conocido axioma esotérico, clave de la Iniciación, "El 9 es el número del hombre". La explicación de dicho axioma en nuestra época será una simple suma de los Rayos principales que actuarán sobre el hombre en forma muy objetiva, aunque subjetivamente actuaron siempre; serán el Cuarto Rayo de la propia Humanidad más el Quinto que corresponde al principio mental. El resultado para muchos seres humanos será la Iniciación en sus diversas fases de evolución jerárquica o espiritual. Coincidiendo con la actividad de estos Rayos, las Vidas angélicas serán potentemente inducidas a la actividad redentora de la substancia en virtud de una confluencia particular de los Rayos Sexto y Tercero. El Sexto, porque es ya una expresión devocional de los Ángeles más próximos a la evolución del ser humano, y el Tercero, porque esencialmente los Ángeles son una expresión inefable del tercer Rayo de Actividad Creadora de la Divinidad expresándose como Eter substancial, es decir, como el Aspecto Madre de la Naturaleza que guarda el secreto de la formación de todas las cosas existentes. Observemos la coincidencia de que en el aspecto de los Rayos y pese a sus diferentes energías condicionantes, los Ángeles y los hombres van llegando cíclicamente a un punto ideal de confluencia, a partir del cual puede surgir una cooperación inteligente entre ambas evoluciones y el inquebrantable convencimiento de un destino común. Vean la coincidencia cíclica: LOS ÁNGELES: RAYOS 6º y 3º = 9 LOS HOMBRES: RAYOS 4º y 5ª = 9 La coincidencia numérica es tremendamente importante desde el ángulo de vista esotérico, teniendo en cuenta de que el Universo es un resultado del número y de la forma, ya que DIOS GEOMETRIZA mediante la Ciencia de los Números. Siguiendo el hilo de esta idea y de acuerdo con el sentido oculto expresado en el axioma "El 9 es el número del Hombre", podemos afirmar que en el presente ciclo de la evolución planetaria, habiendo sido rebasada ya la mitad de nuestra presente Cuarta Ronda, la vida de los grandes Devas que actúan sobre la Humanidad adquiere un idéntico significado místico y puede asimismo decirse que "el 9 es el número del Ángel".
A partir de este hecho será comprendida la idea
señalada en páginas anteriores, del por qué la Jerarquía
espiritual del Planeta tiene un especial interés en aleccionar
a muchos discípulos mundiales acerca de las Vidas Angélicas y
sobre la necesidad de que se establezcan vínculos de fraternal
relación entre ellos y estas inefables corrientes de vida que
constituyen el principio de formación, concreción y
organización del Universo. [ Libros ]
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[Cáncer 1999] VBA 1.0: 1999-07-05 |
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