A ISABELITA, MI ESPOSA
Dulce ser elegido,estancia mía,
como el pétalo luz que a ti me hermana,
¿cuándo podré llegar a la fontana
del hogar, ensalzarme en tu alegría?
Tú eres para mi la epifanía,
el sonido lustral de una campana,
la buena nueva donde el ser se afana
en un amor eterno sin falsía.
Quiero estar a tu lado enternecido,
borrar de mi la niebla del olvido,
alzarme al sol de tu mirada pura.
Y allí vivir,ser niño,ala,meta,
Y que todos me llamen tu poeta
al entonar canciones en tu altura.
Francisco Matos Paoli
Holocausto de San Juan
Bautista y otros poemas
Penitenciaría Insular
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Revista del Instituto de Cultura
Puertorriquena
Año 2,núm. 3 (Segunda Serie) enero
- junio de 2001
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