Conferencia
Vicente Beltrán Anglada
[edición en curso]
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La verdad ha de presentarse de tal manera, que convenza sin atar y que atraiga aun sin convencer. Esto sólo puede realizarlo el lenguaje del corazón.
[VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49]
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El Reino Dévico
La misión de los ángeles en la creación de los ambientes sociales de la humanidad
Barcelona, 13 de mayo de 1978
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Barcelona, 13 Mayo 1978.— El Reino Dévico: La Misión de los Ángeles en la Creación de los Ambientes Sociales de la Humanidad. ¿Qué es el Espacio? La Teoría de los Campos Magnéticos, El Aura Etérica del Ser Humano, el Espacio dentro del Espacio y el Éter como campo de expresión de todos los seres de la naturaleza. El Hombre es un creador, y debe empezar a pasar de la teoría a la práctica. El problema de la Mente y la Libertad de la misma. El trabajo del Discípulo es crear el Antakarana. Los Cuatro Señores del Karma y el surgimiento de las nuevas Razas. El sentido de la Existencia en la Redención de la Sustancia. El poder de la Voluntad del Hombre y su Campo Creativo y Evolutivo. Cada ser Humano posee su propio Campo de Expresión. Conforme el Hombre se libera entra en un nuevo Campo de Expresión. Los Tres Campos Magnéticos del Hombre y sus cualidades inherentes. El sentido profundo de lo que es Crear. Liberación, Luz y Corazón. Lo que es el Pensador y lo que es el Pensamiento. Los Recuerdos y la Liberación, y su analogía entre el Espacio y el Tiempo. El estudio Intelectual no libera al hombre. El sentido de la Observación y la real Comprensión. Disciplina y Fraternidad. La liberación del Condicionamiento Ambiental y el sentido de la Soledad.
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Vicente.— …llegando progresivamente a la convicción de que iniciación desde el ángulo de vista esotérico implica siempre la entrada en un nuevo campo de valores psicológicos en lo que respeta al hombre, o en otra dimensión del espacio en lo que corresponde a los planos de la Naturaleza, o simplemente entrar en nuevas zonas de la conciencia hasta aquí desconocidas o ignoradas.
El triángulo equilátero, tal como podemos demostrarlo, es la figura por excelencia que ha simbolizado la iniciación, y para que tengamos una idea lo más concreta posible de la iniciación en lo que respecta al hombre en el momento actual de la sociedad, démonos cuenta de que no está integrado en sus valores psicológicos, es decir, que el pensamiento, el sentimiento y la acción no están plenamente coordinados, lo cual significa que no existe un triángulo equilátero perfecto sino que puede ser isósceles o escaleno, o quizás otra forma de triángulo que desconocemos en otras dimensiones del espacio, pero, en todo caso, a medida que el ser humano va evolucionando la integración es más perfecta, y cuando cíclicamente la mente, la emoción y la conducta entera del individuo forman un triángulo equilátero, es decir, que están plenamente compensados o equilibrados, automáticamente se produce la iniciación, la entrada del ser humano en otro reino superior de la Naturaleza.
Esto es en síntesis lo que fue el tema del otro día, y ahora, para empezar la conversación de hoy, voy a hacer observar, como siempre es mi costumbre, que a menos que se presenten científicamente los temas esotéricos las personas conscientes de nuestros días quizás no lo van a aceptar, porque vivimos, ustedes lo saben bien, una era rigurosamente técnica, lo cual significa que solamente en forma científica podemos presentar las altas verdades del espíritu y que las gentes las comprendan en su justa dimensionalidad y tal como debe ser, tal como es la ley.
He elegido como tema de conversación de hoy: la misión de los ángeles en la creación de los ambientes sociales de la humanidad, y he dividido esta conversación en cuatro partes que son: primero, una pregunta que puede ser un desafío a nuestra conciencia de investigadores, que es:
¿Qué es el espacio?
Un tema como verán rigurosamente científico, con sus apartados, la teoría de los campos magnéticos, el aura etérica del ser humano, un espacio dentro del espacio, lo cual aunque parezca metafísico puede ser presentado en forma muy dinámica y en forma muy científica también, que es el éter como campo de expresión del ser humano, como campo de expresión de todos los seres de la Naturaleza. Así que con la teoría del espacio, porque teoría es todo aquello que no puede ser comprobado científicamente, cuando algo científicamente es comprobado la teoría se convierte en algo objetivo, algo concreto, intelectivo, podríamos decir, que podemos todos mirar de una manera muy objetiva y, por lo tanto, muy comprensiva a nuestros sentidos y a la percepción de nuestra mente intelectual. Entonces: ¿qué es el espacio?
Todo aquello que aparentemente no está ocupado por cuerpos físicos es espacio, ¿pero es que el espacio es solamente un espacio físico?, ¿no existe un espacio dentro de otro espacio hasta la inmensidad de lo cósmico?, porque cuando hablamos del espacio lo hacemos siempre en términos de una tercera dimensión que es la que podemos percibir casi objetivamente, con la dificultad de que si intentamos representar gráficamente la tercera dimensión solamente podemos observar completamente dos, significa esto que para emitir la idea del espacio tal como el espacio es, no como algo absolutamente abstracto, sino como el lugar, por así decirlo, en donde se realiza la evolución de no importa qué conciencia psicológica en tiempo y espacio, con lo cual tenemos que penetrar no sólo en el espacio humano, o campo magnético, o aura etérica, si ustedes lo prefieren, sino que tenemos que profundizar en la vida de aquello que llamamos dioses, siendo los dioses aquellas poderosas entidades psicológicas que gobiernan una porción de espacio mayor para contener su universo, y dentro de este universo hay los planetas, los satélites y ciertos asteroides desconocidos por la ciencia astronómica porque no son objetivos, o al menos están en una posición que no pueden ser percibidos.
Entonces, cuando existe una proyección desde un centro dinámico, psicológico, hacia la totalidad del espacio cósmico se produce un círculo infranqueable, un círculo-no-se-pasa, más allá de esto, el Logos, el hombre, el átomo, ya no puede pasar, es su campo magnético. Y si vamos penetrando en la teoría de los campos magnéticos sabremos porqué unas personas son simpáticas y otras son antipáticas, según nuestro punto de vista, según nuestro temperamento y condición, y también sabremos cómo un ambiente social, un ambiente determinado, no es más que el resultado, la suma de muchos campos magnéticos en este espacio que al ser inundado de la fuerza psicológica de tanta gente, de tantos seres humanos, y otros seres no humanos, están constituyendo una participación activa allí donde aparentemente existe el vacío, existe la nada. No existe la nada, existe solamente un espacio desconocido que según se nos dice ocultamente posee una entidad psicológica, lo cual hace penetrar al científico en otras dimensiones, bien a su pesar, porque él vive de las comprobaciones objetivas, porque de hecho hay reacciones en el espacio que la ciencia no puede controlar indica que existe en el espacio una fuerza poderosa, una inteligencia dinámica, que aparte del ser y aparte quizás de los propios dioses está trabajando, está actuando, está condicionando, está evolucionando, así, de una manera total y libre, tal como lo hace un ser humano.
Pues bien, el éter, cuando hacemos una distinción entre el espacio y el éter, podemos decir que esotéricamente el éter físico no tiene mucha importancia, interesa el éter dinámico que surge de la conciencia psicológica, cuando empieza a crear en el espacio aquellas ondas concéntricas que van desde el centro del corazón psicológico, puesto que nuestro universo se basa en el corazón hasta las fronteras en donde se choca con el aura magnética de otro universo.
Durante este proceso existe lo que llamamos evolución. La evolución se realiza pues en espacio y tiempo, siendo el tiempo la cantidad de espacio que puede ser medido en determinadas fracciones que la mente intelectiva ha tomado como ejecutoria de acuerdo con la duración del día, o sea, veinticuatro horas, y de ahí el reloj y la apremiante impaciencia del hombre moderno que está conteniendo más tiempo que espacio y que, por lo tanto, no tiene tiempo, le falta tiempo, porque le sobra espacio, porque no sabe lo que es el espacio.
Bien, si esotéricamente podemos llegar a la conclusión de que el espacio vital, el ambiente lo estamos creando nosotros, que somos nosotros los responsables de todo cuanto existe, de las condiciones ambientales, de la forma cómo opera el dinamismo creador sobre esta substancia que llamamos éter, cómo el éter es comprimido en ciertos sectores de la humanidad creando campos magnéticos negativos, y cómo hay grupos de personas de buena fe, de buena voluntad, que en vez de comprimir el espacio por medio del tiempo, disuelven el tiempo en su corazón y van creciendo en el espacio, siendo cada vez más libres en pensamiento, en emoción y en conducta, llegaremos a la conclusión de que como seres humanos creadores podemos crear el ambiente requerido que está determinando cualquier tipo de evolución superior o cualquier tipo de civilización pretendida o cualquier cultura que necesiten las personas para convertirse en verdaderos hijos de Dios.
Ahora bien: ¿Cómo se crea un ambiente?
El espacio siendo una Entidad posee reacciones psicológicas. La manera como puede ser medida la reacción psicológica del ambiente vendrá siempre en relación con la potencialidad espiritual del hombre y su capacidad de emitir vibraciones armónicas o desarmónicas. Todo depende del ser humano, todo lo tenemos ya, todo está a nuestra disposición, este espacio, super-plástico, podíamos decir, que está lleno de algo, de algo que tiene conciencia.
Hasta aquí hemos definido, quizás tendremos que cambiar los nombres de aquí en adelante, podemos determinarlo como ángeles, porque naturalmente son ángeles, pero no son los ángeles de la tradición religiosa, no son los ángeles de los místicos o de las personas de tipo devocional sino que se trata de aquellas fuerzas que dan consistencia vital y psicológica al ambiente o al espacio, y que en contacto con los pensamientos, los sentimientos y la conducta de los hombres, está creando ciertos vórtices de energía dinámica que condicionan las eras y las civilizaciones; entonces, una civilización, como una raza, como una cultura, no se crea al azar, es algo que se crea con el movimiento propio de la evolución, se llega hasta cierto punto en donde aparentemente la conciencia psicológica no puede atravesar ya más, no puede continuar y entonces aquello es su campo particular de evolución, es su campo psicológico de síntesis, es creador, es libre dentro de aquel espacio.
Así que cuando el hombre dice “soy libre”, ¿a qué se refiere exactamente?, se refiere a la capacidad que tiene de moverse libremente dentro del espacio que él mismo ha construido, es amo y señor de su ambiente, pero, ¿qué pasará cuando tenga que ponerse en contacto con otros ambientes, con otros campos magnéticos, con otras fuerzas místicas de la naturaleza?, se encontrará perdido, acobardado y condicionado porque se dará cuenta de que no puede actuar como él quiere, como él siente, como él ve que debería ser. Entonces, la promoción de un ambiente no es solamente algo individual, aunque individualmente se puede crear un ambiente, por ejemplo, un ambiente familiar, un ambiente profesional, un ambiente local, un ambiente nacional, un ambiente internacional, y vayan ustedes explayándose en ondas concéntricas hasta medir la conciencia del cosmos, quedando como resultado sólo una cosa, que el éter es sensible al pensamiento, al sentimiento y a la palabra.
Así que cuando hablamos, y hemos hablado aquí sobre magia, hemos dicho siempre que cuando la persona habla correctamente está creando un ambiente particular, porque está moviendo estas fuerzas que existen en el ambiente y que constituyen la particularidad, digamos, psicológica, del Dios del universo donde estamos inmersos.
La psicología esotérica nos muestra precisamente dentro de su trascendencia que el hombre debe llegar a ser un creador, y no simplemente un creador dentro del círculo-no-se-pasa de sus pequeñas radiaciones psicológicas sino que debe ser un creador dentro del ámbito universal, entonces, cuando después de apuradas las iniciaciones que sean precisas, se llega a aquel estado místicamente llamado de liberación, significa que el ser humano ha logrado romper las fronteras, a quebrantar los grilletes de la opresión que lo mantenían atado al karma, a la Rueda de Samsâra de Muerte y Nacimiento, y que entonces puede libremente escoger dentro del ámbito que le presta la propia Divinidad la cualidad de vida, la cualidad de ser, la cualidad de reacción que será posible cuando él decida reencarnar de nuevo.
Estamos llegando a un punto en que el hombre debe salir de este punto ignorado de libertad, libertad muy condicionada por cierto dentro del círculo-no-se-pasa de sus propias reacciones psicológicas o del campo magnético de su aura, para llegar a ser libre en toda la extensión que le permite su evolución dentro del círculo-no-se-pasa del propio Logos Solar, con lo cual se convierte en un Maestro de Compasión y de Sabiduría, y esto es la liberación, y a partir de aquí se va creciendo también en espirales concéntricas tratando de medir más allá de nuestro universo, más allá de un sistema de universos, más allá quizás de una galaxia o de un sistema de galaxias, pero en todo caso la fuerza opresora del ambiente que el hombre crea es la limitación de todas sus facultades, y esta limitación de sus facultades no puede ser nunca creadora.
Psicológicamente, el hombre desde este ángulo de vista está oprimido por todo aquello que ha creado, no puede decir que está agobiado por el ambiente, y ahora se ha puesto de moda, como saben ustedes, el ambiente reflejo que opera sobre los seres humanos y que utiliza la ciencia psicológica para efectuar deducciones. Los actos reflejos, todo aquello que viene del ambiente, viene siempre en función de que nuestra mente deja paso, más libertad, ¿pero para qué? Tiene libertad para explayarse en ondas de liberación.
Así que cuando decimos “un ambiente”, ¿qué estamos diciendo exactamente?, que estamos dentro de una gran esfera y nosotros somos una pequeña esfera dentro de la gran esfera social. Ahora bien, ¿cuál es entonces la responsabilidad?, ¿estamos en plan de discípulos o estamos en plan de hombres investigadores dando los primeros pasos del sendero? Eso depende de nosotros, pero si realmente anhelamos la liberación deberemos empezar a trabajar científicamente en el campo de nuestras propias posibilidades y oportunidades, y crear algo nuevo en este mundo de necesidades, que es el ambiente circundante, que es la civilización actual, que es la opresión actual, que es el desarrollo excesivo de la técnica por encima de la ética y de la moral.
Habrá que surgir entonces como aves fénix de las propias cenizas, habrá que romper el círculo-no-se-pasa, deberemos liquidar todas las fronteras reconocidas y reconocibles dentro del corazón y crear algo nuevo, algo que esté más allá y por encima de lo que conocemos, algo desconocido, un algo desconocido que presentimos quizás todos en el fondo del corazón pero que no solemos poner en práctica. Hay que pasar simplemente de la teoría esotérica a la vida esotérica, de no ser así el conocimiento por sí solo va a ser una nueva cadena opresiva dentro del círculo-no-se-pasa que nos impide ser libres.
Todos pensamos, todos sentimos, todos actuamos y todos anhelamos salir del círculo limitador de nuestras propias reacciones psicológicas. Me pregunto qué es lo que realmente hacemos. El desafío para el hombre consciente de nuestra era, es: ¿Cómo puedo surgir triunfante de este cúmulo de valores psicológicos negativos que yo he creado? ¿Cómo puedo crear un ambiente social que esté de acuerdo con las ansias supremas de mi alma? ¿Cómo puedo surgir de mis propias cenizas? Es un desafío que cada cual debe formularse constantemente para que realmente aquello que es realmente libre en el ser humano, en el corazón, pueda romper por su propio impulso la cadena opresiva de este círculo, de esta frontera que nos limita, que nos incapacita, que nos hace diferentes de los demás en substancia, aunque no en esencia, pero como vivimos en el seno de la substancia jamás reconocemos la esencia que nos hermana, que hace que seamos todos iguales, entonces nos contemplamos a través un campo magnético definido, yo diría que nos contemplamos a través de un campo magnético agresivo, imperativo, con un dinamismo negativo, y que reaccionamos y que somos como átomos distintos dentro de un cuerpo social marchito donde hay tantas y tantas necesidades.
La responsabilidad debe ser la respuesta a la réplica de tantos conocimientos. Debemos empezar a vivir de acuerdo con las realidades objetivas conocidas, pero inspiradas desde siempre por el hálito de lo subjetivo de lo eterno, empezar a edificar una nueva ciencia, una nueva educación y una nueva cultura que esté de acuerdo con la ética de la propia Divinidad. Esto es lo que realmente debemos hacer si es que realmente nuestro corazón intenta salir del marasmo donde vive y si quiere realmente dejar de cristalizar, si quiere ser realmente libre, y ahora tenemos la oportunidad todos de ser libres, todo está a nuestro alcance, posibilidades y oportunidades magníficas, sólo falta que alarguemos la mano y adquiramos los dones del Espíritu Santo.
Esto es actuar como un discípulo, teniendo en cuenta que estoy utilizando la palabra discípulo en forma muy deliberada, en forma muy responsable, discípulo en el sentido de que todo ser humano puede estar en contacto con las fuerzas positivas de la Jerarquía aquí en la Tierra, que todos podemos contribuir para que el ambiente social del mundo se extienda en ondas concéntricas rompiendo las fronteras-no-se-pasa de las propias posibilidades para penetrar en el campo magnético de la propia Jerarquía Planetaria, de la misma manera que la Jerarquía Planetaria, con Cristo como Jefe Supremo, está extendiendo sus radiaciones para penetrar en los reinos sutiles de Shamballa en donde está la fuerza del Señor del Mundo y el enclave del poder omnipotente del Logos Solar de nuestro Universo.
Como siempre digo, no hay que temer lanzarse a la gran aventura de síntesis porque una de las formas de que el hombre se libere es rompiendo los diques de la mente, de aquello que ha forjado la tradición, la historia, los recuerdos, los pensamientos vanos, hay que morir en todo esto para renacer en el reino que nos corresponde como seres humanos, teniendo en cuenta que a partir de ahí estamos empezando a vivir como verdaderos discípulos, discípulos, expresando el término en un aspecto muy científico y no simplemente místico.
Estamos entrando, hemos entrado quizás ya bastante adentro de aquella era que se denomina de oportunidades como nunca el hombre había vivido aquí en la Tierra, la Era de Acuario. Hay muchas cosas que gravitan provenientes del sistema caduco de Piscis, pero como tengo intención siempre de analizar críticamente todas las cosas también mi responsabilidad me dice que tiene cosas Piscis que todavía no han sido descubiertas por el corazón del hombre, por ejemplo, la compasión infinita de la cual nos habló Cristo, el poder omnipotente de la compasión a la cual tanto se niega en una Era donde solamente existe agresividad y complacencia en los propios poderes que ha conquistado el hombre a través del tiempo. Surgir triunfantes de las cenizas como el Ave Fénix de la tradición, o del mito, implica que no tenemos que negar de la era pasada solo aquello que se ha convertido en cristalizaciones múltiples, en lo que es sociedad, como es el intento reaccionario de acumular valores y retenerlos, de esta manera el círculo-no-se-pasa de la humanidad es cada vez más tupido y, por lo tanto, menos son las posibilidades de que el hombre pueda liberarse.
Hay que empezar por ser muy sencillos. Un ambiente creado por la sencillez viene a ser como un átomo de hidrógeno, solamente tiene un protón, todo es vacío, pero dense cuenta que estamos hablando de energía física, un protón físico, por ejemplo, en un átomo de hidrógeno tiene un valor, pero qué será cuando se empiece a elaborar en los átomos químicos que pertenecen a la cuarta, a la quinta, o a la sexta dimensión del espacio, la ciencia se pierde. Se han hallado ciento tres elementos químicos hasta el momento presente, pero la liberación del átomo mediante –como ustedes saben– el bombardeo de los neutrones sobre un núcleo de hidrógeno, o de plutonio, o de uranio, ha producido una liberación física, y ha ensanchado hasta cierto punto las posibilidades físicas del ser humano, pero, cuando hablamos de liberación estamos tratando de llevar a la idea de las mentes razonadoras de nuestro siglo a aquella reacción nuclear producida por los átomos liberados del mundo emocional y del mundo mental, para llegar a un punto en que la liberación de energías sea positiva porque vendrá inspirada por el amor y la buena voluntad entre los hombres.
¿Qué son los ángeles, y qué es el éter?
Cuando el individuo piensa está emitiendo una serie de ondas magnéticas que en contacto con el espacio evocan de esta fuerza psicológica del espacio ciertas fuerzas vivas; que se le llame ángeles o fuerzas o energías es lo mismo, son energías que el hombre manipula sin darse cuenta, de ahí la dificultad de que la persona al no poder controlar aquello que está realizando está en el plan de un ignorante aprendiz de brujo, tantas veces mencionado porque realmente es una actualidad presente, es algo que todos estamos haciendo constantemente cuando pensamos en forma desacertada, cuando emitimos palabras hirientes, o cuando nuestras emociones son nefastas o agresivas.
Entonces, hay una relación entre el hombre como entidad psicológica creador de situaciones, entre el espacio que contiene en esencia toda la substanciación del cosmos y unos elementos intermediarios que construyen mediante esas fuerzas del cosmos aquello que crea el hombre con sus pensamientos, con sus sentimientos y con sus palabras.
Si el hombre pudiese vivir en silencio, podría decirse que está en la máxima plenitud de sus poderes creadores, pero nuestra mente no está nunca en silencio, nunca está en equilibrio y nunca está en reposo, está entretenida con las mil variaciones del ambiente, no podemos hablar de libertad mental, aunque es una palabra que se ha puesto de moda, en tanto el pensamiento esté anhelando por la mente, cruzándola en todas direcciones y sin el control del Yo espiritual, el yo espiritual puede pensar a voluntad como el artesano puede utilizar el instrumento sólo en momentos en que le es necesario, después deja el instrumento y él continúa siendo el artesano. El hombre tiene siempre en su poder – en la mente – el poder de síntesis que le puede hacer libre de todo el contenido ambiental, que le puede liberar de los pensamientos, que puede hacer que su mente sea como un lago de aguas tranquilas y transparentes que reflejen la verdad de su vida espiritual.
Desde el momento en que no podemos controlar el pensamiento, desde el momento en que nuestra mente es vulnerable a la fuerza del ambiente, ya no se puede hablar de libertad mental; entonces, existe también en la mente, o en el cuerpo mental, un círculo-no-se-pasa a partir del centro mental, o del centro de la Unidad Mental hasta su máxima proyección creando las fronteras. Y los discípulos tienen la tarea de atravesar esta barrera impuesta por la tradición, por la historia, por la cultura, y por la educación recibida, y prescindiendo de todos los valores aparentes rasgar el Velo de Isis, quebrantar los grilletes de la cristalización mental creando un hilo de luz que vaya lo más arriba posible, o lo más adentro posible buscando una nueva dimensionalidad, buscando a Dios, buscando la verdad.
Naturalmente, cuando el individuo es creador es porque de una o de otra manera está rasgando el velo de la tradición, está dejando de ser condicionado por la fuerza opresora del ambiente, está penetrando en la mente de Dios, y dentro de la mente de Dios es libre, alcanza la libertad. Es el trabajo del discípulo crear el antakarana, crear el hilo de luz que como saeta arrojada por potente brazo, debe converger en la profundidad de lo eterno y allí empezar a crear, utilizando su pequeña mente vacía, vean ustedes la paradoja, para empezar a llenar el ambiente con las nuevas formas que ha ideado el Señor del Mundo, o más arriba el Señor del Universo, para nuestra pequeña vida humana.
Ennoblecer los sentidos, estabilizar las emociones y rasgar los Velos de Isis en la mente que ocultan la verdad. He ahí la tarea del discípulo en esta nueva era de oportunidades. Y el hilo de luz, la potencia inspirada desde el centro de conciencia humana o Yo espiritual, está siendo construida por los ángeles, cuando pensamos los ángeles dan consistencia a las energías eléctricas que surgen de nuestro cerebro, contienen una intención pero no contienen una forma, no contienen más que intención y vitalidad, o dinamismo. Y los ángeles utilizando el éter del espacio que hemos dinamizado con nuestra radiante vida están creando las formas que nos corresponden, y estas formas son aquellas formas que construyen las estructuras de nuestro karma, no podemos achacar el karma o el destino del ser humano a los Dioses ignorados, o bien a las otras gentes, somos nosotros, y hay que partir de esta idea de que somos nosotros los promotores de nuestro destino para empezar a ver qué podemos hacer en forma racional y científica para liberarnos de todas estas cosas que nos limitan.
Y desde el ángulo de vista de las emociones sucede exactamente lo mismo. Desde el deseo vivo, tenaz e impertinente de lo inmediato, hasta llegar al más elevado sentimiento de integridad y de belleza, hay un sinnúmero de cualidades que tenemos que conseguir para poder liberar nuestro cuerpo emocional, que es lo más potente que existe en la naturaleza humana, para poder dar fuerza a la mente, para que la mente a su vez pueda penetrar en el mundo de los significados internos, poniéndose entonces en contacto con aquello que esotéricamente llamamos el elemental físico, aquella fuerza semi-consciente que ha construido nuestro cuerpo de acuerdo con las reacciones de la mente y de las emociones.
Así que cuando hablamos de los Señores del Karma nos estamos refiriendo a cuatro poderosos ángeles que dirigen la evolución humana de acuerdo con las reacciones humanas en contacto con el ambiente, o en contacto con el espacio, y a partir de ahí vienen las razas sucesivas que van surgiendo en este inmenso drama de la evolución, y esto es una liberación constante. La liberación no es el acto supremo en el cual nuestra mente se funde integralmente con la conciencia de Dios, radica única y exclusivamente en los actos pequeños, insignificantes, la liberación que existe en el momento en que me doy cuenta de que soy condicionado por alguien o por algo y pongo un freno y sigo mi dirección y no la dirección impuesta por las circunstancias: yo y las circunstancias son la misma cosa, ahora, las circunstancias del hombre, las cualidades del individuo, las cualidades que matizan un tipo ideal de sociedad o una sociedad corrompida, siempre es una evolución angélica de distinta gradaciones que surgen a la existencia atraídas por el magnetismo del ser humano.
Cuando piensa bien atrae del ambiente las fuerzas bienhechoras y crea un tipo de sociedad armónica e ideal, sin competencia y sin agresividad. Cuando piensa en forma errónea, el hombre se pierde en el caos, porque de las entrañas de la oscuridad que envuelve el espacio mismo atrae las fuerzas negativas y crea las condiciones para un tipo de sociedad inarmónica, habrá que recurrir entonces, habrá que reorientar la visión, la conducta, las palabras, la vida entera, hacia las cumbres doradas de lo más elevado, de lo más sublime, pues nuestra propia aspiración superior se hallará limitada por las propias condiciones humanas, por nuestras propias condiciones psicológicas. Sepamos por anticipado que habrá que surgir una intención sublime de llegar, que desarrolle en nosotros una cualidad vibratoria de tipo sublime para que podamos ponernos en contacto con los ángeles superiores, o con las energías superiores, los cuales amontonándose, por así decirlo, en nuestro inconsciente individual y social, llegarán un día a crear el tipo de sociedad que exige la era técnica que estamos viviendo, de no ser así corremos un gran riesgo.
Afortunadamente las fuerzas espirituales vigilan a la humanidad, están constantemente pendientes de lo que hace el individuo. Dense cuenta que el individuo, el ser humano, me refiero, está en el centro de la evolución, no solamente planetaria sino del universo, en todos los planetas del universo se verifica lo mismo, existe una humanidad, digan lo que digan los hombres de ciencia, Dios no ha creado el universo para regocijarse sino para dar oportunidad a toda la substancia psicológica que está en el espacio para que un día se convierta en un Dios. Esto no ha entrado quizás todavía en la consideración de las mentes muy analíticas de los esotéricos del pasado, pero hay que empezar por esta idea y darse cuenta que de la misma manera que el 4º Reino de la Naturaleza, o Reino Humano es el 4º Rayo, es la 4ª Cadena, es la 4ª Ronda y es el 4º Planeta de un significado místico por excelencia porque del Rayo de la Armonía Cósmica, se empieza a comprender radicalmente, positivamente, qué es lo que intenta el Dios del universo con respecto a las humanidades de cada uno de los planetas. Intenta atraer hacia el reino humano mediante su conexión con el karma de pasadas vidas con los reinos inferiores de la naturaleza, pero al propio tiempo el hombre da la oportunidad a los tres reinos subhumanos para que penetren en el reino humano y que finalmente se conviertan también en Hijos de Dios. Va prosiguiendo hacia delante a través de los conflictos y a través de las condiciones ambientales y a través de la insuficiencia del propio yo, lleno de cuidados por sí mismo, hasta penetrar en las esferas espirituales. Llegando al punto en que el individuo sabe situarse conscientemente en el centro de la evolución, se convierte en un discípulo y empieza automáticamente a crear el ambiente social ideal dentro del cual y a través del cual se manifestará la fuerza de la propia Divinidad.
Démonos cuenta pues, ya para terminar esta pequeña conversación... [Corte de sonido]…un campo o un espacio determinado, un centro de conciencia creadora y una serie infinita de huestes angélicas que crean la estructura del karma humano de acuerdo, naturalmente, de las cualidades que surgen del centro de conciencia psicológica que llamamos ser humano, entonces, el cuerpo, tal como lo he podido considerar, como lo podemos considerar todos, el cuerpo emocional, tal como podemos imaginarlo, y el cuerpo mental, son precisamente las creaciones de nuestro Yo.
Antes, en la antiguas programaciones esotéricas, porque cambia según el tipo de fuerza y según las edades que van sucediéndose, se creía que los Dioses creaban a su libre arbitrio y voluntad los cuerpos que precisaban los seres humanos y que las razas eran el resultado de la acción mancomunada del Bodhisattva, del Manu y del Señor de la Civilización, secundados por los cuatro ángeles planetarios que llamamos los Señores del Karma. Todo hasta aquí es verdad, pero lo que no se dice es que los Señores del Karma no pueden hacer nada sin contar con la voluntad del hombre, porque el hombre tiene parte de la voluntad de Dios, tiene una cierta autonomía que a veces choca con la propia voluntad de Dios, como el caso de la Atlántida, o de Nínive y Babilonia en la cual se dice que el hombre ha atentado contra la propia Divinidad porque posee una entidad psicológica formada dentro de un punto de conciencia y de voluntad que pertenece al propio Dios. De ahí las dificultades de las civilizaciones del pasado como, por ejemplo, la Atlántida, cuando evolucionaba la Atlántida, o los atlantes, en un aspecto desproporcionado entre el cuerpo emocional, creándoles dificultades, naturalmente en el ámbito terrestre o planetario, sino que creaba perturbaciones a otros planetas, es cuando se decidió que fuese hundida la Atlántida.
Esta decisión que aparentemente surge de un acto de crueldad porque son muchos los miles y miles de seres humanos que están siendo afectados por esta gran tragedia como fue el diluvio universal, pero, un buen cirujano en un caso de gangrena siempre utilizará el recurso de salvar el conjunto eliminando la parte, la parte afectada, es lo lógico.
Se dieron cuenta de que esotéricamente estaban descubriendo particularmente el aspecto vida y no el aspecto forma, nuestra forma desaparece pero la vida permanece, la conciencia continua todavía integrándose en nuevos valores, en nuevas dimensionalidades, entonces, no hay problema, pero, lo que se retrasa es la evolución. Si los responsables del universo para que la humanidad fuese, tuvieron que pedir, por así decirlo, cooperación a entidades foráneas de nuestro universo para poder capacitar a los seres humanos para actuar como seres humanos, a partir del centro de conciencia animal como era la segunda mitad de la Era de la Lemuria, entonces se ve claro el proceso, de que existe una participación activa de fuerzas universales en cualquier momento, en cualquier lugar de la historia.
Vamos pues viendo el proceso, tratar de crear una nueva historia, que la historia que pueda crear el hombre hacia el futuro infinito, que no sea escrita como hasta aquí con la sangre de los hijos de los hombres, que sea escrita con inteligencia y con amor, que los ángeles que dirigen las empresas bélicas sean reemplazados por los ángeles de la luz que traen la paz, y que el hombre crea definitivamente un nuevo ciclo de civilización y de cultura que haga que la fraternidad sea la norma de vida y no la competencia y la agresividad. Sólo siendo responsables de esta manera creadora, solamente penetrando ya definitivamente en la profundidad de lo eterno lograremos capacitarnos para crear la sociedad ideal que exigen nuestros tiempos y nuestra capacidad de libres y auténticos creadores.
Interlocutora.— Yo me parece haber sacado en consecuencia de la conversación de hoy de que el hombre debe de trabajar en conciencia, o sea, en conciencia del elemento que trabaja, porque si sabe el elemento que trabaja entonces puede ir liberándose, ¿verdad? Y que todos debemos de saber bajo nuestra responsabilidad, de que hay unos cambios de moral, o de lo que sea, entonces, podemos ser conscientes debido a lo que trabajamos, y entonces es cuando debemos de romper el círculo-no-se-pasa, y entonces trabajar, o sea, con energías nuevas, con ángeles superiores creando. Esto he sacado en conclusión de la charla más o menos, responsabilidad para nosotros.
Vicente.— Estoy de acuerdo. El centro de conciencia varía en cada persona, por lo tanto, cada persona tiene un campo magnético diferente, y un círculo-no-se-pasa más o menos tenso de acuerdo con sus posibilidades, cuando él conoce exactamente su campo, entonces puede invocar conscientemente a las fuerzas dévicas que pueden penetrar en este campo. Si una persona es física porque vive en el mundo de las sensaciones no puede invocar a los ángeles del equilibrio del mundo emocional, y que el hombre que está potentemente polarizado en el mundo emocional no podrá atraer las fuerzas dinámicas de la mente, o los ángeles creadores, o los ángeles solares. Bien, estará limitado por la escasa conciencia que tiene del ambiente que ha creado allí donde vive. Y es condición para la liberación: primero, que el hombre sea consciente de su propio campo; que sepa exactamente la radiación de su campo magnético; y que sepa que para que el campo magnético se proyecte más allá de sí mismo, cada vez más lejos de sí, hasta fundirse con el éter del espacio, obliga a un constante cambio de ajuste de situaciones, que el hombre no puede limitarse a una sola condición, es libre para escoger lo que debe hacer según es su campo, y ahí está la pequeña creación, las pequeñas iniciaciones, o iniciaciones menores. Un buen artesano ha creado dentro de su campo profesional un núcleo positivo donde acuden los ángeles. Lo mismo que un sacerdote henchido de emoción hacia la Divinidad, puede crear en el momento en que está efectuando su ministerio un campo magnético lleno de ángeles que impresiona el ambiente. Bien, esto se puede comprobar, pero, en todo caso, lo que hay que hacer y hay que remarcar constantemente, acentuar el hecho, de que no debemos estar nunca conformes con lo que tenemos, en el sentido muy místico de “confórmate con la voluntad de Dios”, y esto tiene una explicación, sino que nunca habremos de decir he llegado a la perfección de cierta actitud, de cierta capacidad, porque entonces continuamos a través de las reglas de la propia imperfección. ¿Qué es lo que pasará cuando el hombre sin pensar va constantemente investigando, constantemente trabajando, constantemente actuando sobre su campo magnético, creando una nueva fuerza dentro de él y, por lo tanto, una zona de atracción para otros ángeles superiores? Entonces, la sociedad será ideal, el individuo tendrá paz y al tener paz, la paz que se refuerza a través de un campo magnético atrae a los demás, las personas aparentes resurgen su aura magnética, pues es su campo magnético, y cuando la gente tenga un sacerdote con un gran campo magnético porque lo está creando por la espiritualidad, entonces las Iglesias cumplirán su cometido, hasta aquí no lo han cumplido, porque para que una Iglesia determinada tenga radiación es necesario que el sacerdote sea radioactivo, empezando ya a trabajar con las leyes soberanas de la magia y trabajando también con campos netamente científicos. Cuando el individuo se proyecta inspirado por la propia Divinidad y empieza a vivir de acuerdo con aquello que intuye, su campo de acción se agranda, se agiganta hasta el extremo de atraer a su núcleo de actividad a muchas personas, que van no por las palabras, no por lo que se pueda decir acerca de la vida espiritual sino porque a su lado se sienten en paz, se sienten inspirados y se sienten regocijados con aquello, y esta es la ciencia que debemos aprender.
Interlocutora.— Yo pensaba que cuando una persona es creadora, si puede romper el cliché este, si se conecta con lo superior, ¿entonces se libera de los Señores del Karma?, porque creo que donde teníamos que llegar…, más que todo es magia, porque ya hemos dicho que es una ley, pero para llegar a esto, a romper con los Señores del Karma con el karma, porque hasta aquí se veía que debía llegar a ser creador.
Vicente.— Bueno, cuando el individuo, hombre o mujer, se libera, se libera de su condicionamiento humano, deja de pertenecer a esta rueda, digamos, incesante de muerte y nacimiento creado por sus propias particularidades creadoras de destino y entra en otra proyección superior; entonces, hay que darse cuenta que si seguimos la regla de la analogía esotérica y hermética hay que suponer que los Señores del Karma tendrán su contraparte cósmica también, y que, por lo tanto, romper un círculo ideal como seres humanos, y entrar en un círculo divino regido por otros Señores del Karma.
Interlocutora.— O sea, siempre es más o menos lo mismo, que es lo que decimos: “lo que es arriba es abajo”, pero en una esfera siempre superior.
Vicente.— Exacto.
Interlocutor.— [Inaudible]
Vicente.— El campo magnético es la proyección en el espacio de cualquier entidad psicológica. Si hablamos de un campo magnético general en lo que respecta al individuo hay que aceptar que existen tres campos magnéticos: un campo magnético físico que es el aura etérica física; un campo magnético emocional que dependerá de la calidad de sus reacciones emocionales; y un campo magnético relacionado con la mente, ahora bien, entonces habrá que situar los campos magnéticos de acuerdo con las cualidades del individuo, la capacidad que tiene de absorber o de adentrarse en el espacio creando allí un círculo-no-se-pasa, que en unas personas tendrá unos centímetros y en otras personas tendrá kilómetros, depende de la potencia de irradiación, porque no puede ser la misma la radiación de un núcleo de un hidrógeno como la de un núcleo de neptunio[ ... ], o como, por ejemplo, el [... laurencio ...] , por lo tanto, esto va surgiendo de una fuerza tremenda, de la creatividad contenida en el ser. Es decir, que si nos diésemos cuenta que somos un átomo parecido a los que la ciencia está investigando, con un protón central, o un grupo de protones, con un grupo de electrones en cantidad semejante, pero con una fuerza equis, con neutrón que equilibra y hace que exista una armonía en el núcleo atómico, nos daremos cuenta de lo que es un campo magnético, porque de la misma manera que existe un campo magnético solar, que a partir del Sol hasta Neptuno crea una circunferencia en el espacio, todo aquello que está dentro, más las elevaciones de los planos de lo que es la conciencia de Dios, se extiende en campos magnéticos más allá de lo que podemos captar a través de los últimos planetas, o sea, Neptuno. Entonces, lo que interesa para crear es aumentar el potencial del ser igual que la ciencia utiliza el potencial nuclear contenido en el corazón del átomo -en el núcleo, los protones- para provocar una desintegración, o sea, una explosión, una reacción en cadena.
Lo que hay que hacer es ser científicos en todo, y tener en cuenta que de acuerdo que “igual es arriba que abajo, igual es abajo que arriba”, estamos trabajando con fuerzas y energías de carácter cósmico, estamos viviendo al amparo de ciertos razonamientos de tipo físico que si los hacemos espirituales y psicológicos nos dan la medida de la propia evolución; teniendo en cuenta que lo mismo que reacciona un átomo, o un núcleo atómico, un elemento químico, se produce en las altas esferas universales, aumenta la capacidad, la medida, la cantidad de espacio que puede abarcar el círculo-no-se-pasa o la frontera del universo. Pero lo que interesa es ver si seremos capaces de liberar la energía atómica contenida dentro de nuestro espíritu, ese es el problema; el problema es físico, o científico, mejor dicho, y ver si podemos pasar de la simple idea de que somos condicionados por el campo electrónico, un campo atómico, o por un núcleo atómico, o por un campo magnético, o ver si podemos crear a voluntad un campo magnético que pueda influenciar positivamente en los demás, y no sentirnos negativamente influenciados por él. Ahí está, entonces la teoría de los campos magnéticos aplicados a los seres humanos siempre nos dará como resultado que el hombre es un gigantesco protón que está liberando energía, cuando la energía es controlada tenemos un iniciado, cuando esta energía es descontrolada, tenemos lo que tenemos, la sociedad en el momento actual.
Interlocutor.— Estamos viendo el proceso según la fórmula, espiritualmente, energética.
Vicente.— Yo diría, de acuerdo con la teoría de la evolución, y parece paradójico, porque a medida que el individuo se libera va dejando más espacio dentro de su núcleo atómico y los electrones que constituyen su campo magnético, puede pasar más allá y por encima de estas fronteras, e incluso pasar por las fronteras de los demás, nadie te puede limitar, porque para la voluntad libre del hombre, ¿cómo por la voluntad libre del átomo, si el átomo tiene su conciencia de individualidad? No es fácil pasar a otro universo paralelo con sólo proponérselo y escapar de purificar su núcleo atómico al extremo, de crear un campo magnético realmente espiritual. Es un desafío, ¿verdad? Como buen desafío o bien se acepta el reto y creamos un nuevo tipo de sociedad, un nuevo tipo de seres humanos con una civilización más floreciente o continuamos marcando el compás del tiempo, cristalizados en actitudes, esclavos de la tradición y siguiendo adelante como larvas perdidos en los surcos de esta tierra tan fecunda. Depende de nosotros, no depende del destino ni depende tampoco de los dioses, porque los dioses están atados también a la rueda de muerte y nacimiento. Hay que empezar a aplicar la teoría hermética de la analogía en un sentido creador, y no temer, no asustarse por lanzar la mente a lo absoluto, no guardarla en sí mismo, porque es la única manera que podemos alejar el peligro que existe de que el hombre se estanque, de que se convierta en una cosa cuando espera, y empiece a vivir de acuerdo con la verdad y no de acuerdo con las teorías que han suministrado hasta aquí las religiones, las ciencias y las artes. Hay que vivir más allá de todo cuanto legó la tradición. Desde el momento en que me siento limitado por la condición de observador de algo que considero perfecto, el espíritu de liberación se ha perdido en mí, no puedo avanzar, he creado un círculo-no-se-pasa, he creado un ambiente limitado por algún campo magnético específico. Habrá que resurgir, como digo y diré siempre, de las propias cenizas como ave fénix que somos esencialmente y pasar a crear un campo magnético propio de dioses y no propio de seres humanos, entonces tendremos la sociedad, si incidimos y si no sabemos todavía componer.
Interlocutora.— ¿No significa esto que no hay tiempo, no se muestra esto que hay más obstáculos, y hay que trabajar más el espacio para acortar tiempo?
Vicente.— Cuando el espacio y el tiempo están equilibrados se produce la liberación. Si ustedes están confortablemente sentados, sin sentir desazón alguna, sin condicionamientos en el ánimo, si están tranquilos mentalmente, ¿dónde está el tiempo? ¿Cuándo ustedes miran el reloj? Sólo cuando están preocupados, cuando están presos. Cuando ustedes se sienten libres nunca miran el reloj, cuando están contentos, están sintiendo la vida en su interior, cuando se sienten liberados del condicionamiento ambiental, el reloj no existe, no pasa el tiempo porque les sobra espacio. ¿Se dan cuenta? ¿Qué pasará cuando estemos siempre en paz? ¿Dónde estará el espacio? ¿Dónde estará el tiempo? Solamente la vida existirá, que necesita recrearse en el tiempo y en el espacio para poder ascender a las más grandes alturas. Pero hay que empezar ahora, como digo, por lo pequeño, tratando de ser mejores en lo pequeño para poder alcanzar las cosas grandes, sólo así crearemos la nueva sociedad, y no antes.
Interlocutora.— … en el sentido creativo del pensamiento,
Vicente.— Bien, cuando decimos crear, crear en el sentido que sea, hay la creación artística y hay la creación literaria, pero en la creación artística se utiliza más el corazón que la mente, y en la creación literaria se crea, se utiliza más el pensamiento, digamos, constructor, que no las emociones, pero, el verdadero creador solamente será posible cuando la mente y el corazón se equilibren, cuando el pensamiento que encarna el tiempo y cuando el corazón que encarna el espacio se llegue a cero, entonces se considerará el hecho creador, es otra forma de decir que nos hemos liberado, siendo el pensamiento el instrumento del pensador para crear, pero el pensador no es el pensamiento como el que siente no es la sensación, y como la conciencia en el cuerpo físico no es el cuerpo físico. Estamos mirando estas cosas a distancia cuando empezamos a ser creadores, cuando los problemas mentales, los problemas emocionales o los problemas físicos son considerados aparte de nosotros. En el momento en que la mente deja que se entrometa el pensamiento reflejo del ambiente y se cree estar pensando, ya limita sus poderes de pensador. Entonces, para pensar correctamente, no para pensar intelectualmente, para pensar con la integridad del ser, tendrá que dejar a un lado el conocimiento adquirido y ver lo que hay en las zonas del espacio surcadas por lo desconocido, y entonces abrirá en su mente un caudal de energías creadoras de la que ahora no tiene noción. Krishnamurti dice que hasta que el hombre no reduzca su mente a la nada no podrá ser creador, en tanto el individuo se apegue al conocimiento como meta de su evolución no podrá comprender el misterio que se agita en los éteres del espacio, no podrá realizar la fusión del espacio con el tiempo, de la mente con la emoción, porque estará limitado por su pequeño campo de observación. Cuando estamos en silencio venimos a nosotros con sensación de sobresalto, no estamos habituados a estar en silencio, solemos recrearnos con los pensamientos y vamos como la mariposa de flor en flor, de conocimiento en conocimiento, hasta que nos damos cuenta de que el conocimiento no lleva a la verdad sino que es la verdad la que contiene toda forma de pensamiento. Entonces, ¿qué creemos más posible para nosotros o más lúcido? Recrearnos con las florcillas del sendero o el sendero mismo, recrearnos con la Obra de Dios o tratar de llegar a Dios, es el “to be o not to be” de Shakespeare, el porqué de las cosas está ahí precisamente. Hay que partir de la base de que estamos sufriendo, todos tenemos motivos de sufrimiento. Nos damos cuenta de que sufrimos pero dentro de nosotros sin ver el sufrimiento aparte de nosotros, porque todavía no nos hemos habituado a pensar por nosotros mismos, a sentir por nosotros mismos y actuar por nosotros mismos. El día que el hombre establezca esta diferenciación entre el yo y sus mecanismos de expresión: la mente, la emoción y el cuerpo, habrá un sinfín de dolores todavía que consumar, porque no podrá resistir la tremenda fuerza del ambiente creado por el desequilibrio que existe entre el espacio y el tiempo; y cuando existe un desequilibrio no puede haber creación, solamente existen momentos súbitos de inspiración, todos tenemos momentos de inspiración, momentos de paz, son como relámpagos en noche oscura, desde el momento en que un relámpago se convierte en algo estable, en algo continuado entonces existe la liberación, porque hemos captado la verdad, que es la luz, que es el convencimiento total de todo intento del corazón. La mente está integrada en valores absolutos, no está llena de conocimientos, pero utiliza todos los conocimientos posibles, no es intelectual pero utiliza el intelecto, y en el mundo de las emociones no se siente dentro de la emociones que es lo que hace el ser humano, sino que desde el punto mental desde esta magnífica atalaya de la mente, con todas sus emociones, dirige esos impulsos, y entonces el cuerpo no tiene otro remedio que seguir el imperativo del razonamiento claro que da estabilidad emocional.
Interlocutor.— Se ha dicho que cuando el individuo considera al conocimiento como meta de su evolución, entonces es cuando pone una barrera a su evolución, porque, siguiendo las palabras suyas, el conocimiento no tiene la verdad, cuando es la verdad la que tiene el conocimiento, entonces, eso a mi modo de ver es un círculo cerrado, o sea, que el individuo para buscar la verdad parece que tiene que buscar primero algo de conocimiento, porque éste parece que le tenga que abrir las puertas a la verdad, en cambio, ¿sin el conocimiento puede buscar la verdad? Yo no lo entiendo.
Vicente.— Me permite. Suponga usted que necesitar arar un campo y usted utiliza el arado, lo crea, lo construye, bien, cuando haya construido el arado usted empieza a arar: ¿puede decir quién está arando el campo, el arado o usted?
Interlocutor.— El arado es el que está arando el campo guiado por mí.
Vicente.— Y cuando usted piensa, ¿qué es lo que utiliza?
Interlocutor.— El pensamiento.
Vicente.— ¿Y quién es el pensamiento?
Interlocutor.— El yo.
Vicente.— Pues entonces este yo es del que estoy hablando yo. Yo no hablo del pensamiento, el pensamiento es el instrumento que utiliza el pensador, pero no es el pensador, pues bien, el pensador es la verdad y el campo de conocimiento es el pensamiento, usted, según la extensión de su pensamiento tendrá un campo magnético más lleno de posibilidades, pero aquello a usted no le afecta en lo más mínimo en la vida espiritual, es decir, que la vida espiritual no se rige por el conocimiento, ni por el grupo de conocimientos, sino por la capacidad de las reacciones mentales que pueda utilizar un individuo en un momento dado. Si la persona es honrada, si la persona es honesta, si la persona vive la vida espiritual, el pensamiento será una faceta en su vida pero no será su vida, será algo que puede adquirir, que puede manipular, y que incluso puede destruir. Cuando la persona que ha creado un instrumento se da cuenta de que ya no lo necesita porque el campo ya está arado, lo deja a un lado y él continúa viviendo tal como Krishna decía al mirar la obra de Arjuna, que es lo que nos enseña el Bhagavad Gita que Krishna después de llenar el universo con una pequeña parte de sí mismo o pensamiento, se retira y contempla la acción del pensamiento, pero Krishna es la vida, en cambio el campo del conocimiento, el campo de Arjuna, es siempre una creación, un mecanismo de trabajo que utiliza, como una persona utiliza cualquier instrumento para hacer cualquier cosa, él es una cosa, el instrumento otra, y el trabajo que realiza a través del instrumento es otra, ya estamos con lo que decíamos antes, conocer los principios del hombre, el núcleo central que es el yo espiritual, un campo de irradiación, el campo que debemos labrar, que en cada cual tendrá una calidad y una capacidad distinta, y aquello o instrumento que utilizamos dentro de este campo. Me refiero, dentro de un campo de oportunidades y de liberación, que la atención de mi corazón, de mi vida entera, se cifren en el Yo espiritual, lo demás vendrá por añadidura, tal como reza la Biblia o el Evangelio, buscad primero lo esencial y lo demás vendrá por sí mismo, una calidad extraordinaria de la mente atraerá buenos y positivos pensamientos, no hay necesidad que se precise un punto de arranque, el niño para andar debe empezar con el primer paso, si no, no va el segundo, ¿pero es que acaso entre el primer paso y el segundo no existe un recuerdo? El recuerdo existe constantemente, cuando el individuo se ha liberado, se ha liberado de los recuerdos, ya no tiene necesidad de acordarse y de andar porque sabe andar, no sólo andar, está volando, se ha hecho señor del espacio, por lo tanto, el tiempo no tiene importancia para él, el tiempo siempre es convencional, y el espacio es una abstracción que solamente la mente del gran pensador puede objetivizar.
Interlocutor.— Dices que los campos magnéticos que tienen que ser radiactivos, siendo así, me parece que cabe… los sacerdotes… (inaudible)… Yo le pregunto: ¿Cuál es la vertiente creativa buena, la actual o la antigua?
Vicente.— Desgraciadamente los sacerdotes, los hombres de leyes, los políticos, y los científicos también, no tienen una noción exacta del poder que están manipulando, es decir, que están inducidos por unos ciertos conocimientos de tipo intelectivo, o intelectual, pero cuando hablamos de verdades espirituales, y hablamos de campos magnéticos realmente positivos y radioactivos, debemos referirnos a lo que fueron los antiguos sacerdotes mayas o egipcios, que eran altos iniciados en la ciencia de la magia, que sabían cómo crear un campo magnético positivo, cómo extender la voluntad y cómo atraer a aquél campo las mentes y los corazones de los devotos o los fieles, que es el caso antiguo, pero, cuando existe la liberación interior, en cualquier nivel, si el hombre sea sacerdote, científico, político, o el hombre de la calle que somos todos nosotros, es simplemente un hombre que ha contactado a la Divinidad, que se ha puesto en contacto con esta fuerza tremenda que rige el cosmos y es consciente de esta participación, sin que lo pretenda, sin que se dé cuenta, es un sacerdote; un sacerdote en el sentido de que tiene un campo de acción magnética tan tremendo que atrae a este campo de acción magnético a muchas personas, que están siguiendo la verdad que se escapa de sus labios, de su mente, o de su corazón. Por lo tanto, tal como decíamos antes, el estudio intelectual por sí mismo no libera, sino que cuando el individuo se libera es cuando recoge el fruto del conocimiento y lo emplea correctamente. ¿Qué nos importa saber de la justicia del cosmos, o de la sabiduría del cosmos si no tenemos la capacidad de aplicarla? Es el caso del aprendiz de brujo que sabe los secretos del Maestro pero no los puede resistir, no los puede comprobar. ¿Y qué es lo que pasa con el ambiente actual? ¿Es que el hombre controla la fuerza imperativa del ambiente? ¿Puede controlar su pensamiento? Cuando el hombre dice “pienso”, me parece que se equivoca, y que sería mejor decir que el ambiente lo está pensando, entrando en un campo de limitaciones que es lo que ocurre, porque desde el momento en que yo no puedo paralizar mi mente cuando el pensamiento me importuna es porque no puedo ser creador, estoy siendo jugueteado, por así decirlo, o controlado, o condicionado por las fuerzas del ambiente. Ahora, si ha decidido quedar en paz y dejar de pensar porque el instrumento ya no lo precisa, entonces viene la serenidad dentro de la cual el pensamiento está completamente en reposo. Y, naturalmente, ustedes preguntarán: ¿existe alguna técnica para que la persona deje de pensar, para que la persona sea libre en su pensamiento, para que pueda adoptar ante la vida su papel de creación? Yo diría que dejando de practicar los hábitos que está practicando, y empezando por pensar cuando sea necesario, empezando por gobernar sus instintos, que son muchos y variados, y empezando por sacudirse del ambiente que le rodea siendo creador, no sintiéndose condicionado y creando a voluntad un campo magnético, y siempre llegaremos a una conclusión: que el individuo solamente se puede liberar del pensamiento y de las reacciones del pensamiento que suscitan sus emociones en su conducta cuando está observando atentamente todo cuanto ocurre, cuando está fijándose atentamente, cuando vive con plena y absoluta atención a todo cuanto le rodea, porque en el momento en que la atención del hombre se ha adueñado del tiempo y del espacio y queda cero, entonces es cuando empieza a crear porque está utilizando la misma mente de Dios, porque las compuertas de su mente y de su corazón están abiertas a las fuerzas del cosmos.
Interlocutor.— Después de haber hecho el primer discernimiento de la cosa, el objeto, o sea, el discernimiento ese, siguiendo el camino, ¿llegará un día en que el pensante, el objeto y el hecho de pensar será lo mismo?
Vicente.— Sí. Cuando pensamos, dense cuenta que estamos trasladando el objeto fuera de nosotros, examinamos… [corte de sonido]… de conciencia o cualquier cosa externa a nosotros. Volviendo a lo que acabo de decir, en el momento en que mi intención, y con ella toda mi atención está depositada sobre el objeto, sin darme cuenta lo estoy aproximando a mí, no estoy creando un campo de reacciones, estoy simplemente observando. Si estoy observando atentamente una cosa sin reacciones, sin anteponer las trincheras de mi mente, esta cosa llega a confundirse con mi propio corazón o con mi propia mente, desde este momento existe en mí la comprensión acabada de aquello, lo he tenido que observar a distancia, pero con una atención tan extraordinaria que he barrido los intermediarios ambientales y aquella cosa y yo hemos constituido una acto único de conciencia. ¿Qué pasará cuando todos nosotros podamos contemplarnos los unos a los otros con esta atención y delicadeza? No tenemos atención los unos con los otros ¿verdad? Por esto el mundo está dividido. Pero, cuando nos observamos tan atenta y profundamente que el corazón del hermano sea el propio corazón, se sabrá de una manera estable y real, y no inducida por lo que nos ha dicho la tradición, lo que es la fraternidad. Y, naturalmente, cuando se llega a ese estado de fusión, el ambiente, al cual nos hemos referido durante esta conversación de hoy, debe ser algo tan magnífico y espectacular que está más allá y por encima de nuestras concepciones mentales, pero es un hecho.
Interlocutor.— Supongo que esto también puede ser la forma de romper los campos magnéticos que ha hablado antes de la simpatía y antipatía.
Vicente.— Exacto, exacto, es esta la idea.
Interlocutor.— En tu opinión, ¿cómo se podría llegar a conseguir que fuésemos todos los seres del planeta Tierra auténticos hermanos y…, yo lo veo utópico.
Vicente.— Bueno, no podemos crear una disciplina para llegar a la fraternidad, la misma idea de disciplina niega la fraternidad, si estamos muy atentos, ustedes dirán: es una disciplina, yo les digo no es una disciplina, es la única disciplina que el hombre puede utilizar, el único instrumento de trabajo a su alcance para liberarlo. No veamos al hermano, al prójimo, de una manera tan inteligente y libre sin reacción para que podamos sentirnos hermanados con ellos, el paso es éste y cada cual debe ajustar su visión a esta calidad de vida que tratamos de proporcionar, como un experimento típico de esta era de oportunidades que estamos viviendo. Entonces, más que una disciplina de trabajo, como tantas disciplinas: meditaciones, yogas, etc., se trata de un vivir constante, de un vivir sin fisuras, de un vivir libre e incondicionado en la justa medida en que nuestra mente observe atentamente todo cuanto le rodea y todo cuanto sucede en su corazón. Al llegar a este punto o a esta intensidad de vida, surge de nosotros una nueva capacidad, algo desconocido, es como si la flor se diese cuenta en un momento cumbre de su vida de su propio perfume, fuese consciente de su perfume, que es la liberación. El hombre se da cuenta de que él es el perfume de la propia Divinidad y, naturalmente, llegado a este punto no vamos a establecer un sistema de disciplinas, creando nuevas estructuras mentales o condicionando nuestras emociones, sino tratando de ser íntegros en cada momento de la acción, y de la misma manera que existe una continuidad de vida –de no ser así no existiría el universo- debe existir en nosotros una continuidad de conciencia, sin fisuras, que haga posible que el hombre y todo cuanto existe en la evolución del universo se manifieste en sí a reacción y sin posibles agresiones.
Interlocutor.— [Inaudible]
Vicente.— ¿Ud. no cree que se puede vivir sin estas facultades?
Interlocutor.— [Inaudible]
Vicente.— Un momentito, una pregunta solamente. Si usted quiere exponer sus ideas yo creo que quizás existan muchas personas que estén interesadas en sus ideas, por lo tanto, usted un día se pone aquí y expone su plan de trabajo, pero, yo solamente puedo decirle una cosa, si la persona se libera del condicionamiento ambiental, si el hombre establece un equilibrio, tal como decíamos antes, entre su mente y su corazón, entre espacio y tiempo, se sume sin darse cuenta dentro de una inseguridad que puede resistir la soledad. Cuando una persona está muy interesada en crear compañías y congregaciones es que no puede resistir su propia soledad, estudie este caso, por favor. Un momento, déjeme que no he terminado todavía, independientemente de esto vamos a terminar porque es la hora, pero tengo interés en decir una cosa: si una persona interpretando el juicio de las cosas quiere dar un cierto realce a la vida que le rodea por el sólo hecho de vivir en forma equilibrada, ya está realizando su tarea, y cuantas personas viven a nuestro alrededor sencillas, humildes, que están ofreciendo un mensaje del cual podríamos beneficiarnos. La flor nunca hace conciencia de su perfume, y el iniciado jamás pregona sus cualidades ni sus poderes, por lo tanto, sin que pretenda crear comunidades está dentro de grandes comunidades cósmicas, porque está viviendo íntegramente, y en este vivir integral existe la posibilidad de que otros hijos de los hombres que como él están sufriendo los rigores del destino que nos ha tocado vivir, se regocijen ante su presencia y sean partícipes de sus facultades, si es que las posee; entonces, se dará cuenta de una cosa, nos damos cuenta todos de una cosa, que cuando Cristo se refería a sus apóstoles, no solamente los doce de la tradición sino a todos aquellos que le comprendieron y que le amaron, solamente decía: “Son la Sal de la Tierra”. Una sal de la tierra que no tiene porqué pregonar su propio gusto, su propio sabor. La sal, como la flor en su perfume, como el individuo, como el iniciado, jamás pregona sus poderes, se limita a vivir, y la persona que vive por el sólo hecho de vivir está dando la medida de sus propias cualidades, y los demás se dan cuenta, porque si hay algo en la vida que realmente conmueve a las personas es el testimonio, no el pregón, ya vendrá el pregón cuando todos los hombres podamos decirnos que somos hermanos por las calles, y no tratando de congregarnos porque es la congregación, porque se ha ido estableciendo en otros sitios del planeta, fracasando los intentos de unidad. ¿Por qué entonces luchan las religiones entre sí partiendo inicialmente de un propio Dios?, ¿Por qué existe rivalidad en la Iglesias, por qué existe rivalidad en los partidos políticos, y por qué existe rivalidad entre los artistas pregonando sus obras de arte?, solamente por algo muy sencillo, porque no están liberados, no son iniciados, son hombres que luchan como los demás tratando de imponer sus leyes pero no viviendo de las leyes, no viviendo del hálito de lo eterno. Cuando el hombre se libera entra automáticamente en un mundo de inseguridades, jamás sabe lo que le ofrece el mañana venidero, se limita a vivir, y cuando el hombre vive, ¿qué importa el mañana? Solamente los que temen la muerte están creando el mañana y de ahí la idea, o la verdad, o lo que sea, la reencarnación, si no existiese tendría que crearse, como si no existiese Dios, tendría que crearse, porque el hombre busca una meta, pero al menos que la meta sea para participar activamente de los poderes de la propia Divinidad, de la fruición de la vida liberada, no de las condiciones marchitas del intelecto, ni tampoco de los poderes psíquicos. Un hombre realizado en el sentido de la realidad no pretende poderes, ¿qué es un poder?, no pretende establecer sacramentos sino convertirse en un sacramento. El iniciado lo es no porque lo pregone sino simplemente porque lo es, como la persona honesta nunca pregona de su honestidad, porque desde el momento en que esté pregonando mi honestidad es porque no soy honesto. Es una ley. Hay que estar con cuidado cuando una persona pregona algo, ¿por qué?, porque solamente la presencia, la radiación, la palabra, el gesto, la mente, el campo magnético en suma, es la que define esta individualidad creadora, no lo que pueda decir ella. Y así, andemos por el mundo con gran prevención, porque caemos en el error de confundir los poderes con la espiritualidad, como antes confundíamos las emociones con el pensamiento, porque son reacciones sintónicas. Cuando existe una unión perfecta entre la unión mental y la unión emocional se produce un vacío, y este vacío es de tal inseguridad que las personas no quieren afrontarlo, prefieren el contacto de codos, con otros que lo acompañen en su camino. Y así surgen las grandes congregaciones religiosas a través del tiempo, porque, naturalmente, cuando existe un gran rebaño forzosamente se presenta un pastor y cuando todo un rebaño sigue a un pastor prácticamente ha dejado ya de pensar y de sentir, está siguiendo el curso o las huellas que han trazado otros pies. Siempre decimos aquí: somos humildes, tratamos de serlo, no venimos a predicar ideas que puedan servir como armas para que luchen los hombres entre sí, estamos tratando de vivir de acuerdo con una realidad presentida, si podemos vivir al amparo de esta realidad y que esta realidad se convierta en carne de nuestra carne y corazón de nuestro corazón, automáticamente entraremos en un estado de santidad, no lo pregonaremos, como la flor no pregona su perfume, pero dense cuenta que es el perfume el que delata la flor. Cuando la flor vive perfumando, o cuando el árbol da su fruto, jamás pide nada a cambio, vive en la más completa oscuridad de cosas materiales, de cosas egoístas, se limita a vivir tal como Dios lo ha creado. Así es la sociedad, y el día que el hombre se reconozca como parte activa de la creación y cree un campo magnético individual libre de interferencias, es cuando empezará realmente a crear, y en el momento de la creación, teniendo la creación un sentido continuado, habrá una renovación total del ser y existirá la liberación.
Y ahora me parece que podemos hacer un poco de silencio.
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Conferencia Vicente Beltrán Anglada
Barcelona
13 de mayo de 1978
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias
7 octubre 2008
Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
3 febrero 2009
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