CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
[edición en curso]
Agni Yoga
La Psicología Trascendente de la Nueva Era.
Barcelona, a 22 de Marzo de 1.984
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Agni Yoga
La Psicología Trascendente de la Nueva Era.
22_Marzo_1984. — Agni-Yoga: La Psicología Trascendente de la Nueva Era. La Continuidad de Conciencia. La Autoconciencia Grupal. La Visualización. La Creación del Vacío y la atracción Dévica. La búsqueda de una Autoconciencia Social. El cambio de Eras y el contacto Dévico. "El dejar de pensar" y el Vacío. La Meditación de la Nueva Era y el Silencio. Agni-Yoga y el 5º Reino. Autoconciencia y Planos. Liberación Celular, Vacío Mental, Atención y el contacto con el Alma.
[Pensamiento simiente: Formular pensamientos como reacción a nuestro entorno físico, emocional y mental (lo que VBA llama "ser pensados"), es muy distinto a concebir ideas intuitivas (lo que VBA llama verdaderamente "pensar" o intuir) dentro del silencio (vacío en el espacio) creado por nuestra atención, uno de los pilares fundamentales del Agni Yoga. -JB]
Interlocutor. — ¿Puedes hablar de la Psicología?
Vicente. — De la...?
Interlocutor. — Psicología.
Vicente. —Bueno, creo que casi es lo que estamos tratando constantemente dentro del aspecto esotérico de la psicología, porque cuando os hablo del silencio expectante o de la silenciosa expectación estamos hablando de la psicología trascendente. Cuando hablamos del Yo superior estamos hablando de psicología trascendente. Cuando hablamos del Ángel solar hablamos de la psicología superior, así que sería repetir en términos diferentes lo mismo que hemos dicho tantas veces; es el contacto que se puede establecer dentro de este conglomerado psicológico, de lo inferior, de lo superior, pero sería dar las vueltas a la noria, me parece, ¿no? Si habéis estado atentos en lo que hemos dicho siempre hay una relación, digamos, entre el yo inferior y entre el Yo superior a través del Antakarana y todo esto se trata en términos de meditación o de contacto y esto, para mí, es lo más importante de lo que se está diciendo. Porque, como sabéis, dentro de las grandes líneas que hemos formado, dentro del grupo, hay una línea analítica, una línea, digamos, de tipo conocimiento intelectual, introduciendo a la gente hacia los valores psicológicos trascendentes que lo lleva Ramón, y el esoterismo, digamos la astrología, la astrología esotérica; esto lo he dejado a cargo de Juan Martí. Cuando esté bien equilibrado el trío este que estamos formando yo creo que será un triángulo muy formidable dentro del grupo, y yo me he interesado profundamente por la psicología esotérica; que es lo que estoy diciendo siempre.
Leonor. — Creo que ella quiere decir, por ejemplo, los diferentes niveles humanos, pero como hemos hablado aquí del astral y del mental, lo emocional y lo mental, para estudiar esos niveles, conocerlos, saber la persona en qué mundo se mueve, o sea, en qué niveles ella ejecuta sus obras, cuándo es consciente, cuándo es inconsciente de lo que hace, de lo que piensa, en ese caso existe una clase de análisis, es lo que ella quiere decir, porque, en este caso, si opera en ella solo el estado emocional, entonces en qué niveles, en qué nivel es la influencia. Cuando es una persona muy mental, en qué nivel, de qué niveles está influenciada. Claro, y si solamente es masa, entonces, si es masa solamente, que vibra solo a través de impulsos, digamos, completamente instintivos, en este caso ya no hay que buscar la comparación esotérica, pero en la psicología hay que estar consciente de estos niveles. Claro, la persona, el psicólogo, tiene que ser intuitivo, ¿verdad?
Vicente. — Pero lo que trata es de superar los estados de conciencia.
Leonor. — Pero hay que inducir al enfermo, o sea, a la persona que está en tratamiento, cómo inducirle a que se de cuenta de su estado y tenga arranque suficiente para pasar a otros niveles de conciencia.
Vicente. — Bueno, vamos a arrancar del principio que no estamos hablando de enfermos aquí, sino personas interesadas en descubrir los valores permanentes o descubrir la verdad que está en su interior, y toda esta búsqueda es psicología trascendente, porque se mueve en el campo de esos tres polos: el físico, el mental y el emocional. Se trata simplemente de convertir en lo físico, la sensación en virtud, si podemos llegar a comprender el alcance de la virtud; el deseo transformarlo en aspiración superior y la mente concreta transformarla en intuición. Para mí, esto lo hemos dicho tantas veces, que es todo el contexto de lo que estamos diciendo, y es constituir un núcleo de integración dentro del cual estén equilibrados perfectamente la mente, la emoción y el cuerpo. Para mí, esto es lo máximo que se puede decir en psicología trascendente, porque la psicología normal, la habitual, no puede llegar a estas zonas; está tratando casos, no trata seres, no sé cómo decirlo, porque el médico moderno está tratando todavía casos, no seres humanos y yo estoy tratando siempre de seres humanos, que somos nosotros, de los niveles en donde estamos inmersos y tratar de ser conscientes de esos niveles.
Hemos hablado de continuidad de conciencia, me pregunto si nos hemos dado cuenta de lo que significa la continuidad de conciencia, de la cual hablamos la semana pasada, cuando se continua la conciencia en el plano astral y en el plano mental a través de la autoconciencia y en las distintas dimensiones del espacio, y para mí esto es muy importante, porque esto es el campo de batalla del discípulo en todas las eras, en todas las situaciones. Lo único que, ahora, el cuerpo físico y el cuerpo emocional, hasta cierto punto, se dejan a un lado, aunque sabemos que tienen su imperio, su poder para atacar directamente el aspecto mental del individuo, porque los Maestros comprenden que si el individuo tiene una conciencia realmente mental, podrá controlar todo su equipo psicológico, que es el emocional y el cuerpo físico. El conjunto de estos tres cuerpos constituyen la esfera de contactos psicológicos y luego hablamos ya, solamente, de la integración de estos tres cuerpos, dentro de la esfera de contactos. Ahora bien, de esta esfera de contactos surge una lucecita que se va agrandando en ciertas direcciones y la dirección siempre es hasta el Yo superior, del cual la psicología no dice nada. Habla de un estado de superación, incluso Jung hablaba de los arquetipos, pero todo el campo de la investigación, por ejemplo de los primeros psicólogos, de Jung, por ejemplo de Adler, de Dumas, de todos los que iniciaron, pues estas personas, y Sigmund Freud, por ejemplo, que acogiéndose a la parte emocional del individuo y el único que se atrevió a remontarse un poco fue Jung, los demás siempre fueron dando vueltas alrededor del cuerpo emocional. Porque, no porque fuese su gusto meterse en ello, sino porque todos los problemas y complejos individuales arrancan en el plano astral o del cuerpo astral del individuo.
Es muy rara la persona que tenga problemas mentales; los problemas son siempre de tipo emocional, o si no ya no hay problemas. El Tibetano dice que hay un cinco por ciento de toda la humanidad que empieza a pensar mentalmente, que empieza a ser autoconciente en ciertos niveles del plano mental, es decir, que han desarrollado la unidad mental hasta cierto punto, lo cual no significa que sean iniciados sino que están en un grado de evolución superior a la masa corriente y todo esto es lo que estamos tratando de hacer nosotros, ser concientes individualmente y en grupo, porque no sé si sabéis que hay una autoconciencia grupal, de la cual participamos, que es el agregado a la suma total de todas las autoconciencias que estamos integrando aquí en el grupo. Por eso os decía, la capacidad que tiene el individuo dentro del grupo, de poder atraer hacia sí la fuerza del grupo en un momento dado, en ciertas circunstancias extremas, no por gusto, sino cuando sea necesario. Un gran peligro, por ejemplo, puede invocar la fuerza del grupo; y no será por la fuerza del grupo en sí, sino por las conexiones que tiene ese grupo con poderes angélicos y poderes ashrámicos y poderes, digamos, jerárquicos, lo que puede realizarse rápidamente una integración, y a través de esa integración puede venir una ayuda tremenda, en cualquier situación conflictiva, y eso ya lo hemos dicho muchas veces, pues hay que habituarse a visualizar el grupo y la visualización constituye el campo de batalla de la psicología trascendente y no se utiliza demasiado, salvo algún raro discípulo que tiene la mente muy desarrollada y no empieza a imaginar cuadros y situaciones relacionadas con recuerdos, sino que empieza a visualizar cuadros de lo que él cree que ha de ser el futuro de la humanidad.
Ahí está la diferencia entre un discípulo y una persona corriente. La persona corriente imagina, basándose en recuerdos, digamos, anteriores, el discípulo está fabricando su destino, o el destino del grupo, a través de los conceptos que tiene de lo que será el futuro, de lo que es la paz, por ejemplo, de lo que es una armonía dentro de la humanidad y trata de visualizar un cuadro de situaciones armónicas, hasta donde puede, en su esfera de contactos mentales y hasta donde puede desarrollar esta facultad. Estamos hablando, como veis, siempre de dimensiones; la visualización se está produciendo en el nivel intermedio superior, forma parte del equipo de la unidad mental, la visualización, porque la unidad mental es el punto céntrico donde están, digamos, las energías de la personalidad y del Alma, y aquí hay un indicio para los esotéricos; porque la unidad mental, ora se acerca al Alma y ora se acerca a la personalidad. Es un movimiento de sube y baja, o de vaivén, de flujo y de reflujo. Ojalá que la unidad mental estuviese conectada con el estrato superior, porque entonces desaparecería la unidad mental y entraría el Alma dentro de la personalidad; o dicho de otra manera, la unidad mental sería tan grande, tan desarrollada, tan espléndida, que podría decirse que es el propio Ángel Solar. No sé, hay que ir meditando y para mí, esto es, realmente, la psicología trascendental. Nos estamos relacionando con poderes y situaciones que pertenecen a dimensiones superiores a las conocidas.
Pregunta. — (inaudible).
Vicente. — Mira, el vacío se ha hecho aquí. El vacío es la morada de los ángeles, donde hay vacío…¿os dais cuenta que antes de empezar se hace un vacío? El vacío es el aislamiento del medio ambiente, la persona psicológicamente está creando un vacío entre él y las personas que lo rodean o entre él y un grupo de situaciones ambientales, significa que dentro de este vacío es dueño y señor porque lo ha provocado; otra cosa, dentro de este vacío es cuando él puede realmente visualizar, porque no está perturbado por las ondas, digamos, de energía que vienen del exterior. Realmente, lo que hablábamos el otro día, el Devachán, por ejemplo, es un vacío, un vacío, una esfera hueca, en donde el Yo está recopilando todas sus experiencias; en donde no existe karma, en donde existe solamente armonía, en donde los deseos que han habido se transforman en situaciones claras y en cosas prácticas. Diréis que es la ilusión, pero, ¿acaso no es una ilusión el cuerpo físico? Desde el momento que, en cualquier situación el Yo superior requiere atención y eso queda disgregado, demuestra que es una ilusión, que no tiene permanencia. Lo mismo sucede con los demás cuerpos, excepto el Ego, que persiste durante largas edades, pero lo demás es ilusorio, desaparece. Es un cuadro de situaciones tan cambiantes y tan rápidas que casi que no ofrecen la atención de los Señores del Tiempo o de los Señores del Karma; pasa rápidamente.
Pero cuando hablamos del gran vacío que se forma, hablamos de magia, no podemos crear un ambiente mágico sin crear un vacío. El mago crea un vacío a su alrededor y, dentro de este alrededor, está manipulando devas, hace de aquellos devas lo que le interesa hacer. Si es un mago blanco, le interesarán situaciones agradables, situaciones de armonía para la humanidad; si, por el contrario el que ha hecho el vacío es un mago negro, que también tiene el poder de hacerlo será para crear situaciones nocivas para la humanidad. El trabajo del mago blanco y el trabajo del mago negro son idénticos, lo que pasa que uno aspira al bien y el otro aspira al mal, pero el poder mental es el mismo. Hay una cosa, sin embargo, y es que el mago negro no puede acceder al Ego; el mago blanco, si, porque está influenciado por la energía del Yo superior. Esto, naturalmente, se refleja, como decíamos, en el Devachán.
El Devachán es un vacío creado por el Yo superior para albergar durante cierto tiempo el Alma en encarnación que somos nosotros. Durante este lapsus, este pralaya inferior o microscópico, se está, digamos, reproduciendo en una escala dimensional desconocida, todo cuanto aspira el ser humano aquí en la Tierra; es decir, que todo aquello que no pudo hacer lo está realizando; todos aquellos amores que tuvo y que no pudo consumar, los tiene consumados allí, forman parte de su equipo, por lo tanto, el equipo del Devachán es el equipo dentro de un vacío, un vacío inmenso. Además entre dos átomos hay un vacío.
Nosotros no nos damos cuenta, pero es el vacío que existe entre un Universo y otro Universo; o entre un mundo y otro mundo existe un vacío tremendo. A ese vacío lo llamamos espacio y en el movimiento del espacio es el yo, es el karma, es el tiempo. Siempre vamos a parar a lo mismo, dándole otro enfoque o quizá dándole otras nuevas situaciones, pero estamos trabajando siempre con la energía mental que es la básica, la que necesitamos para poder ascender hacia las alturas espirituales, no tenemos otros medios. Por el impulso, por la aspiración; por el impulso podemos llegar al plano búdico; debe ser un impulso muy formidable; un vacío tremendo de seguridades personales, como realizaron los grandes místicos de todos los tiempos. Pero cuando se adquiere esto más la fuerza del Atma, que es el aspecto primero de la Tríada, entonces el vacío que se realiza contiene casi un Universo; y el Yo se mueve dentro como un mago, dentro de su esfera de creaciones y como que en vida tiene formado este gran vacío, no es fácil que el gran discípulo o iniciado tengan Devachán, porque el Devachán es para aislar al hombre durante un período praláyico o de descanso de todo lo que sufrió en el mundo; pero como que el iniciado o discípulo han hecho previamente este gran vacío, no tienen necesidad de pasar por el Devachán. Entonces reencarnan rápidamente y a voluntad a veces, buscando situaciones definidas.
Así que, cuando hablamos de Devachán, estamos hablando de un misterio, pero es un misterio que hemos reproducido infinidad de veces, porque, según se nos dice, las encarnaciones conocidas son setecientas setenta y siete, con lapsos de Pralayas que doblan, a veces, miles de años, por tanto, venimos desde las primeras razas, por ejemplo, llevando este pequeño vacío que teníamos, que no podíamos ser autoconcientes, hasta que adquirimos el vacío que constituye la autoconciencia. Entonces nos convertirnos en hombres, pero, ahora, el vacío debe ser formidable porque tenemos que convertirnos en dioses, y aquí está la dificultad y todo el campo de la psicología trascendente o esotérica se mueve aquí. La extensión de este vacío, este círculo infranqueable que estamos creando constantemente, es decir, que estamos aprendiendo a crear como hacen los Logos creadores.
Los Logos creadores cuando están intentando crear hacen un vacío dentro del espacio, y aquel vacío dentro del espacio, después de ser preparado convenientemente por los Señores del Karma, después que los brazos de la cruz de los Señores del Karma, el eje principal está apuntando hacia determinada constelación —y aquí hay todo el campo de la astrología esotérica— y entonces empieza a correr, a formarse una nebulosa a través de un punto de serena expectación del Logos que va a crear. Entonces viene la rotación, después viene después la traslación, todos los movimientos conocidos y viene, entonces, la atracción dévica igual que hace el átomo permanente cuando está atrayendo partículas de los éteres circundantes; así los Logos hacen lo mismo, están condensando el éter dentro del espacio del campo, el límite o las fronteras que han establecido. Es decir que uno se pasa de las conveniencias, digamos, logóicas, y entonces se crea el Universo. Y la forma de la nebulosa ya indica un movimiento de rotación [JB: espiral] entre el cual se va acumulando materia cada vez más densa, hasta que se convierte en un Universo físico, o en un Universo mental o emocional, depende de la calidad del Logos y de la capacidad que tiene de manipular la energía básica del espacio, de esta entidad espacio, de la cual se nos ha hablado tan poco; que es el campo de reacciones contra la reacción —si podemos decirlo así— de cada uno de los otros; o de la acción y reacción.
Por una reacción del espacio a la acción de los Logos se crean los Universos. De ahí el sentido de la dualidad que existe; siempre que vemos un Universo en formación, una Estrella, un Mundo, está allí bien equilibrada la fuerza dual que surge del espacio y del tiempo o de la Conciencia del Logos que está allí. Pero no podemos hablar de orbitaciones y del tiempo. El tiempo tiene que ver, precisamente con las órbitas; a mayor órbita, entonces mayor será la extensión del tiempo, si en aquel planeta, en aquel sistema, el tiempo es medido de acuerdo con la velocidad de la luz, a 300.000 Km./sg., o si será una cantidad elevada a la enésima potencia de esta cantidad de la velocidad de la luz, con la cual la sensación de tiempo prácticamente ha desaparecido, como desaparece para nosotros cuando entramos en el plano astral, que todo está en silencio, o en el plano mental el silencio todavía mayor, hasta llegar al máximo silencio conocido que es el plano búdico, donde el movimiento es cero, lo cual significa esotéricamente, que es el movimiento más rápido del Universo, porque es el centro místico del Universo, donde, según se nos dice el compás del Logos, la punta , el eje, el vértice, para dar la vuelta a todo su círculo-no-se-pasa.
No sólo llegando a Plutón, el último de los astros conocidos, el más alejado del Sistema Solar, sino el campo etérico que se traslada millones de kilómetros más allá del espacio y forma parte todavía del “ring pass not” o del círculo-no-se-pasa, por lo cual el sistema merece una meditación, pero una meditación para aplicarlo todo a nuestra conducta psicológica, empecemos por la creación, ¿cómo podemos crear un vacío si la vida siempre está llena de cosas? Entonces, ¿podemos dejar de pensar, podemos hacer un vacío en la mente?, ¿podemos hacer el vacío dentro del campo emocional?; ¿podemos dejar vacío de intereses el cuerpo físico, que sea el elemental físico el que coordine, el que lleve todas las cosas? Lo cual no hacemos, porque siempre nos estamos entrometiendo en la actividad de este pequeño logos, que es el elemental que ha construido el cuerpo físico. Podemos alentarle, podemos estimularle, podemos aconsejarle, pero no podemos transgredir las leyes del cuerpo; las conoce mejor el elemental que nosotros mismos porque constituye su naturaleza, su razón de ser. Y lo mismo ocurre con el plano emocional, y todo es psicología trascendente lo que estamos diciendo, fijaos bien, en el campo emocional sucede lo mismo. Hay que dejar que gobierne su pequeño universo el elemental constructor del cuerpo emocional, solo hay que vigilarle, de ahí la atención, porque si los elementales se sienten observados, estarán de acuerdo con el Yo. Si los dejamos solamente a su augurio o a su destino, a su modo de ser, a su naturaleza, seguramente se sentirán atraídos a la ley de la materia, que ellos conocen perfectamente porque constituyen la naturaleza misma de la materia, o a la sustancia misma de la materia. Nosotros solamente nos apropiamos de una cantidad de materia para crear nuestros cuerpos y nada más, y él lo suministra, es nuestro suministrador, nuestro secretario podríamos decir; entonces, vigilad al secretario y, si lo vigilamos, él se comportará correctamente y él te dirá: Tengo hambre, tengo sed, tengo tal cosa. Tu dirás: bueno, sí o bueno, no, porque tu sabes que él siempre tira hacia la materia y lo que te interesa es que venga hacia las leyes del espíritu. Por esto se habla de la regeneración de la sustancia o de la redención de la materia, ¿por qué? porque tenemos un deber para con nuestro pequeño universo. No sé si os habréis dado cuenta que siempre están pidiéndonos cosas nuestros elementales; y luego la cantidad increíble de vidas que constituyen estos elementales; la cantidad increíble de átomos que constituyen una célula o un grupo de células o de moléculas, y todas tienen vida y conciencia, una conciencia de sumisión mejor que la nuestra, a veces, de cómo nos comportamos en la vida social. Tienen conciencia social los átomos.
Pues bien, si nosotros vemos esta conciencia social y aprendemos de esta conciencia social, quizás sepamos lo que significa la ley del grupo. Ellos, los átomos, se agrupan por vibración, digamos, por expresiones típicas de energía y hay jerarquías atómicas; por ejemplo, la jerarquía de átomos que están construyendo las moléculas que constituyen la piel, no tienen la misma jerarquía que las que constituyen las células del cerebro o las células de los ojos, que son las más importantes del individuo. Luego hay una jerarquía, luego hay centros de energía dentro del cuerpo, con conciencia de la misión que tiene, por ejemplo, el corazón. Tiene una conciencia increíble y experimental que lleva el corazón o que lleva la circulación de la sangre, o que lleva el sistema nervioso, o el que realiza el contacto entre el sistema nervioso y los nadis. Se llaman los grandes comunicadores de la materia y de los cuales se nos habla muy poco en los tratados esotéricos. Y ahora que estamos entrando en una era científica, tenemos que aprender de lo que hace el átomo para nosotros apropiarnos. Trajeron de Venus las hormigas y las abejas para que el hombre tuviera noción de lo que es una organización social perfecta. Todos para uno y uno para todos. ¿Cuándo el hombre puede realizar una conciencia social como una hormiga, que todos van a la una y no hay discrepancias? Y la que transgrede la ley es muerta por sus propias compañeras; es la ley de la jerarquía. Cuando un discípulo revela secretos irrevelables, su condición normal es la muerte. Por lo tanto, lo hemos aprendido de estos animalitos, lo hemos aprendido o lo vamos aprendiendo, del conjunto atómico que construye nuestros cuerpos y, si estamos atentos, lo comprenderemos de los grupos angélicos, de aquellos grupos que están dentro de los espacios intermoleculares que separan los mundos y los sistemas. Sus habitáculos son el espacio puro, el espacio virgen, el espacio incontaminado, y nosotros deberemos aprender la gran lección de introducirnos conscientemente en estos mundos, en estos vacíos.
De ahí que hablamos de vacío, porque si no hacemos un vacío en la mente, en la emoción o en el cuerpo, —hablando simbólicamente— no podemos contactar los ángeles; no podremos recibir sus enseñanzas, no podemos gozar de su amistad y de su ayuda desinteresada, de su ayuda realmente fraternal. Se nos dice que, al final de la cuarta ronda y al iniciar la quinta, tendremos contacto con los ángeles. Sabemos, también, que tenemos entre nosotros individuos que pertenecen a la quinta ronda y que han encarnado para ayudar a la humanidad. Sabemos, también, que Buda pertenece a la sexta ronda, el único en el planeta que pertenece a la sexta ronda de nuestra cadena y, por lo tanto, tenemos ayuda por todas partes. Pues bien, hay ángeles de la quinta ronda introducidos en los niveles mentales del planeta, procedentes del plano búdico, que están tratando de ayudar a la Jerarquía para establecer contacto con todos los seres humanos que estén preparados convenientemente y, como que estamos llegando a un tránsito tremendo de eras, se nos va la era de Piscis y está entrando la era de Acuario, hay una dificultad, porque si podéis aprender que Piscis tiene conciencia psicológica y que Acuario tiene conciencia psicológica, veremos que la conciencia psicológica de Piscis está luchando por quedarse todavía, en tanto que hay un empuje de la conciencia de Acuario que está tratando de que se vaya. Es por la fuerza del karma y por la fuerza de las cosas que la entidad que constituye el signo de Piscis, desaparecerá gradualmente para ingresar en otras dimensiones. Todo esto son cosas que, si utilizáis la analogía, es fácil de comprender. Bueno, me refiero a que, cuando hay una lucha entre dos grandes constelaciones, disputándose la presa, que es la Tierra, existen grandes conmociones.
No solamente porque se trate de Piscis y de Acuario; cuando Acuario esté y comience otra vez Aries, encontramos el mismo problema, porque estamos tratando precisamente esas cosas, en el sentido de asignarle, y queréis más valor psicológico que asignarle psicología o fuerza psicológica a las constelaciones, a las corrientes de rayo, a los planetas, a los sistemas solares. Ya no podemos pasar más allá en la psicología esotérica. Estamos hablando de los grandes psicólogos, incluso hay un departamento de psicología dentro de la Jerarquía, como hay un departamento de astrología, como hay un departamento de arte, como hay un departamento de ciencia, como hay un departamento de religión, como hay un departamento de cultura, de civilización, dentro de la Jerarquía; y todos están tratando de ayudar al ser humano y, en general, de ayudar a la naturaleza entera. Y es interesante ver como se van manifestando, digamos, estas fuerzas en nosotros y como nosotros tenemos que tratar de ser conscientes. Podemos imaginar que una corriente astrológica sea angélica y que tenga conciencia, una conciencia realmente particularizada, porque todas las personas que tengan un signo tienen ciertas características idénticas, aparte del karma, y la reacción de estas fuerzas sobre el individuo son enormes, lo que pasa es que el hombre siempre coge la parte inferior de las cosas debido a su evolución. Pero cuando tengamos una evolución suficiente, cuando estemos entrando en otra era o cuando nos vayamos convirtiendo en ciudadanos de la 5ª Ronda, aun perteneciendo a esta ronda…
Ahí está el milagro, ahí está el por qué de la iniciación, entonces veremos las cosas con una claridad magnífica y utilizaremos la clave de la simbología, de la numerología y de la analogía para descubrir aquello que todavía nos falta descubrir o que se va revelando al no ofrecer resistencia. ¿Cómo se produce el milagro, preguntaréis? Pues bien, haciendo un vacío, ya estamos ahí, en el vacío, y ¿qué es el vacío entonces? Es el dominio que tiene el hombre en su ambiente, es la protección que tiene el hombre de su ambiente; es el poder que tiene el hombre de manifestarse tal cual es, dentro de su propio círculo-no-se-pasa; es la capacidad de extender este círculo-no-se-pasa, es la capacidad de pensar con la mente de Dios y convertirse, por lo tanto, en un verdadero iniciado, en un verdadero mago blanco. Pues bien, ¿por qué no dejar de pensar en lugar de pensar cosas sin importancia? Podéis hacerlo, empezad ahora mismo; no esperéis a mañana. En lugar de meditar, dejad de meditar, dejad de pensar, veréis qué milagro se produce dentro de nosotros. Porque estamos en una era en que la mente no servirá prácticamente para nada, la mente concreta me refiero; porque las computadoras deberán realizar el trabajo que tiene que realizar ahora el hombre, y el trabajo de memorizar es el estigma más grande de la educación, trabajar sobre un cerebro indefenso, acumulando memorias, destruyendo las células que están preparadas para cosas mejores, que están preparadas para la intuición y tienen que estar pendientes de recuerdos constantes, sedimentados, que han quedado petrificados. El día de mañana, si se contempla con los ojos de la clarividencia, cuando se vea que van los niños al colegio sin nada, sin libros y sin nada, solamente con un bagaje interno intuitivo, porque lo demás ya lo tienen. Un dato cualquiera de la historia, que tienes que trabajar la memoria para recordar; qué rey hizo tal cosa o quien asesinó a tal otro en la historia; quien ganó tal batalla, dónde se produjo tal batalla. Si con las computadoras con un botón lo tendremos delante, en una gran pantalla. Solamente el individuo, el educando, mirará aquello y entonces emitirá sus propias opiniones sobre aquel hecho, lo cual significa que estará creando. ¿Os dais cuenta, las posibilidades?¿Por qué no empezamos ahora, ya? Tenemos ya las computadoras y, sin embargo, los educandos todavía están suicidándose porque no pueden resistir la presión del recuerdo, porque no le han abierto unas células que son las de la intuición, que son las que crean este gran vacío, dentro del cual el hombre es feliz y que lo libra de todos los males del mundo, como se dice bíblicamente.
Hay que estar pensando en estas cosas para introducirnos en niveles de conciencia que están, precisamente, requiriendo nuestra atención. ¿Verdad que antes no se hablaba de la serena expectación?, se hablaba de concentración, lo cual significa que la mente tiene que estar circunscrita a un punto determinado, incluso cuando se crea hay una serena expectación, significa que la totalidad del pensamiento del Logos está en un punto del espacio. Pues hay que hacer lo mismo, cuando la totalidad del pensamiento del hombre se cifra en un punto de la mente la mente se disolverá, no podrá resistir la presión del pensador. Entonces, irá creando un vacío tremendo y este vacío tremendo estará ausente del pensamiento conocido, del intelecto. Los Maestros no precisan del intelecto, lo recuperan a voluntad, porque está ahí, el conocimiento. Todo cuanto el hombre puede conocer está ahí, en cualquier partícula del espacio hay recuerdos. El psicómetra, por ejemplo, mirando cualquier objeto puede reproducir la historia de aquel objeto, desde que se inició como átomo hasta la forma que tiene actualmente. Pues si sabemos esto, hay que tratar de vivir en un punto dentro de nosotros mismos, dentro del cual el pasado, el presente y el futuro estén armonizados por completo.
Deducción: en el silencio creador, en el vacío tremendo que hemos, creado existe Dios, existe el Ser, existe la eternidad, existe la paz, la fraternidad, está Parabrahman, allí es un hecho. Repito, ¿por qué no dejáis de pensar, ya, en lugar de meditar? No digo que no estudiéis, digo meditar, tal como lo hacéis. Yo he estado meditando, he estado enseñando meditación durante muchos años, hasta que me he dado cuenta de que en la Nueva Era, la meditación es el silencio, porque estamos dentro de unas energías superiores; las energías del 1º Rayo se manifiestan intelectivamente, se manifiestan en términos de intuición, tremenda, o en términos de atención y hay que aprovechar los dictados de la Nueva Era, sino quedaremos circunscritos, como siempre, dentro del límite de los recuerdos, del pasado. Y, claro, habrá que hablar del karma y, entonces, habrá que hablar de Pralayas y Manvántaras o de reencarnaciones y de Devachanes constantes, hasta que lleguemos a la purificación. Me pregunto, ¿por qué no empezar ahora? Cuando hablo de Agni Yoga, hablo por experiencia, no hablo de una cosa romántica; es algo que se puede vivir ahora; es, si me lo permitís, la entrada en la 5ª Ronda, o, si lo preferís, entramos en el 5º Reino, que es lo mismo. El 5º Reino, la 5ª Ronda y el 5º Rayo están unificados; lo lleváis al plano cósmico, 5º Plano Cósmico, y tendréis una realidad futura para el hombre. Y hay que empezar ahora. Os es difícil dejar de pensar, ¿verdad?, hay que hacerlo, porque sino quedaréis inevitablemente bajo la égida de los recuerdos y constantemente estaréis sufriendo los efectos del recuerdo. Cuando entréis dentro de ese gran vacío que habéis creado, entonces sabréis lo que es la intuición, sabréis lo que significa poder conversar telepáticamente con otras personas que están dentro de aquel vacío también o que tienen vacíos análogos. La reacción entre uno y otro vacío es el mensaje telepático que os formáis. El Maestro lo considera como un vacío, tremendo, insalvable todavía por nosotros, pero que permite una ciertas aperturas para aquellos que han realizado un cierto vacío en su interior. Y hay que intentarlo; es una experiencia muy interesante. No es el fruto de un día, ni de una hora, ni de una semana, ni quizá de un año tampoco, quizá de veinte años, no importa el tiempo, es empezar ahora. Empezar a dejar de pensar en lugar de pensar y veréis que se va aniquilando el pensamiento. Lo que vais a hacer es que el pensamiento lo tendréis en un rinconcito, bien guardadito, para utilizarlo cuando creáis conveniente, pero quien mandará sois vosotros, no el pensamiento. En tanto el pensamiento esté dueño de la mente, no podéis ser los pensadores, sino que seréis los pensados; ¿os dais cuenta de la diferencia entre el pensador y el pensado? Entre el que ha creado un campo de experiencia y aquel que está constituyéndolo.
Interlocutor. — Hay dos diferentes tipos de experiencias que me lleva a una conclusión en la pregunta. La primera de estas experiencias es ser consciente de estar en el punto A, ser consciente de que estoy en la cama durmiendo, B, ser consciente de que el cerebro me está reproduciendo la situación, C, por no, quizá, saber como decirme cómo es A. Entonces esto me dice que hay un cuarto estado que observa estas tres. Luego otra a la inversa, es decir, ser consciente de mi desplazamiento de los cuerpos que se van fuera del cuerpo y que mi consciencia queda en el cerebro físico. Entonces, la conclusión: no hay continuidad de conciencia. La pregunta: ¿Cuántas o cuántos tipos de conciencia hay, es decir, mientras la conciencia cerebral actúa está en el cerebro y, a la vez en otros sitios?, ¿hay la conciencia en todos los planos, aunque el cerebro físico no esté consciente? En fin, ¿cómo ves esto?
Vicente. — Supongamos que tengamos conciencia en todos los planos y no tengamos desarrolladas las células del cerebro; no hay posibilidad de tener recuerdo de aquella experiencia o de aquella conciencia. Otra situación, supongamos que seamos autoconcientes, podemos ser autoconcientes en el plano mental, por ejemplo, y tener un cerebro físico tan sutil que podamos reproducir exactamente la experiencia y recordarlo como un hecho físico. Lo mismo ocurre con la autoconciencia en el plano astral, siempre y cuando el cerebro esté educado de una manera o desarrolladas las neuronas del cerebro que puedan reproducir aquellos recuerdos. Pero, la situación que hay que buscar, para hallar la continuidad de conciencia —para mi lo más interesante es que tengamos continuidad de conciencia— es ser concientes en el plano físico. Si somos concientes en el plano físico, que raramente lo somos, siempre estamos muy distraídos, eh, de ahí que siempre estamos haciendo énfasis sobre la atención, pues entonces, si estamos muy atentos en el plano físico, tarde o temprano desarrollamos en las células del cerebro la atención. Atención y recuerdo son dos actividades sinónimas, a más atención más recuerdo, a menos atención menos recuerdo; hablamos en términos físicos del cerebro físico. Pues bueno, si estamos en un mundo tridimensional y cada una de las células del cerebro son tridimensionales, su evolución nos lleva solamente hasta aquí. Pero, si las matizamos, las convertimos en instrumentos concientes de atención en el plano físico, dejaremos entre célula y célula un espacio vacío; ese espacio vacío es el que se llama contenedor de los recuerdos de otras dimensiones. Os hablo muy psicológicamente, porque es mi campo de expresión y conozco bien este asunto. Entonces, si estamos muy atentos, la misma atención hace que las células se especifiquen tanto, que se individualicen y entre ellas constituyen un vacío, entre las dos; el misterio del recuerdo de otras dimensiones está en aquel pequeño vacío, entre un átomo seleccionado y otro átomo seleccionado, por la actividad de nuestra atención.
Quizá nunca habíais oído hablar de estas cosas, pero constituye uno de los primeros conocimientos que te asignan en el Ashrama para comprender lo que es la continuidad de conciencia. ¿Por qué os digo que dejéis de pensar? Porque al pensar acumuláis energía sobre las células, pero no las desarrolláis, acumuláis energía. ¿Por qué tenéis dolor de cabeza a veces?, por congestión de las células, porque el pensamiento está gravitando constantemente sobre las células y los recuerdos, lo mismo. Si dejáis de pensar, ¿qué pasara?, que las células se individualizarán viviendo en su propia esfera. No será humana esta individualización, pero constituye un tremendo poder para la propia célula en su evolución. Entonces, como hablamos de vacío, el vacío que creáis vosotros con la atención dentro del cerebro físico, constituye verdaderamente, allí donde el recuerdo de otras dimensiones puede dar continuidad. Ahora bien, en los niveles superiores, en el plano astral, en el cuerpo astral, sucede un fenómeno idéntico, porque para adquirir la autoconciencia astral tenéis que estar muy atentos astralmente, y ¿cómo vamos a estar atentos si el deseo está constantemente enseñoreándose del cuerpo mental?, entonces las células del cuerpo astral no tienen vacíos, no pueden tener continuidad tampoco. Continuidad y autoconciencia es la misma cosa; existe después la triple autoconciencia unificada del cuerpo, a través del cerebro por células especializadas, a través de la especialización de las moléculas o de las células del cuerpo astral; y, después, la especialización de las células y moléculas del cuerpo mental, que son los tres cuerpos con los cuales estamos interesados en la actualidad, no hablamos del plano búdico, pero está constituido, las células serán más refinadas cada vez, hasta llegar al plano ádico, pero siempre dentro de una estructura realmente geométrica. Por lo tanto, así como en los planos superiores existen moléculas tan separadas que hay espacios intermoleculares, porque el hombre no opera afortunadamente en aquellos planos, aquí sí, en la mente, en la emoción, en el cuerpo astral, y en el cuerpo, sí; tenemos una acumulación de energía que impide que las células se liberen; y diréis, ¿es posible que la intensidad de la energía no libere? es que es la calidad de la energía, no es la cantidad, y cuando hablo de vacío hablo de calidad de energía; y para mí, la mejor de las calidades es la atención, la atención suprema en cada una de las cosas que estamos realizando. Y si os olvidáis de estar atentos no os preocupéis, volved hasta que vuestra mente sea dócil a vuestro mandato. Vosotros sois el pensador, por lo tanto, dentro de la esfera de contacto, mandáis, sois los jueces supremos, sois los señores de vuestro propio destino. ¿Podéis aliar ahora lo que es la liberación de los Señores del Karma, la liberación espiritual, con estos espacios intermedios, con este vacío creador que estamos constituyendo? Cuando venís aquí, se hace que el silencio reste karma, os sentís invadidos por el silencio, a pesar vuestro os sentís llevados por el silencio; ¿qué significa? que el grupo como grupo ha creado un vacío, y este vacío es creador y por lo tanto, hay un contacto dévico y jerárquico.
Interlocutor. — No, de todas las maneras, esta continuidad de conciencia, y siguiendo con el tema, ¿permitirá al hombre, entonces, establecer contactos angélicos, o bien es a través de estos contactos angélicos, que el hombre pueda adquirir continuidad de conciencia?
Vicente. — Es un fenómeno conexo. No puedes crear un vacío sin tener continuidad de conciencia y sin tener contactos dévicos. El problema está en la mente, y en los demás cuerpos, pero es la mente quien ha de llevar a su equipo a su plena consumación. Por lo tanto, si estáis atentos, muy atentos, notaréis que dentro de vosotros se hace un vacío y en la atención se disuelve el pensamiento y en la atención, cuando es suprema, se disuelve el deseo. El deseo, como todas las cosas, se convierte en algo mejor, no sabemos lo que será, el hombre no irá en pos de los deseos, sino que los deseos irán en pos del hombre, que no es lo mismo. El ser solicitado o el solicitar. ¿Le pedimos al deseo las cosas?, es el deseo quien tiene que pedirnos a nosotros; y el pensamiento debe pedirnos las cosas, no nosotros pedir cosas al pensamiento, lo cual significa que siempre estamos pidiendo recuerdos al pensamiento y no le pedimos intuición ni inspiración. ¿Es psicológico o no, esto? Hablamos del hombre, hablamos del hombre en una situación particular, particular en el sentido de que no todos los seres humanos desdichadamente son discípulos, o están en la carrera de ser promocionados a discípulos, o están siendo probados como discípulos, o están siendo aceptados como discípulos; o son discípulos juramentados. Significa que han estado en contacto con el Maestro y han aceptado ingresar en la Logia de los Maestros. Y todo esto, si lo analizáis, es una creciente constante del vacío que hemos creado.
El Sendero es un vacío, puesto que Cristo decía: “Yo Soy el Camino, Yo Soy la Verdad, Yo Soy la Vida”, porque todo estaba dentro de Él; y ¿por qué no decimos nosotros también lo mismo? yo soy la facultad de pensar, yo soy el deseo, yo soy el cuerpo, en un sentido, digamos, de que yo puedo dominar el cuerpo, no en el sentido de que el cuerpo me esté controlando. Son experiencias, por ejemplo, la experiencia de saber qué es lo que ocurre dentro del cuerpo, de escuchar el cuerpo, de escuchar los millones y millones de voces que se elevan de cada átomo. Cuando tenéis fiebre, cuando están luchando los átomos de vuestro cuerpo para curaros la enfermedad, oiréis un ruido especial, que es vuestra nota, la nota de vuestra fábrica; después se extingue. El discípulo tiene constantemente este ruido dentro de sus oídos, es la voz de los átomos diciendo: Yo estoy aquí, es lo que sentirá Dios, seguramente, cuando los hombres empiecen a funcionar; sentirá la voz de los hombres, y ahora no puede sentirlo todavía, porque los hombres no han elevado su voz, su oración, su plegaria al Altísimo. Estamos en la encrucijada, os repito, de energías, y hay energías, como sabemos del 1º Rayo, unas energías de 1º Rayo que no son de tipo mental concreto, sino que provienen de los altos lugares del Sistema y que, por lo tanto, no podemos ofrecerles un cauce anticuado, no podemos ofrecer un odre viejo para el vino nuevo y aquí está siempre la gran parábola de Cristo, o las grandes parábolas de Cristo; siempre serán esotéricas porque siempre tienen fundamento específico, de verdad y realidad, para el esoterista. Incluso los misterios analizados en sus profundas raíces son vacíos dentro de un gran vacío, y al decir misterio me refiero a las iniciaciones: vacío dentro del gran vacío de Dios.
No sé si vais comprendiendo, y cuando os digo dejad de pensar, no penséis que vais a aniquilaros, sino que vais a estilizar vuestro pensamiento, primero, lo vais a llenar de cualidad y una vez tengáis realizada la cualidad, desaparecerá la cualidad y el pensamiento, quedará algo que desconocéis: será el propósito. Y el propósito y el vacío son sinónimos, y cuando el Propósito de Dios se mueva dentro del vacío, como Dios se mueve sobre las aguas, cuando la creación, entonces podéis decir que sois iniciados. Y hay que empezar ahora, porque la única manera de ser iniciado es empezar ahora haciéndolo. No puede ser diferente el principio del fin, ni el fin del principio. Por lo tanto, ¡empezad ahora! Si no empezáis ahora, jamás encontraréis el fin de algo. Si dejáis de pensar, ¿qué pasará? Que pensaréis en grandes proporciones, que dejaréis de lado muchos pensamientos nocivos, que os liberaréis de los inoportunos pensamientos y recuerdos, que adquiriréis la facultad de trepar concientemente por el Antakarana, que el Antakarana no será una cosa sino que será un Ser, un Ángel que se eleva al cielo. Podéis hacer y deshacer el Antakarana, podéis tejer y destejer los acontecimientos, y esto, ¿por qué? Solamente porque estáis atentos en el plano físico. Si estáis atentos en cualquier punto de la mente, el pensamiento dejará de pensar. Si os es difícil concentraros en la nada, concentraros en un pensamiento, no lo dejéis y veréis como aquel pensamiento, a fuerza de ser observado se va a disolver, no dejará una estela de recuerdos, solamente quedará la fruición del contacto y el contacto es siempre con el Yo superior, con el Alma y, finalmente, cuando los tiempos sean llegados, con la Mónada, de la cual tanto hablamos, pero que la tenemos ahí. Somos la Mónada en encarnación física, daos cuenta de esto. Estamos tratando con grandes verdades. Si os dais cuenta de esto, entonces empezaréis a vivir la vida realmente, la vida real, la vida tal como está preparada para los tiempos presentes.
Y, como os decía, y voy terminar, no quiero cansarles más, hay que empezar a fabricar en nosotros una individualidad que pertenezca a la 5ª Ronda. La 4ª Ronda ha deparado grandes transformaciones sociales y aún le falta casi tres rondas más para constituir lo que llamamos una consumación de ronda, o una cadena. Entonces, si somos dentro de la cadena, y estamos involucrados dentro de la cadena, somos parte de la cadena, somos átomos de esta cadena, átomos concientes de esta cadena, podemos acelerar el impulso de la cadena pasando de una ronda a otra sin dejar esta ronda. Igualmente podemos pasar al 5º Reino sin dejar de ser seres humanos. No seremos gente estrafalaria, no seremos gigantes, como parecía antes, sino que seremos seres normales, pero con un contenido esotérico tremendo. Para nosotros hablar con los ángeles será tan normal y corriente como hablar entre nosotros, y esto está tratando de decir la Jerarquía a través de los discípulos. Últimamente han surgido grandes libros sobre los ángeles, no en España, en todas partes del planeta, porque es un imperativo de la Jerarquía, lo cual significa que es una necesidad para la propia humanidad, de que existen esos contactos. Pero, de todas maneras, id pensando en esto que he dicho de pensar y dejar de pensar, porque veréis que, a medida que fabriquéis este vacío, a fuerza de dejar de pensar, vendrá a vosotros el verdadero pensamiento, porque el pensamiento negativo es la más alta forma de pensar.
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
22-Marzo-1984