LOS ÁNGELES Y SU INTERVENCION EN LOS RITUALES
MAGICOS Y CEREMONIAS LITURGICAS
Vamos a analizar en este capitulo las Formas que surgen del
Eter al conjuro de los Ritos y Ceremonias realizados en el
planeta Tierra en demanda de "ayuda e inspiración divina".
Dichas Formas existen en una extensísima gama y en una
multiplicidad de matices y características, ya que "la Energía
sigue al Pensamiento", un axioma esotérico de la más elevada
trascendencia por cuanto rige la totalidad de relaciones
establecidas desde tiempos inmemoriales entre Ángeles y
hombres.
Al analizar subjetivamente las Formas invocativas que surgen
del Centro planetario de la Humanidad, enraizadas en los
deseos, esperanzas y temores de los seres humanos, nos
encontramos siempre con la intervención dévica, la cual regula
las expresiones etéricas de las fórmulas invocativas de
acuerdo con los siguientes factores:
a) INTENCIONALIDAD.
b) Intensidad del Deseo.
c) Cualidad de Vida.
d) Sentida de Persistencia.
La Liturgia perfecta es un compendio de las cuatro cualidades
básicas que acabamos de describir. Surge siempre de una gran
Intención o Resolución, se intensifica por la fuerza del deseo
o de la aspiración superior, se expande en grandes espirales
de luz vivificadas por las cualidades espirituales del
propósito creador y se mantiene supremamente vivida y
expectante en el Espacio en virtud de la indomable
perseverancia en el intento invocativo. Cuando estas cuatro
cualidades han sido debidamente establecidas y desarrolladas
en el corazón del hombre, tenemos, esotéricamente hablando, a
un MAGO en potencia, capacitado para "invocar eficazmente" de
las ALTURAS, fuerza espiritual y energía angélica.
Ahora bien, las Formas psíquicas creadas por la humanidad a
través del tiempo han dejado impresas sus huellas en los
éteres planetarios. Algunas de estas Formas son de carácter
benéfico, como las creadas por la humanidad en la cúspide de
sus gloriosas y aparentemente extintas civilizaciones,
conteniendo elevados ideales, exquisita cultura, pensamientos
sublimes y amor al bien. La utilización correcta de la
Liturgia ayuda a que se mantengan "vivas" tales Formas y a que
incrementen todavía más sus sanas influencias en los ambientes
sociales de la humanidad. Otras Formas, por el contrario, son
recipientes de los perniciosos residuos del mal karma
actualizado por la humanidad en otras fases de su historia, en
las que la civilización atravesó grandes crisis y la cultura
humana alcanzó sus cotas más bajas y sombrías. Al
experimentado observador esotérico
se le aparecen tales Formas bajo aspectos realmente densos,
opacos y frecuentemente, repugnantes. Las influencias de tales
Formas son muy nocivas e indeseables en los niveles psíquicos
en donde la inmensa mayoría de la humanidad realiza su
evolución espiritual y, lógicamente, deberían ser destruidas
si hay que introducir cambios positivos y realmente
importantes en los ambientes sociales del mundo. Las
Ceremonias litúrgicas efectuadas correctamente, con profunda
devoción e intimo sentimiento de aproximación espiritual,
ayudarán a destruir estas nocivas Formas ancestrales y a
reemplazarlas por otras de más elevada vibración y grado de
sutilidad. Como podrán ustedes observar, nos encontramos aquí
de nuevo con la eterna lucha entre el Bien y el Mal, analizada
muy objetivamente a través de nuestro estudio acerca del
Guardián del Umbral y del Angel de la Presencia. Así, pues,
aceptemos la idea -siquiera como una simple hipótesis mental-
de que la Liturgia correctamente utilizada es un método
científico de invocación de energías planetarias y
extraplanetarias destinado a establecer el equilibrio físico,
emocional y mental de los seres humanos. Vamos a considerar, a
tal efecto, las dos principales Fuentes de Liturgia Organizada
realizadas en nuestro planeta Tierra:
1. Ceremonias Litúrgicas de carácter mágico realizadas por la
Jerarquía Espiritual Planetaria, o Gran Fraternidad Blanca.
2. Ceremonias Litúrgicas realizadas en el seno de las
distintas Religiones mundiales.
No tendremos en cuenta en este estudio los ritos, ceremonias o
formas de liturgia realizadas con carácter mágico y utilizando
grandes poderes por aquellas oscuras organizaciones que siguen
el "Camino de la Izquierda" y son denominados en nuestros
estudios esotéricos "Magos Negros". Pero, utilizando la clave
de la analogía, base fundamental de todo estudio científico
seriamente realizado, puede considerarse que tales ceremonias,
rituales, invocaciones o liturgias estarán regidas e
inspiradas por un espíritu separativo y egoísta, siendo su ley
el crecimiento en el aspecto material, el placer de los
sentidos y la soberbia del "yo". Dejaremos marginada, por
tanto, la obra de los Magos Negros en este capitulo y
consideraremos únicamente la obra de aquellos que han
desarrollado el espíritu de buena voluntad y cuyos objetivos
principales se fundamentan en hacer que el Bien cósmico
alcance al mayor número de seres humanos.
1. Ceremonias Litúrgicas de carácter mágico realizadas por la
Jerarquía Espiritual Planetaria o Gran Fraternidad Blanca
Estas Ceremonias son de orden auténticamente mágico y tienen
por objeto la invocación de energías espirituales de alta
trascendencia, a través de ciertos definidos centros
planetarios. Los Centros más importantes del Planeta son, como
ustedes saben, los siguientes:
a) SHAMBALLA
b) LA JERARQUÍA
c) LA HUMANIDAD
SHAMBALLA es el Centro más incluyente del planeta por cuanto
es la Morada del Señor del Mundo. Está misteriosamente
conectado con las energías que proceden del SOL CENTRAL
ESPIRITUAL, el aspecto más elevado del Logos Solar, y utiliza
para Sus invocaciones el Poder indescriptible del Fuego
Eléctrico. Mediante este Fuego le es posible establecer
contacto con el plano con el Plano Mental Cósmico y recibir de
allí las necesarias Fuerzas para poder desarrollar
convenientemente Su Propósito Individual de Perfección dentro
de la total evolución planetaria. Sus Agentes principales o
Ayudantes Colaboradores reconocidos en el desarrollo de las
Ceremonias Mágicas de la Liturgia son tres excelsos Seres
denominados en nuestros estudios esotéricos Grandes Kumaras.
Poseen una tremenda evolución espiritual y, según reza la
tradición mística, vinieron de VENUS hace unos dieciocho
millones de años acompañando a SANAT KUMARA, el Gran Regente
Planetario. A estos cuatro indescriptibles y trascendentes
Seres Venusianos, Alma y Luz de nuestro planeta, se les
reconoce esotéricamente bajo la denominación de "Señores de la
Llama".
El proceso de evolución de un mundo o de un sistema solar se
basa en la invocación incesante de energías espiritual, habida
cuenta de que los planetas y los Universos son los Cuerpos
físicos de Entidades planetarias o solares y que el sistema
mágico de la invocación viene a ser para Ellos -buscando la
analogía del proceso- una especie de Meditación Esotérica o
sistema de contacto entre el aspecto material o Personal de
Sus Vidas Logoicas con Sus aspectos espirituales más elevados
e incluyentes, lo mismo que hace el esoterista entrenado
plegándose a estas leyes invocativas de la energía cósmica
cuando a través del proceso de la meditación oculta está
tratando de integrar sus vehículos de manifestación cíclica.
LA JERARQUIA ESPIRITUAL del planeta puede ser considerada en
su conjunto como el ASHRAMA o Grupo Meditativo de SANAT
KUMARA. Sigue las indicaciones del Gran Señor y se sujeta a
las Leyes marcadas por Su elevado Propósito Meditativo,
creando un Plan planetario en todos los niveles de integración
dentro de la Naturaleza, a fin de que este Propósito vaya
realizándose en el mundo y en la más alejada zona de
influencia planetaria. La Jerarquía utiliza para Su Trabajo
las energías que proceden -místicamente hablando- del CORAZON
DEL SOL y por mediación de las mismas puede establecer
contacto con el Plano Astral Cósmico. Al frente de la
Jerarquía, o Gran Fraternidad Blanca, se halla aquel excelso
SER que en los estudios esotéricos es denominado EL
BODHISATTWA o Instructor Espiritual del Mundo. En nuestro
mundo occidental, tan gloriosa Entidad es reconocida bajo el
nombre de CRISTO, la sublime Personalidad Humana cuyo infinito
AMOR por la humanidad lo ha llevado a reencarnar cíclicamente
como AVATAR o SALVADOR DEL MUNDO, a través de las edades. Está
asistido en Su vasto Plan de Perfección planetaria por un
escogido grupo de Seres humanos perfectos, llamados ADEPTOS o
Maestros de Compasión y de Sabiduría, así como por una inmensa
pléyade de Ángeles superiores y Devas constructores en todos
los niveles de evolución de la humanidad. Por tal motivo, en
los tratados ocultos se considera a CRISTO como "MAESTRO DE
MAESTROS, DE ÁNGELES Y DE HOMBRES".
LA HUMANIDAD es el tercer gran Centro planetario y engloba a
todas las Razas y a todos los seres humanos que viven, se
mueven y tienen su ser dentro del vasto Esquema terrestre.
Está constituida, siguiendo rigurosamente el principio de
analogía, por SIETE grandes grupos de seres humanos,
cumpliendo cada uno de ellos con las reglas exactas que señala
la evolución del conjunto planetario. Veamos tales grupos:
a) Hombres involucionados.
b) Hombres corrientes, o del promedio.
c) Aspirantes espirituales.
d) Discípulos en Probación.
e) Discípulos Aceptados.
f) Discípulos en el Corazón del Maestro.
g) Iniciados.
La técnica invocativa que utilizan los seres humanos en sus
primeras fases evolutivas es el DESEO material en todas sus
amplias perspectivas. En los que empiezan a sentir, consciente
o inconscientemente, dentro de sí, el estimulo de la vida
interna, el DESEO material se convierte en ASPIRACION
espiritual. En los discípulos la ASPIRACION se transmuta en
RESOLUClON y utilizan el poder de la mente para lograr sus
propósitos internos. Los INICIADOS hasta la Cuarta Iniciación
utilizan las energías superiores de la mente y abren a través
de ellas las misteriosas puertas que llevan al Plano Búdico y
una vez trascendida la Cuarta Iniciación, el Iniciado deja de
pertenecer kármicamente a la humanidad y se convierte en un
ADEPTO, en un ser humano perfecto, en un ciudadano del Quinto
Reino de la Naturaleza, en un Servidor perfecto del Plan que
el SEÑOR DEL MUNDO CONOCE Y TRATA DE REVELAR.
La humanidad en su conjunto, y de acuerdo con un vastísimo
Plan jerárquico o espiritual, utiliza el Fuego de la Matería,
denominado ocultamente KUNDALINI, para establecer contacto con
el Plano Físico Cósmico, el cual, como esotéricamente se sabe,
es nuestro Sistema Solar, hasta donde sus energías, sus
esfuerzos y merecimientos lo permitan.
Ahora bien, en orden a Jerarquías Espirituales hay que tener
en cuenta que SANAT KUMARA es el más alto exponente del Poder
de Dios aquí en la Tierra. El Logos Solar es -por así decirlo-
Su Maestro. De ahí que las Ceremonias Litúrgicas celebradas en
SHAMBALLA, de acuerdo con el Propósito de establecer contacto
con el Logos Solar y aun con otras Fuentes Cósmicas de más
elevada trascendencia, constituyen un alto secreto iniciático
que sólo conocen Aquellos Excelsos Seres de la Jerarquía que
forman parte del Consejo Privado del Gran Señor y Aquellos
otros, de naturaleza angélica, llamados esotéricamente "Los
Agentes de Shamballa", cuya misión es canalizar fuerza cósmica
con destino a nuestro planeta y están bajo las órdenes de los
Señores de la Llama. El "Gran Consejo de Shamballa" está
constituido por el Señor del Mundo y Sus tres Grandes
Discípulos o KUMARAS, llamados también "Budhas de Actividad";
por el divino Señor BUDRA, Aquel que en su última encarnación
en nuestro planeta se llamó Sidharta Gautama y fue Príncipe de
un pequeño Reino en el norte de la India, cerca del Nepal,
bajo las nevadas Montañas Tibetanas; por los tres grandes
Jefes de los Departamentos de Política, Religión y
Civilización, o sea, el MANU, el CRISTO y el MAHACHOHAN, y por
los Siete Chohanes de Rayo, aquellos grandes Adeptos cuya
misión es canalizar las energías de los Siete Rayos de nuestro
Sistema Solar hacia la Tierra. Hay también unos Elevados
Consejeros Solares que están más allá de nuestra comprensión y
ciertos exaltados Ángeles, de categoría espiritual similar a
la de los Chohanes, cuyo trabajo, examinado desde nuestra
limitada esfera de percepciones, consiste en dotar de
adecuadas Formas a cada Plano de la Naturaleza y son los
Agentes Directores de los Siete Reinos de la Naturaleza y de
todas las especies vivientes que en los mismos realizan su
evolución.
Las Ceremonias Mágicas efectuadas cíclica y periódicamente por
los Señores de la Llama, los Adeptos Planetarios y los Agentes
Dévicos de SHAMBALLA constituyen verdaderos secretos
iniciáticos. No vamos a referirnos a ellas en este Tratado.
Sin embargo, habrá que hacer un énfasis especial a su altísimo
poder invocativo que puede atraer de las regiones místicas del
Espacio un tipo de energía que por su cualificada y
potentísima vibración sólo en muy contadas ocasiones fue
utilizada en el devenir de la evolución planetaria. Una
categoría especial de AGNISHVATTAS sirven de vehículos de
transmisión de este Fuego Eléctrico liberado de regiones
cósmicas, y del que se nos dice esotéricamente: "Es
celosamente guardado en la Cámara Secreta del Señor del Mundo"
para utilizarlo creadoramente cuando las circunstancias
planetarias así lo requiriesen. (Una cantidad de este fuego
cósmico fue utilizada para "destruir el gran Continente de la
Atlántida", en donde se había refugiado un elevado número de
Magos Negros, o "Ángeles Caídos", que atentaban contra la
correcta marcha de la evolución planetaria.)
El fuego Eléctrico de Shamballa, utilizado creadoramente por
SANAT KUMARA, siguiendo la ley invariable de los ciclos o
etapas evolutivas, produce integración planetaria, la cual
está basada en el Propósito Espiritual del Gran Señor. Los
Fuegos latentes, los de la inspiración espiritual avivados por
el fuego místico de Shamballa, producen a su debido tiempo la
perfección de la humanidad y conducen a los seres humanos "de
la oscuridad a la Luz, de lo irreal a lo Real y de la muerte a
la Inmortalidad".
Aclarada hasta cierto punto la identidad psicológica y mística
de Shamballa, de la Jerarquía y de la humanidad, vamos a
intentar descubrir ahora hasta donde nos sea posible la índole
de las Ceremonias Mágicas o invocativas que tienen lugar en el
Centro planetario de la Jerarquía. Tengamos presente, sin
embargo, que la Jerarquía en su conjunto es el ASHRAMA, o
Grupo Espiritual, a través del cual SANAT KUMARA ordena y
dirige los destinos del mundo. Así, este segundo gran Centro
engloba o reúne en su seno sin distinción alguna, aunque
siempre por orden jerárquico o evolución espiritual, a todos
los grandes Adeptos planetarios, a las Potestades Angélicas
trabajando conscientemente para el establecimiento del Plan de
Dios aquí en la Tierra y a todas aquellas personas de
reconocida buena voluntad y mente inteligente capaces de
reaccionar en forma positiva y constante a los impulsos
espirituales de la Jerarquía planetaria a través de los
Adeptos o Maestros de Compasión y de Sabiduría en las
distintas líneas de Rayo. A este grupo escogido de seres
humanos, definidos "Sal de la Tierra” por Cristo, les
corresponde la noble tarea de "unir el Cielo y la Tierra
dentro del propio corazón". Los podremos hallar en todos los
departamentos de trabajo creador en el mundo, en todos los
Rayos y en todas las esferas sociales, y consciente o
inconscientemente todos ellos trabajan para el establecimiento
del nuevo orden mundial, secundando la obra espiritual de
introducir buena voluntad y deseos de bien en los ambientes
sociales donde kármicamente viven inmersos.
Así, una Ceremonia Ritualistica, Invocativa o Mágica realizada
en el Centro Místico de la Jerarquía, repercute en cualquiera
de las zonas planetarias por medio de los Adeptos, de los
Agentes Dévicos y de los discípulos y llega a cumplir
adecuadamente los Propósitos de Shamballa integrando el mundo
en una sola e indestructible UNIDAD. En lo que a la humanidad
concierne, esta obra espiritual se realiza principalmente en
el Plano Astral debido a la polarización astral del alma
humana. Sin embargo, no tiene carácter místico, sino que es
esencialmente dinámica y tiene por objeto eliminar del aura
psíquica de la Tierra todas aquellas formas astrales
procedentes de lejanísimas edades que impiden al Logos
Planetario desarrollar Su Plan de Redención, de Armonía y de
Equilibrio tal como lo tiene proyectado en Su indescriptible
Mente para esta Nueva Era de grandes transformaciones sociales
en el seno de la humanidad. Unas de las grandes conquistas
humanas será la realización objetiva del "programa de
relaciones conectas" que surgen del establecimiento del
principio de buena voluntad y hará posible que se trasciendan
los recelos y antagonismos humanos y se cumpla la ley de la
comprensión y del amor. Así el "respeto mutuo" reemplazará la
antigua fórmula de "el temor de Dios", que tantos estragos ha
venido causando en el seno místico de la humanidad a través
del tiempo. En todo caso, el propósito del Logos Planetario es
claro y definido para esta nueva época de inspiradas
realizaciones: la Instauración de un Nuevo Orden Social basado
en la igualdad de oportunidades y el reconocimiento de la
Divinidad en la vida de todos los seres humanos. Estos dos
puntos son dos avenidas de Luz que aclaran la visión de los
investigadores esotéricos, los cuales pueden comprender mejor
el sentido de las Ceremonias celebradas en los santuarios
místicos de la Jerarquía ([20]) en muchas partes del mundo y
el aspecto integrante de la multiplicidad de grupos y
asociaciones políticas, económicas, religiosas, culturales,
etc., aparecidos en los últimos tiempos y que dan fe de un
trabajo mancomunado de aproximación entre los seres humanos.
Bien, esto que acabamos de decir es sólo una pequeña
indicación de las bases jerárquicas en donde se afirma el
proceso invocativo, sea cual sea el nivel en donde se realice
dentro de la propia Jerarquía, la calidad espiritual de los
participantes y el grupo, o Ashrama, en donde tales
invocaciones o meditaciones tienen lugar. Esto nos llevará a
reconocer, como siempre, el principio de jerarquía dentro de
la Gran Fraternidad Planetaria y a comprender que el misterio
iniciático, que es la culminación de una serie infinita de
invocaciones humanas, produce unión y acercamiento entre
ciertos grupos espirituales internos bien definidos, un hecho
tan absolutamente natural como el que rige la ley cósmica de
equivalencias, que reúne y atrae hacia determinados centros
comunes a grupos específicos de elementos químicos. Esta idea,
basada en las más elementales reglas de la analogía, nos
llevará asimismo a la consideración del Gran Centro Jerárquico
Planetario, como constituyendo un núcleo infinito de Poder
Espiritual, extendiéndose en ondas concéntricas de energía de
diversas intensidades hasta llegar al lugar más alejado del
Centro en donde trabajan, se esfuerzan y luchan los discípulos
mundiales, aquéllos que fueron reconocidos como aptos por sus
espirituales Mentores y tratan de extender y propagar la luz
de la Jerarquía en sus respectivos lugares de residencia,
cumpliendo correctamente con sus deberes sociales y
constituyendo puntos de luz de inspiración espiritual para
todos los que viven en contacto con ellos en el difícil
proceso de la existencia kármica.
Podemos imaginar, por tanto, que independientemente de la
calidad de las ceremonias o actividades ritualistícas que se
realicen en el seno místico de la Jerarquía, los frutos de las
mismas, actuando como poder superior, serán percibidos en
todos los niveles jerárquicos y cada miembro, sea cual sea su
espiritual evolución, recibirá e irradiará "la parte de tales
energías liberadas que por ley le corresponda", es decir, la
que pueda asimilar perfectamente y sin peligro de congestión
externa, a la medida exacta de sus posibilidades individuales.
Así, pues, lo interesante desde el ángulo oculto, y aquí habrá
que hacer una obligada mención a los Ángeles, es que el flujo
o corriente espiritual no se estanque o paralice y que en
ningún momento se produzcan "innecesarios cortocircuitos". Loa
Ángeles, que por su calidad etérica pueblan los mundos
invisibles, constituyen de manera misteriosa esta infinita
corriente de Vida divina, que arrancando del Propósito
indescriptible de SANAT KUMARA llega al más alejado centro de
vida planetaria a través de la Jerarquía. Por tanto, la
denominación de "energía individualizada" con respecto a los
Ángeles, tal como lo hacemos nosotros, adquiere una tremenda
realidad al observar el mundo oculto y percibir cómo las
energías que surgen de la Divinidad y llegan a nosotros en
aspectos de Rayos, de cualidades internas y de estímulos
externos dentro de la multiplicidad infinita de actividades
humanas, mentales, emocionales y físicas, adquieren FORMAS
definidas al atravesar los éteres de nuestro mundo y
constituyen núcleos de Poder espiritual flotando por encima de
la densa y contaminada atmósfera planetaria, exigiendo de los
seres humanos debidamente preparados el esfuerzo necesario
para invocarlo y recibir del mismo los sagrados impulsos
espirituales para poder proseguir sin desmayos y hasta el fin
el humilde, aunque maravilloso, propósito de la vida humana,
de encarnar en si el indescriptible Propósito del Señor del
Mundo.
Yendo esotéricamente al fondo de la cuestión, podríamos decir
que las invocaciones especiales, bases de las Ceremonias
Jerárquicas, pueden ser comparadas -aunque teniendo en cuenta
las limitaciones humanas en tal sentido- a las que se realizan
en algunas de las iglesias organizadas de nuestro mundo, ya
que, como esotéricamente es sabido, estas iglesias responden,
en cierta manera y hasta cierto punto, a la gran ley de
analogía o de semejanza con el gran proceso invocativo del
Señor del Mundo llevado a cabo por la Jerarquía Espiritual
Planetaria. De acuerdo con este sentido intimo de la analogía
hermética, podríamos "visualizar" un cuadro de alguna de las
Ceremonias Invocativas del Gran Centro de la Fraternidad
Planetaria utilizando nuestra mente creadora. Contemplaríamos
así un vastísimo Recinto o Templo de incalculables
perspectivas, cuyo ALTAR se pierde en las inmensidades del
Espacio. En el centro de este Templo, cuyas bóvedas se
sustentan en el Infinito, se yergue llena de resplandeciente
Luz una blanquísima Figura, la de CRISTO. Su Cabeza se halla
inclinada hacia arriba, y encima de EL dos Ángeles de auras
refulgentes de color oro sostienen una Copa de Cristal... A
ambos lados del CRISTO se hallan en profundo y dinámico
recogimiento Sus dos grandes Hermanos; a Su derecha el Señor
MANU, de la Raza Aria, y a Su izquierda el Señor de la
Civilización, el Gran Mahachoán de la Era presente, aquél que
hasta hace muy poco era el Chohán del Séptimo Rayo ([21]).
Detrás de estas tres excelsas Figuras pueden contemplarse,
constituyendo una estrella de seis puntas con un punto en el
centro, a los Siete Grandes Señores de Rayo y más allá de
Ellos pueden contemplarse, formando diversidad de figuras
geométricas llenas de simbolismo creador y de acuerdo con la
calidad de sus respectivas misiones, a todos los Adeptos de la
gran Fraternidad Blanca y a todos los Iniciados, que sin ser
todavía Maestros de Compasión y de Sabiduría, han alcanzado el
suficiente poder espiritual como para poder asistir, en cuerpo
mental, a estas renovadas Ceremonias de Invocación de Fuerza
Cósmica con destino a nuestro Planeta.
El Grupo total de la Jerarquía bajo la directa inspiración y
guía del CRISTO, que actúa como SACERDOTE, inicia el Acto
Mágico de la Literatura mediante un dinámico culto de
expectante Silencio, dentro del cual sólo son audibles las
Palabras y los Mántrams que EL va pronunciando y que van
repitiendo sucesivamente, con los "requeridos tonos
jerárquicos", todos los Congregantes o Asistentes a este
Ritual Mágico. Al llegar a cierto punto, dentro del proceso de
la Ceremonia, los Ángeles elevan la Copa de Cristal y encima
de la misma aparecen los Tres Budas de Actividad, los tres
Señores de la Llama, los Cuales, en Nombre de SANAT KUMARA, el
Señor del Mundo, llenan místicamente la Copa con las energías
eléctricas de SHAMBALLA, aquellas que proceden de las elevadas
zonas del Cosmos por Intercesión directa del Logos Planetario.
Hay que advertir, sin embargo, ya que de no hacerlo
atentaríamos contra la verdad esotérica, que estas Ceremonias
Litúrgicas están destinadas a favorecer la totalidad de la
Existencia planetaria y que las energías invocadas, tras el
obligado proceso de transformación de las mismas, irrumpen en
los éteres que circundan la Tierra y dinamizan su entero
contenido. Nunca con más justicia podría ser educida la
conocida sentencia esotérica de: "cada cual recibe según su
propia medida y capacidades naturales". No hay que olvidar
tampoco que las Grandes Transformaciones de la Acción Cósmica
o de las potentes Energías Liberadas son realizadas en lo más
profundo y oculto de los éteres planetarios por los Grandes
Ángeles o Devas que en lenguaje oculto denominamos "los
Agentes Místicos de Shamballa". Llegamos finalmente a la
conclusión de que las Ceremonias, los Rituales, la Magia y la
Liturgia son procedimientos universales de invocación de
energías, mediante los cuales los grandes Devas del Sistema
transmiten Vida, Amor e Inteligencia siguiendo el dictado
inexorable de la Ley de la Necesidad, compartida cósmicamente
por todos los Logos Creadores, no importa la grandiosidad
infinita de Sus Excelsas e Indescriptibles Vidas y Gloriosos
Destinos dentro del Cosmos Absoluto.
Bien, hemos tratado de "visualizar" un cuadro, un cuadro
demasiado grande quizá para poder ser contenido dentro de
nuestra insignificante mente finita, pero sabemos, oculta o
intuitivamente, que Dios, el infinito Creador, está en
nosotros y es nuestra vida en lo profundo del corazón. ¿Por
qué no admitir serenamente que cuanto hemos visualizado
internamente ES UNA REALIDAD y que constituye un retazo de la
Gran Idea que inspira nuestra mente y la lleva por la Senda
que el Altísimo nos trazó hace muchos millones de años y que
ahora, al recorrerla, nos da una clara sensación de plenitud y
de realidad?...
2. Ceremonias Litúrgicas realizadas en el Seno de las
distintas Religiones Mundiales
Todo aspecto de liturgia es una forma mágica de invocación.
Tiene por objeto relacionar el alma de los fieles de cualquier
religión, o comunidad espiritual, con el Alma Subjetiva de la
Divinidad, representada por el bendito Ser que estuvo presente
en los orígenes de las mismas: KRISHNA, BUDMA, CRISTO, MAHOMA,
etc. Existen, sin embargo, centenares de otras religiones
organizadas dentro de la humanidad, siguiendo cada una de
ellas las reglas invocativas impuestas por la fe, por la
tradición, por la superstición o basadas simplemente en la
implenitud espiritual, el dolor moral o físico y el temor.
Pero no es nuestra intención en esta investigación esotérica
acerca de las formas de Liturgia organizada introducirnos en
la raíz mística o espiritual de las religiones o creencias ni
argumentar acerca de la calidad de Sus Guías y sacerdotes.
Este estudio no corresponde a nuestro estudio sobre las
actividades angélicas, cuyo interés principal radica en
analizar el proceso vinculativo de la humanidad y de los Devas
a través de las formas litúrgicas y en las variadas ceremonias
que se efectúan en los templos, pagodas, mezquitas y otros
centros de culto religioso para establecer contacto espiritual
con los Grandes Guías Espirituales de la humanidad.
El templo, sea cual sea su denominación, es un lugar de
oración y culto, de ceremonia litúrgica o ritualistica, es
decir, un centro de Magia organizada en el cual la figura
principal es el sacerdote u oficiante, quien debe centrar en
sí el poder de la liturgia y efectuar las necesarias
ceremonias y rituales cuya finalidad es cuádruple, a saber:
a) Atraer la atención espiritual o mística de los fieles.
b) Invocar energía superior o trascendente.
c) Establecer contacto con los Ángeles, los Mensajeros
inefables de la Divinidad.
d) Elevar, a través de Ellos, sus plegarias al Altísimo y
solicitar el favor de Su Gracia.
Estas cuatro finalidades constituyen en todo proceso
ritualistico el Cuerpo Místico de la religión, así como el
Centro de un Misterio que intenta revelarse. Cada religión
tiene su propio Cuerpo de Misterios, el cual es revelado en el
momento cumbre de la ceremonia cuando el oficiante pronuncia
ciertos definidos mántrams o palabras sagradas y una cierta
cantidad y calidad de Ángeles son invocados ([22]), llenando
el interior de los templos o recintos místicos de una energía
especial, cuya cualidad dependerá siempre del poder espiritual
engendrado por los fieles, de la importancia de la liturgia y
de la pureza de los sacerdotes. En nuestros tiempos modernos,
y debido al notable incremento de la tecnología y de los
avances científicos, así como a la evolución mental de grandes
sectores religiosos, antaño místicos; singularmente en las
grandes ciudades han disminuido considerablemente las
aportaciones de los “Ángeles color Violeta" de las Ceremonias
religiosas de carácter místico. Las Formas Angélicas, que son
percibidas clarividentemente "sosteniendo la Copa mística"
encima del sacerdote oficiante, tienen ahora colores mis
claros, predominando los de color amarillo oro y azul claro.
El cambio de polaridad que se está realizando en muchos
sectores religiosos de la humanidad es debido a la presión del
Quinto Rayo de la Mente y del Séptimo Rayo de la perfecta
Liturgia o Ceremonial Mágico. Este último Rayo ha de presidir
amplísimos sectores de la vida espiritual humana por cuanto es
el Poder que centraliza en los ambientes sociales y religiosos
del mundo las energías de la Constelación de Acuario que han
de condicionar la evolución interna del mundo durante toda la
Nueva Era, cuya aurora es perfectamente visible en el plano
espiritual. Pero, repetimos, los ambientes religiosos y
centros de liturgia o ceremonia mágica están acusando un
cambio muy apreciable en el color de las auras magnéticas de
los Ángeles que presiden desde el mundo oculto la eclosión del
Cuerpo de Misterios de todas las religiones. Hemos podido
observar, sin embargo, en las iglesias de los pequeños
pueblos, singularmente en aquellos de la alta montaña, que los
Ángeles que "asisten" y son colaboradores en las humildísimas
liturgias mantienen todavía en sus auras o en "sus túnicas" el
color violeta intenso del fuego encendido de los ardores
místicos y el azul intenso de la verdadera fe religiosa,
creando "egregores" o formas psíquicas de estos colores dentro
y fuera de los templos e iglesias. Los "egregores" ([23]) que
construyen los Ángeles que asisten en las ceremonias
litúrgicas de las ciudades son, con muy raras excepciones, de
tonalidades claras, en las que predominan los matices
amarillentos o dorados y verdes brillantes. Naturalmente sólo
extendemos esta consideración al aspecto ritualistico de las
religiones occidentales, en donde "el espíritu científico" va
adueñándose de amplísimos sectores sociales y condiciona la
apreciación de toda posible forma de liturgia religiosa a la
evolución del criterio mental y al íntimo juicio analítico o
científico. Los pueblos orientales mantienen, todavía y por
razones obvias de un menor desarrollo científico o tecnológico
"grandes áreas espirituales" inmersas en la fe encendida del
corazón. Los "egregores” creados por lo Ángeles bajo la
presión mística de las liturgias y de las invocaciones
intensamente místicas de los fieles son de un acusado color
azul o violeta, imperando también un brillante color rojo
púrpura que aparece encima de estos dos colores siguiendo la
forma característica de los "egregores" construidos por los
Ángeles, siguiendo la presión mágica de una renovada actividad
litúrgica. Los "egregores" que los Ángeles de la Liturgia
construyen y mantienen en suspensión en el éter definen para
el atento observador clarividente el alma oculta que se
manifiesta a través de la perpetuación de los rituales y
ceremonias, es decir, el poder espiritual que trata de
expresarse a través de las mismas y la efectividad de los
contactos dévicos establecidos. Tengamos en cuenta que al
valor místico de la ceremonia, al contenido simbólico de las
formas geométricas y al poder de los mántrams pronunciados
habrán de agregarse los elementos externos en que se basa una
importante parte de la liturgia o ceremonial mágico y que son
utilizados casi sin excepción por todas las religiones
organizadas de la humanidad: las campanas, los perfumes, la
música, el canto, etc. Elementos muy importantes si tenemos en
cuenta que cualquier tipo de campana producirá un eco del O.M.
esotérico al ser tañida, que los perfumes son esencias que
provienen del alma oculta de la Naturaleza y segregados de los
Reinos mineral y vegetal. Este dato es muy importante cuando
se le relaciona con los espíritus de la tierra, del agua y del
aire que los producen. La música religiosa es un precioso
elemento de contacto con los Ángeles superiores, cuyas auras
se bañan místicamente en sus notas y los cantos que surgen del
fondo del corazón de los fieles tienen un gran poder
mantrámico o invocativo. Así, la figura central del sacerdote
oficiante, sea cual sea el tipo de religión que ostente y
manifieste aprovechando la riqueza de significados mágicos que
ofrece la singularidad de una determinada liturgia, viene a
ser en cierta manera el Hierofante que actúa como Agente
integrador en las Iniciaciones de la Jerarquía, aunque
salvando naturalmente la enorme distancia que separa ambas
evoluciones espirituales y teniendo en cuenta que el principio
de ordenación del proceso y la ejemplaridad del método no
varían fundamentalmente. Hoy día se nos habla esotéricamente
de "Iniciaciones en Grupo", y puede suponerse, utilizando como
siempre la analogía, que tales Iniciaciones tendrán lugar en
ciertos Templos o Recintos Sagrados de la Jerarquía, que los
fieles serán los discípulos mundiales debidamente probados en
el fuego del desprendimiento y sacrificio de sus
personalidades y que el Sacerdote Oficiante será el CRISTO, el
BUDHA o el propio SEÑOR DEL MUNDO. Esto sólo para que tengamos
una idea del sentido de participación espiritual en el proceso
invocativo de Fuerza Cósmica, ya sea desde el Centro místico
de la humanidad o desde los misteriosos Retiros de la Gran
Fraternidad Blanca del Planeta.