Cáncer. La Luz dentro de la forma. Es la Luz difusa de la
sustancia misma, “la luz oscura” de la materia, mencionada en la
Doctrina Secreta. Luz que espera el estimulo proveniente de la
luz del alma. (2)
En el corazón de todas las cosas existe un punto de Luz, una
chispa de vida suspirada por la mente de Dios y que lleva un
propósito, una idea y un plan de algo que ha de ser creado, la
chispa de vida atrae los átomos, los devas que le darán forma,
alrededor de la pequeña luz se crea una estructura con puntos y
líneas, átomos y moléculas, planetas y galaxias, devas en
definitiva.
Pero el ser humano también crea, cada sentimiento, cada
pensamiento es como una chispa de vida que lanzamos al entorno,
chispa que los devas se encargan de darle una estructura acorde
con la intencionalidad de la luz, si estamos con un estado de
ánimo de rencor lo que sintamos y pensemos estará marcado por el
dolor y demás pensamientos poco constructivos, sin darnos cuentas
estamos lanzando al espacio incontables chispas marcadas por el
dolor y la oscuridad, lo que significa que lo que ofrecemos a los
devas constructores son proyectos de formas oscuras, que
recuerdan, mantienen y eternizan las causas de nuevos motivos de
dolor, injusticia, etc.
De la misma forma si usamos el corazón y la mente para sentir y
pensar únicamente cosas bellas, buenas y verdaderas, entonces
lanzamos al espacio, al entorno, chispas de luz que llevan a los
devas constructores el proyecto de crear cosas bellas, buenas y
verdaderas.
Pero; ¿Qué nos ofrece el medio ambiente?, el medio ambiente
colorea nuestros sentimientos y pensamientos, al mismo tiempo que
coloreamos el medio ambiente con lo que sentimos, pensamos,
decimos y hacemos, entonces aunque el medio ambiente nos de
conflictos y motivos para la indignación, la desazón, la tristeza,
no dejemos que lo que oscurezca nuestro corazón entre en él, más
bien si en el medio ambiente hay oscuridad ofrezcámosle nosotros
luz, paz y alegría, así otros podrán recibir esa luz, paz y
alegría.
Pero con frecuencia las causas del conflicto no vienen de fuera,
vienen de nosotros mismos, cuantas veces queremos hacer unas
cosas, lo decimos a todo el mundo por que tenemos toda la
intención de realizarla y acabamos haciendo la contraria, no es
tanto falta de coherencia, es en parte por que nuestros diferentes
yoes nos tiran cada uno por un lado, nos surge un deseo, un
impulso, una idea y allá que nos vamos detrás de ella, pero al día
siguiente es otro deseo, otro impulso, otra idea… tenemos que
conocer y comprender la esencia de cada uno de nuestros cuerpos;
el físico, el emocional, el mental y mediante el conocimiento, la
comprensión y la síntesis coordinarlos en un solo propósito y
voluntad, el propósito y voluntad del Alma.
Cuando todas nuestras intenciones, impulsos y deseos están
subordinados al Alma desaparece el conflicto interno causa de los
conflictos externos y se logra la paz interna causa de la paz en
el entorno de quien la logra. Aportamos al entorno lo que llevamos
dentro.
Si hay desconocimiento hay conflicto, donde hay conocimiento y
comprensión hay armonía, donde hay armonía hay capacidad de crear
cosas bellas, buenas y verdaderas. Donde hay conflicto los devas
constructores son devas lunares, donde hay armonía y síntesis los
devas constructores son devas solares, los devas de fuego que
construyen solo cosas inspiradas en los arquetipos creados por
Dios y que el ser humano cuando está en paz y armonía interna
puede reconocer y ofrecer esa visión a los devas solares para que
les den forma.
La prioridad de un ser humano, de un grupo, de una nación en
conflicto es lograr la armonía a través del propio conflicto, como
lo que hay es conflicto hay que adentrarse en él hasta llegar al
“punto de luz en el corazón de todas las cosas”, es decir no a las
aparentes causas del conflicto sino a la chispa de luz que anima
todo lo que existe, es como si un conflicto fuera un examen en el
colegio, el examen desaparece cuando encontramos la clave que se
espera que encontremos, mientras no aprendamos lo que toca
aprender no pasamos a un nuevo ciclo.
Pero cuando se logra la armonía hay que renovarla a cada instante
con la Atención, estando atento a las necesidades del momento
internas y externas, la serena atención enfocada es soporte de las
energías de síntesis, entonces todo fluye, todas las piezas del
puzzle encajan en su lugar por si solas, no tienen que pelearse
para buscar el sitio que le corresponden, no hay necesidad de
conflicto.
La Atención puede enfocarse en desvelar los puntos de luz dentro
de las formas, la chispa de luz que anima a toda forma, los puntos
y líneas de las redes espaciales, la geometría de los arquetipos,
de átomos y galaxias, de los devas constructores dando forma a la
intención del creador; Dios y en su pequeña medida el ser humano.
La perfecta coordinación de los miembros de un grupo sea los
diferentes yoes internos; el físico, el emocional, el mental, el
material, el espiritual, lo miembros de un grupo de seres humanos
o los miembros que como regiones, naciones o continentes tratan de
unirse en un todo mayor no pasa por imposiciones, sino por el
perfecto conocimiento muto, en el momento que uno de los miembros
trata de imponer su criterio está impidiéndose a si mismo ser
receptivo a los criterios de los demás, e impidiendo a los demás
desarrollar sus individualidades con lo que no podrán conocerse a
si mismos, ni podrán irradiar aquello que tengan que aportar al
grupo, es decir que uno no va a saber que singularidad ha de
aportar al grupo, ni el grupo puede saber que singularidades
configuran los constituyentes. En otras palabras tenemos un montón
de piezas de un motor que no saben cada una de ellas que piezas
son, que papel han de desempeñar en el todo, y la suma de todas
amontonadas caóticamente desconocen para que sirven
individualmente lo que hace difícil que sepan que pueden aportar
como grupo, siendo ese grupo una individualidad dentro de otro
grupo mayor.
La falta de interés por conocernos a nosotros mismos y por conocer
al prójimo es causa de conflictos, si hay conflicto no hay
armonía, ni suficiente capacidad de unir desde la síntesis, ni
capacidad de ser receptivos a los arquetipos, a las formas
geométricas de las formas creadas por la Divinidad, mientras
queramos saber quien tiene razón nos vamos a perder conocer la
verdad y la verdad es siempre incluyente, es la síntesis de
perspectivas diversas, incluso contradictorias. Que importa que
barrio sea mejor que el otro si la suma de todos configura una
ciudad, y la suma de ciudades una provincia, una región, una
nación, un continente, una humanidad...
Si bien el yo mental ha de coordinar al yo emocional y al físico,
si desde el correcto pensar los demás cuerpos inferiores funcionan
bien, el mental no puede imponer nada tan solo ser receptivo
respecto al alma y emitir lo que recibe del Alma al emocional,
etérico, y físico, entre los cuatro: físico, etérico, emocional y
mental configuran las cuatro paredes de la casa iluminada por la
Luz de Alma
Es preciso ir desarrollando la intuición, pero no la intuición que
ve lo que queremos ver, la intuición que ve la realidad desnuda de
emociones e intencionalidades, la intuición que ve el punto de luz
en el corazón de todas las cosas, el alma de cada una de las
formas, la forma geométrica que adoptan los devas al darle forma a
un punto de luz para que pueda expresarse y manifestarse en los
planos densos de manifestación, en que estadio de expresión y
evolución se encuentra el punto de luz, si la forma que ha
adoptado es la adecuada, que obstáculos le impiden avanzar en el
camino de la evolución, en el camino que la luz que se ha
encadenado a la forma para manifestar a través de la forma un
propósito Divino y una vez desarrollado el propósito poder
retornar al hogar del Padre.
La Luz se encarcela en la forma para en el plano de la forma
desarrollar una idea de Dios, ya puede ser un átomo, un ser humano
o un planeta, y en la senda de desarrollar la cualidad asignada se
busca realizar bien el trabajo, por que en el trabajo bien hecho
está la recompensa de la liberación.
Pero para poder ver los mecanismos ocultos de la vida tenemos que
desprendernos de la intención de modificar con criterios
intencionados y egoístas el fluir de la vida, según avanzamos en
poder observar sin intención de intervenir, vamos a avanzar en
nuestra capacidad de modificar sin tener intención para ello,
simplemente observando serenamente, nuestro yo desprovisto de
intención egoísta crece, evoluciona, se expande y cualquier
pensamiento influencia el entorno en más radio de acción.
Iluminemos nuestra casa con sentimientos y pensamientos puros, no
solo no tenemos que permitir que nada oscuro entre en nuestra
casa, tenemos la posibilidad y el deber de irradiar nuestra luz al
entorno. Al compartir nuestra luz con el entorno muchas veces
descubriremos que nuestra luz no brilla con la luz pura y nítida
que creíamos cuando la guardábamos para nosotros mismos, la
relación con otras luces nos permite evolucionar, es necesario
compartir, comparar, analizar, observar, sintetizar, sobre todo
sintetizar por que toda perspectiva es animada por una parte de
verdad, de luz, y un algo de ilusión y así en un camino que
tenemos que limpiar nuestra luz de brumas, recuerdos y esperanzas
que nos condicionan lo que somos y lo que aportamos al entorno,
intentemos situarnos aquí y ahora para que nuestra luz brille con
pureza y con todo su potencial.
Si nuestra intención es pura podremos ver las formas geométricas
de las formas y la luz que las animan, si como luz o alma vemos la
otra luz o alma las brumas, ilusiones, distorsiones y obstáculos
entre las dos luces desaparecen.
