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Vicente Beltrán Anglada


"Que el contenido les sea útil y pueda servirles de inspiración en el intento supremo de sus respectivas búsquedas, es nuestra más humilde y sincera plegaria..."
-V.B.A
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Los Angeles en la Vida Social Humana


CAPÍTULO X

LA ACTIVIDAD DE LOS SEÑORES DEL KARMA EN LA VIDA DEL UNIVERSO

 

Las indescriptibles y exaltadas Entidades Psicológicas que esotéricamente llamamos LOGOS, ya se refieran a los que rigen una Galaxia, una Constelación, un Universo o un simple planeta, están sujetos también, aunque de manera inexplicable e incomprensible, a la Ley del Karma. El nacimiento, la muerte y el proceso inexorable de la reencarnación forman parte de aquella Ley, aunque utilicen para manifestarla unas zonas del espacio tan enormemente dilatadas que los efectos del tiempo están más allá y por encima de nuestros cálculos y medidas.

Sin embargo, y tal como esotéricamente sabemos, el espacio es una abstracción, siendo el tiempo un fenómeno que se realiza en el interior de la conciencia humana cuando trata de objetivizar el espacio a través de los movimientos de rotación y de traslación de nuestro planeta Tierra, unos movimientos que al parecer son comunes a todos los cuerpos celestes.. Precediendo a la manifestación cíclica de cualquier Universo o de cualquier planeta hay, aparentemente, una Determinación Cósmica que crea en el espacio las condiciones precisas mediante las cuales los Logos creadores podrán surgir objetivamente a la manifestación. Tal como analizamos en el volumen primero de este Tratado, tales condiciones vienen fijadas por aquel supremo sentido de elección del campo de las manifestaciones por parte de una Voluntad suprema, de la cual no se habla mucho en los estudios esotéricos, pero que es una expresión de la actividad misteriosa de los Señores del Karma. Estos ANGELES, supremos representantes de la Ley cósmica de armonía, tienen en conjunto coma símbolo la figura geométrica de la CRUZ, a la cual y casi sin distinción alguna han rendido adoración las religiones y filosofías del mundo desde el principio de los tiempos... La imagen de la CRUZ toma básicamente su importancia, y de manera incomprensible forma parte, de los misterios iniciáticos, porque los Señores del Karma preceden a la manifestación cíclica de cualquier Universo situándose, esotéricamente hablando, arriba y abajo y a derecha e izquierda de un punto en el espacio que bien podríamos calificar de ATENCION suprema del Logos, constituyendo las bases del Cuaternario Cósmico a través del cual la Vida del Logos creador, el Krishna universal, tendrá oportunidad de dar vida, conciencia y una forma objetiva a Arjuna, intérprete de las decisiones de Krishna y seguidor incansable del Destino que de acuerdo con experiencias precedentes del Logos, le señalarán sabiamente los Señores del Karma.

Creemos sinceramente que los conceptos que acabamos de emitir contienen significados dignos de una profunda atención, pues de acuerdo con el sistema de investigación esotérica que va de lo universal a lo particular y aplicando convenientemente la analogía, la actividad de los Señores del Karma en la vida humana podría ser correctamente clarificada.

Trazada la Cruz en los Cielos, tal como místicamente se dice, la Vida de Dios se infunde en la Materia y el Corazón Solar empieza a latir. Las mágicas contracciones y dilataciones de estos latidos, las sístoles y diástoles de este inmenso Corazón originan en tiempo y espacio los fenómenos característicos conocidos científicamente como ROTACION y TRASLACION. Tales son las analogías de estos universales movimientos:

 

 

Tales analogías pueden ser íntegramente aplicadas al planeta y al hombre, así como místicamente también a todos los centros de vida menores que viven, se mueven y tienen el ser dentro del dilatado círculo del Universo.

Volviendo a la función primordial de los Señores del Karma, podríamos decir que las Aspas de la Cruz constituyen los límites de expansión de la rueda del Universo, creando el misterioso Círculo-no-se-pasa del mismo, es decir, sus fronteras naturales dentro de las cuales el Logos solar deberá realizar su íntima y particular evolución y salvaguardar los intereses espirituales de Su Vida, el Tesoro infinito de Su Conciencia inmortal. El movimiento de DIASTOLES en la infinita dilatación del Corazón solar lleva las energías de la Vida a todo el contenido universal; el movimiento de SISTOLES lleva las cualidades de la forma al centro mágico del Corazón. En el entrejuego de las energías de la Vida y de la Forma se halla el secreto de la Electricidad, ese misterio al cual tantas veces nos hemos referido durante el curso de este Tratado. El altruismo del Espíritu y el egoísmo de la Materia manifestadas como energía contienen el secreto inmenso de la Creación, ya sea de un Universo o de un simple átomo. Es la ley de la Dualidad que rige el principio de la Manifestación cíclica.

Ahora bien, examinando científicamente los movimientos de contracción y dilatación del Corazón solar, después de haber reconocido esotéricamente la intercesión de los Señores del Karma que depositaban o introducían la CRUZ mística de la manifestación en los espacios absolutos creando el círculo máximo de expansión de la Vida del Logos, nos será fácil reconstruir el proceso creador del Universo, aceptando como absolutamente válida la imagen astronómica de la Nebulosa, esta inmensa espiral de energía cósmica en proceso de substanciación o materialización, la cual surge del centro del corazón solar y se lanza al Cosmos a la gran aventura de la conciencia, pero retorna eternamente al centro de donde dimana llevando al mismo Materia cada vez más densa pero, al propio tiempo, más cualificada. Quizás llegaremos a reconocer un día la misteriosa aunque íntima relación que existe entre el proceso de substanciación material del Universo y la ley de Gravedad, que es su natural consecuencia, con la actividad maravillosa y secreta que llevan a cabo los Señores del Karma, los Angeles de la Cruz cósmica.

Esta CRUZ, en multiplicidad infinita de aspectos, matizará entonces la magia dinámica de la Creación y todas las manifestaciones de la vida espiritual o monádica en proceso de experimentación y de evolución, desde el centro mismo de la materia, cualificando cada una de sus vastísimas expresiones y la imagen de esta CRUZ, penetrando profundamente en las conciencias humanas, elevará sus aspiraciones al centro místico de procedencia cósmica: el SOL CENTRAL ESPIRITUAL, creando las religiones y las creencias espirituales a través de las cuales han expresado sus ínfimos anhelos de contacto solar. Consecuentemente al desarrollo de esta verdad esencial en la línea de nuestros comentarios, nos pareció oportuno dedicar unos capítulos al estudio de los efectos de las ceremonias mágicas y litúrgicas de las religiones en la vida espiritual del hombre, en el volumen segundo de este Tratado.

Otra de las ideas que hay que considerar en relación con los Señores del Karma es la que hace referencia a la imagen mística de la CRUZ gravitando en forma de DESTINO sobre la vida de todos los seres vivientes, pudiendo afirmarse desde el ángulo esotérico y de acuerdo con el principio de analogía, que el KARMA, como esencia de MUERTE, JUSTICIA, MEMORIA y LIBERACION está presente en la manifestación de todo lo creado, dirigiendo con sabiduría infinita la evolución del Universo, de los planetas, de los planos de la Naturaleza, de las Razas humanas, de los Reinos y de las especies. Hay, por tanto, un sentido de dirección tan justo y equitativo en todas las cosas de la vida que bien podríamos calificarle como de supremamente fraternal. Este sentimiento íntimo de fraternidad actúa por doquier, en el aire, en el fuego, en el agua, en la tierra, en el éter primordial, cualificando la vida de los elementos naturales, los cuales, de manera maravillosa, constituyen las palancas de presión de los Señores del Karma en la vida de la Naturaleza física, aunque actuando asimismo en todos los niveles de evolución en el Universo y sobre todos los estados de conciencia divina, manifestados bajo no importa qué tipo de forma objetiva o subjetiva, en la extensión de todo lo creado.

Los Señores del Karma son la Ley que preside y ordena la ejecución de cualquier hecho y circunstancia en la vida de la Naturaleza. Los Arcángeles supremos que rigen los planos del Universo, los Angeles superiores que rigen la vida evolutiva de los Reinos y los exaltados Devas que se hallan en la raíz mística de la existencia de los hombres, son Agentes de los Señores del Karma, los brazos ejecutores de la Ley, siendo su labor tan supremamente impersonal y fraternal que examinada su actividad desde el ángulo esotérico le demuestran al alma que la paz, la plenitud, el orden y la justicia no son simples y engañosas palabras, sino una REALIDAD profundamente objetiva que puede ser revelada en cualquier momento de la vida si se desarrolla un profundo sentido de atención hacia todo cuanto nos rodea, sea la vida armónica de la Naturaleza con sus perfectos y ajustados ritmos o la ininterrumpida sucesión de hechos y acontecimientos. que tienen lugar durante el curso de nuestra vida.

Tal como decíamos en páginas anteriores, consubstancialmente con el proceso de la Creación y aún antes de que la actividad dévica de substanciación del éter haga objetiva la Voluntad del Señor del Universo, se halla presente ya la Voluntad de acción de los Señores del Karma. Su Cruz, proyectándose en los insondables vacíos del Espacio, invita al germen de Vida Logoico -dicho con toda reverencia- a que se sitúe en el centro místico de la figura geométrica creada por la interacción de los Grandes Señores. Así, bajo la dirección de los Señores del Karma será iniciado el proceso creador de Universo, en el devenir del cual se sucederán dentro de la Conciencia Logoica una serie infinita de modificaciones que darán lugar al desarrollo evolutivo, desde la difícil y azarosa proyección de Vida que va de la periferia del círculo-no-se-pasa al centro creador logoico, originando la base potencial de la Materia y el principio de gravitación universal, hasta la plena liberación de la Conciencia Logoica, la Cual, en un postrer y maravilloso intento logrará destruir las barreras limitadoras del círculo-no-se-pasa que impedían su Acción cósmica y se proyectará hacia los misterios del Espacio infinito, ayudado por el Angel Kármico de la Liberación... La evolución de los Señores del Karma, consubstancial con la de los Logos creadores, estará sin duda por encima de la de ESTOS en el sentido de que han de forjar los Destinos Universales o Logoicos de acuerdo con la visión absoluta de los Registros Akásicos o Memoria Cósmica, siguiendo el trazado de una Ley de Justicia que penetrará en el destino universal de la Conciencia Logoica, orientándola hacia Su implacable y eternamente seguro Destino de Redención y Perfección.
 


Los Símbolos de los Señores del Karma

La imagen del Señor de la Muerte, denominado también el Angel Exterminador, vista su proyección en los niveles etéricos, aparece como una inmensa Entidad cuyas colosales proporciones abarcan la totalidad del Universo, llenando el espacio de unos vivísimos e indescriptibles fulgores ígneos color escarlata. Su antiguo símbolo procedente de un remotísimo pasado lunar era un Angel que llevaba una calavera humana en la mano izquierda y en la derecha una espada de fuego. Sin embargo, vista esta imagen desde el plano causal se aprecia que el símbolo antes descrito no corresponde a la realidad. Nada más opuesto verdaderamente al significado íntimo de la Muerte que la calavera con la cual suele representársela. El Señor de la Muerte es una Llama perenne de Vida. Su verdadero símbolo es el Dardo de Fuego con el cual destruye todas las formas objetivas o subjetivas de la Naturaleza. Investigaciones posteriores llevadas a cabo bajo la experta dirección de JESAZEL me confirmaron estos extremos. Las energías que utiliza el Señor de la Muerte proceden de los primeros subplanos del Plano monádico cósmico. En nuestros estudios esotéricos las denominamos de primer Rayo, siendo estas energías de tipo superior a las actualizadas por el Logos de nuestro Universo para la vivificación de Su formidable Esquema Solar.

La sombra de Su Cruz -tal como puede leerse en El Libro de los Iniciados- se extiende sobre el Espacio, ocupando cada Señor del Karma el brazo de la Cruz que le corresponde creando así, de manera maravillosa, los Cuatro Puntos Cardinales que fijarán la posición y orientación del futuro Universo en relación con los demás Universos y Sistemas estelares inmersos dentro del Espacio Cósmico. Parte esencial y fundamental de la evolución universal es la orientación y posición exacta que de acuerdo con las sabias previsiones de los Señores del Karma, debe ocupar cada Sistema Solar dentro del maravilloso Plan cósmico de conjunto.

La evolución particular de cada Logos, fatalmente vinculada con este plan cósmico de conjunto, se realizará entonces a partir del centro de la Cruz de los Señores del Karma en donde previamente fue introducido el Atomo Permanente Físico del Logos que místicamente encarnó y constituirá el centro vital del Corazón. La primera noción de Vida universal dentro del Esquema o Destino Logoico preparado por los Señores del Karma, son los movimientos de Sístoles y Diástoles del Corazón Solar, originando el primero la Ley de Gravitación molecular y el segundo la de Expansión Cíclica, estando limitada dicha expansión por la extensión en los espacios infinitos de los Brazos de la Cruz de los Señores del Karma, los cuales señalan y definen perfectamente las fronteras o círculo-no-se-pasa de cualquier Sistema solar y de cualquier planeta dentro de no importa qué tipo de Universo.

Según me pareció intuir más adelante -y esta idea la dejo a la inteligente consideración de Uds. - los Dardos de Fuego que utiliza el Señor de la Muerte de nuestro Esquema Solar provienen de la Constelación de LEO, estando relacionada esta constelación con aquel Centro Logoico Monádico que llamamos esotéricamente EL SOL CENTRAL ESPIRITUAL.

El Señor de la Justicia es representado habitualmente armada su mano derecha con una espada de fuego y sosteniendo en la izquierda una balanza. De este símbolo muy arcaico -ya que proviene de un lejanísimo pasado- han sido extraídos multiplicidad de símbolos menores apropiados para expresar las ideas de Cumplimiento y de Justicia, las cuales son consubstanciales con el ejercicio de la Ley serena y equitativa que debe regir el Cosmos absoluto. Desdichadamente para la humanidad estas simbologías -correctamente establecidas a veces- jamás llegaron a plasmarse en auténticas realidades, por cuyo motivo cuando se habla de Ley y de Justicia aquí en la Tierra sólo se hace una muy pálida e insignificante referencia a la Ley de Equilibrio Universal que simboliza la Balanza y, por tanto, poco o nada tienen que ver con la auténtica justicia con que es utilizada la Espada del Cumplimiento cósmico.

“Si elevaras tu conciencia a un plano auténticamente superior, por encima del plano causal -me decía JESAZEL- percibirías el verdadero significado de la Ley de Justicia en la cual sólo existe Amor y Comprensión y no el odio y la ignorancia con que suelen aplicar los hombres el Sentido de la Ley compensatoria de los Actos. La imagen simbólica de la ley tradicional, Espada y Balanza, quedaría reducida al símbolo perfecto de la Bendición Cósmica mediante la cual el Señor de la Justicia, indescriptiblemente amoroso y sereno, NO premia NI castiga, sino que se limita a ajustar los actos con aquellos patrones arquetípicos que toda alma lleva consigo al nacer y que constituyen la raíz espiritual de sus mejores actos. Si se aparta de estos patrones, marcados por el fuego divino en su interior más profundo, se aparta de la Ley, si los sigue acata la Ley y acepto noblemente su destino. El Angel de la Justicia es el Centro mismo de la conciencia humana y forma misteriosamente parte de su destino cósmico. Así, la ayudará siempre para que sea consciente de la Ley y se apreste constantemente a cumplirla.”

Otra de las grandes y misteriosas razones cósmicas que caracterizan al Señor de la Justicia es la INVOCACION DE LOS GRANDES AVATARES que con Su presencia aceleran la evolución universal y planetaria. Tal como dice KRISHNA a ARJUNA en el BAGHAVAD GITA: “. . ,cuando el desequilibrio del mundo altera el cumplimiento de la Ley y la Justicia es transgredida, YO envío a Mis mensajeros para restablecer la Paz y el Orden.” De esta manera, para restablecer la paz y el orden universal, aparecen cíclicamente en la Tierra invocados por el Señor de la Justicia, los Avatares, ya sea bajo forma de Profetas, Salvadores o Instructores espirituales, siendo esta actividad supremamente cósmica una prueba de Amor y de Compasión absoluta por parte de los Señores del Karma.

Las energías cósmicas que se canalizan a través del Angel kármico de la Justicia con destino a nuestro Universo, proceden aparentemente de la Constelación de LIBRA y se distribuyen por medio del planeta Venus
[El planeta Júpiter interviene también muy activamente en La expansi6n de estas energías. ]


El Señor de los Archivos, vista su proyección en los niveles etéricos, aparece a la vista del observador clarividente sosteniendo un libro en el cual están registrados todos los hechos y acontecimientos pasados, presentes y futuros de nuestro Universo. Sin embargo -y tal como oportunamente me señaló JESAZEL- este símbolo sólo debe ser aceptado de acuerdo con el significado intelectual de un libro, el cual siempre es un contenedor de recuerdos. Rebasada la medida conceptual de la mente y liberado el cerebro de los efectos tridimensionales del tiempo, la imagen del Señor de los Registros en su función natural de MEMORIA COSMICA, aparece como una impresionante Entidad Angélica envuelta completamente por una indescriptible y brillantísima aura color amarillo oro, abarcando la totalidad del Espacio. Su actividad, tal como Su nombre indica, es registrar y archivar todos los hechos, acontecimientos y circunstancias que suceden dentro y fuera de los límites temporales del espacio, es decir, tanto objetivos como subjetivos dentro del omniabarcante seno creador, constituyendo así -vean, por favor, la importancia trascendente de las memorias acumuladas en el tiempo- el fenómeno de la conciencia, ya sea la de un Logos, de un Angel, de un hombre o de un humilde insecto. La conciencia psicológica, la propia luz de la inteligencia, el sentido del amor y el poder de la voluntad no podrían existir indudablemente si no hubiese en su base un conjunto de memorias perfectamente archivadas, en el Cosmos y en el corazón de todos los seres vivientes, que a cada cual da lo suyo y le presta un significativo carácter de evolución y, por tanto, de jerarquía espiritual.
Cada cual será, pues, según sea la calidad de sus recuerdos. Se trata de un principio de selección natural que todas las almas sin distinción alguna efectúan en el devenir de sus particulares vivencias y nadie será mejor o peor que lo que sus íntimas memorias que justifiquen, utilizándolas en forma de conciencia para proyectarse incesantemente hacia el futuro a la eterna búsqueda de la propia perfección. El Señor de los Registros archiva así todos los actos realizados en la vida, todos los pensamientos y todas las emociones, construyendo con ellos la base sobre la cual se estructura la civilización, la historia y la cultura de los pueblos y de las humanidades. La conciencia instintiva o de rebaño, común al reino animal, es asimismo el resultado de una acumulación de hechos y experiencias realizadas en el interior del alma grupo de este Reino o dentro del alma grupo de las especies que conjuntamente lo integran. La conciencia colectiva de los reinos vegetal y animal en cada una de sus múltiples especies expresa también la actividad del Señor de los Registros, el Cual regula de esta manera las leyes de la evolución universal y planetaria. Extendamos esta asombrosa actividad de registro y archivo del Señor de la Memoria Cósmica al Espacio absoluto y tendremos en nuestro poder la clave de la analogía, que nos permitirá justificar el conocido axioma hermético Igual es arriba que abajo...

Utilizando creadoramente dicha clave no sería erróneo quizás señalar a la Constelación de Capricornio como centro de contacto del Señor de los Registros en relación con nuestro Universo y al planeta Saturno, definido astrológicamente el Mensajero del tiempo, como el Archivador de los Registros planetarios dentro del Sistema solar.

Al Señor de la Liberación se le simbolizó en todos los tiempos como un glorioso Angel venciendo a un Dragón. El símbolo es perfecto en el sentido de que el Angel representa al Espíritu del hombre y el Dragón la síntesis de todas sus limitaciones nacidas del contacto con la Materia, las cuales deben ser vencidas y sublimadas antes de que el alma acceda a la perfección de cualquier estado de conciencia. La Lanza mediante la cual el Angel vence al Dragón tiene también un significado esotérico muy interesante, como por ejemplo asignarle el símbolo de la columna vertebral, profundamente hundida en las entrañas del Dragón de las que brotan sangre y fuego y que vienen a representar el Fuego de Kundalini, el cual asciende por la columna vertebral del Iniciado a medida que la lanza, símbolo de cumplimiento, va destruyendo todas las limitaciones impuestas al alma por la ley que rige la Materia.

La Liberación es, al propio tiempo, un movimiento constante de renovación. La lucha que sostiene el alma en el sentido de su redención, va orientada siempre a impedir que la conciencia se paralice en el tiempo o se ate sutilmente a cualquiera de los hechos de la historia de su vida. La serpiente, que cambia de piel cíclica o periódicamente, es un perfecto símbolo del principio de renovación que lleva adelante el Angel de la Liberación en su esplendorosa e indescriptible ejecutoria. Y véase también en la imagen de la serpiente una indicación del Fuego ascendente de kundalini una vez la Materia ha sido vencida y el alma liberada.

De todas las consecuencias expuestas en este capítulo no sería aventurado decir que el Centro de proyección de las energías del Señor de la Liberación con respecto a nuestro Universo es la Constelación de SAGITARIO, cuyo símbolo es el jinete sagrado arrojando la flecha de las grandes decisiones al mundo del Espíritu, siendo Júpiter, el Hijo predilecto del Logos -según rezan antiguos Comentarios esotéricos- el planeta que regula el movimiento de la Liberación dentro de nuestro Sistema solar, secundado por Urano, a quien en lenguaje oculto se Le denomina El Señor del Cumplimiento.

 

 

 

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