CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
[edición en curso]
Conversaciones Esotéricas
Los Signos de los Tiempos.
Barcelona, 10 Septiembre del 1.977
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Conversaciones Esotéricas
Los Signos de los Tiempos.
Barcelona, 10_Septiembre_1977. —Conversaciones Esotéricas: Los Signos de los Tiempos. Sobre las Cuatro fases principales: La Edad de Oro, el Karma Planetario, la Fraternidad Cósmica y el Misterio de la Eterna Inseguridad. Sobre la Gloria de la Acción, que nos lleva al 5º Reino. Sobre las Seguridades y los Apegos. "La Inseguridad como base de la Liberación". La Auténtica Sensibilidad. Visión práctica sobre la idea de las Visitas Extraterrestres. "Hay que vivir lo Inmediato, con las vistas puestas en los Cósmico". El Peligro del Orgullo Espiritual. Sobre el Budismo y su ubicación en la Historia.
Vicente.— Vamos a hacer un breve recordatorio de lo que dijimos durante el curso del año pasado acerca de la absoluta temática de los Siete Rayos, teniendo en cuenta que al hablar de los Siete Rayos nos introducimos en el secreto de la creación y que es un tema eterno que no podremos jamás dejar de tenerlo en mente, y penetrar constantemente en su significado constituirá el centro de gravedad de todas las aspiraciones de las personas asistentes a estas reuniones, interesadas enormemente en el dilema de su propio yo y de su propio destino. Así, pudimos entrever que el individuo es un resultado del Cosmos y que disfruta de los mismos derechos que el Cosmos, y que todo cuanto hemos realizado hasta aquí no es sino un intento de darle forma psicológica a todo aquel conjunto de verdades presentidas pero que todos sabemos que están al alcance de nuestra mente y de nuestra sensibilidad. Hoy haremos solamente un intento de unirnos en pensamiento, ya para reemprender, como digo, el nuevo curso con un nuevo estímulo y con una nueva sonrisa a flor de labios.
La temática general de nuestra conversación de hoy es la de los signos de los tiempos, que podríamos dividir en cuatro temas principales como pueden ser: la Edad de Oro, el Karma Planetario, la Fraternidad Cósmica y el Misterio de la Eterna Inseguridad. Todos estamos familiarizados ocultamente con ese término vago aunque absolutamente dinámico de “la Edad de Oro”, y me pregunto qué es lo que podemos desarrollar mentalmente para tener una comprensión plena y acabada de lo que es la Edad de Oro. Desde hace mucho tiempo los esoteristas entrenados, los astrólogos y los místicos nos están hablando de una Nueva Era, de una Nueva Era de oportunidades para el género humano y para todo el contenido planetario. Me pregunto qué puede significar el término descriptivo la Edad de Oro o la Nueva Era para el hombre corriente, para la persona atenta solamente al fluir de lo cotidiano o de lo inmediato, me pregunto también cuántos de entre nosotros sabremos enjuiciar críticamente, lógicamente, podríamos decir, el sentido de la Nueva Era, ¿qué es, qué significa?, y en todo caso si la Nueva Era es una verdad, ¿cómo acogerla en nuestra mente y corazón? Se nos dice que debido a este movimiento de retrogradación de nuestro planeta en su curso alrededor del Sol llega siempre con cincuenta segundos de retraso a una cita que tiene con el punto vernal de Aries, y este retraso a través de las edades, en este movimiento de retrogradación, está poniéndonos en contacto con ciertas constelaciones; la que tiene que ver con nuestra actualidad se denomina la Era de Acuario, porque la zona zodiacal por donde vamos penetrando está potentemente polarizada por estas energías que proceden de esta constelación, siendo dirigidas por un planeta tremendamente dinámico cual es Urano, y se nos dice que la potencia dinámica de este astro debe ser como un revulsivo en la mente de los pensadores y en el corazón de los místicos, trayendo a nuestro mundo bellezas y armonías hasta aquí desconocidas. Continúo pensando qué es lo que puede significar exactamente para nosotros, teniendo en cuenta, esotéricamente, que los astros no envían solamente energía etérica o sustancia magnética sino que nos traen vida psicológica perteneciente a una Entidad espiritual de alta trascendencia que utiliza la Constelación entera de Acuario como cuerpo de expresión. También me preguntó qué es lo que hay que entender por Era Pasada o por la negatividad de lo que llamamos Era de Piscis, con sus tradiciones, con sus anhelos, con el crecimiento de la individualidad del hombre, y quisiera que nos diésemos cuenta de que ahora en el presente somos el resultado de aquella tradición y que no podemos matar el pasado ni desconfiar de Piscis o tratar de sofocarlo en nuestro corazón, ya que la civilización, la historia de Piscis, tiene cúspides maravillosas de entendimiento grupal y de expresión creadora, como pueden ser por ejemplo el nacimiento y el mensaje de Cristo, como puede ser la gloria del Renacimiento o quizás el maquinismo industrial de finales del siglo XIX. Todo esto es algo que ha llegado a nosotros en virtud del esfuerzo de todas aquellas generaciones que durante la Era de Piscis se esforzaron, lucharon, sufrieron, y nos legaron su experiencia. Me pregunto también qué vamos a hacer con esta experiencia. ¿Vamos a sofocar toda esta gloria en nuestro corazón porque se nos dice en ciertos manuales teosóficos o filosóficos que hay que destruir el pasado, que hay que matar la tradición y que hay que vivir el futuro con fines redentivos? Yo digo que no se puede matar a una era sin que al mismo tiempo dejemos nosotros de existir, por cuanto somos el resultado del pasado. Lo único que nos cabe como elementos dinámicos y constructivos conscientes de nuestra misión psicológica en la vida es mantener en nuestro corazón la belleza inenarrable de aquel legado histórico y tratar de conformarlo de acuerdo a nuestra psicología del presente, siendo esto el camino que nos llevará al futuro con plena independencia de visión y con un sentido muy profundo de los valores universales. Dense cuenta de que toda forma de energía es impersonal y ha procedido de Piscis o de Acuario o anteriormente de Capricornio; solamente repercute en la conciencia en evolución del ser humano o de la entera naturaleza, lo cual significa que lo que traen las eras está en proporción con la evolución del hombre y que mientras que a unos estas energías les llevarán a la liberación a los demás les sume en el temor, la duda y la desesperanza. Todo depende del mecanismo de expresión, todo depende de la evolución humana, en definitiva todo depende de nosotros, y en nosotros que guardamos el patrimonio del pasado se halla también la oportunidad del presente y la gloria del futuro. Se trata solamente de un sistema psicológico de visión y de enfoque, y es así que al llegar a este punto que podemos introducirnos en esto que hemos venido en llamar como karma planetario, siendo el karma, como ustedes saben, la gravitación sobre la naturaleza entera de un estigma, de un sello que proviene del pasado, como ustedes verán el karma es un legado histórico del cual participa toda la naturaleza, los reinos, las entidades angélicas y los seres humanos. Dentro de ese tremendo fluir de fuerzas y energías en movimiento sobre el planeta Tierra, existe ahora esta ocasión que nos ofrece la Era de Acuario con sus magníficas oportunidades y hay que preguntarse constantemente cómo hay que comportarse mental, psicológica y emocionalmente para que estas energías no cristalicen en nuestro corazón por efecto de haber desdeñado la experiencia pisceana. En realidad todos somos pisceanos, somos muy poco acuarianos; quizás en un momento estelar de nuestra vida hemos sentido en nuestro corazón la gloria profunda de un eterno devenir, pero, ¿qué hemos hecho con ello?, ¿hemos sido capaces de integrar este contenido en nuestra conducta o se ha convertido simplemente en una teoría, en una simple inspiración que desaparece luego por falta de consistencia en la conducta? Yo digo que las energías que las energías que provienen de Acuario y de todas las Constelaciones del zodíaco y de todo el firmamento estelar son oportunidades para el individuo, y que es entonces la manera en cómo nos comportamos individual y colectivamente cómo tales energías pueden cuajar en nosotros transformando nuestra vida en términos de realización. Ahí está el problema y ahí está el tremendo desafío a nuestra conciencia. Si aceptamos el reto de los hechos nuestra conducta entera debe de cambiar radicalmente, porque no basta decir que hay que abandonar el pasado y afrontar el futuro a través del presente, sino que hay que darse cuenta hasta qué punto participamos todavía de la tradición, de la historia, del mito, o hasta qué punto somos capaces de vivir mística o esotéricamente. Se trata de ser muy poco indulgentes para con nosotros mismos y afrontar, como digo, el reto de los hechos. Es muy bonito hablar del Cosmos, y aquí hemos hablado frecuentemente del Cosmos tratando -en un intento creador de investigación esotérica- de medir las consecuencias del Cosmos sobre el individuo; entonces, todo cuanto hemos realizado, si somos autocríticos realmente, tendrá que reflejarse en la conducta y darse cuenta de si nuestra conducta cotidiana responde al ideal que nos formamos anteriormente tras medir con nuestra mente inquisitiva e investigadora la luz del Cosmos. Hablamos de fraternidad de relaciones y hablamos de un sentido espiritual latente en todas las cosas, y cuando en nuestros momentos de gran iluminación vemos clara una idea, un concepto y nos posesionamos de alguna verdad, podemos decir que nuestra vida puede cambiar fundamentalmente, siempre y cuando tengamos la suficiente audacia para llevar aquello a la acción. Así que Acuario es acción, es dinamismo trepidante, es el poder, diría yo, que nos ciñe a todos, a ustedes y a mí, en este momento, aquí, tratando de comprender algo más nuestra vida psicológica o tratando muy honradamente de ser consecuentes en la acción. Ahí está el proceso; en todo caso, podemos eliminar el dilema mediante la acción, pues hay un sistema de acción, si ustedes me permiten esta locución, que hace que el hombre pueda siempre, en todos los momentos, surgir triunfante de sí mismo como el Ave Fénix, de las propias cenizas del karma, a fin de que podamos todos… [corte de sonido] … si somos consecuentes en la acción veremos cómo existe una potencialidad en nosotros, entonces, todo el sistema de verdades en movimiento que hayamos logrado adquirir en nuestra vida y que hayamos podido introducir tan profundamente en nuestra mente y corazón, que nos ha hecho responsables de nuestra conducta, puede ser el punto de partida de una nueva búsqueda interior, a fin de que todo cuanto hayamos adquirido en forma abstracta, o como un sistema mental de información, o intelectual, se convierta realmente en un acto positivo en la conducta, y, de esta manera, continuar adelante tratando siempre de vivir de acuerdo con nuestra conciencia y con nuestros conocimientos. Dense cuenta de algo muy importante, que la persona que adquiere una verdad o un sistema de verdades, o de conocimientos, y no es capaz de llevarlos a la práctica, el conocimiento se convierte en una sutil atadura que le convierte en un irresponsable en un momento crucial de la historia que kármicamente le toca vivir. Hablamos de karma, ¿verdad?, y el karma es todo cuanto fuimos y todo cuanto somos, y ahora estamos trabajando por aquello que seremos un día. Yo creo que está en la mente de todos ustedes que lo que pretendemos es la Liberación. ¿No estaríamos si no aquí, verdad? Esto es radicalmente lo que vamos a buscar. Y me pregunto también, porque constantemente debemos preguntarnos, qué es lo que realmente podemos hacer con el equipo que poseemos actualmente, con nuestro mecanismo de expresión, para poder llevar adelante con éxito nuestro karma. Teniendo en cuenta lo que esotéricamente se nos dice, que el karma, o el destino del individuo, es la gravitación de una serie de circunstancias que hemos adquirido y que no queremos desechar. El karma es siempre una cristalización de actitudes, entonces, si estamos apegados a la tradición o a un sistema de hechos del pasado, sin un previo sentido de valores, el pasado nos atará por glorioso que haya sido. Hay que ser muy discriminativos y muy inteligentes para poder soportar el karma y llevar adelante el peso de la vida ante este fragor de energías que están actuando ahora sobre la Tierra. Hay que darse cuenta de que no solamente existe la impronta de Acuario con sus oportunidades magníficas de liberación sino que gravita sobre nosotros todo el contenido experimental del pasado pisceano. Entre cada una de las eras que se suceden cíclicamente existe un tremendo vacío, y ese tremendo vacío crea en nuestra mente y corazón una gran inseguridad, es idéntico vacío al que existe entre la aparición o desaparición de un Rayo; es el vacío que existe entre dos encarnaciones humanas; es el Devachán; es el vacío que existe entre dos universos, extinguido el uno y cuando empieza a alborear el otro; es el gran Pralaya, y en todos veremos una inseguridad que raras veces el hombre se atreve a desafiar. Ustedes serán conscientes de que siempre buscamos seguridades, y cuando en una elevada etapa mística buscamos una seguridad porque no acabamos de entrar en el ejercicio de la capacidad de voluntad necesaria para afrontar una inseguridad o un vacío en nuestra vida, nos acogemos a cualquier idea que nos de una seguridad para el futuro. Quizás muchas personas han creído o se han hecho partidarios de la reencarnación porque temen afrontar la inseguridad del presente, y viendo su ineficacia en la acción postergan el sentido crítico de valores del presente para el futuro y entonces no se afronta la inseguridad. Hay que darse cuenta también de una ley física que nos dará un acabado ejemplo de esta idea que es la de la gravitación, que es la fuerza centrípeta de cualquier planeta o de cualquier cuerpo, y cuando existe una línea de actividad gravitatoria entre dos cuerpos estelares, entre dos planetas, o entre dos sistemas solares, allí donde termina la ley de gravedad del planeta propia de su peso específico y donde empieza la gravedad del otro planeta, existe un vacío de inseguridad, un vacío del cual no nos ha hablado todavía la ciencia espacial porque no la comprende todavía. No es la levitación, no es aquel estado de agravitación de los astronautas, me refiero a algo más profundo y psicológico, es un vacío que todo ser humano tendrá que afrontar un día, cuando existe un vacío entre el yo inferior y el Yo superior, el yo inferior siempre ávido de seguridades, y el Yo superior que jamás da seguridad en la acción, hará que muchos discípulos mundiales y muchos aspirantes de buena fe vuelvan al pasado y retrocedan al punto de partida por temor a afrontar aquel momento cumbre de inseguridad. El paso que va del 4º Reino, el humano, al 5º Reino, el Reino de Dios o Reino de los Cielos, se mide por la capacidad que tiene el iniciado para penetrar en un océano de inseguridad o de vacío absoluto, dentro del cual no se sabe nada y no se percibe nada. Hay que saber introducirse. Cuando hablamos de liberación, cuando hablamos de eras, cuando hablamos de Rayos y cuando hablamos de mecanismos psicológicos del yo lo hacemos en un sentido muy objetivo, pero las causas subjetivas de la acción se basan siempre en la gran inseguridad del Cosmos. Esotéricamente se nos dice que allí donde termina un Sistema Solar y empieza la actividad de otro hay un vacío llenado por lo que se llaman los Excelsos Guardianes del Cosmos, una serie particular de devas o arcángeles, como ustedes quieran, que llevan en sus manos la guardia del universo, o la guardia de un planeta cuando se trata de un planeta. Cuando hablamos de la ciencia espacial o cuando se nos habla de la visita de extraterrestres, y la persona que siempre tiene miedo siempre está pensando en términos de agresión cósmica contra la Tierra, olvida que existe un espacio en nuestro planeta que solamente puede ser traspasado con la voluntad y autorización del Señor del Mundo. Pues bien, si hay esta seguridad y la persona está constantemente buscando seguridades en lo efímero, en lo transitorio, con lo cual desperdicia lo mejor de sí mismo, se introduce radicalmente en un centro de gravitación propio separado del conjunto y empieza a actuar como individualidad pero no como grupo. Ahí tenemos el motivo esencial de lo que llamamos la antisociabilidad. El hombre es antisocial, dense cuenta, porque teme la inseguridad. ¿Qué es el egoísmo humano? Es un afán desmedido de seguridades, y como que la vida espiritual no da seguridad es muy difícil penetrar en esta frontera entre lo conocido y lo desconocido, entre aquello que somos nosotros y aquello que pertenece a la gloria de Dios, y ahí comienza todo el sistema de conocimientos que sutilmente nos apartan de la verdad, cuando se nos ofrecen seguridades se nos está tentando… “Arrójate al vacío que los ángeles te sostendrán” o “si tienes hambre, convierte tú que eres Dios estas piedras en pan”. Siempre la seguridad está en la base de la civilización humana; es por tal motivo que pensamos en términos de individuo y hablamos en términos de eras en un sentido solamente descriptivo, sin darnos cuenta de que todo cuanto ocurre en la actualidad con todas sus grandezas técnicas y sus grandes caos sociales, donde existe la sublimidad en el arte, en la historia, en la civilización, de la técnica, de la filosofía y de la psicología, nos damos cuenta de cómo existen valores fundamentalmente regresivos. Es natural que suceda así pues nos encontramos en la inseguridad absoluta de un cambio de eras. ¿Quién se mantendrá seguro y estable en este vacío tenebroso? Ahí está la gracia de la liberación. Existe un sistema de adaptación a la verdad que posee todo ser humano si deja de prestar atención a su vida psicológica particular y es capaz de sumergir sus problemas en el conjunto de lo universal. El problema humano se hace para nosotros tan potente y tan agudo que jamás pensamos en términos de grupo, pensamos en seguridades: ¿qué será de mí mañana? Y así vamos perdiendo el tiempo en liberaciones inútiles porque lo que se espera del estudiante esotérico, del verdadero investigador es que se lance al gran vacío a ver lo que pasa…, es un desafío, ¿verdad? Todo el mundo busca la seguridad, y por este afán desmedido de seguridades ha nacido todo el sistema de verdades organizadas en templos, monasterios, en el ejercicio de la meditación, en el yoga, y en toda forma de atracción del hombre hacia algo dentro de lo cual se le asegure que existe la eternidad. Cuando se ha llegado a un cierto punto uno se da cuenta perfectamente de que todo esto es regresivo porque su mente está en línea con otros hemisferios y con otras dimensiones, y ahí empieza la lucha, porque se lucha dentro de un vacío donde aparentemente se ha perdido la fe en toda cosa conocida, donde solamente existe una acción interna, de la cual raramente nos damos cuenta, así es su sutilidad extrema; y vamos siguiendo adelante sin darnos cuenta ya de quiénes somos y adónde vamos, y esa es la liberación. Me dirán ustedes, ¿y qué existe, entonces, de gozo aquí? Yo diría que existe el gozo de vivir, o, ¿es que estamos viviendo?, o, ¿es que podemos vivir cuando estamos atados a una seguridad?, la que sea, la familia, mi yo, mi tradición, mis ideas, mis sentimientos, mi religión, todo esto, y naturalmente cuando se habla de inseguridad se habla de este punto precisamente, cuando soltamos llega automáticamente el temor, nos vuelve a asirnos allí mismo. Llegará un día sin duda para todos nosotros en que dejaremos de aferrarnos a las cosas que nos rodean y de sentir atracción por lo inmediato y de lanzar nuestra mente y corazón a la meta más lejana, dejando de ser tal como somos para ser tal como debemos ser, o tal como realmente somos. Solamente es esto. Espero que durante el curso de las interpelaciones de ustedes podamos aclarar un poco más este punto. Solamente hay que tener presente una cosa, examinemos nuestra vida en forma consciente y honrada; démonos cuenta de que siempre estamos atados a algo y que este algo se convierte en el motivo de una regresión. No hablemos de Nueva Era, ni nos despidamos de esta manera despiadada de la era pasada, si todo está en nosotros, la persona que se renueva constantemente no es ni pisceana ni acuariana, está más allá de las eras, y, ¿qué pasará cuando exista mucha gente que viva aparte de las eras? No se puede hacer el horóscopo de una persona así, ¿verdad?, está fuera de la órbita, está más allá del tiempo y del espacio, y es precisamente esto lo que trata de hacerse con la liberación. La liberación es simplemente esto, soltarse de lo que tenemos adquirido, perder incluso la noción del yo, y del movimiento egoísta, dejar de pertenecer a algo que nos atrae y tratar de vivir más allá de todas estas cosas, dándonos cuenta finalmente de que todo cuanto realicemos en el presente para vivir noblemente, honradamente y con justicia, es desatarse de esto que nos rodea, de la tradición, de la idea de la comodidad, de la idea de pertenencia, de la idea de conquista mental y emocional o física, de la idea de mi familia, de mi esto, mi aquello, todo sentido de pertenencia debe desaparecer para llegar a la liberación y, entonces, con esta nueva individualidad tan difícil de adquirir cualquier era nos moldeará según sea aquella era sin preocupación alguna de nuestra parte, viviremos realmente por cuanto estaremos dentro del propio movimiento de la vida. Y ahora son ustedes los que van a preguntar y vamos a extender más estas ideas. Solamente una advertencia, no solamente pueden preguntar acerca de aquello a lo que nos hemos referido hoy sino que pueden hacerlo sobre todo cuanto fue dicho en anteriores conversaciones, porque ustedes se darán cuenta de que todo está realmente unificado y que todo puede ser realmente establecido de acuerdo a un orden armónico y equilibrado.
Interlocutor.— He meditado sobre lo que decías de la liberación, parece que lo que nos puede acercar más a la liberación dentro de la ilusión, dentro del maya del estudio que hace el esotérico es, ¿qué te parece a ti?, los Rayos, porque siendo el primer aspecto de lo interno o de la Divinidad, de lo Absoluto, o como lo queramos llamar, es lo único este estudio lo que nos puede acercar más a la liberación. Después he hecho otra…, me ha venido a la mente que podríamos suponer que el vacío, este vacío del que has hablado, podría también hacerse el estudio de que cuando la mujer está en estado de ingravidez, que se está preparando un ser, porque para nosotras aquello es un vacío, no vemos nada, aquí también parece que haya mucha meditación sobre el vacío, digo yo.
Vicente.— Desde luego. Existe, ustedes lo saben porque lo hemos dicho varis veces, una especie de contradicción aparente cuando desaparece un Rayo de la actividad y aparece otro Rayo. El hecho de que estemos conversando acerca de los Siete Rayos, quisiera que se diesen cuenta de que no se trata de materia informática, mental o intelectual, sino que constituye un tremendo desafío a la acción. Me explicaré. Yo creo que más que saber mucho de los Rayos, por mucho que sepamos y cuanto más sepamos mejor, es vivir de acuerdo con los Rayos, habida cuenta de que los Rayos están gravitando sobre nosotros, sobre la naturaleza entera, si vivimos en un estado de vacío los Rayos operarán y seremos aquello, no como ahora que estamos tratando de descubrir cuál es nuestro Rayo preponderante, el Rayo de nuestra Mónada, de nuestra Alma, de nuestra personalidad, de nuestra mente, de nuestro cuerpo emocional o de nuestro cuerpo físico, esto debe suponerse que en el ejercicio de la acción esto surgirá naturalmente porque estaremos abiertos por los cuatro costados, como vulgarmente se dice, seremos completamente vulnerables, no habrá ningún espacio entre nosotros como grupo, ni tampoco dentro de nosotros individualmente que se oponga a la fuerza de los Rayos. No se trata pues de algo intelectual, se trata, digo yo, de la gloria de la acción, porque de una manera muy directa y muy profunda hemos afrontado el desafío de la propia inseguridad. Y con respecto a la madre, el que realmente está en ingravidez es el que tiene que nacer, que la naturaleza ha puesto una separación entre lo que llamamos el feto y lo que es la madre en su totalidad, está flotando, está realmente en ingravidez, porque la ley de inseguridad no solamente entre dos sistemas de mundos, de Rayos, de personas, es en toda la naturaleza, incluso existe lo que llamamos el vacío entre dos reinos de la naturaleza; recuerden si no cuando hablamos del proceso de individualización que convirtió al hombre-animal en un hombre organizado con mente para pensar automáticamente de acuerdo con una autoconciencia. Entonces, el vacío que tuvo que salvarse a partir del 3er Reino hacia el 4º y que fue salvado por intermediación de los Ángeles Solares se encuentra ahora corregido y aumentado, si me permiten esta expresión. Cuando estamos entreabriendo las puertas del 5º Reino y nos damos cuenta asimismo de lo incapacitados que estamos en la acción para salvar este abismo,... [corte de sonido] … y se diga que la liberación es una tremenda inseguridad estamos en lo cierto, entonces, ¿cuál será la conquista, cuál será la aceptación del reto o el desafío de los hechos? Será simplemente audacia, porque las cualidades del verdadero investigador esotérico son las que dijimos en otras ocasiones: el querer, el saber, el osar y el callar. Querer porque la voluntad es soberana; saber porque el conocimiento nos evita muchos perjuicios; osar porque se precisa mucha valentía para afrontar el reto de los hechos; y callar porque hay que ser humildes, porque la persona que realmente tiene intereses espirituales desarrollados es humilde por naturaleza. Ahora, la personalidad pequeña que ha adquirido una verdad, como está atado a la tradición, crea un conjunto a través de la verdad, se sitúa dentro, y crea un sentido negativo de valores que luchan contra la sociedad, aunque aparentemente la ayude, porque no hablamos de apariencias, hablamos del trasfondo de la cuestión, no hablamos de la expresión sino de lo que motiva la expresión. Estamos más allá, ¿verdad? Estamos tratando de medir el Cosmos, no intelectualmente, sino con ayuda de la intuición, y, ¿cómo podemos ser intuitivos si estamos apegados a verdades limitadas dentro de órganos constitutivos u organizaciones. Hay que ser muy inteligente, y muy puro, diría yo, para estar dentro de la tradición y no sentirse contaminado por la tradición. Se precisa de la fuerza y de la audacia de un gigante espiritual. Todos estamos llamados a esto, es un desafío constante.
Interlocutor.— ¿O sea que la inseguridad de este vacío es porque tiene que haber un nacimiento?
Vicente.— Exacto. Entonces, ya ven la relación de la inseguridad que tiene el infante que nace al mundo sin nada, y sin embargo Cristo dijo que el Reino de Dios está constituido por los niños. ¿Nos hablaba quizás de este punto de inseguridad? Bien, esta es una pregunta que cada cual ha de responder según su propio criterio. En todo caso hay que aceptar un hecho incuestionable y es que todos estamos apegados a seguridades, que todos tenemos pequeños o grandes egoísmos y que raras veces somos humildes. Todos creemos que somos el centro de la creación, y entonces todos estamos educiendo un sistema de verdades para monopolizarlas a nuestro gusto, es decir, más sintéticamente, desde un punto fijo en el espacio estamos tratando de captar la verdad de aquello que está en eterno movimiento, y ahí empieza la contradicción. Hay que ser muy consecuente en este punto y darse cuenta de que la inseguridad es la base de la liberación.
Interlocutor.— ¿Se podría decir entonces que el ser deja por fin esas inseguridades cuando llega a una cuarta iniciación, cuando pasa el vacío de la crucifixión?
Vicente.— El Arhat. Bueno, cada estado de conciencia adquirido por la persona, se dé cuenta o no, ha sido porque se ha vencido un momento de inseguridad, se ha afrontado la inseguridad, ya se refiera al iniciado de la 4ª Iniciación que se prepara ya para ingresar en el Reino de los Cielos o del discípulo que entra por primera vez en contacto con el Maestro, ¿qué ocurre?, durante cierto tiempo el discípulo está dentro de la inseguridad porque el aura del Maestro no puede darle seguridad alguna, por cuanto él vive también en la propia inseguridad del Cosmos. Todo es lo mismo, y siempre llegaremos al mismo punto porque la inseguridad es Ley, no se trata de un conocimiento intelectual, es la propia vida que no ofrece seguridades, y cuando el hombre en el devenir de la vida crea una seguridad ya ha paralizado el movimiento de la vida, ya no puede haber liberación. Dense cuenta de que en el ser humano descansa la gloria de la creación. Bien mirado, todos los reinos de la naturaleza están siguiendo un orden cíclico, rítmico, equilibrado; solamente el hombre transgrede la ley, de ahí que cuando habla de liberación no sé de qué está hablando, será una idea que tiene de la liberación, lo cual significa que no es la liberación; igual que el individuo que contempla su pensamiento es capaz de ver su pensamiento, si el hombre es capaz de analizar su pensamiento es que no es el pensamiento; o si el individuo es capaz de analizar sus emociones es que no es la emoción, y si puede contemplar su cuerpo es porque no es su cuerpo. Hay que salvar estas cosas, este ritmo de las cosas trepidantes de Acuario, podemos decir, nos lleva a dejar jirones del yo a cada paso de nuestra vida, pero claro nosotros vivimos de retales, de retazos, y vamos a aprovechar todo cuanto ofrezca una seguridad, y luego con un conjunto de seguridades presentarnos ante el Iniciador, para que nos dé la iniciación o la liberación. Ahí está el proceso.
Leonor.— Puesto que has dicho que puede uno escaparse de la tradición de Piscis y prescindir del empuje de Acuario, podemos pensar que siendo este individuo hecho de material humano, de momento tiene que ser un gran egoísta, porque difícilmente una educación psicológica donde no existe manual ninguno porque no está ni en la era pasada ni en la próxima, o bien lleva una evolución espiritual que ya sin esto ni de lo más allá ya habría venido como un avatar, o bien tiene que pasar por un periodo que tiene que ser un gran egoísta bis a bis de la gente que le rodea, viviendo sólo a su antojo y a sus propios caprichos, lo que dicte su ser que puede ser a veces su deseo únicamente, escapando de todo y de todos. Antes de llegar a la liberación individual ¡cuántas veces debe herir con el karma que tenemos entretejido con todo lo que nos rodea! Yo creo que es muy difícil que, ya digo, estando hecho de material humano alguien pueda vivir al margen del pasado y de lo que viene en el futuro. O sea, que quizás esta persona puede ser de momento insaludable para los que le rodean… No sé, quisiera una explicación más extensa de esta forma, de este individuo.
Vicente.— Bueno, si hablamos de inseguridad es que partimos de una seguridad. ¿Cómo el ser humano ha llegado al estado actual de evolución? Por un sistema de acumulación en el tiempo, por un sistema de memorias acumuladas en su yo y por un sistema de verdades que ha acogido en su corazón, simplemente, y cuando ha llegado a un punto máximo decimos “es un ente antisocial”. En tanto estamos en el punto medio de la mitad de la carrera, cuando la acumulación y la inseguridad se equilibran el hombre no es peligroso, no es antisocial, ¿verdad?, pero cuando el individuo ha llegado a un máximo de acumulación, incluso de verdades, se hace tremendamente egoísta porque se hace tremendamente humano. Entonces, vemos que los grandes casos de santidad fueron precedidos, como en el caso de San Agustín, por ejemplo, de una gran acumulación de posesiones, pero viene un momento que la persona que ha llegado a este punto en que es antisocial comprende que está equivocado. Nadie puede comprender que está equivocado si no ha llegado a un límite de su expansión vital, si ustedes me permiten esta expresión, si uno ha llegado a acumular tantas verdades que la misma verdad debe deshacerla, porque está dentro de la tradición y dentro de la organización y dentro de la seguridad absoluta. Es el caso de San Pablo, de Pablo de Tarso, que se volvió incluso, según se nos dice históricamente, a luchar contra el propio Cristo y fue después el mayor de sus apóstoles, y el que más intelectualmente ha hablado del Reino de los Cielos para comprensión de las gentes. Fíjense bien, yo les estoy hablando de un punto dentro del cual la vida no te ofrece seguridades, habida cuenta de que todos llegamos aquí con una carga kármica sobre nuestros hombros; solamente existe algo aquí, si yo llego a este punto con diez kilos de peso, supongamos, por ejemplo, y llega otra persona con cien kilos de peso, y llega otro con una tonelada de peso, y los tres al mismo tiempo se dan cuenta de que aquello no les interesa porque la verdad hay que subir hacia arriba, la liberación igual será para el que tenga una tonelada, para el que tenga diez kilos como para el que tenga uno, lo interesante es soltar el fardo. Las grandes conversiones de los santos fueron precedidas por grandes actos antisociales, de la misma manera el ser humano va creciendo, acumulando en el tiempo y haciéndose esclavo de sus valores y de todo cuanto constituye el patrimonio psicológico de su yo. Va creciendo en el tiempo hasta que se da cuenta, por vía infusa, si podemos decirlo así, en que todo aquello no sirve para nada. ¿Cuándo llegamos a este punto? Cada cual debe decirlo, porque cada cual debe saberlo, no puede ser el fruto de algo externo, no puede ser a través de la meditación o del yoga que se llegue a esta comprensión o siguiendo las indicaciones de ciertas personas que reconocemos como de mayor altura que nosotros en el sentido espiritual, debe ser, precisamente, porque llega a un punto en la vida de este individuo en que el peso le hace sufrir tanto que decide finalmente soltarlo, porque el dolor por adquirir y el dolor por liberarse están equilibrados, y entonces se produce un momento cumbre de inseguridad que es la seguridad que precede al Adeptado o al Maestro de Compasión y de Sabiduría, y yo diría que todos nosotros podíamos prepararnos para este momento cumbre o estelar empezando a cultivar la inseguridad del pensamiento, la inseguridad sobre los bienes materiales y la inseguridad de las propias emociones. En la medida en que nos demos cuenta de esto ya hay un punto de distensión dentro de nosotros que empieza a trabajar sin que nos demos cuenta; hay que comprenderlo, simplemente, pero comprenderlo con mente y corazón equilibrados, no simplemente en forma intelectual como hacemos hasta aquí a través de los manuales teosóficos esotéricos. Bien mirado, el esoterismo, la mística o la historia son solamente indicios mentales, son algo intelectual que afecta a la mente, y cuando decimos que una persona es muy inteligente quizás nos equivocamos, quizá sería mejor decir que es una persona que tiene cargada la mente de conocimientos o de erudiciones, y que aquel peso le impide remontarse hacia el Reino de los Cielos. Lo mismo pasa con la carga de la sensibilidad; la sensibilidad es algo más agudo que lo que conocemos y más profundo, y más maravilloso. Conocemos una serie de sensiblerías y de emotividades, pero la sensibilidad absoluta no la conocemos porque es una completa orfandad de pasiones, por así decirlo, y es una tremenda inseguridad. Y, naturalmente, cuando estamos conociendo muchas cosas acerca del Reino de Dios y estamos un día ante el dilema de dejar todo aquello que poseemos para ingresar en el Reino de Dios nos volvemos hacia atrás. Ahí está la prueba iniciática o la tentación, denle ustedes el nombre que quieran. Estamos sujetos a este movimiento, es algo que vive consustancialmente con nuestra propia vida, y no podemos desdecirnos de aquello que somos. Por esto, al principio de la conversación les decía, ¿qué es lo que realmente entendemos por Nueva Era?, ¿qué es lo que entendemos por Edad de Oro de la conciencia?, ¿Aquí nos referimos al Tetra-yuga, al Kali-yuga, o qué yuga es superior a la Edad de Oro de la conciencia que pueda hacer que nos demos cuenta del lugar exacto que ocupamos en la sociedad y tratamos simplemente de vivir como dignos ciudadanos? Humildad, ¿verdad? Esto es lo que se precisa, mucha humildad, porque la persona que sabe mucho cae en la egolatría, y cuantas menos cosas se sepan, si el corazón es limpio, si existe realmente en el corazón una gran atracción hacia lo eterno se producirá dentro de nosotros una revolución más grande que todas las revoluciones conocidas que nos convertirá realmente en aquellos que realmente somos, en Hijos de Dios.
Interlocutor.— Es que ahora, lo que has manifestado es para mí lo que leemos en libros cristianos, los misterios, has expuesto los misterios tan bien, y creo yo que al principio de la disertación has dicho, palabras textuales, el secreto de la creación. ¿No crees tú que se habla poco de este secreto de la creación para llegar a la liberación?
Vicente.— Es que los secretos son para los iniciados.
Interlocutor.— Ya, pero, a mi entender, me parece que si se hablara más de la creación, ahora mismo has hablado de cosas maravillosas que van abriendo paso al secreto de la creación, para llegar a la liberación, entiendo yo.
Vicente.— Me permites una sola cosa. La persona que sea capaz de ver el secreto de la liberación cuando contempla una flor, un ave, una persona…, ya está. Lo que pasa, fíjense bien, es que cuando estamos viendo a otra persona no vemos aquella persona, nos vemos a nosotros, tratamos de vernos a nosotros; cuando escuchamos algo no lo aceptamos integralmente escuchando con todos nuestros sentidos internos, sino que la mitad se escucha a la persona y la otra mitad se escucha a uno mismo; entonces, en este momento no hay inseguridad alguna, porque uno dice, “me vas a convencer”, entonces yo me defiendo, y automáticamente se crea una barrera, una trinchera donde habitualmente se empieza a luchar contra aquella persona, simplemente porque lo que está diciendo no está de acuerdo con lo que yo sostengo internamente. Y ahí se produce la lucha religiosa, la lucha de las filosofías, la lucha de los hombres, y naturalmente, desde tiempos inmemoriales ha habido guerras en la humanidad por esto, porque no escuchamos a los demás, no amamos a los demás, simplemente, incluso en un caso muy profundo, muy agudo, cuando se trata de un matrimonio, por ejemplo, no se va a amar sino a que se nos corresponda, se busca una gratificación en el matrimonio, ¿verdad? Si tú me amas yo te amaré, sino buscaré a otra y haré que me ame. De verdad, es que la gente es así, lo que pasa es que no lo vemos. Estamos monopolizando una serie de teorías, es la verdad teosófica o esotérica, pero al propio tiempo decimos “sí, pero es que a mí no me corresponde porque yo haré esto”, siempre tenemos una indulgencia para el propio yo cuando para con los demás somos crueles a veces, realmente intolerantes, y naturalmente cuando hablamos de las grandes virtudes capitales o hablamos de los vicios debemos saber que entre la virtud y el vicio, entre el pecado y la santidad existe un vacío que hay que salvar también. Así que todo es verdad y todo es mentira. Solamente está la verdad en el centro como decía Gautama el Buda.
Interlocutor.— O sea, que tenemos que descubrir los secretos, el secreto.
Vicente.— Nosotros somos el secreto.
Interlocutor.— [En Catalán – sobre los extraterrestres]
Vicente.— Esto puede ser una idea muy personal mía, pero no creo que la haya dicho. Yo digo solamente una cosa, si afirmo que existe una fraternidad cósmica, si cada planeta tiene su propio regente, y si el Sistema Solar, según se nos dice esotéricamente, y yo lo creo así, que es una familia, es una agrupación, y que estamos absolutamente relacionados con otros Sistemas Solares y con otras constelaciones y otras galaxias, si tenemos en cuenta que existe una ley unitiva, que es la fraternidad, lógicamente hay que admitir que existan visitas extraterrestres. Ahora, que diga yo que vaya a creer todo cuanto nos dice la ufología o sobre los ovnis, no, hay mucha ilusión. Una persona muy sensible puede soñar con un extraterrestre y creer que es una realidad, siendo un sueño, teniendo en cuenta que cuando se posee el secreto de la cuarta dimensión –ya estamos con secretos otra vez- se empieza a ver el panorama de la tercera, así, con un poco de visión objetiva, y la mayoría de las personas que hablan de ovnis están viendo las cosas desde una tercera dimensión y, por lo tanto, como la persona que materializa a Dios, en vez de hacerse como Dios, como es la inseguridad absoluta, hace que Dios sea como él porque si no, no puede llegar a Él, es imposible. Por ello, todo el sistema de los extraterrestres puede ser una cierta ilusión aunque exista una tremenda verdad, porque yo les he hablado, por ejemplo, del viaje del Señor del Mundo al planeta Tierra procedente de la Cadena de Venus, y les he hablado de los Ángeles Solares procedentes del Corazón del Sol; y esto no es negar los extraterrestres. Solamente digo una cosa, que hay mucha ilusión, y por ello no quiero hablar donde hay tanta ilusión, prefiero hablar de una cosa cósmica que con el tiempo llegaremos a esta resolución. Dense cuenta que para descubrir una verdad física hay que ser absolutamente consciente en el plano astral, y para tener una conciencia astral hay que estar integrados en el plano de la mente, y para comprender todo el mecanismo de la mente, de la emoción y del cuerpo hay que situarse en el nivel causal, y usted vaya siguiendo hasta el plano búdico, átmico y ádico remontándose al propio plano de la Divinidad, ¿qué pasa con esto?, entonces, lo que el hombre necesita es crecer pero sin apegarse a ningún valor porque es la única manera de elevarse; porque la ley de gravedad no solamente se da en el plano físico, está en todos los planos, y esto lo sabe el iniciado que debe ascender a las alturas perdiendo constantemente peso. ¿Qué existe dentro de la etapa conocida como intelecto en la mayoría de personas de buena fe? Existe un peso específico que impide elevarse. ¿Por qué la ciencia no ha actuado todavía dentro del plano de la cuarta dimensión?, porque es intelectual, y la intelectualidad es un peso específico; hace cosas maravillosas, pero cuando la ciencia asevera un hecho o lo controla, o lo objetiva, el esoterista ya lo ha visto, lo ha percibido, son los grandes videntes e iluminados para los cuales el tiempo y el espacio carecen de dimensión o, como ustedes quieran, poseen todas las dimensiones, es otra forma de decir que vive en una completa inseguridad, por eso navega, tal como místicamente se dice, por el espacio y cabalgando sobre rayos más rápidos que los de la luz. De ahí también el fenómeno extraterrestre de instantaneidad. Cuando el pasado y el futuro están a cero, el hombre es un Adepto. Es el desequilibrio, es el desnivel, es la seguridad lo que crea la falta de fe y la falta de percepción vital.
Interlocutor.— Precisamente has hablado, me pareció como un eco de lo que me ha ocurrido durante las vacaciones, en donde estuve. Allí, la atmósfera te invita a meditar, tú te dejas ir, y por instinto ya meditas, te pones en sintonía y sientes una felicidad maravillosa, y allí con el lama que administra todo aquello, para toda Europa tuve dos entrevistas, y le decía, “es que siento aquí una felicidad tan grande”, y me decía, “sí claro, pero no te agarres a eso, no te agarres porque en cualquier momento lo podrás perder, esa no es la finalidad, aquí no importa ser o no ser feliz, aquí importa trabajar y crecer, no se va a ser feliz, y cuando no se cree esto y se medita con una avidez y con un esfuerzo, con una sequedad –dice– es cuando se medita mejor, entonces es cuando aparece el espíritu, no se trata de felicidades y de cositas bonitas porque eso no son más que ataduras, no te agarres…”
Vicente.— Tienes toda la razón. Creo que es Krishnamurti quien dice algo muy interesante: “La idea de Dios limita tanto como la idea del diablo”. Dense cuenta, otra afirmación de Krishnamurti dice que “el pensamiento negativo [la ausencia de pensamiento] es la más alta forma de pensar”. Nos habla de una tremenda inseguridad, porque el creyente que diga, por ejemplo, yo amo a Dios y esté con la idea de Dios, y que esotéricamente se le dice que tiene que perder la idea de Dios para encontrar a Dios, ha de ser un parto doloroso el tener que dejar la idea querida de la Divinidad para poder sumergirse en la Divinidad, y ahí es donde hay una inseguridad absoluta, esta inseguridad que nadie se atreve a atravesar, nadie practica la audacia, ¿verdad?, y preferimos que sea el contexto social el que nos lleve adelante en vez de ser nosotros los que llevemos el impulso social en marcha hacia la verdad.
Leonor.— He escuchado a María y cuando yo creí entender que cuando quería hablar de la creación que también, además de lo que habéis hablado, que quería que hablaras algo sobre este gran relojero cósmico que ha hecho todas las piezas tan bien encajadas, creo que querías decir algo sobre eso, sobre esta creación, o bien si este es un tema demasiado largo.
Interlocutor.— Bueno yo quería decir si precisamente como si tuviéramos que ser osados en hablar del espejismo del Cosmos, porque es precioso hablar del Cosmos, hay maravillas como todos sabemos y quedamos limitados aquí. Claro, estudiamos el Cosmos e incluso nos perturbamos por no ver más claro el Cosmos, por no comprender más cosas del Cosmos, pero esto nos limita, y esto no nos llevará nunca a la liberación, es esto lo que más me preocupa, porque has hablado del secreto de la creación, es esto, por esto, he cogido enseguida la palabra y he pensado que para llegar a la liberación se habla más del secreto, de lo que es la creación, este gran misterio que claro, no lo podemos hablar nosotros, lo puede hablar quien algo sepa, esto ya lo comprendo que es atrevido, pero me parece a mí que se tiene que ser atrevido, porque Plutón ya hace con el 1er Rayo de las suyas y el 7º igualmente, estamos…
Vicente.— Cuando la persona que no tiene idea de la Divinidad ni la admite dice, “no hay milagros”, o cuando el creyente afirma que hay milagros es lo mismo. Si todo es natural no existe el milagro, y sin embargo lo natural es un milagro también. Entonces, podemos hablar del Cosmos absoluto porque, siguiendo el sistema o regla esotérica, es midiendo la amplitud del Cosmos como empezaremos a saber algo sobre nosotros mismos. En tanto el individuo se contemple a sí mismo dentro de la ejecutoria de una acción intelectual se ve tan limitado que cuando se le habla de Reino de Dios vuelve la vista hacia atrás porque dice “aquello no me pertenece, está demasiado alto para mí”. Cuando al principio de los Rayos hemos buscado el secreto cósmico –ya estamos en el secreto– hablando de la genealogía de nuestro universo y con una audacia muy profunda y muy extralimitada quizás también, más allá de los conceptos adquiridos, empezamos a hablar de los padres de nuestro Sistema Solar, y de nuestros abuelos, y ya es empezar a decir que la única ley que existe en el Universo y que hace que podamos conocer las cosas tal como ellas son, y la única manera de entrar en el reino de la inseguridad absoluta es dejar la mente navegar por el cielo de lo cósmico, teniendo solamente en presente una cosa y es que nunca hay que apegarse a valores absolutos…, hay que vivir lo inmediato pero con la vista orientada hacia lo más lejano, dándonos cuenta de que la eternidad está igual en lo inmediato que en lo lejano. Cuando se dice que Dios está en todas las cosas, ¿qué explicación racional damos a esta idea? O, ¿acaso nuestra acción es divina? No, hacemos una distinción y decimos “Dios es eterno” y vemos el cosmos, después una barrera y nos contemplamos a nosotros, somos limitados, somos egoístas, somos malvados o las mil lindezas que adornan al ser humano actual. Entonces, hay una barrera, ¿verdad? Pues bien, hay que destruir esta barrera, simplemente, eso es investigar. El día que la ciencia se atreva a descorrer el velo que se le ofrece actualmente de la cuarta dimensión entrará en el reino de la nueva edad, y para la ciencia empezará la Edad de Oro. Como digo, la Edad de Oro no se refiere a un continente, a una civilización, a un planeta determinado o a un reino de la naturaleza, es la totalidad, todo el ser humano, todo el ser divino, y todo cuanto vive y alienta la naturaleza está buscando la Edad de Oro, y esto es la evolución. Pero, ¿qué significa exactamente para el esoterista la Edad de Oro? La inseguridad de que jamás llegará a ningún destino. ¿Se dan cuenta lo duro que es aceptar esta idea?, de que jamás encontraremos la verdad porque está siempre más allá de nuestra visión, esto es un motivo de inseguridad absoluta y sin embargo hay que aceptarla para acceder a la liberación. Si no lo hacemos así estaremos pendientes de lo inmediato y de las pequeñas conquistas del yo, porque por grande que sea el yo siempre queda limitado por ese punto central que lo ata a lo inmediato, a sus conquistas materiales o espirituales. Ya saben ustedes, puesto que lo habrán leído en los manuales teosóficos, que el mayor impedimento del ser grande, del discípulo, es el orgullo espiritual, porque ve la perspectiva de lo lejano, y a veces sin darse cuenta, olvida lo inmediato. Entonces, la liberación se produce cuando lo lejano y lo inmediato han quedado reducidos a cero. No existe lo inmediato y lo lejano, existe el momento estelar, existe el eterno ahora que es igual para nosotros que para el propio Dios, este momento es para Dios como para nosotros; entonces, si somos conscientes de este momento, y la atención que ustedes depositan a lo que estamos diciendo aquí, esta atención absoluta que convierte la mente en un vacío y el corazón en una apertura de comprensión, vemos realmente que lo eterno está aquí, entonces el misterio está aquí, y el secreto está aquí. Es esto. [Se produce un silencio] Dense cuenta de este silencio. Cuando se busca el secreto desaparece el silencio, pero cuando el secreto está en nosotros tenemos paz. ¿Y cuándo desaparece la paz? Cuando tratamos de investigar su sentido. ¿Qué más vamos a decir ya?
Interlocutor.— En el plan del detalle de la búsqueda intelectual decimos que Moisés era de la religión de Aries, el cordero, Cristo de la de Piscis, el cristianismo, yo me pregunto, ¿dónde me sitúas a Buda, al budismo concretamente? En ese contexto de Aries, de Piscis, de Acuario, ¿dónde me lo sitúas al budismo, a la religión?
Vicente.— ¿El budismo como organización o la explicación de la vida tal como la enseñó Buda?
Interlocutor.— No , no, a la explicación de la vida…
Vicente.— Entonces la situamos en Piscis también, pisceana completamente. Ningún mensaje de ningún Instructor pertenece a una era determinada…
Interlocutor.— Es que a mí me parece más acuariano, cuando lo miro así, comparándolo con muchas cosas del cristianismo me parece más acuariano que el cristianismo.
Vicente.— Bueno, son puntos de visión, pero cuando viene un Instructor en una era determinada para dar un cierto mensaje, la verdad de aquel mensaje queda limitada forzosamente a la evolución de la raza, del país, del continente, o del planeta en aquel momento determinado. Se nos dice que el mensaje de Buda y de Cristo son sinónimos, que Buda trajo la Luz y que Cristo trajo el Amor, pero, ¿es que puede existir el Amor sin Luz, o la Luz sin Amor? Estamos con las palabras. Es el momento solemne de la acción correcta, cuando el secreto se revela, cuando el individuo empieza a perfumar el ambiente como perfuma la flor, y me pregunto, ¿cuántas veces perfumamos nuestro ambiente? Hay que ser consecuentes en la acción, hay que ver si podemos salir de este sentido limitador de lo inmediato que hace que la fragancia natural del espíritu quede apagada, sofocada por los intereses creados en nuestro ambiente particular o profesional. Hay que ser valientes, y hay que empezar a vivir los nuevos tiempos con una nueva orientación y con un sentido de valores tendiente siempre a auto revelar aquello que realmente somos. Si así lo hacemos no preguntaremos qué es la liberación, no preguntaremos qué son los rayos, no preguntaremos nada porque la respuesta está siempre en la raíz de toda pregunta. ¿Qué es lo que hacía Sócrates? Que jamás contestaba sino haciendo preguntas, porque sabía que la respuesta y la pregunta son el alfa y el omega de toda cuestión, y cuando el alfa y el omega están equilibradas el secreto se revela.
Interlocutor.— Quizás también a nosotros en lo venidero nos llamarán a nosotros pisceanos porque seremos la consecuencia iluminada de la era de Piscis, y siendo ya acuarianos, seremos pisceanos para los venideros.
Vicente.— Exactamente.
Interlocutor.— ¿Puedo hacer una pregunta? Cuando Jesucristo dijo, “si te pegaran en una mejilla pusieras la otra”, ¿qué quiso decir con esto?
Vicente.— Pues no lo sé, francamente.
Interlocutor.— Tendría que haberte preguntado, si una persona violenta te golpea y le pones la otra mejilla, te seguirá golpeando porque su modo de ser, su naturaleza es violenta y sólo encontrará razones para sacar lo que hay dentro, por eso digo, ¿qué quiere decir poner la otra mejilla?
Vicente.— Usted tiene que darse cuenta también de una cosa, sabemos de Cristo lo que nos ha legado la tradición o la historia, igual se nos dice que se dejó pegar en la otra mejilla y también se nos dice que con un látigo arrojó a los mercaderes del templo. Es una historia desconocida para nosotros, solamente hay un indicio de verdad para el esoterista y es remontando la raíz de los hechos tal como se produjeron y captarlos en conciencia, porque la historia de Cristo, igual que la historia de todas las religiones, como la historia de toda la humanidad, está llena de vacíos, vacíos que sólo la investigación profunda puede eliminar. Yo no sé qué sentido daba Cristo a esto o la que le da la historia, solamente sé una cosa, que Cristo para mí es algo viviente, la historia no me importa, lo mismo puedo decir de Buda. Me interesa más la liberación que el príncipe Sidharta Gautama...
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
10-Septiembre-1977