TRINIDAD
Tanto en arquitectura como en pintura, geometría y color pueden ser altamente simbólicos. Nos pueden ayudar a comprender, a veces inconscientemente, verdades esenciales, elevándonos espiritualmente; también puede suceder lo contrario, que estimulen el subconsciente, o evoquen nuestra parte más material.
Adjunto un cuadro de El Greco por su relación con la temática que últimamente se ha tratado en la lista. Se observan gran cantidad de triángulos en él, como sucede en muchas otras obras maestras de la pintura. El triángulo hace que nuestra mirada se eleve, generalmente realzando la figura del vértice superior. En el siguiente cuadro se aprecia una gran armonía, y un orden interno, que se muestra cuando fijamos nuestra atención en las figuras centrales.
Se aprecia un triángulo amarillo con el vertice hacia abajo, que está unido a otro triángulo formado por las figuras del Padre y el Hijo . El Padre es el punto de encuentro de ambas figuras.
Si se observa al Espíritu Santo, la mirada del Padre y los ojos cerrados del Hijo, veremos aparecer otro triángulo, y si le dedicais un poco de atención a esta pintura vereis aparecer muchos más. Este cuadro también puede estar contribuyendo a la labor de Triángulos.
Una de las cosas que mas llama la atención en los cuadros de El Greco es la profusa utilización del rojo, el amarillo y el azul, con gran intensidad lumínica. En casi todos sus cuadros aparece alguno de los tres, y con bastante frecuencia aparecen combinados. Es otra forma de presentar la llama trina.