CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
[edición en curso]
Agni Yoga
El Silencio y la Acción Creadora.
Barcelona, a 3 de Enero de 1.985
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Agni Yoga
El Silencio y la Acción Creadora.
Al inicio de un nuevo año suele hacerse un reajuste, esotéricamente hablando. Ahora, se trata de definir cual será el reajuste que nos corresponde como individuos o como grupo. Claro un reajuste no puede partir de un punto central donde solamente hay una persona que dice hay que hacer esto o hay que hacer lo otro, esto no es correcto, pero, el reajuste surge de cada uno de nosotros cuando nos damos cuenta de que existe no solamente la posibilidad de un reajuste sino la conciencia de que debemos reajustarnos en ciertas direcciones y esto es, a mi entender, la clave de lo que está sucediendo en los grupos esotéricos, están reajustándose completamente.
Claro que se prescinde de si es a primeros de año, si es a últimos de año o a mitad de año, porque la vida es eterna y todas las fechas son ilusorias desde el ángulo de vista digamos esotérico y quisiera ante todo sincerarme con vosotros por una razón, primero porque me da la impresión de que al venir aquí es como si yo tuviese una cierta autoridad sobre los demás, lo cual yo no acepto; es decir, que existen valores íntegros en el grupo, personas que están buscando la verdad, que están tratando denodadamente de surgir triunfantes de la prueba kármica, todos estamos dentro de esta prueba kármica.
No es uno sólo el que debe dar la dirección sino que la dirección debe de partir de todos y de cada uno de nosotros, de no ser así no comprenderemos el exacto sentido de la vida. Digo que me sincero porque se trata de un mensaje que, como veis, está al alcance de todos y por lo tanto el que yo pueda decir algo no niega en absoluto que otra persona no pueda decir también algo que pueda ser interesante para el grupo. Me acuerdo que hay un grupo esotérico, hasta cierto punto místico, pero he conocido a muchas personas que este misticismo lo hacen esotérico, que son la Sociedad de los Amigos Cuáqueros, en el cual he estado yo durante un cierto tiempo afiliado; después tuve otras transformaciones internas y dejé el grupo, pero lo interesante es que el grupo este basa todo su culto en el silencio, y se dice que en este silencio se escucha la llamada de la Divinidad, lo cual puede ser en cierta manera no una presunción sino el reconocimiento de los valores internos que nacen con el silencio, que es lo que decíamos el otro día.
Lo único que el silencio debe surgir de la etapa mística y pasar al concepto dinámico, me pregunto si podemos darnos cuenta de lo que significa el silencio dinámico en oposición al silencio místico, porque el silencio tiene varias fases. El silencio místico está en la mitad del silencio de las palabras y del silencio mental, o del silencio total, y por tanto, solamente como una prueba de que hay mucha gente en el mundo que está tratando de buscar lo mismo que nosotros por otros caminos, por otros senderos, es el porqué tenemos que estar muy apercibidos de la hora solemne que estamos viviendo. Y esto puede resultar un poco fatigoso cuando estamos nosotros tratando de buscar o de investigar la verdad desde un punto de vista meramente analítico, tratando de buscar las razones esotéricas y no el contenido esotérico, lo cual es muy distinto, pasar de la etapa del simple conocimiento esotérico a la experiencia esotérica, lo cual no significa una experiencia parapsicológica, como creen algunos, ni una experiencia mística, sino el dinamismo de la acción.
Se penetra quizás por la mente cuando la mente ha sido entrenada convenientemente y va surgiendo triunfante de todos los pensamientos que están revoloteando por él. Se hunde después en el corazón, se hace un equilibrio perfecto, se enlaza el Centro Coronario con el Centro del Corazón a través del Centro Ajna, entonces surge, como corresponde a este silencio místico establecido por este triángulo el desarrollo de la palabra, de la voz, de este centro de la garganta, el cual debe ser convenientemente desarrollado porque estamos viviendo, como digo, una era en donde la palabra tendrá que resonar de muy distinta manera a como ha resonado hasta este momento presente, desde los tiempos Lemures cuando el hombre solamente emitía sonidos guturales, pasando por la Atlántida donde el lenguaje era mágico, pero un carácter mágico que tenía que ver con la personalidad o con el egoísmo de la acción, hasta llegar al momento presente en donde el dinamismo se está centrando en el Agni Yoga, preconizado por el Maestro Morya hace unos treinta y cinco o cuarenta años o quizá más, y que por lo tanto estamos tratando también de que la palabra que surge de este silencio expectante, podríamos decir, se convierta en la palabra santa que debe abrir todas las puertas sagradas, porque si hubiéramos discutido el silencio en términos muy de grupo, para nosotros, debemos entender que el silencio es universal y que hay un silencio que pertenece al propio LOGOS, al Logos SOLAR y al Logos PLANETARIO, son los Pralayas de la acción que resultan de la acción del descanso del luchador, del guerrero, y entonces en este silencio místico se está preparando la propia y futura creación.
Se dice que en el Pralaya que sucederá a este universo, que será un resultado del Pralaya que sucederá después de este universo también, y que este universo será muy largo, contar que los ciclos se sucederán de una manera muy parsimoniosa, podríamos decir, debido a que habrá un gran concepto vertido aquí de seres que no pertenecen a nuestra Cadena y que tendrán que venir a engrosar la fila de los hijos de los hombres. Esto se estaba diciendo el otro día en el Ashrama, que vendrán una serie de egos que no están tan adelantados como los seres humanos actuales y que frenarán el impulso de la raza, pero que, los elegidos, aquellos que técnicamente conocemos como elegidos, aquellos que emprenden la acción mística, aquellos surgirán triunfantes porque están triunfando ahora.
De ahí la importancia de que, ahora, eduquemos convenientemente nuestros vehículos, que estemos adentrándonos por sendas de inseguridad, no de seguridad, y que perdamos todo cuanto se relaciona con la seguridad, el egoísmo del yo, y parte de esta seguridad, entendámoslo, es el miedo a la acción, es este período de indecisión que tiene el discípulo cuando se le presenta la opción dentro de un Ashrama o la opción ante la Cámara iniciática, ante la Corte iniciática. Esta opción está presente aquí y ahora, lo que podemos y debemos hacer, y aquello que no podemos realizar, se trata de un silencio aquilatador de fuerza, a ver si será posible que podamos surgir triunfantes de la prueba. Porque hasta aquí hemos vivido al amparo de los conceptos filosóficos y analíticos, de razones puramente técnicas del esoterismo, y ahora se trata de otra filosofía, surge otra nueva acción creadora dentro del espíritu del hombre, y tiene que ver con el paso que tiene que dar el discípulo actualmente.
Como sabéis el discípulo o el discipulado tiene varias fases, y si cada uno de vosotros se considera un discípulo verá cuál es el paso siguiente que debe dar porque sabrá exactamente dónde se halla ubicado y lo que tiene que hacer para surgir de este punto de descanso o de este punto de actividad truncada que no ha podido seguir hacia delante, para ver si es posible dar el siguiente paso y convertirse en un buscador, en un investigador esotérico de verdad y no en un simple analizador de temas escogidos, o bien de conceptos esotéricos que son el resultado del esoterismo de todos los tiempos que han llegado a este momento. Pero que ahora la acción es muy distinta de la del pasado, existen grandes fuerzas que ayudan al hombre previendo esta etapa de inseguridad que debe afrontar el discípulo, y siempre hablamos del silencio en el sentido de que nos prepara para esta etapa difícil que precede el próximo paso a dar. Es de una actividad tan distinta a la que hasta aquí hemos efectuado que naturalmente tendremos que cifrarnos sinceramente en este silencio expectante para ver que es lo que sucede en el silencio.
La indicación, la orientación, la propia inspiración del Yo Superior hacia nosotros debe venir en la calma del silencio y en esta calma del silencio debemos aprovechar la coyuntura para ver la orientación precisa de nuestra mente, de nuestro cuerpo emocional y de nuestro propósito y voluntad, a ver si es posible penetrar muy profundamente dentro del Ashrama, del Ashrama o de un Ashrama, el que pertenezca a todos y a cada uno de nosotros. Porque si bien podamos pertenecer todos a un grupo egóico inicialmente estaremos todos en el mismo Ashrama debido a características personales de Rayo, debido quizás a compromisos pasados que tienen que ver con contactos establecidos con entidades kármicas; el propio Maestro que os tiene que liberar o que conducir a la iniciación puede ser que esté ya vigilando o avizorando el paso este que tenéis que dar; quizás os esté ayudando, os esté inspirando, y esto es lo que a mi me fortalece en la acción, porque sé que lo que yo he tenido lo tienen todos los seres humanos, o tienen la posibilidad de conseguirlo, de alcanzarlo.
Este momento de prueba que vemos reflejado en el mundo, este sentido de valores efímeros que se están desvaneciendo pero que, en este desvanecimiento, están creando tantas dificultades, singularmente las fuerzas de la magia negra que están actuando en el mundo y de las cuales tan poco se habla esotéricamente, pero que constituyen estos vínculos que nos atan a los periodos de inestabilidad y de cambios hacia la izquierda no hacia la derecha, hacia el punto señalado como síntesis de la acción. En este caso si existe una prudencia natural en la mente cuando se practica la SERENA EXPECTACIÓN, porque en donde se ve claro el camino de la izquierda y el de la derecha y el camino del centro que es el que nos corresponde a todos para ver qué es lo que podemos hacer en este camino, si podemos dar el paso o quedarnos varados aquí unos años todavía, o muchos años; porque, como decía el otro día, la oportunidad es única, se presenta una sola vez en la vida, me refiero a la oportunidad iniciática. Si se pierde la oportunidad difícilmente se recupera en esta vida, tenemos que esperar a la otra o quizás a otra, porque como sabéis existe una ley de economía de fuerzas en este universo de 2º Rayo que decide la acción de los buscadores, de los investigadores.
Existe el poder que hace nuevas todas las cosas precisamente porque existe un ahorro de energías constante, y el silencio es una forma de ahorrar energías, como el callar es una forma de reducir el bagaje, digamos, de la acción, por lo tanto, el descanso sin embargo es una acción, la acción que surge del silencio, un silencio que no ha de ser místico, repito, porque viene inspirado por unas fuerzas del 1º Rayo. No se trata del misticismo del 6º Rayo al cual se ha ido habituando la gente, sino de un dinamismo, de una acción mística que corresponde al 1º Rayo que impulsa a la acción de una manera constante, ininterrumpida, que nos lleva de aquí para allá, que hace surgir de nosotros todo cuanto constituyó la escoria del pasado, la experiencia consumada que todavía está flotando en nuestro inconsciente colectivo con el cual estamos enlazados. Entonces, todo cuanto se dijo hasta aquí es el resultado de una acción de experiencia, una experiencia que nos ha situado en cierto punto del camino, del camino que cada cual debe recorrer por sí mismo. Y el desafío es si este paso que vamos a dar se puede hacer ahora mismo, en este momento, o esperaremos dentro de la indecisión y del miedo a ver si es posible resurgir triunfantes de esta acción.
Quisiera que discutiésemos esto en profundidad y que fueseis vosotros los que eligieseis este punto de crisis que cada cual está conteniendo en su corazón y que le está impulsando hacia este otro camino; la reorientación precisa que solamente depende de vosotros y me pregunto si en vosotros existe el avizoramiento de este nuevo camino, de esta reorientación de las actitudes o si os conformáis con lo que tenéis, lo cual es muy poco, poco para mí y para todos.
Interlocutor - Hablando de sincerarse y quizás como el más charlatán del grupo pues siento si he herido a alguien, si he molestado, la intención ha sido buena. En segundo lugar yo creo que el grupo habría de seguir adelante, y siguiendo por ejemplo lo dicho sobre el silencio, sobre la serena expectación, es curioso ver cómo en grandes avatares, incluso el Buda decía en aquellos tiempos que la máxima acción que se podía enseñar a la humanidad era precisamente la de la atención. En el Zen, el estado Susuki, viene a decir que el silencio es una barrera en la que puede morir en ella, me explico que creo que es necesario que muera para que nazca al mundo. En otra parte yo creo también, como decía el lama Govinda el OM es el que mata las barreras del ego, yo lo que quisiera decir y enlazando con lo que dijiste la semana pasada en relación a los intervalos, hay entre… —si claro, este es un tema muy extenso y en una charla no lo puedes abarcar todo—, pero hay algo que si que es necesario observar: Qué es el silencio, la visualización y el OM, la síntesis de estos tres elementos en el intérvalo que hay entre la expiración y la inspiración, en estos dos intervalos es el momento que precede a la creación, a la magia. Entonces, quisiera también que dentro de esta reorientación nos hablaras también un poco, aprovechando todo este bagaje de conocimientos esotéricos y místicos que creo yo que todos hemos ido acumulando en estos cinco años, y viendo quizás como grupo un poco cuál puede ser nuestra orientación, ver qué tipo de magia, —si es que estamos preparados—podemos realizar con el fin de que este movimiento que se demuestra andando quizás aúne más los esfuerzos de fusión grupal, porque yo creo que incluso el Cristo lo decía “no los quiero tibios”; yo creo incluso que Milarepa y Patanjali decían que lo primero que había de tener el discípulo era este fuego ardiendo que es la búsqueda de la verdad, la búsqueda de esta verdad que se puede lograr en este silencio interno, pero todo este bagaje que llevamos acumulando de alguna manera nos ha de abocar al silencio. ¿Cómo podemos aprovechar este silencio creadoramente, si de alguna manera, como tú y todos los maestros prácticamente hemos ido llegando a este silencio a través de las palabras? ¿Cómo podemos catapultarnos hacia ese silencio después de las palabras o sin las palabras es esto posible?
Vicente - Como decía el otro día, en los Ashramas ante todo se enseña a callar, no a hablar, porque es lógico que si surge la palabra de la zarabanda de pensamientos y de emociones no tendrá poder creativo, pero si se hace el silencio entonces la palabra que surge del silencio será mágica, será un mántram, será una participación activa dentro del OM sagrado.
Por ejemplo, no tiene ninguna eficacia el OM sagrado, a pesar de que nosotros le demos una entonación más o menos figurada de acuerdo con la realidad, si no surge de un silencio expectante. Es decir, que antes del pronunciar el OM tendríamos que habernos vaciado, hablando de forma muy lógica y natural, de todo bagaje mental y emocional; y naturalmente, la reorientación tiene dos vertientes: la reorientación como grupo y la reorientación de cada uno como individuo, porque el karma de cada uno de nosotros es muy distinto, solamente tenemos un karma en común en estos momentos, el karma del grupo o el grupo en sí, nada más que esto, cada cual tiene una serie de relaciones muy distintas de las nuestras, y el bagaje kármico también es diferente. Por lo tanto, fijaos lo difícil que resulta la conciencia de grupo y lo difícil que le resulta al Maestro reunir en su Ashrama a una serie de individualidades que hayan sabido desprenderse de su carga experimental kármica para penetrar puros y radiantes en aquellos momentos místicos en el Ashrama y estar en contacto con él.
Bien, el desafío es éste. Primer paso; el primer paso os decía que era la visualización; la visualización tiene que ver con el contacto dinámico y mental que se establece entre todos y cada uno de nosotros, cada cual debería interpelar al otro, llamarle por su nombre cuando está visualizándolo, cuando está pensando simplemente en él, entonces veríamos que se forma en el grupo una conciencia central que es como un pararrayos, que atrae al rayo, al rayo egóico de nuestro grupo egóico y entonces tenemos una participación activa dentro de la vida mística del grupo.
La segunda fase era el silencio; aparte de que siempre hemos estado hablando de la SERENA EXPECTACIÓN como la única manera de afrontar la realidad, de descubrirla y de realizarla, y la SERENA EXPECTACIÓN se basa en esto, en una atención muy profunda y expectante sobre todo cuanto sucede dentro y fuera de nosotros, y cuando se ha producido esta atención nos damos cuenta de que se ha producido un silencio.
El silencio viene por la intención y la atención. La intención es el propósito y la atención es el oído despierto del discípulo que está afinándose de una manera que surge por encima de los sonidos y escucha otra voz, una voz desconocida para la mayoría de personas del mundo, que es la voz del silencio.
Veis, parece un contrasentido pero el silencio tiene una voz, y cuando estéis dentro de ese silencio oiréis una música, una música suave al principio, después toma un impulso creciente y sin embargo estáis silenciosos, la mente no razona, el corazón está apaciguado, los deseos están aquietados, y sentís un ruido, este ruido se inicia con el contacto que establecemos con todas y cada una de las células que componen nuestro cuerpo físico, nuestro cuerpo etérico. No podemos escuchar la voz celular y dialogar, elijo la palabra muy convenientemente, con nuestras células. Hacer que la intención que nos guíe a nosotros se incorpore a la vida celular y esto no se puede realizar sin pasar por la primera etapa de silencio.
Es un silencio etérico, podríamos decir, pero el silencio etérico hacia fuera repercute hacia dentro y sentimos entonces dentro de nosotros mismos esta maquinaria tremenda, ensordecedora a veces de los átomos y las moléculas y las células que están trabajando activamente en todos y cada uno de nuestros órganos, constituyendo la totalidad del cuerpo físico y del cuerpo etérico, estarán en otra faz de la naturaleza. Cuando sentimos este ruido nos damos cuenta de que el ruido del viento, de la brisa, del huracán, del arroyuelo que desciende de las montañas y el ruido de una persona cuando habla con otro grupo de personas es el mismo, sino que entonces el que responde es el conjunto celular. Ese silencio es el primer estadio, escuchamos la voz de las células.
En el segundo estadio de silencio escuchamos las moléculas que constituyen el cuerpo astral, es el segundo estadio del silencio, que lleva como consecuencia unir el conjunto celular; luego penetramos en un silencio que es de deseos, podíamos decir, pero que tiene que ver con la atención que depositamos en las cosas, porque a medida que estamos atentos estamos realizando esta práctica de silencio celular, referido al concepto celular, y después a la molécula astral, a las moléculas del conjunto molecular astral. En la segunda fase sentimos como si dentro del corazón se fijase algo o si en el plexo solar se liberara un contenido.
¿Qué sucede cuando tenéis miedo o cuando tenéis una inquietud? Sentís que se oprime el plexo solar, esto desaparece con el silencio astral y esto es práctico, se puede realizar como una orientación de grupo, yendo rápidamente, entonces viene el silencio del pensamiento, el silencio mental, que es la tercera fase del silencio. Los discípulos entrenados empiezan el silencio por la mente. Y más allá existen los discípulos que inician el silencio a través de la atención, de la SERENA EXPECTACIÓN, la atención hacia a todo cuanto ocurre, sin darnos cuenta, está revalorizando y produciendo todos los estados de silencio que pueden producirse dentro y fuera de nosotros, porque el aura de silencio del hombre abarca mucho espacio, es como una esfera de luz (el silencio).
Porque entonces el silencio surge como una radiación y aquellos que estén a nuestro lado se sentirán silenciosos porque la fuerza que surge de nuestra acción les impele a ellos a producir actividades semejantes o sinónimas. El grupo puede realizar esto muy fácilmente y, a veces, os habéis dado cuenta que aún antes de iniciar lo que llamamos reunión de grupo se produce un silencio que para mi es expectante, que es el resultado del silencio que hemos ido estableciendo a fuerza de atención; muchos retazos de atención producen el dinamismo que se produce en el grupo, y entonces tenemos aquí una fuerza interna que nos ayuda, les decía en cierta ocasión que la fuerza generada por el grupo, lo cual significa que ha sido generada por todos nosotros, repercute individualmente sobre nosotros y que todos podemos invocar esta fuerza de grupo en los momentos que creamos conveniente realizarlo. ¿Y cómo podemos invocar la fuerza del grupo si apenas nos conocemos, si no nos visualizamos? Y todavía peor, que todavía no estamos en un grado de atención que permita que se produzca el silencio.
Para mí la importancia de la actitud expectante es definitiva, es iniciática, y sabéis que esotéricamente se empieza la casa por el tejado. No es lo mismo con las demás personas, el tipo místico usual, que tiene que afirmar toda su base en la materia pura, en el cuerpo, en el cuerpo emocional y en el mental concreto. La SERENA EXPECTACIÓN está aliada con el propósito de la propia Divinidad que está serenamente expectante en tanto dura la producción de su universo, significa entonces que no es un silencio místico sino que es dinámico, porque cómo puede la totalidad producir una serie o un grupo de pensamientos, dentro de la Divinidad queda un espacio enorme que está manipulando todas esas creaciones; nosotros también si producimos un silencio expectante veremos qué queda, nos queda un vacío que podemos aprovechar porque es fuerza dinámica para impeler a la acción a todo el conjunto celular, para que pase por donde queremos que pase.
Estamos tratando una cosa esotérica utilizando una técnica filosófica, porque todo filósofo, todo científico, está atento cuando está trabajando, es lo que mueve a decir al Maestro que un gran científico que está investigando sin apartarse un ápice de lo que está investigando está produciendo un vacío interno que se convierte en creador y en el momento oportuno utilizando este silencio como vehículo pueden venir las grandes creaciones en el nivel que sea. Cualquier artista, por ejemplo, no puede crear si dentro de él no se ha producido un vacío. La técnica es otra cosa, la técnica se hace eco de la inspiración o del silencio, después actúa, porque la técnica es para actuar en los tres mundos, en tanto que la inspiración viene de los niveles más, digamos, más superiores del sistema.
Pues bien, el desafío al cual me refería lo ha definido muy bien [el interlocutor], primero, la visualización a la cual hemos hecho referencia muchas veces; no sé si la habéis practicado, no sé si os habéis llamado los unos a los otros, si habéis pensado en el grupo, dirigiéndoos a todos y cada uno de los asistentes, porque es básico, porque es una técnica ashrámica, esto sí que es una técnica ashrámica; porque no seréis telepáticos si no tenéis un concepto de vuestro hermano, del hermano de grupo; no podéis dialogar con él a no ser físicamente y, sin embargo, los discípulos en un Ashrama pueden dialogar a miles y miles de kilómetros con sus hermanos de grupo, porque utilizan como vehículo de expresión el silencio.
El silencio canaliza todas las energías; además el silencio es angélico, ya lo sabéis; igual que el pensamiento es angélico, pero son niveles distintos. Un electrón es angélico, un protón en angélico, hay sólo una diferenciación que se ve también en el sistema solar, que el protón es positivo y el electrón negativo, si no, no existiría átomo, porque es ésta diferenciación, ésta polaridad lo que produce el movimiento atómico. Pues bien, se trata de ir trabajando muy concreta y científicamente estas cuestiones, porque infunden energía en el grupo.
Aquí estamos constituyendo una cadena magnética, algo parecido a lo que hizo Mesmer, aunque superamos, digamos, el paso de la energía magnética animal con la cual trabajaba y pasamos a la energía psicológica y más adelante a la energía dévica y espiritual, porque estamos constituyendo nosotros una energía. Las primeras pilas fueron construidas con distintos materiales, con distinta aleación, con distinta vibración, que en su contacto producían electricidad. Pues bien, estamos produciendo electricidad dinámica, una electricidad dinámica que no podemos utilizar para pensar simplemente en cosas sin importancia, que deberíamos utilizar para no pensar, si puede aceptarse esta paradoja, porque dejar de pensar no es perder la facultad de pensar sino que es sublimizar el pensamiento que no es la misma cosa, os dais cuenta.
A medida que sublimizamos el pensamiento entramos en el silencio, y entonces cuando se ha logrado ese silencio se captan ideas creadoras, ideas arquetípicas. El arquetipo del arte, el arquetipo de la ciencia, el arquetipo de la cultura, el arquetipo de cualquier tipo de civilización en marcha, el arquetipo de todos y cada uno de nosotros. Me refiero al arquetipo espiritual que todos estamos tratando de alcanzar y que puede ser invocado.
Todo esto es tan sencillo de ver que difícilmente se pone en práctica, porque si os digo “aprender a callar” creeréis que me estoy burlando de vosotros, es que hay una experiencia de silencio, sin esta experiencia yo no podría hablar, no podría captar ideas creadoras, no podría tener contacto con el Ashrama, no podría establecer contacto con el Maestro, no podría tener vuestra confianza, en definitiva, porque trato de que las palabras que emito, si me encuentro en buenas condiciones físicas, surjan de este fondo de silencio.
No siempre es posible alcanzar las etapas búdicas donde existe la inspiración espiritual, pero si se puede fácilmente establecer contacto con el mundo abstracto de la mente y captar ideas creadoras, no la razón pura, búdica, sino ideas creadoras. Fijaos bien, cuando estáis escuchando, no a mi, una melodía o algo que os impresiona tanto los sentidos que os quedáis en silencio os cuesta volver a vosotros mismos porque habéis establecido contacto con vuestra patria celestial y habéis alejado vuestra atención de lo que somos kármicamente hablando.
El Maestro Tibetano dice que cuando estamos en encarnación física solamente estamos expresando una tercera parte de nuestro valor total como almas —nosotros los discípulos me refiero—, porque las demás personas no pueden casi expresar nada porque no existe nada todavía que les impulse a la acción correcta, van siguiendo el vaivén del mundo, el vaivén del karma colectivo y están inmersas estas personas dentro del inconsciente colectivo de la raza.
¿Cómo variar por ejemplo el código genético de cada uno de nosotros sino es con esta atención? ¿Cómo podemos enriquecer los átomos permanentes, el físico, el astral y el mental que son aquellos con los cuales trabajamos si no existe esta atención a la experiencia? ¿Cómo podemos reconciliarnos, —si puedo decirlo así— con los Señores del Karma si no es con la atención a su obra? Y su obra es nuestra vida, lo que estamos desarrollando en la acción. Y no me limito a decir que hay que reconciliarse con los Señores del Karma para evitar el castigo de la acción, porque los Señores del Karma ni premian ni castigan, están operando con la Ley de Justicia que rige el cosmos y de la cual no se escapa ni el propio Logos Solar. Nosotros tenemos los Señores del Karma Planetario, pero hay los Señores del Karma Solar y hay los Señores Lipikas, de los cuales dependemos todos, que son los Señores del Karma de la gran constelación del Can, que se centraliza en la estrella Sirio. Todo esto parece muy lejano pero es que está produciéndose aquí constantemente, constituye la línea de la acción que estamos realizando sin darnos cuenta.
Resumiendo, yo diría que hay que utilizar el afecto que nos tenemos para visualizarnos, para que el grupo tenga consistencia concreta, no que seamos concretos sino que tenga una consistencia objetiva que sea una mole no de materia sino de conceptos humanos creados por nosotros mismos al pensar los unos con los otros en un sentido pleno de reconciliación mística y dinámica al propio tiempo.
¿Qué es lo que sucede en un Ashrama, por ejemplo? No sé si habéis tenido jamás alguna experiencia ashrámica, pero estoy seguro de que muchos de vosotros habéis soñado alguna vez que estáis en una escuela, que estáis aprendiendo y hay alguien a quien raras veces veis el rostro que está impartiendo un determinado tipo de enseñanza. ¿Quién no ha soñado esto, que estaba en una escuela? Es el Ashrama, y si no lo habéis soñado lo soñaréis, porque en la dificultad de establecer contacto místico con el Maestro y con los compañeros de grupo, y en el aula magna donde el Maestro, señor del espacio, realiza sus clases de enseñanza mística y de aprendizaje de los discípulos. Al llegar al cuerpo no tenemos elementos en el cerebro para captar ni la imagen del Maestro ni a nuestros compañeros de grupo ni tampoco el aula de enseñanza, entonces, utilizando el caudal existente de ideas y experiencias que está en la subconciencia enlazada con el inconsciente colectivo, captando entonces aquella idea si pensáis en un maestro de escuela que da clases de enseñanza a un grupo de discípulos entre los cuales estáis vosotros, y a veces podéis, incluso recordar alguna fase o alguna frase de la enseñanza impartida por el Maestro, esto es algo que yo creo que ha sucedido más de una vez.
Luego la idea de Ashrama no está tan alejada de vuestra vida experimental, sino no estaríais aquí, me parece, ni yo tampoco, porque naturalmente, y como decía anteriormente, existe una Ley de Economía de Fuerzas, y esta Ley de Economía de Fuerzas es la que nos ha unido aquí para juntos realizar un trabajo, un trabajo que desconocemos y que no importa el que sea, porque surgirá cuando estemos tan bien orientados que, sin esfuerzo, nos demos cuenta de cual es el siguiente paso a dar, que es aquello a lo cual hacia referencia, porque cuando exista silencio en el grupo, entonces se verá claro lo que se puede hacer en grupo, o si utilizando el silencio expectante que estamos creando a nuestro alrededor un grupo de ángeles de la categoría que sea lo está trabajando, llevando nuestra energía donde haga falta, sin que nosotros nos demos cuenta y sin que nos interese; interesa solamente crear un núcleo potente de energía y esperar que la energía que estamos creando sea depositada convenientemente donde haga falta, a esto me refiero como labor de grupo, la enseñanza que se puede dar acerca del grupo en un sentido, digamos, de acción, es ésta.
No preocuparse por lo que vamos a hacer sino preocuparse mucho por lo que estamos haciendo todos y cada uno de nosotros, en cada uno de los momentos del día y de la noche, porque estamos considerando el asunto —me parece a mi a veces— en una forma muy desigual y falta de equidad y de justicia. Me parece que estamos mirando de lado al grupo, no de frente donde se gesta la acción correcta, y por lo tanto tendrá que haber una reorientación total que debe surgir del centro místico del grupo, el cual se crea por esta visualización y por el silencio que estamos realizando cuando estamos juntos y cuando estamos sirviendo el hilo de una idea o de la propia inspiración de la Divinidad, es decir, en el silencio místico.
Daros cuenta, aquí y ahora, de que la creación, como una obra del grupo está siendo preparada por el Maestro, no por nosotros, porque nosotros no tenemos todavía la capacidad de reorientar correctamente la acción, ni aquí ni fuera de aquí. Veis los fallos que existen constantemente en nuestra propia vida de aspirantes y discípulos, para darnos cuenta de la dificultad que existe.
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
3-Enero-1985