Reflexiones sobre el signo de Aries
por José Enrique Hueso
“Surjo y desde el plano de la mente rijo”. (1).
la alegría como estandarte y escudo, la atención como espada que parte en dos cualquier obstáculo, como llave que abre todas las puertas, la serena expectación como actitud, la serena responsabilidad como regla, la correcta palabra como divisa.Una vez mas iniciamos el sendero a través de los doce portales, cada vuelta nos ofrece la oportunidad de hacer las cosas un poco mejor que en la vuelta anterior.
Un nuevo ciclo por los doce portales como Hércules, una nueva odisea como Ulises,
una nueva aventura como Don Quijote de la Mancha, todos buscaban el reencuentro
en nuevas puertas, puertos y posadas de su Dulcinea: su dama amada, su amiga, su Alma.
Don Quijote pleno de aventuras leídas de caballería, decidió ser él el caballero defensor de la justicia, adalid de un mundo mejor.
Cual Hércules, Ulises o Don Quijote, podemos nosotros ser el aventurero, el marino, el caballero, y por que no, el mago blanco.
Poner en practica aquello que refieren los libros de caballería, los libros de sabidurías arcanas.
Con el móvil puro,
El mundo mejor no es para mañana, es para ahora, las dificultades las tenemos ahora, y las tendremos mañana, empecemos pues ahora.
Si hemos perdido el escudo y estandarte de la inocencia y alegría, recuperémoslo antes de partir. Que la rosa pierda las espinas, por no necesitarlas. Que la luz pierda las neblinas, que las distorsiona y pervierte, hiriéndolas de muerte mas que la oscuridad donde tan solo es ausente
Que los hijos de la mente sean libres por ser inocentes. No es tiempo del dulce sueño de la esperanza, de querer despertar cuando alguien del mas allá o del mas acá haya hecho por nosotros lo que es solo deber nuestro.
Empecemos pues la aventura, regir desde la mente es la meta, y es la senda.
Cuando nos encontremos con algún obstáculo insuperable, que crece mas cuando mas tratas de vencerlo, una hidra o un molino, no caigamos en la tentación de olvidarnos del estandarte y de la regla, si las herramientas conocidas no sirven pidamos al alma nuevas, si no sirven las manos, el hacer, y no sirven las palabras, el decir, que sea la luz del alma, la irradiación que hable y haga por nosotros.
Ver el mundo desde la perspectiva de lo real, pero ¿que es lo real?, que es gigante y que es molino, difícil cuestión por que no se ve el mundo igual desde los sentimientos que desde la mente, ni es lo mismo ver las cosas desde la mente concreta a verlas desde la mente abstracta, y hasta que no empecemos a ver desde la intuición, desde la unificación de todos los sentidos en uno, será difícil tener una idea de lo que es real, que es gigante y que es molino.
Pero aun así dos tareas enfrenta el viajero, ver la parte de real que hay en lo irreal, encontrar la clave que hay en toda prueba, la llave que abre la próxima puerta, la chispa de luz que hay en toda oscura cueva.
Y conocer la leyes que rigen el universo y las estrellas, como la gravedad que ata a uno como satélites los errores, estructurar un pensamiento es fácil, lo hacemos a todas horas, pero si no es puro, si no esta basado en lo verdadero, si carece de la belleza del espíritu, acabará como satélites acompañándonos inseparables en el sendero.
Cualquier ley del universo actúa también en nosotros, para conocerla basta con estar atentos, en serena expectación, observando, analizando pero lo justo para no perdernos en el laberinto de la mente concreta, y sintetizando hasta que solo quede la esencia, la chispa egoica que da vida a todo lo que existe.
En el hemisferio norte el fuego de la primavera destruye las viejas formas y apegos, e incita a la vida a las semillas de las nuevas formas, plantas, ideas, proyectos.
Cualquier cosa del pasado por bella y correcta que fue, ha de dar paso a nuevas propuestas de vida. "El mal es el bien no superado", Aries ofrece la oportunidad de un nuevo comienzo.
En las primeras vueltas por los portales, Aries representa los impulsos, la vitalidad y la resolución de satisfacerlos, hay un impulso y hay que responder a él, da igual que sea físico, emocional, un impulso de decir algo, de hacer algo.
Los obstáculos son como la tierra que tapa la semilla, han de ser apartados para que el impulso se realice, nada importa si estamos friccionando o eclipsando la libertad ajena.
Pero en un Aries u en otro, vamos a sentir la necesidad de ser conscientes, porque nuestra conciencia va a estar enfocada en el plano mental, no basta con dar por bueno cualquier impulso por muy de dentro nuestro que surja, desde el plano de la mente le podemos, le vamos a preguntar de donde viene, y a donde quiere llevarnos, porque desde el plano de la mente gobernamos nuestra vida.
Ya no consideramos bueno cualquier impulso que nos aparte de lo bueno, lo bello y lo verdadero.
Da igual que sea un impulso del pasado que nos haga revivir el dolor de viejos agravios, como en el conflicto palestino israelí, con su apego a agravios que los protagonistas a no dudarlo pueden remontar a Adán y Eva, justificando así su apego a satisfacer el impulso de arrancar ojos y dientes.
Da igual que sea un impulso que nos haga sentir indignación al observar el dolor y las injusticias del mundo.
Da igual que sea un impulso que nos haga creer que poseemos la verdad y tenemos que imponerla a los demás.
Cualquier impulso que ensombrezca nuestra sonrisa, que apague la luz de nuestra alegría, no es un impulso que merezca nuestra atención.
Gobernamos desde la mente, y tenemos el poder de transmutar el impulso de indignación de ver las injusticias por el propósito de ayudar a corregirlas.
De transmutar el recuerdo de viejos agravios y rencores, por la capacidad de aprender y corregir en nosotros mismos el por que fuimos heridos, que puerta abierta en nosotros permitió entrar lo incorrecto, donde el escodo de alegría e inocencia dejo paso a la flecha que nos hirió. No importa de donde vino la flecha, que la motivo y quien la envió, solo importa la brecha en nuestro escudo y ver la nueva oportunidad del eterno ahora, del pasado solo quedan experiencias que nos enriquecieron y del futuro interminables universos por descubrir.
El proyecto de todo ser humano es ser a cada instante un poco mas auto-consciente, de donde venimos y a donde vamos, son las preguntas eternas, pero descendamos de lo trascendental a la vida cotidiana, aunque en el fondo sea lo mismo, porque seremos conscientes de las leyes del universo cuando seamos conscientes de que efectos producen en el entorno cada cosa que hacemos, decimos, pensamos, sentimos...
No somos seres aislados del universo cualquier cosa que haya en nuestro corazón o en nuestra mente, un grupo de devas va a acudir a darles vida, los devas que acudan dependerán de la calidad y pureza de lo que sentimos y pensamos, si sentimos y pensamos cosas tristes, dolorosas, oscuras los devas que acudan serán de la misma vibración y construirán a nuestro alrededor un mundo triste y oscuro, si buscamos lo motivos de por que existe ese mundo, y tenemos el propósito de ayudar a corregir las causas busquemos si hay pensamientos incontrolados en nuestra mente, "salvajes caballos y feroces yeguas", (1) si realmente regimos desde la mente o desde lo emocional y la mente es caballo desbocado.
Aspirar a mago blanco es tener cada caballo, cada pensamiento, cada palabra en cada establo, nada que pueda herir puede salir de nosotros, si las palabras amables no sirven, hablemos con el silencio, veamos como en el silencio de corazón, mente y palabra, estamos hablando de otra forma, estamos en silencio por que no movemos éteres densos y astrales, pero en el plano mental estamos reconfigurando la geometría de la realidad, desde el silencio de hacer y decir, el Ser habla.
Mientras no consigamos que en nuestro corazón y mente solo haya cosas buenas, bellas y verdaderas, no empezaremos a construir un mundo mejor y lo haremos con mayor o menor conciencia con ayuda de devas que respondan a lo luminoso, pero antes tenemos que hacer luminoso nuestro corazón y nuestra mente.
Regir desde la mente no es fácil, pero es mas fácil que vivir en las aguas turbulentas emocionales, donde el libre albedrío es solo una quimera.
Solo tenemos que vencer la inercia al apego de lo conocido.
(1) Los trabajos de Hércules, Alice A. Bailey. Pág. 201, Luis Carcamo