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CAPÍTULO X
LOS DEVAS Y LOS TALISMANES SAGRADOS
Como vimos oportunamente, la fuerza espiritual del Cosmos es
transmitida al planeta Tierra por medio de tres Talismanes
sagrados:
1. El DIAMANTE FLAMÍGERO o CETRO de Poder del Señor DEL MUNDO, que
transmite FOHAT o Fuego Cósmico del aspecto SHIVA de la
Creación.
2. El CETRO del BODHISATTVA o Cetro Jerárquico, que transmite Fuego
Solar procedente del propio Universo, en virtud de una muy
bien definida identidad de RAYO, cualificado por el aspecto
VISHNU.
3. El TALISMÁN VIVIENTE, oculto en las entrañas de la Tierra,
esotéricamente descrito como KUNDALINI, que transmite el Fuego
de la Materia y está cualificado por el poder ígneo de BRAHMA,
el tercer aspecto de la Divinidad, el de la Actividad
Inteligente.
Pero, además de estos Cetros principales, existe una
pluralidad de Talismanes menores cuyo cometido es transmitir y
diseminar por todo el planeta las energías solares y
planetarias que surgen de los tres Cetros mayores. Estos
Talismanes están vinculados con la evolución angélica de la
Tierra y, de acuerdo con su evolución y funciones específicas,
dependen de uno u otro de los tres grandes Centros
planetarios: SHAMBALLA, la JERARQUÍA espiritual y la
HUMANIDAD. Trabajan coordinadamente con los Departamento del
MANU, Señor de las Razas, del BODHISATTVA Señor de las
Religiones espirituales y del MAHACHOHÁN, Señor de las
Civilizaciones mundiales. Veamos esta relación:
Habría que aclarar, sin embargo, que los
Ángeles o Devas, sin distinción alguna, y en virtud de su
propia constitución espiritual, son verdaderos Talismanes o
Agentes mágicos que reflejan y transmiten las energías
procedentes de los Cetros de poder actuantes en el planeta y
centralizadas en las vidas de SHIVA, VISHNU y BRAHMA.
Los Ángeles son, en realidad, una extensión en múltiples
niveles vibratorios de las energías de los Cetros que hemos
venido estudiando. En cierta manera, puede considerárseles
como una personificación de las mismas. Esta afirmación
aparecerá un poco confusa quizás en la mente de los lectores,
pero si se tiene presente que los Ángeles son la fuerza viva y
eterna que crea el ESPACIO - considerando a éste como una
ENTIDAD- y que en sus múltiples y desconocidas Jerarquías y
funciones constituyen los éteres que cualifican y energetizan
todos los planos de la Naturaleza -aportando además la
substancia o esencia elemental con la que son creadas todas
las formas existentes en cada uno de los planos del Sistema
solar- se comprenderá entonces por qué, esotéricamente, los
Ángeles son considerados como verdaderos Talismanes vivientes
y centros magnéticos a través de los cuales se difunde la
energía cósmica de los Cetros.
Aclarado este punto, habríamos de añadir que existen otros
Talismanes creados de substancia cósmica similar a la de los
tres Centros principales, aunque de poder magnético menor y de
carácter circunstancial, operando en la Tierra y formando
focos de atracción magnética.
Uno de tales Talismanes, quizás el más antiguo del que se
tiene noción, es el llamado esotéricamente “Talismán Solar”,
el que fue misteriosamente introducido en las profundidades
geológicas del planeta, en aquel punto geográfico denominado
ocultamente ISLA BLANCA, en el MAR DE GOBI y que constituyó el
aglutinante magnético que concentró las fuerzas etéricas,
telúricas y espirituales que crearon el Centro místico de
SHAMBALLA, Morada del Señor del Mundo y de todas las Entidades
venusianas o Señores de la Llama que instauraron la Gran
Fraternidad Blanca de la Tierra.
Pero, hay además muchos Talismanes sagrados ocultos en las
entrañas de la tierra o en el misterio insondable de los
éteres, que centralizan o aglutinan ciertas corrientes
etéricas, telúricas e ígneas que, “dévicamente manipuladas”
determinan la creación de los lugares magnéticos del planeta,
aquellos que por decisión espiritual del SEÑOR DEL MUNDO son
(o habrán de convertirse en) sedes de acontecimientos
históricos, espirituales o místicos...
El tema de la creación de las naciones, ciudades, razas,
religiones, civilizaciones y culturas planetarias -que
examinaremos más adelante- será mejor comprendido si se tiene
en cuenta que antes de que las Entidades planetarias y dévicas
intervengan en estos procesos de creación e inicien sus
particulares actividades, han sido previamente depositados en
los parajes convenientemente señalados de la Tierra, los
correspondientes Talismanes sagrados que centralizarán las
energías del “Cielo y de la Tierra” y constituirán la divina
levadura con la cual se amasará el pan de una nueva creación
planetaria.
Volviendo a la simbología que, al igual que la analogía, forma
parte inseparable del descubrimiento y comprensión de las
grandes verdades cósmicas, podríamos analizar ahora algunos de
aquellos grandes símbolos solares que desde edades lejanísimas
ostentaron los monarcas de la Tierra, como representaciones
vivas del poder de SHAMBALLA. Veamos:
1. La CORONA que ciñen en sus sienes los reyes de la Tierra.
2. El CETRO que empuñan en su mano derecha en las grandes
ceremonias reales, como símbolo de poder.
3. La ESFERA, simbolizando el Mundo, que sostienen en su mano
izquierda como emblema de la extensión de aquel poder.
Tales atributos reales son, en realidad, representaciones
simbólicas de los potentes atributos jerárquicos revelados en
la vida cósmica del SEÑOR DEL MUNDO. Esta es la analogía.
a. La ESTRELLA de NUEVE PUNTAS, símbolo oculto de Sus Nueve
Perfecciones, que brilla fúlgidamente sobre Su augusta Cabeza.
b. El CETRO DE PODER o DIAMANTE FLAMÍGERO, que empuña en Su mano
derecha cuando hay que transmitir Fuego cósmico o solar a la
Tierra.
c. El MUNDO, del cual es REY y REGENTE supremo y al que mantiene
dentro del omniabarcante “círculo-no-se-pasa” de Su
Conciencia.
Todo cuanto hace referencia al SEÑOR DEL MUNDO y al Centro
místico de SHAMBALLA ha de ser estudiado lógicamente sobre la
base de símbolos y adaptándose estrictamente al principio de
analogía. El estudio de los CETROS no ha de ser una excepción,
como acabamos de observar, ya que las tradiciones populares
más antiguas y los viejos relatos ocultos, sobre los Devas en
la vida de la Naturaleza, reflejan muy fidedignamente a veces,
el sentido místico y sagrado de los Cetros de poder. En
ciertos grabados provenientes de las edades más lejanas, en
los que se intenta representar a los Devas, se pone
frecuentemente en manos de éstos un pequeño Cetro o Varita
mágica, en cuyo extremo principal puede observarse una
brillante estrella que comunica luz en su entorno y mediante
el cual efectúa maravillosas transmutaciones en la vida de la
Naturaleza, determinando siempre mágicos y beneficiosos
acontecimientos. Lo mismo puede observarse en las narraciones
infantiles, cuando a las hadas madrinas y a los espíritus de
las flores se les menciona siempre llevando consigo su pequeña
varita mágica. Y si nos atenemos a símbolos más asequibles
todavía, hay que fijarse sólo en el bastón de mando de las
jerarquías militares y civiles, gobernadores y alcaldes....
poderes rectores en la vida social y política de los pueblos,
sin olvidar la batuta mediante la cual son dirigidas las
orquestas y grandes grupos musicales.
Se trata, en realidad, de símbolos eternos como la vida del
propio Dios, que se aproximan a la vida del hombre para que
éste vaya comprendiendo progresivamente la eternidad de su
origen. Y como dato aleccionador de cómo el símbolo pudo
convertirse en tradición mística, sólo le basta al observador
clarividente observar la actividad desarrollada en los mundos
sutiles, por aquellas minúsculas y maravillosas entidades
dévicas llamadas ocultamente “elementales constructores” que,
en una infinita prodigalidad de jerarquías, constituyen el
aire, el fuego, el agua y la tierra, para darse cuenta de la
universalidad de la simbología de los Cetros o Talismanes. La
clarividencia nos demuestra la realidad mística que subyace en
las tradiciones de los pueblos, aun en las de los menos
evolucionados. A través de ella, puede percibirse que todo
Deva con “cierta representatividad” sostiene en sus manos -o
en aquello que parece una prolongación de las mismas- una
especie de cetro luminoso o varita mágica, por medio del cual
se hace obedecer por el grupo de elementales a sus órdenes.
Este pequeño cetro crea un campo magnético dentro del cual
están agrupados sus minúsculos ayudantes y realiza la obra que
tiene asignada, manteniendo en constante y permanente
actividad a su grupo dévico. Tal observación resulta
extraordinariamente ilustrativa, pues permite aseverar
prácticamente la verdad de que hay un constante y permanente
fluir de las energías cósmicas procedentes de los grandes
Cetros de Poder planetarios, las cuales son transmutadas
adecuadamente y transmitidas en orden a la jerarquía
espiritual a todos los puntos del planeta, a través de
agrupaciones dévicas de todo tipo: AGNISVATTAS, AGNISURYAS y
AGNISCHAITAS, que actúan como verdaderos Talismanes, hasta
llegar a las mas alejadas regiones planetarias en la escala de
valores dévicos, ocupadas por los pequeños servidores del Plan
o elementales constructores, en cuyos diminutos cetros se
refleja, sin embargo, la Gloria infinita de la Energía que
surge esplendente de los grandes CETROS divinos.
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2008-02-25
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