CONFERENCIA
VICENTE BELTRAN ANGLADA
Agni Yoga
La Serena Expectación y las Disciplinas Meditativas.
Barcelona, 3 de Noviembre de 1.983
"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".
-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
Agni Yoga
La Serena Expectación y las Disciplinas Meditativas.
Vicente - Se me ocurre preguntar si hay algún comentario acerca de la conversación que tuvimos el jueves pasado, si ha suscitado alguna respuesta interna en cada uno de vosotros o si queréis continuar con ese tema tan fundamental como es la relación de los individuos dentro de un grupo.
Interlocutor - A mí se me ocurre preguntar al respecto, que así como en las escuelas ocultistas o todas las escuelas místicas enseñan algún tipo de meditación; es decir, hay en el camino del probacionista, del discípulo o el aspirante, siempre hay una cierta faceta que podría ser un tanto por ciento “x” de conocimiento, un tanto por ciento “x” de meditación, y luego una resultante que sería el servicio, ¿no? Entonces, aquí prácticamente hemos venido, como decías el jueves pasado, si el hecho de que de alguna manera no nos hayas dado ninguna tipo de disciplina para fuera de nuestras actividades o reuniones grupales, podría ser algo, o un pequeño handicap para que estas aristas no acaben de unirse.
Vicente - Habría que decir, en primer lugar, que la buena voluntad, el deseo de bien escapan a toda disciplina. La persona se disciplina siempre porque siente un vacío en su interior y quiere rellenarlo con algo, entonces se le ocurre llenarlo de meditación, llenarlo quizás de promesas o de esperanzas, pero realmente la meditación debe ser constante, debe resistir el fuego de la prueba. No podemos decir: “Ahora me retiro a meditar, después saldré de la meditación para entregarme a mis quehaceres profesionales, particulares o sociales”. Pero, naturalmente, cuando se hace el vacío dentro del diario vivir —estoy hablando en términos de Primer Rayo— la meditación, en cierta manera, es una escapatoria de la realidad. Daos cuenta que la presentación de las técnicas pertenece a aquellas etapas en que el discípulo está aprendiendo a volar, por decirlo de alguna manera. Cuando está ya lanzado —y aquí hay una insinuación para algunos de vosotros— cuando ya está lanzado, entonces se da cuenta de que la meditación en sí no le basta, es decir, el retirarse 10, 20, 30 o los minutos que sean para entregarse a su yo superior. Si precisamente la batalla de la vida, con todos sus problemas y dificultades, es la mayor de las escuelas iniciáticas y meditativas. Entonces, es por tal motivo, que de acuerdo con la Doctrina del Corazón, no la del Ojo —que es la del conocimiento— la Doctrina del Corazón aboga por aquel estado de conciencia que resiste, y se adapta a las situaciones ambientales, sean de la naturaleza que sean. Es decir, cada momento del día se convierte en una meditación, cada acontecimiento, cada hecho, cada circunstancia, es un pensamiento simiente que hay que considerar. ¿Cuantos discípulos siguiendo este impulso de meditación se separan a veces de sus obligaciones profesionales, o de sus obligaciones familiares o de sus obligaciones sociales? Hay que darse cuenta de la sutileza de lo que trato de decir, de que la meditación ha de ser la propia vivencia, no un esperar algo como fruto de la meditación. La meditación en sí es la Vida que estamos viviendo tan atentamente como nos sea posible. Digo, que os estoy hablando en términos de Primer Rayo, en términos de grupo, en términos de sociedad, en términos, no de localidad, sino de nación, o algo internacional, por decirlo también, para hacer más énfasis sobre la situación. Cuando estamos viendo una circunstancia y estamos atentos a ella, no importa que la circunstancia se produzca aquí o se produzca en otra parte del planeta, es una circunstancia, es un hecho, es un pensamiento simiente y así hay que notarlo, reseñarlo y finalmente vivirlo, porque tal es el principio mágico de la Ley.
Anteriormente, o antaño, el discípulo era programado, por decirlo así, a través de una serie de meditaciones, a través de una serie de disciplinas, porque la disciplina exige esfuerzo y el esfuerzo es para controlar, o para dominar, gobernar a los vehículos. Es decir, que ahora de improviso nos encontramos, que la mejor forma de hacer es no hacer y aquí hay una paradoja muy esotérica, porque cuanto menos hacemos, a veces, desde el ángulo oculto, es cuanto más trabajamos y sentimos y vivimos. Me refiero solamente a esta diferencia, porque si os doy una disciplina —y Dios me guarde de hacerlo— seguiréis la disciplina porque yo lo he dicho, no porque sintieseis la necesidad. Esto es un mal que ocurre con todos los grupos, que siguen disciplinas, que tratan de ajustarse a ciertas técnicas meditativas, pero naturalmente, estamos en la época del Agni Yoga y el Agni Yoga para los verdaderos discípulos, siguiendo la técnica “como sí”, ya se hubiese construido el Antakarana y estuviésemos lanzados ya hacia las profundidades místicas del plano búdico. ¿Entendéis lo que quiero significar con esto? Significa que hay que dejar las armas, porque no tenemos porqué luchar, hay que dejar la disciplina, porque allí donde hay disciplina es que no hay pureza y donde hay pureza, forzosamente, no tiene que haber disciplina, porque la pureza es total, se basta a si misma, la disciplina no, se basta en espacios, mas o menos vacíos, más o menos llenos que hay que vaciar o que hay que rellenar y decir: “Se trata de hacer algo” y la dificultad más grande es dejar de luchar; porque hemos crecido a través del tiempo, por la disciplina, hacer esto o lo otro, buscando una meta definida, pero si no hay meta alguna en la vida definida, sino que existe la propia vida como meta, entonces, si la vida es la meta, es viviendo como alcanzaremos la meta, como nos convertiremos en la meta y como seremos el propio objetivo de la meditación, nosotros, no algo externo. Un pensamiento simiente nos obliga a pensar, pero la contemplación de la naturaleza no nos obliga a pensar, exige contemplación, exige atención, simplemente esto. Por lo tanto, cuando hay personas que están dando meditaciones, es porque están traficando valores inferiores. Pero si os estamos hablando constantemente, desde hace años, en los Ashramas, acerca del Plano Búdico y acerca del Primer Rayo. Cuando se llega a cierto estadio nos damos cuenta de que realmente mucho de cuanto hicimos es un esfuerzo que se malgastó en vano y un esfuerzo malgastado siempre trae como consecuencia el arrepentimiento y como que el arrepentimiento es falso, porque todo el tiempo que hemos desperdiciado se ha perdido, está más allá del arrepentimiento porque ya está realizado y que el arrepentimiento por tanto no sirve para otra cosa que para conturbar al pensador. Entonces, mejor lanzarse a la gran aventura de la búsqueda, la búsqueda de los valores eternos, la búsqueda del por qué de la vida y el por qué de la vida es la propia vida, es el vivir, no el pensar en la vida, como es la meditación. La meditación piensa en la vida, establece una diferencia entre el pensador y el objeto de la meditación. Pero, ¿qué sucede cuando el pensador está tan atento a cualquier circunstancia, que él y la circunstancia se han aproximado tanto que se han convertido en la misma cosa? Entonces, en este estado de unidad existe la Contemplación y existe la Paz y existe el gozo supremo de la Acción Creadora, está más allá de la meditación ¿verdad?, no nos esforzamos por meditar, no nos interesa perdernos en los laberintos, en las ecuaciones mentales, estamos simplemente registrando constantemente, sin detenernos en los registros, lo cual significa que no queda memoria. La memoria es la causa del remordimiento ¿verdad?, pero si no efectuamos elucubraciones mentales, si no nos atenemos a registros más o menos perfectos de lo que estamos haciendo, sino que estamos tan atentamente apercibidos en todo momento, circunstancia y lugar, que la mente quede vacía en la fruición de la acción, entonces se produce un éxtasis que está más allá de nuestra comprensión, y esta es la enseñanza que se da actualmente en los Ashramas de la Jerarquía.
A medida que va pasando el tiempo, y hablando en forma muy mística, nuestro Logos Planetario está hollando el Sendero Cósmico y está entrando en la vía Iniciática, nos sentiremos impulsados cada vez más a vivir de esta manera tan desguarnecida, tal vulnerable en forma mental, emocional y física que, naturalmente, habrá una transformación social, porque empezaremos por transformarnos a nosotros mismos, y al transformarnos a nosotros mismos se transforma la sociedad, se culmina la acción creadora, se crean las circunstancias, porque no se les hace resistencia, y todo cuanto está sucediendo en el mundo, es porque la humanidad está registrando valores del pasado basados en el arrepentimiento, basados en la acción retardada, en la acción caduca, en aquella acción que ya no puede darnos nada, porque ya no posee el valor del momento, del eterno ahora, que es donde se gesta la verdadera meditación. ¿Os dais cuenta? Si pudiésemos llegar a comprender que lo que le ocurre al pensador en sus dificultades, es porque no ha logrado distanciar entre sí sus propios pensamientos, que los haya dejado tanto que se produzca la acción creadora por este vació creador de la conciencia. Bien entendido, que Dios no puede llenarnos si no estamos vacíos y todo el programa de la meditación es llenar la mente de algo, y no es que vaya contra la meditación, sino que soy consciente de que estoy hablando con algunas personas que auténticamente quieren reproducir en sí mismas la acción universal, la acción del propio Logos Planetario que vive constantemente su eterno ahora, de ahí que su conciencia esté constantemente culminando, porque la meta se irá aproximando sin que pensemos en ella, nuestro afán es disparar constantemente la flecha del entendimiento tan lejos como sea posible, sin preocuparnos donde va a parar la flecha, simplemente disparar la flecha del entendimiento, para que no se paralice la acción, porque si se paraliza el entendimiento en alguna circunstancia, en algún hecho o en alguna persona, automáticamente se produce un cortocircuito dentro de la conciencia, y automáticamente dejamos de vivir el eterno ahora.
Hemos creado el tiempo, y el tiempo es el que exige de nosotros la meditación, el tiempo siempre posee un vació en sí mismo, no está lleno el tiempo, es como el deseo, el deseo jamás culmina, porque vamos siguiendo el deseo y las circunstancias aliadas con el deseo, y si pensamos que es inspirados por el deseo y si meditamos es porque existe el deseo de llegar a cualquier parte, y al querer llegar a cualquier parte es cuando creamos la sensación de tiempo, y lo que se pretende actualmente en los discípulos avanzados es que dejen de crear el tiempo dentro de la conciencia, que dejen de proyectarse, que se queden varados, silenciosos, expectantes, porque en esta expectación se halla el supremo goce de la vida; es la Paz, es la Felicidad, es el Éxtasis, y progresar de esta manera, sin perderse, repito, en el laberinto de las ecuaciones mentales, sin perderse en el confusionismo de la acción retardada, de aquella acción que crea tiempo y crea distancia y por lo tanto el arrepentimiento. Y naturalmente, como que estamos constantemente arrepentidos, porque no estamos contentos con lo que hemos hecho en el pasado, constantemente tenemos que traficar con soluciones, con soluciones mentales o emocionales y naturalmente tenemos que disciplinarnos, tenemos que estructurar dentro de la conciencia algo ficticio, algo que no pertenece a la conciencia, algo que no pertenece a Dios, algo que pertenece a nosotros, simplemente. Si os dais cuenta de que estamos aquí por algo más de que estar reunidos un grupo de amigos, como decía el otro día, de sentir conjuntamente el gozo de la meditación, de sentirnos, siquiera parcialmente, silenciosamente expectantes. Sin embargo, no es esto lo que se trata de hacer, lo que tratamos de hacer, e insistiré siempre mientras me queden fuerzas, en que el motivo de la acción es el propio Dios, es el propio Logos Planetario, y que somos sus vehículos, que constituimos parte de sus centros, —sus centros etéricos— que Él sin nosotros no es nada, como nosotros no somos nada sin Él, que formamos un conjunto unido que trabaja y colabora con sus designios, y Él, a su vez, inflama el designio de nuestro corazón y nos hace ver las cosas claras, diafanamente, situadas como una inmensa perspectiva ante nuestras miradas, y entonces solamente hay que seguir de una manera pausada, sin detenernos, pero con una gran atención, dejar la vida presurosa para los demás, porque si la vida no se hace presurosa llegan más rápidamente a su destino. Es como aquel dicho: “que no por mucho madrugar amanece el día más temprano”. Son cosas que hay que considerar, porque en los dichos del pasado, singularmente en los que están enraizados en las entrañas de los pueblos, se nota la vida esotérica de la propia Divinidad. Pero, resumiendo, cuando estáis muy atentos, muy recogidos, se produce un milagro de orden dentro del corazón, que se escapa del caos existente por doquier. Es aquel silencio que no viene provocado por la disciplina, porque la disciplina da una paz ficticia, el contacto supremo viene cuando la persona ha dejado de luchar, deja las armas arrinconadas, porque ya no le sirven, porque ya no desea luchar, ha perdido el afán de la lucha, su corazón ya no está reseco, está inflamado del Amor de Dios, y este Amor de Dios se proyecta a través de sí. ¿Sabéis el milagro de la radiación a la cual hace tanta referencia el Maestro Tibetano? Es el dejarse completamente vulnerables a la acción del creador dentro de nosotros, porque sin intentar controlar o dominar los vehículos, ellos se sienten identificados, porque los cuerpos sutiles tienen vida. El cuerpo físico tiene una vida aparte de nosotros, el cuerpo emocional tiene también una vida separada completamente de la nuestra, y la mente está completamente divorciada de nosotros y nosotros debemos contemplar los tres vehículos a distancia con amorosa atención, y en esa amorosa contemplación o atención, se produce el verdadero alineamiento, no a través del sistemático proceso de alineamiento impuesto por cualquier escuela esotérica. Repito, que estoy hablando a un grupo de discípulos y en términos de Primer Rayo, porque esto puede parecer muy duro para las personas cuyo deseo máximo es la meditación o que encuentran un deleite en la meditación, pero esto es una escapatoria desde el ángulo de vista de los Ashramas, que la Jerarquía, con la presente enseñanza, que tiene que ver más con Shamballa que con la propia Jerarquía. Es decir, Shamballa nos impulsa siempre hacia la Ley del Grupo, la Jerarquía nos ayuda a encontrarnos a nosotros mismos, consecuencia, el encontrarnos a nosotros mismos y encontrarnos con el grupo, es una actividad consubstancial que debemos cumplir constantemente a través de la acción creadora, porque cuando estamos serenamente expectantes, estamos realizando, primero, una evolución grupal con respecto a todas y cada una de las células del cuerpo físico, del cuerpo emocional y del cuerpo mental, lo cual significa una purificación desde el ángulo de vista individual, técnicamente descrita como “Redención de la Substancia”, y por otra parte, estamos unificándonos, en virtud de nuestra integración, con ese grupo mayor del cual formamos parte, me refiero al grupo egoico, me refiero al grupo causal, me refiero al contacto con nuestro Ángel Solar, me refiero a todas estas series de impresiones, de energías y fuerzas, que vienen canalizadas desde el plano búdico, a través del plano causal hasta nuestro corazón, y dejarnos llevar como un sonámbulo divino por las sendas de la vida.
Interlocutor - Pienso yo, —ya que se ha hablado de disciplina— que no es la palabra más adecuada, pero el propio deseo de rectificar cosas de tu vida para en ese ir puliéndose, crear esa radiación, ya es una fe sin necesidad de aplicar nada más, ser consciente de una serie de cosas, ser más consciente cada vez de una serie de cosas y rectificarlas al mismo tiempo, ir retirándolas, pero siempre claro bajo la propia voluntad de uno, no porque te lo imponga alguien, sino por convencimiento interno.
Vicente - Me pregunto, si puede haber plena conciencia si no estamos muy atentos. Naturalmente que existe una tremenda dificultad de pasar del esfuerzo sostenido, del esfuerzo meditativo, de las disciplinas y de los esfuerzos en cualquier sentido, buscando una superación individual, lo cual considero muy correcto, “con este dejar de hacer”, entre comillas, que solamente está al alcance de los verdaderos discípulos. Significa también, si os dais cuenta, de que os considero verdaderos discípulos, con todas sus responsabilidades, que si existe responsabilidad es porque anteriormente habrá habido una comprensión plena del significado de la vida y de todas las circunstancias de la vida, y que nosotros estamos en el centro de las propias circunstancias creando el círculo-no-se-pasa, que nos impide a veces acercarnos al corazón de los demás. Lo que implica el “dejar de hacer”, está muy relacionado con el destruir el círculo-no-se-pasa de nuestra conciencia; este círculo-no-se-pasa que nos separa de los demás. Esto sucede individualmente cuando el hombre es perfecto, y existe también con respecto a los Logos, los Señores que crean los planetas, los soles y los universos, y entonces, aquello que era un círculo infranqueable se convierte en una esfera de radiación magnética, que nada tiene que ver con la frontera, con los problemas que llevan en sí las fronteras, que son separativas, ya sea la frontera que separa una nación de otra, ya sea la frontera que separa a los individuos entre sí. Entonces, si queremos tener una sociedad en el futuro que responda a las exigencias misteriosas del Plan, tendremos que trabajar de una u otra manera en el sentido de eliminar nuestro círculo-no-se-pasa, y llenar el círculo-no-se-pasa de antaño con radiación espiritual, que es lo que hacen los Logos Creadores. Se habla de una manera muy vaga y velada del círculo-no-se-pasa de los Logos, pero no son los círculo-no-se-pasa establecidos entre los individuos de la raza. Si pudieses concebir un círculo-no-se-pasa solar lleno de radiación solar que afectan, no como frontera, sino como unidad a todos los demás círculos luminosos de los demás Logos, os daríais cuenta del porque se está dando hoy día en los Ashramas esa tremenda importancia al “dejar de hacer”, porque es la forma más absoluta de hacer, de activar el proceso místico de la existencia. Es decir, lo que explico es muy sencillo, tan sencillo que difícilmente puede llegar a ser comprendido en su totalidad, porque como digo, a través de los esfuerzos y de las disciplinas del pasado hemos creado una costra en nuestra mente que no puede percibir las cosas claras y como que se da cuenta y es consciente de esta costra, tiene que trabajar contra esta costra para eliminar los sedimentos de la tradición o cuanto provenga del pasado, de este pasado corrupto del cual procedemos todos. Sin darse cuenta, siguiendo siempre la técnica de “no hacer” o de “dejar de hacer”, que es la única forma de que la costra desaparezca y penetre la luz de la Iluminación, la Luz Búdica —hablando muy concretamente— y que penetre en nuestro corazón a través de una mente pura, sin cristalizaciones, y por lo tanto, sin vanos arrepentimientos.
Cada vez están afinándose más los tiros hacia la acción creadora que debe ser la fuerza motriz del discípulo de esta nueva Era de Acuario. En Acuario, se dice que la mente gobernará el propósito, pero también puede decirse que más allá de este propósito que tiene que ver con esta mente omniabarcante, habrá el Primer Rayo impulsando a los discípulos, no simplemente este Amor Místico del pasado. Esto que llamamos el Amor de Dios, si lo analizarais muy profundamente, es la Voluntad del Logos, es el verdadero Amor, el Amor por la Justicia, no es un amor establecido entre los seres humanos, por grandes y puros que sean, sino que está más allá, es el Amor al grupo, es el Amor a la sociedad, es el Amor a todo cuanto nos rodea, incluyendo en este cuanto nos rodea a los Ángeles y a las misteriosas entidades que desconocemos, que también están aquí, realizando su evolución. Daos cuenta de cuan tremenda debe de ser la expectación del discípulo para poder captar en cualquier momento del tiempo todo este universo que nos rodea, de seres y de circunstancias. Si nos damos cuenta de esto, habremos comprendido el por qué hemos venido, el por qué estamos dirigiéndonos hacia una meta indefinible, el por qué somos.
Interlocutor - Se trata de que hay algún ocultista que dice que las enfermedades, determinadas enfermedades, corresponden al Ego de la persona, determinadas al Alma. Entonces, si no es así, sería una pregunta y sobre todo ¿qué pasa con las enfermedades hereditarias? ¿Hay un karma de familia común de enfermedad? Y, ¿con la simple atención, con mayúsculas, podría salirse de este karma? y ampliándolo, a nivel grupo ¿se manifestarían solo determinadas enfermedades en grupos unidos por razones del alma? y ¿con la atención sería suficiente para salirse de este karma?
Vicente - Si utilizásemos constantemente la atención, la atención implicaría un contacto cada vez más profundo con el ser superior, con el yo causal, no con el pequeño yo que todos conocemos, entonces estableceríamos una vía de comunicación entre la pequeña mente inferior, que es la causa de los problemas y dificultades, con la mente superior y, también estableceríamos un puente entre el plano superior, el plano búdico. Las enfermedades de la raza, las dificultades de la raza, hallan completa solución por las energías que proceden del plano búdico. Sucede, sin embargo, que tenemos poca capacidad de síntesis, que nos cansa “dejar de hacer” porque implica barrer con el “hacer” de todos los tiempos, el “hacer” que ha creado todo cuanto tenemos aquí, de bueno y de malo, pero como que hablamos de los malo, de las enfermedades, hay que decir, que la mayor parte de enfermedades, singularmente las incurables o las que se consideran incurables, proceden de las razas del pasado. Si tenemos en cuenta que nosotros somos aquellos Egos que vivieron y se manifestaron y evolucionaron en la etapa Lemur y en la etapa Atlante y que estamos aquí, en la 5ª subraza de la 5º raza Aria, todavía con los mismos problemas y dificultades de aquellos tiempos, os dais cuenta de la necesidad urgente de que paralicemos la acción del tiempo del pasado que ha segregado las enfermedades que conocemos. Naturalmente que si, que la acción coordinada de la atención y del supremo impulso del alma puede curar todas las enfermedades, puede solucionar todos los problemas, sin embargo, yo creo que nos falta la fe, esta fe que transporta las montañas, porque dudamos ¿verdad?, y aunque se acepta la duda, porque es la base de la inteligencia concreta, no obstante, es un impedimento cuando se trata de dejar de hacer o de estar tan expectantemente serenos en la acción, que se produzca un milagro en nosotros mismos, un milagro que tiene que barrer el karma, porque el karma siempre es el fruto amargo del pasado, ya sea un karma familiar, ya sea un karma social o nacional o internacional. Proviene del pasado, no es de ahora. Sucede que estamos cargando este karma con las aportaciones del presente, porque no nos damos cuenta de que estamos trabajando con los mismos materiales que utilizaron nuestros antecesores. Por ejemplo, las enfermedades incurables, o dichas incurables, como el cáncer, la diabetes, son productos de la raza Atlante y, sin embargo, teniendo en cuenta el mecanismo de la conciencia y la expresión de la conciencia a través de un cuerpo, por medio de los centros etéricos y las glándulas endocrinas, se sabe que cuando el discípulo ha purificado el plexo solar desaparece la diabetes por completo, lo mismo sucede con otras enfermedades. El cáncer, por ejemplo, es una enfermedad de tipo vibratorio, no tiene nada que ver con la herencia, es una entidad simplemente, que ataca a aquellas personas que mentalmente están propensas, o psíquicamente están propensas a adquirirlo. No todas las personas de una familia mueren de cáncer, porque haya personas que han muerto de cáncer, sino que morirán aquellas personas que por Ley de Vibración respondan a aquella tremenda fuerza que llamamos el cáncer, que es una entidad, y no me cansaré nunca de decir que no estamos luchando contra algo, sino contra alguien, y esto lo hemos aprendido en el Ashrama, y esto parece algo extraño, incomprensible para muchas mentes científicas del momento, porque analizan, verdad, los vacíos, las células dañadas sin ver lo que hay más allá de esto, porque la ciencia no tiene todavía la 4ª dimensión desarrollada, aún no ha llegado a penetrar siquiera el 4º subplano del plano Físico, o el primer nivel etérico, que es donde se puede apreciar ya parte de este drama inmenso que impide la evolución, porque la salud de la raza lo impide. ¿Por qué los Iniciados carecen de edad, hablando ya en un sentido muy real? Porque no ofrecen resistencia a la vida, porque no crean fricciones, porque sea cual sea el grado de discípulo, al dejar de ofrecer resistencia a la vida o a los acontecimientos o a las enfermedades, estas desaparecen. Diréis ¿y donde está la atención? Es que la atención tiene muchos niveles, podéis estar atentos al corazón para evitar que se paralice, para evitar que dejéis de amar, para evitar que odiéis. Se puede paralizar la acción de la mente por la atención, porque si estáis muy atentos a la mente, en la intensidad de la propia atención desaparecerán los pensamientos y entonces la mente quedará vacía, y en esta vacuidad existe el principio de la creación y todo esto vendrá después como consecuencia el desarrollo de los centros, de los chakras etéricos. Consecuentemente también, las glándulas endocrinas segregarán a la sangre todo aquello que pertenece al mundo espiritual y se crearán los nuevos tipos de hombres. Y ahora estamos empeñados en la creación de un nuevo tipo psicológico, empezando con la mente discernidora, siguiendo con el corazón que seguirá los impulsos del pensamiento completamente negativo a las cosas negativas y que, por lo tanto, será positivo de acuerdo con la ley, y finalmente, para vivir en la sociedad realmente como es la ley, como un ser hermano, con la fraternidad del corazón, ya no será en la fraternidad mística, el amor místico de los místicos del pasado, será el Amor supremamente dinámico que surge del propósito revelado. Yo le defino como el Amor por la Justicia, el Amor al Bien, y por lo tanto, el camino que conduce rectamente a Shamballa; y no quiero hablar más por hoy.
Se realizan unos mántrams por Vicente .
CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona
3 Noviembre-1983