CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
[edición en curso]
Conversaciones Esotéricas
La Voz del Silencio.
Barcelona, a 20 de Diciembre de 1.984
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Conversaciones Esotéricas
La Voz del Silencio.
Como dije la semana pasada, el silencio es el precursor de la palabra. No se puede argüir ni sacar conclusiones acerca del silencio, el silencio es una experiencia, una experiencia de lo más trascendente esotéricamente hablando. Es el gran problema del hombre poder llegar a silenciar sus actitudes mentales, emocionales y físicas, que cuando decimos que estamos callados no es que estemos en silencio, simplemente no emitimos palabras, está parloteando constantemente el pensamiento, están parloteando constantemente las emociones y siempre estamos dando vueltas acerca y alrededor del yo, de este yo que trata de vivir, de crecer y de propagarse a través del ruido, de las palabras.
No hay que argüir tampoco demasiado acerca de las palabras, cuando las palabras tienen un sentido y ese sentido surge de las fuentes místicas del propio silencio. Toda palabra surgida del silencio es creadora. Las palabras que surgen al impulso del yo que se debate prisionero dentro de su propio círculo infranqueable, esto constituye de acuerdo con la ley —a la ley del discipulado me refiero siempre— el gran problema que tiene el discípulo.
Como dije anteriormente, el discípulo debe pasar siete años sin pronunciar palabra alguna aunque tenga muchas ideas para exponer, que debe retener el aliento de las palabras como retiene el aliento el yogui que llega al estado de Samadhi. Se trata, simplemente, de enfocar el asunto, el asunto entero de lo que es realmente el Verbo o la palabra santa, emprendiendo la búsqueda del silencio, pues el silencio participa de la gloria creadora de la propia Divinidad.
Así que antes de hablar con propiedad hay que aprender a callar, ésta es la máxima pitagórica, la máxima socrática, la máxima de Plotino a sus discípulos, de Ammonio Saccas, el neoplatónico, de todos los grandes hombres, y los Maestros están más tiempo silenciosos que hablando, y cuando emprenden una actitud, surge aquella actitud en forma de verbo de una manera mágica porque surge del fondo creador que es la esencia mística del ser.
No se ataca a la persona que habla, a la persona que tiene algo que decir, sino que se está atacando la falta de santidad de las palabras, la falta de creatividad, porque si no existe esta creatividad —y ahora hay que hacerlo porque los tiempos son difíciles— en el corazón de cada uno de nosotros el ruido nos embargará, nos conducirá atados de pies y manos, siendo unos meros comparsas o autómatas o robots de esta fuerza ambiental que está tratando de apoderarse de nuestra voluntad y situarnos muy por debajo de nuestras propias posibilidades mentales y espirituales.
Incluso, y hablando ya en términos ashrámicos, tengo que decir que la música que es la precursora o que surge del silencio y que es precursora de los grandes alientos espirituales, se ha deformado, se ha envilecido, ha perdido su santidad innata, surgiendo de fuentes dévicas desde el plano búdico y ha llegado al plano físico como un ruido, no como música. Pues bien, la palabra es música, y ¿sabéis como define el Maestro la música?, como un silencio entre dos notas, y cuanto más prolongado sea el espacio entre dos notas mejor se comprende y será más creadora esta música, mejor llegará a nuestros corazones. Esto es la base sustancial de lo que intento decir constantemente, porque la serena expectación, a la cual hago referencia, no es más que una atención profunda hacia este silencio místico, tratando de escuchar esta voz interna que es el silencio, que es el precursor del verbo, el precursor de la palabra, el precursor de la propia creación, pues no podemos crear sino surge la palabra o el verbo del fondo místico de este silencio al cual hacemos referencia.
Estamos tratando constantemente de unificar nuestros corazones, de unificar nuestras voluntades, y me pregunto cómo podemos hacerlo si cada cual parlotea a su propia manera, porque las palabras separan, cada cual tiene su propia forma de expresión, su propia palabra, sus propios conceptos, sus propias opiniones; y el discípulo que está en un Ashrama debe aprender ante todo a silenciarse tan completo a sí mismo que todo bagaje de sus pensamientos, emociones y palabras deben ser arrojados al fondo místico de esta gloria inmarcesible de Dios, para que sea allí purificado en el seno del silencio del propio Dios, esta es una máxima esotérica del Ashrama. Y que todo lo demás no tiene tanta importancia como le asignamos, porque el silencio continuado, como decía anteriormente, nos prepara para la palabra, para poder hablar, para poder discernir en profundidad, no ser esclavos solamente de lo que leemos, sino que lo que leemos, lo que estamos aprendiendo, lo que hemos adquirido, lo que vamos a adquirir, se convierte en un bagaje inútil si no tenemos un silencio que sitúe cada una de estas cosas dentro de su propio contexto, del contexto que le pertenece, dentro de su propia nota, esta música infinita que viene del Cosmos.
Bien, esto es lo que trataba de decir, si esto puede traer una polémica en el grupo es porque no se comprende la efectividad, la profundidad de un comentario ashrámico, y que no se ama profundamente al silencio como debe amar un discípulo, porque el discípulo se prepara para hablar, para exponer las verdades que surgen de su Maestro al mundo y si no tiene esta facilidad de entrar dentro de sí mismo, dentro del silencio, no podrá hablar en presencia de los Maestros, no podrá hablar en presencia de los hombres sabios, tendrá que hablar al vulgo.
El discípulo no debe hablar al vulgo, debe hablar a las personas sensatas y estas personas sensatas son las que deben hablar al vulgo, hay una distinción, hay una jerarquía en funciones ashrámicas, los que saben callar y los que solamente saben hablar, cuando saben hablar porque surge del silencio entonces es un verbo, entonces hay creatividad, entonces la palabra va tan llena de silencio que sea cual sea el objetivo de la palabra aquellos que la escuchan entran en silencio, demuestra que la palabra es santa si el silencio ha sido adquirido.
Ese es el verbo que utilizan los grandes Logos, así que nosotros solamente tratamos de aplicar lo que hacen los Logos en sus sistemas estelares, pronunciar la palabra santa, hacer este gran vacío, un vacío creador que no puede ser creado si el Logos no tiene un silencio profundo dentro de sí, que hace posible que Él sea el creador de su propio destino universal.
Esto es en esencia lo que dije el otro día, y esto no va contra nadie ni contra nada, sino que es una apelación, un desafío a la atención de todos y cada uno de vosotros, porque ha sido y es un constante desafío para mí. Yo me aplico la ley como se la aplica el Maestro en el Ashrama, como se la aplica el Logos dentro de su Esquema y el Logos Solar dentro de su Sistema, por lo tanto, me parece que la cosa es clara, determinante. Vosotros debéis decidir si preferís la palabra o el silencio, si preferís estar parloteando constantemente buscando situaciones verbales simplemente o estáis tratando de que de este fondo de silencio que vayáis adquiriendo que surja la palabra espontánea como surge el OM, por ejemplo.
El OM es una palabra que solamente tiene un significado y una relación constante con los hechos mágicos en la vida de la naturaleza si viene impregnado de un fondo místico de silencio, es decir, casi se puede decir que no debe pronunciarse el OM sino que el OM nos encuentra tan vacíos a nosotros de nuestros propios comentarios que nos pronuncia a nosotros mismos. No será ya una actividad, digamos, propia de la personalidad, será una cosa del Alma.
Yo siempre trato de hablaros de las cosas del Alma, soy uno entre vosotros que está tratando de buscar lo mismo; quizás tengo una experiencia, no por la edad sino por la evolución interna, y esto hay que considerarlo atentamente, porque la jerarquía existe en todos los planos. Esta jerarquía no se impone, tiene que venir como surge el agua del arroyo, de la peña más profunda puede salir el agua, una cosa tan insignificante como el agua puede horadar la peña más profunda.
Pues bien, gotas, gotas y más gotas de silencio dentro de cada uno de nosotros puede depararnos la oportunidad de extraer el gran bloque de palabras que existen en los mundos internos, que son aquellas palabras que precisa la gente en cada momento, en cada situación, y ¿cómo podemos saber el alcance de una situación, de la necesidad de una persona si no hemos establecido un silencio previo? Un silencio que es como un espejo que refleja aquello que es nuestro hermano, aquello que es una situación, aquello que es un ambiente a fin de poder ayudar con eficacia, emplear la palabra y la sonrisa justa en el momento oportuno, porque la oportunidad es la verdadera sabiduría y la oportunidad sólo puede nacer del silencio.
Tened en cuenta además, que para aplicar la magia verdadera, para convertirnos en verdaderos magos blancos, la energía contenida en las palabras y en los pensamientos cuando es guardada celosamente por una entidad interna que somos nosotros, con todo el celo que precisa, con toda la atención que merece, se ve que esta magia somos nosotros expresados externamente cuando dentro el depósito está vacío. Y entonces se produce aquél hecho milagroso que no vamos nosotros a los demás sino que los demás vienen a nosotros, porque en nosotros ven un ejemplo de la sabiduría, no es simplemente una exposición del conocimiento, sea o no esotérico, esto no tiene demasiada importancia, es como aquel adagio antiguo de los Upanishads: “A ti vendrán los cántaros vacíos porque tu tienes el agua de vida que tiene que llenar esos cántaros”. Pero, como paradoja, para que el cántaro de los demás sea lleno nosotros debemos estar tan vacíos de nosotros mismos que solamente corra dentro de nosotros la propia gloria de la Divinidad, esta fuerza interior que es realmente la que transporta las montañas.
La expectación, si no se comprende el silencio, es inexplicable. Si no os refugiáis constantemente en el silencio no podréis hablar con propiedad, hablaréis por imaginación o por recuerdo o por las memorias acumuladas del conocimiento, pero detrás, detrás del escenario no habrá nada, no habrá un poder creador que haga llegar estas palabras al corazón de las personas, que es donde hay que hablar a las personas, en el corazón. Porque en el corazón de todas las personas está la joya en el loto, y esta joya en el loto es silencio místico indescriptible y al propio tiempo inapelable porque es la fuerza del verbo. Cuando surge el verbo por la garganta es porque ha sido madurado el silencio del corazón, y ahora la Jerarquía a través de todos sus Ashramas está tratando de llegar al corazón de los aspirantes espirituales para convertirlos en discípulos, y a los discípulos los está trabajando internamente en un silencio especial del 1º Rayo que se realiza a través de la atención para que se conviertan en Iniciados. Y tenéis este reto delante de vosotros, es un desafío de la conciencia.
Me importa muy poco que esté yo aquí entre vosotros si comprendéis esto, y siempre desde el principio he dicho lo mismo: que lo único que hay que buscar para enfrentar el desafío de la Nueva Era es la serena expectación, la serenidad porque surge del silencio y la expectación porque atrae del Universo lo justo, lo necesario, lo oportuno, este es el propósito del discipulado para esta Nueva Era. Quizá el Maestro Tibetano no haya hablado sobre estas cosas, pero la obra del Tibetano se está remontando casi a un centenar de años, y los tiempos están cambiando. Antaño se creía que la labor del discípulo era disciplina, la disciplina férrea para dominar, para controlar sus vehículos; actualmente, el discípulo está siendo preparado para trabajar en forma grupal y para trabajar en nombre del Maestro, ya no pide sino que expone, se entrega, da, ya no espera la ofrenda de los Dioses sino que el mismo se convierte en un Dios y al convertirse en un Dios realiza la ofrenda tal como ha aprendido del Maestro.
Pues bien, dicho esto que más se puede decir… Estamos tratando constantemente de encontrar la paz que no tenemos en el corazón, estamos tratando de llegar al corazón de los demás, a lo cual no se llega con palabras, sino con aquel sentimiento de fraternidad que nos falta también. De todas maneras, si estáis aprendiendo a ser buenos discípulos para penetrar en un Ashrama y para penetrar conscientemente en el Santuario del Maestro debéis tener en cuenta esto que estoy diciendo, no porque lo diga yo, sino porque es la ley. Y esto no lo digo yo ahora, sino que ha sido la regla esotérica más profunda desde siempre; cuando Madame Blavatsky habla de la Voz del Silencio, cuando en Luz en el Sendero se está hablando también de que solamente cuando se llega al centro del corazón se puede hablar en presencia de los Maestros, lo cual significa que lo que salga de nosotros será puro y radiante y que, por lo tanto, llegará a su destino con toda plenitud y con toda serenidad y seguridad.
Que queráis hablar…., bueno, la persona está dispuesta o ha sido dispuesta de una manera, que para establecer contacto con los demás precisa de la palabra. Solamente trato de decir que esta palabra con el tiempo debe ser redimida, de todo concepto personal, de ser esto o de ser lo otro, o de querer aparentar esto o querer aparentar lo otro y no buscar resultados espectaculares. Porque los últimos serán los primeros como sabemos, y que la humildad, que es hermana del silencio, es la que procura con el tiempo esta seguridad infinita y el propio conocimiento, que progresivamente se va convirtiendo en sabiduría porque ya no fluye como una emanación mental producida por los contextos ambientales o por lo que vayamos estudiando, sino que surge de la propia sabiduría del corazón, de este gran misterio de los misterios que todos nosotros tenemos.
A partir de aquí, el comentario casi que se hace inútil, habida cuenta como os decía anteriormente, que cuando ingresa un novicio en el Ashrama se le exige siete años de silencio, y es muy duro porque estamos constantemente hablando, hablando a través del pensamiento, hablando a través de las emociones, hablando a través de las palabras constantemente, no podemos estar silenciosos; cuando estamos en silencio automáticamente surge aquel imperativo deseo de compañía, esta compañía que puede ser la distracción, el contacto del grupo, la palabra, la relación, sin tener en cuenta que en el silencio hay la relación cósmica que está más allá de la simple relación humana; pero que hay que hacer este silencio a través del tiempo y tratando de ganar el corazón de los demás porque si no un grupo no puede persistir en los momentos actuales.
Me refiero a un grupo esotérico, cualquier grupo de los demás no tiene importancia, porque todo se basa en la opinión de unos y otros, y tratando de ajustar cada cual su visión de manera que nos siguieran los demás, y esto en cierta manera se está haciendo. Pero, os habéis preguntado lo que tantas veces se ha dicho aquí y en otras partes, que la Iniciación es un deber social, que el discipulado es necesario para esta Iniciación, y que estamos faltando a nuestro deber cuando nos separamos de la Iniciación, y que no es una palabra vana que nos han transmitido los sabios de todos los tiempos, sino que es una realidad actual que está a nuestro alcance, con sólo que enfoquemos la atención hacia adentro y no hacia fuera.
Que tengamos expansiones hacia fuera, como tenemos constantemente, es muy natural, pero os daréis cuenta que hay más plenitud entonces que ahora, porque entonces todo cuanto realicéis vendrá impregnado de una alegría natural, que es la alegría que surge del propio silencio, de la propia roca de la fe inquebrantable, del corazón, y esto creo que ya no necesita ulterior discusión, y ya no voy a hacerlo. Pero se impone a veces porque creemos que estando en un grupo, un grupo de personas ya está un grupo esotérico o ya en contacto con el Maestro. Cuando hay un grupo de las características aludidas, existe un parloteo constante entre unos y otros, dentro del cual está el corazón en forma aparte, y existe esa fracción del ser que llamamos mente, que es solamente para dirigir las órdenes del Yo Superior, dejar al Yo Superior que se manifieste constantemente, entonces encontramos la división entre la mente y el Yo para llegar a la personalidad, y decimos hay que llenar este vacío y nos entregamos a la meditación, y la meditación es otra forma de hablar, otra forma de parlotear, porque buscamos la meditación como un sustituto del verdadero silencio, y esto no es posible, sino que hay que partir del silencio, vivir en silencio aunque estemos hablando, aunque nos estemos divirtiendo, para llegar consecuentemente a un estado en el cual podamos estar constantemente dentro del corazón aunque estemos fuera, es decir, lo que decía Cristo: “Vivir en el mundo sin ser del mundo“; hacer todo cuanto hagan los demás.
Sin embargo, hay una fuerza interna que está separada de todo esto, que nos lleva hacia delante constantemente, que nos impulsa con sólo que le demos la oportunidad, esta oportunidad negada por el propio Yo que está atado a sus propios vehículos, porque los vehículos están encadenados por un ser encadenado que es el elemental constructor, al cual hay que reducir al silencio. No por la disciplina, sino por el silencio místico del corazón; no hay que emplear la fuerza, la espada nada tiene que ver con el esoterista, su fuerza es otra, viene de otros niveles, es potente porque es fuego creador, es aquél fuego que arde sin consumir nada, el que consume el yo, consume todo el ser, lo lleva hacia delante, lo lleva hacia la creación, lo pone en contacto con los misterios cósmicos, lo pone en contacto con la ley, y se da cuenta que todo cuanto viene del Cosmos a nosotros es una eterna sucesión de estados místicos de silencio, hasta que llegan a nuestro corazón, y una vez comprendido y desarrollado todo eso se compone ya de un simple hacer y deshacer. Pero internamente, nada tiene que ver con el mundo externo, es algo que se va produciendo, es algo que va madurando, es la superación de todos los conflictos humanos.
Si queréis paz, si queréis felicidad, si queréis ser fraternales, y esta es la primera ley del esoterista, debéis practicar el silencio, y lo he dicho algunas veces: vale más el silencio que las palabras, a menos que las palabras surjan de un silencio completo, porque entonces, el silencio y la palabra, como el espacio y el tiempo, estarán tan equilibrados que entonces nos habremos convertido en Maestros de Compasión y de Sabiduría, y repito, —voy a terminar— no voy a hablar más de esta manera en este grupo o en cualquier grupo, a menos que sea necesario, en este grupo creo que se ha dicho lo necesario, para que se comprenda que si yo hablo aquí es porque me lo solicitáis, no porque tenga necesidad. El parloteo dentro de mi corazón ya hace tiempo que desapareció; por lo tanto, repito, como no insistiré más en este tema, todo cuanto he dicho puede estar relacionado con la serena expectación, todo cuanto he dicho a través del tiempo es serena expectación, demostrar que realmente trato de serenaros porque estoy sereno, y haceros expectantes porque aquí existe expectación, nada más.
Hace mucho tiempo que la historia es una cosa y la realidad mística es otra. Por esto os habréis dado cuenta que hablo muy poco del Cristo histórico y deposito más interés en el Cristo místico —el Cristo interno—, debido a que la acumulación de datos históricos, como aplicada a cada uno de los escribas de los testamentos sagrados o de las sagradas escrituras, cada cual vivió en una época determinada, no dieron la nota típica que correspondía al Cristo místico o al hecho místico de la historia sino que se limitaron a emitir una serie de datos que luego se convirtieron en anclajes para la mente de los fieles, se adhirieron al Cristo histórico o a la ciencia histórica y se olvidaron del trasfondo místico. Y a través del tiempo ya veis cómo se han convertido las fiestas de Navidad en unas fiestas donde todo es pensar en lo que se va a comer, en lo que se va a visitar, en los regalos, en estas cosas, y desde el ángulo esotérico esto no tiene valor alguno, es una cosa muy personal, y cada cual hace las cosas a su manera. Pero me refiero más que nada a que lo que hacemos hoy no es celebrar precisamente Navidad sino celebrar como siempre una reunión de amigos porque no creo que se celebre la Navidad en el Ashrama con sus árboles, los regalos y estas cosas sino algo más serio, una cosa interna, más mística, aunque guste la cosa histórica por lo que tiene de tradición, por lo que se dice en estas fiestas de llamar a los corazones de los hombres y a los ángeles, no en virtud de la fecha histórica, no en virtud de que la gente tiene una cierta predisposición a ponerse en contacto con otras personas para traer en efectividad algo religioso, interno, que puede afectar de esta manera. Pero no en el sentido de que sea la historia lo que hay que captar justamente, no existe el hogar aunque se reúnan dos personas que están separadas. Y para decirles algo bueno, y se dice que los ángeles están más cerca de la humanidad en estas fechas, no por el hecho histórico sino porque hay más unión en las familias, los que están separados pueden reunirse.
Leonor - Yo quería decir que, por ejemplo, si aquí es el día más corto en el otro lado del hemisferio es el día más largo, por eso parece que el cristianismo, el montaje que se hizo entonces no fue solamente para este lado porque en el otro lado muchas cosas no concuerdan. La simiente enterrada en la Tierra, cuando el día más corto del año es en Capricornio, pero es que en el otro lado no es igual, entonces, no sé como a los misioneros les impusieron este modo de pensar, porque a pesar de todo ya tenían los descendientes de las culturas mayas, aztecas y toltecas más de una verdad, una verdad que es eterna, con otro nombre, pero yo creo que este montaje que se hizo judeo-cristiano tiene menos base todavía si se habla de él al otro lado del hemisferio.
Vicente – Ocurre, que lo que pasa en un hemisferio repercute en el otro, porque el eje de la Tierra se está orientando hacia el norte, siempre. La Tierra nunca va hacia el revés, hay un período cíclico de 250.000 años, es un proceso lento que dura 250.000 años, o el tiempo que tiene un Kalpa. Pero lo que interesa es por qué se da tanta importancia al norte geográfico, porque precisamente el norte es el que orienta el destino del Logos Planetario hacia una estrella, esta estrella que ustedes conocen que es desde donde estamos, no es solamente la Estrella Polar, porque ahora hay un desplazamiento del eje de la Tierra con respecto a la Estrella Polar, y se está reorientando el eje de la Tierra hacia otra estrella más elevada todavía que se dice que coincidirá con el final de la 5ª Ronda, cuando la mayoría de los seres humanos sean Iniciados y una gran parte de Adeptos habrán pasado a otra Ronda Superior, que no será precisamente en esta planeta Tierra, a menos que vengan aquí para trabajar, para servir a la Jerarquía; esto ya es una cosa que pertenece al secreto del sumario, como suele decirse, pero, lo que interesa precisamente es que todo lo que tiene que ver con los grandes Avatares siempre suele suceder en el hemisferio norte.
Se nace de una madre virgen, está enterrado dentro de las entrañas de la madre en Capricornio, y está Virgo en el Ascendente o en el Medio Cielo, y por lo tanto, nace de una madre virgen, la Constelación de Virgo, entonces suele tener este significado, todos los Dioses Soles o los grandes Emisarios del Cosmos han venido siempre en fechas señaladas coincidiendo con grandes constelaciones y conjunciones muy importantes. Pero, en general, todo cuanto tiene que ver con el hemisferio norte es importante desde el punto de vista de la evolución superior, y vemos así el fenómeno de que en todos los países la parte sur es menos evolucionada que la norte; si vamos a Europa, por ejemplo, la parte norte de Europa es más civilizada, si podemos decirlo en cierta manera que el sur; en Italia, por ejemplo, la parte de Nápoles no es lo mismo que en Milán, es otro temperamento. Es algo que naturalmente, no se puede fijar una cosa concreta, pero sí que tiene mucha importancia el hemisferio norte por ser el que corresponde, según analogías esotéricas, con la columna vertebral del Logos Planetario. Por ejemplo, el eje de la Tierra, el Kundalini está en el centro de la Tierra hacia arriba, no hacia abajo donde están los centros inferiores del Logos Planetario, casi va más allá de Kundalini, porque Kundalini está en el centro geográfico de la Tierra, es una bola inmensa de fuego creador, un talismán depositado por el gran Arcángel Brahma hace muchos millones de años coincidiendo con el periodo de creación de la Tierra
Por lo tanto, es importante conocer estos hechos para comprender el mecanismo de lo que llamamos el nacimiento de Cristo en el hemisferio norte y no en el hemisferio sur donde todo está invertido, que repercute, porque si fuera Navidad por ejemplo, cuando hace calor en los países digamos surafricanos, o los que están por ejemplo en Sudamérica que ahí es verano, es la compensación planetaria. Pero también se dice que cuando el Sol va hacia el norte suelen tener lugar ciertos acontecimientos, no se hace esa referencia cuando va hacia el sur, porque ahora el Sol hasta el 21 (de diciembre) está declinando, ahora empieza a subir, de hecho el Sol está marchando hacia el norte, no se aprecia con toda su intensidad pero ahora va ascendiendo hasta que en agosto alcanza el cenit, entonces ya no irá de lado. Hace más calor porque llegan más perpendiculares los rayos del Sol, mientras que ahora vienen oblicuos y, por lo tanto, hace más frío, claro está.
Pero, en general todas estas cosas, las mitologías, la historia, la tradición, viene siempre empañado de conveniencias sociales, de conveniencias políticas, singularmente religiosas, cada cual tiene la coartada de un hecho histórico, y esto naturalmente para los esoteristas no tiene que importar demasiado, habida cuenta que nosotros estamos buscando el norte, ciertamente, pero no el norte histórico, geográfico, sino el norte interno. El norte interno para nosotros es el centro Sahasrâra, y si ponemos una perpendicular desde el centro Muladhâra hasta arriba no tiene que desviarse, es un norte perfecto, sin pararse demasiado en los centros inferiores. Esto es la importancia que tiene para nosotros, digamos, la orientación del norte, y no sé si debo hablar demasiado de estas cosas, primeramente porque se supone que el discípulo está lo suficientemente entrenado para comprender el por qué del misterio del norte, del norte geográfico, del norte como una flecha.
Sagitario nos indica el norte perfectamente y Sagitario cuando esté no en diagonal sino recto hacia arriba cumplirá su misión, la flecha irá directamente hacia esa estrella a la cual hago referencia, y lo demás será, digamos, cosa de tránsito. Igual que sucede con los tres Rayos mayores de aspecto y los cuatro menores son de atributo, los mayores apuntan hacia el norte, los demás están orientando hacia el sur, estas son cosas que se dicen en el Ashrama pero tienen un significado tremendo que es muy difícil de interpretar por los medios actuales que conocemos.
Hay que tener muy en cuenta que la intuición es la base del esoterista, no se puede ser esotérico solamente con la mente concreta, solamente acumulando datos y esgrimiendo datos contra datos para hacer triunfar una cierta ideología, esto sería falso por completo, sino que hay que educar esta parte de nosotros que está en el corazón, que es la intuición. La intuición nos conecta con las estrellas más lejanas, con el conocimiento que todavía no ha venido, que está todavía en ciernes. La intuición capta pensamientos que pertenecen a otra era, que son algo posterior, y todo esto trae como consecuencia que el discípulo, como decíamos el otro día, sabe enseñar a no pensar, que es lo más difícil. Habitualmente en las escuelas se nos enseña a pensar y, en cambio, en las escuelas esotéricas se nos enseña a no pensar, porque hace que no se haga un vacío completo, no tendríamos la intuición.
La intuición es cuando la mente se ha quedado sin nada, entonces, cuando la mente no tiene nada se puede llenar con la gloria divina, como se dice en los textos antiguos, en los comentarios esotéricos, en tanto que una mente muy repleta de conocimientos se basa en la historia, en los datos históricos, como decíamos antes; y esto naturalmente traerá como consecuencia una gran acumulación, y claro, es una gran riqueza de datos, y los ricos no pueden penetrar por el ojo de la aguja porque es demasiado lo que llevan dentro, y el ojo de la aguja es tan difícil de atravesar con tantas cosas que llevamos dentro, llevando toda esta acumulación de datos, de deseos, de pertenencias, de riquezas materiales y esto, claro, está reñido con el pasar por esta cosa tan estrecha.
De ahí que si hay que triunfar en algún sentido, que sea el triunfo de la nadencia contra la totalidad de cosas que podemos acumular, y naturalmente esto no implica que dejemos la mente en blanco o que dejemos ya la facultad de pensar, dejamos los datos porque no los necesitamos, para este camino donde hay que navegar con una barquita con una sola vela y sin remos, hay que saber navegar y luego viajar, como decía el gran poeta español, sin alforjas, porque las alforjas nos molestan. Como cuando subes una pendiente, para la liberación de la pendiente hay que llevar muy poco peso, las alforjas nos sobran. Cuando se ve una película en la que van por el desierto, van andando y todo pesa, están tirando todo, incluso lo les hará falta después porque nos pesa todo. Pues es peor todavía cuando ascendemos la montaña de la liberación donde incluso un pensamiento pesa.
Leonor - ¿Y la experiencia? La suma total de lo que se sabía y se ha desmitificado todo y ha quedado sólo la experiencia, creo que eso también es bueno y no llena lugar.
Vicente - Exacto, esto ya tiene que ver, la experiencia con la nadencia. Una experiencia espiritual siempre trae como consecuencia una nadencia de nada dentro del equipo de la persona, lo demás es siempre añadir datos, datos y datos. Yo no sé si habéis hecho la experiencia de quedar sin nada en la mente, con una sensación de orfandad tremenda, que hay que afrontar, porque cuando uno se queda sin nada automáticamente está buscando algo, agarrarse a algo, porque teme que la nadencia le va a destruir, y realmente cuando se construye es cuando no hay nada, y preguntaréis: ¿con qué ser tengo entonces la nueva forma de pensar? Entonces pensamos angélicamente; los ángeles no tienen mente, sólo tienen un sentimiento creador infinito, de ahí que nosotros podamos intercambiar todo cuanto tenemos con los ángeles, porque nosotros enseñamos a pensar a los ángeles y los ángeles nos enseñan a sentir a nosotros. Los ángeles sienten y los hombres piensan, y el desafío para los esoteristas es que los hombres que piensan y los ángeles que sienten constituyan un solo pueblo, el verdadero pueblo de Dios, al cual se hace referencia en los textos antiguos, digamos, de las religiones más primitivas.
Se busca una unión con algo, no se sabe que es lo que estamos buscando para unirnos con aquello, es el mundo angélico. Yo he pasado casi toda mi vida tratando de establecer este contacto y ser fiel a este contacto, porque me he dado cuenta que el pensamiento no bastaba para ello, faltaba un sentimiento y como que el sentimiento humano es tan carente de delicadeza, tiene tan poca consistencia, que forzosamente hay que recurrir al factor angélico para cubrirse el corazón de sentimiento. Cuando empezamos a pensar, pensar y pensar, y con el pensamiento creamos las guerras y creamos todo cuanto está aquí, ha llevado siempre a todas las guerras, es decir, una creación siempre viene de una idea, pero la idea sin energía que la sustente nunca hará nada, y los ángeles son la energía que sustenta el pensamiento. Cuando pensamos sin el gesto de los devas no sería consistente el pensamiento, no podríamos crear todo esto, crearíamos unas cosas amorfas, desaparecerían enseguida, por tanto, y esto me interesa mucho porque estoy hablando bastante sobre magia y la magia es también una forma de definirla, es un contacto inteligente entre el hombre y el ángel, porque el hombre piensa y el ángel siente y construye. No podemos construir nosotros como lo hacen los ángeles. Un ángel puede construir cualquier cosa material, conoce los elementos, pero para crear una cosa material —y ahí está la paradoja— los ángeles necesitan del concurso de los hombres, el hombre piensa, y si piensa con intensidad y a medida que cesa la intensidad del pensamiento del hombre aumenta el poder creador de los devas.
Entonces, si tenemos devas amigos podemos crear cosas también, crear algunas situaciones ambientales, crear buenas situaciones en el hogar, en el grupo, en el grupo nacional también y, finalmente, digamos que en el universo de nuestro planeta, y de esta manera vamos creciendo, vamos tratando de surgir triunfantes de esta gran prueba de la vida, de esta vida que puede ser tan dura, y sin embargo, lo que tiene de bueno el esoterismo es que te enseña a soportarlo, no porque exista una recompensa sino porque hay una fruición, hay una felicidad en el bien hacer, en el sentir, en el bien pensar y esto a mi me parece que es necesario; para llegar a no tener nada en la mente hay que pensar bien primero. Por ejemplo, para llegar a ser un andrógino hay que utilizar los recursos, digamos, de ser hombre y ser mujer, y llegar al fondo de la experiencia para reclamar no ser hombre ni mujer, simplemente es un ser humano, que es lo que se necesita en el Ashrama, que hay que llegar a ser un ser que no sea ni hombre ni mujer, sin embargo, participe de las dos esencias o de las dos sustancias, y esto es lo que es un Adepto, un andrógino; esto es una cosa que naturalmente es una prueba.
Y cuando decía, por ejemplo, que para llegar al andrógino hay que construir el matrimonio perfecto, que no existe todavía, en los lugares más espirituales todavía no existe el matrimonio perfecto, y creo que se comentó hace poco que hay una corriente en el Ashrama que hace que desde hace unos treinta o cuarenta años vayan encarnando discípulos utilizando cuerpos de ambos sexos, hombres y mujeres que al estar unidos en los distintos Ashramas, hombres y mujeres pertenecientes a los distintos Ashramas de los Maestros se han unido en matrimonio para certificar lo que ha de ser el verdadero matrimonio en el futuro, se une el Alma con el cuerpo, no solamente dos cuerpos. Es tan misterioso esta unión, que es unir el Alma con el cuerpo; en el discípulo bien amado es algo que no se puede decir exactamente lo que es cuando se habla del amado, porque se le da una consistencia objetiva y realmente el amado no es objetivo, es subjetivo. Es crear hombres y mujeres que puedan cumplir con su deber social en el matrimonio, en el hogar puede haber de verdad, en el grupo.
Aquí hay que crear relaciones, y relaciones humanas cordiales, porque no basta con estar juntos aquí, estar juntos un rato y después cada cual se va a su casa y se va con la experiencia, verdad, pero, si estuviésemos juntos una semana o dos semanas veríamos que no reaccionamos igual, la comunidad fracasa por esto. Todas las comunidades espirituales que se reúnen para estar juntos porque así se va a abordar la vida de otra manera han fracasado, porque cuando el grupo externo ha sido constituido siempre existirán los problemas entre unos y otros, porque luego surgirá la pregunta de ¿cómo vamos a llegar a todos y quién se va a encargar de las personas que no están necesariamente?¿lo veis? Constantemente surgen peleas y discusiones agrias sobre cómo tratar de llevarse mejor, lo único que sucede cuando se está en una comunidad dedicada al rezo y a la oración, lo cual es falso también porque tampoco se va a solucionar porque sea un convento o cualquier congregación religiosa, sea del tipo que sea, de monjes cristianos o de monjes budistas. Y hay algo que falla, hay algo que es como si una persona se retirara de la lucha, no afrontara la realidad. Y lo estamos viendo por ejemplo en el Devachán, la serie de monjes y de monjas que están lamentando todo el tiempo que han perdido en los conventos, en las congregaciones religiosas porque ven que están fallando. El Maestro vive dentro del corazón de aquellos que buscan la amistad, el contacto, la relación, no necesariamente para orar, ¿orar para qué y para quién?, porque normalmente se ora para el grupo respectivo, el que sea, cada cual va buscando para su propia congregación, los monjes cristianos o del tipo que sean normalmente trabajan para su propia congregación y no para la humanidad.
Hay que haber vivido en un Ashrama para ver cómo afecta la energía de la congregación, donde se vive todos para uno y uno para todos, pues entonces todo esto es interesante que lo apliquemos en el grupo, pero ya hablaremos en una reunión para los que están interesados en descubrir la verdad, y todo cuanto estamos hablando es tratar de descubrir una parte de la verdad, levantar un poco este velo del templo, a ver qué es lo que surge, a ver qué es lo que podemos hacer para llevar adelante todo este proceso de una manera rítmica, adulta, realmente armoniosa, sin sobresaltos, sin altos ni bajos, y esto podemos hablarlo y dando el tiempo para poderlo ver.
Por lo tanto, todo esto hay que tenerlo en cuenta cuando estemos avizorando lo que se puede hacer en el grupo, o cuando estamos en el grupo, lo cual puede ser una cosa que nos suceda a menudo, preguntamos ¿bueno, por qué estoy en el grupo, o qué hago en el grupo, y qué interés tengo en el grupo? Cuando se está preguntando estas cosas es que no hay integración en el grupo. Porque estar juntos es servicio, porque estamos juntos para no pensar, y cuando todo el mundo está pensando, y pensando mal; porque cuando hay un oasis de personas que no están pensando en el bien, el vacío no es completo, no nos viene el vacío por completo de toda cosa y toda entidad humana. Entonces, vemos que no hacemos nada, vivimos de la espectacularidad, y esta es otra cosa que hay que ir dejando también poquito a poco. Pero, de todas maneras yo creo que hemos ido avanzando todos, porque han venido sucediendo cosas en nuestra vida personal que nos han fustigado, han sido como una espuela para un caballo, que nos han hecho andar de una u otra manera, han surgido complicaciones, han surgido crisis, y cuando se tienen crisis es porque se avanza, la persona que no tiene crisis no avanza, se queda varada en el fondo del río de los sentimientos.
Adelantamos con crisis, así que cuando tengamos crisis no pensemos ¡Ay Dios mío, que no tenga crisis! Estemos preparados. Es una respuesta un poco ruda, verdad, pero, por otra parte tenemos este gran contacto interno. Os he hablado alguna vez del Maestro, que está siempre con nosotros, con el grupo, y siempre que nos reunimos está con nosotros aunque no podemos verlo, y esto es algo que si que puedo asegurar; lo demás puede pasar, en fin…, pero cuando se habla de cosas superiores el Maestro siempre está presente. Y las gentes deben amar, no la tranquilidad de espíritu, yo no quiero ninguna preocupación, que todo me vaya bien, que los negocios vayan viento en popa, como se dice vulgarmente, y que, por lo tanto, cuando surge algo decimos: ¡Pero Dios mío, que no pase esto!, cuando es al revés, que cuando no pasada nada es cuando dices: ¡Dios mío!, ¿que no te acuerdas de mí?, si no pasar una crisis, si no tienes dificultad no tiene sentido.
Bien, vamos a hacer un poco de meditación, pero, lo interesantes es que donde estemos unidos, lo voy a repetir mil veces, visualizar cuando estamos en meditación, si lo hacemos todos los días podemos llegar a visualizar rápidamente, muchos de vosotros ya lo hacéis, cada cual se sienta en su sitio y allí está localizado para ser visualizado, y yo así lo hago con vosotros. Por lo tanto, estoy trabajando en favor del grupo, vosotros siempre pensáis en mi y en los demás, yo también, porque así se está creando una fuerza de grupo, es como un monolito interno, que se va creando progresivamente y un buen día todos tendremos una paz interna, vamos a vivir para esta paz, todo el mundo está aliado porque forma parte del equipo, también está aliado con lo que estamos diciendo, con la serena expectación, con la ley del grupo, y así ir avanzando poco a poco.
(Recita un mántram en Catalán)
Que el Poder de la Vida Una
afluya a todos los grupos de verdaderos servidores del mundo.
Que el Amor del Alma Una
caracterice la vida de todos los que tratan de ayudar a los grandes Seres.
Que cumpla mi parte en el trabajo uno
mediante el olvido de mí mismo, la inofensividad y la correcta palabra.OM OM OM
(Recita la Gran Invocación en Catalán)
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios
Que afluya Luz a las mentes de los hombres
Que la Luz descienda a la TierraDesde el punto de Amor en el Corazón de Dios
Que afluya amor a los corazones de los hombres
Que Cristo retorne a la TierraDesde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida
Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres
El Propósito que los Maestros conocen y sirvenDesde el Centro que llamamos la raza de los hombres
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el malQue la Luz, el Amor y el Poder
restablezcan el Plan en la TierraOM OM OM
(Recita este mántram)
En el centro de la Voluntad de Dios permanezco.
Nada desviará mi voluntad de la Suya.
Aplico esa voluntad con el amor.
Me vuelvo hacia el campo de servicio.
Yo, el triángulo divino, cumplo esa voluntad dentro del cuadrado
Y sirvo a mis semejantes.OM OM OM
Un pensamiento para los amigos que no han podido venir hoy, y que la paz del Maestro sea con todos.
.
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
20-Diciembre-1984