CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
[edición en curso]
Magia Organizada Planetaria
Las Etapas de Aspirante a Discípulo.
Barcelona, a 10 de Mayo de 1.984
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Magia Organizada Planetaria
Las Etapas de Aspirante a Discípulo.
Barcelona, 10_Mayo_1984. — Magia Organizada Planetaria: Las Etapas de Aspirante a Discípulo. La Etapa de la experiencia en el Discipulado y las pruebas Preiniciáticas. Iniciaciones Menores y Jerárquicas. El Discípulo y el Desapego. Seres de 4ª y 5ª Ronda. El Conocimiento que viene de la Integración. La Atención y el Trabajo sin buscar resultados. La Etapa de las Disciplinas del Pasado y la situación actual a través de la Serena Expectación. Vivir con Sencillez y Sinceridad.
Pregunta. — Ayer se hacía referencia a las diferentes etapas del Camino, del Sendero. Una era la Etapa de la Experiencia, otra era la Etapa de la Probación, en la cual se pasaba al Sendero del Discipulado.... Me da la impresión de que el ocultista, de alguna manera, se queda prácticamente anclado en el camino de la experiencia. Es decir, aquel que busca la experiencia, aparentemente, queda anclado en aquel camino y no puede adelantar. ¿Es un “handicap”, es un obstáculo ser ocultista?
Vicente. — Tanto el ocultista como el místico están experimentando. La palabra “experience” la experiencia, como la define el Tibetano, se refiere a una etapa muy particular, pero viene entonces la experiencia del propio discípulo, que puede cambiar completamente la visión, porque entonces él aprende por sí mismo a experimentar en cada etapa, digamos, una experiencia determinada y, por lo tanto, aquello de volver a la experiencia es volver a la experiencia, digamos, en la vida física, en la vida emocional o en la vida mental, simplemente. Pero, el discípulo está experimentando constantemente en estados sucesivos de conciencia y, para mí, la experiencia es lo que vitaliza el espíritu, lo que le hace pasar del simple aspirante espiritual, de tipo muy emocional, que está buscando por primera vez en su vida, quizá, algo superior a lo corriente y la etapa, por ejemplo, del Discípulo en el Corazón del Maestro, en la cual el discípulo está iniciado en ciertos misterios.
Y cada Maestro tiene también una manera de definir estos caminos, depende del Rayo, por ejemplo. Yo siempre, que me gusta sintetizar, que prefiero las cosas hacerlas fáciles, no alargo tanto el proceso, digamos, de la experiencia del discípulo, o los pasos sucesivos que está dando el Tibetano, seguramente para un cierto número de personas que les puede interesar la cosa muy esquemática o esquematizada. Pero, la experiencia del discípulo es primero la de Probación. No puede ser probado un discípulo que no sea discípulo, porque existe lo que se llama la luz en la cabeza y existe la visión de los grandes seres, que desde el plano causal o desde el plano búdico, están contemplando el panorama de la humanidad —ocultamente hablando— en los mundos subjetivos y perciben la luz dentro, una cantidad extraordinaria de luces difuminadas, de luces obscuras, de pequeñas luces, por ejemplo. Ven de improviso una luz que surge radiante del seno de la humanidad, y entonces, para que el ser que ha sido observado por el Maestro y que ha visto la radiación y esta radiación no es más que la síntesis de la experiencia de todas sus vidas anteriores, que en un momento determinado de la existencia se demuestra como un resplandor de luz. Entonces, cuando esta luz es visualizada, observada por el Maestro, o por los conocedores de estos planos superiores, es cuando ordena a algún discípulo más experimentado que se ponga en contacto. Como que hay discípulos en todas las naciones, el Maestro siempre asigna la tarea de ayudar a un discípulo al cual quiere probar en el fuego de la experiencia mística, espiritual, no misticismo, digamos, emocional, el aspecto místico del espíritu, entonces, como le interesa por mil razones estar bien apercibido de lo que da de sí aquella luz, es cuando en las cercanías de donde vive esta persona, a la cual el Maestro quiere probar, le asigna a un discípulo que vive cerca, la tarea de ponerse en contacto.
Y hay muchas maneras de establecer contacto. Seguramente que esta persona tendrá una determinada propensión hacia el esoterismo o hacia la vida mística. Entonces, es fácil que este discípulo se introduzca en los medios dentro de los cuales este discípulo está, o este discípulo en ciernes está actuando. Y por razones, digamos, de vinculación, a veces son, digamos, de rayo o de grupo egóico, entonces, establece esta relación y el contacto hace expresar a aquella persona, la sigue y la persigue constantemente, de día y de noche, como se dice ocultamente, habida cuenta que muchos discípulos tienen el poder de viajar astralmente y de tener conciencia astral para seguir el devenir de este discípulo en ciernes o que se halle sujeto, ya desde este momento, en probación. Y, según la evolución de este discípulo que puede ser de meses o de años; o a veces, dice, “no saldrá de esta pequeña luz, no hará más progresos en esta vida”. Entonces, o bien se deja o bien se continúa, digamos, intensificando con el trato, esta pequeña luz que se va abriendo y viene a ser, como se dice, un Loto que se abre a los ojos del Maestro y, entonces pasa, cuando ha sido observado y cuando en su trato diario, en su comportamiento social, se demuestra como un discípulo, entonces se le acepta. Y lo que no dice el Tibetano, porque esto pertenece a la integridad de los Ashramas, que hay una pequeña ceremonia, en la cual el Maestro le pide al Alma de este discípulo en probación si acepta pertenecer a la Logia de las Maestros y, habitualmente, este candidato contesta afirmativamente, entonces el Maestro lo abraza, entonces ha dejado…
No es ninguna, digamos, iniciación, pero se prepara en aquel momento la iniciación menor, a la cual hacía referencia, ayer, Ramón. La primera iniciación que recibe un discípulo que pasa de la Probación, digamos, al Discípulo Aceptado. A los pocos meses de estar en el Ashrama, —esto sucede dentro del Ashrama— este discípulo recibe una iniciación. A veces se recibe en grupo; son varias las personas que han estado durante cierto tiempo en observación y han demostrado estar capacitadas para penetrar dentro de un Ashrama, de una manera más o menos consciente. Cuando esta ceremonia de introducción dentro del Ashrama ha tenido lugar y el candidato aceptado pertenece a la Logia de los Maestros o a la Jerarquía, entonces se le asigna, al cabo de pocos meses, la primera iniciación menor y, al poco tiempo, si va continuando en sus buenas disposiciones, se la da la segunda iniciación. Esto, dentro del discipulado aceptado. Después pasa a la tercera etapa, que es la etapa definida esotéricamente como de Discípulo en el Corazón del Maestro, entonces la vinculación es más fuerte y, contra lo que decía Ramón ayer, … no, porque él lo decía correctamente de acuerdo con las proposiciones del Maestro Tibetano y aquí me parece que hay cierta confusión. Según mi experiencia, es que la 1ª Iniciación Jerárquica la recibe cuando es un discípulo en el Corazón del Maestro, no la Tercera sino la Primera.
Después va siguiendo el proceso, siguiéndose las iniciaciones y hay aquí una relación de simpatía con las dos primeras razas que anteceden a la raza lemur, a las cuales raras veces se menciona, que son las razas etérica y semietérica que condujeron a la formación de los gigantescos cuerpos lemures; que no se habla porque desde el punto de vista de nuestra evolución, de nuestra 4ª Ronda no tiene mucha importancia, como tampoco la tiene las iniciaciones menores para ciertos grupos de exaltados seres o, por ejemplo, los Budas de Actividad, no se preocupan de estas minucias, lo dejan para estos aspectos inferiores de la Logia. Entonces, hay una relación entre las dos primeras razas y las dos primeras iniciaciones, o iniciaciones menores. Y después ya viene el proceso, digamos, de las iniciaciones formales, y en una vida el discípulo puede recibir varias iniciaciones si demuestra estar capacitado. La 2ª Iniciación Jerárquica es la más difícil, precisamente, porque atañe al cuerpo emocional y se le asigna como el Bautismo del agua en el Jordán. En cuanto a la 1ª Iniciación está simbolizada en el Nacimiento del Niño, de Cristo en Belén, y los tres Reyes Magos, Gaspar, Melchor y Baltasar, no son sino los tres elementales que constituyen sus cuerpos, a través de la radiación de los átomos permanentes. En la 3ª Iniciación, que sucede casi inmediatamente a la segunda, porque la segunda, repito, es la más difícil, —esto tiene lugar en los planos mentales superiores— hay una integración forzosa del iniciado de sus tres cuerpos, el mental el emocional y el físico, que están simbolizados en los tres discípulos cuando Cristo está elevado, se Transfigura en el Monte Tabor, en el Monte Tabor de la Conciencia, hay que decirlo todo, o los Himalayas de la Conciencia, puede decirse también.
En la parte superior de la conciencia hay una integración. Y esta integración es tan grande que el propio Bodhisattva pasa, digamos, el candidato ante el poder magnético, digamos, el poder jerárquico, el propio Señor del Mundo, que es el que empuña el Cetro de Poder o el Cetro, digamos, Planetario, hasta aquí se había utilizado el Cetro Jerárquico en las dos primeras iniciaciones menores y en las dos primeras iniciaciones, digamos, Jerárquicas; entonces, va ascendiendo, porque esto es un sendero que depende mucho de la persona, del impulso que ha llevado el alma desde el principio de los tiempos, de la cantidad y calidad de la experiencia, de sus efectos kármicos en la vida en la cual ha sido iniciado. Hay personas que son iniciadas, reciben una iniciación menor y en esta vida ya no reciben la segunda menor y tienen que esperar otra vida. Hay quien recibe en esta propia vida dos iniciaciones menores, más la jerárquica, y en casos muy extremos, en casos de personas muy experimentadas, se reciben la primera, la segunda y la tercera en una sola vez. Voy a citar casos concretos, pero no me está permitido, de tres iniciaciones en una sola vida, recibidas.
Por lo tanto, el modo en que se enfoca el asunto del discipulado, depende mucho de cómo enfoca la vida, de cómo enfoca la persona, el discípulo, la vida según la totalidad de la experiencia, porque de acuerdo con aspectos psicológicos profundos, parece un contrasentido que vuelva a la experiencia a no ser que se defina como el campo de la experiencia en los tres mundos. Sabemos, nosotros, que estamos experimentando aquí y ahora constantemente. ¿Acaso la serena expectación no es la base de la experiencia, vital, psicológica, en cualquier momento del tiempo, en cualquier lugar del espacio? Por lo tanto, la experiencia, en el caso de cualquier persona, en el caso de un aspirante espiritual, en el caso de un discípulo que está en probación, en el caso de un discípulo que ha sido aceptado, en el caso del discípulo en el Corazón del Maestro o en el caso de un discípulo iniciado que ha recibido, ya, la primera iniciación jerárquica, y las que van sucediéndose, todo es una experiencia.
No sé si me explico. A mí me gustan las cosas hacerlas sintéticas, claras, sencillas, porque, naturalmente, igual que pasa con las denominaciones angélicas, si nos atuviésemos a los nombres que dan las distintas religiones, credos, creencias diversas de todos los tiempos, a la jerarquía angélica, no acabaríamos nunca: dominios, potestades, genios, espíritus menores, espíritus superiores, daimones, hay una serie impresionante de nombres. Yo ya lo he dicho, hay que sintetizarlo, entonces hay tres Jerarquías base, que es: el Arcángel, el Ángel y el Deva, deva constructor, en este caso. Pues bueno, a mí me parece que hay que sintetizar, y entonces dices: Arcángel, es aquel Ángel superior y trascendente a cuyo cargo corre la totalidad de un plano de la naturaleza, tenemos, entonces todos lo arcángeles en cada uno de los planos del Universo. ¿Qué son los ángeles? Entonces los ángeles son los regentes de cada uno de los subplanos de cada plano. Significa, entonces, que un Arcángel tiene a sus órdenes siete grandes Ángeles, dentro de la totalidad de un plano. Entonces habrá cuarenta y nueve ángeles, siete arcángeles y una cantidad prodigiosa de devas menores y devas constructores. Sabiendo, por ejemplo, que estos ángeles de cada subplano, tienen a su cargo las especies de cada reino, incluso los propios reinos de la naturaleza, los reinos que viven en el mundo físico y reinos que desconocemos, porque el reino espiritual no lo conocemos todavía, está constituido según un patrón jerárquico igual al mundo físico, aunque extremando la sutilidad y la profundidad de las percepciones, la calidad y la trascendencia., porque, como decía Ramón, el espíritu y la materia son la misma cosa, solamente existe una diferenciación de potencial o de vibración; el espíritu y la materia son la misma cosa, pero dependiendo solo de la intensidad, de la vibración, en un momento dado del tiempo y en cualquier lugar del espacio; y aquí habría mucha tela que cortar con el asunto de la creación de los universos. ¿Cómo se crean un universo?, ¿cómo se actualizan esos factores, digamos, arcangélicos para crear un plano? Y ¿cómo ejercita su poder un Arcángel para crear cada uno de los siete subplanos de su plano respectivo, actualizando la vida de ciertos devas, que parece ser que están kármicamente relacionados con él?
Así que, entonces también se puede decir, que parte de la experiencia del discípulo, tanto si está en probación, como si está en el camino del discipulado consciente, o digamos aceptado, se basa en un conocimiento tremendo de la fuerza angélica. Pues, donde diriges la vista, después de pasar el mundo físico, todo son devas, no puedes encontrar nada, ninguna situación ambiental, ninguna forma, tanto si es subjetiva, como objetiva, sin que detrás no exista la fuerza, digamos, de una substanciación de un ángel. Pues bien, lo mismo se aplica a los elementales constructores, los famosos Gaspar, Melchor y Baltasar, que constituyen la piedra angular de base, la ofrenda, el oro, incienso y la mirra, que le ofrecen al Dios que nace, que no es más que le ofrecen tres cuerpos para que se manifieste y, cuando estos cuerpos han realizado cierta evolución, viene el Bautismo en el Jordán. Y cuando se ha realizado la experiencia en el Jordán, viene entonces, la experiencia en el Monte Tabor y después viene la experiencia, fijaos bien, en el Monte Calvario, y después viene también el Monte Himalaya de la conciencia, el Everest de la conciencia, que tiene que ver con el Misterio de la Ascensión y, así hasta el fin, siempre utilizando la clave de la analogía. Vamos, es una visión que yo tengo de una experiencia vivida del discipulado y me parece que es la más sencilla de comprender, además de que lo que se dijo ayer es totalmente cierto, solamente que a la gente le gusta ver las cosas claras desde un buen principio.
Ramón. — Puede haber una diferencia esencial en el nivel de conciencia de la persona que se desenvuelve en un mundo de experiencias, desde un punto de vista de un hombre común, un hombre no evolucionado, un hombre normal, y el discípulo que sí que experimenta, pero que, quizá, su conciencia es distinta, por cuanto que no se identifica con el plano en el que está experimentando. Incluso, quizá, una experiencia que esencialmente podría ser esotérica, como ser, no sé, de devas inferiores, si el esoterista se identifica con el plano en que está experimentando, no está, realmente, en el discipulado, podríamos decir que está en un nivel previo de conciencia.
Vicente. — Exacto, exacto…
Ramón. —… porque experiencia y conciencia es lo mismo.
Vicente. — Sí, sí, sí, claro, quizá faltaba decir esto de que la experiencia del discípulo es desapasionada, de desapego. Fijaos bien, que una de las cosas que tiene es que la persona que desea ardientemente la iniciación, un discípulo que desea tan ardientemente la iniciación que se separa de ella por el apego. No lo hemos hablado porque constituye una parte muy distinta del proceso, pero ha estado bien que lo hayas dicho, porque, naturalmente, la persona que no es un discípulo no está preparado, y hay muchos casos de personas que han sido aceptadas como discípulos y han regresado al mundo de la experiencia, a la cual se refiere el Maestro Tibetano, que el es apego al mental inferior, al astral,... sí, es el Kurukshetra, como decíamos ayer, y luego el plano físico, el mundo de la sensación; y esto es el campo de batalla del discípulo, el desapego. Así que todo se puede compaginar bien, porque, realmente es esto, la experiencia a la que podríamos dar por sentado, a la cual me refería, que es una experiencia desapegada.
Ramón. — Incluso podríamos decir que un Logos Planetario, un Logos Solar, en su plano, evidentemente, en su nivel de conciencia, ¿también está experimentando?
Vicente. — Naturalmente, naturalmente, la vida es una experiencia constante, tanto de un Logos Cósmico, como de un Logos Solar o de un Logos Planetario. Lo que varía radicalmente, es el campo, la extensión, dentro del espacio, del campo de expresión del Logos, viene también la expresión kármica de aquel Logos, que a medida que va ascendiendo, al ir ampliando el campo de acción en el espacio hay más difuminación dentro, digamos, no sé cómo decirte, es como inflar un globo, tiene una consistencia “x”, al aumentar de volumen pierde consistencia, aumenta la proporción, es más sutil; naturalmente lo que ocurre es que no podemos medir tampoco la vida de los Logos a través de una mente finita, pero si aplicamos la analogía vemos que la experiencia está en todos los planos del Universo, lo que pasa es que están experimentando en lugares definidos; por ejemplo, el Logos Solar está experimentando su vida espiritual en el 5º Plano Cósmico, como decías bien ayer, y tiene su vida afectiva en el 4º Plano Cósmico, en el plano astral, digamos; bueno, desde arriba, desde abajo es el segundo plano, ¿eh?, yo siempre estoy diciendo que el Plano Búdico Cósmico es la Constelación de Libra, por analogía también, y que el Plano Mental Cósmico es la Constelación de la Osa Mayor y la Pléyades constituyen el plano emocional, es decir, que hay que ir buscando las constelaciones, porque el Maestro Tibetano no te dice esto, dice: “usted ya lo comprenderá” ¿eh? y trabajo para comprenderlo, porque es una mente tan tremendamente aguda y tan tremendamente profunda que es muy difícil interpretar lo que quiere decir.
Yo estoy leyendo el [Tratado Sobre] Fuego Cósmico, lo que te dice en un pasaje parece desmentirse en otro pasaje y quedas… bueno ¿cuál será la versión verdadera? Y esto obedece a razones, digamos, iniciáticas, porque el que tenga que comprender comprenderá y el que no tenga que comprender, éste quedará vacío del significado. Yo lo he visto, ¿eh?; digo: “se ha equivocado”… No, no. No se ha equivocado, porque la relación que sigue es así, pero en otro lado, la relación que sigue también es correcta y, sin embargo, dice una cosa distinta, respecto a los rayos, a los planetas que gobiernan ciertas constelaciones o los planetas que están dentro de, digamos, una constelación y constituyen sus agentes. En un lado dice Venus, en otro lado no, dice es Mercurio; bueno, en qué quedamos, será que en un caso es Venus y en otro Mercurio, con lo cual el Fuego Cósmico para mí es un galimatías porque no estás experimentado. Y el [Maestro] Tibetano dice que es un libro para iniciados, ya no dice discípulos, iniciados, dice. Así que si comprendes algo puedes estar contento, porque dices, bueno, si no soy iniciado estoy en camino de serlo.
Interlocutor. — Sí, el último precio de este libro, son cuatro mil pesetas.
Vicente. — Siete mil vale ahora.
Interlocutor. — Aparte de todo esto, el último libro que he leído decía al principio que el 7º Rayo estaba entrando en actividad ahora, y más adelante decía que llevaba como mil años en actividad.
Vicente. — Bueno, yo creo que se refiere a los crepúsculos que preceden a la noche, o bien a las auroras que preceden al día. Por ejemplo, un crepúsculo puede durar mil años, digo yo, eh?, porque en esta 4ª Ronda todo el concepto que tenemos del conocimiento se basa en cuatro puntos, ya sea, por ejemplo, los puntos cardinales, los Señores del Karma, o bien el punto de experiencia del centro Muladhâra, por lo tanto, se ve que hay una experiencia, las cuatro edades del hombre, infancia, juventud, madurez y vejez, y todo esto que lo veremos el sábado, precisamente cuando hablemos del Devachán, las edades dentro del Devachán, que es muy interesante y creo que os gustará, que tiene que ver, precisamente, en esta 4ª Ronda. Y, también, hay una afirmación del Tibetano, y yo la hago mía porque así lo comprendo, y es que hay personas que están viviendo en la 5ª Ronda y están entre nosotros y pertenecen a la Cadena Terrestre, no pertenecen a la Cadena de Venus, por ejemplo, están en la 5ª Ronda y en la 5ª Cadena, sino precisamente, una serie de individualidades, quizá son aquellas personas a quienes una parte considerable de científicos llaman mutantes, que no tienen nada en común, aparentemente, con las personas conocidas en su expresión psicológica, se escapan por completo de todo el razonamiento, de todo el concepto psicológico que se puede tener de un ser determinado. Naturalmente, no pueden ser comprendidos, son iniciados, naturalmente, pero su iniciación trasciende la 4ª Ronda. Y tenemos, por ejemplo, un caso extraordinario de una entidad que pertenece a la 6ª Ronda, que vive en nuestro planeta y está dirigiendo ciertas energías hacia la Tierra, y lo veremos en el Festival de Wesak, que es el Señor Buda, que pertenece a la 6ª Ronda y, en cambio, el Cristo corresponde a la 5ª Ronda íntegramente.
Es decir, que son cosas que si estamos atentos al devenir de los tiempos y utilizando la analogía, el conocimiento viene sin necesidad de utilizar demasiado exhaustivamente la mente, no utilizar la mente solamente buscando un conocimiento sino viéndola en su totalidad, entonces, viene el conocimiento a medida que tú te vas integrando, ni más ni menos, ni menos ni más, es el equilibrio en el cual se libera la personalidad definitivamente del par de opuestos. Ya entra en una zona en donde no hay luz ni sombra, existe la luz permanente o la luz dentro de la luz, o la luz en el centro, podíamos decir, o el Sendero, el Óctuple Sendero, el Sendero del Medio del Buda, el centro místico de todas las cosas. Y esto, si vamos leyendo varios libros, el que tenga tiempo de hacerlo y le guste hacerlo, verá como si está buscando en los diversos esoteristas, dignos de este nombre, verá que hay una analogía, y si están difiriendo en ciertos pasajes, en el fondo de la cuestión siempre será buscar esta extraordinaria nitidez de conocimiento que surge de un gran vacío creador, surge de una mente que está nadando dentro de la nada, si podríamos decirlo así, es una paradoja, está nadando en la nada, que no es, por ejemplo, el Espíritu de Dios que está, digamos, flotando encima de las aguas, es que el aspecto que precede a la creación, pero aquí estoy hablando de un aspecto que al Logos le corresponde como Nirvana, porque esto es algo que se está escapando de la Creación, no está mirando la creación, así, de lejos, como Krishna está contemplando la obra de Arjuna, pero Arjuna es la pequeña porción que él utiliza para crear todo el Universo, es decir, el Ánima Mundi, o por ejemplo, el concepto dévico o todas las Jerarquías que existen, su obra está, Él solamente da la orden y los demás trabajan, y nosotros formamos parte de esta maquinaria tremenda. Si nos sentimos como piezas bien ajustadas dentro de esta gran máquina, la máquina esta marchará bien, es decir, lo que yo defino como adaptación. Claro, diréis, siempre está diciendo lo mismo, pero es que la única palabra que jerárquicamente a mí me da la sensación de que expresa la totalidad de un estado de conciencia humano que busca a Dios, es la serena expectación, en la cual no existe esfuerzo sino intención. La intención de mover la atención y la atención está invocando el conocimiento superior y, por lo tanto, es lo que decíamos antes, es la persona que se está liberando del equipo, a medida que va utilizando el equipo lo deja de lado; es, por ejemplo, como el minero que está trabajando, que está haciendo un puente o un agujero en la tierra y está tirando hacia atrás todo lo que esta trabajando, llega un momento en que no puede volver atrás, porque lo que ha ido acumulando le impide ir detrás y tiene forzosamente que caminar hasta que encuentra la otra parte que está buscando. Claro que podéis decir, se puede equivocar y marchar al centro de la tierra, pero estoy hablando en términos esotéricos, que solamente se expresan ciertos ejemplos para tratar de explicar una idea, lo cual es muy difícil cuando la idea corresponde a una 5ª dimensión, por ejemplo, como habitualmente suelen ser las ideas que estamos manipulando aquí a veces y, por lo tanto, es muy difícil de ser interpretadas, porque siempre hay personas del tipo de Virgo inferior que están buscando los tres pies al gato y entonces están buscando… sí, pero si es que se equivoca o si se desvía un poquito dónde irá a parar, en fin, esto no tiene importancia. Solamente cosas que se leen en libros ocultos, trascendentes, que están quizá tan viejos que están deshaciéndose en el mundo de los significados, digamos, y tienes que extraerlos a la luz astral de los acontecimientos. Pero es interesante saberlo porque es venir a decir ya, cuando estás atacando un principio estás tan atento a lo que estás buscando que olvidas lo que dejas detrás y es la carrera iniciática. Es el símbolo de la mujer de Lot cuando Sodoma y Gomorra, los ángeles le dicen, primero, las puertas de los justos son pintadas con una cruz o con un signo cabalístico, como sea, y a todos familias, id hacia delante y no miréis hacia atrás, y la mujer de Lot, ya pone a una mujer, que son curiosas, pues, pasa atrás, se vuelve atrás y queda convertida en estatua de sal, que es el símbolo de la petrificación o la cristalización de las actitudes de la persona que está mirando el pasado. Pues el desapego es mirar adelante sin pensar, lo que hay a la izquierda, lo que hay a la derecha y el camino que está sembrando. Es así, lo que podemos decir en términos de discipulado, es aquella persona que no está atenta al fruto de sus acciones. Su misión es trabajar, es avanzar, no discutir lo que está haciendo, avanza, que es lo que hace el verdadero científico —que es un ocultista tremendo— que su misión es investigar, no busca un resultado, está investigando. Cuando buscas un resultado, quedas atado al resultado, cuando persigues una meta, te cristalizas en aquella meta, por elevada que sea esta meta, pero cuando tú vas adelante sin pensar en la meta, sin darte cuenta estás quemando etapas dentro del camino del iniciado o del Sendero.
Interlocutor. — Te has demostrado un poco, por decirlo así, enemigo de las disciplinas, ¿no?, pero dices en tu libro: “Sabemos que a través de nuestras investigaciones esotéricas que hay en el mundo hombres de elevadísima integración espiritual, tales como iniciados y adeptos de nuestra Jerarquía Planetaria, quienes merced a los esfuerzos, dedicación al trabajo interno y a las férreas disciplinas de sus vidas, lograron desarrollar los sentidos correspondientes a cada uno de los cuerpos o vehículos de manifestación cíclica o evolutiva de la presente ronda planetaria y algunos otros, que por la inmensa mayoría de la humanidad constituyen solo unas vagas promesas para las lejanas edades y más avanzados ciclos evolutivos”. Entonces, claro, me atrevería a decir que aquí estamos otra vez en lo que decías antes del Buda, del Camino del Medio, ni disciplina, ni no disciplina, no sé, cómo…
Vicente. — Bueno, pero es que aquí no defino el estado, yo digo fiel a las disciplinas, pero no digo cuándo ni cómo. Es decir, que yo no digo que ahora estén sujetos a férreas disciplinas, sino que las férreas disciplinas ... a las cuales está sujeto cuando estaba en el curso de la experiencia, le motivaron para que entonces entrara en este camino de luz que le conduce a las más elevadas iniciaciones. Podríamos decir que el camino más difícil está en la experiencia en los tres mundos, que es donde hay que tener una disciplina. Pero daos cuenta que yo no digo que no sea una disciplina, lo que (pasa) que no hay que tenerla como una disciplina, porque entonces estaríamos en el caso de todas las personas que están adoptando una disciplina en el comer, en el beber, o dejarse de esto o de lo otro, para alcanzar un fin espiritual, lo cual, para mí, es negar la vida espiritual; porque la vida espiritual debe llegar como susurro, digamos, de una brisa que viene, digamos, del cosmos, o como el ala de un ángel, rozándote, digamos, la frente, no viene con el esfuerzo. Ahora bien, podemos decir que hemos llegado aquí a través de férreas disciplinas en el pasado. Sabéis lo que significa la férrea disciplina a la que tuvieron que sujetarse los iniciados lemures para crear un cuerpo, para que fuese el prototipo de lo que tendría que ser el cuerpo perfecto de la raza; enseñando a las almas que habían encarnado en cuerpos lemures a comer, a beber, a reproducirse, a respirar, porque no sabían nada de nada. Pues si esto no es una férrea disciplina, ya diréis lo que es. O, la férrea disciplina de la Raza Atlante, de los iniciados, a los que tuvieron que sujetarse para crear el prototipo de un cuerpo emocional que pudiera ser un ejemplo vivo para todos, para toda la Raza Atlante. Y no hablemos de las disciplinas mentales, las primeras fases del Raja Yoga, por ejemplo, en las cuales viene el kama-manas y tienes que tener una férrea disciplina para disociar kama de manas. Es decir, una férrea disciplina para desatar el deseo de la mente, pues bien, cuando llegamos a la serena expectación es porque se ha producido este milagro y, si no se ha producido, se va a producir, en virtud de esta reorientación ashrámica hacia el curso de los acontecimientos, no hacia la conquista de una meta. Siempre que queramos conquistar una meta tendremos que sujetarnos a una disciplina y, aquella disciplina, igual que la meta, nos va a condicionar. Pero si nosotros, sin pensar en meta ni disciplina estamos atentos al proceso, significa que estamos dándole constantemente las gracias a los Señores del Karma por las circunstancias que presenta nuestra vida. Y, hablando en forma muy metafórica, los Señores del Karma te ayudan, porque no haces resistencia a su labor. Si tú analizas fríamente estos pasajes verás que no me refiero a un estado de ahora, sino que se sujetaron cuando..., quizá tendría que decir cuando, pero quizá en aquel momento no se me permitió ver esta excepción a la cual se podía…. Pero, quizá, en próximas ediciones, se puede trabajar este punto. Es la primera vez que se me dice, por ejemplo, que hay un especie de contrasentido, pero no existe contrasentido si utilizamos la analogía. Estamos viendo lo que somos ahora, que somos el resultado de ayer, pero que estamos hoy sin pensar en el ayer, trabajando constantemente para complementar un propósito definido, del cual apenas somos, digamos, conscientes, pero sí responsables, porque al menos tengamos responsabilidad sabiendo que hay un proceso que tiene que llevarse a cabo y este proceso, yo creo que lo llevamos acabo aquí, y, quizá vosotros en vuestra vida interna, habréis sido testigos de muchos cambios que os han hecho ver claras ciertas situaciones. Se han despertado ciertos anhelos inconcretos, los han concretados; que habéis sido testigos de ciertos estados superiores de conciencia; que habéis sido testigos de experiencias místicas internas, que habéis tenido sueños, que habéis estado, quizá, en contacto con el Ashrama en forma consciente, a través del sueño, o a través de una imagen lúcida que os viene, digamos, de niveles superiores. Si habéis creado una situación constante de transformación, si os dais cuenta de que realmente estáis trabajando, si os dais cuenta de que vuestras motivaciones son distintas de las del pasado, es que estáis actuando, es que virtualmente estáis sujetos a una expectación serena constante, aunque no sea siempre la expectación serena. Quizá sería demasiado para nuestro equipo kármico estar las veinticuatro horas que constituyen un día físico, y estar constantemente dentro de esta tremenda intención creadora que constituye el silencio mental, o la expectación, o la atención. Hay una situación distinta en cada caso. Pero si durante el día estamos una hora expectantes, contando minutos, segundos que hemos estado, digamos, en esta situación, digamos, sin meta alguna, sin mirar ni a la derecha ni a la izquierda, sin pensar en lo que va a pasar, sin pensar en lo que pasó, sin pensar en lo que pasaré el día de mañana. Estamos viviendo como el pájaro que se levanta por la mañana trinando y se acuesta trinando sin pensar lo que será el día de mañana, si pasará hambre o si será cazado por un cazador furtivo, ¿verdad?.
Pero todo esto está dentro de la esencia de la experiencia que estamos ahora, digamos, llevando a cabo. Aceptar, no como una disciplina la serena expectación, pero sí como una experiencia, que os puede deparar la iniciación, casi nada; a pesar de su sencillez. Ya os digo que es difícil estar todo un día serenamente expectante, pero hay que hacerlo, hay que empezar aquí y ahora y si no llegamos cada día a tener un cúmulo de energías que, digamos, he estado una hora serenamente expectante, contando minutos o segundos de serena expectación, no estaremos tranquilos, algo de nosotros nos dirá, ¡cuidado!, porque habéis entrado en una corriente distinta, en una corriente ashrámica, podíamos decir, y esto, las consecuencias serán en un futuro, más o menos próximo. Pero ahora ya tenéis las consecuencias y las consecuencias son los cambios que vais experimentando en conciencia y, seguramente, los cambios que van siendo operados sobre la conciencia inferior o sobre el aspecto kármico de la vida. El Maestro, en ciertas ocasiones nos ha dicho que entrar en un Ashrama es hostigar al enemigo que hay oculto, que parecía que estaba muerto pero que estaba simplemente dormido. Y así es fácil que surjan dentro de la vida del discípulo cuando está actuando correctamente, las grandes dificultades, los grandes vicios, así como las grandes virtudes; los grandes complejos psicológicos se hayan siempre presentes en la vida inicial de un discípulo, porque está removiendo las cosas, está removiendo hasta el fondo todo cuanto existe en su subconciencia procedente de un pasado lunar o de cuando su vida era animal, y todavía se va revolviendo dentro esta fuerza animal y, hasta que no surja afuera completamente, no puede ser extirpada esta fuerza lunar.
Pues bien, si tenemos la suerte —yo creo que la tenemos— de tener un momento de silencio, si llegamos a comprender la motivación que nos guía hacia delante, si alguna vez, sin pensarlo ni pretenderlo, estamos en silencio, estamos expectantes, es porque un ángel se ha adueñado de nuestra mente. Esto, para mí es tan interesante que parece constituir la clave de toda una vida esotérica. Creo que, por hoy, si no hay nada más que decir.
Interlocutor. — Muy brevemente, como parte de la experiencia y como parte de esta intención de la que hablabas, ¿cuál podría ser nuestro propósito en experimentar, en vivir? Me parece una de las claves, lo del propósito, que diría…
Vicente. — Bueno, sí, pero es que el propósito ya está ahí, eh?, está en nosotros el propósito. Desde que nacemos hasta que morimos tenemos un propósito, lo que hay que hacer es reorientar el propósito, porque toda la fuerza que proviene del Sutratma, a través del espíritu, o la fuerza que se comunica a través del Antakarana, son parte del propósito, el mismo propósito. Por lo tanto, solamente hay que prescindir del propósito, no estar pendientes tanto del propósito. Estamos pendientes del propósito y olvidamos lo esencial, el propósito ya somos nosotros, evidentemente, entonces, cuando no pensemos en el propósito estaremos marchando, porque el propósito a veces se convierte en una meta y entonces es cuando hay la dificultad en la acción. Fijaos bien, en ciertas citas místicas del pasado hay un pasaje que dice: “El deseo ardiente de Dios, te aparta de Dios”. Pues bien, hay que vivir sencillamente, en todos los momentos, ser sinceros. Para mí la sinceridad es la base de la evolución superior, es la base de la iniciación, de la culminación, de la síntesis de todas las cosas, y si vamos aprendiendo, trabajando, experimentando constantemente, sin asignarle una cualidad a la experiencia, que estamos, digamos, experimentando esta dualidad tremenda, entonces, nos daremos cuenta un día de que realmente tenemos ante nosotros la vida mística del Maestro.
Tenemos abiertas las puertas de la iniciación, y presentimos, intuimos, la base de lo que es la liberación humana de los tres mundos y, quizá, podamos hablar entonces de un paso en esta propia vida, en esta propia ronda planetaria, hacia una ronda superior, siendo, entonces, las simientes de la siguiente ronda. El caso es que todos aquellos que han recibido la 5ª Iniciación son la simiente de la 5ª Ronda. Hay una relación entre esto que están haciendo los Grandes Iniciados, como los prototipos de la 5ª Ronda planetaria, dentro de la 4ª Cadena, con el espíritu que guía a los Grandes Iniciados de Sirio, y serán más activos todavía en la 5ª Ronda, o como los Señores Planetarios de Venus. En fin, resumiendo, si estamos, por ejemplo observando atentamente las cosas, sin preocuparnos más que de observar, veremos que los problemas somos capaces de solucionarlos más directamente que por el...
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
10-Mayo-1984