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ILUSTRACIONES
Los dibujos que ilustran la portada y páginas interiores de
este primer volumen de LAS FUERZAS OCULTAS DE LA NATURALEZA
han sido realizadas por el inspirado pintor JOSEP GUMI I
CARDONA, quien une a las imprescindibles dotes de una depurada
técnica artística la singular y valiosa facultad de una
percepción en los mundos invisibles. Gracias a esta última le
es posible observar la actividad del los devas constructores y
la de los insignes ángeles que los comandan, instruyen y
dirigen en la obra creativa de la Naturaleza.
Así, estas ilustraciones poseen un inapreciable sentido de
originalidad y síntesis, ya que presenta la forma de los Devas
y de los espíritus de la Naturaleza, así como las imágenes
luminosas del lenguaje dévico lleno de mágico encanto y de
ocultos significados, en su verdadera expresión, es decir, tal
como son percibidas en su propio plano y eludiendo el
inevitable riesgo de pasarlas por el ángulo de refracción de
los niveles imaginativos de la conciencia, tan absolutamente
marcados por las formas psíquicas segregadas desde tiempos
inmemoriales por los antiguos relatos y tradiciones. He podido
observar muy de cerca la obra del señor Gumí, a quien desde
aquí agradezco muy vivamente su constante, amable y eficaz
colaboración y puedo atestiguar por cuanto poseo también
visión oculta que las formas dévicas presentadas en este
"TRATADO ESOTÉRICO SOBRE LOS ANGELES", se ajustan
perfectamente a las que yo suelo observar durante el curso de
mis investigaciones esotéricas.
Las siguientes ilustraciones presentan las formas de los Devas
y los Espíritus de la Naturaleza en su verdadera expresión tal
como las percibe el observador clarividente.
***
SILFOS DEL AIRE
He aquí algunas formas de SILFOS, tal como son percibidas por un observados
dotado de clarividencia etérica. Se mueven a grandes velocidades por la
inmensidad del aura planetaria y la facultad de percibírseles reside no
solamente en la rapidez de sus movimientos, sino también en el frecuente cambio
de forma que adoptan en el éter.
El color de los SILFOS es predominantemente azul y se confunden con el color
azul del cielo. Se les observa en grandes grupos y desplazándose por el espacio,
bajo la misteriosa dirección de un Deva del aire de mayor evolución. En el
centro de la imagen puede apreciarse a uno de estos SILFOS más evolucionados.
Como podrá observarse su forma se asemeja vagamente a la de cierto pájaros,
aunque su inteligencia es muy superior a la de estos bellos exponentes del mundo
animal. Se les percibe al frente de grandes concentraciones de pequeños SILFOS
operando en el espacio y creando allí las condiciones precisas que originan los
fenómenos del viento, de la lluvia y de la electricidad atmosférica.
Algunas especies de SILFOS, de la categoría especial del que puede contemplarse
en la parte superior derecha de la página ilustrada y al final de la misma,
ambos en posición descendente, colaboran con los devas del Reino vegetal para
colorear las flores y sazonar los frutos.
***
SILFOS COMANDADOS POR UN DEVA DEL AIRE
Las imágenes que pueden apreciarse en este grabado fueron captadas durante el
proceso de formación de un viento huracanado en las altas montañas. Las
constituían una cantidad impresionante de SILFOS, siendo comandados en su acción
por un Deva del Aire de mayor evolución, el cual constituía el eje principal de
aquella actividad.
Puede observársele en la parte inferior de la imagen desplazándose por el
espacio a impresionantes velocidades, dejando tras de sí gran cantidad de
chispas eléctricas y formando vastos remolinos, uno de los cuales puede ser
apreciado en la parte superior del grabado girando con extraordinaria rapidez
como una gigantesca turbina y desplazando el aire en la dirección que señala el
Deva director.
Otra forma de remolino puede observarse en la parte derecha. El Deva, en este
caso, se halla en el centro y no se desplaza como el del caso anterior; así el
viento o aire en movimiento es apreciable en todas direcciones y no en una
dirección definida.
Adviértase la diferencia de matices entre uno y otro. La velocidad de
desplazamiento origina un color muy parecido al azul del cielo, por lo cual
resulta muy difícil ser percibida la acción de los SILFOS. Cuando el centro de
la misma se halla localizada en un punto determinado del espacio, los colores
son diferenciados por cuanto es más lenta la actividad total de los ESPÍRITUS
DEL AIRE. Pero, tanto en uno como en otro caso, el espectáculo es realmente
maravilloso...
***
LAS ONDINAS DEL AGUA
[ver
experiencia VBA en Iguazú]
Como sucede con todos los elementales constructores hay ONDINAS de distintas
especies y grados de evolución. Su elemento natural de expresión es el agua y
puede vérselas en grandes concentraciones en las profundidades de los océanos,
en los lagos, en los ríos, en las cascadas, etc. Su gozo es el movimiento del
agua y puede observarse a todo tipo de ONDINAS, saltando y jugueteando con la
espuma que produce el agua de los ríos al chocar contra las piedras que
encuentra a su paso.
Son predominantemente verdes, aunque las hay también azules y de gran belleza en
el seno de las aguas tranquilas de los lagos. No rehuyen la presencia del hombre
y la tradición marinera que habla de sirenas no hace sino referirse a alguna
especie particular de ONDINAS habitantes de los grandes mares u océanos.
En el gráfico varios tipos de ONDINA. Las del centro y mano derecha corresponden
a ONDINAS percibidas en las márgenes de un río descendente de una alta montaña.
Arriba, a la izquierda, una ONDINA percibida cuando surge de la espuma provocada
por una pequeña cascada y en la parte inferior dos ONDINAS abrazadas percibidas
en las orillas de un mar en calma.
***
ESPIRITUS DE LA TIERRA
Se los denomina generalmente GNOMOS y puede vérseles corretear por los prados,
por los campos y por los bosques. Adoptan a veces una figura casi humana,
singularmente aquellos que viven en las cercanías de las casas de campo o fincas
con muchos árboles, sintiendo una especial predilección por los niños con los
cuales les gusta jugar y adoptando frecuentemente, ya que son grandes
imitadores, las formas de las criaturas y aún de las personas mayores auque
visiblemente deformadas y a veces estrafalariamente vestidas. La misión de los
GNOMOS es el crecimiento de las plantas y el lento desarrollo de las piedras de
la superficie de la tierra en cuyas interioridades viven, pero pueden habitar
también en el interior de los árboles secundando la labor de los devas
constructores del Reino vegetal que cuidan del desarrollo de los mismos.
En la parte superior de la página ilustrada puede contemplarse a un espíritu de
la tierra aportando substancia etérica que incorpora a cualquier vegetal en
proceso de crecimiento. Las demás figuras corresponden a especies distintas de
GNOMOS. Algunos, como podrá observarse, adoptan formas típicamente vegetales.
Los hay prácticamente de todos los colores, aunque predominan los que
constituyen su elemento natural, el verde de la Naturaleza, el de las piedras
que les sirven de habitáculos y el de la tierra de los lugares en donde
habitualmente residen y trabajan.
***
HADAS DE LAS FLORES
Esta definida especie de elementales constructores, en multiplicidad de
variantes, pertenece a un particular grupo de ONDINAS y su principal cometido es
elaborar o confeccionar las flores que adornan la Naturaleza.
Están muy peculiarmente enlazadas, por tanto, con la evolución del Reino
vegetal. Resulta muy curioso y singularmente interesante ver cómo trabajan estos
pequeños y bellísimos devas constructores en su elemento natural, el vaho húmedo
de la Naturaleza cuando los rayos del sol calientan la tierra. Hay HADAS en un
increíble número de tonos cromáticos ya que es muy numerosa la lista de flores
en el Reino vegetal, algunas de ellas de rara y espectacular belleza.
Secundadas por cierta especie de SILFOS del aire "pintan las flores" dotándolas
de aquella suntuosidad de colores que puede ser apreciada por doquier, así como
también de su especial e inconfundible perfume.
Las HADAS son bellas y juguetonas y puede apreciárselas clarividentemente casi
por todas partes, en los lugares en donde haya plantas con flores, Árboles
frutales e hierbas aromáticas. Háyanse muy particularmente activas durante la
estación primaveral en la que la Naturaleza cubre de verdor y de flores los
prados, los valles, los bosques y los jardines.
***
DEVAS DE LA NATURALEZA
Corresponden a una categoría especial de ANGELES cuyo cometido es la dirección
del trabajo constructor de una infinita legión de elementales constructores.
Poseen una evolución superior a la humana y su presencia infunde en el ánimo de
quien puede contactarles una indescriptible paz y potente dinamismo. Habitan en
los impenetrables retiros etéricos de las altas montañas, los fértiles campos y
los extensos y verdeantes prados. Son de impresionante estatura, aunque pueden
adoptar a voluntad la estatura natural del hombre.
Según hemos podido constatar son agentes directos de los grandes ángeles cuyas
esplendentes vidas cualifican a los reinos de la Naturaleza. No desdeñan
establecer contacto con los seres humanos si aprecian en ellos sinceros móviles
de acercamiento espiritual al mundo dévico.
Algunos de tales Devas facilitaron nuestra introducción en ciertos misterios
alquímicos que se realizan en los ocultos y secretos retiros de la Naturaleza.
Se presentan al observador cualificado envueltos en grandes y luminosas nubes de
substancia etérica y emergiendo del centro de las mismas bajo una
resplandeciente y gigantesca forma humana, aunque paradójicamente no se les
aprecie los rasgos habituales de la humanidad con la que kármicamente estamos
vinculados. Se les intuye más bien que se les percibe por la impresionante aura
magnética que les precede.
He ahí tres figuras de esta especie superior de Devas, intentando dar una cierta
idea de sus formas características. La del centro corresponde al esplendente
DEVA regente de una vasta zona, incluyendo bosques, campos, montañas y ríos. En
el momento de percibírsele aparecía en actitud de bendecir. Los otros dos DEVAS,
de categoría inferior, fueron observados en las altas cumbres del Montseny. Se
les denomina generalmente "Señores de las MONTAÑAS".
***
SALAMANDRAS DEL FUEGO
Las hay de muchas especies, aunque la forma típica de las salamandras es la
"unas lenguas de fuego" surgiendo del centro de cualquier núcleo de materia en
ignición, desde el pequeño fuego del hogar hasta una gigantesca erupción
volcánica. Siguen siempre el rastro de un AGNI, o "Señor de las Salamandras"
quien extiende el fuego en todas las direcciones posibles, siendo sus inmediatos
colaboradores una especie particular de Silfos que "mueven el aire para que se
introduzca el fuego".Los AGNIS son mucho mayores que las salamandras y
observados clarividentemente se les percibe bajo multiplicidad de formas, aunque
siempre bajo intensos y brillantes resplandores ígneos. Comandan a las
salamandras las cuales son apreciadas indistintamente bajo la figura de "virutas
ígneas" en incansable movimiento.
Los AGNIS, "Señores de las Salamandras" que aparecen en el gráfico son de la
especie más corriente, aunque apreciados durante el desarrollo de grandes
fuegos. El AGNI situado al final, mano derecha de la imagen, fue captado en los
fuegos de una fundición entrando y saliendo de las masas ígneas de metal fundido
seguido de un largo rastro de salamandras. El de la parte superior izquierda fue
observado durante el incendio de un bosque.
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