EPÍLOGO
Empecé a
escribir estas "Narraciones Esotéricas" a últimos de Agosto de 1981, en
plena euforia estival, en un ambiente sumamente acogedor y entre
personas muy queridas. La tarea de hilvanarlas de acuerdo con ciertos
patrones comunes de semejanza y de asignarles un sentido o encuadre
histórico lo más sugestivo que fuese posible, fue facilitada
principalmente por mi sincero interés en descubrir para los lectores
del libro algunas de las experiencias psíquicas y esotéricas más
importantes de mi vida. El interés principal radicaba, como Uds.
tendrán la oportunidad de observar, no en las experiencias en sí, por
interesantes que fuesen, sino más bien en la explicación esotérica y
científica de los hechos relatados.
Los hechos psíquicos de
tales exposiciones no proceden de la lectura de libros esotéricos, ni
de aquellos otros -tan abundantes ahora- que hacen referencia a
fenómenos de carácter parapsicológico, sino de mi propia auto cantera
individual que es la única de la que puedo extraer honestamente toda
verídica y posible experiencia. Estas experiencias psíquicas podrán
tener carácter trascendente o rayar quizás en lo banal o superfluo
dentro del corazón de cada ser humano, pero es su vitalidad creadora lo
que realmente cuenta y no la importancia que los demás puedan asignarle
a aquellas experiencias. He tratado por ello que mis “Narraciones
Esotéricas” no fuesen una simple recopilación de hechos encuadrados más
o menos armónicamente dentro de un contexto de valores históricos, sino
la expresión sincera y vívida de la propia historia...
Siempre
he escuchado con mayor atención y agrado los relatos íntimos de las
personas con las cuales suelo tratar acerca de su propia vida y
circunstancias, que las formulaciones de ideas o puntos de vista acerca
de las experiencias de los demás. Por tal motivo y quizás también para
mantener mi espíritu enteramente libre e independiente de las opiniones
de las demás personas acerca de temas definidos, decidí hace años
investigar todos los posibles temas por mí mismo y aunque nunca he
despreciado las opiniones ajenas, he procurado mantenerme siempre al
margen de tales opiniones, seguro de que hay un universo de síntesis en
la vida de la Naturaleza dentro del cual se refunden y unifican las
opiniones de todos los seres humanos. Por ejemplo, en vez de juzgar las
experiencias psíquicas de Mr. Leadbeater o de Mrs. Annie Besant, las
cuales me parecieron siempre de muy alto y profundo interés, he dado
mucha más importancia a las mías propias, no por espíritu de auto
glorificación, sino por que éstas son las únicas sobre las cuales puedo
apoyarme y valorizar psicológicamente y extraer de las mismas una base
científica de verdad y de realidad. Así, mis relatos esotéricos son una
afirmación de verdades históricas y de hechos definidos que tuvieron
lugar en diversas fases de mi existencia kármica... y de cuya
autenticidad me hago enteramente responsable ante Uds. y,
principalmente, ante la Congregación ashrámica a la cual tengo el honor
de pertenecer.
La razón de que haya dividido aquellos hechos
históricos en fenómenos psíquicos, en contactos dévicos y en
experiencias espirituales trascendentes, no es debida al azar, sino
teniendo en cuenta la trayectoria de mi vida interna, que se inicia en
las fases del aspirante espiritual, sincero pero excesivamente
emocional, místico y en cierta manera romántico y que culmina -al menos
en la línea de estas Narraciones Esotéricas- en el Corazón del Maestro,
una elevada etapa dentro de la vida espiritual del discípulo, poseyendo
una mente intuitiva muy desarrollada y contemplando ante sí las
esplendentes perspectivas del Sendero iniciático el cual es, en
definitiva, el futuro que aguarda a todos los seres humanos, sea cual
sea su presente estado de evolución.
Por tal motivo, y debo
repetirlo, les he asignado una importancia mayor a las explicaciones
esotéricas acerca de las experiencias relatadas que a las experiencias
en sí. De esta manera yo, que viví tales experiencias, quedo siempre en
un segundo lugar..., como una pequeña pieza de la cual el destino se
sirvió para poder expresar el alma oculta de la experiencia, ya fuese
psíquica, esotérica o mística.
Debo decir, finalmente, que mi
sentido anhelo al escribir mis experiencias en los mundos ocultos a
través de estas “Narraciones Esotéricas” ha sido tratar de ayudar a
todos los aspirantes espirituales del mundo, reorientando su atención
hacia los valores trascendentes y espirituales que se hallan en la base
oculta de cualquier tipo de experiencia realizada por el ser humano.
Acepten, por tanto, el legado histórico que les transmito como parte de
la gran herencia causal de la que todos participamos. Bien mirado, es
en este mundo de elevada trascendencia y espiritual comunión, donde se
fusionan las experiencias psíquicas y espirituales de toda la
humanidad. Siendo así, acepten mis relatos sólo como pequeños retazos
del Gran Cuadro pintado en el Plano Causal por el Señor del Universo,
una ínfima parte de aquel infinito y omniabarcante océano de creación
en donde todos los seres humanos sin distinción vivimos sumergidos...
Tales el alcance de la suprema Ley.
Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, bajo el Signo de Libra de 1981