Tal vez Acuario sea uno de
los signos de más importancia a considerar dado que los próximos dos mil
años estaremos bajo su influencia, y en estos momentos nos encontramos en el
camino de transición entre dos eras marcadas por influencias diferentes.
Muchas cosas que sirvieron en el pasado seguirán sirviendo, pero
muchas otras no, por eso la importancia vital de estar ATENTOS en todo momento, no
tanto para saber que tenemos que hacer, sino de hacer bien lo que hacemos,
ya que la vida nos trae las tareas, las pruebas, las enseñanzas en cada una
de las cosas que hacemos diariamente, desde que nos levantamos por la mañana
hasta que nos volvemos a levantar la mañana siguiente. La vida en la Tierra
es la vida en una escuela y los hechos y anécdotas cotidianas nos traen las
claves que necesitamos en cada momento para aprender en el camino de la
autoconciencia, de ser conscientes del lugar que ocupamos como miembros de
la humanidad, como integrantes del tiempo, del espacio y del universo.
Estemos ATENTOS porque lo que
nos sirvió bien en el pasado ha de ser actualizado, de lo contrario se puede
convertir en una pesada losa que nos impida avanzar, de la misma forma que
la vida actualiza sus formas, crea especies y cuando han agotado el
propósito de la chispa divina que los animó, los reutiliza o desecha y crea
otras nuevas; de la misma forma que el agua del río lleva agua que se
renueva constantemente, y cuando se estanca se corrompe, cuando los cuerpos
ya no sirven se corrompen, que es el modo en que la vida reutiliza, recicla,
desecha, limpia las viejas formas.
En estos ejemplos de lo que
ocurre en el plano físico cuando algo ha de ser trascendido podemos
encontrar una guía de lo que ocurre en el plano emocional y mental, en estos
planos tenemos que estar más ATENTOS si cabe, porque lo que ocurre no está
tan a la vista del ojo físico, pero ocurren las mismas cosas.
Porque el
plano emocional y mental están constituidos de formas y
--a diferencia del
físico buena parte de las formas astrales y mentales que forman parte de
nuestras vidas y que tanto las condicionan-- están alimentadas y en ocasiones
creadas por nosotros, formas que nacen, crecen y han de morir para dar vida
a nuevas, pero con frecuencia no las dejamos morir, nos apegamos a ellas
como esos deseos insatisfechos, esas heridas del pasado que constantemente
surgen a nuestra atención, llenándonos de tristeza y dolor, si no las
enterramos en el pasado, hagámoslo cuanto antes.
O esas formas mentales que un
día nos sirvieron, como por ejemplo, las que nos permitieron mediante el
análisis de la mente concreta liberarnos de las formas emocionales caducas,
pero que ahora es posible que esas herramientas que nos sirvieron en el
pasado nos limiten el progreso a mayores metas, donde el análisis se
trasmuta en síntesis, la seguridad de lo clasificado de la mente concreta ha
de dar paso a una extraña inseguridad, algo así de estar en un vacío donde
no hay barandillas, ni nada donde sujetarse, ni referencia conocida, son los
primeros pasos de situar la conciencia en la mente abstracta, paso previo a
ser uno con el Alma, donde los archivos de la burocracia de la mente
concreta arden ante la presencia de los agnis, los devas de fuego, el camino
se convierte en una senda de fuego, fuego que destruye lo que no sirve, que
da vida a las nuevas formas, fuego que es en realidad el agua de Acuario
arrasando los desechos de las formas muertas que simboliza el estiércol de
los establos, agua que limpia y que da vida donde solo había formas que ya
no servían.
En esencia cuando la atención
se dispersa en cosas pasadas o en hipotéticos futuros, estamos creando o
alimentando formas de vida astral y mental que solo sirven para
dificultarnos el camino, como las piedras en el camino que nos hacen
tropezar absurdamente, retrasan el camino, lo hacen difícil y doloroso.
Las formas astrales y
mentales que llenan el espacio que circunda la humanidad en gran medida
están constituidas por formas que debería ser trascendidas, transmutadas en
formas que sirvan para los nuevos retos que la humanidad diariamente
enfrenta, nada habla en los Archivos del
Sendero de sufrimientos
necesarios.
Las causas de los
sufrimientos que la humanidad y cada individuo padece se han de buscar en
los obstáculos que impiden a la Luz, el Amor y Voluntad de Dios llegar a la
mente, all corazón y a la voluntad de cada miembro de la humanidad,
obstáculos que son las formas emocionales y mentales incorrectas que
seguimos alimentando, en vez de trasmutarlas, actualizarlas y en caso
necesario dispersarlas con la luz de nuestro discernimiento investigando de
dónde vine lo que hace que sintamos lo que sentimos, de dónde viene lo que
hace que pensemos lo que pensamos, iluminar con la luz del discernimiento lo
que somos, lo que hacemos y los efectos que producimos en el ambiente, no
dejarnos llevar por la inercia del ambiente, por el letal sentido de la
imitación que hace que hagamos las cosas por inercias, sin curiosidad por
conocer nada, ni porque hacemos una cosa y no otra. Tenemos que desarrollar
nuestra propia singularidad y autosuficiencia, investigando, curioseando,
poniendo patas arriba para ver que hay debajo de cualquier afirmación,
concepto y dogma que nos tropecemos, encontrando lo útil para el aquí y
ahora para nuestro progreso como Almas de cada actitud emocional o mental
propia o ajena, y desechar sin apegos lo que a todas luces es una forma que
ya no libera como en el pasado y empieza a atar, limitando y condicionando
la visión a glorias del pasado o de futuros hipotéticos.
Investigar
atentamente lo que
nos condiciona con la luz del discernimiento, la luz que surge de lo más
hondo de nosotros, luz que sólo nosotros podemos encontrar y liberar, como
si en lo más hondo de nuestro corazón hubiera esperándonos una fuente de
agua cristalina, un agua que sacia todo deseo, porque nos trae las cosas que
necesitamos, incluso antes de que sepamos que las vamos a necesitar.
Por lo
tanto, en vez de desear, es cuestión de disfrutar y de seguir investigando,
para que el incipiente manantial se vaya convirtiendo en un gran río que
lleva el agua más abundante del Aguador a todos los seres que la vida a
puesto en nuestro camino.
Cuando la aspiración de ser
útiles a nuestros semejantes fue tan fuerte y sincera, que nuestra propia
existencia ya no nos importó, cuando surgió una fuerza invocativa desde lo
más hondo de nosotros de ser útil, de ser agua derramada a los sedientos,
entonces algo se oyó donde los Maestros de Compasión y Sabiduría escuchan
con Atención a la humanidad, vieron que uno de sus miembros quiere, reclama
ser más útil a sus semejantes que lo es hasta ahora.
Entonces los obstáculos
que separan nuestra luz del punto de Luz en la mente de Dios desaparecen
según la magnitud de nuestra fuerza invocativa y de lo que nuestros cuerpos
pueden soportar y asimilar. De hecho, la luz de la iluminación surge cuando
convergen la polaridad negativa o receptiva de nuestra aspiración de servir
sin esperar nada a cambio y la polaridad positiva y emisora de los Ángeles
Solares que esperan poder ayudarnos en el sendero.
Investigación
--y que la fuerza
invocativa depende del sincero servicio a una humanidad sabiendo que solo lo
que es bueno para la humanidad es bueno para nosotros--, es algo a tener en
cuenta cuando se recita La Gran Invocación. En ella no pedimos Luz
y Amor
para nosotros, lo pedimos para la humanidad.
Recitarla es un servicio porque
podemos observar con atención e investigación cómo fluyen
--y de dónde-- los
dones, energías y herramientas que la humanidad necesita en estos momentos.
Pero recordemos que para que haya Luz ha de haber un equilibrio de
polaridades, lo mismo ocurre con el Amor y con el Poder, para ello no nos
conformemos con pedir que afluya Luz y Amor, porque la afluencia no depende
de que la pidamos. De hecho, muchos servidores anónimos, desconocedores de
estos conceptos, son capaces --por el mero servicio desinteresado--
de ser
puntos de Luz y Amor por sí solos,
así como no depende de que pidamos agua al
manantial para que empiece a afluir. Además de la intención hace falta la
fuerza invocativa del servicio cuando el servicio es el primer y principal
propósito de nuestra vida. Entonces la fuerza invocativa del servicio al
prójimo es el potencial negativo o receptivo que nuestra Alma puede ofrecer,
como cáliz alzado al Ángel Solar, para que el Este pueda
--en la misma
proporción-- llenar nuestro cáliz.
Entonces ya no estamos hablando solamente
de visualizar como fluye Luz desde el punto de Luz de la mente de Dios y
Amor desde el punto de Amor en el Corazón de Dios. Entonces estamos hablando
de cuando los cantaros del Aguador de Acuario derraman Luz y
Amor a la humanidad, en los mismos caudales que la humanidad es capaz de asimilar y usar,
porque con sincera humildad ha reclamado ser útil a cada uno de sus
miembros.
Las relaciones grupales, el
espíritu de universalidad y fraternidad tanto entre los seres humanos como
entre estos y los devas caracteriza la era de Acuario.
Relación grupal interna o
vertical:
La relación entre nuestros
diferentes cuerpos es como la fuerza nuclear fuerte que une las partículas
elementales para configurar un átomo. Es como si fuéramos un átomo
compuesto de elementos físicos, etéricos, astrales y mentales.
Son
materiales de naturaleza muy diferente pero que se unen para servir a un
propósito, pero el propósito está disperso entre tanto material diferente,
unas veces parece que sólo tengamos cuerpo físico porque solo nos preocupan
las cosas físicas. Otras veces
nuestra conciencia está tan centrada en el mundo de
las emociones que parece que no hay nada fuera de él. También están las
cosas del mundo mental a su vez divididas entre el concreto y el abstracto,
entre el análisis y la síntesis.
Pero no nos olvidemos del
propósito, que para algo cosas tan dispares se han unido, y es que a pesar
de estar unidos en una entidad densa, en realidad cada
cuerpo va por su lado,
cada uno reclama la atención de nuestra conciencia, de eso que llamamos yo,
y en incontables vidas vamos a estar sirviendo a cada uno de ellos sin
preguntarnos el por qué. Son parte de nosotros,
¿para que íbamos a cuestionar nada?, pero debemos prestarles atención porque
cada uno de ellos ha de descubrir su propia singularidad, y esto vale para
cualquier relación grupal sea interna o externa. Cada miembro necesita
desarrollar su singularidad, encontrar el camino que va andar solo y en
ocasiones acompañado, no podemos decir yo soy aquello, si antes no hemos
dicho yo soy, no podemos renunciar aunque sea por un instante a nuestros
propósitos, inquietudes y deseos individuales para poder descubrir el
propósito por el que estamos juntos y entonces descubrir en la relación
interna una entidad mayor que es la personalidad, luego el Alma, después el
Ángel Solar, y en la relación externa la propia humanidad y la humanidad
Hermana Dévica, si antes no somos mínimamente concientes de nosotros mismos
y del entorno, conocer nuestro potencial y nuestras carencias, y el grupo
que queremos formar parte también. Ser consciente de nuestro potencial y
carencia, de lo contrario tendremos un arduo trabajo para lograr la armonía
a través del conflicto.
Recientemente se habla en
física de las partículas de la “libertad asintónica”, es decir que cuando
más cerca están las partículas unas de otras son más libres, menos los ata
la fuerza nuclear fuerte, en analogía podríamos decir que lo que une a los
miembros de una identidad mayor es el estar contentos de estar juntos y no
de ningún control.
Cuando nos sentimos cerca de
alguien no hay fricción porque sentimos lo que siente y lo compartimos y si
no lo compartimos seguimos el camino, por lo que en un caso u en otro la
fricción es innecesaria, pero si compartimos estamos juntos en alegría que
es lo que une tanto a hombres como a devas.
Otra cosa es la gravedad o el
karma que está en todas partes recordándonos de donde venimos y a donde
vamos.
Relación grupal externa u
horizontal:
Es la que nos une a los
diferentes seres ya sea humanos o dévicos, es como la fuerza
electromagnética, nos atrae y nos repele a personas y a devas según
polaridades, vibraciones, temperamentos, rayos, etc.
En este punto nos podemos
remontar a Leo el signo opuesto, primero fue consciente de si mismo y luego
del entorno, hasta que pudo decir; “escucho en mi corazón el latido del
corazón del hermano”, y Acuario empieza en ese punto, es consciente del
hermano, ante él solo tiene sentimiento de Compasión y Amor incondicional,
pero no reconoce grupo alguno menor que la propia humanidad, cualquier
clasificación le parece poner barreras al campo, restringir el espíritu de
universalidad que caracteriza Acuario, ya no es tiempo de que las cosas
pasen en grupos, religiones, países, regiones o continentes, cualquier cosa
de Acuario lleva el sello de lo universal. En la comunicación podemos ver la
radio, la televisión e internet universalizando la información y
preparándonos para la telepatía, y en las diferentes áreas de la vida una
globalización que una vez corregidos los errores traerá la correcta
distribución de los recursos, que son de todos. Hará falta una imperturbable
buena voluntad por parte de todos, pero el Agua de Acuario no puede
detenerse, los recursos informativos, económicos, sanitarios, sociales,
energéticos, han de llegar a todos, no hay vuelta a tras.
El que sea un camino de conflicto, de fricción o bien de síntesis y
de intuición, depende de lo ATENTA que esté la humanidad y cada uno de sus miembros para reconocer
las necesidades del momento.
La autosuficiencia de energía
ya no puede basarse en el recurso de usar productos fósiles, que no son otra
cosa que seres vivos enterrados millones de años, si la fuerza invocativa de
un mundo mejor es consistente y perseverante se descubrirán nuevas fuentes
de energía, y las que ya están inventadas serán puestas al servicio de todo
el mundo. Para poner solo un ejemplo, el coche que funciona con aire
comprimido, que en vez de contaminar limpia el aire, su propia fuente de
energía, eterna, universal y a un precio asequible a todos.
Trabajar grupalmente cuando
no hay conciencia grupal lleva a desarrollar está conciencia a partir de la
fricción de intereses y deseos individuales. Entonces el objetivo es lograr
la armonía a través de tanto conflicto, limar los deseos e intereses
demasiado divergentes para que todo parezca un todo armónico y con suerte un
principio de armonía real. Pero cuando lo que produce la fricción se ha
agotado, ya sea porque como los incendios que se apagan, porque se ha quemado
todo lo que había para quemar, o porque ha habido voluntad de todos de no
llegar a ese extremo, la armonía se ha de buscar a través de la síntesis.
No
se trata de evitar el conflicto, ni de tratar de no verlo, ni de obedecer a
un líder para que haya control. La armonía a través de la síntesis surge no
desde estar controlados, ya sea interna o externamente; surge cuando todos
están contentos y alegres por compartir parte de sus vidas con otros, y esto
vale para la relación de los integrantes de uno mismo, el físico, el
emocional, el mental ,el espiritual.
Vale también para la relación
con el mundo externo, la relación de pareja, familiar, laboral, de amistad y
vale también para las relaciones con el mundo devico. Si no hay alegría,
felicidad y paz interna, en las relaciones, sólo se puede hablar de
conflicto. Porque uno lleva a donde va lo que lleva dentro y en la relación
con el mundo dévico ausencia de relación alguna, ya que un Deva
Solar sólo
se acerca al ser humano cuando la armonía es de síntesis, y la alegría y paz
interna forma parte de la estructura básica del ser humano.
De tal forma que,
en unas condiciones ambientales de conflicto, quien alberga en su interior
alegría y paz interna se convierte en el elemento que va a transmutar el
conflicto ambiental en armonía; es la piedra convertida en faro que los
devas solares van a usar para transformar un ambiente, una sociedad y una
realidad .
Este es el servicio en
Acuario; ser un punto de alegría y paz interna y todo lo demás es dado.
Ser receptivos hacía arriba,
a los lados damos, como si nuestra cabeza fuera el cáliz que recibe el agua
pura de la montaña y nuestras manos y corazón se limitaran a dar como
cantaros de Acuario.
