CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA
 


 
 

Magia Organizada Planetaria

Las Escuelas de Entrenamiento Mágico.

Barcelona, 8 de Marzo  de 1.986

 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Magia Organizada Planetaria

Las Escuelas de Entrenamiento Mágico.

 

El tema de la Magia es importantísimo no porque sea algo esotérico sino porque es genuinamente práctico. Explicar sueños y romanticismos espiritualmente crea karma; entonces, hay que ser científicos y prácticos al enfrentar el tema de la organización de la magia, que es lo que tratamos de hacer en estas charlas y conferencias.

 Hemos visto que las tres grandes vertientes de la Magia son: el Misterio, el Sacramento y la Liturgia; éstas tres vertientes son la expresión, hablando en términos de energía, del Espíritu, del Alma  —Alma o Ángel Solar—, y de la Personalidad. Sin embargo, al analizar más profundamente la temática, y después de ver esta analogía entre Misterio y Mónada o Espíritu, entre Sacramento y Ángel Solar, y entre Personalidad y Liturgia, puede surgir el interrogante: ¿Dónde se aprende magia en nuestro planeta? Pues forzosamente siendo una ciencia, lógicamente tendrá que ser impartida en algún lugar del planeta. Quisiera conversar con Uds. hoy, acerca de las Escuelas de Entrenamiento Mágico.

 Todas las personas que han estudiado esoterismo saben que dentro del dilatado Ashrama del Señor del Mundo, de Sanat Kumara, hay tres grandes aulas de entrenamiento y enseñanza espiritual, se denominan: el Aula del Aprendizaje, el Aula del Conocimiento y el Aula de la Sabiduría. El Aula de la Ignorancia, como suele decirse también de la Escuela de Aprendizaje, es para todos los aspirantes del mundo, todas aquellas personas de buena voluntad y con cierto grado de inteligencia para comprender el valor oculto de ciertos hechos y ciertas cosas que se imparten en el mundo espiritual.

En el Aula del Conocimiento están englobados todos los discípulos del mundo, sabemos que hay tres tipos de discípulos hablando esotéricamente: los Discípulos que están en Observación, los Discípulos Aceptados y los Discípulos en el Corazón del Maestro. Todos estos discípulos reciben entrenamiento espiritual en el Aula del Conocimiento. Después, a partir de la 3ª Iniciación se imparte conocimiento en el Aula de la Sabiduría, el Aula de los Grandes Magos, tal como esotéricamente suele decirse. Hay una escuela extrasolar, que se llama la Escuela de la Cósmica Oportunidad, en donde los Grandes Adeptos se están preparando para ser Dioses, para ser creadores de mundos, de esquemas planetarios y de sistemas solares, pero naturalmente, esta escuela está más allá y por encima de nuestro entendimiento.

Nos interesa fundamentalmente hablar de la Escuela de los Aprendices, porque aprendiz de mago es todo aquél que empieza a sentir dentro de su corazón el ansia de algo superior. Es un sentimiento vago que no puede ser descrito intelectualmente. Es una “propensión hacia”, ¿hacia dónde?, hacia adentro, hacia el ser interno. O hacia lo alto, hacia Dios, hacia la gran trascendencia.

Todos estos aspirantes que siguen entrenamiento mágico en la Escuela de Aprendizaje, vienen a representar en cierta manera, aquello que se aprende en los primeros grados de la masonería clásica. Tiene por objeto que el aspirante empiece a discernir el valor oculto de las cosas. Se le enseña a ver a través del velo de la forma, empieza a comprender el sentido de la vida y de la creación, porque se le está mostrando de una manera significativa y práctica lo que es un ángel, lo que es un deva, y lo que es un elemental constructor. No puede comandar todavía a la legión de devas que constituyen los "hijos del espacio", es decir, aquello que produce el movimiento etérico en cualquier manifestación ostensible como por ejemplo: la luz y el sonido.

Se aprende a distinguir entre estas jerarquías, y empieza también a recibir aquel entrenamiento mágico mediante el cual puede distinguir perfectamente la distinción que existe entre él y sus cuerpos. Primero, porque reconoce que él es la autoridad que preside toda su manifestación, su universo microcósmico. Segundo, porque aprende a distinguir perfectamente al morador del cuerpo en el sentido etérico, es decir, comprende quién es el cuerpo, y se da cuenta por primera vez que el cuerpo no es una entidad mecánica solamente, sino que es también una centralización de energías a través de una entidad que esotéricamente llamamos: “El Constructor Elemental", el que construye el cuerpo. Distingue —aunque no puede controlarlo—, al morador de su cuerpo astral, y también en cierta manera, el principio mediante el cual se estructura su unidad mental o cuerpo mental, que es lo que está a nuestro alcance en la actualidad.

 En el Aula de los Conocedores el trabajo es más intenso, hay una perspectiva de conocimiento mucho mas dilatada. El discípulo que allí recibe entrenamiento espiritual empieza por primera vez a controlar a los devas del cuerpo físico y a los devas del cuerpo astral. Los ve aparte de sí mismo, y no ve dos cuerpos. Ve dos entidades que han creado aquel cuerpo, y que el cuerpo y aquellas emociones, y aquellos deseos, ya no pueden jamás volver a formar parte de su equipo en un sentido autoritario. Él comanda los cuerpos, él rige el destino de las innumerables vidas que constituyen, por agrupación, por selección, a través del átomo permanente de lo que es él.  Él  comanda aquella cosa, es el señor de aquellos cuerpos. Llega el momento que dentro del Aula del Conocimiento adquiere una posición muy similar a la que en masonería clásica es el grado 33, que es la 3ª Iniciación Jerárquica, y entonces, empieza a distinguir perfectamente al elemental constructor de su cuerpo mental. Ya tiene en su poder el morador del cuerpo físico, el morador del cuerpo astral y el morador del cuerpo mental, y él es el Señor de los tres cuerpos, entonces, pasa a ocupar una misión muy definida dentro del Ashrama dentro del cual se halla ubicado, pues hay que comprender que todo este entrenamiento se está impartiendo en los Ashramas de la Jerarquía.

Sabemos que hay siete Ashramas Principales gobernados por un Chohan de Rayo y siete Ashramas, dependientes de este Ashrama Principal que está dirigido por siete Adeptos, cada cual en su propia línea de Rayo. Quiero significar con esto que habrá una enseñanza muy distinta dentro del trabajo mágico, si es en un Ashrama del 1º Rayo o si es del segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto y séptimo, debido a la distinción y a las características del propio Rayo, y a las energías que este Rayo transporta al planeta a través de los Chohanes de Rayo. Entonces, estamos hablando aquí en términos generales, en cualquier Ashrama, lo que se enseña, no el procedimiento, no la técnica, sino el proceso general.

Y tenemos también la Escuela de la Sabiduría o el Aula de los Sabios a partir de la 3ª Iniciación, que es aquella iniciación definida místicamente como de La Transfiguración. Existe una oportunidad ya, de lanzarse a la gran corriente del propio Logos Planetario; van sucediéndose, a través de la enseñanza mágica, todo el proceso de activación de los centros y de todo el compuesto molecular que constituye cada uno de los cuerpos. Tal como técnicamente se dice, empieza a gobernarse los cuerpos y el espíritu, porque el trabajo del Iniciado en el Aula de los Conocedores es solamente aprender a distinguir y a controlar los tres cuerpos. Aquí se trata ya de crear un punto de arranque que va, desde el plano búdico hacia arriba, por eso se le llama de los sabios. La sabiduría está en este lugar definido del Ashrama.

Y tenemos entonces, lo que se llama técnicamente un hombre sabio, que es el Adepto, es decir, aquel bienaventurado ser que ha logrado penetrar dentro del quinto recodo del gran camino cósmico, es decir, la 5ª Iniciación, de La Resurrección, mediante la cual el Iniciado se ha convertido técnicamente en aquello que en masonería llamamos El Gran Maestre. El Gran Maestre con los grados 33, constituye realmente un equipo que está siguiendo —aunque imperfectamente, hay que decirlo todo—, aquellas reglas santas, dictadas en el pasado por el propio Rey Salomón, el Gran Iniciado, y que se han perdido a través del tiempo, y que no todo el mundo ha logrado recoger esta fragancia en sí de los poderes ocultos y de la magia.

 Esto, como verán es una simple exposición de lo que son las Escuelas de Magia dentro de todos y cada uno de los Ashramas de la Jerarquía. Hay algo, sin embargo, que quisiera discutir o hablar con Uds., que es una escuela intermedia entre los hombres y los devas, pues el hombre y el deva constituyen el eje de la magia. No existe un universo si no hay un Logos Creador y si por polaridad, por ley, no existe también un Arcángel Constructor. Por lo tanto, son dos caminos paralelos, y sin embargo, siempre están entrefundidos o entrelazados. Pues tal como esotéricamente sabemos, el hombre piensa y el ángel construye, es la expresión más práctica de aquella gran locución oculta que dice: La energía sigue al pensamiento, es decir que la magia va creciendo con el hombre, va creciendo con el ángel, y éstas escuelas, a las cuales se acude a partir del Aula del Conocimiento y penetrar en el Aula de la Sabiduría.

Es una escuela muy distinta de las demás, porque es la escuela mediante la cual el hombre puede adquirir el poder del deva y el deva puede adquirir el poder del hombre, constituyendo a su debido tiempo, aquello que llamaremos en una etapa posterior el Andrógino Perfecto. El hombre perfecto siempre es, mitad hombre y mitad ángel, y a ésta escuela precisamente se le llama: Escuela de la Unificación Humano-Dévica, porque allí se está aprendiendo de una manera incomprensible para nosotros las técnicas de la unificación, las técnicas que se iniciaron en los primeros grados de aprendizaje, cuando se le enseñaba al aspirante lo que era un elemental, lo que era un deva. Porque no podía pasar más adelante de aquí. Sin embargo, a medida que iba creciendo internamente, empezaba a comprender lo que es un ángel, un ángel con todo su esplendor y finalmente comprenderá más adelante lo que es un Arcángel o un Mahadeva, más allá del deva, porque hay que suponer de acuerdo con la analogía, que de la misma manera que la Escuela de Aprendizaje esotérica de la magia, es comparable a la educación general básica, y que la Escuela del Conocimiento puede semejarse a la escuela secundaria, sabemos también que la Escuela de los Sabios es la escuela universitaria. Pero hay más que todo esto, porque hay Escuelas Planetarias, Escuelas Solares y Escuelas Cósmicas, y Escuelas donde se aprende a manejar Constelaciones.

Sin embargo, los rudimentos, los principios, la base, está aquí en lo que estamos diciendo, en la comprensión de que existe una entidad aparte del hombre, que cuando él piensa está construyendo mediante sus pensamientos, que cuando está deseando está creando a través del deseo, y que cuando está sintiendo, actualizando una actitud física, también está siendo estimulado por las fuerzas instintivas de los devas inferiores. Entonces, como les decía, si no tuviese nuestro estudio de la magia un estimulo práctico, ¿de qué nos serviría?

Por lo tanto, ¿cuál es la base genérica por decirlo así de nuestras conversaciones?, sino que el hombre comprenda que él es su destino, que lo está creando conjuntamente con una entidad que está tan entrañablemente unida a sí que no se da cuenta, hasta que ha alcanzado un cierto nivel espiritual, y se da cuenta realmente de que él no es el pensamiento, de que él no es el deseo, de que él no es la acción física, sino que él manda el pensamiento, o debería mandarlo, y que manda los deseos o debería mandar sobre los deseos, o que comanda el cuerpo físico, lo cual tampoco hace todavía. Entonces, se trata de comprender la base del entrenamiento, si sabemos que nosotros somos un dios creador, que en algún nivel determinado está siendo estimulado por ciertas fuerzas desconocidas, unas fuerzas que están por aquí, que no vemos, que son los "Señores del Espacio", que son los señores que gobiernan los ambientes sociales, que son los creadores de la cultura y de la civilización de los pueblos. Porque nosotros sin ellos, sin los devas, no podríamos hacer nada. Pensaríamos y el pensamiento siendo una potencia magnífica, de carácter eléctrico, si no encontrase una respuesta en los hijos del espacio, ¿qué sería del pensamiento? No podríamos gobernar ninguna parcela de nosotros mismos, ninguna parcela de la sociedad, porque estaríamos inmersos en un caos, sin autoridad, sin gobierno, sin conciencia de yo. Lo que precisamente a nosotros nos convierte en los grandes pensadores y en los grandes magos, es ese sentido de la propia conciencia, de la autoconciencia, de que nosotros somos realmente singulares y que nadie podrá alterar jamás —cuando tenemos firmemente esa comprensión— el destino de nuestra vida.

Así, habrá que repetir siempre, a pesar de las enseñanzas que se impartan sobre magia, que la verdadera magia existe sobre esta comprensión. La comprensión primero, de quién soy Yo y quiénes son nuestros cuerpos. No lo que son nuestros cuerpos, sino quiénes son nuestros cuerpos; y entramos en las grandes avenidas de síntesis, porque entonces estamos llevados por el espíritu de reconciliación hacia aquello que antaño criticábamos, y sin embargo, aquellos hijos del espacio de los cuales nos hemos apoderado para crear nuestros cuerpos de carne, o de mente, o de deseo, son aquí nuestros servidores y al propio tiempo aquellos que nos oprimen con su ley. Porque su ley es la resistencia al Yo, es decir, que forman parte del no-yo, son fuerzas ciegas y nosotros tenemos el deber como magos de volver estas miles de vidas en seres inteligentes; darles nosotros mismos el consejo de apreciación de nuestra propia singularidad.

Hay que crear dentro del conjunto celular del cuerpo, de la mente y del deseo, aquel punto de regeneración mediante el cual se produce redención. ¿Qué es redención técnicamente hablando?, sino la regeneración del hombre que se trasmite por reacción a sus células. ¿Cuándo se hace el hombre inteligente? Cuando todo su contenido celular ha sido iluminado por la conciencia del propio Yo, pero el Yo no puede iluminarse en tanto esté preso de los hijos del espacio que están en el cuerpo, en la mente y en el cuerpo emocional. Y a partir de aquí, fíjense Uds. si resulta práctica la idea de la magia, desde este punto de vista, desde esta consideración aparentemente tan lejana y sin embargo tan cercana de nosotros.

Estamos viviendo de la magia, somos la magia, somos todo cuanto hemos construido, por lo tanto, depende de nosotros la creación, el destino que demos a aquellos servidores del espacio que hemos aprisionado, y hay que liberarlos a toda costa mediante el sistema. Primero, de regeneración mental que corresponde al Yo, y después, de redención de la sustancia que corresponde al grado de Yo o de Luz que podamos penetrar en esta sustancia. Es decir, en aquellos que han creado la sustancia, en aquellos que han creado la forma, que son nuestros servidores, y partir de aquí viene el estallido final: La Iniciación.

Cada vez que hay una Iniciación son liberados una cantidad impresionantes de aquellos que están presos en nuestros cuerpos, son redimidos, son enaltecidos, son elevados de su propia condición, ¿y quién ha producido el gran milagro?  nosotros, si hemos cumplido perfectamente con nuestro deber, nuestro deber social hacia ellos. Somos caritativos con los demás, y cuando se habla de caridad no es egoísta la frase, caridad hacia aquello que constituye lo que decimos "nuestro yo", que es nuestro cuerpo, que es la emoción en el cuerpo, es el deseo o es la mente, que no es el Yo, que es el instrumento del Yo.  Pues todo esto tiene que estar presente en nuestras mentes, cuando hablemos de magia, cuando oigamos lo que es la magia, y podamos decir con justicia que la magia somos nosotros viviendo. Y que el vivir social, sea consciente o no sea consciente, ¿de quién dependerá sino de nosotros mismos? ¿Qué es lo que hace un buen ciudadano? El equilibrio que existe entre él como conciencia y aquel conglomerado de células que constituyen la rémora a través de la cual se manifiesta en el tiempo. Pues si hay equilibrio entre el cuerpo, la mente y el deseo, el Yo se siente liberado, porque hay un equilibrio, y precisamente, lo que trata de hacerse aquí es un equilibrio, una síntesis. Que el cuerpo esté siguiendo los impulsos del propio Yo, no el instinto de la materia, que el deseo se haga inteligente y se convierta en aspiración superior, y que la mente concreta, la mente intelectual, se convierta en intuición: el Don de los Dioses; y el poder interpretar a Dios siempre es inspiración, revelación; es decir, lo que anteriormente decíamos: Regeneración.

Nos estamos regenerando, nos estamos vitalizando, estamos tratando de vivir, y hay que tratar de vivir desesperadamente, pues si no lo hacemos jamás seremos magos conscientes. Seremos magos, sí, porque tenemos en virtud de la autoconciencia un Yo que piensa, un Yo que siente, un Yo que habla y actúa, pero lo que interesa es que esto se esté ordenando de una manera tan inteligente y armoniosa que produzca una serie de personas en la vida que realmente constituyan la levadura de los nuevos tiempos, aquello que podríamos decir: Un agente social para la nueva civilización.

 Todo esto estoy seguro de que Uds. lo saben; hay que penetrar, sin embargo, muy profundamente en aquello que sabemos, porque siempre dentro de aquello que sabemos, siempre hay un rinconcito de algo oculto, y cada vez que estamos penetrando en aquello oculto descubrimos nuevas cosas, acerca de la magia o acerca de cualquier otra expresión de vida en la naturaleza. Sin embargo, la técnica suprema de la magia, ¿de quién la hemos aprendido sino de Dios? Dios, el Gran Mago que ha creado el Universo, lo ha creado de una manera similar a como nosotros hemos creado nuestro cuerpo, en virtud de la intención, de la voluntad de ser, del propósito de realizar, o de la magia de las costumbres, o de la magia de la liturgia. 

Naturalmente, cuando hablamos de liturgia, ya estamos en lo más práctico de la cuestión, pues cuando la vida de Dios que es un misterio, a través del sacramento que es el Alma, se transforma en una liturgia adecuada para poder transportar las energías del Espíritu hacia nosotros, y habrá que hablar de liturgia.  Sin embargo, ¿qué es Liturgia?, ¿acaso esto no es una Liturgia? Estamos hablando, estamos escuchando, ¿saben Uds. que escuchar es una forma de hablar? Estamos dialogando, por lo tanto, es una liturgia esto que estamos realizando, no simplemente una liturgia, por ejemplo religiosa o mística, una liturgia práctica, que cuando se lleva a la perfección al hombre lo convierte en un Iniciado.

¿Saben Uds. que se puede alcanzar la categoría de mago escuchando atentamente? O hablando atentamente, o viendo todo con atención, con una observación serena. Pero estamos tan distraídos que la fuerza de la magia se nos escapa por la diversión de la mente. Y esto es lo que hay que tratar de evitar, hay que tratar siempre de pensar que el destino del mundo depende de nosotros, que no se crea al azar, nosotros que somos parte del mundo tendremos que trabajar en esta condición, de ésta manera nueva de afrontar la situación, de ésta nueva forma de vivir, hasta crear un ideal en nosotros mismos, un ideal que sea el reflejo vivo de la Vida de Dios en nuestra existencia.

 Podríamos extender estas ideas a través de sus propios interrogantes, porque lo que hoy hemos dicho, a pesar de ser sencillo, es muy extenso en su expresión, o en sus resultados, por lo tanto, vamos a ver si a través de sus preguntas podemos ampliar mucho más esto que acabamos de decir.

 

Pregunta - Has empezado diciendo que la explicación de los sueños crea karma; no me quiero meter porque es un campo muy resbaladizo y cada uno tiene sus experiencias y sus propias interpretaciones, ahora bien, hay sueños conscientes a través de los cuales el pequeño yo que está en la cama aprende cosas, creo, reflejadas de lo que estamos aprendiendo arriba, ¿puedes explicar qué manejo se crea por ahí?

Vicente - Es que cuando decirnos sueños hay que referirse a la evolución del subconsciente cuando estamos durmiendo. Yo hablo de un sueño, por ejemplo inalcanzable, y creo un campo muy romántico pero muy poco efectivo y práctico. Sin embargo, la mayor parte de la enseñanza mágica se realiza de noche y cuando el cuerpo del aspirante o del discípulo —o del Maestro si tiene cuerpo físico—, está descansando.  Hay que distinguir entre el sueño y la realidad. Todos soñamos cosas, ¿ y qué es el sueño en realidad? El resultado del deseo. Lo que deseamos o lo que tememos, porque temer es una forma de desear también. Entonces, el temor o el deseo crean un campo propicio para desvelar los secretos dormidos de la subconciencia, y entonces surgen escenas de las cuales nosotros somos protagonistas. Pero, ¿qué es lo que define el sueño de una realidad? La autoconciencia.

Nosotros en el sueño lo vemos todo pero no nos vemos a nosotros mismos, pues si nos viésemos a nosotros mismos, con toda la plenitud del sueño, es que éramos autoconcientes, y entonces ya no es un sueño: es una realidad. Soñamos lo que amamos, el deseo; soñamos lo que tememos, el deseo; soñamos cosas imposibles, el deseo, ¿por qué? Porque en nuestra vida personal tenemos tan poca suerte, obtenemos tan pocos resultados, que realmente todo aquello lo transportamos al subconsciente, y el subconsciente entonces se lo traslada a la conciencia en sueños —no la autoconciencia, la conciencia en sueños o la conciencia del sueño—, y le presenta un programa de lo que desea o de lo que teme, ¿y entonces qué surge? Surge algo que no es una realidad.

Existe, sin embargo, el sueño claro, donde existe una cierta autoconciencia. Por ejemplo, cuando nos damos cuenta que estamos soñando, y creo que todos hemos tenido una experiencia parecida, darse cuenta que estamos soñando, es el principio de la autoconciencia. Si nos diésemos cuenta siempre de que estamos soñando ya no soñaríamos, todo aquello sería una vivencia en otro nivel, en otro plano. Pero seríamos nosotros con un grupo de circunstancias a nuestro alcance que podríamos adquirir, compenetrarnos con ellas y transportar al cerebro físico, y entonces, sería una continuidad de conciencia y no el resultado de un cortocircuito dentro de la conciencia.

Bien, existe otra clase de expresión que no es sueño, no es sueño claro y que es una vivencia; que es cuando adquirimos merced al entrenamiento mágico en nuestro Ashrama, el poder de ser autoconcientes en el plano del sueño o en el plano del deseo, y nos trasladamos a voluntad, somos tan conscientes del cuerpo astral como del cuerpo físico, y en aquel momento nosotros podemos discernir. Quizás haya un grupo de circunstancias o revelaciones que no están todavía a nuestro alcance en aquel nivel donde somos autoconscientes, como sucede con el campo físico, pero sin embargo, ya no soñamos, cuando dejamos el cuerpo vamos donde nuestra voluntad nos guía, o donde quiere ir la voluntad.  Esto, cuando llega el momento en que hemos trascendido varias iniciaciones, este mismo viaje que se hace astralmente lo hacemos a través del cuerpo mental, es decir, que no somos mentalmente inspirados, sino somos la propia inspiración mental porque somos mentalmente autoconcientes, que es el Iniciado.

El Iniciado de la 3ª Iniciación cuando ha sido completamente transfigurado, en el Monte Tabor de su propia conciencia, aprende a distinguir perfectamente él, dentro del grupo de circunstancias mentales que le rodean, es como si estuviese en el cuerpo físico, la sensación de los cinco sentidos, vista, oído, olfato, gusto y tacto; los tiene correctamente allí en aquel plano; igual que en la 2ª Iniciación sucede con el plano astral,  al ser autoconciente en el plano astral se puede tocar el cuerpo, su propia sutilidad le permite esta autoconciencia, ha aumentado la vibración del cuerpo, pero también ha aumentado a un nivel proporcional la voluntad de su Espíritu, y puede controlar perfectamente todos estos cuerpos. Y cuando se convierte en un Iniciado que ha trascendido la 3ª y hasta la 4ª Iniciación, empieza a soñar con los sueños de Dios, puede comprender lo que ocurre dentro de este cuerpo magnífico de la Divinidad que es todo su Universo. Es decir, que hablando muy esotéricamente, el Iniciado puede penetrar en los recuerdos de Dios, y el recuerdo de Dios se convierte en una inspiración o en una liberación, y a través de los recuerdos de Dios que ha trascendido aquello, el Iniciado aprende a través del pasado de Dios a ser Dios, y es algo que hay que analizar porque forma parte de la enseñanza de la magia.

Un sueño es algo mágico a pesar de todo, porque es el aglutinamiento mediante nuestro deseo de la energía en el plano astral, de aquello que amamos o de aquello que tememos, de aquello que queremos aprender o de aquello de lo cual intentamos huir, todo esto constituye el espejo mágico de los sueños. Una célula de nuestro cuerpo que tuviese una cierta conciencia se apoderaría seguramente de algún recuerdo subconsciente, y para aquella célula aquel recuerdo subconsciente seria una revelación, pues lo mismo sucede con los grandes Iniciados cuando han logrado adquirir mediante su penetración, su observación dentro del Espacio de Dios, de alguno de sus recuerdos o experiencias, y entonces puede asimilar aquellos recuerdos y experiencias en su propia vida y convertirse en un conocedor o en un sabio.

 

Interlocutor - ¿En el plano físico también estamos soñando?

Vicente - Estamos imaginando, nada hay más parecido al sueño que la imaginación, y hay que distinguir que la imaginación no es mental, es un impulso del deseo, imaginamos por deseo también, en tanto que cuando visualizamos con intención estamos utilizando materia mental. Hay personas que están soñando, es decir, entreteniéndose con sus imaginaciones, y aquellas imaginaciones, siendo producto del deseo son sueños, aunque aparentemente no nos hayamos movido del cuerpo físico; ¿pero dónde está nuestro corazón, nuestro deseo? Está allí donde está la imaginación, y el hombre es aquello que imagina, ya que no podemos ser aquello que pensamos porque nuestra mente no es poderosa todavía, sí podemos ser aquello que imaginamos. Imaginamos que somos un rey y lo somos, en virtud de todo aquello que nos suministra la visión de lo que hemos adquirido en el pasado, de las películas que hemos visto, de los cuentos que de pequeños nos han contado, de lo que hemos leído y de lo que estamos viendo constantemente. Cuesta muy poco imaginar que somos un rey, pero es un sueño, no nos movemos del cuerpo, pero estamos soñando. El pensamiento es muy distinto, el pensamiento por su propia impersonalidad, se demuestra siendo siempre lo que es, por lo tanto, puede provocar situaciones. Dice: Estoy aquí y quiero situarme allá, sin sueños, sin dejar la mente vagabunda o errabunda, la mente en su sitio y el pensador observando a través de la mente.  ¿Qué es lo que hay que hacer?, se pregunta el pensador, y utiliza la mente para transportar qué es lo que quiere ser. Pero no surge del sueño, surge de una realidad que es Él mismo, dándose cuenta de una situación o de un problema, y está tratando de liberarse del problema, es decir, de resolverlo. No es un sueño, es una realidad. Hay que distinguir entre el sueño de la imaginación y la realidad del pensamiento o del pensador a través del pensamiento.

 

Leonor – Entonces, un ser cuando está dormido, muchas veces sus sueños o sus pesadillas pueden ser producto de una mala digestión o de haber visto muchas películas o de sus problemas particulares, etc., que se remueven allí dentro del plano astral. Pero también hay sueños premonitorios, también a veces mezclados con cosas vanas, pero que estos sueños son de cosas que todavía no han sucedido, y que por lo tanto, no están en todo este bagaje del cuerpo físico, del mundo de los deseos que lleva dentro. Entonces, hay muchas cosas que suceden, que entonces puede ser que sea quizá el pensador que lo ha captado en los planos etéricos, algo que tiene que llegar, porque por aquí llega más pronto que en el plano físico. ¿Puede ser eso, verdad?

Vicente - Sí, y tanto. Cuando estamos durmiendo, y entre un sueño y otro sueño hay un vacío, a veces a través de este vacío se penetra una realidad. ¿Quién no ha tenido un sueño premonitorio, de soñar algo que después le ha pasado? Pero cuidado, que esto no es un sueño, es una pequeña revelación premonitoria de algo que tiene que suceder. Con el tiempo aprende el discípulo —que suele tener muy frecuentemente este tipo de revelaciones—, a liberarse de los efectos de aquello que se le indica en el sueño. ¿De qué me sirve a mí por ejemplo que me digan que mañana me voy a caer y me voy a romper un hueso si no puedo evitarlo? Es como aquél que astrológicamente sabe que le tiene que suceder algo, va pasando el tiempo o perdiendo el tiempo,  ¡si no puede evitarlo! Pues bien, todo esto sucede debido a que ha habido dentro del sueño un vacío en el propio sueño.

¿Qué sucede con la intuición que está en un nivel muy avanzado? Cuando entre dos pensamientos hay un vacío se cuela la intuición, o cuando el pensamiento se va distanciando de sí mismo cada vez más y más, queda un vacío en la mente y este vacío es el alma de la inspiración. No hay nada que oculte el velo o que permita que el Dios Solar penetre dentro del cerebro, está vacía la mente, no es un vacío negativo ¡por favor!; es el vacío del dinamismo de la acción. Cuando una persona está más vacía es cuando está más llena, ¿llena de qué?, de algo que desconocemos, llamémosle intuición, o plenitud o paz. Porque la paz no puede venir si no es a través de un vacío, vacío de nosotros mismos, naturalmente; y naturalmente hablamos de autoconciencia, y hablamos de autodeterminación, hasta que llega un momento en que esto no es necesario tampoco, al ascender por la Gran Ruta de los Dioses, cuando nos damos cuenta de que la propia autoconciencia desaparece, será reemplazada por la conciencia del propio Dios, y entonces sucede aquello que llamamos: La liberación.

La liberación siempre es el vacío de nuestro ser, llevado a sus extremos límites hasta rebasar las fronteras del círculo no se pasa de la conciencia, es decir, la fusión del Ser Inmanente con el Ser Trascendente. Cuando el Dios pequeño se une con el Dios grande, por decirlo así, se produce la Liberación. Pero, ¿qué sucede? Aquí hay un misterio;  el misterio que hacia exclamar a los antiguos místicos de que iban a perder su propia autonomía espiritual, que su propio yo iba a ser destruido, que iba a perder la autoconciencia, y que entonces, no puede manifestarse como entidad autoconciente. Pero no es así, porque la Conciencia Universal, la Conciencia Cósmica es semejante no a la pequeña gota individual que se sumerge en el océano de la vida y se pierde allí, se aniquila —la conciencia y la autoconciencia—, sino que es el Mar de la Vida, el Océano de la Liberación de Dios que se introduce dentro de la pequeña gota. Entonces, tenemos la autoconciencia de los Dioses, porque somos Dios a través de la forma que estamos manifestando, y en cierta manera todos somos Dioses, lo tenemos todo a nuestra disposición para serlo, falta que nos demos cuenta, lo que decía Annie Besant: "Todo lo tenemos ya, sólo hay que alargar la mano y cogerlo" pero nunca alargamos la mano, estamos soñando, ¿es más fácil soñar que esforzarnos verdad?

 

Pregunta -¿Cuál es el papel en nuestra evolución, en nuestro aprendizaje, del Ángel de la Presencia y del Morador en el Umbral?

Vicente - Bueno, el Ángel de la Presencia y el Morador del Umbral son la misma entidad dentro del hombre, es el hombre. El hombre, siendo en todo un reflejo de la polaridad, tiene instintos buenos e instintos no tan buenos, o malos; y a través del tiempo mediante la tradición, a través de los actos que hemos realizado en bien, creamos una autoridad en nosotros que llamamos el Ángel de la Presencia. Por otra parte, todos los actos que hemos realizado durante toda nuestra vida, o todas nuestras vidas ; actos contra los demás, el egoísmo, los celos, la envidia, todas las dificultades humanas; han quedado congregadas dentro de nosotros mismos a través de otra entidad, y a esta entidad la llamamos el Guardián del Umbral o el demonio. El ángel y el demonio están en nosotros, no son una creación de las iglesias, el bien y el mal están tan ocultamente en nosotros que no sabemos distinguirlos, ora obramos bien y ora obramos mal, depende de los humores, de nuestra conciencia, depende del ambiente, de las circunstancias, del karma, del destino, corno Uds. quieran llamarlo. Pero en todo caso, ¿qué sucede?, sucede que nosotros hemos creado lo que se dice el bien y el mal. Cuando existe una preponderancia del bien sobre el mal, tenernos unas características que pueden ser englobadas dentro del campo de los aspirantes espirituales o de los discípulos; y cuando el mal es tan grande que llega a convertirse en una carga social, o que somos tan antisociales que hemos creado una entidad realmente nefasta para los demás, entonces hemos creado un demonio tentador que nos acompaña siempre.

¿Dónde está el cielo, dónde está el infierno sino en nosotros mismos? Tantos siglos de decirnos que el cielo y el infierno son lugares, cuando son estados de conciencia. Además, suponiendo remotamente que existiesen estos lugares, ¿quién iría a estos lugares?, no porque exista el cielo y el infierno, sino porque el cielo y el infierno están en nosotros, y forma parte del sistema de entrenamiento de la magia, el ver la distinción que existe entre el demonio tentador o el ángel auxiliador; vamos a decirlo también de otra manera: el Ángel de la Presencia se refiere también al Yo Superior y trascendente o Ángel Solar; y el yo inferior, la resistencia de los cuerpos a la voluntad de este Ángel Superior que somos nosotros en esencia. Cuando se llega a esta comprensión, se hace añicos todo ese gran mecanismo teológico que se ha creado en el mundo a través del tiempo, porque la persona empieza a ver las cosas claras, el Velo de Isis desaparece, ve la verdad cara a cara. Somos nosotros los portadores de la acción creadora, los que podemos ejercitar la magia realmente, magia blanca o magia negra. Es decir, estamos sumidos en un mundo de incertezas por la propia inconveniencia social, pero más que nada por nuestros propios conformismos a las situaciones, no queremos luchar, nos entregarnos a la lucha sin resistencia, y ¿qué somos entonces ante el Dios Único que nos ha creado?

 

Interlocutor - ¿Llega un momento en que la magia se reabsorbe a sí misma hasta desaparecer del todo dentro del mundo manifestado?

Vicente - La magia es un movimiento, si la magia va creciendo con el individuo —y esta es la ley de la evolución—, jamás podrá ser reabsorbida, es un movimiento; igual que la perfección, la perfección no es un estado de conciencia, es una conciencia sin estado; lo cual significa que está la perfección constantemente manifestándose en el ser humano. La célula con el tiempo se transformará en un ser humano —vamos a decirlo así salvando las grandes distancias—, y el ser humano se está preparando para ser un Dios. Por lo tanto, la magia si fuese reabsorbida quedaría paralizada, cristalizada, en tanto, que estando en movimiento dentro de sí misma, le permite esta expansión natural que produce la liberación, y la liberación —a pesar de que sea un nombre—, no es un estado, es un movimiento, porque jamás podemos decir: Hemos llegado; lo único que podemos decir es: Voy hacia allá, y este "hacia allá" es tan abstracto que no puede ser concebido porque no existe tampoco. Vamos adelantando, tenemos ante nosotros a Dios, la Gloria de Dios, y Dios tiene ante sí la Gloria de otros Dioses Superiores, porque cuando hablamos de Dios nos estamos moviendo dentro de las esferas de este Universo, pero ¿qué sucede con los demás Universos de los cuales no sabemos nada?

 

Interlocutor - ¿No hay un momento en que el movimiento se acaba?

Vicente - No.

 

Interlocutor - ¿En que toda manifestación se acaba?

Vicente - Tampoco se acaba nada, ni el propio cuerpo se acaba. Fíjese usted, un cuerpo físico, decimos: Se acaba el cuerpo físico. Si se tiene visión esotérica o si se observa detenidamente, se ve que desde el momento mismo de la muerte empieza un proceso, un movimiento de descomposición, lo cual es un movimiento, no queda paralizado nada, hasta que no queda nada físico hay un movimiento, pero este movimiento también está en los éteres, también está en el plano astral, también está en el plano mental y también está en los planos búdicos, átmico y monádico, la ley es el movimiento, si se paraliza el movimiento ya no hay vida, porque la vida es movimiento. La vida es movimiento, y la muerte es un movimiento desconocido, porque la muerte nos aterra, y como que la muerte nos aterra no vemos el movimiento de la muerte que es vida también. Es lo que decía Krishnamurti: "El hombre que ama la vida no puede temer la muerte", porque concibe muerte y vida como un movimiento de liberación; en la muerte la liberación de las células y en la vida la liberación del hombre. Es decir, siempre estamos moviéndonos, y Uds. están atentos, están sentados, se están moviendo a grandes velocidades dentro de su conciencia porque están escuchando atentamente, en virtud de este movimiento Uds. viven y son autoconcientes, y van alcanzando progresivamente las demás esferas de movimiento, porque todo es un movimiento en el Cosmos.

 

Leonor - Bueno, yo estaba pensando en cuando se desintegra la materia de un cuerpo físico es una entrega a la materia universal; entonces allí continúa también su movimiento, porque dentro del planeta verdaderamente hay la misma materia pasando por diferentes estados, entonces, nosotros cuando nos disolvemos, nos disolvemos dentro de la materia universal, por lo tanto, tampoco podemos decir verdaderamente que morimos, bajo este aspecto, pero solamente es una unidad individual, entonces ¿tiene que haber una reconversión de esta materia para formar otro ser?

Vicente - Decimos que hay un movimiento constante dentro de la vida y dentro de la forma, cuando todo el aliento vital de un cuerpo desaparece, va a un depósito universal, un depósito universal de energía donde está todo en movimiento, y este movimiento está por etapas, o por ciclos, o por niveles. Cuando nace una criatura, ¿de dónde coge la energía que precisan los cuerpos? De la madre, primero de la madre, del aliento universal de la madre, después de lo que le ofrezca la naturaleza, que es la conversión constante, o reconversión, de todo el proceso de la vida a través de la naturaleza. Por eso la naturaleza es nuestra madre, ¿por qué?, porque está reconvirtiendo constantemente y con toda su virginidad aquello que es la Gloria de Dios. Además, sabemos ocultamente que la materia y el espíritu son de la misma esencia, el espíritu es la materia llevada a su más alto grado de selectividad, y la materia es el aspecto espíritu llevado a su más gran densidad, pero todo es espíritu, todo es movimiento; se manifiesta en forma de vida, porque no es la vida la antítesis de la muerte sino la antítesis del nacimiento, la vida está presente en su movimiento a través del nacimiento y a través de la muerte, como parte de un movimiento constante dentro de sí misma.

 

Interlocutor - Entonces, si la materia es espíritu y el espíritu es materia, ¿el bien y el mal son la misma cosa?

Vicente - Son grados. La luz y la oscuridad dentro del movimiento divino son la misma cosa, pero cuando existe más luz que oscuridad vemos la luz, y cuando la luz va siendo amortiguada no deja de ser luz. Las personas que han pasado muchos años en la oscuridad pueden ver perfectamente, ¿por qué?, porque dentro de la propia oscuridad hay luz; o cuando estamos mucho tiempo en un lugar oscuro, al cabo de cierto tiempo vemos perfectamente, ¿por qué?, porque nos hemos apoderado, en virtud de la luz que hay en nuestro interior, de la luz que hay dentro de las tinieblas. Claro que es metafísico, y hay quien no aceptará que la oscuridad y la luz puedan ser la misma esencia, pero, cómo se crea un Universo sino a través de la polaridad, a través del destino, que es también un efecto de la polaridad, del entrejuego de luces y sombras, hasta llegar un momento en que hay una redención de la oscuridad por parte de la luz, y entonces, todo se transforma en luz, como la materia puede ser reabsorbida por el espíritu hasta convertirse en espiritual. Es la ley de la evolución, pero como siempre hay partes oscuras que iluminar sigue el proceso de la liberación.

Quizá me van a tachar un poco de exuberante en los análisis, pero el hecho de que exista un Universo es porque hay necesidad de expresión de una parte de oscuridad, y es al mismo tiempo, que Dios a través de aquel Universo y a través del proceso de redención convierte la oscuridad en luz, y cuando ha llegado a la consumación de la luz y ha adquirido el grado de un Logos Cósmico, por ejemplo, ¿qué sucede?, una pequeña parcela de sí mismo tiene necesidad de surgir la luz porque hay oscuridad allí, y entonces surge un Universo, iluminado por la Intención del Logos o de Dios, y alumbrado también por la oscuridad de la materia. ¿Dónde afirmaríamos nosotros la voluntad si no existiese nada? De ahí la necesidad de que existan estas zonas de luz y zonas sombrías. ¿Qué sucede con el ángel y el demonio? Vamos al proceso psicológico anteriormente descrito, si nosotros somos realmente “Yo”, al propio tiempo somos el yo inferior y el Yo Superior, el yo malo y el Yo bueno, o el demonio y el ángel. ¿Qué sucede sin embargo?, a través de la luz del ángel podemos iluminar el demonio, hablo en términos psicológicos aplicados a nosotros mismos, no hablo nunca en términos místicos ni religiosos, es más fácil explicarlo así. Entonces, llega el momento en que la tensión de la luz sobre las sombras redime a las sombras, es decir, utilizando el símil de la célula, dentro de la oscuridad habiendo luz, nuestro espíritu iluminado está agrandando la luz que hay en la oscuridad, hasta que llega un momento que por la impulsión de ese Espíritu, el Espíritu Santo naturalmente de la Revelación, está creando esta zona luminosa, y entonces tenemos la Liberación. Cuando existe un permanente equilibrio entre la luz y las sombras, el Camino del Medio de Buda; entre los opuestos, entre el bien y el mal, ¿qué existe?, aquel que está por encima del bien y del mal que es el Yo. No sé si está explicado, pero realmente es algo que da mucho que pensar, y el darnos cuenta que nosotros somos los creadores del destino, que el destino sea bueno o malo depende de nosotros, no depende de los Señores del Karma, porque hemos encontrado la cosa fácil, decir: "Es mi karma"; claro, habiendo Cuatro Señores que se encargan de distribuir el destino yo me quedo al margen, y no es así, porque los Señores del Karma son los Señores de la Justicia, y entonces, los Señores de la Justicia obrarán sobre ti de acuerdo con lo que tú eres, con lo que tú haces, no con su justicia inexorable, entonces, por favor no digamos: "Es mi karma", digamos: "Es mi culpa", y hay que mejorar esta culpa, o hay que mejorar mis condiciones, mi mente, mi emoción, mi cuerpo, debo mejorar todo esto, ahí está el proceso, y para mí esto es práctico, es magia aplicada, es decir, la organización espiritual de la magia, considerando la magia como un proceso evolutivo de redención de la materia a través del espíritu.

 

Pregunta - ¿Existen fuerzas ciegas como tal, esotéricamente hablando, sin propósito, sin dirección?

Vicente - Hay fuerzas ciegas dirigidas por inteligencias. Por ejemplo, cuando decimos: "La fuerza ciega y desatada de los elementos", ¿qué queremos significar?, que un rayo, un trueno, una inundación o el desbordamiento de un río, una tormenta marina, ¿son fuerzas ciegas? No, no son fuerzas ciegas, las fuerzas ciegas son aquellas que no saben lo que hacen, pero las fuerzas que no saben lo que hacen están dirigidas por inteligencias angélicas. ¿Pueden Uds. imaginar desde el ángulo de la magia, que la luz es un misterio angélico, que el sonido es un misterio angélico, que el pensamiento es un misterio angélico, que la electricidad en sí es un misterio angélico, que el fuego, el aire, el agua y la tierra son misterios angélicos? Esto es, sin embargo, lo que se enseña en las primeras estancias dentro de la Escuela de Aprendices, a distinguir las fuerzas ciegas de la naturaleza para que no te afecten, y ponerte en contacto con las fuerzas inteligentes que están controlando estas fuerzas ciegas, y este es el verdadero trabajo mágico. Empezamos por la Voluntad de Ser, continuamos con el Propósito de Realizar y finalmente aplicarnos la magia de las costumbres, es decir, aplicamos la técnica mágica de saber hacer las cosas de acuerdo con la Ley, esto es técnicamente organización de la magia. El Misterio se transforma en Sacramento, y el Sacramento en Liturgia; nosotros estamos haciendo Liturgia, y ésta Liturgia exige una atención, porque si no existe atención en la Liturgia jamás podremos vislumbrar lo que es un Sacramento, y menos aún lo que es un Misterio. Entonces, de acuerdo con estas premisas de base, la mejor forma de vivir es realizar tan profundamente nuestra Liturgia personal, que a través del tiempo nos convirtamos, todos y cada uno en la fuerza del Sacramento, y más adelante, cuando alcancemos la liberación espiritual, nos convirtamos en el Misterio de la propia Divinidad.

 

Pregunta- Yo creo que de todas maneras, el hecho de que la vida es constantemente un aprendizaje, de que la vida de hecho es el único maestro del cual nadie puede escaparse, esta atención hacia la vida nos hace también ser atentos en nuestros sueños, pasa que yo creo que podría ser interesante que si de alguna manera tratáramos de ver que lecciones hay en nuestros sueños, quizás también aprenderíamos a estar conscientes en los sueños. ¿Qué tipos de lecciones se nos presentan, hay dominio de los cuerpos, dominio de los elementos, que lecciones hay?

Vicente - Hay muchas maneras de interpretar un sueño, y hay una clase de sueño que no hemos mencionado, que es el sueño simbólico. El sueño simbólico puede contener una verdad aplicado a nuestra naturaleza psicológica, que se ha introducido en un vacío entre dos sueños, y naturalmente, supongamos que hemos tenido un contacto espiritual de alta trascendencia y no conozcamos a los intérpretes de aquella experiencia; hemos sido meros observadores, ¿qué pasará entonces? Si realmente esta visión ha calado hondo dentro de la autoconciencia a través de ese vacío entre dos grupos de sueños, entonces, aquello penetra en el campo conceptual del cerebro, ¿pero que pasa allí? Es una simbología, es un símbolo. Puede ser que me he encontrado inopinadamente ante una montaña muy alta y arriba alguien que me llamaba, que no veía la cara, es un símbolo, pero ese símbolo quizá puede representar un estado de conciencia de síntesis, o que he tenido contacto con un ser privilegiado que no forma parte del sueño.

Por ejemplo, cuántos de Uds. no han soñado siquiera alguna vez —no cuando iban a la escuela, que eso es normal, sino ya de adultos y mucho más—, de que estaban en una cátedra, en un aula recibiendo enseñanza. Bien, cuando Uds. sueñan esto, ¿acaso no puede representar que han estado en el Ashrama, que han sido semiconscientes del Ashrama? Y esto todo el mundo lo hace, o ver un ser privilegiado, una persona de naturaleza mística soñará con Cristo, y naturalmente, ¿cómo verá a Cristo?, tal como le han enseñado de pequeño, a través de las estampitas, a través de los dibujos, a través de pinturas religiosas de todos los tiempos, ha creado una imagen dentro de su subconsciente, y si alguna vez tiene algún contacto, no con Cristo porque esto es muy difícil, eh!, sino con algún Maestro o un discípulo de gran elevación, aparecerá en su cerebro la idea, la imagen de aquel ser que nosotros hemos visto en las postalitas o en los cuadros religiosos, y diremos: "Hemos visto a Cristo", han visto una imagen distorsionada de algo que puede ser una realidad.

 Otra cosa también, cuando soñamos es lo mismo cuando hacemos ideaciones sobre una persona, estoy seguro que todos Uds. tendrán una idea acerca de mí, y esta idea no será igual en todos Uds., quizá sea completamente distinta en todos Uds.; entonces, cuando hablan del Sr. Beltrán o cuando piensan en el Sr. Beltrán, lo ven a través de la imagen que Uds. creen que es el Sr. Beltrán, ¿y es esto verdad?  Ahí está el primer campo dentro del cual nosotros perdemos realmente este espíritu de síntesis; entramos en el campo de las imaginaciones, entonces ¿qué sucede? Existe de todas las imágenes que Uds. han creado de mí, una imagen total en el plano mental o en el plano astral, otra cosa que se enseña en las escuelas de magia, es aprender a distinguir las realidades de las personas que son ficticias. Pues bien, suponiendo que Uds. hayan creado una imagen del Sr. Beltrán en  este plano, no seré yo, será la imaginación o lo que Uds. piensan que soy yo. Así sucede con Cristo —y no voy a compararme ni mucho menos—. Es decir solamente lo que hace el vulgo religioso en su totalidad, que todo el mundo ve a Cristo, y esto lo sabemos por los médium, que todo el mundo ve a Cristo o a Santa Teresa, porque son los que están más de moda, digamos. Bien, ¿qué sucede entonces? Que existe una imagen real que es el propio Cristo, y existe una figura deformada de Cristo que hemos creado entre todos nosotros, y rendimos culto a esta imagen, porque por nuestras propias limitaciones personales y psicológicas no podemos captar la verdadera naturaleza de Cristo.

Así que vivimos de sueños y de imágenes, siempre, y esto atenta contra la ley de la magia. Así, ¿por qué se recomienda en magia la atención? Porque la atención hace surgir la conciencia de sus sueños, de sus imaginaciones; le hace crear algo nuevo, superior; lo enfrenta a la realidad, primero, la realidad a sí mismo en relación con sus tres estructuras: física, emocional y mental, y después cuando vaya navegando por los mares infinitos, cuando haya alcanzado una iniciación capaz de elevarle por encima de los tres mundos, entonces, verá otras cosas que nosotros no podemos ver ni comprender, y ahí ya empieza el gran misterio de la búsqueda, que ha sido el trabajo de los aspirantes y discípulos de todos los tiempos, que no es ni más ni menos que salir de lo falso y entrar en lo real; y lo falso suele ser siempre la imaginación; la imaginación es la boca de la casa, como se dice en términos psiquiátricos. Llegará un momento en que realmente veremos la realidad cara a cara, porque nosotros no tendremos en nuestra mente ningún residuo del pasado, ninguna imaginación, ningún recuerdo del tipo que sea, que distorsione o deforme esta realidad que somos nosotros, y entonces viene el proceso del autoconocimiento. El autoconocimiento es esto, la separatividad entre el Yo, como esencia autoconciente creadora en relación con los vehículos, y también en relación con aquello que está más allá de sí mismo, pero que sin embargo hacia allí se siente conscientemente proyectado. Y aquí hay mucha tela que cortar, como vulgarmente se dice.

 

Pregunta – Perdona, quizás alguien se podría preguntar entonces, que una vez muerto, su consciencia pasa a otro plano, digamos el astral, y entonces allí teóricamente no tiene imaginación, ¿puede encontrarse con el Cristo o verá al Cristo o los Ángeles?

Vicente - Claro, llega un momento en que Cristo se revela al individuo, ¿por qué no? Ver a Cristo cara a cara es el sueño de todos los místicos del mundo, pero ¿qué es exactamente Cristo? Vamos a decir que Cristo es una entidad, yo siempre cuando hablo de Cristo, digo que es el ser más perfecto en amor que ha venido a éste mundo. Entonces es la fuerza de mucho amor que podemos reconocerla, y finalmente poder hablar con Él cara a cara, entonces hay que hablar de los misterios del cristianismo, de su Nacimiento en Belén, de su Bautismo en el Jordán, de la Transfiguración en el Monte Tabor, de la Crucifixión en el Gólgota, o de la Resurrección; porque todo son etapas. La lástima es que el cristianismo nunca ha desvelado este secreto, que son etapas que se están sucediendo dentro del ser humano. Por lo tanto, Cristo no es sólo una entidad, es un estado de conciencia psicológico, que hay que tratar de seguir atentamente hasta el fin. Cuando el persecutor y la cosa perseguida se encuentran, se produce un estallido de luz, esto es la liberación, si buscamos esto habrá que ascender a grandes alturas de comprensión, no de entusiasmo, de comprensión, de voluntad y de síntesis, y afirmar siempre constantemente los poderes de la gracia. No hay más realidad, la verdadera magia es ésta, es la interpretación y la vivencia, no se puede vivir algo que ante todo no se interprete.

Me pregunto si hemos interpretado realmente a Cristo, porque para conocerle, para reconocerle, falta interpretarlo, la interpretación de su enseñanza por ejemplo, ¿la hemos interpretado correctamente?, históricamente hace 2.000 años que dejó su cuerpo aquí, en la Tierra, ¿y dónde está el amor que sembró en los corazones?, ¿no hay guerras, no hay desastres, no hay hambre, miseria por doquier? No lo hemos interpretado, verdad?, ¡cómo vamos a vivirle!, ¡esta es la cuestión!, es el “Ser o No-ser” de Shakespeare o Hamlet, ¡siempre existe este poder!, y si vamos constantemente en ésta dirección de interpretar correctamente, lo cual no puede ser posible si no estamos muy atentos, porque el amor surge de la atención hacia los demás, no surge la atención hacia sí, hacia sí mismos, es el amor a los demás por la interpretación del corazón de los demás, entonces, en ésta interpretación hay una vivencia de amor, solamente estamos capacitados, y es doloroso reconocerlo, amar a los que están a nuestro lado, a los familiares, a todos aquellos cuyo corazón se entrega al nuestro, ¿y los demás qué?  Una guerra aquí es nefasta, si pasa en Abisinia es otra cosa, no nos atañe a nosotros, verdad? No hemos interpretado a Cristo todavía entonces, habrá que navegar más fácilmente por el océano de la comprensión.

 

Interlocutor - Yo quería hacerle una observación, yo creo que Cristo, cuando se habla del dolor de Cristo, la agonía de Cristo no fueron esos tres días, sino la incomprensión del ser humano hacia Cristo, yo creo que su soledad fue el dolor verdadero de Cristo.

            Vicente – Bueno, seguramente fue así. Realmente, me acuerdo de una pregunta que se me hizo en Buenos Aires, precisamente hablando de Cristo: ¿Qué idea tiene Ud. del Cristo crucificado?, ¿se dan cuenta?, y ¿saben que contesté?, lo que contestaría a Uds. ahora si me lo preguntasen: ¡Que lo estamos crucificando constantemente nosotros!, y cuando Cristo en la cruz desaparezca de los altares se comprenderá mejor a Cristo, es la imagen de la ignominia humana ver al Cristo crucificado, porque ¿quién lo crucificó a Cristo sino nosotros?, ¿quién lo crucifica sino por nuestra falta de amor?, por los odios, las ambiciones, los criterios estrechos, los dogmas, las doctrinas incomprendidas, aunque nos llamemos esotéricos, y hablamos de que hay que ponerse en contacto con Cristo. Falta interpretar su obra, sus actos, comprender que nosotros somos una expresión psicológica de todos los pasos que atravesó históricamente en el mundo; nacemos, somos bautizados, no en el sentido de la iglesia, en el sentido interno, por la experiencia, por el agua de vida que vamos absorbiendo, nos transfiguramos en el Carmelo porque nosotros aprendemos a regenerar aquella tradición de los Reyes Magos, que son aquellos seres que están debajo de Cristo, cuando está Él con toda su gloria, entre Moisés y Elías, y están los tres discípulos dormidos, ¿qué significa?, que han sido dominados y controlados, que todas las ofrendas de los Reyes Magos quedaron consumadas; un cuerpo físico, un cuerpo astral y un cuerpo mental, nacimiento, bautismo, transfiguración, y cuando llegamos aquí nos damos cuenta de que Cristo es la expresión psicológica de toda la humanidad, hay que empezar a interpretarlo…………….

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
8
-Marzo-1986

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
27 Enero 2006

Editada por US-Atlanta@NGSM.org 
11 febrero 2006

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