Evidentemente, todas las cosas de la vida suceden bajo el
impulso de una absoluta ley cíclica que regula el movimiento
universal de la creación. Así, todo acontecimiento -sea
cósmico, universal, planetario o humano- sucede con matemática
precisión, siendo en su esencia la repetición de otros hechos
que tuvieron seguramente lugar en épocas pasadas y que los
seres humanos tienen la misión de expresar en cotas más
elevadas que las alcanzadas en tiempos precedentes. La ley de
ciclos procede de manera matemática, geométrica y astrológica
y se expresa por medio de un proceso regular e ininterrumpido,
dentro del cual los astros oscilantes sobre sí mismos y
girando alrededor de centros mayores, recorren una y otra vez
incansablemente sus inmensas e incomprensibles elipses por el
espacio infinito, deparando en el devenir de cada nuevo ciclo
de actividad universal, nuevas oportunidades espirituales para
las humanidades que evolucionan en los planetas de todos los
sistemas solares en perpetuo movimiento de expansión cíclica.
La ley de analogía, clave para la comprensión del conocimiento
esotérico, nos demuestra, si la observamos atentamente, que la
evolución universal avanza siempre por medio de coordenadas
cíclicas hábilmente medidas y calculadas por los insignes
LIPIKAS o Señores del Karma, que regulan sabiamente el
movimiento creador de cada universo y de cada planeta.
Podríamos decir, ateniéndonos al estudio de estas coordenadas
cíclicas, que todo cuanto posee hoy día la humanidad como una
expresión creadora del arte, de la ciencia o de la cultura, lo
obtuvieron otras razas, otras humanidades y otros seres
humanos ya en épocas pasadas. Quizás algunas de tales
conquistas de la civilización humana fueron perfeccionadas o
embellecidas por la influencia de los nuevos tiempos y
utilizando los recursos de una técnica cada vez más depurada o
sofisticada. Sin embargo..., ¡cuántos y cuántos secretos y
descubrimientos que estuvieron en poder de nuestros venerables
antepasados, continuarán siendo todavía inmensas secuelas de
impenetrables misterios para la humanidad de nuestros días!!
De ahí la necesidad de que vivamos muy inteligentemente
despiertos, observando con profunda atención la sucesiva
concatenación de los hechos planetarios, con la convicción
serena de que oteando serenamente expectantes dentro de los
mismos, podremos descubrir quizás los íntimos inmortales
secretos que han de ser revelados en nuestra época, henchida
de tantas oportunidades espirituales para los seres humanos.
Deberíamos convertirnos de alguna manera en ARGONAUTAS del
Espíritu, en depositarios cada vez más conscientes de las
intenciones de SANAT KUMARA, el Señor del Mundo, con respecto
a la humanidad.
Ser ARGONAUTA del Espíritu significa concretamente “investigar
y descubrir las cosas nuevas” que corresponde revelar en cada
nueva época planetaria dentro de la espiral cíclica de nuestra
evolución humana. Esta actividad presupone un ciclo de
preparación espiritual -ofrecida en algún definido Ashrama de
la Jerarquía- para poder hollar dignamente alguno de los
Senderos místicos que llevan a la Iniciación.
Desde este ángulo de visión, el Centro de SHAMBALLA aparece
como la Sede planetaria de los infinitos CONOCIMIENTOS solares
y en sus misteriosos y sagrados Santuarios se mantiene vívida
y supremamente inspirativa la MEMORIA indescriptible del ÁNGEL
DE LOS RECUERDOS AKÁSICOS, cuyos Archivos, que contienen todas
las conquistas culturales y espirituales de la humanidad a
través de las edades, se hallan bajo la salvaguarda del
MAHACHOHÁN, el Señor de la Civilización planetaria.
Diseminados matemática y cíclicamente en aquellas misteriosas
cuevas e inmensas e ignoradas galerías dentro del Reino
místico de SHAMBALLA -inaccesibles a los mortales- constituyen
el depósito viviente de donde extraerá el Iniciado, bajo forma
de conocimientos, las aportaciones espirituales, culturales y
artísticas de la humanidad, desde aquellas que se remontan a
alejadas épocas planetarias en las cuales el ser humano inició
su proceso individual de autoconciencia hasta las que
corresponden al momento presente. Se encuentran también allí,
veladas por mantos de sutilísima substancia etérica y
constituyendo lo que esotéricamente podríamos definir como
“las razones lógicas de la existencia humana”, aquellos
Arquetipos de perfección que han de ser revelados en las
sucesivas etapas evolutivas de la Naturaleza. Algunas de estas
misteriosas cuevas contenedoras de secretos se hallan en
SIGHATSE, al norte de la India, formando parte de la
indescriptible estructura SHAMBALLA; a su cuidado y
salvaguarda está el gran Adepto KUTHUMI Chohán del segundo
Rayo.
Pero, esotéricamente sabemos que la MEMORIA CÓSMICA del
planeta forma parte de la infinita Cadena de Recuerdos del
LOGOS SOLAR, constituyendo las “cosas nuevas e irreveladas” de
las que nos habla la tradición mística y que únicamente pueden
ser captadas por el SEÑOR DEL MUNDO, utilizando métodos de
percepción que constituyen “secretos”, incluso para los
grandes Iniciados del planeta.
De tales infinitos recuerdos solares se nutre el Plan de la
evolución planetaria el cual, en un principio, procede de una
elevada percepción cósmica. SANAT KUMARA convierte esta
percepción en Decisiones planetarias, y la GRAN FRATERNIDAD
BLANCA del planeta que en su conjunto forma el Ashrama místico
del Señor del MUNDO, acata fielmente estas decisiones y las
estructura convenientemente bajo la forma de un Plan
inteligentemente proyectado que abarca la totalidad de la
evolución planetaria.
Desde tal punto de vista, los discípulos espirituales son
también -aunque a una escala menor- agentes místicos de
SHAMBALLA, con la especial misión de llevar a cabo en el
interior de su esfera de expresión social, ciertas decisiones
planetarias que surgen del Plan de la Jerarquía espiritual y
se expresan como actividades de servicio comunitario para el
cual, sin embargo, deberán ser debidamente preparados.
Esta preparación tiene que ver directamente con la ineludible
visita que tales discípulos deberán efectuar a ciertos
Sagrados Retiros de SHAMBALLA, con el objeto de investigar la
manera como operan en el planeta las leyes cíclicas de la
evolución, teniendo en cuenta al hacer estas afirmaciones que,
ningún ser humano podrá obtener la Iniciación de Adepto sin
haber logrado previamente “rememorar” con plena conciencia,
todos los recuerdos concatenados que constituyen “las
simientes vivas” de SHAMBALLA y haber logrado de manera vívida
y trascendente, captar el íntimo secreto que subyace tras las
grandes Decisiones planetarias de SANAT KUMARA, QUIEN, pese a
Su indescriptible Poder espiritual es sólo la sombra que vela
u oculta a la Entidad todavía más augusta y gloriosa que
llamamos Logos planetario.
El tema de SHAMBALLA y sus Misterios aparecerá quizás como
demasiado complejo o profundo para muchos de los aspirantes
espirituales de nuestros días, quienes utilizan todavía para
el desarrollo de su vida espiritual técnicas mentales basadas
en la inteligencia concreta y en el discernimiento analítico.
Pero los verdaderos discípulos que han de formar en el mundo
el nervio vivo de SHAMBALLA y el centro de la Fraternidad de
la Luz, utilizan una técnica nueva -si podemos definirla así-
que surge de los mundos abstractos de la mente y lleva en sí
una considerable carga de substancia búdica o intuitiva. Esta
técnica, acompañada de un infinito deseo de servir al mundo,
permite el acceso a ciertos niveles o estancias de SHAMBALLA
donde pueden ser registrados y captados algunos de los
indescriptibles recuerdos de DIOS, teniendo en cuenta que
SHAMBALLA -visto desde un ángulo superior al de la percepción
humana constituye no sólo el recuerdo viviente del pasado
planetario sino también “la gloria de los nuevos tiempos” (a
la que se refiere la Biblia cristiana) que el SEÑOR DEL MUNDO
extrae creadoramente -utilizando una maravillosa Intuición
cósmicade los íntimos y más profundos RECUERDOS del Logos
solar.
Sabemos también por intuición ashrámica que AGNI YOGA, el Yoga
de Fuego o de síntesis, constituye en la actualidad el Sendero
místico que conduce a SHAMBALLA y que sus enseñanzas contienen
el inmortal secreto que subyace en el corazón silente de toda
humana criatura para ser revelado un día a todos los hombres y
mujeres inteligentes y de buena voluntad del mundo, a fin de
ser aplicados en todas las esferas de su cotidiano vivir. Al
igual que la Estrella mística de Belén, el AGNI YOGA es
precursor de la Buena Nueva o de los nuevos tiempos, una
representación objetiva de las Decisiones de SANAT KUMARA,
llevadas al mundo a través de los discípulos juramentados que
proceden de los distintos Ashramas de la Gran Fraternidad.
Consustancialmente y coincidiendo con las enseñanzas de “LA
DOCTRINA SECRETA”, escrita por H. P. BLAVATSKY bajo la
inspiración de grandes Adeptos, durante la segunda mitad del
siglo XIX, y para estimular creadoramente a los discípulos
espirituales del mundo, surgieron a principios del siglo XX
las enseñanzas esotéricas relativas al AGNI YOGA, bajo la
denominación oculta de “La Doctrina del Corazón”, la cual
debería reemplazar en forma progresiva a la tradición mística
del pasado, basada fundamentalmente en “La Doctrina del Ojo” o
del conocimiento intelectual.
El Maestro MORYA, Chohán del primer Rayo y discípulo del MANU
de la Raza, fue el impulsor de este movimiento espiritual que
debería traerle al mundo en general, y muy especialmente a los
discípulos pertenecientes a los distintos Ashramas de la Gran
Fraternidad, este YOGA de SINTESIS que señala inequívocamente
el Sendero que conduce a SHAMBALLA.
Desde aquel momento cíclico -marcado por los astros- hasta el
momento actual, han sido múltiples los testimonios del fuego
íntimo de que venía revestido este trascendente YOGA ígneo de
SHAMBALLA en los ambientes planetarios, incluidos el
descubrimiento y utilización de la energía nuclear y los
grandes avances de la ciencia electrónica, merced a los
cuales, los seres humanos van acercándose progresivamente al
misterio infinito de la Creación, cuyas bases estructurales se
asientan sobre el Fuego indescriptible de las grandes
Decisiones solares.
De ahí que este tratado sobre los Misterios de SHAMBALLA
deberá ser, ante todo -cualesquiera que sean los distintos
temas a considerar- una exaltación del Poder del Fuego
espiritual latente en los más profundos repliegues del corazón
humano, ya que el corazón es un depósito vivo del Fuego del
Dios solar que deberemos ir descubriendo y actualizando
progresiva y cíclicamente como discípulos espirituales, en
todas y cada una de nuestras actividades cotidianas, teniendo
en cuenta que el mayor de los Misterios que ha de serle
revelado al ser humano durante el curso de esta cuarta ronda
cíclica de la evolución planetaria, es el que corresponde al
AGNI YOGA, el Yoga del Corazón, pues el Corazón es el
manantial silente de donde surgen gloriosamente los infinitos
recuerdos divinos o Sabiduría de las Edades, que constituyen
la Experiencia Mística del propio Dios universal.