CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
[edición en curso]
Conversaciones Esotéricas
El Contacto con lo Superior.
Barcelona, 11 de Enero de 1.981
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Conversaciones Esotéricas
El Contacto con lo Superior.
Vicente.- Vamos a iniciar hoy un ciclo de tres conferencias, mejor dicho charlas o conversaciones, para discutir conjuntamente todos aquellos aspectos que sean susceptibles de enriquecer nuestra conciencia. Todos estamos seguros, estamos convencidos y tenemos plena conciencia, de que el mundo va hacia unos cauces peligrosos por muchas razones, no singularmente esotéricas sino que por las apariencias y también por el sentido en que se mueve el mundo nos dan una noción de este cariz. Por lo tanto, cuando hablamos de enriquecer la conciencia estamos enfrentando el gran problema de la humanidad, pero ¿cuál es el problema de la humanidad? El gran problema de la humanidad es el problema del hombre, y a menos que el hombre no se realice, no tome plena conciencia de su propia divinidad, el mundo no será enriquecido y estará sujeto como siempre a todas las perturbaciones de orden social, económico, religioso, político, etc. Entonces, en este plan de organización existe lo que podíamos definir como el contacto con lo superior. ¿Y qué quiere significar el contacto con lo superior? El contacto con aquellas regiones aparentemente inaccesibles de la naturaleza o dentro de nuestro propio ser, es el incentivo de la evolución, es lo que yo técnicamente definiría como: Destino. El destino, tal como yo lo veo, es actualmente la incapacidad que tiene el individuo de hacer aquello que realmente quiere y se ve obligado a hacer aquello que ve ¿se dan cuenta de la diferencia entre el querer y el ver?
Bien, esotéricamente todo el proceso de la espiritualidad, todo cuanto tiene que ver con el sentido crítico de los valores espirituales, todo cuanto tenga que ver con el contacto del hombre con la Jerarquía Planetaria o con los miembros de la Jerarquía Planetaria, que deben ser iniciados estos contactos siempre con el contacto con el ser superior, el propio ser, es el fermento social del ciclo, hablamos de la Nueva Era. ¿Qué es para nosotros la Nueva Era? ¿Una situación astrológica, unas conjunciones misteriosas provenientes de allende los espacios siderales más allá de las concepciones a la que hayamos podido llegar en nuestros estudios astrológicos o astronómicos? ¿Qué es una Nueva Era? Un gran iniciado de la Jerarquía definió la Nueva Era como la capacidad que tiene el hombre de conquistar el fuego creador. Me refiero al Maestro Koot Humi. Esta afirmación la dio en el año 1.918, en plena guerra europea y al finalizar la misma; dijo: solamente el fuego puede quemar las escorias que están en la base de la humanidad. Es decir, estamos enfrentando el mismo problema que enfrentaba al discípulo de la Era de Piscis y, seguramente, los discípulos que precedieron a los de la Era de Piscis, los de Aries y todos los demás, porque la vida es una sucesión de acontecimientos y todo cuanto existe en la naturaleza es un hecho que ha quedado cristalizado en el tiempo. ¿Podemos vivir sin estar cristalizados en el tiempo? Esta es la pregunta ¿verdad?.
Bien, como tenemos que discutir sobre esoterismo durante tres meses, quizás será bueno que les diga lo que entiendo por esoterismo. Esoterismo es la ciencia que trata no de lo oculto sino de las causas de todo cuanto existe. El esoterista enfrenta el problema augusto de la energía. Todo cuanto estamos realizando se mueve en un mundo de fuerzas y movimientos, pero el mundo supremo de la energía todavía está... y esa incógnita precisamente es la que trataremos de resolver, y una de las primeras premisas para conseguir esta actividad suprema es distinguir entre el libre albedrío y la voluntad. Habitualmente creemos que la voluntad y el libre albedrío son la misma cosa. Dense cuenta que la voluntad puede triunfar de los acontecimientos, porque según se nos dice: los astros inclinan pero no obligan. ¿Quién puede realizar este prodigio de situar su voluntad por encima de los acontecimientos marcados por las estrellas? Es decir, el problema está en que la voluntad del hombre ha quedado circunscrita dentro de un círculo infranqueable, dentro de un círculo limitador y todos los acontecimientos registrados o que tienen lugar dentro de este círculo es el libre albedrío, es la vida dentro de la jaula. ¿El libre albedrío hasta donde puede moverse, qué es lo que puede hacer, cuáles son sus conquistas, cuáles son sus oportunidades? Bien, estamos enfrentando el problema del Dios Inmanente buscando el Dios Trascendente o, si ustedes lo prefieren más teosóficamente, el círculo que envuelve el yo inferior en oposición o quedando encerrado a la búsqueda del Yo superior. Entonces, el libre albedrío es el que trata de decidir, es el que trata de triunfar, es el que trata de autoglorificarse constantemente y, naturalmente, en este camino se encuentra siempre frenado por la Voluntad de Dios o el destino, o el karma. Estamos discutiendo el karma ahora en términos psicológicos, no simplemente en términos metafísicos, porque naturalmente la ciencia debe aseverar el hecho, y que habiendo causas y efectos, y que siendo los efectos provenientes de causas, el karma es algo que es que no podemos disponer de su fuerza, de su albedrío, porque carecemos de esta fuerza, pero sentimos siempre dentro de estas prisiones impuestas por el propio yo. Es decir, que si hablamos de libertad, ¿qué entendemos por libertad? La libertad también es un proceso mediante el cual el hombre trata constantemente de ensanchar este círculo no se pasa donde habitualmente se mueve su conciencia. Cuando llega a este punto ¿qué ocurre? Ocurre la precipitación de energía kármica, tal es el caso de los aspirantes espirituales del mundo, tal es el caso de los discípulos y tal es el caso de los iniciados en las primeras iniciaciones. Existe una precipitación de karma sobre este círculo infranqueable con la misión de quebrantar este círculo y de hacer que el yo inmanente se confunda o se fusione con el Yo trascendente. Más concretamente, que el yo inferior se transmute en el Yo superior, porque el Yo superior y el yo inferior son de la misma naturaleza, entonces, hay que hablar de una ciencia de impresión, hay que hablar de una ciencia de contacto, siendo la técnica de impresión la que procura los campos magnéticos de los seres humanos, que hace que exista una simpatía o una antipatía que nos lleva de aquí para allá, buscando grupos de afinidad o personas de afinidad o lugares de afinidad, cuando todo en la naturaleza es afín a la gloria de Dios, y por lo tanto, hay siempre una cierta división entre una cosa y la otra. Entonces, cuando existe la fusión, cuando existe quebrantamiento de los moldes que limitan nuestra pequeña personalidad se produce el fenómeno de la liberación. Cuando existe liberación se ha producido el hecho sintomático de que el libre albedrío se ha convertido en la propia voluntad de Dios, se terminaron los conflictos, no existe dolor, no existe soledad, no existe separatividad en el alma y la persona ve la vida desde la atalaya de la conciencia superior, y naturalmente, como en próximas conversaciones hablaremos de estos estados, el estado que va del simple aspirante devocional buscando la gloria de Dios, encerrado dentro del círculo infranqueable de su conciencia, pasando por el discipulado en todas sus fases, el discipulado en probación, el discipulado aceptado y el discípulo en el corazón del Maestro que todos sabemos teosóficamente, hasta llegar al momento en que el hombre se convierte en el Prometeo de la vida, es decir, que es capaz de robar el fuego de Júpiter y llevarlo a los seres humanos, llevarlo a su propia conciencia y a esto se le llama la trasmutación del yo, se le llama la fusión del yo con el Yo superior, se le llama a esto también que el libre albedrío se ha desvanecido, ya no hay lucha, la mente ya no es solamente un motivo de conocimientos, ya no es una prisión que está dejando al hombre circunscrito al área de sí mismo sino que es ¡tan grande! como el propio Dios. No me extraña que por eso Krishnamurti dice: “Cuando el hombre se libera se ha liberado el propio Dios”, porque es Dios quien se libera cuando existe esta liberación de perspectivas humanas, cuando el hombre deja de ser en sí para ser dentro de la humanidad, cuando ya no es un simple devoto del Maestro sino que vibra ya en el corazón del Maestro.
Bien, la ciencia del contacto es la ciencia de ahora, de aquí y de ahora, no es la ciencia de mañana, no hay que buscar un cielo para mañana, hay que buscarlo aquí y ahora, entonces, todos los que estamos aquí estamos tratando de organizar la vida en términos de organización, de llegar a este punto culminante en que el yo sumergido dentro del Yo superior es capaz de enfrentar la vida desde un ángulo... desde un prisma tan amplio que para él no existen barreras, ya no existen necesidades, existen solamente oportunidades de servicio, y naturalmente, nos encontramos siempre con qué entendemos por conquista del yo, qué entendemos por liberación llevado a un aspecto psicológico, porque naturalmente, hoy día no podemos hablar de esoterismo a la manera devocional del pasado sino que debemos hablar de esoterismo técnicamente, científicamente, y llevar todas las conquistas del esoterismo al campo de la psicología, no de la psicología trascendente de Jung, por ejemplo, sino a la psicología del hombre de la calle, de la persona que tiene necesidades, porque se puede perder el libre albedrío, se puede perder la voluntad separada en cualquier momento de la vida, siempre y cuando exista un deseo o la aspiración de realizar, siempre que exista este poder dentro del individuo que transporta la montañas, que no es solamente la fe sino que es algo más, es el contacto. Estamos refiriéndonos no solamente a impresiones. La impresión magnética, el contacto con el Maestro o con el Yo superior, porque no se puede contactar al Maestro sin contactar previamente al Yo superior, al Alma, al Dios en Uno, a este Dios esperanza de Gloria del que nos habla la tradición. Entonces, todo el proceso es todo cuanto sabemos pero que no realizamos. ¿Cuántas veces hemos sentido las mismas cosas? ¿Cuántas veces la vida ha penetrado en nosotros y la hemos dejado escapar sin recoger su profundo mensaje? Es decir, a mi entender el vivir momentos culminantes, no solamente de traspaso de Eras sino porque los acontecimientos parecen que se están precipitando sobre la humanidad, tratando de buscar dentro de la humanidad a las personas capaces de interpretar estos deseos superiores que pertenecen quizás al deseo de alguna desconocida galaxia que pueda manifestarse a través de nuestro hemisferio. Existe en todo caso la oportunidad, y esta oportunidad por grande que sea nuestra buena voluntad tiene que existir forzosamente un poder intenso en nosotros, un esfuerzo constante y sostenido y, singularmente, un gran amor a todo cuanto nos rodea. Parece ser que este amor que nos falta en el corazón es el impedimento máximo para que no podamos realizar aquellas cosas grandes de que nos hablan los Maestros del pasado, de que nos habla constantemente la Jerarquía. Es decir, estamos yendo como siempre del cuaternario a la tríada y ustedes lo saben porque lo hemos dicho en muchas conferencias, dense cuenta que el cuaternario y la tríada son palabras también. Podemos definir, por ejemplo, todo cuanto significa la evolución de la persona, singularmente, en lo que se refiere al aspecto cósmico. El aspecto cósmico está en todos, singularmente en los niños, en los cuales todavía no ha habido la participación activa de la sociedad que está rodeando con sus tentáculos, que está aprisionando, por decirlo de alguna manera, les está ocultando la glándula pineal para que no respire, para que no sufra. Pero, si en cierta edad se le pregunta al niño píntame una casa, fíjense bien, para que vean los cósmico del progreso, primero dibujará un cuadrado, después y finalmente le pondrá encima un triángulo y seguramente si el niño es perspicaz, es un poco inteligente, a un lado o a otro de la casa le pondrá esto —un círculo—. ¿Se dan cuenta de lo que ha hecho el niño aquí? Ha dibujado el cuaternario, la tríada y la mónada, porque están en la base de la humanidad estas cosas, y todo cuanto hablamos, por ejemplo, del cuaternario es tan sencillo de comprender: el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo emocional y el cuerpo mental, el Atma, Budhi y Manas, y finalmente la Mónada constituyen una unidad indestructible. Y cuando hablamos de liberación es cuando el cuaternario pasando por este punto se ha convertido en la Mónada. La Mónada se ha convertido entonces en la vida de la respiración. Es decir, todo cuanto tenía que decirles, todo cuanto puede ser dicho de aquí a la eternidad se basa en estos aspectos geométricos: en el cuadrado, en el triángulo y en el círculo o, hablando en términos de volumen en el hexágono, el hexaedro, el poliedro, la pirámide y la esfera; vistos siempre desde un plano no simplemente conceptual, no simplemente formal o superficial, sino desde el ángulo de la cuarta dimensión. Bien, si nos damos cuenta de lo que el niño ha realizado cuando le dices pinta una casa, está resolviendo el problema del cosmos, porque esotéricamente, yendo a lo más profundo —después quiero que ustedes hagan sus comentarios también— yendo a lo más profundo tenemos lo que nos dicen los Maestros, que el propio Logos Solar está dibujando lo mismo. Este es el universo del pasado: el cuaternario. Nuestro universo actual es la Tierra, y el universo del futuro del Logos es la esfera, es la figura perfecta, se dice entonces que de la misma manera que el hombre integra sus vehículos el Logos Solar también integra sus vehículos y siguiendo este orden de cosas también integra sus vehículos el Logos Planetario y todo es un conjunto no conceptual ni formal sino causal que hace que el hombre, Dios y el átomo sean la misma cosa.
Y ahora espero que ustedes pregunten para ampliar más el contexto.
Interlocutor.- Eso del libre albedrío que ha dicho, si estamos tan limitados, ¿hasta qué punto somos responsables?
Vicente.- No es que seamos responsables, es que no podemos, es un proceso, y el proceso es que estamos situados… bueno, —dibuja algo en la pizarra— ...se puede comprender fácilmente que suponiendo —hay que tener mucha imaginación para esto— que esto sea el universo o que sea la mente de Dios o que sea la vida de Dios y que nosotros somos esto, nuestro yo; bien, yo entiendo por libre albedrío, entiendo por destino y entiendo por karma, todo cuanto sucede dentro de este círculo infranqueable, porque el hombre no puede pasar de aquí, está limitado por sí mismo, no por nadie más. Dios le da todas las oportunidades pero no las puede tomar todas de momento. Encuentra una fuerza antagónica, una resistencia, una fuerza centrípeta que le obliga a recogerse siempre en su centro, en el centro de sí mismo. Bien puede ser, fíjense, que ustedes desean muchas cosas, pero ¿cuántas realizan? El querer siempre es signo del libre albedrío del hombre encerrado dentro de esta esfera no se pasa, de este círculo infranqueable, entonces, cuando existe liberación, digamos liberación quizás será que la vida se escape ensanchando el círculo, se puede ensanchar el círculo no se pasa, pero siempre estamos encerrados dentro y el yo inmanente y el yo trascendente siempre están separados, esta es la herejía de la separatividad a la que se refería Madame Blavatsky. Entonces, si queremos unificar todos los campos de fuerza conocidos, los conocimientos esotéricos, el mensaje de Krishnamurti, que es lo mismo, —siempre hay que verlo desde una perspectiva muy amplia— veremos que la liberación se puede realizar ahora aquí, aquí, aquí… ven, porque no se trata de dimensiones, se trata de impresión interna, se trata de la capacidad que tiene el hombre de liberarse, simplemente, no que me dejo llevar por la vida, y cuando el hombre se deja llevar por la vida y no reacciona, cumple con su deber profesional, familiar y social pero no se preocupa… En cierta manera, el hombre espiritual viene a ser como el agua, que se adapta a todas las vasijas pero nunca deja de ser agua. El hombre cuando se adapta a una situación es aquélla situación histórica, ya se ha perdido el éxtasis. Bien, pues entonces, el libre albedrío puede ser muy ancho pero jamás será la voluntad de Dios. La voluntad de Dios es esto —señala a parte del dibujo— y esto es la pequeña parte, entonces es como si atásemos cualquier animalito a un árbol, esto lo he dicho muchas veces porque es muy significativo, pongamos con un metro de cuerda y a otro pongamos diez kilómetros. ¿Quién está más libre de los dos?. Bien, ocurre una cosa, que el campo de actividad será más ancho en aquel que tiene un kilómetro o diez kilómetros —de cuerda— pero estará atado al centro de sí mismo. Entonces ¿qué es la liberación, qué es la iniciación en sus vertientes más grandes, cuando el hombre rompe el hilo y queda suelto? A mi entender es lo que nos falta por comprender. Pero, bueno es que comprendamos la cosa, porque si comprendemos la cosa, automáticamente, en nuestro haber queda un tiempo inapreciable para poder gobernar todo cuanto está más allá de nosotros y de nuestras posibilidades, es decir, no se hasta qué punto han comprendido la idea, pero tanto la liberación como la iniciación tienen la misma raíz. El hombre debe luchar constantemente contra este círculo infranqueable, pero también sabemos tal como decía el Buda que el luchar implica resistencia. ¿Cómo, entonces, podemos asemejar esta paradoja hasta reconciliarla? Cuando el hombre deja de ser es cuando Es. Es difícil de comprender también, ¿verdad? Pero claro si queremos decir de nosotros ¿no podremos decirlo algún día, quizás algún día llegará este caso? Y la pequeña voluntad se funde, cesa el sentimiento de separatividad, el individuo conoce la paz. La paz no debe de ser un término despectivo como tampoco deben serlo los Maestros o cualquier eventualidad de tipo superior.
Interlocutor.- Tu consideras que la Tierra es una jaula y cuando no es que nosotros nos liberamos, como tu dices, es cuando nos escapamos de la Tierra.
Vicente.- Pero quedamos dentro de la Tierra.
Interlocutor.- ¿Quedamos dentro mismamente de la Tierra, así no nos podemos liberar de esto?
Vicente.- La liberación no es liberarse de una jaula más pequeña o más grande, porque por grande que sea la jaula estaremos presos, lo que interesa es que no existan jaulas, y la persona que se libera de una jaula ahora y aquí, ya se libera del planeta Tierra, también de la jaula esta… —risas— Hay que hacer la experiencia, es muy fácil liberarse.
Interlocutor.- Ha dicho usted que llega un momento en que Dios actúa en nuestro nombre, el momento en que dejamos ya de actuar nosotros, pero el ser humano en qué punto llega a ser consciente de que Dios actúa en nosotros y no somos nosotros los que lo hacemos.
Vicente.- Bueno, esta cosa es un secreto iniciático. La persona es consciente de Dios realmente cuando ha adquirido la 3ª Iniciación. Podemos hablar de la primera, segunda, tercera, y yo les voy a hablar de la iniciación en la tercera conversación y vamos a discutir lo que es la iniciación, cómo se verifica la iniciación, pero lo que interesa mayormente es cómo alcanzar la iniciación, cómo llegar a este punto. Y naturalmente lo estamos diciendo tratando de seguir. Porque resulta que la actividad interna del hombre, el deseo de liberación o la aspiración a lo superior está constantemente presionando dentro del círculo infranqueable de sí mismo, está tratando de buscar una apertura hacia el Dios trascendente o hacia la voluntad de Dios o hacia la mente de Dios. Entonces, no somos conscientes en tanto dura el esfuerzo, somos conscientes de Dios cuando se ha realizado el esfuerzo y en virtud del esfuerzo ha venido como consecuencia la introducción de Dios dentro de la pequeña apertura y nos ha llenado de su propia luz; entonces somos conscientes de nosotros y conscientes de Dios, porque no se trata tan sólo, por ejemplo, de que nosotros somos conscientes de Dios sino que Dios es consciente en nosotros, y podemos decir que nuestra liberación del temor de la persona que enfrenta la iniciación, porque es una soledad tremenda que debe atravesar, es el temor de quedar aniquilado con la pérdida del yo, con la pérdida de sus atributos creadores, pero no es así, porque la liberación no es la aniquilación del yo sino que, como por ejemplo podíamos decir, que es la gota que se sumerge en el océano. Pongan ustedes que sea el océano el que se sumerge dentro de la gota, y existe la conciencia personal más la conciencia cósmica, esto es la liberación. Ahora bien, ¿podemos expresar la liberación? ¿Podemos hablar de la paz, de la música o del viento? No podemos, no están. Pues bien, si no podemos definir un color ni definir un estado de conciencia ¿cómo queremos definir, por ejemplo, liberación? Sabemos que es la absorción o la fusión dentro de la propia Divinidad, esta mente es el que es la vida, y entonces hay que empezar a recorrer un camino y decir que nuestro universo es el campo de expresión del Dios, del Dios que podemos reconocer, no vamos a hablar del Logos de Sirio ni del Logos de Aldebarán o de otras constelaciones superiores. Cuando hablamos de Dios hablamos del Logos Solar y queda entendido para nuestras conversaciones del futuro, y cuando hablamos de Sanat Kumara hablaremos del Señor del Mundo, del Logos Planetario, haremos la distinción, pero cuando hablamos de Dios es la totalidad del universo con el centro en el Sol, con todos los aspectos superiores, conocidos o desconocidos, con todos los planos de la naturaleza, con todos los reinos, con todas las especies, con todas las razas y subrazas; y aquí engloban ya las cadenas, las rondas y los esquemas. Esto es una cosa que hay que ir absorbiendo poco a poco porque todo esto no podemos aplicarlo, porque yo os diré, por ejemplo, la Jerarquía está en la Tierra hace muchos años, son ideas. El individuo consciente manipula más intenciones y experiencias que simples ideas o simples pensamientos. No tiene importancia que una persona esté dotada de muchos conocimientos si no es capaz de aplicarlos de una u otra manera, pero todos queremos conocimientos y nos llenamos la mente de conocimientos y para esto tenemos las computadoras. Es decir, que hay que dar más visión, remontarnos cada vez más sin perder de vista las obligaciones propias del vivir diario.
Leonor.- ¿Puede hacer conciencia una persona que todavía no ha equilibrados sus vehículos? Esta será menos consciente para el Yo, a mi modo de ver, o sea, sentir la presión de lo superior, puede darse cuenta una persona que todavía no ha equilibrado sus vehículos, porque hay que empezar por aquí, para darse cuenta de que algo superior está hablando a través de él, creo que primero tiene que haber eliminado o tener ya sobrepasado esta orilla de los estados emocionales y todos estos aspectos, o sea, tener un equilibrio para tener conciencia de cuando habla él o habla el Yo superior. Supongo que si no hay este equilibrio se darán casos a ráfagas en un momento dado, pero no puede darse cuenta…
Vicente.- Si no hay equilibrio no puede haber revelación, no puede haber inspiración ni puede haber conciencia. El equilibrio es la base de la revelación o de la inspiración. No puede una persona tener un cuerpo en desequilibrio en oposición a otros cuerpos equilibrados sin que se resienta el mecanismo entero para manifestación del alma. Entonces, para estas personas no puede existir nada de conciencia del Yo superior, de cómo se produce la iluminación. Otra cosa que tengo interés en remarcar es que el hombre que a través de sus contactos o de sus respuestas establece contacto con el Yo superior no es un médium. Un médium es una persona que está desequilibrada y este desequilibrio es lo que trae como consecuencia la pérdida del contacto con el Yo. La mediumnidad, por grande que sea, siempre proviene del pasado, y el pasado, tal como dice Krishnamurti ata, siempre ata, por glorioso que haya sido. Entonces, no podemos manipular el yo que no esté completamente armonizado, integrado en sus funciones: el físico, el astral y el mental, formando un conjunto sin separatividad, para que se cree entonces el hilo dorado del Antakarana que conecta al hombre con su propio Yo superior. Cuando existe esta tremenda armonía en el ser entonces se produce el contacto, se establece la línea antakaránica, y la asiduidad de estos contactos produce como consecuencia la integridad espiritual del ser y a la larga produce la liberación, que es un proceso que hay que seguir con una atención infinita y con una paciencia todavía más infinita, porque se trata de resolver el problema de la vida, no el problema de un simple individuo que somos nosotros; porque no somos nosotros solamente los que estamos empeñados en el proceso de la propia perfección sino que es la propia divinidad, porque la divinidad está también evolucionando al compás que nosotros. Y dependerá mucho que nuestras actividades para el cultivo y desarrollo de la propia divinidad, que hay que hablar a la divinidad con esta familiaridad para no tenerle miedo o para situarnos. Es decir, que si estamos empeñados en descubrir la verdad, el impulso mismo de la verdad situará ante nuestra visión aquello que debemos hacer, que no será aquello que quiere nuestro yo realizar sino aquello que realmente podemos hacer en beneficio del ambiente general que nos rodea.
Interlocutor.- Yo quería hacer una pregunta saliendo de este tema. Usted ha dicho antes que Dios, el hombre, el átomo, eran una misma cosa. Supongo que se refiere o entiendo que dimanando todo de Dios en este sentido somos todos una misma cosa, procedemos de la misma fuente, ¿no?
Vicente.- Sí, naturalmente. El átomo, el átomo humano, el átomo que se actualiza, el átomo que es el Sistema Solar son idénticos en principio pero no en expresión. Es simplemente que para la creación del Sistema Solar son necesarias las pequeñas partículas que llamamos elementos químicos. Entonces, tan necesario es a la divinidad un átomo químico como una presencia humana. ¿Qué ocurriría si faltara alguna conciencia del conjunto de conciencias o mónadas dentro del corazón de la divinidad? Algo fallaría en el universo. Pues bien, igual podemos decir nosotros con respecto al conjunto celular de nuestro cuerpo, y del conjunto atómico. Es lo mismo. Entonces decimos: en el átomo existe la divinidad, una conciencia que mueve el universo, y se puede demostrar que existe una conciencia en el átomo, una conciencia que no será simplemente el protón, el electrón y el neutrón, sino que será algo más. Les invito a leer “Química oculta” —de Annie Besant y Charles Leadbeater— para que se den cuenta de lo que hay dentro de la naturaleza, que es lo más sencillo que hay, para que se den cuenta de la importancia que tiene un átomo dentro del cuerpo del universo, y es un átomo, y hay tantos millones de átomos dentro de nuestro propio ser, y sin embargo, la importancia que tiene el conjunto atómico dentro de la naturaleza, porque sin átomos no se puede construir nada de lo que vemos. Se dan cuenta de la importancia. De ahí que el átomo también está buscando su liberación, está constantemente tratando de ensanchar el “círculo no se pasa” de sí mismo. De ahí viene este infinito sentimiento de unión de un átomo con otro átomo para constituir todo el conglomerado de los elementos atómicos conocidos o de elementos químicos.
Con un poco de imaginación y siguiendo siempre las leyes analogía hermética, podríamos sacar grandes conclusiones, singularmente aquello que dice “igual es arriba que abajo, igual es abajo que arriba”. Significa que todo es importante en el universo. Y ¿por qué damos importancia a unas cosas y a otras no les damos importancia? Es decir, que nos falta mucha atención. Estamos recién ahora saliendo del aspirante espiritual que busca de ir arrebolando las emociones para entrar dentro de la corriente científica de los hechos. Esta Nueva Era son para recogerlos siempre a la manera científica, a la manera del sabio en su laboratorio. Se trata simplemente de ver las cosas con los ojos bien abiertos y de oír las cosas con los oídos también muy atentos. Porque la vida se puede presentar en su aspecto liberador en cualquier momento del tiempo, y ¿qué ocurrirá si no estamos atentos? Es decir, preguntémonos si estamos atentos. Solamente, mientras estoy hablando, cuántas veces mi mente ha desaparecido buscando otras cosas, pensando en otras cosas que quizás me interesan más. Pues hasta que no tengamos esta atención formidable —como dice Krishnamurti— a todo cuanto nos rodea dentro y fuera de nosotros mismos, no sabremos nada, por muchos conocimientos esotéricos que tengamos de la gloria de la iniciación o de la gloria de la liberación.
Interlocutor.- ¿Tu consideras que la próxima generación, que será de Acuario, será muy diferente de la nuestra?
Vicente.- Yo no estoy aquí para predecir eso.
Interlocutor.- No hombre, pero más o menos puedes tener una idea, porque supongo que Acuario sobrepasa a Piscis ¿no?
Vicente.- Yo voy a decirte una cosa y repito lo que he dicho antes, las Eras no vienen impuestas únicamente por la posición de los astros, recuerden que lo he dicho antes, sino porque existe una voluntad de acción en el hombre, porque si en el hombre no existe voluntad de acción las Eras por su propio impulso no hacen nada, marcan la naturaleza pero no redimen al hombre, no lo liberan, al contrario: una Era de grandes oportunidades traerá más esfuerzos para organizar, muchas oportunidades y muchos esfuerzos. Pero vemos siempre la cosa desde el ángulo de la oportunidad o desde el ángulo del esfuerzo, pero esto lo dejamos aparte, a la oportunidad sí pero al esfuerzo no porque el esfuerzo es muy cansado. Es una cosa que la sabemos, que no hay que ocultarlas, naturalmente, pero hay que ser consciente de estas cosas. Si no, no valdría la pena estudiar esoterismo, porque el conocimiento sin aplicación, repito lo que siempre digo, es dotar al individuo de las armas del brujo sin tener la facultad de remediar los males que hace el brujo, o el mago negro, como ustedes quieran. ¿De qué me va a servir el conocimiento si no tengo equilibrio? Bien, si hay equilibrio somos magos blancos. No hay necesidad de decir lo que es un mago blanco, ni tampoco buscar la oposición de un mago negro, no podemos discutir estas cosas consabidas, ¿verdad? Pero sí que es necesario que nos demos cuenta de que la oportunidad ha estado siempre presente porque Dios está presente en todos los momentos. Prescinde de las Eras, prescinde de las civilizaciones, prescinde de la cultura de los pueblos, prescinde de todo el centro de Sí mismo. Pues bien, una Era, si la Era encuentra personas preparadas tendrá efectividad, y sabe Dios la lucha que le aguarda a un discípulo en la Nueva Era, porque tendrá que romper con toda la tradición pisceana, tendrá que dejar todo aquello que ha querido, tendrá que renunciar a todo, a sí mismo, a todo cuanto le rodea y tendrá que quedar en soledad y ¿quién resiste la soledad? No se trata pues de una Era ¿verdad? Se trata de un complejo social dentro del individuo que no ha podido resolver a través del tiempo. Y en tanto no puede resolver este problema no se puede resolver el caos de la humanidad, ni se podrá evitar la guerra, ni la inflación económica, ni el caso político, ni el deteriorado ambiente social.
Interlocutor.- Es igual como se dice que la energía, hemos visto que el deseo es igual que la voluntad, la voluntad sube en el interior para arriba y el deseo va para abajo, entonces es la misma cosa pero uno va para abajo y el otro va para arriba.
Vicente.- Entonces, habrá que distinguir cuando va para abajo y cuando va para arriba. [risas] Claro, hay que tener en cuenta cuando hablamos de la liberación no hay arriba ni abajo, derecha ni izquierda, y esto es un problema conceptual de la posición de nuestro planeta en el cosmos. Si no estamos situados en el espacio, encontramos que nos vayamos a la cuarta dimensión sin nada aparente, no existe ni arriba ni abajo, ni derecha ni izquierda, ni adelante ni atrás; existe solamente una cosa y es que palpita la vida. Observando todo no ves nada, pero ¿qué pasa? Hay que darse cuenta de lo que es la perspectiva. El hombre siempre está atado a sus propias perspectivas, a sus propias creencias, a sus propias limitaciones.
Interlocutor.- ¿Puede ser el alma un átomo o se puede comparar?
Vicente.- Sí, sí, un átomo superior. Porque según se nos dice las mónadas humanas y los egos en el plano causal constituyen parte de los chakras del Logos Solar, por lo tanto, se le puede conceptuar como un átomo. Ahora extremando la idea, como ya hemos dicho que el universo es un átomo. Naturalmente hay que ver que entre el alma y el cuerpo causal, que no es lo mismo, porque hay que situar al cuerpo causal, pero claro, el cuerpo causal es el habitáculo del Alma o Yo superior, entonces, está habitando una esfera similar a la del Logos dentro del propio universo o de Sanat Kumara dentro del propio planeta o del yo humano dentro de su cuerpo físico, pero se puede entender como válido, desde un ángulo esotérico, viendo ya lo más profundo, lo más dilatado.
Interlocutor.- Transmitiendo su idea que me ha parecido captar, no sé, dígame si estoy equivocado, primero nosotros tenemos un “círculo no se pasa” a nuestras limitaciones, a nuestro nivel, un Logos Solar también vive dentro de una esfera muchísimo mayor pero tiene sus limitaciones a su vez que debe romper para progresar...
Vicente.- Hay que aplicar al Logos la ley de la analogía, porque igual es arriba que abajo, igual es abajo que arriba. Es el principio hermético del conocimiento superior. Es decir, usted se da cuenta de que todo cuanto existe es una limitación, solamente existe un momento en que no hay limitación, es cuando el Logos penetra en el gran Pralaya, o cuando el hombre penetra en el Devachán, en aquel momento parece ser que desaparecen las limitaciones. Se lo cree quizá el alma que está ya liberada pero al menos no tiene conflictos porque está dentro de sí misma, sin problemas ajenos, sin causas ajenas a su propia voluntad. Pero, es como si tuviésemos al Logos situado en el espacio, más allá de su cuerpo físico que es el universo, y pudiera decir, como dice Krishna a Arjuna: “Después de llenar el universo con una pequeña parte de Mí, yo persisto”. Significa esto que más allá del universo vive Él íntegramente, y nosotros más allá del cuerpo, de la mente y de todo este conglomerado de mecanismos del alma vivimos plenamente también, somos íntegros; lo que pasa es que no estamos limitados por el círculo infranqueable al cual estamos sometidos cuando estamos en encarnación física.
Interlocutor.- En cuanto a la limitación de liberaciones, perdón por las preguntas…
Vicente.- …no, no, estamos para esto.
Interlocutor.- …en cuanto a la limitación, cuando hablamos de liberarnos o habla usted de liberarse, habla también de una terrible soledad que debe superar, he entendido. Mi pregunta es ¿cómo puede el hombre que ha logrado liberarse tener este concepto de soledad cuando está integrado en los demás, y con amor a los demás, y rodeado de los demás, integrado a los demás? Me parece encontrar una contradicción ¿no?
Vicente.- ¿Cuándo hay liberación? Cuando hay liberación hay la totalidad del ser, tiene conciencia cósmica. Es conciente en el átomo y es conciente en el propio Dios.
Interlocutor.- ¿Es en el proceso esta soledad?
Vicente.- Sí, sí. El proceso es cuando vas de una iniciación a otra. Existe el momento de aflicción, el momento de soledad que el hombre ha de afrontar, son las pruebas de la iniciación. Dense cuenta de una cosa, para que se den cuenta de lo que cuesta entrar en el camino iniciático, cuando estamos solos porque tenemos alguna aflicción no enfrentamos nunca la aflicción, buscamos un sustituto, buscamos una diversión cualquiera. Bien, como siempre buscamos diversiones el motivo esencial del dolor o de la propia soledad no puede destilar su experiencia. ¿Se dan cuenta? Bien, esto con una persona; una personalidad sea del tipo logóico no podemos hablar de lo que ocurre porque nuestra mente tiene bastante trabajo con enfrentar su propia soledad y es una soledad de cosas, porque te quitan una cosa que aparentemente es tuya y tienes un momento de soledad en el que puedes reaccionar a la idea de haber perdido aquello, más cuando perdemos a una persona querida. ¿Podemos evitar la soledad, podemos evitar el sentimiento de separatividad que se adueña del corazón? No, ¿verdad? Pero, ¿por qué tenemos este sentimiento de soledad? Porque durante el proceso de nuestra vida estamos constantemente cambiando valores, buscando sucedáneos a los estados de conciencia de dolor, y como que no enfrentamos el dolor y solamente nos gusta divertirnos, la vida con toda su experiencia pasa desapercibida, entonces, hacemos preguntas como por ejemplo ¿qué me ocurrirá el día de la muerte? Y es un terror instintivo, ¿por qué? Porque no enfrentamos nunca el problema de la muerte. Siempre decimos: sí, sí, me moriré algún día pero que tarde mucho; porque estamos siempre separando la idea de la muerte y porque no enfrentamos la idea de la muerte como la idea por ejemplo del miedo a un estado de conciencia, del miedo a la soledad, del miedo a la oscuridad o del miedo a cualquier cuestión que sea, hay tantas cosas en la humanidad. Pero, el problema psicológico es si enfrentamos esta soledad y cómo enfrentamos esa soledad, o si buscamos compañía que nos acompañe en esa soledad con lo cual ya se ha perdido la soledad. Es decir, hay una serie de preguntas de tipo psicológico que son las más importantes porque si nos atañe al pequeño yo encerrado dentro de una mente cualificada, hasta cierto punto, en un cuerpo emocional lleno de deseos y de emociones y un cuerpo físico la mayoría de las veces sin salud, entonces, ¿cómo podemos abarcar la tremenda incógnita de la muerte? Hay una gran dificultad, ¿verdad?, dense cuenta de esto. Es decir, que si somos conscientes, y para mí la conciencia tiene una amplia repercusión cósmica, iremos venciendo los esfuerzos del yo, no viviremos luchando o buscando disciplinas constantemente como estamos haciendo; viviremos suavemente, amablemente, nuestro paso por la vida será una bendición, y no al contrario de lo que ocurre actualmente.
Interlocutor.- Usted ha hecho un inciso en la analogía que existe en el microcosmos y el macrocosmos. ¿No podría ser que la humanidad la comparásemos a las células que existen en un solo ser humano y que toda la humanidad formase un número exacto o equivalente a las células que existen en un ser humano, pero en el momento que muere este ser humano esas células llegan a disgregarse, a morirse y, entonces, esto es lo que permite hacer un paso superior incluso en un futuro próximo? ¿No podría ser que en cuanto a la humanidad ocurriese algo similar, que cuando la humanidad global llegue a un momento en que exista este momento de ruptura, exista este paso en bloque, como si dijéramos hacia adelante?
Vicente.- Aplicando la analogía, es cierto que puede ser comparada la humanidad en bloque a un conjunto celular de un grupo de organismos dentro del propio organismo nuestro que, aparentemente, al morir nosotros nos abandona. Claro, dense cuenta de que hablamos de gente que abandona y que se muere, solamente muere el cuerpo o desaparece la forma, la vida siempre permanece. Es decir, que la materia nunca se disgrega, se disgrega la forma; una forma específica de materia para habitar cualquier cuerpo o cualquier alma en aquel cuerpo. Entonces, la idea es correcta porque aplicamos la ley de la analogía, solamente hay una cosa, es que nada muere, solamente muere la forma, la materia continúa íntegra porque se agrupa por orden de densidades, y seguramente si analizásemos en los planos akhásicos, buscando lo más profundo de una célula, veríamos que existe un lazo magnético entre cada una de las células de nuestro cuerpo y nuestra alma. ¿Quién sabe si al compás de que evoluciona nuestra alma también evoluciona aquel conjunto celular en el nivel que sea y que cuando reintegramos las funciones específicas, después del periodo del Devachán, y penetramos en el nacimiento quizás nos acompañan de nuevo? Quizás puede servir esta idea como una hipótesis para trabajar sobre ello, no hay que ser nunca drástico en aquello que no podemos interpretar ¿verdad?, en aquello que no podemos ver claro, pero pudiera ser aplicando siempre la ley de la analogía. Les estoy cansando ¿verdad?
Interlocutores.- No, no.
Interlocutor.- Es algo parecido a un cuerpo astral cuando está ya… bueno estás pensando en el nivel mental, es cuando sales de su cuerpo astral y encuentras una oscuridad y es porque tienes que pasar, es como uno que estudia el bachillerato que se examina en el primero, luego cuando sabe que lo sabe, no, pero él va y va un poco nervioso, sale del primero, entra en el segundo y así siempre pasa una oscuridad, cada vez que pasa un plano traspasa una oscuridad ¿estás de acuerdo?
Vicente.- Sí, sí, de acuerdo.
Interlocutor.- Entonces se va superando y entonces se va formando así una claridad pero después una oscuridad para pasar a otra, hasta tener conciencia de todos.
Vicente.- El misterio de esta soledad debe ser la antesala de la liberación, y el paso por la soledad que precede o que viene después del momento de la muerte física, este paso solemne que damos, que viene integrado por este momento de soledad que llamamos la “Nave de Caronte” que nos lleva de una orilla a la otra, es una soledad espantosa. Pero, naturalmente, ya forma parte de aquello que decía antes, como que nunca enfrentamos la soledad aquello es largo, difícil, es duro y a veces doloroso. Entonces, ¿por qué no empezamos ahora, aquí? No mañana, ahora. Porque entonces si limpiamos ahora el canal, si limpiamos el Antakarana ahora en un sentido muy positivo no habrá problema, porque entonces el Antakarana sirve para atravesar todos los mundos vacíos que existen en todos los planos del universo.
Interlocutor.- ¿No nos damos cuenta cuando dejamos el cuerpo que lo hemos dejado?
Vicente.- Si somos conscientes en otro plano… —varias voces— Déjenme contestar. Pero es que dense cuenta de algo, dense cuenta de algo, que queremos tener una conciencia astral sin tener una conciencia de lo que nos ocurre cada día, lo que decía antes, dense cuenta, una observación: cuando están escuchando atentamente algo o les parece que escuchan atentamente algo, si son críticos, realmente críticos ¿cuántas veces su mente ha desaparecido, ha quedado endurecida por ejemplo o ha quedado en otra dirección? ¿cuántas veces? Bien, si ustedes son concientes ahora de todo ese proceso se darán cuenta del porqué no tenemos conciencia astral, y que cuando viene el problema de la muerte no nos damos cuenta, o quizás nos damos cuenta, no sé, pero vamos a buscar las raíces del proceso psicológicamente hablando. Cuando hay un proceso en marcha, y para mí estamos en un proceso en marcha, un proceso muy activo, este proceso debe ser suficiente para inducirnos a una acción continuada de la conciencia de observación, de la conciencia intencional de los hechos, del poder de dirigir los acontecimientos, de que nuestra mente esté enfocada donde queremos, no donde ella quiere. En este momento que somos tan concientes el astral y el mental son parte de la conciencia, por lo tanto, se pueden pasar, no hay ningún iniciado de la tercera iniciación que no tenga la conciencia en todos los planos del universo... ¡perdón! en los primeros planos del universo, el físico, el astral, el mental y parte del búdico, de todo el universo. Bien, ¿por qué?, porque está atento constantemente, seguramente que es un hábito en el iniciado estar atento a todo. ¿Por qué no cogemos el hábito de los iniciados de estar atentos? Y Krishnamurti nos habla siempre, y hemos hablado mucho de Krishnamurti y no estamos haciendo nada de lo que Krishnamurti dice, porque eso es una cosa tan sublime y tan elevada que es muy fácil decirla… simplemente estar atentos. Y ya sabemos lo que es la atención: estar atentos. No tiene vuelta de hoja. No estamos atentos y reconocemos el hecho, lo reconocemos este hecho. Ya vamos a acabar.
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
11-Enero-1981