CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA
 


 
 

Magia Organizada Planetaria

El Espacio es una Entidad.

Barcelona, 11 de Enero  de 1.986

 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


Magia Organizada Planetaria

El Espacio es una Entidad.

 

Vamos a reanudar nuestras conversaciones esotéricas acerca de la Magia Organizada. Este término, “Magia Organizada”, puede parecer un poco distante de nuestras concepciones corrientes acerca de la magia, sin embargo, no existe otra locución, que de una manera más concreta y objetiva defina este sentido. De la misma manera que la creación universal es consecuencia de un plan organizado por las entidades o centros creadores que pueblan el universo, así la magia se convierte en el instrumento de creación de todo tipo de entidad. La creación atañe todo centro de conciencia, sea un Centro Logóico, el Señor de una Galaxia, por ejemplo, o aquella minúscula conciencia que forma la vida de un átomo. La creación es simplemente la evolución del espíritu a través de las formas. Como ya he dicho en otras oportunidades, hay tres sentencias acerca de la magia que deben ser observadas muy atentamente. Por ejemplo, esta alocución de que "el espacio es una entidad", que aparentemente viene teñida de algo misterioso que no puede captar nuestra mente, ni aún nuestra intuición. Después existe aquella otra alocución de que "toda creación es una obra mágica", y que su expresión más concreta e intelectual para utilización del esoterista es aquella máxima de "la energía sigue al pensamiento".

 

Vamos a analizar algo más concreta y quizás más profundamente esta alocución de que el espacio es una entidad. ¿Por qué el espacio es una entidad?, porque existe una conciencia en cada uno de los repliegues del espacio que le hace asequible a todas las respuestas que surgen de no importa que centro de conciencia creador. Esta increíble capacidad de respuesta obedece a una conciencia que es inherente al propio espacio, y el espacio, siendo como es multidimensional y multimolecular, es de unas características misteriosas para cuya comprensión se precisa una gran dosis de intuición. De todas maneras, todos sabemos debido a los estudios esotéricos que hemos realizado, que existen aquellas entidades que llamamos "los moradores del espacio", son fundamentalmente los creadores del éter, son el propio éter, y todo centro creador está utilizando éter en cada una de sus creaciones. Por ejemplo, nuestro sistema solar utiliza del seno del espacio siete tipos fundamentales de éter, cada uno de estos éteres constituye un plano de la naturaleza o un cuerpo objetivo o subjetivo del Señor Solar. Cada uno de estos planos está regido por una entidad del espacio que esotéricamente llamamos un Mahadeva o bien en términos cristianos, un Arcángel. Los Mahadevas, los ángeles en todas sus huestes y jerarquías, constituyen la entidad Espacio. Sin embargo, el espacio es tan incluyente que contiene todas las creaciones posibles dentro de su absoluto marco de expresión. Así, cuando hablamos de magia, hablamos siempre de la relación centro de conciencia-espacio. El espacio es el punto de aplicación de las fuerzas de las entidades creadoras y cada una de esas entidades absorbe del espacio, si podemos decirlo así, aquella calidad y cantidad de éter que precisa para llevar adelante su plan de manifestación. Aparentemente, el espacio no contiene nada, ¿qué existe entre ustedes y yo?, sin embargo, ustedes me oyen, ustedes me ven, yo también los oigo a ustedes y les veo, ¿qué hay entonces?, hay un espacio que está lleno de una sustancia inteligente, una sustancia inteligente que tiene la misión de relacionar los centros de creación con el éter, con la calidad del éter que constituye en su magnitud y profundidad, el espacio que contiene todas las infinitas creaciones. Podíamos decir, que dentro del espacio se origina el milagro de la creación y que la creación siempre es un acto de conciencia. Cuando la entidad consciente tiene una gran magnitud, como es el caso de los Logos Creadores, el espacio es absorbido en mayor cantidad que lo es cuando se está manifestando un ser humano, y menos todavía cuando se está manifestando un elemento químico o un simple átomo de materia. Sin embargo, el proceso siempre es el mismo, el centro de creación se manifiesta siempre como un llamado invocativo; el llamado invocativo surge siempre de una intención, y cuando la intención no existe, porque no existen capacidades de conciencia, es el deseo el que utiliza su fuerza, su poder, para herir con la espada de su juicio o de su no-juicio, las entrañas del éter. Entonces, podíamos decir, que todos estamos inmersos en un espacio, y cada uno absorbe o va absorbiendo del espacio que le corresponde aquella calidad y cantidad de éter que precisa para su propia manifestación. La manifestación de la mente, la manifestación del cuerpo emocional, la manifestación del cuerpo físico, son modificaciones del éter, el éter que ha sido condicionado por la entidad que constituye un centro de conciencia. Y todos ustedes son creadores, como yo y como todos los seres nacidos, en virtud de que utilizan o bien el deseo, o bien la intención, la voluntad y el propósito. Entonces, en estas conversaciones lo que tratamos de hacer con respecto a la magia organizada, es que seamos conscientes de nuestras propias creaciones y que utilicemos la voluntad y no el deseo para llevar adelante nuestro plan o nuestros proyectos de perfección. No podemos olvidar, – ni debemos hacerlo – que somos responsables de nuestra propia vida, no sólo porque corresponde a la evolución de una Mónada, que utiliza un Ego, el cual utiliza un triple vehículo de manifestación, sino porque tenemos el deber de crear para sustentar de una manera perfecta la gloria de la creación. Así, si se les dice a ustedes, por ejemplo, que cuando están pensando están rasgando los éteres, que los ponen incandescentes por fricción del fuego de la personalidad y que este fuego es revertido en bien o en mal de la humanidad, o en el ambiente circundante, quizás tendrán una idea de lo que implica la responsabilidad de la propia creación. Estoy seguro de que estoy hablando a un público inteligente, que está deseando intensamente realizar en su vida algo realmente importante. La importancia de lo que les estoy sugiriendo es la creación, la modificación de sus propios estados de conciencia, que su conciencia no sea hoy la de ayer y que mañana sea la de hoy, lo cual implica que ustedes deben estar constantemente renovándose, es decir, que ustedes están constantemente creando, poniéndose en contacto con el éter, utilizando el éter conscientemente. Cuando sepamos más acerca de la obra creadora y cómo estamos condicionados por las creaciones que nos vienen importadas, sea de los astros, sea de entidades superiores a nosotros, y que nosotros actuamos casi constantemente como pequeños robots mecánicos, sin voluntad de reacción, porque no sabemos exactamente lo que sucede en nuestro campo psicológico, entonces quizás nos decidamos a abrir más profundamente las compuertas de la conciencia, penetrar en sus fondos, en sus lugares más profundos y contemplar expectantes qué es lo que sucede y porqué ustedes están condicionados por el ambiente y no son capaces de reaccionar contra ese ambiente, o a favor del ambiente, o para modificar el ambiente de una manera creadora. Esto es lo que trata de hacer y no siempre lo consigue, el aspirante espiritual de nuestros días. Cuando hablamos de discípulos, cuando hablamos de personas integradas, vemos que en ellos se realiza un prodigio: es el prodigio de la creación consciente. Pueden utilizar los agentes dévicos del espacio a voluntad para crear ciertas oportunidades manifiestas en el ambiente circundante y al propio tiempo se están liberando de toda la fuerza oponente del ambiente, el que condiciona todas nuestras actitudes. Cuando estamos entrando ya en ciertas áreas de conocimiento esotérico y vemos asombrados la cantidad de vidas en evolución, que se prestan a la observación en virtud de haber adquirido ciertas facultades, como por ejemplo la clarividencia en el mundo mental o la clariaudiencia en este mismo mundo, y se observa desde el plano mental la increíble cantidad de vidas ígneas que constituyen los tres mundos dentro de los cuales vivimos, nos movemos y tenemos el ser, entonces apreciamos de una manera casi cierta, concreta, qué es realmente la creación. Se ve una modificación constante en virtud de la evolución de nuestros estados de conciencia, nos sentimos integrados en otros valores, valores que corrientemente pasan desapercibidos porque no hemos tenido todavía la oportunidad de establecer contacto con estas fuerzas. Y sin embargo, estas fuerzas están ahí, están a nuestra disposición. Si por ejemplo estamos diciendo, o decimos, o afirmamos, que el deseo es una entidad y que el pensamiento es una entidad, ¿por qué entonces no comprendemos perfectamente porqué el espacio es una entidad?, ¿cómo se manifiesta el pensamiento?, se manifiesta por el poder del fuego, ¿cómo se manifiesta una creación?, también por el poder del fuego, el fuego de la mente o el fuego de la voluntad. Nosotros, como no tenemos todavía muy evolucionada la conciencia mental, estamos creando en virtud de los señores del deseo; y los señores del deseo, que tendrían que ser nuestros servidores, se han convertido en nuestros amos y señores. Y aquí está el gran problema que debe enfrentar el discípulo que ansía crear y hacerlo conscientemente. El pensamiento en manos del espiritista, como se utiliza a veces, le permite darse cuenta de que existen entidades, ¿pero cómo manifiesta esta fuerza, este ser que todavía no ha comprendido el valor augusto de la mente?, simplemente por contactos emocionales en los cuales el pensamiento es solamente una pequeña ráfaga que asciende, y después lo único que tiene, en este caso, para observar aquello que sucede en los mundos invisibles, aquello que constituye el éter del espacio en donde estamos integrados o estamos integrándonos constantemente. De ahí que la razón del porqué estemos tratando de estudiar la magia desde un punto de vista tan científico e intelectual como sea posible, la posibilidad de que en la comprensión tengamos una luz dentro de la conciencia que nos ilumine por las sendas de la creación, y que veamos hasta qué punto somos condicionados por las creaciones existentes, creaciones existentes en virtud de la actividad de otros centros de conciencia creadores que no somos nosotros, sabiendo por ley, por el orden, por principio y por la propia ley cíclica que tenemos el deber de integrarnos en valores conscientes, y hacerlo cuanto más pronto mejor, si existe en nosotros verdaderamente el deseo de aliviar las necesidades del mundo.

 

Hemos tratado muy extensamente el tema de los egregores, el tema de las formas psíquicas que hemos ido creando a través del tiempo, sin embargo, existe una apatía, un dejar hacer que las cosas vayan sucediendo según sea la ley del tiempo, y esto no rige para el discípulo que está integrándose en valores conscientes dentro de su propia vida psicológica; porque sabe, comprende y ha verificado el experimento de que al ser condicionado pierde de vista el sendero espiritual. Por grande que sea el intelecto de una persona y su grado de conocimientos, si no tiene una fuerza consciente que le lleve adelante tratando de ver el conglomerado de pensamientos y deseos, no realizará gran cosa en la vida, siempre estará condicionada su acción a la acción de los demás. ¿Qué sucede en el mundo?, analicemos fría y serenamente, veremos que somos reproducciones o copias de las actitudes de los demás, y esto se aprecia mucho en la juventud, porque la juventud está trabajando muy activamente sobre el cuerpo emocional y, por lo tanto, es ahí donde se origina la copia, el deseo de imitar, lo vemos por doquier, cuando realmente lo que hay que hacer es adquirir el valor de la propia personalidad creadora, es decir, de aquel ser íntegro y singular que somos nosotros mismos, llegar a este punto, comprender la manipulación de aquellos que están en el espacio tratando de condicionarnos y, a la vez, tratar de apropiarnos del espacio aquella cantidad de éter que se precisa para realizar algún tipo de creación. Aparentemente es difícil, pero esta comprensión y el valor de la voluntad que surge de este proceso, será la clave que regirá toda nuestra vida si realmente ansiamos establecer dentro de nosotros ésta actividad creadora. Es decir, que la creatividad empieza con la propia singularidad; el hecho de ser singulares, el hecho de utilizar la voluntad como palanca de acción que ha de regir toda nuestra conducta psicológica es la base de la evolución, es la base de la magia organizada. Pero como digo, hay una fatal tendencia a la imitación, a hacer aquello que hacen los demás, a apropiarse de las palabras, actitudes y modos de ser de las personas a las cuales rendimos reverencia o creemos superiores a nosotros, y ese es el primer pecado con el cual tiene que luchar el esoterista, porque la imitación sólo conduce de una manera taxativa, al aniquilamiento de la propia personalidad creadora. Hemos llegado a un punto, dentro de la órbita de nuestras conversaciones, en las cuales se impone una comprensión cada vez más clara y precisa de lo que es el espacio, es decir, aquello dentro del cual estamos inmersos y dentro del cual vamos apropiándonos de aquello que necesitamos para la propia evolución. Es decir, que los moradores del espacio, que son el espacio, constituyen el espacio, y las reacciones del espacio a toda actividad creadora, deben ser reconocidos de una manera clara y neta, pues constituye esta comprensión, y la experiencia que nace de esta comprensión, una de las premisas que conducen a la Iniciación. Ningún discípulo pasará el camino iniciático si anteriormente no ha establecido contacto con los moradores del espacio, y ha comprendido en virtud de este contacto, que existen fuerzas que él puede utilizar, y que por el contrario, debe tratar de no ser utilizado por ellas, porque esto constituye una paralización del proceso vital que tiene como consecuencia la perfección humana. Todo esto que estamos diciendo quizás lo hemos dicho en otras ocasiones, quizá ustedes ya lo saben por otros conductos o quizá nunca han oído hablar de ello. Sin embargo, hay algo que es realmente importante, es el darse cuenta hasta qué punto estamos condicionados psicológicamente, y cuál es el punto de conflicto del que surge éste condicionamiento. Si nos damos cuenta de esto, sin darnos cuenta estamos estableciendo orden y poder sobre aquellas entidades que constituyen el deseo, contra aquellas entidades que constituyen el pensamiento. El pensamiento sería fácilmente dominable si no fuese una entidad, bastaría dejar de pensar para que el pensamiento desapareciese, pero esto no es posible porque el pensamiento se resiste porque es una entidad que utiliza sustancia etérica para manifestarse en la mente, y nosotros vemos los pensamientos que van y vienen sin poder tener la facultad de decir: ¡Para ahí!, sino que continúa el proceso de una forma organizada, tan bien organizada que no existe conciencia actual en el ser corriente, que no existe masificación ni organización mental. Lo cual significa por otra parte, que estamos siguiendo las impresiones que siguieron nuestros antepasados, nuestros antepasados de la línea corriente de la psicología. Para darnos cuenta también de que actualmente que todo va cambiando, nuestro consciente está en el mismo nivel de antaño, el de la condición, y de la condición nace la perversión, la condición de la conciencia que impide ver claro una situación, sea la situación que fuese. Porque de una u otra manera esta condición nos obliga a actitudes, que a veces rechazamos, pero que la fuerza misteriosa de esta inmensa maquinaria psicológica que hemos creado nos impulsa a realizar. Es decir, de una manera más intelectual, lo que decía Pablo de Tarso: "Yo veo que mis miembros tienen que ir en ésta dirección, pero fatalmente van hacia ésta otra". ¿Por qué esto?, porque el deseo es una entidad, porque el pensamiento es una entidad y que la agrupación de estas entidades, formada por compuestos moleculares, constituye la esencia  o la sustancia que constituyen nuestros cuerpos: el físico denso, el etérico, el astral y el mental, llegando así a unas cotas de desolación, porque dándonos cuenta del proceso somos incapaces de evitarlo. Ahí está la dificultad que asalta constantemente la vida del aspirante espiritual, la vida del discípulo. Y daos cuenta también, que al ser creadores, o al darnos cuenta que somos creadores, surge automáticamente aquella característica que es importante en nosotros, que es el tener la conciencia de que estamos regresando a un punto del cual tendríamos que haber salido hace años, quizá siglos; porque la vida del hombre en el planeta es muy extensa, y a partir de esta vida tan extensa nos encontramos ante una pared, una pared que difícilmente podemos atravesar, porque la nube de prejuicios y de conciencias en evolución que hemos establecido, está ahí delante de nosotros y nos impiden avanzar. No podemos utilizar la magia contra ésta pared porque estamos condicionados por la propia pared o por aquellas entidades que han creado la pared. Entonces, ¿qué hay que hacer? Yo diría que hay que detenerse y observar, observar el condicionamiento, observar aquello que dificulta la acción, observar si realmente podemos avanzar sin que dentro de nosotros caiga algo con estrépito de siglos en ruinas; avanzar simplemente, lentamente, dándose cuenta constantemente de las situaciones. Es decir, que lo que han preconizado desde tiempos inmemoriales los filósofos, los sicólogos, y los tratadistas dentro del campo psicológico, es tan fácil, y sin embargo, no se realiza, porque el camino que va de la singularidad hacia la creación está entorpecido por aquella conciencia, no grupal, sino conciencia de masificación, que es una conciencia muy parecida a la conciencia del rebaño, que hace que los animales se junten en grupos, sin conciencia, solamente por el instinto de conservación, y esto pasó hace muchos miles de años. Hay que tratar de organizar la vida en términos de singularidad, y esto sólo será posible si estamos atentamente observando el proceso de nuestra vida, observando lo que pensamos, lo que decimos, lo que sentimos, dentro de un cuadro absoluto de valores, y tratar a partir de ahí, de organizar nuestra vida en términos de reorientación, reorientar las actitudes, pensar en términos absolutos, salir constantemente del condicionamiento del deseo. El deseo es vida, pero luego ésta vida ha sido circunscripta dentro de un aspecto netamente emotivo, emocional; y la mente, cuando el pensamiento emocional, cuando la cantidad de elementos y elementales del deseo se han apoderado de nosotros, es muy difícil surgir triunfante. Nos sentimos entonces desolados, solos, fríos, sin capacidades de reacción.

 

Podríamos surgir triunfantes de la acción individual, podríamos surgir reforzados en nuestras actitudes por la comprensión sólo de estas cosas que estamos diciendo, que hay un condicionamiento mental, astral y físico que nos impide ser creadores.  Creación es un acto de conciencia llevado adelante por medio de la voluntad. Cuando hablamos de magia organizada en el planeta hablamos de la Gran Fraternidad Blanca, y si profundizamos más ocultamente dentro de la Gran Fraternidad Creadora de situaciones en el planeta, llegaríamos a penetrar en el Santuario de Shamballa. Todo esto es la vía de creación abierta al discípulo, pero antes tiene que vencer las entidades que constituyen el deseo, las entidades que constituyen el pensamiento y las entidades físicas que constituyen el instinto, que tanto nos acerca a los animales y que es una propiedad del cuerpo físico.  Es decir, quizá esto lo hayamos dicho infinidad de veces, y habrá que repetirlo mucho por la fatal tendencia que tiene el individuo de buscar siempre las líneas de mínima resistencia, de buscar aquello que ofrece seguridades. Tengo que decirles que el mago no puede aceptar seguridad alguna en la vida, porque la seguridad siempre es del dominio de los elementales del fuego, del agua, de la tierra o del aire. Estamos tratando de organizar la vida en forma mágica, entonces debemos trabajar de otra manera que hasta aquí, utilizar la voluntad mediante la atención. La atención y la voluntad son la misma cosa. La voluntad es la fuerza madre de la creación, y la atención es una expresión de la voluntad hacia los mundos objetivos. Utilizar la voluntad en la acción siendo conscientes de todas y cada una de nuestras acciones, y seguir después adelante, porque la acción coordinada de la voluntad y de la atención trae como consecuencia el establecimiento del amor. No se puede comprender el amor si no se comprende la voluntad. El amor que conocemos no es el amor real, es el amor del compromiso, el amor que sentimos los seres humanos simplemente por las vías de la seguridad que ofrecen las personalidades. Les hablo de un amor distinto, que es, por decirlo de alguna manera, la exaltación suprema de los actos de amor personal.

 

Y a partir de aquí podíamos establecer un pequeño diálogo, que quizá ensancharía el campo de lo que hemos dicho y, al propio tiempo, les daría a ustedes la oportunidad de expresar su propio pensamiento al respecto.

 

Pregunta - Podríamos definir esta reunión como un acto mágico, en la cual se realiza cierta creación, cada uno a su nivel, pero ¿no podríamos nosotros organizar algo más, rompiendo nuestras estructuras, incluso grupales, para tratar de funcionar o de sintetizar una verdad subyacente en cada uno de estos grupos?

Vicente - Sí, podría ser, pero, las pruebas y las experiencias van demostrando que si el individuo no ha desarrollado correctamente o convenientemente su propia integridad creadora, o su propia singularidad, lo cual significa que ha establecido contacto con el Ego Superior, es muy difícil que una simple organización de los individuos en grupos dé como resultado el amor éste del cual estamos hablando. Esto se puede observar en todos los grupos establecidos en el mundo, porque todo grupo es una especie de organización que está llevándose a cabo por un cierto número de individuos; cada individuo, si no tiene en sí la propia singularidad, tendrá problemas de adaptación, porque solamente la singularidad puede crear las líneas de la adaptación. De no ser así, lo que haremos será estar mucha gente junta, lo cual no significa que estemos unidos. La unidad siempre surge de la propia singularidad porque la singularidad es creadora, por lo tanto, está trabajando a través de motivos internos y profundos, y yo quisiera decir motivos espirituales de alta trascendencia, como puede ser, por ejemplo, el trabajar dentro de un Ashrama de la Jerarquía, o trabajar en grupos influenciados por algún Maestro, que exige, desde luego, una evolución psicológica tan profunda que el individuo no se sienta alejado de los demás, por diferencias de opinión, de temperamento o simplemente por diferencias personales. Lo ideal sería que se creasen grupos, pero los grupos como organizaciones están fracasando, debido a que se va a los grupos con muy buenas intenciones pero sin haber adquirido todavía aquel tipo de singularidad individual que hace posible el entendimiento en los grupos. ¡Ojalá podamos hacerlo!. Quizás en las meditaciones que cada cual realiza a su manera y de acuerdo con sus propias convicciones, puede llegar a un punto en el cual se pueda realizar esta tremenda alquimia que va de la conciencia instintiva a la conciencia personal, y de la conciencia personal a la conciencia espiritual. Cuando se llega a este punto, hay los Ashramas de la Jerarquía que admiten estas fuerzas, estas personas, estas entidades que han adquirido el suficiente poder. Y, naturalmente, existen muchos ensayos; todos sabemos que los Maestros están ensayando constantemente, tratando de buscar de entre los seres humanos aquellos a quienes consideran con justicia preparados para ello. Y, será seguramente cuando existan discípulos realmente preparados, en contacto con el Maestro, conocedores de ciertas técnicas y ciertas leyes de grupo, a cuyo alrededor se puede crear un grupo porque hay la suficiente integración espiritual como para considerar que el grupo es un organismo, o debe ser un organismo vivo y no una simple organización dentro de la cual existen tantos y tantos distintos pareceres.

 

Pregunta - He leído una frase de San Agustín que decía que la memoria era la causante de los deseos, entonces, quisiera preguntar si es la única causante de los deseos, si hay más causas o si es siempre el pasado el causante del deseo, y por qué aflora súbitamente el deseo a la conciencia o por qué la conciencia desciende al plano astral.

Vicente - Podíamos decir que la memoria o los recuerdos no son únicamente patrimonio del cuerpo emocional, cada cuerpo tiene su propia memoria; cada cuerpo obedece a un código, un código genético, y hay un código genético físico - del cual se ocupa la ciencia -, un código genético astral y un código genético mental, y todos esos códigos son la síntesis de todas las memorias acumuladas allí por efecto de las vivencias del Ego o del Yo Superior. Ahora bien, ¿por qué estos recuerdos se ciernen mayormente dentro del campo emocional? Precisamente porque el campo emocional ofrece al individuo, en general, una línea de mínima resistencia hacia la acción, cuesta más pensar que desear. El PENSAR - pensar con mayúsculas - exige una atención del pensador, el deseo no, se desea sin que uno se dé cuenta; por la percepción a través de los sentidos el Ego desea y por el deseo se aproxima a las cosas-objeto del deseo y allí queda condicionado, generando un número incalculable de recuerdos emocionales. El código genético de cada uno de los cuerpos al que hago referencia es el registro, la memoria de todos los compuestos moleculares que utilizamos dentro de un cuerpo físico, mental o emocional a través del tiempo. ¿Cómo vinieron a parar estas memorias dentro del cuerpo emocional, el mental o el físico?, a través de los Registros Akásicos, los cuales a su vez se manifiestan a través de los átomos permanentes. Un átomo permanente es realmente el alma del registro, y como estamos implícitos o inscriptos o dentro de un gran átomo permanente que es el Akasha Universal, nuestro pequeño átomo permanente absorbe de este Akasha todo cuanto hicimos en él a través de las edades. Así que, dentro del átomo permanente físico están incluidas las vivencias de todas nuestras existencias físicas, que dentro del átomo permanente emocional están incluidas y sintetizadas todas las memorias acumuladas en el cuerpo emocional o todos los cuerpos emocionales a través de las edades, y lo mismo ocurre con el átomo permanente mental, es el depósito o residuo de todas las experiencias mentales realizadas a través de muchos cuerpos mentales  a través del tiempo. Así que la memoria es infinita, y podemos decir con justicia que la memoria constituye la esencia de nuestra vida, de nuestra propia conciencia. Pensamos porque tenemos una serie acumulada de memorias a través del tiempo, y esta cantidad de memorias acumuladas en el tiempo constituyen nuestra conciencia actual, y a través de esta conciencia o residuos memoriales estamos pensando, sintiendo y actuando, lo cual nos indica, como decíamos anteriormente, que no somos creadores, que estamos siendo manipulados por la afluencia del recuerdo y no por la fuerza de la intención. Entonces, todas las memorias acumuladas en el tiempo tendrán que ceder en cualquier momento de nuestra vida para que surja la integridad creadora, para que surja nuestra propia singularidad. ¿Se dan cuenta lo fácil que es ver lo que es la Magia?  Es surgir triunfantes de toda esta nube de recuerdos que nos acompañan desde el principio de los tiempos, desde el principio que empezamos a ser como conciencia. Y el cuerpo físico es el recipiente de todas las memorias físicas que adquirimos a través del reino mineral, y a través de las vivencias en el reino vegetal tenemos ahora experiencia astral, y la vida animal nos dio como consecuencia esta actividad auto consciente que llamamos el "yo". Pero todos son recuerdos y ahora tenemos que liquidar los recuerdos para ser creadores y para poder aplicar la magia organizada. Así de claro y sencillo, y así también de difícil, porque resulta difícil vencer la inercia de los recuerdos, sabiendo como sabemos, que cada recuerdo es una entidad o un grupo de entidades dévicas de estos moradores del espacio que constituyen el Akasha o los Registros Akásicos, o la Memoria Cósmica. La Memoria Cósmica está dentro del espacio lleno de recuerdos de la experiencia de todos los Logos y de todas las creaciones que existen allí, y nosotros estamos apropiándonos constantemente de las creaciones de las creaciones, que a su vez son creaciones captadas de las creaciones. Así que llega un punto en que el individuo se da cuenta y dice: “Quiero crear por mí mismo, quiero sacudirme de los recuerdos, el recuerdo a un lado y la conciencia, la intención, en otro”. Y entonces surge a la vida otra manifestación Egóica, surge el Ser en su excelsa plenitud creadora, es decir, surge nuestra propia entidad, que es la propia singularidad, nos escapamos de la pluralidad, somos nosotros; y ahí está el principio de la magia organizada: Ser siempre nosotros en todas las ocasiones, y para ser conscientes en todas las ocasiones hay que estar muy atentos.

 

Pregunta - Nosotros formamos parte integrante de este espacio, de este éter que compenetra todos los planos, de los cuales incluso estamos formados y constituye nuestra materia, ¿cómo es posible zafarse de esto?, ¿qué ciencia de transmutación es posible aplicar si incluso la voluntad que podríamos llamar a nuestro socorro es parte integrante de éste propio maya, de este propio éter que nos envuelve?

Vicente - Pero tenemos la capacidad, dentro del éter que nos envuelve, de crear un espacio vacío dentro del cual seamos nosotros. El mago utiliza espacios vacíos, es decir, utiliza conscientemente el espacio, un espacio previamente elegido, y esto creo que lo hemos dicho en otras ocasiones. Cuando la persona está muy atenta está creando un espacio, es decir, este espacio constituye una especie de esfera, que será tanto más extensa cuanto más potente sea nuestra propia intención o nuestra propia atención en el espacio. No podemos dominar a las fuerzas del espacio si no creamos un espacio vacío y dentro de ese espacio vacío emitir nuestra propia nota, que es nuestra nota singular. Por lo tanto, les decía, que para que un grupo utilice las reglas de la magia, tendrá que estar caracterizado por la actividad de muchos individuos que han logrado educir su propia singularidad, es decir, que cada uno irá al grupo según la ley de su propio vacío y, ¿se puede luchar en el vacío?, solamente se lucha cuando hay algo en este vacío. No sé si la idea pueda llegar a ser más clara. Si nosotros estamos muy atentos, muy atentos, en cualquier situación, creamos un espacio vacío que engloba nuestra capacidad como observadores y al propio tiempo el objeto de nuestra atención, y estamos tan atentos a aquella cosa, a aquella forma, a aquella situación, que creamos un vacío, y en este vacío hay una reconciliación, no hay lucha en este vacío, solamente hay lucha cuando no hay vacío, cuando no hay singularidad y cuando no hay creación. Entonces, si estamos atentos, veremos porqué los Logos no luchan entre sí, cada cual tiene su propio vacío, y dentro del vacío creado en el espacio por estos Logos, existen pequeños vacíos de todos aquellos seres, aunque dimanen creadoramente esos Logos, que tienen la capacidad de ser ellos y constituir el principio de la propia creación. Es claro esto, no lo veis muy claro ¿verdad? Pero, ¿cuándo existe un vacío en nosotros?, y al decir un vacío no quiero decir que exista una implenitud, o que exista una desolación, porque el vacío del yo creó como consecuencia la creación más allá del yo. El vacío realmente lo creamos nosotros para dar paso a una entidad que aprovechará este vacío para crear o para enseñarnos a crear, porque en este vacío no están ni los señores de la mente, ni los señores del deseo, ni los moradores del cuerpo, estamos nosotros solamente. Significa esto que podemos comandar todas aquellas fuerzas que se oponen a nuestra acción creadora y a partir de aquí empezar una nueva vida, una definida reorientación hacia otros aspectos más suntuosos. Podemos decir también, que el espacio que nosotros adquirimos en virtud del silencio del vacío, se puede extender inconmensurablemente hasta crear un tipo de magia que englobe muchas personas; es el caso de un Adepto que dentro de su Ashrama, un Ashrama es un vacío en el espacio,  donde el Maestro alecciona a sus discípulos, pero sólo penetran  los discípulos que el Maestro previamente ha elegido. No sucede lo mismo con el campo conceptual del ser humano cuya mente es el punto de paso de todos los elementales del pensamiento habidos y por haber; y el deseo tampoco se sustrae a la acción, porque lo que existe allí son los señores del deseo que están trabajando por su cuenta sin consultarnos, y nosotros tampoco les pedimos cuentas, lo cual supone que estamos siempre condicionados, o bien por las fuerzas que rigen el pensamiento o por las fuerzas que rigen el deseo. Agreguen ustedes a esta situación condicionante el instinto del cuerpo, que siente sus propias apetencias, su propia línea de mínima resistencia elemental y tendremos un cuadro perfecto de lo que es el ser humano corriente; ya no digo el discípulo, el aspirante, que sin darse cuenta están creando pequeños vacíos dentro de sí mismos, y estos vacíos los aíslan completamente de la fuerza de estos señores del espacio, cuya evolución es inferior a la nuestra y por lo tanto, su tendencia es materialista, y nos obliga a nosotros a seguir todas sus posibles modificaciones hasta el punto que llega un momento, como en el caso de la droga, por ejemplo, en que el individuo prácticamente ha dejado de existir y existe solamente el elemental, ¿dónde está la conciencia del drogadicto en ciertos aspectos, o del alcohólico?, los señores del deseo y los señores del cuerpo se han apoderado de la conciencia, y la conciencia no puede interpretar ni enjuiciar los hechos, solamente sigue la línea de mínima resistencia impuesta por los señores del deseo o los señores del cuerpo.

 

Pregunta -¿Cuál es la diferencia entre organismo viviente y organización?

Vicente - Pero es que un organismo vivo está organizado en funciones, pero estas funciones siguen la ley del organismo, no la ley de la organización. Por ejemplo, el hígado tendrá que resistir la fuerza de los demás órganos porque funcionan como un todo unido, y es un organismo. Pero, ¿qué pasa si, por ejemplo, el riego sanguíneo o el sistema nervioso van en desacuerdo?, como por ejemplo, el Logos, por decirlo de alguna manera, dentro del cuerpo, que tiene a su cargo el corazón, estuviera luchando con aquel que tiene a su cargo los pulmones y esto es ya crear una organización, ¿se dan cuenta?, que es lo que sucede con los grupos actuales. ¿Pero qué sucederá si cada uno de los órganos están debidamente organizados para crear una función total?, entonces no existe organización sino un organismo viviente, y cuando se trata de un organismo viviente, existe ya la llamarada espiritual, que está inmersa dentro de este conjunto orgánico, ¿se dan cuenta?. Somos realmente nosotros los que fallamos individualmente, y naturalmente, cuando fallamos individualmente lo primero que se nos ocurre es buscar el apoyo de los demás, porque nos sentimos inseguros, y la mayoría de grupos que existen en el mundo son de personas que no sienten seguridad en ellos, y buscan seguridad en los compañeros, en los demás, en el grupo, y cuanto más extenso es el grupo, mayor seguridad, lo cual desde el ángulo de vista esotérico es una ridiculez, porque los grupos espirituales que actúan como organismos vivientes siempre son de carácter minoritario. No busquemos grandes grupos para interpretar la Ley, el Orden y la Justicia Cósmica; siempre serán pocos aquellos, dentro de los muchos que son llamados, ¿por qué?, porque el precio a pagar es muy elevado y no todo el mundo está dispuesto a pagar este precio. Esto va para todos los grupos esotéricos, místicos, psicológicos o como sea, porque en el fondo, cuando existe un grupo siempre en el fondo hay una seguridad que se le ofrece a la persona que va a este grupo. Me pregunto y les pregunto a ustedes, si podríamos luchar solos, no digo que no hay que buscar la ley de los grupos, solamente digo que la esencia es buscar la verdad por nosotros mismos, y una vez hallamos conquistado algo de la verdad, o la verdad en sí, entonces sin darnos cuenta nos sentiremos integrados en grupos; unos grupos que actuarán con respecto a nosotros, lo que un compuesto atómico es con respecto a un átomo o un compuesto molecular, porque los átomos siguen la ley de la afinidad química, y espiritualmente se sigue la ley de afinidad espiritual. Y cuando tengamos una facultad desvelada, la mente despierta, el corazón silencioso y recogido, y la atención constante, nos sentiremos, sin darnos cuenta de ello, integrados en un grupo espiritual, en un Ashrama de la Jerarquía, o al menos dentro de un grupo que está en contacto con un Ashrama de la Jerarquía. Y aquí no hay misterios, solamente hay el intento individual, porque a medida que avanzamos por el camino espiritual, que somos conscientes del Sendero, vamos penetrando en zonas de alta inseguridad, porque la perfecta singularidad se gesta en suelos de perfecta inseguridad, y los organismos están creados siempre, me refiero a organismos espirituales, realmente espirituales, como los Ashramas de la Jerarquía, que están constituidos por singularidades, y cada una de estas singularidades por el propio contacto establecido con los niveles espirituales, no tiene fuerzas ya para luchar, ha perdido todo intento de lucha, está más allá de lo que llamamos disciplina, la disciplina es el ritmo de su propia vida, se siente llevado y él no ofrece resistencia, al revés, al contrario de los demás, que para afianzarse, para llegar a valores cualitativos de la conciencia están constantemente disciplinando su vida, esforzándose, y en el fondo del esfuerzo siempre hay una base de seguridad. Se busca la seguridad en el esfuerzo, y nadie puede pensar que existen zonas de alta inseguridad que son la base de la propia singularidad espiritual, y para llegar ahí, hay que educir, como decía anteriormente, una perfecta integridad psicológica, que se manifiesta en forma singularmente individual. Es la ley del grupo, es la ley de los organismos vivientes la que condiciona siempre el esfuerzo del verdadero investigador.

 

Interlocutor - Todos sabemos que has estado tres meses en Argentina, no has hablado de ello y seguramente no lo habrás previsto, pero me gustaría que nos dijeras, ¿qué respuesta esotérica ha despertado en ti el trabajo que se realiza y que has realizado allí?

Vicente - Bueno, esto es muy largo de contar. Solamente puedo decir que los públicos que he tenido el honor de enfrentar son personas como ustedes, aspirantes espirituales y discípulos que buscan la verdad y sienten confianza con aquella persona que se la presenta de una manera clara y correcta, sin imposiciones y sin mitos vivientes, como ocurre durante todo el proceso de la investigación espiritual, porque como les decía a los amigos de Argentina viendo sus capacidades de acción, su propia singularidad creadora, que había llegado el momento, como les decía a ustedes, de que reorientasen sus actitudes hacia sí mismos, no hacia los gurús. Allí están pasando el mismo proceso que acá. Viene una persona que porque venga de la India o porque venga de no sé dónde, se le asigna un carácter muy importante, y lo que dice a veces es tan banal, tan superficial, que uno se pregunta ¿por qué, cómo la gente va detrás de personas, sin estar muy atentos al nivel de esa persona, a su aura magnética, a cómo reaccionan, a su vida interna, que a veces ofrece muchas lagunas? Entonces, ahí empezó lo que yo definía como un proceso de desmitificación, empezando yo a desmitificarme, simplemente hablando de lo que es un Ashrama, de lo que es un discípulo, y que el discípulo nunca llegará al Maestro si está buscando un apoyo externo, y que el propósito es él mismo siguiendo raudamente el principio del propio movimiento espiritual y dejarse llevar por uno mismo y no dejarse influenciar por los demás. Conozco mucha gente que se va a la India porque cree que encontrará al Maestro, y si no encuentra al Maestro acá, no lo encontrará en ningún sitio, porque el Maestro está en el corazón, y es allí donde hay que hallarlo, esforzándose por encontrarlo. Lo demás es futilidad, desde el ángulo de vista espiritual es miseria, y por lo tanto, todo esto que iba estableciendo fue acogido con un gran sentido analítico y profundo de valores, todos estaban de acuerdo, yo no sé qué harán ahora, pero en aquellos momentos había un silencio expectante como acá; y naturalmente en este silencio expectante adiviné que había una comprensión y un deseo infinito de restablecer un orden perdido a través del tiempo, y que por lo tanto, mis palabras habían sido inspiradas por el propio Maestro. Y esto es lo que les decía, lo que siempre digo, pero esto no tiene importancia porque todo el mundo tiene su propio Maestro en el corazón, y en cuanto se decida a buscarlo ya, verá que como consecuencia del hallazgo se encuentra con el Maestro que tiene que llevarlo a la Iniciación, y entonces empieza el proceso de la búsqueda interna, una búsqueda realmente inteligente, que conduce al Ashrama y del Ashrama en contacto cada vez más estrecho con el Maestro, a la Iniciación, pasando el portal de las sucesivas Iniciaciones hasta que se convierte en un Maestro de Compasión y de Sabiduría, y continuar adelante hasta convertirse en un Logos. Todos estamos invitados a esta fiesta, sin embargo, estamos tan predispuestos a recoger las pequeñas migajas que se nos dan, que no vemos la influencia tremenda de este pan inmenso, eterno, que tenemos dentro del corazón sin movernos de acá, y estando muy atentos al devenir de los acontecimientos. Cuando nos damos cuenta de esto, tiene que empezar forzosamente otra línea de acción, y esta línea de acción, repito, será la de la revelación de la propia personalidad creadora, o sea, la educción de la propia singularidad, y en posesión de la singularidad ya estamos penetrando dentro del suntuoso marco de los moradores del espacio de alta estirpe espiritual. Solamente esto.

 

Interlocutor - Sin embargo, tu llegada allí, prácticamente lo que hizo fue acelerar de alguna manera un proceso evolutivo en el cual los diferentes grupos se aglutinaron en la búsqueda, quizás de esto que tú llamas un mito, pero ¿esto no es en  sí o podría asemejarse a algún experimento que la Jerarquía está haciendo para aproximarse y tratar precisamente de ver cómo responden estos grupos a una influencia de tipo superior?

Vicente - Seguramente que sí, y yo no voy a afirmarlo porque estoy dentro de este proceso. Pero el experimento de la Jerarquía está aquí y ahora. Es que el experimento jerárquico no tiene matices, es un experimento constante. Estamos experimentando aquí y es bueno que así sea, pero ¿qué pasará cuando salgamos de aquí? ¿Continuaremos investigando? ¿Continuaremos atentamente observando lo que sucede, o vamos a dejar que pasen las cosas por la mente o por el deseo, que nos atraviesen la voluntad, que nos condicionen, que nos limiten?  Este es el "ser o no ser" de la cuestión. Si nos damos cuenta de la situación exacta o exactamente de la situación, surgirá un nuevo estado de conciencia y un estado de conciencia nuevo siempre viene por efecto de la atención del pensador o del observador. Y cuando estamos atentos como pensadores, lógicamente nos damos cuenta de que existe en nosotros, en nuestra mente, algo que no va, que es la irrupción  dentro de la mente de los pensamientos, sin poder paralizarlos. ¿Por qué no se pueden paralizar los pensamientos en la mente?, porque no estamos atentos; ¿y por qué el deseo está enseñoreándose del corazón y del plexo solar?, simplemente porque no estamos atentos, porque la atención crea un vacío y dentro de este vacío no puede subsistir ningún género de limitación, solamente existe la potencia del Yo, el Yo que quiere, el Yo que está atento, el Yo que piensa por libre voluntad, y esto es creación, esto es magia organizada. Esto que estamos tratando constantemente aquí, de establecer una magia organizada, llevada por nosotros mismos de forma consciente, habida cuenta que creamos magia inconscientemente, porque estando en el seno de la pluralidad, estamos debatiéndonos en el seno de los pensamientos inoportunos o por los deseos que no deseamos, hasta que llega un momento en que nos damos cuenta de la situación. Ojalá nos demos cuenta ahora de la situación, se trata de una situación psicológica, Uds. se darán cuenta si realmente piensan o son pensados por el propio pensamiento que ustedes no pueden detener, o si pueden detener al deseo, cuando el deseo se manifiesta en forma ardiente y la mente es incapaz de paralizarlo, ¿dónde está el Yo entonces?, hay la condición: “siempre soy yo”, que pesa como una losa sobre sí, que le impide coordinar inteligentemente, le impide utilizar los resortes de la voluntad, y solamente se les dice a ustedes: “estén atentos”, porque la atención, repito, no es mental, utilizan la mente como expresión, pero no es mental la atención, la atención siempre viene del Yo Espiritual, el cual está en contacto con la Mónada, con el Espíritu Divino, es el único que puede producir un vacío en ustedes, o en mí, o en cualquier ser humano, y dentro de este vacío saber elegir los moradores del espacio apropiados para crear algún tipo de magia: la magia de las costumbres que trae cada época, la magia de la cultura, la magia de la civilización, la magia del propio Yo; esto hay que tratar de coordinarlo de una manera sintética y al alcance de su propia razón, y establecer un núcleo espiritual en sus vidas, lo cual significa que este núcleo espiritual que es la atención personificada, hablando en términos muy científicos, van ustedes evolucionando dentro de un vacío que ustedes van creando y este vacío no les desliga a ustedes del compromiso del karma, no tienen porqué dejar los estudios, la familia, la tradición, solamente estar atentos, muy atentos a cuanto estén realizando y se darán cuenta entonces de que progresivamente sienten una paz dentro del corazón. La mente va quedando desguarnecida de valores relativos y solamente ustedes manifiestan ideas creadoras, aceptadas por ustedes, no facilitadas por el ambiente circundante, no por la imposición de cualquier gurú o de cualquier entidad espiritual que trata de condicionarles sin que ustedes se den cuenta, sino porque ustedes han comprendido la Ley y tratan de adaptarse a esta Ley. Simplemente esto, no es muy difícil comprenderlo.

 

Interlocutor - Al analista esotérico, le daría de todas formas que cavilar el hecho de que, por ejemplo tu gira por Argentina halla despertado tanta inquietud, lo cual significa que evidentemente hay una entidad invocativa que estaba esperando la respuesta. Pero yo me pregunto si ¿es que de alguna manera la Jerarquía de alguna manera ha cambiado o ha desviado el experimento que estaba llevando a cabo, desde hace muchos años con los Estados Unidos de Norteamérica y está desplazando su atención hacia otros sitios, o es que esta atención es paralela o podíamos decir simultánea en muchas partes del mundo?

Vicente - La Jerarquía ayuda siempre a aquellos factores que trabajan a favor del Plan. Recuerdo que durante la Gran Guerra Europea, iniciada en 1.914 y terminada en el 1.945, la Jerarquía estuvo del lado de los Aliados, facilitando incluso la extracción de los éteres akásicos de aquella forma que se tradujo en la bomba atómica. Fue un Ashrama del 1º Rayo, gravitando sobre científicos que trabajaban en el lado aliado, lo que facilitó precisamente la ecuación final que traería como consecuencia aquella bomba atómica. Al propio tiempo la Jerarquía estuvo trabajando en los éteres del pueblo alemán desviando la fórmula final del cerebro de los científicos alemanes, porque su Ley era trabajar en favor de la humanidad y no contra la humanidad, lo cual hubiese sucedido si Hitler hubiera ganado aquella guerra. Los planes no han cambiado en lo fundamental, pero Uds. saben, de una u otra manera y por uno u otro conducto, que se está preparando un gran acontecimiento de carácter cósmico, que es la exteriorización de los Ashramas de la Jerarquía con sus respectivos Maestros. Con el tiempo los Grandes Iniciados de los Ashramas de los Maestros Superiores, o sea de los Chohanes, llevarán el peso de la política, de la economía, de la religión, de la ciencia, la filosofía, etc., etc. Entonces, existe un Plan de preparación para la venida de los Grandes Maestros, y entonces surgen pequeños discípulos que son los que llevan el mensaje a lo físico, al mundo de relaciones humanas. Quizá estuve en este caso; nunca lo he negado y nunca negaré que soy un discípulo. Los frutos del árbol son conocidos siempre por la cualidad del árbol; viendo los frutos se siente, se ve, se percibe la calidad de este árbol. Sucede, sin embargo, lo que sucederá siempre en la vida del planeta, que nadie es profeta en su tierra. Entonces, al llegar una persona que ha hecho libros editados en Argentina, que ha escuchado conferencias en cassettes de los que estamos tratando aquí, y que ha estado trabajando internamente con aquel país por un periodo de hasta 30 años, subjetivamente, era mucho más conocido que acá, entonces, las reuniones no eran de cientos de personas, sino de miles de personas, llenando teatros inmensos, verdad.  ¿Qué significa esto?, significa que existe una tendencia a la mitificación. Yo llegaba con caracteres de mito, y allí tuve que desvanecer los mitos, hablando tal como les hablo a ustedes: que no existen mitos, que existen discípulos en distintas graduaciones y todos somos discípulos de algún grado, y que por lo tanto, es la Ley que el que sabe más enseñe al que sabe menos, y que el que ama más, ame mucho más que el que ama menos y le conduzca por las sendas del amor y le instruya en este aspecto. Y en este sentido puedo decirles a Uds. que fue un éxito, estuve dando 55 conferencias en casi tres meses que he estado en Argentina, lo cual significa un gran cansancio mental, porque la gente en Argentina es muy vehemente, es bastante emocional en ciertos aspectos; y no tienen bastante con las conversaciones de horas y horas como acá, pero, más extenso todavía, después venían a consultarme pequeñas cosas familiares, o bien firmar libros y estas cosas. Y eso es lo que me agotaba a mí precisamente, esa vehemencia. Pero, he notado un gran amor en Argentina, y en una  entrevista que fue radiada por televisión también, estuve diciendo a los amigos: “Me siento argentino”. Aquí me siento catalán, español, castellano, como sea; allí me sentía argentino, y esto lo dije muchas veces allá, porque en cierta manera hice un vacío que me aísla del nacionalismo separativo. De todas maneras, eso no tiene mucha importancia, porque realmente no dije nada nuevo allá, que es lo que estoy diciendo acá, quizá en otros términos, porque cada persona allí es distinta como aquí, pero los grupos afiliados en distintos movimientos se unificaron en virtud de haber llegado yo, y había doce grupos en Buenos Aires, por ejemplo, que es una ciudad que tiene más de ocho millones de habitantes, y había allí miembros de todos los grupos, y en una conferencia en que estaban solamente los dirigentes había en la sala más de 300 personas, y a todos dije lo mismo, la tónica fue siempre esta: "Hay que dejar las pequeñas parcelas, porque todos trabajamos por el Señor del Campo", y esto fue la nota dominante de todas las charlas y conferencias en Argentina, que sus pequeños problemas grupales no tienen importancia frente al carácter sintético del grupo, y que lo que debíamos buscar era la unificación del grupo, no estar reunidas muchas personas juntas, eso es engañoso. Desde el punto de vista de la Jerarquía, los grandes movimientos de masas no son correctos, solamente indican un sentido innato de rebaño, porque la persona cuando empieza a singularizarse, se aparta, busca grupos cada vez más reducidos, que expresen cualidad y no cantidad. Lo mismo les digo a ustedes: no teman separarse y buscar su propia soledad individual, si ven que el grupo no se adapta a sus exigencias espirituales, porque cuando el discípulo está preparado, es entonces cuando surge el Maestro. Esta es la Ley del discípulo, no debe pretender encontrar el Maestro más temprano o más tarde, sino dejarse llevar por la influencia de la Ley, y dejar que la Ley actúe y la Ley espiritual siempre actúa sobre aquellos que han educido o desarrollado su propia vida espiritual, su propia singularidad, su propio Yo Espiritual creador, lo demás no tiene mucha importancia. Ustedes sin darse cuenta, se adherirán a grupos más o menos numerosos; si es así, traten de ser lo más correctos posible dentro del grupo. Si ven que hay antagonismos, procuren mitigarlos, hagan un vacío, y dentro de ese vacío se asienta la ley de la fraternidad. La Gran Fraternidad Blanca vista desde planos superiores es un gran vacío, es el vacío que corresponde al centro del Logos Planetario. Nosotros, cuando seamos un vacío integrado, como humanidad, seremos un centro correcto dentro del cuerpo etérico de nuestro Logos Planetario, mientras tengamos paciencia, soportémonos mutuamente, que hay mucho trabajo que hacer aquí, y llegará el momento en que mediante la atención fruto de la expectación, crearemos una nueva individualidad. ¡Que así sea!  Un poco de silencio.

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
11
-Enero-1986

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
10 Diciembre 2005

Anterior | Hogar