Leo es el corazón, Virgo el corazón puro que se deja sentir desde el
silencio, permitiendo una nueva vida.
Que el silencio del corazón emita la nota más pura.
El ser auto-consciente en Leo, de si mismo,
del entorno y de los procesos
kármicos quiere ser libre, para ello
necesita ser puro.
No hay libertad sin pureza, ni pureza sin libertad.
El ser consciente vive en el eterno presente libre de los
condicionantes del pasado y de la ilusión de
posibles futuros.
Es consciente de que sus cuerpos son herramientas y las mantiene en
buen estado, libres para ser usadas por su
yo, pero su yo se mantiene libre y ajeno a
la inercia de los cuerpos para que El ser consciente diluya su yo y
su libertad en ellos.
Los tres cuerpos están gobernados por tres devas elementales, El ser
auto consciente gobierna los tres.
Dentro de los tres hay jerarquía, el mental gobierna el emocional y el
emocional gobierna el físico, si la mente y la mente es
intención, es propósito, es pura, los tres
son puros, no se logra la pureza a la
inversa, como el hábito
no hace el monje, hay que cuidar al físico y nuestras
actividades en ese mundo, pero no como un fin, si no por simple
coherencia del propósito existencial, de tal
forma que si nuestras intenciones son puras
lo que hagamos en el mundo emocional y físico también es puro, rodear
nuestra vida de rituales que buscan
pureza y perfección está bien para
entretenerse pero ese control de actividades físicas no van a
purificar nuestro corazón, ni la mente, si
trabajamos en el mundo de los efectos, en la
forma, en la materia, con materia y con herramientas de la materia:
tendremos mas materia, no esperemos grandes avances en el
sendero espiritual, en el sendero de ser
consciente de lo que hacemos, porque lo
hacemos y que efectos producimos, en nosotros y en el entorno.
Lo que entra en nuestro interior; comida, sentimientos, pensamientos,
condicionan lo que hay dentro; en salud física, emocional y
mental, pero si El
ser auto-consciente y Atento es puro y
libre, todo lo que haya en su "circulo no se
pasa", será puro y todo lo que llegue será puro, porque la
pureza atrae cosas puras, porque purifica lo impuro que pueda
haber en su radio de influencia.
No hace falta proteger nada, el corazón que emite pureza vive rodeado
de Devas Solares, no hay mayor protección y
guía.
No necesariamente intención pura es buena intención, porque tenemos
buena intención cuando deseamos lo mejor
basándonos en una información que nos
ofrece una mente concreta que analiza y clasifica en perspectiva de
periferia, y en un corazón dependiente de que las personas
respondan a unas expectativas de afecto
egoísta por nuestra parte, es decir creemos saber lo
que es mejor para los demás y para el mundo, pero esa creencia
nos aleja de la intuición del aquí y ahora,
única forma de reconocer la necesidad del
momento, podemos filosofar sobre como arreglar el mundo y no ver la
anciana con dificultades para cruzar la
calle.
Sin pureza de intención la intuición no será pura, ni será de fiar,
vendrá mezclada con deseos personales y
valoraciones previas.
Sin pureza no podemos asimilar nuevos fuegos, el corazón ha de ser
puro para que puedan converger en él, el
fuego de la materia que asciende y el fuego
del espíritu que desciende, nos podría ocurrir como la cámara de un
motor de combustión que si hay impurezas nos
quedamos con el motor roto, las impurezas en
el corazón son lo que nos mantiene alejado del uso del fuego
que nuestro Ángel Solar trajo para nosotros, el fuego de la
iluminación y de la auto conciencia, de ver
en los mundos sutiles, de ver y construir con los
devas lunares, de ver y crear con los Devas Solares.
Sin pureza el estudio, la meditación, el trabajo se convierte en
estructuras que nos impiden ver mas allá de
lo aparente, nos rodeamos de rituales y
estructuras que como barrotes nos impiden avanzar, dejándonos en el
mismo sitio, en un circulo de complejos
rituales que llenan el expediente de haber
hecho algo, cuando servir es ser útil al prójimo del aquí y ahora, el
que tenemos al lado, el que nos permite
poner en práctica lo que aprendemos en
teoría, por que si no logramos un uso práctico
al estudio y meditación, el camino del
espíritu, el camino de ser conscientes de lo que hacemos y que
efectos producimos acaba perdiendo
interés y los tres elementales recuperan su
poder sobre nuestra conciencia, nuestro yo, y libertad.
El fuego Solar no puede acercarse a nosotros si los tres cuerpos no
son puros, si en nuestra intención y móvil
hay una sola mota de egoísmo, el Cristo
interno está esperando en el interior de nuestro corazón a que
limpiemos lo que hay entre nosotros y él, a que
limpiemos nuestro Corazón.
Entonces tendremos que cuidar nuestros templos, mente y corazón, no
como un fin, si no como medio para que el
Cristo interno que hay en nosotros irradie
su energía de Luz y Amor al entorno.
Un mundo nuevo se abre ante nosotros, un mundo basado en la Síntesis y
no en el conflicto, en la Irradiación y no
en la fricción, en el Amor incondicional y
no en la emocionalidad selectiva, en la sinceridad y no en
la adulación, en la transparencia y no en el temor, en la
consciencia y responsabilidad y no en la
inercia e inconsciencia de los tres mundos.
Un mundo donde El ser auto-consciente es tan
puro que percibe el mundo dévico
y puede trabajar conscientemente con los elementales constructores y
con los Devas Solares.
Pero ¿Cuándo perdimos la virginidad, la inocencia, la pureza?, de
niños la teníamos pero la perdimos cuando
dejamos que la contaminación astral y
mental entrara en nosotros, mientras exista esta contaminación, (la
contaminación física solo es su evidencia y efecto), perderemos
la inocencia y nuestro reto será
recuperarla, (solo los niños y los que de corazón son
como ellos pueden entrar en el reino de los cielos), y ayudar a
recuperarla al resto de los seres, el
servicio en Acuario es limpiar los establos,
limpiar las formas astrales y mentales que llenan los corazones y
mentes de egoísmo y separatividad, que
impiden ver la unidad, al Cristo interno que
hay en nosotros y en todos los seres.
Lo que ocurre en los planos mental y emocional tiene su efecto en el
mundo físico, es significativa la
contaminación mental y emocional, solo hace
falta ver en el plano físico; dependemos de un egregor físico llamado
petróleo, una masa viscosa negra que se saca de las
profundidades de la tierra y que se produjo
principalmente por la transformación de
acumulaciones de plancton marino por bacterias, es decir restos de
seres vivos en descomposición tragados por
la tierra, cuando lo quemamos para darle
uso contaminamos mas aún llenando la tierra
de humos nocivos, nuestra dependencia de
este egregor físico, como cualquier injusticia de la sociedad
no depende de ninguna circunstancia en el plano físico, no
depende de ninguna decisión política, ni
económica, ni siquiera de que nuestros
políticos se comprometan en una conciencia de justicia social y
ecológicamente sana, depende de cada uno de nosotros, ¿Qué hay
en nuestro corazón?, ¿Hay restos de formas
emocionales y mentales en descomposición?,
¿deseos insatisfechos, aspiraciones truncadas, ilusiones heridas,
recuerdos amargos, rencor que corroe?,
¿Estamos seguros de que podemos tirar la
primera piedra de que nuestro corazón no está
sangrando por alguna antigua herida?, ¿de
que nuestra mente no prejuzga en base a análisis parciales que
tienen que ver con las heridas en el corazón?, ¿Estamos
dispuestos a que la Luz del Sol
entre en el corazón y en la mente sin
temor?, ¿de olvidarnos de las cosas del
pasado y tratar de ver a las personas que nos rodean con los
ojos del niño inocente y puro que éramos?
Cuando nuestro corazón sea lo suficientemente puro como para que el
Ángel Solar entre en él sin que su fuego nos
cause ningún daño, entonces tendremos un
planeta limpio con energías limpias, un mundo de correctas relaciones
humanas y dévicas donde no se muere
de hambre y la violencia no es un recurso,
los políticos, economistas, científicos, nosotros mismos somos solo
trabajadores del corazón de la humanidad y nosotros formamos
parte de ese corazón, ¿no tenemos algo que
hacer?
Virgo nos recuerda las relaciones humanas y dévicas,
y las rectas relaciones humanas solo se
pueden establecer en base a la pureza, y en la intuición
pura y limpia de emocionalidad y prejuicios, ver a la otra
persona tal y como es sin añadirle
valoraciones previas, ni expectativas de lo que hará
esa persona, y así todos los días, porque cada día es un
universo por estrenar, no lo estropeemos
añadiendo cosas que están fuera del aquí y
ahora.
El aquí y ahora es el punto de encuentro con la raza hermana dévica,
en la desnudez del tiempo del eterno
presente y la respuesta de los Ángeles
Solares a la nota mas pura que el corazón emite en silencio.
Si tenemos algo que decir no recurramos a la adulación o a la
elevación de voz para llamar la atención, si
lo que emite nuestro corazón no es
escuchado, no perdamos el tiempo con explicaciones por que tampoco nos
escucharán, y lo único que vamos a conseguir es que nos oigan
algunas palabras fuera de contexto que serán
interpretadas bajo prismas falsos, si no se
puede establecer relaciones basadas en la intuición e intención pura,
en lo correcto, no recurramos a formas incorrectas, rompamos el
ciclo de lo incorrecto, son los Devas
Solares los que nos traen a las personas que
emiten en frecuencia similar a la nuestra, deleguemos en ellos, que el
silencio de nuestro corazón emita la nota mas pura, porque
tenemos a las personas que necesitamos para
aprender, si hay conflicto en las relaciones
solo es un efecto del conflicto que hay en el corazón y en la mente,
si hay Paz interna los devas nos traerán a
personas con Paz y la relación será de Paz.
Empecemos cuanto antes para que las nuevas relaciones lleguen a toda
la humanidad.
Cuando limpiamos nuestro corazón de formas incorrectas, dolor,
egoísmo, rencor, envidia, orgullo, mentiras,
etc. Cuando no nos importe que la Luz del
Sol entre en él y cualquier hermano pueda mirar sin que sintamos
temor, vergüenza o malestar porque no hay
nada en nosotros que sintamos que haya que
ocultar al que desea ver. Que no nos importe que se acerque alguien
con intención oculta, por que vera nuestro
corazón y se marchara con la sonrisa de
haber visto algo bello, bueno y verdadero y mirándose a si mismo se
preguntara porque en su corazón no puede ver lo mismo.
Entonces no habrá ningún obstáculo para que el Cristo interno pueda
emerger del interior de nuestro corazón,
siempre ha estado allí, como la semilla
oculta en la tierra, oculto bajo los fuegos de artificio de la
personalidad y sus tres mundos, pero ahora
gracias a la pureza de intención el niño Dios
emerge en nosotros.
Que el silencio del corazón emita la nota más pura.
Que el Corazón hable por nosotros.
