CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
Los Misterios de Shamballa
El Aula del Conocimiento.
Barcelona, 13 de Octubre de 1.984
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Los Misterios de Shamballa
El Aula del Conocimiento.
El tema que vamos a discutir hoy conjuntamente es muy interesante desde el ángulo de vista del investigador esotérico, pues se trata de profundizar en lo que nos sea posible dentro de aquellas áreas a veces muy ocultas de conocimiento, constituyendo, por decirlo de alguna manera, un desafío permanente a la actividad del pensador que somos todos y cada uno de nosotros. Todos los conocimientos técnicos, todos los descubrimientos científicos, la filosofía, el arte, la religión, todo cuanto constituye un conocimiento dentro del cerebro humano, corresponde esotéricamente a regiones del espacio prácticamente desconocidas. Solo esotéricamente se puede comprender la raíz de cualquier conocimiento, ya sea exotérico o esotérico. El aspirante espiritual, el investigador consciente, sabe que cualquier miembro de un ashrama se debe a un tipo especifico de conocimiento. El aspirante espiritual, que recién ahora acaba de penetrar en aquello que llamamos el Sendero, se debate todavía dentro de aquellas nebulosidades que llamamos el Aula de la Ignorancia. Al decir Aula de la Ignorancia, no me refiero a esta ignorancia de la persona con poca profundidad reflexiva, que no conoce el alcance de sí mismo, me refiero a la ignorancia del conocimiento esotérico, es decir, la dificultad del hombre corriente, el aspirante espiritual incluido, no han penetrado todavía en zonas de verdadero conocimiento esotérico, se están debatiendo única y exclusivamente en zonas intelectuales. Desde el punto de vista esotérico, el intelecto es solamente un medio de comunicar el conocimiento, que se recibe en niveles superiores. Así, cuando cualquier discípulo ha sido admitido en el seno de cualquier Ashrama de la Jerarquía, ha dejado el Aula de la Ignorancia y penetra en el Aula del Conocimiento. El Aula del Conocimiento constituye la memoria de todo cuanto conquistó el Logos Planetario del Esquema Terrestre en su dilatadísima vida expresiva. Conocer es ponerse en contacto con el Señor del Mundo, me refiero al conocimiento esotérico, al conocimiento oculto de las cosas, repito, no me refiero al conocimiento intelectivo o intelectual. Todos los recuerdos del Logos del Esquema Terrestre, conteniendo su experiencia histórica, están contenidos en el Átomo Permanente Físico del Logos, en un nivel del plano etérico-cósmico, es decir, el plano búdico, constituyendo toda la profusión de conocimientos que el individuo, el ser humano, va adquiriendo a través de las edades. Cualquier descubrimiento se debe a este proceso. Este proceso, por decirlo de alguna manera, de segregación de recuerdos provenientes de la experiencia del Logos de nuestro Esquema Terrestre, hablando concretamente, del cerebro etérico de Sanat Kumara, el Señor del Mundo. Si darnos cuenta, vemos que el conocimiento es penetrar cada vez más dentro de nosotros mismos. Todo cuanto vemos por doquier nos ofrece una imagen intelectiva de la vida, cuando empezamos a profundizar, empezamos a conocer, y en este conocer se halla la auténtica revelación, estamos penetrando constantemente en zonas de conocimiento espiritual, y en cierta manera y hasta cierto punto hemos salido del Aula de la Ignorancia y estamos penetrando paulatina y progresivamente en el Aula del Conocimiento perfecto, del conocimiento esotérico. Teniendo en cuenta cuanto ha sido dicho hasta aquí sobre lo que son los átomos permanentes, conocemos a través de nuestros estudios esotéricos que el átomo permanente es la condensación en cada uno de los planos en donde el hombre está ejercitando su derecho de ser y de realizar toda su experiencia acumulada en el pasado. El Logos, del cual somos una pequeña proyección, también tiene su átomo permanente en cada uno de los planos de la naturaleza y todo este conocimiento que viene proyectado desde el Átomo Permanente del Logos Planetario, constituye lo que estamos tratando de descifrar constantemente, tratando de vivirlo en toda su integridad, tratando de penetrar constantemente en esta esfera de contacto de conocimiento y por efecto de estos conocimientos adquirir la intuición. Como no son conocimientos intelectuales, como son conocimientos que hay que vivirlos para poder experimentarlos, no podemos circunscribirlos a la esfera intelectual, constituyen unos núcleos de poder radioactivos, si ustedes me permiten esta expresión, que transforman y vitalizan el hombre, que refuerzan su mente y despiertan la luz en el corazón, de no ser así el conocimiento esotérico no es válido.
De la misma manera que el hombre tiene un átomo permanente físico, que es la condensación de todas sus experiencias históricas en el plano físico y también su átomo permanente astral que recoge y condensa todas sus experiencias místicas, astrales o emocionales y su átomo permanente mental es la sede de sus pequeños conocimientos debatiéndose y luchando constantemente contra su propia ignorancia, así también el Logos Planetario tiene su átomo permanente físico, su átomo permanente astral, su átomo permanente mental y todos los átomos permanentes en donde esta ejercitando cuerpos o expresándose a través de cuerpos. Cualquier átomo de nuestro cuerpo posee una memoria celular y esta memoria celular depende en profundidad de su adaptación a nuestro átomo permanente, siendo nuestra expresión física un resultado del átomo permanente, que en el momento del nacimiento y cuando se estaba condicionando nuestro cuerpo y construyéndose, lo retrató exactamente de acuerdo con su experiencia del pasado. Así podemos decir, que si hay un átomo que sea más perspicaz que otro —como ven Uds. es difícil expresarlo de otra manera— y se pone en contacto con la sede de la experiencia física del hombre, podemos decir que este átomo adquiere conocimiento esotérico con respecto a aquel gran cuerpo dentro del cual vive inmerso. La ciencia esta reconociendo constantemente que los átomos que constituyen un cuerpo o conjuntos moleculares tienen una memoria y que esta memoria constituye la raíz de aquello que llamamos el código genético. ¿Por qué nos parecemos tanto a nuestros padres? En virtud del código genético, pero ¿eso es todo?, más allá del código genético histórico, existe el código genético psicológico y también el código genético espiritual, y son estos códigos, este triple código, es el que nos condiciona constantemente. Cada código está enlazado a uno de los átomos permanentes que estamos utilizando como receptores, como condensadores y como proyectores de todas sus múltiples experiencias que hemos pasado, que no es la experiencia de esta sola vida sino que es la condensación de la experiencia de todas las vidas, si es que ustedes aceptan la idea de la reencarnación, de no ser así les seria muy difícil comprender este aspecto que estamos considerando.
En el momento mismo en que el individuo en virtud de su adaptación, de su integración, llega a ser consciente de sus memorias residuales, subconscientes, se libera del imperativo de la conciencia colectiva de la raza, de aquello que llamamos el inconsciente colectivo, que tanto da que hablar a los psicólogos. Pero el esoterista, triunfa no solamente del código genético que está enlazado con el inconsciente colectivo de la raza, sino que continua progresando hacia otros niveles y viene el nivel de lucha, el nivel astral, en donde pasa tantos y tantos años, tantos siglos y tantas vidas el discípulo espiritual, para penetrar después en el campo del conocimiento, pues a medida que el individuo se pone en contacto con los recuerdos más ocultos del Logos Planetario, en virtud de esta audacia de penetración, por decirlo así, adquiere aquello que llamamos intuición, la intuición siempre es el contacto del hombre con los recuerdos ocultos del Logos Planetario, utilizando la analogía, podríamos decir que la intuición del Logos Planetario es aquella capacidad que tiene de penetrar en la memoria oculta del Logos Solar, de manera que podemos decir que el propio Logos Solar está expresándose a través de su Universo en virtud de la experiencia acumulada en el tiempo, y creó también en niveles cósmicos, más allá de nuestro entendimiento, esta expresando su experiencia vivida, está tratando de descubrir los móviles ocultos de Aquel sobre el Cual Nada Puede Decirse, del cual dimana, del Logos Cósmico, y así nos perderíamos en una perspectiva tan dilatada que nuestra mente solamente en el silencio podría comprender un poco de esta gran verdad.
Cuando el discípulo penetra en el ashrama, cuando está o ha estado luchando durante mucho tiempo en el Aula de la Ignorancia de los conocimientos intelectuales, es cuando empieza a avizorar la raíz del conocimiento. Un erudito, bien mirado, no es una persona inteligente —puede ser inteligente— pero la sola erudición no basta para hacerlo inteligente, debe contener algo más que una acumulación de datos intelectuales sobre su pequeño o sobre su gran cerebro, porque todo esto que esta acumulando se convierte en aquella riqueza, a la cual se refería el Instructor del Mundo cuando decía: "Es más fácil que pasase un camello por el ojo de una aguja que un rico en conocimientos en el Reino de los Cielos” demostrando con esto que el conocimiento no ocupa lugar. Dénse cuenta que en este pequeño átomo esta condensada toda la experiencia de las edades, ¡cómo tiene que ser de multidimensional! que conserva, estructura, salvaguarda, la experiencia mística del hombre desde que era una mónada en el mundo animal. Reconociendo que cuando las mónadas espirituales llegan al reino animal, llevan prendidas en sí la experiencia de los reinos mineral y vegetal y, que por lo tanto, este pequeño átomo, invisible al ojo humano, contiene a su manera la memoria cósmica y, que por lo tanto, esta memoria cósmica es la que le permite conocer, descubrir y realizar. La expresión característica del discípulo es conocer. Los primeros síntomas del conocimiento esotérico, utilizando una visión que no es la simplemente física, es la de captar todas las experiencias acumuladas en ciertos recintos místicos de Shamballa. Cuando nos hemos referido a Shamballa, el Centro en donde la Voluntad del Logos Solar es conocida, parece que nos referimos exclusivamente, en cierta manera, a un lugar físico, a este lugar geográfico que llamamos la Isla Blanca en el desierto de Gobi. En realidad, cuanto conocemos de Shamballa es solamente la cáscara de este fruto misterioso del conocimiento que estamos tratando de adquirir. Hay que empezar a pensar y a descubrir en términos de analogía y pensar que cuando hablamos, por ejemplo, de estas misteriosas cuevas y recintos en el subsuelo de la Tierra, en estas misteriosas y profundas hendiduras, que según se nos dice esotéricamente, cavaron los Ángeles Asuras hace millones de años para crear el centro de Shamballa, para que fuese invisible a los ojos de la investigación de los hombres, que no estuviesen preparados para ello; los mismos Asuras que cavaron las cuevas que construyeron las galerías y los recintos misteriosos físico-etérico de Shamballa, son los mismos que cierran el paso al aspirante que no está preparado. En cierta manera y hasta cierto punto, los faraones ante sus tumbas situaban a dos guardas gigantescos que velaban el secreto de su propia tumba, que estaba sellado y por arte mágico aquellas figuras tenían un valor misterioso y atacaban al intruso, si no física, psíquicamente, pero el osado investigador que intenta penetrar en cualquiera de los recintos de conocimiento de Shamballa se encuentra con los Asuras que le cierran el paso. Entonces para penetrar realmente en el conocimiento esotérico, en aquellos niveles más sutiles donde está salvaguardada la memoria oculta del Logos Planetario, hay que haber aprendido ante todo ciertos Mántrams que desarman a los Asuras y ante gigantescas puertas de piedra, donde se hallan situadas, se realiza el misterio de la introducción, la introducción en estas salas misteriosas de Shamballa constituye el principio de aquello que más adelante será la Iniciación. Si Uds. utilizan la imaginación, podríamos penetrar en una de estas grandes galerías. Hemos vencido mediante un Mántram especifico la actitud fiera de los Asuras, armados de un tridente de un metal blanco-brillante, etérico, que si lo clava en el cuerpo etérico del osado intruso, le causa la muerte física del cuerpo, de ahí que el mago negro no puede penetrar en estas salas donde se guarda el recuerdo del Logos Planetario. Pero, supongamos que hemos penetrado, que hemos vencido los Asuras y penetramos dentro de esos recintos, veremos con asombro que se halla condensada en toda estas misteriosas cuevas y recintos, la Memoria Cósmica del Logos Planetario, conteniendo, por ejemplo, una muestra de todos los minerales que existen en el planeta, desde aquellos que tuvieron su vida en la primera cadena de nuestro esquema, de los metales más viles a los más preciosos, de las piedras toscas a las piedras preciosas, hasta ver la radiación de aquellos minerales radioactivos de los cuales se ocupa la ciencia moderna. Hay muestras vegetales de todo cuanto existe en la naturaleza, más aquellas que existieron desde el principio de los tiempos en que las mónadas del reino vegetal penetraron por vez primera en la vida del Esquema Terrestre a través de la 2ª Cadena. El musgo, no el musgo brillante que conocemos ahora, sino un musgo amarillento que fue la primera creación de los devas del reino vegetal, y están allí, todo, contenidos en esas inmensas salas que el discípulo recorre en compañía del Maestro ó de un cualificado Discípulo, porque sólo no podría penetrar por el riesgo de los Asuras, a los cuales hice referencia. Hay muestras de todos los tipos animales existentes, desde los insectos hasta los mamíferos, pasando por todas las etapas, se ven allí los animales prehistóricos, aquellos gigantescos reptiles, más aquellos animales que viven en profundidades de kilómetros en el océano y que el hombre todavía no conoce, porque a esta profundidad solamente puede llegar la percepción etérica, investida por una investigación esotérica. También verán ustedes allí —utilicen la imaginación— todo tipo de seres humanos, de todas las razas, de todas las subrazas, hasta llegar a la 5ª Subraza de la 5ª Raza, nuestra raza actual. Y vemos allí todos aquellos tipos que pertenecieron a la Raza Polar, etérica por completo, la Hiperbórea, que era semietérica, al gigantesco Lemur de hasta 4 metros de estatura, al soberbio Atlante de achatada nariz y color amarillento, pasando por aquel soberbio tipo de nariz aguileña y color cobrizo, hasta llegar a la Raza Atlante actual, que está degenerando, por imposición de la propia vida del Logos, hasta llegar a nuestra era y contemplar estos bellos arquetipos humanos que pertenecen a la 5ª Raza y aquellos que están apareciendo ya, aquellos tipos de la 6ª Subraza de la 5ª Raza Raíz, a la que con justicia se le llama proveniente del Esquema Venusiano, porque como dije el otro día, hay una intercomunicación entre el Logos de nuestro esquema Terrestre con el Logos del Esquema de Venus, constituyendo una vinculación de tipo kármico que escapa por completo a nuestra imaginación. Todo cuanto existe en estas cuevas maravillosas, constituye el Aula del Conocimiento del discípulo. Siempre se nos ha hablado del conocimiento o del Aula del Conocimiento pero siempre dentro de una extrema vaguedad, hay que concretar, utilizando la visión superior y darse cuenta de que todo cuanto constituye el conocimiento que vamos adquiriendo en estos misteriosos y profundos recintos, no son sino pequeñas conexiones que tenemos con los nadis del Logos Planetario, expresándose etéricamente a través de aquella entidad que llamamos Sanat Kumara.
Continuando el progreso, vemos que hay ciertas estancias en las cuales solamente puede penetrarse, —y hablo solamente de recuerdos en el plano físico—, y hay otras a los cuales no puede penetrarse porque el cerebro del investigador no está capacitado todavía para recoger aquellas formas etéricas, pues allí también hay aquello que esotéricamente se llama la Sala de la Percepción Superior o de la Identificación Dévica, en el cuál no solamente se ven los devas inferiores que crearon los elementos moleculares constituyentes del reino mineral, vegetal, animal y humano, sino también aquellas fuerzas ocultas, dévicas, que vinieron con Sanat Kumara cuando este vino a nuestro Esquema Terrestre procedente del Esquema de Venus, pasando por la 2ª Cadena de nuestro Esquema. En cierto momento de su vida, el aspirante espiritual cualificado, o sea el discípulo, tienen que saber distinguir entre diversos tipos de ángeles o de devas etéricos, debe reconocer lo que es una salamandra, un espíritu del fuego, de una ondina de las aguas, de un gnomo de la tierra o de una sílfide del aire, porque todos tienen formas distintas. Tiene que saber distinguir a los grandes agnis etéricos que comandan ejércitos de salamandras, constituyendo la fuerza vital que produce los temblores de la Tierra, que produce la erupción de los volcanes, las tempestades, los huracanes, los maremotos, todo cuanto constituye una conmoción dentro de la esfera física de la Tierra, distinguiendo además, la distinción que existe —preparada por el propio Maestro— entre dos devas técnicamente iguales, y llegar a distinguir cual es el verdadero y cual es el falso. Quizás muchos de Uds. se han encontrado ante la opción de alguna entidad que se presenta diciendo: "Soy el Cristo". Si el discípulo está entrenado, ve que detrás de la figura aparente del Cristo hay una entidad, etérica, elemental. Y todo esto constituye parte del conocimiento del discípulo, que como verán no es un conocimiento intelectivo, sino que se basa en un tipo de percepción de la cual queda excluido por completo el cerebro físico, pero este campo de conocimiento, recogido por el discípulo progresivamente en su cerebro, todo aquello que puede captar, se convierte en un incentivo que lo propulsará hacia nuevas zonas de conocimiento, y podrá penetrar entonces en otras esferas, no simplemente físicas, sino que corresponden al Átomo Permanente Astral de Sanat Kumara o de la expresión física del Logos Planetario, recogiendo allí toda información; la parte astral que corresponde a todo cuanto vio en el plano físico, más la increíble cantidad de devas astrales, superiores a los físicos, que constituye los elementos básicos que constituyen el cuerpo astral de los seres humanos y aún de los animales y darse cuenta que no puede recibir la iniciación si no conoce perfectamente todo este conglomerado, porque decir Iniciado es como decir: Alguien a quien la Naturaleza no puede engañar, y que por tanto, dentro de este código genético astral en el cual penetra entonces el discípulo, encuentra la oportunidad de conocer el secreto que arde en el propio deseo del hombre, dándose cuenta entonces el discípulo por vez primera, en su experiencia vital como discípulo, que él no es el deseo, sino que el deseo es la atracción que siente hacia cierto tipo de devas de tipo emocional, que constituyen el aliento vivo del deseo, que constituyen el deseo de Dios, por decirlo de alguna manera, en el seno profundo de la naturaleza. Hace una distinción, conoce devas y más devas a medida que va hurgando profundamente en el profundo seno de este gran átomo permanente astral, representándose ante su asombrada vista todos los egregores del pasado que constituyeron experiencias vivas no solo del Logos Planetario, sino de la propia humanidad —que forma parte del Logos Planetario— los estados de conciencia emocional, los tipos de devas emocionales, los devas superiores, los inferiores, la inmensa gradación jerárquica que existe entre unos y otros; y a distinguir, utilizando una visión superior, cuando se le presenta a la percepción, una persona fallecida de una persona que no ha fallecido y que está en el plano astral, saber distinguir si una persona ha fallecido o no ha fallecido, porque hay una inmensa área de servicio en el mundo astral, porque debe aprender a controlar a los devas astrales y sujetarlos a su propia voluntad, primero para controlar su deseo, y todo este conglomerado de elementos que constituye su cuerpo astral, controlarlos y ponerlos bajo la guía del Alma Superior, y entonces ponerse en contacto con los Ángeles de la Misericordia Divina o del Servicio Creador, que son los que asisten a los Hijos de los Hombres en momentos de gran tensión planetaria, cuando existen guerras, dificultades. Todo este proceso lo esta realizando, produciendo, determinando y acogiendo el discípulo en estas inmensas áreas del mundo emocional, que constituyen la conciencia emocional, si podernos decirlo así, del Dios de este planeta. Si está capacitado, si puede penetrar todavía más en el campo del conocimiento astral, entonces puede ver todas sus experiencias astrales del pasado, igual que puede comprender en la 1ª Esfera todas sus vidas anteriores, no para gozarse de su espectáculo, sino para ser consciente de cuando por primera vez estableció contacto con su Maestro, las repercusiones de su vida. Se da cuenta el discípulo, por muchos caminos, que convergen ora dentro de su cerebro, ora dentro de su corazón, para comprender, para matizar la vida de una manera desconocida y poder penetrar raudamente en el tercer Gran Átomo Permanente del Logos Planetario, su Átomo Permanente Mental.
Para ser consciente en una gran medida del aspecto histórico del Logos Planetario, el discípulo tiene que pasar dentro de una de aquellas estancias del plano físico, por dos pruebas que llamamos Iniciaciones Menores, y en cierto aspecto, cuando han sido culminadas en determinada etapa, entonces, en el mundo equivalente mental de aquella etapa que está produciéndose en el plano físico, recibe la 1ª Iniciación Jerárquica, pero no puede ser consciente de ciertas áreas, dentro del Átomo Permanente Astral de Dios que no halla recibido la 2ª Iniciación Jerárquica. Pues bien, para penetrar ocultamente en el área de los conocimientos esotéricos o experiencia esotérica mental del Logos Planetario, tiene que haberse producido la 3ª Iniciación dentro de la conciencia del discípulo, tiene que haberse transfigurado por completo, porque al llegar a este punto se abre una compuerta secreta que conecta con el plano búdico, del cual le llegan resplandores que iluminan todo su contexto vital, que lo ponen en contacto con aspectos tan elevados de sí mismo que realmente produce en su propia vida de relación una irradiación tal que el hombre se vuelve realmente magnético e influyente, siendo este magnetismo influyente, la base mística del servicio creador a la raza. En esa esfera mental, el ser humano, el Iniciado, puede captar las intenciones de Dios hasta cierto punto, puede captar los arquetipos que en cierto nivel, tensos y vibrantes, constituyen la semilla viva de las creaciones que tienen lugar en el plano físico, y este importante trayecto que sigue el discípulo, desde el concepto meramente histórico de los conocimientos o recuerdos físicos del Logos Planetario, pasando por el mundo emocional o memoria emocional del Logos Planetario, hasta penetrar en el mundo mental, ha ido dejando tras de sí un reguero de sustancia mediocre, de sustancia que atraía todo su contexto anímico al fondo de la materia. Cuando llega al mundo de los arquetipos mentales, cuando ve el ideal de la raza del futuro, entonces siente la necesidad de convertirse en aquel arquetipo, y en virtud de ello, está durante un cierto período tratando de asemejarse al arquetipo que ha percibido dentro de su vista mental en la profundidad de su propio corazón.
De esos arquetipos misteriosos del plano mental o de la historia mental del Logos del Esquema Terrestre, se nutren también las grandes entidades, como por ejemplo el Manú de la Raza, para preparar los arquetipos de las próximas Subrazas; también toma sus arquetipos el Bodhisatva, el Instructor del Mundo, para saber cual es el tipo de enseñanza que corresponde la humanidad en cualquier momento dado de la historia planetaria, y el Señor Mahachohan, el Señor de la Civilización, también toma de allí los modelos de cultura para los pueblos, de los cuales es el regente, el tipo de civilización o de conocimiento que precisa la humanidad en cualquier momento. Podríamos remontarnos al plano búdico y me pregunto si sería práctico, porque no sé si Uds. se habrán fijado que tenemos una gran dificultad en comprender las cosas ocultas, podemos estudiar matemáticas, astronomía, física, química, pero entre el conocimiento intelectual al conocimiento espiritual, que corresponde a la memoria viva del Logos Planetario, hay un muro de silencio, hay que atravesar este muro de silencio y hacer que canten los Ángeles tal como se dice en la Biblia, atrayendo hacia nosotros aquello que no podemos adquirir por medios intelectuales, que debe penetrar el conocimiento en el corazón, por aquello que se llama místicamente la vía infusa, subjetivamente, y cuando hablamos de intuición, no es otra cosa, que de una u otra manera, el muro intelectual se ha derrumbado y que por los intersticios que dejan estas desgarraduras en la pared, se filtra el conocimiento esotérico. Es la intuición mental que proviene del área del conocimiento que está más allá de la barrera del intelecto. No se trata todavía de la intuición espiritual, que corresponde al plano búdico, y que solo viene a nosotros cuando estamos perfectamente silenciosos, cuando estamos serenamente expectantes, que llega a nosotros por vía infusa, sin esfuerzo, viene por el propio Espíritu de Dios que quiere grabar alguna de sus memorias en nuestra pequeña mente o en nuestro pequeño corazón, y todos estamos ahora, de una u otra manera, introduciéndonos en el campo del conocimiento esotérico, nos estamos volviendo intuitivos de aquello que está más allá de la barrera intelectual, esta mente abstracta que contiene una gran profusión de conocimientos esotéricos, o esa nube de cosas cognoscibles, o este mundo de los significados que todavía desconocemos, pero que están aquí y que solo hay que agarrarlos y traerlos a nosotros, porque cuando Uds. están silenciosamente recogidos, cuando su mente no razona, cuando no busca el pro y el contra delas cosas, cuando están perfectamente integrados en valores absolutos, cuando están muy atentos, entonces se derrumba la pared intelectual y dentro de Uds. se filtra el conocimiento de Dios, y a esto se le llama intuición, si siguen derrumbando barreras, Uds. serán conscientes de la revelación y más delante de la inspiración de la propia alma y Uds. se convertirán en Iniciados. La Iniciación no es una conquista, es un deber social, hay que pensar en la Iniciación, hay que vivir por la Iniciación, hay que estar atentos a la Iniciación.
Y ahora podemos extender todo esto, si hay alguna duda dentro de la mente.
Pregunta - Esto que dices ¿no son los Anales Akásicos?
Vicente - Exacto. La memoria cósmica es le memoria conjunta de todos los Logos Creadores, la memoria inconsciente de la humanidad es el inconsciente colectivo, del cual se ocupa ya la ciencia psicología. Todo cuanto existe aquí posee su memoria, cuando marcharemos de aquí, nosotros físicamente nos iremos pero este ambiente habrá quedado marcado para siempre con esto que estamos viviendo, esto es memoria cósmica, estos son los registros akásicos, que para comprenderlos en su totalidad hay que verlos en la luz astral de los acontecimientos, porque todavía no estamos capacitados para ascender en conciencia a la memoria intuitiva del propio Dios, que como decíamos —me refiero al Dios del Universo— porque el conocimiento más elevado de Dios, no es sino un pequeño recuerdo de la mente cósmica, de la misma manera una idea nuestra constituye una idea cósmica de acuerdo con el átomo que pueda ponerse, hipotéticamente hablando, en contacto con esta idea. Así que todos estamos creando memoria, una memoria que jamás desaparecerá de nosotros, que quedará para siempre en virtud del aspecto multidimensional de los átomos permanentes, si no ¿cómo podemos perpetuar lo que hemos sido a través del tiempo, si no fuese por la acumulación sucesiva de memorias? ¿Dónde estaría la conciencia del hombre si no estuviese sentado sobre sus propias memorias? ¿Qué seria la conciencia sin la subconsciencia? Y ¿qué seria de la supraconciencia sin la conciencia?, constituye un todo unido, entonces, inmediatamente a la visión del investigador esotérico, del discípulo, aparecerá clara como finalidad social crear buenos recuerdos, crear buenas memorias, dejar la memoria tan trasparente que visto desde el plano objetivo aparezca como que no tiene forma, aunque tendrá forma desde el ángulo de vista de los Maestros; es decir, que cuando hemos llegado al más completo de los silencios, cuando la memoria intelectual, la memoria residual, molecular, ha desaparecido por completo de nuestra vida, y aparezca ante nuestra visión humana como silencio absoluto, cuando el Maestro está mirando nuestra pequeña vida, todavía la ve llena de recuerdos, los recuerdos que están surgiendo del pasado y que son aquellos recuerdos que debemos destruir antes de pasar a la Iniciación. Bastará decir que en cada Iniciación, un grupo especifico de recuerdos desaparece del plano objetivo y queda registrado como esencia en los átomos permanentes. En la 1ª Iniciación surge un dilatado grupo de recuerdos semejantes entre sí, se reúnen formando un pequeño núcleo dentro del átono permanente, en esencia, esto les explica a Uds. el porqué un átomo permanente puede contener la historia de todas nuestras vidas, sin que se altere su volumen y su contenido, es algo que hay que considerar desde el ángulo de vista de la 4ª dimensión y ha ser posible pasar a la 5ª. El paso de la 4ª a la 5ª dimensión se mide en términos de atención, de la misma que se pasa del mundo etérico al astral por atención, no podemos pasar a la 4ª dimensión, si no dominamos completamente por la atención nuestro grupo de recuerdos físicos o moleculares y aquí hay un inmenso campo de investigación para todos Uds. y para mí también.
Pregunta - ¿Tendríamos que hacer una síntesis?
Vicente - ¿Cómo hacerlo? ¿Qué sucede cuando tenemos un grupo de ideas y de recuerdos en la mente? Nuestro contexto mental aparece como una olla a presión donde se debaten una serie infinita de pensamientos que van y vienen sin control alguno, entonces el problema será cómo controlar todo este fuego que está ardiendo dentro de nuestra mente. ¿Han intentado Uds. alguna vez fijar su atención en algo con tanta fuerza, que en la intensidad de la atención se ha perdido por completo el objetivo que están buscando o idealizando o visualizando, incluidos los problemas psicológicos? Cuando la mente está vacía, ¿qué sucede? que estamos rompiendo una barrera, que estamos invocando la intuición, estamos idealizándonos a nosotros mismos, y esto lo hacemos de vez en cuando, porque la vida no es tan inexorable con nosotros, es extremamente indulgente con nuestros fallos y problemas buscados por nosotros mismos, y de vez en cuando nos encontramos vacíos, ¿qué sucede entonces?, en lugar de permanecer expectantes en aquel silencio que se ha formado espontáneamente, nos preguntamos ¿por qué ha pasado esto?, ya hemos perdido el éxtasis del silencio, volvemos al grupo de memorias residuales. Hay un toque de atención para los psicólogos, que hay que utilizar de una manera creadora, porque estamos viviendo otra época distinta de la pasada, cada 10 años pasados actualmente equivalen a 200 del pasado, porque el Logos Planetario está sujeto a la crisis de la 4ª Iniciación Cósmica y todo su esquema vibra a una velocidad desconocida anteriormente. A medida que avanza, es como la bola de nieve que desciende de las montañas, a medida que va descendiendo aumenta de velocidad y de volumen, hasta que se estrellará y cuando se estrella se producirá algo desconocido en la conciencia, a este algo le llamamos la Iniciación.
Siempre estamos hablando de lo mismo, sólo que utilizamos términos distintos cada vez, porque es la única manera que podemos comprender el aspecto total de la existencia, no podemos hacerlo de otra manera, estamos inmersos dentro de un arquetipo que todavía no hemos complementado, el sentirnos dentro de un arquetipo que no hemos podido complementar, ha nacido la inquietud, el temor en todos sus aspectos y en todas sus fases, de ahí que hay que estar muy atentos para evitar que algo cristalice en nuestro interior, ya sea mental, emocional o físico. Hay que vivir por encima de todas estas cosas, hay que vivir derrumbando constantemente barreras, las barreras impuestas por la tradición, por aquello que heredamos del pasado de los demás, de aquello que nos ata al inconsciente colectivo de la raza, de aquello que nos ata a los propios prejuicios, de aquello que nos ata a la propia idea de perfección, porque la idea de perfección constituye la última de las ataduras. Cuando nos limitarnos simplemente a vivir, se realiza el gran milagro, nos estamos perfeccionando en cada recodo del camino, en cada esquina del sendero nos estamos purificando, y cuando Uds. están tan atentos, sin darse cuenta se están purificando, están introduciéndose en valores naturales, en valores reales, están autodescubriéndose, están realizándose, y para mí, más que lo que estamos diciendo, es está atención que ustedes depositan lo que les eleva por encima de Uds. mismos y les ayuda a descubrir en sus investigaciones.
Pregunta - Has hablado de la relación Maestro-Discípulo, entonces ¿podemos suponer que todos tenemos ya un Maestro aunque no tengamos conciencia de Él, y que tomamos contacto por primera vez hace muchísimo tiempo?
Vicente - Sí, sí, de acuerdo. Dense Uds. cuenta, que si Uds. pudiesen recordar todas sus experiencias en esta propia vida, podrían vivir la proyección de tales recuerdos, en unos vagos e incoherentes en sustancia vital, en otros a lo que quizá no dieron tanta importancia, pero en algún momento de su vida Uds. se elevaron por encima de lo corriente o que por sus características les matizó de tal poder emocional, que forzosamente paso a engrosar el número de recuerdos vivos de la conciencia que les ayudará a orientarse en el futuro. Cuando una persona ama intensamente a otra, su vida estará repleta de acontecimientos vitales de importancia tremenda para el futuro, pero cuando por vez primera Uds. se ponen en contacto con su Maestro, con el Maestro que les tiene que llevar a la Iniciación, aquel recuerdo borra todos los recuerdos, se convierte la esencia de los demás recuerdos, porque por vez primera en su vida se han puesto en contacto con la Verdad, con la Luz, y esto es precisamente el recuerdo que Uds. tendrán a su debido tiempo, cuando Uds. ingresen conscientemente en un ashrama y se hallen frente a frente con su Maestro, se darán cuenta de que siempre lo han conocido, que no es este momento el único que se han puesto en contacto con él, sino que constituye un recuerdo querido que triunfó del tiempo y de las circunstancias, y este es precisamente el recuerdo que todos tendremos que tener algún día, porque en virtud de las Leyes de la Gran Fraternidad Blanca, todos estamos navegando en el mismo barco que lleva a la Iniciación, unos llegarán primero y otros después, pero todos están marcados por el sello de Dios y el sello de Dios es aquel que cuando se asienta fuertemente en el alma de los hombres, los capacita para ser hechos —como se dice místicamente— a su propia imagen y semejanza, lo cual si Uds. están muy atentos, se darán cuenta de que tiene mucho que ver con la Ley de los Arquetipos, a los cuales nos hemos referido anteriormente. Todos estamos creando un Arquetipo, en un principio el arquetipo es falso, deformado, no contiene la simiente viva de la inspiración, estamos creando un arquetipo a base de recuerdos, de lo que fuimos, de lo que logramos atraer a nosotros del profundo seno de nuestro propio átomo permanente, pero finalmente se hará la luz en el interior, reconoceremos la ley y acataremos sus dictados, y nos convertiremos en Uno que puede controlar y dirigir su esquema, tal como en los altos niveles realiza el hombre celestial de nuestro Esquema Terrestre, del Logos Planetario, del Señor del Mundo.
Pregunta - ¿Qué significado tienen los cantos de los Ángeles?
Vicente - Bien, entonces primero tendríamos que educir un oído muy silenciosamente expectante para oírlos o ¿es que alguien ha oído cantar a los Ángeles para saber cómo y de qué manera? Suponga que yo le digo que he oído cantar a los Ángeles, ¿es una suposición, verdad?, ¿cómo podría decírselo si Ud. no ha estado en un nivel en que puede oírlos, en el cual Ud. se siente identificado conmigo mismo? Lo que sí puede decirse, que los ángeles tienen su expresión mística, nosotros nos comunicamos con palabras, los Ángeles se comunican con música, no la música conocida y menos la música moderna naturalmente, me refiero a la música, porque la música mejor que conocemos nos viene filtrada desde el plano búdico por los Grandes Señores de la Música, los mismos que en su tiempo crearon el lenguaje humano. ¿Qué conocemos de los Ángeles? Por mucho que digamos, será difícil penetrar en su divina naturaleza, debido a que somos muy humanos y lo malo de todo es que no queremos desplazarnos de esta personalidad humana, por tanto nuestros oídos permanecen sordos a las voces de los Ángeles y nuestros ojos no los pueden percibir, sin embargo ahí está la luz que es una representación angélica, ahí están las corrientes etéricas mediante las cuales yo puedo comunicarme con Uds. y Uds. pueden escuchar mis palabras, es un misterio, es un milagro permanente el Ángel, como lo es el fuego, el aire, el agua o la tierra, son misterios angélicos, pero ¿acaso no podemos escuchar la voz de un ángel cuando escuchamos el fluir de un arroyo en la montaña?, o cuando escuchamos las olas del mar o el silbido del viento o el fragor de la tormenta o una erupción volcánica. Uds. dirán, esto no es música, sin embargo es música, es la música de la naturaleza, y la naturaleza es angélica, no lo olviden, estamos aquí envueltos en una aura angélica. Hay que saber distinguir estas fuerzas, hay que saber acoplarlas, hay que saber interpretarlas, hay que saber vivirlas, poquito a poco se irá realizando, porque tal es la Ley, llegará el momento en la vida del planeta en que la Gran Fraternidad de los Ángeles y la Gran Fraternidad de los Seres Humanos se darán la mano, entonces comprenderemos el valor de la palabra fraternidad, que hoy solamente tiene un concepto, el del amor humano, pero vayan preparándose Uds. para la gran revelación angélica que precede a la instauración o la reaparición de la Jerarquía en la Tierra, para revelar al hombre divino o al Gran Avatar, y se darán cuenta de que en realidad todos los que estamos aquí estamos trabajando en esta dirección, nos demos cuenta o no, en virtud de ese trabajo que estamos realizando dentro de nosotros mismos, nos estemos idealizando como seres humanos en ciertos momentos místicos y nos estamos aproximando sin darnos cuenta al Reino de los Ángeles y se produce ese silencio, esta quietud mística. Para mí el que tenga oídos para oír y el que tenga ojos para ver, será consciente de que estamos envueltos dentro del aura de los Ángeles constantemente, tanto ahora como en nuestra vida social, la vida comunal, en la vida familiar y aún dentro del espantoso cataclismo que producen los hombres sobre la Tierra, siempre veremos Ángeles por doquier.
Y ahora por favor, un poco de silencio.
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
13-Octubre-1984