Se precisa llegar a un perfecto equilibrio entre las
huestes del Mal y las Fuerzas del Bien, antes de que el amado Instructor
pueda reaparecer en el mundo de relaciones humanas. Somos conscientes,
por tanto, que el trabajo de los discípulos espirituales es ejercitar el
poder mental y psíquico de que disponen, adquirido de sus respectivos
Ashrams, para elevar la conciencia de los aspirantes a un punto de
comprensión de las verdaderas necesidades del mundo en que no les sea
posible caer ya más en el error, la ilusión y los absurdos
convencionalismos sociales observados por doquier.
Como el trabajo de los discípulos deberá realizarse
preferentemente en los niveles mentales, deberán vigilar muy
estrechamente sus pensamientos, liberándolos de ansiedad y absteniéndose
de formular planes personales o de preconizar métodos o técnicas humanas
comunes. Su verdadera misión mental --si podemos decirlo así-- es estar
muy atentos a las inspiraciones que les llegan telapáticamente de sus
respectivos Ashramas y de estar constantemente pendientes de las
inspiraciones del Maestro. Esto no implica naturalmente convertirse en
un medium del Maestro o de algún cualificado Iniciado del Ashram, sino
haber llegado a la convicción de que para llegar a la Voluntad superior
--de la que surge la inspiración-- habrá que reducir la voluntad
personal, egoísta y separativa a su más simple expresión. Una convicción
que penetra en el alma del discípulo cuando haya establecido un contacto
consciente con su Angel solar, o Yo superior, y con la Conciencia de su
Maestro en el Ashram.
La clave del trabajo del discípulo para convertirse en un
instrumento eficaz de la Jerarquía en la preparación para el
Advenimiento del Instructor espiritual del Mundo, es la "serena
expectación", una expresión humana de las energías del segundo Rayo de
Amor-Sabiduría expresadas a través de la atenta conciencia del discípulo
y precursoras de las actividades superiores del Avatar de Síntesis
derramadas sobre la Tierra por nuestro bienamado Instructor, preparando
La Venida.
Las energías de los Maestros --ya sea con respecto a Sus
discípulos o a los seres humanos debidamente preparados-- no son por
tanto impositivas o coercitivas, sino que están basadas simplemente en
el estímulo espiritual. Los miembros de la Jerarquía utilizan dicho
estímulo proveniente de las más elevadas esferas planetarias, para
inducir a los seres humanos y a las especies más evolucionadas de los
reinos inferiores de la Naturaleza, a la expansión de las energías
espirituales latentes en su interior.
Un definido tipo de energías espirituales que abundan
desde los planos superiores de la Tierra, llamadas ocultamente de
SINTESIS, se han precipitado en los ambientes sociales del mundo bajo la
denominación de Agni Yoga, un Yoga cuyas líneas de desarrollo convergen
en el corazón de los discípulos mundiales cualificados y los inducen al
desarrollo de la voluntad espiritual, demostrando la cualidad de
síntesis que surge cuando los rayos primero y segundo se armonizan y
unifican y crean una personalidad distinta en el área de las relaciones
humanas, capaz de interpretar los designios de Dios y de llevarlos
resueltamente a la práctica.
Agni Yoga se convierte, por tanto, en uno de los
preciosos "caminos de luz y decisión" que los discípulos espirituales
del mundo pueden crear para facilitar la Venida del Instructor o la
Reaparición de Cristo. Es también uno de los métodos utilizados por el
Avatar de Síntesis, desde los niveles átmicos del sistema, para
impresionar a Shamballa y llegar desde este incomprensible Centro
espiritual a las áreas mentales del planeta para inspirar desde los
distintos Ashramas de la Jerarquía a sus más cualificados discípulos.
Se nos ha ilustrado esotéricamente --tal como veíamos
antes-- en el hecho de que el Agni Yoga, el Yoga de Fuego y
también el Yoga de Síntesis, es el resultado de la unión o fusión, en el
área de las actividades de los Ashrams y de los discípulos mundiales, de
las energías provenientes de los Rayos primero --el de la impresión
dinámica-- y del segundo --de la expresión amorosa e incluyente,
advirtiéndosenos también que esta unificación de energías proviene de la
fusión de las energías átmicas que maneja el Avatar de Síntesis,
con las energías búdicas que libera el Espíritu de la Paz, cuyas
expresiones en los niveles mentales y emocionales del planeta han sido
posibles gracias a la intercesión de Buda, Quien ha ido
canalizando estas energías a través de Su propia Vida y muy
singularmente durante el Festival de Wesak, en el plenilunio
anual de Tauro, un acontecimiento muy conocido por todos los estudiantes
de ocultismo, pero que no ha sido todavía suficentemente comprendido en
su aspecto cósmico.
Estas son, como se verá, una serie de oportunidades que,
de un manera subjetiva, afectan los estratos etérico-psíquicos más
elevados de la humanidad, constituyendo un "escudo protector" contra las
tendencias involutivas o regresivas humanas.