¡Bienvenidos!

Ciudad: Hora  Día

 

 

 

Tres siglas, dos en posición vertical (V y A) y una en posición horizontal (B). El trazado recto de la B sirve para demarcar dos ideogramas. [seguir enlace]

Vicente Beltrán Anglada


"Que el contenido les sea útil y pueda servirles de inspiración en el intento supremo de sus respectivas búsquedas, es nuestra más humilde y sincera plegaria..."
-V.B.A
.


 

Devas

Conferencias

Triple
Proyecto

Agni Yoga

 

 


AAB-DK: La Revelación de la Visión.
[Iniciación Humana y Solar]



        
La próxima importante revelación es la de la Visión, pues ha llevado al individuo a enfrentar a Aquél con quien ha tenido que ver durante incontables épocas, despertando en él la comprensión inquebrantable de la unicidad de la vida fundamental, al manifestarse a través de las vidas menores. La primera revelación concierne a lo indefinible e inimitable y es (para la mente finita) infinito en su abstracción y absolutismo. La segunda revelación concierne al tiempo y espacio, e involucra el reconocimiento por el iniciado -mediante el sentido de la visión oculta recientemente despertado-, de [i120] la parte que ha desempeñado y debe desempeñar en el plan y posteriormente la parte del plan mismo, en lo que concierne a

     a. su Ego,
     b. su grupo egoico,
     c. su rayo grupal,
     d. su Logos planetario.

     En esta cuádruple captación está descripto el conocimiento gradual que corresponde al proceso de las cuatro iniciaciones que preceden a la liberación final.

     En la
primera iniciación se da cuenta definidamente de la parte poco evidente que le corresponde en su vida personal durante el intervalo desde la revelación hasta la segunda iniciación. Esto puede requerir una o varias vidas. Sabe la dirección [e105] que debe tomar; conoce algo de su participación en el servicio de la raza; ve el plan como un todo, en lo que a él concierne, como un pequeño mosaico dentro del diseño general; adquiere conciencia de cómo puede servir -con su particular tipo de mentalidad, su conjunto de facultades mentales o de las otras, y de sus diversas capacidades- y lo que debe realizar antes de poder hallarse de nuevo ante la Presencia y recibir una amplia revelación.

     En la
segunda iniciación ve la parte que su grupo egoico desempeña en el esquema general. Llega a ser más consciente de las distintas unidades de grupo con las cuales está intrínsecamente asociado; las reconoce por sus personalidades, si están encarnadas, y en cierto modo ve cuáles son las relaciones kármicas entre él, los grupos y los individuos; obtiene la visión interna del propósito específico grupal, y de su relación con otros grupos. Entonces puede actuar con mayor seguridad y su intercambio con otros individuos, en el plano físico, será más firme; puede ayudarlos y ayudarse a sí mismo a ajustar el karma y, por lo tanto, acercarse más [i121] rápidamente a la liberación final. Las relaciones grupales se consolidan, y los planes y propósitos pueden impulsarse más inteligentemente. A medida que prosigue esta consolidación de las relaciones grupales, produce en el plano físico esa concertada acción y unidad inteligente del propósito, que da por resultado la materialización de los ideales superiores y la adaptación de la fuerza para el sabio desarrollo de los fines de la evolución. Cuando esto llega a cierta etapa, las unidades que forman los grupos han aprendido a trabajar juntas y a estimularse mutuamente, de manera que pueden adquirir un mayor conocimiento, que dará como resultado mayor capacidad para ayudar.

     En la
tercera iniciación se le revela al iniciado la finalidad del subrayo del rayo al cual pertenece su ego. Todas las unidades egoicas pertenecen a algún subrayo del rayo monádico. Este reconocimiento se le otorga al iniciado, a fin de capacitarlo para encontrar oportunamente por sí mismo (siguiendo la línea de menor resistencia) el rayo de su mónada. El subrayo lleva en su corriente de energía muchos grupos de egos y no sólo tiene conciencia de su grupo egoico y de su inteligente finalidad, sino de muchos otros grupos similares. Su energía se dirige conjuntamente hacia un objetivo claramente definido.

     Habiendo aprendido algo sobre las relaciones grupales y desarrollado la capacidad de trabajar con unidades en formación grupal, el iniciado aprende el secreto de la subordinación del grupo al bien del conjunto de grupos. Esto se manifiesta en el plano físico como capacidad para trabajar sabia, inteligente y armónicamente
[e106] con distintos individuos, colaborar en grandes planes y ejercer una amplia influencia.

     Se le revela una parte de los planes del Logos planetario y esta visión incluye la revelación del plan y del propósito en lo que al planeta concierne, aunque todavía la
[i122] visión sea confusa respecto a esos planes, en su relación planetaria. Esto lleva al iniciado, por medio de una serie de graduados conocimientos, a los portales de la cuarta iniciación. Con la total liberación del iniciado de las ataduras en los tres mundos y la ruptura de todas las ligaduras de las limitaciones kármicas, amplía enormemente la visión y puede decirse que por primera vez se da cuenta de la amplitud del propósito planetario y del karma en el esquema. Habiendo ya ajustado su karma personal, relativamente de poca importancia, puede dedicarse a agotar el karma planetario y también abocarse a desarrollar los planes de largo alcance de esa gran Vida que incluye a todas las vidas menores. No sólo alcanza el pleno reconocimiento del propósito y los planes de toda la evolución en su propio esquema planetario, la Tierra, sino que incluye en su radio de conocimiento, ese esquema planetario que es el complemento o polo opuesto de nuestra Tierra. Comprende la interrelación existente entre los dos esquemas y se le revela el vasto propósito dual. Se le demuestra que este plan debe convertirse en un solo plan unido y de allí en adelante dedica todas sus energías a colaborar en forma planetaria, a medida que el plan se desarrolla, mientras trabaja con las dos grandes evoluciones en nuestro planeta, la humana y la dévica, y a través de ellas. Esto concierne al establecimiento de los reajustes y a la aplicación gradual de la energía para estimular los diversos reinos de la naturaleza y, mediante la fusión de todas las fuerzas de la naturaleza, acelerar la interacción de la energía entre los dos esquemas. De este modo los planes del Logos solar pueden consumarse a medida que se desarrollan por medio de los dos Logos planetarios. El manejo de la energía solar, en pequeña escala, es ahora privilegio del iniciado, pues no sólo se lo admite en la cámara del concilio de su propia Jerarquía, sino que se le permite asistir cuando otros agentes planetarios están [i123] reunidos con el Señor del Mundo y los dos grandes dirigentes departamentales.

     En la
quinta iniciación la visión le otorga al iniciado una perspectiva más amplia y ve un tercer esquema planetario que, con los otros dos, forma uno de los triángulos de fuerza, necesarios en el desarrollo de la evolución solar. Así como toda manifestación prosigue por medio de la dualidad y la triplicidad, para retornar a la síntesis eventual, así estos esquemas, que sólo son centros de fuerza en el cuerpo de un Logos solar, actúan primero como unidades separadas que viven su propia vida integral, [e107] luego como dualidades, por el intercambio de fuerza a través de dos esquemas, pues en esta forma se ayudan, complementan y estimulan mutuamente y, finalmente, como un triángulo solar, que hace circular la fuerza de un punto a otro, de un centro a otro, hasta que la energía es fusionada y sintetizada y los tres actúan en forma unida.

     Cuando el adepto de la quinta iniciación puede actuar de acuerdo con los planes de los tres Logos implicados, colaborando con ellos cada vez con mayor capacidad a medida que transcurre el tiempo, está preparado para la sexta iniciación, que lo admitirá a cónclaves superiores. Así llega a participar no sólo de los propósitos planetarios, sino también de los solares.

     En la
sexta iniciación posee la más maravillosa visión de toda la serie. Ve el sistema solar como una unidad y recibe una breve revelación que abre ante su asombrado entendimiento los propósitos fundamentales del Logos solar, viendo por primera vez el conjunto de planes con todas sus ramificaciones.

     En la
séptima iniciación su visión penetra más allá del "círculo no se pasa" solar y puede ver lo que ha conocido como fundamental hecho teórico, que nuestro Logos solar está implicado en los planes y propósitos de una Existencia superior y que el sistema solar es sólo uno de los numerosos centros de fuerza y por su intermedio se está expresando una Entidad cósmica mucho más grande que [i124] nuestro Logos solar. En todas estas visiones subyace un gran propósito: la revelación de la unidad esencial y el descubrimiento de esas relaciones internas que, una vez conocidas, tenderán, en forma cada vez más plena, a impulsar al iniciado a servir abnegadamente y lo convertirá en un trabajador de la síntesis, la armonía y la unidad fundamental.

     La ceremonia de la Iniciación, donde se le abren los ojos al iniciado para ver y comprender, se divide en tres partes, que no obstante son un solo proceso:
 

1. El pasado se despliega ante él; se ve a sí mismo desempeñando muchos papeles, comprendiendo que sólo constituyen la gradual conducción de sus fuerzas y facultades hasta el punto en que pueda servir a su grupo y con el grupo. Se ve y se identifica -según la iniciación-
 

a. con él mismo, en muchas vidas anteriores,

b. con su grupo, en anteriores grupos de vida,

c. con su rayo egoico, mientras afluye a través de muchos cielos, con su Logos planetario, cuando actuó en el pasado, a través de muchas evoluciones y reinos en todo el esquema,[e108] y así sucesivamente, hasta que se identifica con el pasado de la Vida una, que fluye a través de todos los esquemas planetarios y evoluciones del sistema solar, lo cual despierta en él la resolución de agotar karma y de saber (al ver las causas del pasado) cómo debe realizarlo.

2. En el presente, se le revela el trabajo específico que debe realizar en el cielo menor inmediatamente implicado. Esto significa que no ve tan sólo lo que le concierne, en determinada vida, sino que reconoce la [i125] parte inmediata del plan -quizás implique varios de sus pequeños cielos llamados vidas- que el Logos planetario trata de ver consumado. Entonces puede decirse sin lugar a dudas, que conoce su trabajo y puede dedicarse a su tarea con clara comprensión de por qué, cómo y cuándo.

3. En el futuro, se le concede, a fin de estimular al iniciado, una visión de la consumación final, de un esplendor más allá de toda descripción, con destacados puntos que indican los pasos principales para llegar a esa consumación. Durante un breve instante ve cómo será el esplendor y ese sendero de radiante belleza que fulgura cada vez más hasta el día perfecto. En las primeras etapas ve la gloria de su perfeccionado grupo egoico y, posteriormente, la radiación de un determinado tipo y color, que fluye del rayo que lleva en su seno a los perfectos hijos de los hombres y, aún más tarde, obtiene una vislumbre de la perfección de ese gran Ser, que es su propio Logos planetario, hasta que finalmente se le revela la perfección de toda belleza y la radiación que incluye a todos los otros rayos de luz , el sol brillando en toda su fuerza, el Logos solar en el momento de la consumación del propósito.


[ VBA: Los Misterios de Shamballa ]


2006-09-28

 

 

 

Meditaciones Diarias
( La meditación de hoy corresponde al )

Lunes | Martes | Miércoles | Jueves
Viernes | Sábado | Domingo

|
Solilunios |
 

 

 


 Búsqueda  de Conferencias y Charlas VBA en línea

 
Google
   En toda la red internet       En www.vicenteba.org
     Si usa la copia "en caché" aparecerán resaltadas las palabras que busque
   
 
[Cáncer 1999]
VBA 1.0: 1999-07-05


[Leo 2003]
VBA 2.0: 2006-09-28