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CONCLUSIÓN
Como habrán podido Uds. observar tras la lectura de los distintos temas
expuestos en este libro, no se ha pretendido en el mismo repetir el tópico
obligado en todo estudio acerca del Yoga, es decir, el de exponer nuevas
técnicas o ejercidos de entrenamiento físico, emocional o mental. Tal como
dijimos al principio, son tantas y tan variadas las técnicas y disciplinas
existentes sobre el Yoga, conforme la vida espiritual del practicante va
proyectándose de los niveles físicos a los mentales más elevados, que hemos
considerado no sólo innecesario sino hasta contraproducente una nueva aportación
en tal sentido. Nos ha guiado muy especial y particularmente la intención de
presentar el Yoga en su aspecto esotérico, como una introducción a los misterios
menores que, en su conjunto, constituyen puertas de apertura para un Misterio
Mayor, cualificando así un Sendero para la vida iniciática, tal como hicieron
los místicos, filósofos y esoteristas de todos los tiempos.
Estamos convencidos de que el atento e impersonal estudio de las ideas
contenidas en este libro abrirá para un buen número de lectores unas definidas
zonas de luz dentro de sus conciencias, lo cual les inducirá, quizás, a
reorientar algunas de sus habituales actitudes dentro de aquel soberbio y
maravilloso campo de investigación que llamamos "vida espiritual" o "vida
esotérica".
La vida en sí, cada vez más tremendamente dinámica conforme pasa el tiempo y el
planeta va introduciéndose en aquellas áreas de luz o zonas de irradiación de la
constelación de Acuario, nos permite un género de visión y una serie de
magníficas oportunidades de evolución espiritual como jamás las hubo
anteriormente en la historia kármica de la Humanidad. Se perfilan unas
perspectivas de tan inenarrable grandeza y plenitud y empiezan a concebirse tan
soberbios Arquetipos, que los maravillosos descubrimientos y avances técnicos de
nuestros días quedan como obscurecidos ante la intensidad de aquella luz, de
aquella vida de experiencia espiritual que el atento y profundo investigador
puede percibir ya en lontananza, impulsado por el fuego dinámico de la
individual intuición.
Una de las particularidades de este libro es haber presentado el aspecto Energía
y sus expresiones objetivas o visibles, la Fuerza y el Movimiento en cada uno de
los Planos de nuestro Sistema Solar, como una Actividad Natural de aquellas
invisibles y maravillosas entidades espirituales que los tratados esotéricos de
Oriente definen como Devas y que nosotros conocemos en Occidente con el nombre
de Ángeles. En efecto, a través de la profunda investigación oculta de la vida
de la Naturaleza se ha podido comprobar que toda forma de energía, ya sea la que
origina el movimiento del más humilde electrón como la que promueve el
poderosísimo dinamismo que llamamos Electricidad, no es sino una modificación
vital en los éteres del espacio, provocada por la actividad de aquellos
desconocidos elementos dévicos, los cuales, desde el seno profundo y misterioso
de la Naturaleza, realizan la Magia sublime de convertir en objetivas y
concretas las ideas arquetípicas que se agitan gozosamente en la Mente de la
Divinidad.
No vamos a insistir sobre este punto, clarificado ya en algunas páginas de este
libro pero sí interesa resaltar una conclusión profundamente esotérica a la que
van llegando muchos seres humanos en diversos sectores de la vida social, además
de los entrenados esoteristas o discípulos de nuestros tiempos y es que, en
determinada época de la Era de Acuario, «el hombre y el Ángel", los seres
humanos y las cohortes dévicas, deberán fusionar conscientemente sus respectivos
mundos y restablecer en la Tierra el Reinado de la justicia, es decir,
cumplimentar en sueño infinito de los iluminados y místicos de todos los tiempos
de restablecer el Plan de Dios en el mundo y "Exteriorizar la jerarquía
Espiritual del Planeta".
Este espiritual reconocimiento vendrá precedido por ciertos acontecimientos de
orden científico que permitirán "objetivar" ciertos hechos actualmente
subjetivos de la Cuarta Dimensión. La continuidad del proceso científico,
precedido constantemente por las aportaciones de experiencia de los entrenados
esoteristas, abriendo las puertas a los misterios menores, no sólo los
correspondientes a la Cuarta Dimensión sino también a los que subyacen
celosamente guardados por la leyes inefables de la propia evolución, en una
Quinta, Sexta y hasta Séptima Dimensiones del espacio, apreciando en cada nuevo
reconocimiento una más excelsa cualidad de vida de la Divinidad y la increíble
sutilidad de ciertas Jerarquías dévicas con sus aportes de energía de la más
elevada vibración.
Otra idea que hemos tratado de introducir en este tratado esotérico sobre el
Yoga se refiere a la relación existente entre cada uno de los aspectos del Yoga
y cuerpos y vehículos de los seres humanos con los Planos de la Naturaleza, los
Reinos en incesante evolución, los distintos planetas del Universo, las
dimensiones del espacio, etc., refundido todo este conjunto dentro de la Gloria
manifestada de Dios. El estudio de tales analogías permitirá una visión cada vez
más completa del inmenso contenido universal. En realidad, hemos sometido a la
inteligente consideración de Uds. un "círculo mágico de luz", lleno de paz,
integridad y servicio, dentro del cual pueden sumergirse y experimentar en su
interior la fuerza y el dinamismo de la acción correcta, así como la necesaria
protección espiritual para poder mantenerse estables y serenos dentro del
particular ambiente kármico.
Sólo la firme y decidida intención, la fe y la serena confianza, así como el
infinito estímulo de la buena voluntad, el gran agente realizador, pueden
convertir en positivas y prácticas estas ideas, extraídas de lo profundo de la
mente y del corazón. Cada uno de Uds. podrá adecuarlas perfectamente según la
nobleza de su sentir y el incesante estímulo de sus almas anhelantes. Tal es, no
lo duden, nuestro sentido ruego, nuestra profunda esperanza y el testimonio vivo
de nuestra oración constante...
Vicente Beltrán Anglada
Barcelona, Agosto de 1975
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