Conferencia
Vicente Beltrán Anglada
[edición en curso]
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La verdad ha de presentarse de tal manera, que convenza sin atar y que atraiga aun sin convencer. Esto sólo puede realizarlo el lenguaje del corazón.
[VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49]
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Conversaciones Esotéricas
La Raíz de las Enfermedades y su Extinción
Barcelona, 9 Septiembre 1978
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Barcelona, 9 Septiembre 1978. — Conversaciones Esotéricas: La Raíz de las Enfermedades y su Extinción. Los problemas derivados del sexo y del pasado y sus entidades. Las nuevas energías individualizadas y el nuevo sentido de valores. La invocación mental en el ser humano y los ángeles de curación como principio operativo en el cambio evolutivo del hombre. La vía principal del cambio que viene por la atención. El Guardián del Umbral, y su triple relación que es física, emocional y mental. Curación de enfermedades y la educación infantil. Necesidad de ser sinceros con nosotros mismos y el justo criterio con los demás. Poder invocativo de la humanidad. El dominio sobre determinadas entidades negativas. La era venidera, el mensaje jerárquico, y la respuesta de la humanidad. La Era de Acuario y la Venida de Cristo. El fracaso de la humanidad. El cambio del pensamiento para la disolución del maya.
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Vicente.— Ustedes recordarán que en nuestra conversación del mes de Julio conversamos acerca de un tema, a mi entender muy interesante y de lo más cualificado de nuestra Nueva Era, como por ejemplo el de asignarle a las enfermedades una característica meramente de entidad psicológica. Ya no se trata de buscar la enfermedad solamente en el conjunto celular sino que el conjunto celular cuando se desequilibra es siempre obedeciendo a una causa interna, a una causa psíquica o psicológica, y que por lo tanto todo el proceso de desequilibrio orgánico se debe ante todo a un factor psíquico. En la medicina, como Uds. saben en la actualidad, ya no adopta solamente el término de enfermedades físicas sino psicosomáticas, es decir, que la mente y el cuerpo unificados constituyen toda clase de entidades que denominamos enfermedades.
Naturalmente, ustedes se darán cuenta que estamos presentando una idea revolucionaria aun dentro del campo esotérico, y el hecho de que nos introduzcamos ya en esta Nueva Era en un campo magnífico de oportunidades como es el de considerar que una enfermedad no es una cosa sino que es algo, alguien, y que se puede luchar con este alguien utilizando la misma fuerza psíquica con la cual ha sido creada, nos introducimos en unos nuevos valores psicológicos de la vida y también en un nuevo campo más fecundo de la medicina de nuestros tiempos modernos. Todos podemos colaborar como dijimos en nuestra conversación a que desaparezca de la Tierra todas las enfermedades, las que provienen del más remoto pasado, por ejemplo, aquella que se denomina el pecado original o el pecado lemur, o sea, el pecado del sexo, la desvirtualización, el condicionamiento y el empobrecimiento de los recursos del sexo han llevado como consecuencia a través de las edades esta terrible enfermedad que rebrota todavía en nuestra era moderna de la sífilis y, naturalmente, es espantoso considerar que pese al tiempo transcurrido, y hablamos de muchos millones de años, la humanidad continúa con los mismos vicios atlantes. Existe la pornografía ambiental, no nos damos cuenta de que esta pornografía alimentada por la propaganda no es sino una cosa psíquica, algo psíquico que podemos destruir si nuestra mente, si nuestro corazón está de acuerdo en que realmente tenemos recursos psicológicos y psíquicos para poder luchar con ellas.
Naturalmente, al enfrentar la enfermedad bajo este nuevo punto de vista, démonos cuenta esotéricamente que exige de nosotros un trabajo de asimilación de otras energías que no están constantemente a nuestra inmediata reserva o a nuestro inmediato alcance, por lo tanto, estas energías que yo denomino energías individualizadas, por no decir siempre ángeles, por no decir, por ejemplo, esta energía cualificada de la Naturaleza que lo produce todo y, naturalmente, al introducirnos en este nuevo campo ya nos encontramos con la resistencia de nuestros vehículos, de nuestros pensamientos tradicionales, de nuestros sentimientos inhibitorios, esta inhibición constante, este temor, la incerteza frente al enorme problema de la vida, hasta llegar a un punto en que realmente nos damos cuenta de que hasta aquí hemos sido incapaces de resolver vitalmente cualquier problema humano.
Tenemos guerras desde hace millones de años, y seguramente que si no le ponemos nosotros un remedio continuará hasta la finalidad obsoleta de los tiempos. Las enfermedades igual que las guerras se fraguan aquí, en la mente de los hombres, son entidades, y la moderna psicología irá introduciéndose lentamente en un campo fecundo dentro del cual las capacidades de la memoria, el entendimiento, la voluntad, todo cuanto significa poder psíquico será considerado como una entidad, una entidad que gravita sobre nosotros y que nosotros no podemos todavía controlar. ¿Se dan cuenta? Estamos tratando de vivir de acuerdo con los dictados de la Nueva Era con su absoluto campo de oportunidades, y como exige de nosotros algo a lo cual no estamos acostumbrados, habituados, estamos sintiendo la resistencia de nuestros vehículos; por ejemplo, el día que el individuo se dé cuenta de que la memoria es una entidad, como el cuerpo físico en su totalidad es una entidad que se escapa por completo de nuestro control por cuanto es una entidad psicológica que tiene sus propias reacciones, o cuando la emoción o el cuerpo emocional nos demos cuenta de que también es una entidad que va por su propio camino, y lo mismo pasa con la mente, ¿o es que ustedes han logrado detener el curso de su mente, de controlar sus pensamientos? Desde el momento que una cosa se escapa de nuestro control es porque es una entidad, tiene más fuerza que nosotros, ¿se dan cuenta?, ahí está la raíz de la cuestión. Si nos damos cuenta de que la entidad memoria, la entidad voluntad, la entidad…, cualquier entidad, cualquier característica, la subconciencia misma, o la conciencia, o la supra conciencia, son entidades que están a nuestro alcance, que las podemos controlar, ya estaremos en el principio de resolución de los grandes problemas vitales de la humanidad, problemas que están desde los principios de los tiempos como estamos diciendo. Ya no se trata solamente de ver la cosa sino se trata de qué podemos hacer frente a las oportunidades que tenemos, frente a esta invasión de energías de la Nueva Era. Para mí existe solamente un término: el término es invocación, y ustedes preguntarán: “¿invocación de qué?” Invocación de aquellas reservas ocultas de entidades también de carácter positivo que existen en nuestro interior, y están esperando también el momento de su oportunidad para manifestarse.
Estamos viviendo una hora solemne, siempre realmente ha vivido horas solemnes la humanidad, lo que ocurre es que no han sido aprovechadas, durante la Era de Piscis tuvimos grandes oportunidades, el mensaje de Cristo, por ejemplo, proviene de Piscis, y una cosa que se presenta en la Era de Piscis estamos entrando ya positivamente en la Era de Acuario y todavía el mensaje no ha sido comprendido, luego resulta que la oportunidad del cristianismo ha fracasado, ha quedado reducido a templos de piedra, pero dentro del corazón no ha sido edificado todavía el Cuerpo Crístico, o el corazón de Dios, como ustedes quieran. Entonces, se exige de nosotros, si es que aceptamos la responsabilidad de discípulos, la voluntad de realizar aquello por lo cual suspiraron todas las razas del pasado pero que nunca se decidieron a hacer, es decir, el poder de realizar la vida en términos de comprensión, una comprensión plena, una actitud decidida frente a todo cuanto nos ocurre, frente al gran conglomerado de la situación social con sus múltiples facetas, hasta llegar un momento en que estamos frente a una puerta, una puerta que exige ser franqueada, y hay que llamar a esta puerta y hay que pedir ayuda, ¿y cuál es la naturaleza de esta puerta y cuál es la naturaleza de esta ayuda? Yo digo que Cristo cuando enunció la máxima sentencia de “llamad y se os abrirá, pedid y se os dará”, estaba refiriéndose precisamente a la oportunidad de todos los tiempos, el poder invocativo del hombre. Hasta aquí hemos invocado porque el hombre, y con el hombre, todos los seres de la Naturaleza son eminentemente invocativos, quiere decir que están invocando constantemente fuerzas de arriba, pero ¿qué ocurre?, ocurre que no se hace conscientemente, lo cual significa que la mayoría de energías del esfuerzo creador se pierden, se diluyen por falta de dirección, ¿y quién es el responsable del problema humano?, solamente nosotros como individuos. Estamos tratando de realizar algo que tenga realmente su razón de ser para esta época, y una de las cosas que podemos realizar es invocar la fuerza de estas energías individualizadas en todos los niveles o estructuras psicológicas de nuestro ser para producir un cambio total en los asuntos mundiales, y a esto se llama ser prácticos, ser esoteristas, ser un ciudadano del nuevo mundo. ¿Se dan cuenta? Es al propio tiempo un desafío a nuestra cualidad de investigadores, a nuestra cualidad de pensadores profundos, por fin estamos ahora precisamente en este impase, en este momento crucial en el cual vamos a atravesar definitivamente esta orilla o este mar sin orillas que es la vida, buscando como meta de perfección todo aquello que es realmente el principio y el fin de todas las cosas. Estamos laborando por algo que está más allá de nuestra mente, de nuestro corazón, que pertenece a un sentido de valores a los cuales no estamos acostumbrados y por lo tanto la novedad nos inhibe, como inhibe siempre lo desconocido, lo desconocido siempre causa temor y la certeza de la vida causa siempre por un sinnúmero de factores providenciales, por así decirlo, que el hombre se ve por encima de su condición humana y penetre por vez primera ya para siempre en el reino de la Divinidad, en el 5º Reino de la Naturaleza al cual nos estamos refiriendo constantemente.
Bien, entonces si nos damos cuenta de que todo cuanto nos rodea, el espacio incluido e incluyente es una entidad, por cuanto permite la libre interacción de todas las entidades psicológicas, no solamente del reino humano sino también de los reinos subhumanos porque la energía es total y siempre obedece al mismo principio de substanciación de los éteres, todo cuanto existe es una sustanciación, es como si estuviésemos cavando agujeros en el Cosmos y fuésemos nosotros parte de este agujero inmenso, de lo que estamos tratando de realizar, y esto aparentemente sin sentido tiene para el esoterista y para el discípulo la gracia de dar la oportunidad de ver qué es lo que hay dentro de este inmenso vacío dentro del cual nos movemos todos, es el vacío de la ignorancia, es lo que hay que tratar de destruir, la ignorancia, la superstición, la tradición con su inmenso magnetismo que nos obliga a retrotraernos al principio de donde salimos y al cual tenemos que regresar con la experiencia positiva de esta cualidad de pensadores, entonces, el proceso de llegar ha surgido de este agujero inmenso donde estamos todos cavando en el propio destino, para salir al exterior y dándonos cuenta por vez primera quizás en nuestra vida como discípulos de que podemos realizar algo grande para esta época, ya queda compensado el esfuerzo que podamos realizar, y vamos a ver cómo podremos realizar este gran esfuerzo, solamente hay algo que hacer, destruir elementales, fuerzas que existen desde el principio de los tiempos. Cuando el Gran Señor Buda vio en su adolescencia de príncipe los tres males fundamentales del mundo, cuales son la muerte, la enfermedad y la vejez, y ensentó por primera vez en su vida de Iluminado el sentimiento íntimo de desapego hacia los valores materiales que lo circundan como base de la creación individual, nos estaba hablando ya de lo que estamos hablando hoy, del tremendo poder invocativo de la mente y del corazón, para surgir triunfantes una vez más de este impase donde la situación mundial nos tiene condicionados y constreñidos, salir de aquí, liberarse, buscar la salvación de todos, no particularmente sino de todo el universo que nos rodea dentro de un afán invocativo de fuerzas que desconocemos pero que sabemos que existen, para a partir de aquí sentar las reglas de oro para la edad que se avecina, mirando qué vamos a hacer para nuestros hijos, para nuestros nietos, porque nosotros quizá ya no lo podamos ver, y continuar sin embargo con el poder radiante y resolutivo de llegar al fondo de todas las cuestiones, buscando únicamente representar la ley en este mundo y hacer que la ley se cumpla en nosotros, y de aquí a la visita del Cosmos, no antes, que es lo que ha ocurrido hasta ahora. El hombre ha salido hacia fuera buscando las más lejanas estrellas, buscando el sentido de creación de otros mundos, cuando hay tantos problemas que resolver, ahí está el proceso máximo de la evolución: ¿qué vamos a hacer con lo que disponemos? Vamos a gastar dinero para enviar artefactos a otros planetas del Sistema Solar o a otros mundos cuando aquí hay el problema del hambre, el problema de la muerte, el problema de la enfermedad, el problema de la decrepitud más allá de la enfermedad y de la muerte, porque el hombre puede morir, lo que nunca debe renunciar es a ser eternamente joven, esto hay que hacer, vivir joven siempre porque está en nuestras manos realizarlo, porque estamos viviendo una era de paz y fraternidad en el corazón y hay que señalarlo a todo el mundo, esto es a mi entender lo que tendríamos que hacer para que esta época floreciera y cada uno de nosotros se convirtiese en un Dios en potencia, que pudiese derramar los dones del Espíritu Santo a través de todo cuanto nos rodea, ahí está el poder de la gracia, el Espíritu Santo está en todos nosotros, hablando sintónicamente de una manera simbólica, el Espíritu Santo es la inteligencia creadora, es la potencia invocativa la que debe horadar las nubes del conocimiento a las cuales se refería Pablo de Tarso, ¿por qué entonces desdeñamos el poder que tenemos?, ¿por qué no esgrimimos la espada de justicia y empezamos a trabajar, a laborar, a sentir, a actuar, a vivir entonces plenamente? Ya sin pensar en la caducidad de los valores trascendidos, o la inutilidad de la historia que conocemos, o el mágico conjuro de la propia historia evolutiva de la humanidad que nos trae como consecuencia la tradición. ¿Qué vamos a hacer entonces, y qué es lo que vamos a intentar? Hay un sentido de valores que podemos organizar individualmente y como grupo para llevar como consecuencia una nueva vitalidad al planeta Tierra, podemos resolver de una vez y para siempre la resolución de nuestro destino, podemos sentir siquiera en un momento determinado de nuestra vida el placer de la unidad con todo lo creado, todo estriba en el poder invocativo de la mente, todo estriba en saber trascender los valores, toda esta identidad de principios tiene solamente un solo camino, es la identidad con el principio cósmico, ¿y cómo vamos a relacionarnos con el Cosmos sino a través del poder invocativo de la mente? Hay tres formas de considerar los males del mundo: el de la enfermedad, el de la vejez y el de la muerte, son tres formas elementarias que esotéricamente conocemos como el maya de los sentidos, el espejismo astral y la ilusión de la mente se dan cuenta como lo que dijo el Buda llega hoy día al planeta Tierra a través de unos nuevos conceptos filosóficos con unos caracteres de eternidad, tal y como es siempre el mensaje de los dioses, de los dioses o avatares que edad tras edad se sacrifican por la humanidad para que la humanidad se dé cuenta de lo que realmente vive, de lo que realmente precisa, de lo que realmente constituye el secreto vital de la existencia. Hemos hablado de juventud, ¿qué es lo que buscaban los antiguos alquimistas sino la Piedra Filosofal, la transmutación del hombre viejo en el hombre joven eterno? Incluso el Señor del Mundo que tiene muchos millones y millones de años de existencia se le llama el Doncel de la Eterna Primavera, entonces nosotros que somos hechos a imagen y semejanza del Creador, y esto no es una ilusión porque somos el microcosmos del gran macrocosmos, podemos también utilizar esta fuerza radiante de la juventud en nuestro corazón para imprimirle a la vida un nuevo significado social, algo que escape a las reglas de la época, algo que esté más allá de los sentidos, de las ilusiones y de la mente, algo en fin que produzca un milagro de orden en este siglo de caos, y a partir de aquí la vida del discípulo tendrá para nosotros un absoluto significado, no como hasta ahora en que ha sido solamente una imagen mítica situada Dios sabe a qué distancia de nosotros, y por lo tanto más allá de nuestra conquista, más allá de nuestro afán de descubrimiento. Hemos perdido el afán de los valores inmortales y estamos aquí y ahora tratando de buscar algo superior. Bien, lo que vamos a tratar de realizar, si a ustedes les parece bien, es invocar fuerza constantemente a través de este poder mental que todos poseemos que es la mente, la mente dirigida a todos los conceptos tradicionales para destruir las causas de la tradición. Nuestro planeta está circundado, si lo viésemos en forma clarividente, por una series de elementales de todas clases, de todo tipo, que obedecen a las actividades mentales, emocionales y físicas de todas las generaciones que nos han precedido y que simplemente nosotros robustecidas enviaremos para las generaciones del futuro, ahí está la responsabilidad, ¿se dan cuenta? Ahí está el desafió, ¿qué vamos a legar al mundo de mañana? O seremos tan egoístas que vamos a circunscribir todo esto al presente de nuestra pequeña vida individual, esta pequeña vida tiene muy poca importancia si nos damos cuenta, la importancia es el conjunto, lo que nos interesa hacer como discípulos, como investigadores, es hacer que la pequeña ruedecita que encarnamos se ajuste bien, con delicada precisión a todo el conjunto universal, y a esto se llama invocación. Mientras estemos trabajando en ese sentido la fuerza de las energías individualizadas de los ángeles estarán con nosotros, los ángeles que están operando en los niveles etéricos-físicos, los que operan en los niveles emocionales y los que actúan en los niveles mentales, para producir el hombre nuevo, me refiero exactamente a aquellos poderosos ángeles que consideramos en otras conversaciones: los Agnisvattas, Agnisuryas y Agnischaitas, estos son los que realmente están aguardando el momento de la oportunidad, primero, porque su misión es encarnar en los pensamientos y emociones de los hombres, y en tanto el pensamiento y la emoción de los hombres no tenga una cierta calidad, estos ángeles, estas energías individualizadas no pueden encarnar, no pueden construir formas, no elementarias, formas divinas para contrarrestar las formas elementarias, los cascarones astrales y todas las larvas que ha producido la humanidad de todas las épocas, porque le falta el poder coordinador, le falta integración y solamente está pensando en sí, no piensa en el hermano, este egoísmo que traemos como equipo kármico a través de las edades, ¿podríamos realizar algo grande en este siglo de caos, podríamos vivir de otra manera más noble, más digna, más correcta en el trato social de lo que estamos haciendo?, sí podemos. Y a la invocación se le puede dar en este momento el nombre de una técnica, una técnica definida, y esto todo el mundo lo puede realizar porque por ignorante que sea un hombre en un momento de dificultad dirige la vista hacia arriba, hacia donde se dirige esta vista inquieta en un momento de soledad, de tristeza o de agonía, si uno de los poderes ocultos guardados por poderosos ángeles es la fuerza positiva de la evolución, que es la fuerza que da un carisma y salva esta tierra empobrecida. Y me parece que todos podemos hacerlo, porque desde el momento en que la persona tiene la facultad de atención como ustedes están desarrollando ya están invocando fuerzas en el nivel que sea, cada cual tiene su propia estatura, su propia medida espiritual lo cualifica ante los ojos de la Divinidad, no ante nosotros mismos, es esta fuerza que cada una de las jerarquías que encarnamos se dirige hacia arriba buscando la protección de las fuerzas invisibles que nos rodean cuando la Nueva era tiene un sentido, dense cuenta que las energías que provienen de la Nueva Era de carácter astrológico son elementales, son fuerzas dévicas que provienen de una individualidad como puede ser el Señor de Acuario, y todo cuanto nos rodea a partir de esta poderosa Entidad pasando por los grandes ángeles del Sistema llegando a confluir en los devas inferiores y llegar finalmente a coincidir en los pequeños elementales constructores, diminutos, incapaces de ser percibidos, pero con un tremendo potencial energético que permite que el éter se materialice o se substancie para crear una forma, nos daremos cuenta del poder creativo que arde en nuestro corazón, y cuánto podemos realizar para que estas poderosas fuerzas cambien completamente el orden social. Bien mirado, un gobierno no cae nunca por la imposición revolucionaria, siempre cae cuando la potencialidad de los seres de un país obligan a un cambio drástico de situaciones, se ve solamente lo aparente, siempre vemos lo aparente pero la causa motor siempre es el espíritu creador del hombre, precisamente, un grupo de amigos que estábamos en América hablando con un gran estadista, que estábamos entonces en una reunión, decía siempre: la situación mundial solamente está aquí, y hacía así, se pegaba, y naturalmente para muchas personas aquello significaba algo aparte de la visión normal del hombre, era U-Than, precisamente estadista de las Naciones Unidas, el más grande estadista porque era el secretario general, y decía: “Es aquí donde está todo”, y es verdad, y era el principio de unificación de los principios espirituales, siempre hallamos la máxima: “Hombre conócete así mismo, conoce tu poder radioactivo”. Y siempre veremos que en el final de todo, cuando ya todo ha desaparecido solamente queda algo, el espíritu del hombre, que es el mismo espíritu de los ángeles y es el mismo espíritu de Dios. Si llegamos a comprender esta aparente paradoja ya estaremos en el principio de la eternidad. Y ahora ustedes van a preguntar.
Interlocutora.— A mi entender y a mi comprensión, veo que el ser ha de dar la vuelta pero una vuelta drástica para situarnos en la Nueva Era, o sea, que casi capto como si el ser en sí ya hubiera llegado al máximo de cristalización como se ha llegado en su mente, y claro ya nosotros, los que más o menos debemos estar ya en este camino, pues captamos que ya tenemos que cambiar de dirección también, para con un nuevo pensamiento de derrumbar muchas cosas del pasado que no han servido. Yo tengo esta visión.
Vicente.— Sí, pero hay que darse cuenta de una cosa, del poder creativo e invocativo de la creación, aquel que utilizado convenientemente producirá el nuevo orden social, no puede venir un orden social, dense cuenta de esta verdad, a pesar de las grandes oportunidades de la época, si la persona drásticamente no cambia, y este cambio es el que hay que realizar, entonces el cambio debe realizarse operando desde nuestro propio principio de unidad, y a partir de aquí lanzarse hacia las más lejanas galaxias, sin limitación alguna para el fluir de nuestra mente y corazón. Démonos cuenta de esta realidad, tenemos la potencialidad de lanzarnos al gran vacío creador, tenemos la potencialidad y la oportunidad de hacerlo ahora, aquí y ahora, sólo falta, como siempre decimos, que nos demos cuenta del mecanismo que estamos utilizando, que sepamos con qué armas contamos, y si nos damos cuenta exacta de que la evolución no es algo sino que es todo, no solamente evoluciona el ser humano sino que al evolucionar evolucionan todos los reinos subhumanos, pero el hombre por su propia naturaleza y porque está hecho a imagen y semejanza del Creador también está siguiendo internamente la estela inmortal de los dioses, está siguiendo adelante, está fraguando constantemente su destino de acuerdo con un arquetipo de perfección, y la búsqueda de este arquetipo de perfección ya sea en el nivel emocional, en el nivel mental, o en el nivel físico, se llama técnicamente invocación. La invocación está en todos los planos, solo falta que la utilicemos. Los yogas, las meditaciones todo cuanto existe no es sino parte de este equipo de investigación constante, de este equipo de invocación que debe llevar la luz a nuestro mundo.
Interlocutora.— He tenido la idea instantánea de que ahora hay corazones que se entraman de esta energía potente y no estamos todos, entonces ahora, ahora, como dice Krishnamurti, en este instante, en este preciso instante sería bueno aprovechar esta gran energía creada, y hacer un instante de sublimación, más allá, más allá del cielo, aprovechando esta potencia, pero ahora, porque afortunadamente no somos constantes en el mal ni tampoco en el bien.
Vicente.— Dense cuenta de algo muy importante, y voy a citar a Krishnamurti: ¿cuándo la persona está realmente atenta?, cuando su mente se ha perdido en este mar sin orillas que es la vida, ¿verdad? Entonces, haciendo un giro de ciento ochenta grados podemos decir que si estamos atentos a cualquier acontecimiento interno o externo que nos circunde y que estemos atravesando, sin darnos cuenta estamos elevando nuestra mente a las alturas del Cosmos, lo que pasa es que no estamos atentos y cuando estamos atentos automáticamente el yo desaparece y al desaparecer el yo sobreviene automáticamente, aquel vacío y se llena de algo, ¿qué es este algo?, es la Divinidad, son las fuerzas del Universo.
Bien, vamos a llegar a la conclusión de que para invocar las fuerzas dévicas del ambiente, para invocar el gran dictado de la Nueva Era hay que vivir extraordinariamente atentos, apercibidos, observando todo, sin cansarse nunca, porque en el momento en que la atención se hace espontánea, automática, aparte de la voluntad, ya estamos liberados, entonces lo que interesa es este trabajo inmenso, constante de estar atentos a todo cuanto ocurre, que no existan estos vacíos tremendos entre un pensamiento y otro. ¿Se dan cuenta? El valor del pensamiento solamente puede ser registrado cuando estamos atentos, y cuando estamos atentos a un pensamiento, a una emoción, aquello desaparece. Lo que pasa es que no estamos atentos sino que seguimos el compás del pensamiento o el compás del sentimiento, seguimos con aquello pero no somos aquello, ahí está la desgracia del ser humano, que se apega como decía Buda a los valores que nos rodean, hasta llegar un momento en que todo cuanto existe nos atrae, nos magnetiza, por emplear una palabra técnica, nos condiciona, y cuando nos damos cuenta de que no somos el Yo, que es la vida, que es Dios, sino que somos aquello con lo cual estamos identificados se ha perdido automáticamente el éxtasis de la invocación, o de la atención. ¿Se dan cuenta?
Interlocutora.— O sea, que se puede cambiar el efecto de la causa.
Vicente.— Efecto y causa son la misma cosa.
Interlcotura.— Pero claro al dar esta oportunidad de lo positivo, como si dijéramos, el efecto de aquella causa varía ¿verdad?
Vicente.— Fundamentalmente. Nosotros solemos trabajar con efectos porque desconocemos la causa, desde el momento en que vemos la causa de todas las cosas y esta causa está en nosotros, está en el ambiente que nos rodea, está en todo cuanto nos circunda, automáticamente dejamos de ser un efecto, nos convertimos en la propia causa, quizás después sobrevenga por la ley de la evolución una causa superior que nos obliga fatalmente a ser un efecto, no importa gran cosa, porque la vida es un tejer y destejer constante, lo que interesa es que el tejedor no se identifique con el telar, ahí está la solución al problema, que estamos siempre identificados con algo, o con alguien, y la identificación con algo o con alguien es la perturbación de nuestra vida, el que nubla el cielo de nuestra comprensión, el que nos ata a la tradición y, por lo tanto, estamos sufriendo constantemente por una cosa que una vez comprendida es fácil de comprender, pero digo: es tremendamente difícil de realizar por cuanto nuestra mente está distraída por todos aquellos valores psicológicos que causan el (temor o miedo) y el trabajo de desapegarnos es técnicamente la invocación, es la invocación a estas fuerzas potentes del Universo que están esperando ilusionadamente, si podemos emplear un término humano, el momento, la oportunidad, de entrar en contacto con la vida humana. Los ángeles, por ejemplo, desprovistos del aspecto tradicional al cual ha sido sujeto en el tiempo, cuando científicamente el ángel sea reconocido como energía en acción, energía individualizada, energía condicionante, o condicionada, depende de la actitud del pensador, el mensaje de Krishnamurti, el mensaje de Buda, el mensaje de Cristo, el mensaje de todos los Maestros se verá saliendo de la misma fuente universal y entonces podremos hablar de fraternidad, no antes.
Interlocutora.— Entonces yo pensando todas estas cosas que dice, pues imagino que la entrada al umbral, o los dos ángeles que hay… y es nuestro propio enemigo y nuestro propio amigo, o sea, que la entrada en el umbral nos la impedimos únicamente nosotros mismos, cuando nosotros tengamos la suficiente fuerza mental para discernir como usted ha dicho antes, de ver que estas entidades son justamente entidades que no son objetos, porque un objeto lo puedes coger y una entidad no, y tengamos esta fuerza, entonces ya podemos pasar directamente, o sea, que el único impedimento que hay somos nosotros mismos, nuestra propia personalidad, pero cuando estemos totalmente desprovistos de muchas cosas que nos han enseñado que no son la realidad, entonces ya podremos entrar.
Vicente.— Exacto. Dense cuenta de algo, cuando hablamos del Guardián del Umbral estamos refiriéndonos concretamente al maya de los sentidos, a las ilusiones de la mente y a los espejismos astrales, constituyen una entidad triple, y el Guardián del Umbral es una entidad que hemos construido, y no podemos penetrar en la puerta iniciática y ser testigo de los misterios posesionándonos por ley de herencia de los misterios antes no hayamos destruido esta fuerza elementaria que llamamos el Guardián del Umbral, o el demonio, como quieran, pero claro el demonio es la fuerza de este ambiente que hemos creado, pero claro ahí ya no tiene que ver la religión en estos momentos, el demonio es el que constituye el aspecto positivo, yo diría, crematístico de la Iglesia, de todas las iglesias, porque si no hay el temor, si no hay demonio, ¿quién va a ir a las iglesias?, ¡por favor! dense cuenta de que estamos examinando algo que es vital en nuestro siglo. Solamente el temor nos obliga a buscar la perpetuación de nuestra estirpe espiritual, no la apertura de conciencia de por sí, por lo tanto, hay que cambiar drásticamente nuestros conceptos tradicionales, y cuando les decía que un ángel no es esta figura mítica con alas que nos enseña la religión sino que es una energía que está actualizando por doquier, que está creando todo cuanto vemos incluido nuestro cuerpo, el físico, el emocional y el mental, y que depende de la calidad de los pensamientos, de las emociones y de las palabras que esta fuerza elemental que hayamos creado sea buena o mala, en el sentido que le damos a esta palabra, no podremos realizar nada grande en nuestro mundo, estaremos marcando simplemente el compás del tiempo, viviendo de prestado cuando somos los grandes propietarios del Cosmos, ahí está solamente la diferencia, no se trata de un nuevo concepto, se trata de una realidad que el corazón de ustedes si está sereno captará en su absoluto significado, y que la mente registrando esta impronta será capaz de producir un hombre nuevo, y no hacer como se ha hecho hasta aquí de llenar de vino nuevo los odres viejos, que es la constitución orgánica de nuestro mundo con sus problemas y dificultades como al principio de los tiempos, entonces desapeguémonos de esta masa condicionada, desapeguémonos de la tradición, dejemos de sentirnos condicionados de todo cuanto fue en el pasado, pero que no tiene validez porque cada momento que pasa la vida es más imperiosa, y este eterno ahora que estamos viviendo tiene más mensaje para nosotros. Hay que estar atentos simplemente, hay que ser sumamente invocativo, siempre, constantemente, en la alegría y en la tristeza, porque si solamente estamos atentos al fluir de los momentos alegres no seremos capaces de realizar el máximo esfuerzo que se precisa cuando estamos solos sumidos en la soledad o en la tristeza o en el agudo sufrimiento. El hecho de que estemos atentos siempre que marque el equilibrio de los opuestos, que hace que el bien y el mal sean la misma cosa y nos demos cuenta que cuando nos situamos como el Dios Osiris en el centro de una cuestión veremos que todo es lo mismo, que no existe bien ni mal, que somos los árbitros que al apoyar un pié más en la balanza de un lado somos buenos o bien apoyando en el otro lado somos malos, ¿somos malos o somos buenos?, somos la eternidad. Hay que darse cuenta, si se dan cuenta de la sutileza de la idea, que hay que prescindir incluso de la balanza porque hay cosas que no hay balanza posible que pueda ser medida en el Cosmos, solamente la mente finamente analítica, plenamente apercibida de los valores inmortales es capaz de darse cuenta porque hendiendo los espacios sublimes marcados por los dioses, los Maestros de Compasión y Sabiduría que nos han precedido, y están esperando también con los ángeles el momento de la gran oportunidad humana.
Leonor.— Bueno yo siguiendo mi característica siempre de buscar por lo de abajo llegar a lo de arriba, quisiera cuando hablamos de esta vibración que se necesita llevar al mundo para que puedan curarse enfermedades, para que puedan curarse estados anímicos y todo esto, pensaba en algo que también puede ser importante, creo, si puede serlo, en la educación de la infancia pudiera ser que hubiera el principio la base tendría que ser la espiritualidad, cuando a los niños en la infancia, en el colegio les enseñen que el lápiz es de todos, que la tinta es de todos, todo lo que hay en los libros son de todos, quizás al ser mayores no dirán tanto y si además les enseñan que somos un resultado de generaciones anteriores, la misma enfermedad, el mismo grado por ejemplo entre familias que mi hija o que mi hijo no me quiere, o que mi nuera o mi yerno no me quiere como yo creo que debo merecer, quizás si viéramos desde la infancia en un sentido más general y menos particular, entonces podríamos quizás desprendernos mucho de esos latigazos que nos da la vida, y más de enfermedades que empiezan en la psique antes de llegar al soma, quizás muchas enfermedades no existirían cuando hayan enseñado una educación especial que enseña al individuo a liberar y ser más uno en todos y todos en uno, antes difícilmente el ser humano comprenderá lo del Guardián del Umbral porque desde que nace se le enseña a ser posesivo, y si somos positivos lo tenemos que ser siempre, y mientras somos siempre yo necesito esto, yo quiero esto y me han de querer mucho, y cuando no me quieren tanto me pongo enferma, o cuando tal o cual, y así en esta vida y como has hablado de las enfermedades en la semana anterior pues creo que hay que empezar por lo de abajo para comprender lo de arriba, o sea, me parece que la humanidad o los que estamos presentes y conscientes hemos de trabajar para que la próxima generación en la infancia se les eduque y además pensando que nacen para morir, y para envejecer y quizás para estar enfermos, para llevarlo de otra manera que no lo llevamos los que estamos ahora, los que podemos estar enfermos, envejeciendo, o la muerte que nos asusta de una manera especial, pero esto hay que empezar en la infancia creo yo, sin necesidad de grandes de cosas grandes y grandilocuentes, en la infancia a través de cosas sencillas, empezando como hace ahora cierta clase de colegio aquí en Cataluña que enseña que los lápices son de todos y que los libros son de todos y que hay que respetar el libro porque a continuación otro niño cogerá este libro, creo que aquí se empiezan en lo sencillo lo que puede ser lo grande el día de mañana, ahora para nosotros es la obligación de que esto empiece pronto, que esto se haga una realidad, porque enseñamos a los niños a ser posesivos, a que mi niño tengo lo mejor o más que el otro, en este caso cuando es mayor se quejará sin dolor de pié para él será horrible, mientras que si ha aprendido a ser uno entre los demás quizás piense que si tiene un dolor de pié otros tienen otras cosas, no lo sentirá tanto, y la vibración suya se elevará. Yo creo que es esto es muy insignificante lo que acabo de decir, pero pienso que en la pedagogía, en la infancia, hay que empezar a trabajar estas generaciones de mañana que han de vivir la fraternidad, y la religión para mi es fraternidad. Y yo digo esto por si crees que en la pedagogía estará la base de la espiritualidad.
Vicente.— Vamos a ver, como principio está bien que se eduque en la infancia en el principio de coparticipación, pero, ¿qué ocurrirá si se educa a la infancia en las escuelas y el ambiente en su totalidad sea diferente de lo que enseñan las escuelas? No se trata de un movimiento particular el de la educación se trata de un movimiento total que está en la base misma de la sociedad, si no hay educación perfecta o correcta es porque no la hemos sabido crear, como digo somos los tejedores y los destejedores del tiempo, y de la misma manera que ello podemos trabajar para destruir las formas elementales que constituyen las enfermedades insalvables o incurables de nuestra época, también existirá una forma altamente negativa y tradicional que es la educación que se basa en la entidad memoria, vamos a empezar por aquí, si en las escuelas, en los institutos, en las universidades se exige mucho de esta entidad memoria a la cual nos hemos referido y no se tiene una participación activa en la entidad inteligencia -como decía la señora- vamos a crear un nuevo edificio artificioso que se derrumbará porque carecerá de base, en tanto que una sociedad perfecta cuando el individuo es despierto, altamente creador porque su atención está siempre tratando de ver más allá de los acontecimientos, porque está realmente investigando, porque está tratando de desgarrar el Velo de Isis y ver lo que hay en el altar el Sancta Santorum de la conciencia.
Bien, se trata de esto, se trata de un fenómeno total, del cual la educación naturalmente participa, pero, ¿y en lo demás? ¿en el trato social, en el concepto laboral o profesional, en los grupos? Debe ser un momento total, y solamente puede ser total cuando, el individuo, el Yo, el pensador, que somos todos y cada uno de nosotros esté advertido de todo cuanto ocurre, no una simple información de hechos que seleccionan los diarios o periódicos sino aquello que está en la raíz de los acontecimientos del tiempo, aquello que produce los acontecimientos, aquello que produce todo cuanto existe, visible o no visible, y de lo cual todos desdichadamente participamos, se trata entonces de un cambio drástico de actitud, una actitud hacia la educación para que la educación sea sana y no sea simplemente instruir a un niño, dar una instrucción más o menos adecuada para que se convierta fatalmente en un robot mecánico porque solamente se ha estimulado las células de la memoria que están conectadas con el Guardián del Umbral en su aspecto subconsciente de memoria. Digo, que en el momento en que existen computadoras y la computadora registra todo cuanto se ha realizado en conocimiento desde que la mente es mente en el ser humano y que, por lo tanto, puede depararnos la oportunidad de algún dato, entonces automáticamente el ser humano puede crear porque no tiene que estar pendiente de la entidad memoria, entonces educa la entidad inteligencia ¿Se dan cuenta? Se trata solamente de ser positivos en el pensar, y que una computadora no es más que para que el ser humano descanse de este tradicional conjuro que es la memoria, ya sea la memoria cósmica, ya sea un registro astral, ya sea el subconsciente humano. Estamos atados a la tradición por la subconsciencia, y la subconsciencia es una entidad, y en el momento en que la psicología moderna se dé cuenta de que todas las cualidades del ser humano son entidades y no son fragmentos, o filamentos, o algo, entonces se habrá entrado realmente en la Nueva Era, no antes, dense cuenta de que todos podemos participar, que la persona que se cree desgraciado porque no tiene memoria sepa que con sólo que haga un esfuerzo puede conectarse con la entidad memoria, es un ejercicio que cualquier enseñanza psicológica nos puede deparar, pero ¿qué ocurre cuando se trata virtualmente de alcanzar el poder de la intuición, que es, no la memoria cósmica, sino que es el poder creativo de la propia Divinidad, ¿qué ocurrirá? ¿Seremos capaces de realizarlo? Bien, no somos robots mecánicos, somos pensadores de alta precisión, somos seres magnéticos potentemente invocativos, y debemos crear un orden realmente de eternidad en este mundo, en este tiempo, ahora, aquí.
Interlocutora.— Usted acaba de decir que en los colegios debieran enseñar, bien, yo siempre digo que para dar hay que tener, ¿quién es Maestro para poder enseñar todo eso con ejemplos que son los que verdaderamente enseñan? Sería bueno que cada uno individualmente de los que ya queremos entrar en cierto camino de conocimiento, nos adentráramos en nuestro corazón y nos miráramos poquito a poco como somos en nuestra intimidad, como somos en nuestra familia, como somos con nuestra vecindad, en nuestro medio ambiente, en nuestro trabajo, qué gestos hacemos, qué grado de sinceridad tenemos, en fin todo eso. Entonces, para conocernos más pronto a nosotros mismos, y sin asustarnos y hacerlo poquito a poco, y entonces aprender a tener para un día poder dar. No podemos dar lo que no tenemos, son sueños, son ilusiones.
Vicente.— Usted se da cuenta que hay que empezar, naturalmente, y empieza con la atención hacia nosotros mismos, porque somos indulgentes siempre para con nosotros mismos y atacamos duramente a los demás, ahí está el principio de la sociedad orgánica dentro de la cual nos estamos moviendo. En el momento en que me doy cuenta exactamente de que la causa está en mí, dejaré automáticamente de ver a los demás como simples efectos secundarios. Cada cual es su propia causa, su propia ley y su propio destino, y la liberación de todo este contenido, de toda esta fuerza opresiva que hemos ido creando a través del tiempo, solamente desaparecerá no con las prácticas de humildad tradicionales, no con la mea culpa constante, sino cuando realmente seamos sinceros y nos sinceremos constantemente, lo cual significa que estaremos profundamente atentos a nosotros mismos, y automáticamente el principio de fraternidad se presenta a nosotros como una floración de valores naturales. No es algo sobre lo cual se pueda discutir, cuando el hombre discute por algo automáticamente es que no tiene la verdad, la verdad no se discute jamás, es. Como el ser humano, siempre discutiendo el ser humano, se pueden discutir sus reacciones, pero no el ser en sí, y ahí está la profundidad del criterio, la que debe llevar nuestra época a su plena floración, a su plena integridad, y naturalmente somos invocativos, ¿verdad?, estamos atentos.
Interlocutora.— Antes usted habló de la gran oportunidad de la era pisceana, mi pregunta es: ¿habrá un nuevo mensaje en la era acuariana, una reaparición del Cristo respondiendo a este poder invocativo del que habló usted hoy?
Vicente.— Naturalmente, si el hombre invoca lo obtendrá siempre, porque si se llama a la puerta se abre la puerta, de los misterios me refiero, y si pedimos ayuda nos será concedida, solamente hay que aumentar el clamor invocativo de la humanidad como invocó a las alturas hace unos veinte millones de años aparentemente según se nos dice, en que el ser animal que poblaba entonces la Tierra quiso ser hombre, la fuerza impelente de la evolución evocó de su corazón el tremendo poder invocativo y a la respuesta del poder invocativo acudieron los Ángeles Solares que le dotaron de mente y de comprensión, pues bien, ¿qué vendrá en esta nueva época? Depende de la intensidad, la dirección y la calidad de la mente… [corte de sonido]… todo está ante nosotros, todo lo tenemos ya a nuestro alcance, y como siempre digo lo mismo, hay solamente que desarrollar el poder de coger aquello que está a nuestro alcance y el poder de vivir la realidad que somos nosotros, con la cual empezará quizás la Nueva Era que todos soñamos, estemos en esta confianza y seamos optimistas.
Interlocutora.— Has hablado de la humildad, muchas veces se ha practicado de una forma que no es la verdadera, yo aquí quería decir que los verdaderos místicos sí que han encontrado en todas las épocas el camino de la auténtica humildad. Santa Teresa decía que la humildad es la verdad, y siendo una mujer en aquella época que la mujer era tan poca cosa en la sociedad en el aspecto de emprender cosas grandes, de hacer avances en estos aspectos y tal, tuvo el valor de hacer una gran reforma, tuvo el valor de andar por pueblos, por sitios desiertos para sus ideas llevarlas a la práctica, es decir, tenía una intuición creativa enorme porque vivía en la verdad y en la humildad.
Vicente.— Sí, pero nunca dijo “soy humilde”. ¿Se da cuenta de esto? Que cuando hablo de humildad, hablo de la humildad no de la persona que dice soy humilde, como aquella persona que dice ser honrada. Cuidado con esas personas. La verdad, la humildad, las grandes cualidades del espíritu nunca se mencionan en forma personal, son entidades magnéticas con las cuales podemos ponernos en contacto, cuando nos demos cuenta, cuando cada una de las células del cerebro piense en las cualidades y en los defectos y en los hábitos como entidades vivas y no como cosas deletéreas que se nos escapan de las manos, entidades con las cuales podemos enfrentarnos, automáticamente surgirá el gran pensador, porque el pensador es el que está por encima de todas las cosas y ve que la naturaleza está para servirle porque es un creador, y las creaciones del hombre desdichadamente en este momento no son halagüeñas para el bienestar de la raza del futuro, ni a la presente, y que se exige un gran dramatismo social, si podemos decirlo de alguna manera, un gran esfuerzo colectivo para que cambie la situación y para que el ambiente social sea aquello que debe ser, de acuerdo con los principios de la ética y de la moral y de acuerdo también con el principio invocativo de la raza, con la aspiración superior, que siempre estamos buscando algo mejor de lo que conocemos, sin embargo, es bueno reconocer como buenos entendedores que hay que reconocer primero las pequeñas faltas, defectos y hábitos contraídos, porque si no destruimos los pequeños elementales de los pequeños hábitos contraídos a través del tiempo no tendremos la fuerza necesaria para destruir al Guardián del Umbral, y con la destrucción del Guardián del Umbral el maya de los sentidos y de las sensaciones, el espejismo de las ilusiones y de las emociones profundas y del poder de la mente, llegar aquí a esta conclusión considerando que somos una entidad que está por encima de todas las entidades porque guardamos con relación a nuestro cuerpo, a nuestro cuerpo físico, emocional y a la mente la relación de Dios con respecto a su Universo. ¿Quién manda, el Universo o Dios? Entonces, ¿quién manda, el cuerpo o mando yo? ¿Quién manda, mi mente o mando yo?, o, ¿mis emociones pueden coartar mi voluntad? Si resolvemos esta incógnita y la ponemos en práctica como resolución vital el mundo cambiará porque radicalmente habremos cambiado nosotros.
Interlocutor.— Sobre este punto que es como la ruedecita que todos tenemos en el sentido, digamos, del Universo, el contacto de esa rueda que hay que poner en marcha en relación con el movimiento del Cosmos, aquí se manifiesta de que todo ser humano puede colaborar intensamente con el Creador, y que cada uno tiene una responsabilidad moral de actuar, porque claro si hay una gran fábrica y todos están en su sitio aquella fábrica funciona normalmente, pero si los funcionarios no se ponen en marcha al compás del trabajo necesario hay desorden, que es lo que pasa en la Tierra, al no estar en contacto con esa comprensión de que el Universo es un trabajo constante, elaborado por todos los seres vivientes, pues claro, estamos como aletargados, y al no poder estar en esa comprensión es como si estuviéramos pagando en una fábrica que…
Interlocutora.— Si como dice usted la memoria es una entidad, y el pensamiento es entidad, y la voluntad, entonces nuestro yo exactamente ¿qué es?
Vicente.— Es el que tiene el dominio sobre esas entidades. Es que, por ejemplo, cuando se nos enseña cualquier aspecto religioso se dice “Dios es Uno”, sin embargo, es el Padre, Dios es Uno pero también es el Hijo, y Dios es Uno y es también el Espíritu Santo. Podemos decir nosotros que el Yo es Uno, domina la mente, domina la emoción y domina el cuerpo si no se deja dominar por ellos, y entonces se da cuenta realmente cuando ve que todo es una entidad que puede trabajar eficazmente contra entidades, ya no son sueños utópicos, ya no es algo que se esfuma en la atmósfera y que no puede ser detenido su fluir, es algo que puede ser contactado, la prueba es que en el momento de cualquier iniciación existe ante el candidato a la misma un ángel que es el Guardián del Umbral que hemos creado a través del tiempo, existe un ángel que representa el maya de los sentidos; en la 2ª Iniciación encontramos otro ángel que es el ángel de los espejismos y de los sueños, los romanticismos vanos y todo aquello que ansiamos poseer dentro de un afán competitivo y con profundo apego, y en la 3ª Iniciación por vez primera el hombre enfrenta al Guardián del Umbral que los representa a todos, es el de aquellos pensamientos, ideas, imágenes sostenidas por él como personalidad a través de las edades y que debe destruir, y es aquella entidad que nos obliga a pensar cuando no queremos, si tuviésemos dominio sobre la entidad pensamiento podríamos decir “detente” ¿Lo podemos lograr? Bien, si estamos atentos el Guardián del Umbral que representa la ilusión de la mente, la ilusión de la intelectualidad con sus vastos y variados pensamientos y conocimientos, que debe desaparecer cuando el Yo actúa en los niveles causales, o cuando en cierta poderosa iniciación, la quinta, cuando se convierte el ser humano en un Maestro de Compasión y de Sabiduría, prescinde incluso del ego, el yo ya no lo necesita tampoco, y es el espíritu, es Dios en forma humana, es un Maestro, es un Dios en forma humana, no existe apego, no existen vehículos, se crea a voluntad porque se ha convertido en un poderoso deva de los éteres que puede crear a voluntad sus propios cuerpos, lo cual no ocurre más que en el caso del Adepto que ha pasado este profundo foso que va desde el reino humano al reino divino, y es nuestro camino a pesar de que parezca muy lejano, aquí y ahora siempre.
Interlocutora.— ¿Entonces el Adepto es el que verdaderamente puede hacer la invocación “venga a nosotros tu reino”.
Vicente.— No sé lo que dice un Adepto, yo solamente sé una cosa, lo que podemos hacer como seres humanos, supongo que cuando Hermes Trimegisto decía que “igual es abajo que arriba igual es arriba que abajo”, se refería a que el proceso de la evolución invocativa siempre hay una invocación de lo inferior hacia lo superior, y una respuesta de devoción, de simpatía y de ayuda de lo superior a lo inferior, bien, entonces se realizan todos los puntos del Cosmos, hay que admitir entonces siguiendo esta ley de analogía que el Cristo invocará fuerzas superiores a nosotros, y aquellas fuerzas superiores a las cuales invoca Cristo a su vez invocarán fuerzas todavía superiores, así que como decíamos es un tejer y destejer, un crear y descrear, sin paralización jamás, y ahí esta es porqué el hombre es creador, porque jamás culminará sus creaciones.
Leonor.— Es que pensaba en la Era de Acuario y en lo que llamamos la religión que pueda existir en la Era de Acuario, yo creo que será el cristianismo porque todavía no lo hemos visto por ninguna parte, porque con dos mil años existen seiscientos millones de seres que pasan hambre en el mundo y con dos mil años de tener todo el poder ha resultado que no han hecho nada, espero que sea solo abrir el camino para el verdadero cristianismo que tiene que empezar en la Era de Acuario, pero sería un cristianismo cósmico ya, quizá con otro nombre, puede tener el mismo pero quizás los nombres no importarán entonces, yo quisiera saber o pensar que lo mejor será la implantación del Reino de Dios en la Tierra bajo todas las facetas espirituales, tenga el nombre que tenga, en este caso creo que puede ser el cristianismo cósmico el que tiene que venir con la Era de Acuario, ahora me sabe muy mal tener que emplear de momento este nombre.
Vicente.— Bueno, entonces esperemos la respuesta del ser humano, habida cuenta de que no depende de las Eras ni de los Logos sino que últimamente, en último análisis, siempre es el ser humano el que da la última palabra. La Jerarquía proyecta la cultura y la civilización de las razas con muchos siglos de anticipación, pero, ¿por qué no se cumplen los programas cósmicos que llevan adelante los Maestros? Porque la humanidad no responde. ¿Qué pasará si vuelve Cristo ahora mismo? Seguramente que vendrá como un gran revolucionario social como siempre lo fue, entonces su destino será la cárcel o bien un piquete de fusilamiento, ¿para qué tiene que venir entonces? Entonces vamos a preparar el camino del Avatar, vamos a preparar el camino del Cristo, no vayamos a decir que a Cristo lo esperamos para esta Nueva Era, sino preguntarnos: ¿qué hacemos en esta Nueva Era para preparar el camino de Cristo? Es esto lo que tenemos que hacer.
Interlocutora.— Preguntarnos: ¿qué hacemos a nivel espiritual?
Vicente.— Bien, es que no funciona de otra manera, es que la persona que ve lo que puede hacer con los demás está perdida, es verdad, la persona solamente tiene un punto de referencia, el suyo propio, si trata de corregir sus errores fundamentales, la falta de amor y de caridad, el ambiente cambiará porque cambiarán todas sus situaciones psicológicas, lo que pasa es que no lo hace nunca, y observa a los demás viendo y criticando sus defectos, sus reacciones, y siendo poco caritativo, poco indulgente, pero cuando se observa a sí mismo se ve todas las cualidades, se ve un portador de los misterios. Ahí está el tremendo error de la civilización en marcha, veremos si cambiamos de actitud, que cuando hablamos de estas cosas que son interesantes desde el punto de vista analítico fallamos cuando tenemos que poner en práctica algunos de sus pequeños sucedáneos.
Interlocutor.— Yo quería hacer referencia a lo que ha dicho anteriormente, el simbolismo del Cristo de que “yo volveré y todos me verán”, es decir, que la doctrina de Cristo no ha sido enseñada ni expuesta, Él dijo: “yo volveré y todos me verán”, esto es un símbolo porque lo que hemos pasado es la época de crisis que Él también enseñó, lo que el hombre tenía que pasar crucificado, pero lo que Él dijo, su verdad, su doctrina, ésta aún tiene que venir, pero que esto que vendrá en la época de Acuario, cuando venga la luz será la doctrina de Cristo que no la sabemos, la doctrina de Cristo que será la que Él dice: ”Yo volveré y todos lo verán”, esto es simbólico, su verdad, su doctrina, que no sabemos nada referente a lo que ha dicho aquí Leonor, no sé, ¿qué te parece?
Vicente.— Bueno, puede ser así. Esperemos que venga, pero no vendrá si somos como ahora, si no cambiamos, porque, fíjense bien, la venida de un Avatar de la categoría de Cristo exige un trabajo de preparación de muchas épocas, no viene así, “voy a presentarme a ver qué pasa”, no. Se realizó con Cristo, un gran experimento, digamos, cósmico, y fracasó, lo vemos que ha fracasado, un momentito, cuidado y estén atentos a lo que voy a decir: no ha fracasado el Cristo, ha fracasado la humanidad, cuidado con esto, entonces, la Jerarquía, Shamballa, las fuerzas cósmicas que operan a través de estos dos centros, planearon la venida del Cristo como planean la venida de los grandes Avatares, viendo las posiciones cíclicas de los astros, contando con grandes ángeles y arcángeles con ciertas energías que provienen precisamente de aquellos astros, ¿y qué pasa?, siempre se encuentran con que la humanidad no responde, entonces cuando se refiera en todos los manuales de tipo teosófico, de tipo esotérico haciendo un énfasis sobre la venida de Cristo, hay que ser muy precavidos y pensar primero: ¿estoy preparado para que Cristo penetre en mi corazón? Solamente esta pregunta debe de llevar a nosotros a la conclusión de que no depende enteramente de Cristo, de la Jerarquía, o de Shamballa, y ni del Logos Planetario, ni aún del Logos Solar, sino que depende única y exclusivamente de la humanidad el que un esfuerzo creador como puede ser la venida de un Avatar tenga un éxito, y entonces este éxito sea aprovechado para la continuidad apostólica de los Hijos de Dios, tal como se dice en todos los manuales bíblicos que conocemos, y que en esto tienen razón, la continuidad del proceso inmenso de la vida evolutiva que no conoce estancamientos, o no debiera conocerlos. Todo depende del ser humano, todo depende de la actitud del hombre frente a la vida, todo depende de la calidad de sus actividades, todo depende finalmente de su capacidad invocativa, de ese tremendo poder que lo eleva a las más elevadas consecuencias cósmicas, y a partir de aquí automáticamente surge la respuesta del hombre aceptando el desafío, y si se acepta el desafío es que somos discípulos de Cristo, sea cual sea nuestra condición social, no hay que ser pescadores todos, pueden ser otra cosa ¿verdad? Bien, se trata de eso simplemente. ¿Responderemos al dictado crístico? ¿Y de qué manera responderemos? ¿Seremos capaces de vivir esa tremenda vida invocativa que nos exigen los tiempos? Depende de nosotros.
Interlocutora.— Yo he pensado que el hombre hasta ahora ha creado figuras, todo es figura, me da la impresión de que el nuevo trabajo de la humanidad, este paso que debemos que hacer, es precisamente eliminar figuras para captar abstracto.
Vicente.— Fíjese bien, ¿en qué se apoya fundamentalmente el cristianismo en nuestra época? En la figura histórica del hombre clavado en la cruz, una apariencia, cuando Él, Cristo, vino a enseñar un mundo de cualidades nacidas del amor del corazón, el fracaso de la humanidad ha sido que ha suplantado los valores eternos y los ha crucificado, y los mantiene crucificados, y en tanto el hombre esté apegado a esos valores tendremos las iglesias de piedra, no habrá cualidad, habrá apariencia, y la apariencia limita a pesar de su belleza, exige la vida de nosotros que entremos en el mundo de cualidades, que nos saturemos de su perfume, que vivamos apercibidos de sus dictados inefables, para continuar ascendiendo hasta el mundo de los propósitos, el propósito de la propia Divinidad que está grabado a fuego en nuestro corazón, que es el arquetipo que constantemente nos obliga a vivir de acuerdo con la presión de la energía cósmica, sin distorsión, sin condicionamiento.
Interlocutor.— Volviendo al Cristo, yo creo que el Cristo dio un símbolo muy grande y nadie lo ha entendido, quiero decir que el símbolo fue que nosotros la época de crisis que tenemos que pasar en estos dos mil años sería el hombre crucificado, nosotros, este ir y venir de guerras y pestes, lo peor de lo peor en época de crisis, es decir, el hombre crucificado Él lo enseñó pero no ha sido entendido, pero Él dijo: “Yo volveré”, yo volveré quiere decir que Él volverá cuando nosotros estemos ya preparados, en nuestra mente lo veremos, no vendrá como muchos piensan en el cielo tocando campanas, no, lo veremos dentro de la mente lo que Él ya predijo pero no se ha visto, ahora solamente el hombre crucificado, ahora bien, nosotros tenemos que bajar de la cruz, estamos crucificados, y resucitar y será la época difícil para nosotros.
Vicente.— Bueno, en esto de las épocas hay que mirar no solamente su progresión hacia nosotros en forma de energía astrológica sino también la reacción del hombre en ese aspecto, cómo puede reaccionar a los impulsos no anacrónicos, vitales que vienen a nosotros constantemente, bien, solamente de una manera, una manera fatalmente uncida al carro de la tradición, o bien llevando valores nuevos, valores específicos que son la sal de la tierra para nuestra época, esta época gloriosa que estamos viviendo, a pesar de sus dificultades hay mucha buena voluntad en el corazón de los seres humanos, y es un canto de esperanza, y hay grandes pensadores y hay personas como ustedes que están perdiendo una tarde, o ganándola quién sabe, escuchando algo, en vez de prepararse por ahí como hace todo el mundo buscando únicamente distracción, entonces en ustedes hay fuerza invocativa, hay poder espiritual, y en tanto subsista en ustedes el poder espiritual hay la posibilidad de que Cristo venga, pues hay una verdad fundamental y es que un pequeño gramo de levadura puede hacer amasar gran cantidad de harina, y que un pequeño granito de sal puede dar sabor a un vaso de agua, es la calidad siempre por encima de la cantidad, siempre existe la Jerarquía Espiritual y la Jerarquía maneja fuerzas angélicas de gran poder, y es a este poder al que se refería el Cristo cuando decía a sus discípulos “Vosotros sois la sal de la Tierra”, no eran muchos ¿verdad? Doce y los demás que se le fueron uniendo a través del tiempo, y nosotros incluidos, y si cada uno de nosotros añade un poco de sal a esta tierra desabrida habrá un condimento mucho mejor para todos en general, y solamente es esto, fíjense bien, siempre acabaremos diciendo que hay que perfeccionar integralmente nuestro sistema de vida. Hay que cambiar el curso del pensamiento, hay que reorientar positivamente nuestras emociones, y hay que sustraerse hasta donde nos sea posible a las sensaciones físicas, es la única manera de que estas poderosas entidades llamadas maya, ilusión y espejismo desaparezcan diluidas en el éter, -una palabra muy mágica- para dar paso a los nuevos arquetipos, el arquetipo de la Nueva Era, el alma de todas las cosas, el hombre creador, el ser fraternal. ¿Podemos aspirar a algo mejor que esto en esta vida? al menos es una gran esperanza en el corazón, una gran aventura de la conciencia y un poder ilimitado a nuestro alcance. ¿Qué haremos con él? Haremos un momento de silencio.
Muchas gracias
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Conferencia Vicente Beltrán Anglada
Barcelona
9 de Septiembre de 1978
Digitalizada por el Grupo de Transcripción de Conferencias
7 Febrero 2009
Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
28 Abril 2009
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