Solsticio 2000
La pintura del Greco está cargada de simbolismos trascendentes para quienes tratan de observar. Esta imagen de la Agonía en el Jardín, que yo llamaría Meditación en el Huerto, ha llamado poderosamente mi atención.
La proximidad del solsticio: la noche más larga en el hemisferio norte y el día más largo en el hemisferio sur... un buen momento para contemplar esta imagen pictórica sobre la noche quizás más oscura y larga del Cristo encarnado, su última noche en el Monte de los Olivos.
Mientras los tres discípulos cansados duermen en la parte inferior de la escena, el Cristo arrodillado y despierto establece contacto con un angel que porta el cáliz. Sus manos están extendidas hacia abajo en actitud de bendecir a quienes duermen debajo de ese elevado punto de contacto, que parece transcurrir allí, más en una dimensión luminosa. Visualizo en esta escena una alegoría casi perfecta de la meditación.
Los tres discípulos parecen simbolizar aquí a los tres cuerpos de la personalidad, y el Cristo al Alma que, habiendo sido liberada de las contingencias de los tres mundos, en silencio y vigilia, como las simientes en lo profundo de la tierra, establece contacto con el Ángel de la Presencia.
Los ropajes con los que se abrigan los tres discípulos parecen rígidos y hasta grotescos, mientras que el manto del Cristo se muestra obediente y flexible... ha caído rendido y sirve para que Él apoye Sus rodillas y pueda afrontar la faz del Ángel. Hay una humildad sanadora en esta actitud.
Las tinieblas ocupan el fondo de la escena y desde ellas surge el grupo de soldados que se apresta a llevar a Cristo, Quien aparece en silente e intenso diálogo con el Angel, tomando quizás fuerzas para beber el cáliz que lo llevará desde la noche más oscura hasta la gloria de la resurrección, previa crucificción de la naturaleza inferior.
No olvidemos que el momento de más intensa oscuridad, es precisamente el que preludia el amanecer.
Seguro que sus miradas desvelarán más simbolismos en esta sugestiva imagen.
