¡Bienvenidos!

Ciudad: Hora  Día

 

 

 

Tres siglas, dos en posición vertical (V y A) y una en posición horizontal (B). El trazado recto de la B sirve para demarcar dos ideogramas. [seguir enlace]

Vicente Beltrán Anglada


"Que el contenido les sea útil y pueda servirles de inspiración en el intento supremo de sus respectivas búsquedas, es nuestra más humilde y sincera plegaria..."
-V.B.A
.


 

Devas

Conferencias

Triple
Proyecto

Agni Yoga

 


 

CAPÍTULO II
LA ESTRUCTURA MOLECULAR DEL UNIVERSO


Si nuestra investigación oculta ha de rielar como es de ley, sobre cauces científicos, habremos de estudiar primero lo que es realmente una estructura molecular, este fundamento básico sobre el cual se erige la soberbia arquitectura del sistema solar.

Cualquier estructura molecular está formada de átomos. El átomo es aparentemente la parte más insignificante de materia con la que se enfrenta el investigador científico de las leyes químicas del Universo. Sin embargo, la unidad atómica no es la parte más pequeña de substancia material, sino que a su vez se la ve compuesta de otros cuerpos todavía menores que llamamos protones, neutrones y electrones. Y aún, examinando estos elementos más pequeños a la luz de la clarividencia etérica, se los verá subdivididos en partículas eléctricas cada vez más diminutas hasta perderse en la inmensidad infinita del espacio.

A los investigadores científicos no les es posible percibir –dado que no poseen facultades de percepción oculta y que sus sofisticados instrumentos técnicos no han logrado atravesar todavía las fronteras que separan los niveles etéricos de los densos en el plano físico– a estos pequeñísimos e invisibles cuerpos que se agitan en el interior del átomo y que, esotéricamente, son considerados los vehículos expresivos de su núcleo vital, constituyendo miríadas de inconcebibles vidas que evolucionan en las reducidas dimensiones atómicas, al igual que lo hacemos nosotros dentro del “círculo-no-se-pasa” del planeta. La investigación corriente en ciencia química se inicia a partir del átomo de hidrógeno, compuesto por un protón, un neutrón y un electrón, y a este átomo de hidrógeno se le considera la unidad básica en química, es decir, que todos los demás átomos o elementos químicos que componen la estructura molecular de cualquier cuerpo en la vida de la Naturaleza, sólo son sumas o agregados de átomos de hidrógeno, que se extienden a partir de esta unidad básica hasta abarcar toda la gama de elementos químicos existentes, cada vez más cargados de átomos de hidrógeno. Así, el elemento químico del Laurencio, formado por ciento tres átomos de hidrógeno puede aparecer, desde el ángulo de vista de la evolución atómica, como una verdadera galaxia en miniatura. Pero, según se ha logrado averiguar recientemente, existen elementos químicos mucho más pesados todavía que el Laurencio, lo cual reafirma la verdad esotérica de que la ciencia no ha llegado al fin de estos descubrimientos, como no se ha llegado a descubrir todavía la naturaleza de la electricidad y el misterio que encubre la Fuente cósmica del Espacio, de donde surgen todos los elementos químicos y todos los compuestos moleculares... El Espacio, esa tremenda y desconocida Entidad, contiene en “suspensión” –si podemos decirlo así– una infinita cadena de elementos químicos, los cuales, por su propia e indefinible acuidad y transparencia, se confunden con el propio Espacio. Para descubrir algunos de ellos, sin movernos todavía del plano físico, se precisa un tipo de visión o investigación que no está al alcance todavía de la Ciencia física moderna.

Ahora bien, si se tiene en cuenta lo dicho en otras partes de este estudio acerca del Espacio, en el sentido de que es multidimensional y multimolecular, deberemos suponer lógicamente que en la composición geométrica de los planos o niveles de nuestro sistema solar entrarán compuestos moleculares de indescriptible diafanidad y pureza, como por ejemplo, los que entran en la construcción de los planos superiores del sistema, para los cuales los seres humanos, aún los más cualificados, carecen de sentidos adecuados de percepción.

Utilizando como siempre el principio de analogía, podríamos afirmar también que el Espacio, que es multidimensional y multimolecular, ha de ser asimismo multigeométrico, ya que posee en suspensión todas las formas imaginables. La geometría, como soporte de la imaginación de los Magos, es el campo de experimentación de vidas y conciencias que trascienden la investigación de los hombres más avanzados de la Tierra, siendo la geometría, vista desde el ángulo oculto, un archivo permanente de formas universales que jamás fueron percibidas ni investigadas.

De acuerdo con esta idea y siguiendo en la línea de nuestras investigaciones en orden a la Magia organizada planetaria, deberíamos preguntamos... ¿Por qué el Espacio es multidimensional, multimolecular y multigeométrico?

1º. Es multidimensional, porque contiene en sí todas las extensiones y magnitudes posibles para que pueda manifestarse la Vida que surge de cualquier centro creador. Las dimensiones dentro de las cuales viven, se mueven y tienen el ser estos centros creadores, indicarán siempre el grado de evolución espiritual alcanzado por los mismos, o sea, su grado de experiencia cósmica. Un estudio del proceso iniciático al que se halla sujeta la entidad humana al llegar a ciertas etapas de integración espiritual, nos informaría sin duda del significado real de la evolución y de la estrecha vinculación existente entre las iniciaciones espirituales y las dimensiones del Espacio.

2º. Es multimolecular, porque de acuerdo con el grado de evolución alcanzado por cualquier Logos o Centro creador, así será la calidad del ingente e indescriptible grupo de compuestos moleculares mediante los cuales ha de construir Sus cuerpos de manifestación, es decir, Sus planos o esferas expresivas. Todo el proceso de amalgamación molecular se basa, sin embargo, en las leyes mágicas del Sonido, cuyas notas invocativas al ser pronunciadas por el Logos atraerán del seno profundo de cualquier dimensión del Espacio, todas aquellas vidas atómicas y compuestos moleculares que vibran o que responden a idéntica frecuencia de Sonido. Tal como se dice ocultamente, “la Palabra es el elemento mágico de la Creación”.

3º. Es multigeométrico, porque cada grupo de notas componentes del Sonido o de la Palabra, forman un NOMBRE que personifica de manera misteriosa a una Entidad específica, Arcángel o Mahadeva, la cual creará en el seno profundo del Espacio la Forma geométrica requerida a través del ingente grupo de vidas atómicas y compuestos moleculares que corresponden a aquel NOMBRE. De ahí la conocida frase esotérica, tan poco comprendida todavía por muchos aspirantes espirituales: “EL NOMBRE ES LA BASE GEOMÉTRICA DE LA FORMA”.

Para el investigador esotérico, la relación Nombre-Forma constituye uno de los grandes secretos de la Magia. Esta afirmación oculta viene aseverada por la experiencia de los insignes Magos planetarios, que en la enseñanza impartida a Sus discípulos les incitan a descubrir el nombre o sonido interno asignado por Dios el Creador a cada ser y a cada cosa creada, y pasar muy por alto el nombre que les ha sido arbitrariamente asignado por los seres humanos.

El hecho de que el Espacio sea una misteriosa e incomprensible Entidad multidimensional, multimolecular y multigeométrica, obliga al Mago a que –de acuerdo con las sagradas leyes de vibración– utilice creadoramente aquellas propiedades del Espacio en la realización de todas sus operaciones mágicas, sirviéndose consciente y deliberadamente de su propósito espiritual, de sus ideas abstractas y de su mente concreta, en el bien entendido que:

a. La Intención espiritual está relacionada con las dimensiones del Espacio.

b. Las ideas, abstractas en su naturaleza, están vinculadas con las composiciones moleculares inherentes a las cualidades destiladas por alguna definida dimensión del Espacio.

c. La Mente concreta, o substancial, está relacionada con la facultad de “visualizar” las formas geométricas más oportunas y convenientes para el desarrollo de cualquier definida operación mágica.

Cuando existe una perfecta sintonía entre las capacidades creadoras del Mago y las propiedades del Espacio, se produce la verdadera obra mágica, la creación consciente, teniendo en cuenta que las capacidades del Mago dependerán lógicamente de la etapa que haya alcanzado en el devenir de su evolución espiritual. Hay, por lo tanto, una consecuente sintonía entre el grado de evolución del Mago y las correspondientes dimensiones del Espacio, lo cual informará al investigador esotérico de lo que hay que entender por “círculo-no-sepasa” cuando se haga referencia a cualquier centro creador de conciencia. De ahí que siendo el Espacio multidimensional, multimolecular y multigeométrico, es lógico suponer que la dimensión específica de un plano de creación y las formas geométricas que surgirán como efecto de la movilización o puesta en ejercicio de determinados grupos atómicos o compuestos moleculares, serán una natural consecuencia de las capacidades creadoras desarrolladas por el Mago, como fruto de su evolución espiritual.

Vemos, en definitiva, que la totalidad del Cosmos manifestado, o sea, el aspecto substancial u objetivo que tiene su razón de ser dentro del Espacio absoluto, es el resultado de la actividad desarrollada por todos los Logos creadores –sea cual sea su grado de evolución espiritual y de la magnitud de Sus “círculos-no-se-pasa”. Estas conciencias logoicas utilizan el Espacio como recipiente, morada y archivo de Sus infinitas creaciones. Siendo así, un cuerpo humano, un esquema planetario, un sistema solar, una constelación o un sistema cósmico de galaxias, obedecen a las mismas leyes y actividades de creación, variando únicamente de acuerdo con el grado de evolución alcanzado, el número de dimensiones conquistadas, la calidad de los elementos moleculares invocados y las formas geométricas utilizadas en el proceso de construcción de la Obra mágica que cada Logos tiene la misión o el destino de crear en las infinitas y eternamente desconocidas oquedades del Espacio absoluto...

Ahora bien, el proceso evolutivo del átomo constituye uno de los grandes secretos de la Magia. Al átomo químico –debido a su aparente insignificancia– no se le concede gran importancia en los estudios esotéricos corrientes. Pero, sin estos minúsculos cuerpos atómicos no podrían existir cuerpos organizados en la vida de la Naturaleza, ni aún el gigantesco cuerpo del sistema solar podría existir.

Un átomo, examinado desde el ángulo de percepción de la clarividencia causal, es un universo en miniatura, pero para no elevar demasiado el concepto en nuestro estudio de la Magia organizada, lo analizaremos sólo desde el punto de analogía con el ser humano y lo consideraremos como el elemento básico de creación de los conjuntos moleculares o celulares mediante el cual son estructurados sus tres cuerpos de expresión en los tres planos inferiores del sistema solar, el físico, en sus dos vertientes densa y etérica, el astral y el mental, lo cual, si tenemos en cuenta lo que en esoterismo entendemos por leyes de evolución, nos indicará que los conjuntos atómicos que forman la materia con la cual son estructurados aquellos cuerpos –cualquiera que sea su densidad– están evolucionando al igual que nosotros en los distintos niveles expresivos del sistema
solar.

De acuerdo con esta afirmación, podríamos asegurar también que el átomo es una vida que posee una conciencia y se expresa por medio de una bien definida y estructurada forma geométrica, lo cual informará al investigador esotérico que basa todas sus investigaciones en los sabios principios de la analogía hermética, que las entidades atómicas, analizadas siempre desde el ángulo de vista de su correspondencia con los seres humanos, posee un triple cuerpo de expresión, física, astral y mental, a un grado imposible de determinar por la ciencia actual, que sólo pueden percibir en sus exactas funciones los grandes Videntes e Iniciados de la Gran Fraternidad Blanca del Planeta. Quizás podríamos tener un vislumbre de esta triple equivalencia asignándole al átomo valores cualitativos humanos. Por ejemplo, tomando como base de analogía el átomo de hidrógeno podríamos decir que:

a. El protón equivale al cuerpo mental.
b. El neutrón equivale al cuerpo emocional.
c. El electrón equivale al cuerpo físico.

Deberemos profundizar mucho sin embargo todavía en nuestros estudios sobre el átomo para poder llegar a estas interesantes conclusiones que, aparentemente, carecen de toda validez científica, pero de acuerdo con la sabiduría oculta de los grandes Iniciados, toda Vida, por insignificante que sea, se comporta como un centro de conciencia inteligente y con ciertos valores cualitativos que los seres humanos aún no hemos logrado descubrir, en el devenir de nuestros estudios psicológicos, filosóficos o científicos.

Pero, en el supuesto de que el átomo deba su forma particular a la cantidad de protones, electrones y neutrones que en su conjunto forman un cuerpo organizado y concretamente definido, o sea, el triple cuerpo que utilizará la vida atómica a través de un tipo desconocido de conciencia, la investigación oculta nos llevará indefectiblemente a preguntarnos... ¿Cuál será este tipo de conciencia? y, ¿arrancará al igual que la de los seres humanos de los niveles causales?

Analicemos esta conciencia atómica tratando de relacionarla únicamente con su triple vehículo de expresión, el protón, el neutrón y el electrón, aunque corrientemente sólo sea considerado el cuerpo unificado del átomo, sin preocuparse de otra cosa que de sus campos magnéticos, de la energía contenida en su núcleo central y de cómo liberar esta energía para producir determinados resultados: luz calor, radiaciones benéficas en medicina, etc. o, en un desdichado caso, para producir explosiones nucleares, no siempre correctamente controladas.

Para el investigador esotérico el átomo es mucho más. Adivinamos en él una conciencia inteligente, no la inteligencia del hombre por supuesto, pero sí un tipo de conciencia altamente cualificada, cuyas funciones –al igual que las nuestras– tienden a seguir el inalterable curso de la evolución logoica dentro del sistema solar. Examinadas atentamente revelan un proceso similar al seguido por los seres humanos en el Sentido de que son capaces de dirigir inteligentemente desde el centro protónico, que podríamos calificar como núcleo espiritual del átomo o mente atómica, todos los movimientos del átomo en el interior de su propia periferia o dentro de cuerpos mayores en los que, en unión con otros átomos similares, forma parte de estructuras moleculares capaces de ser utilizadas por tipos de conciencia en estadios mucho más avanzados de evolución, como los de los seres humanos quienes, a su vez, no son sino unos simples e insignificantes átomos dentro del cuerpo gigantesco de la Tierra.

No sería en manera alguna ilógico pues, hablar de una corriente de vida monádica descendiendo de los altos lugares del esquema terrestre, proporcionando vida a estas diminutas existencias atómicas, una vida que en contacto con la substancia material de cada plano, originase ese tipo de conciencia que estamos analizando, lo mismo que ocurre con los seres humanos y aún con los propios Dioses manifestados. Siempre de acuerdo con la analogía, podríamos afirmar también que la evolución atómica es una corriente de vida logoica, tan completa e incluyente como las corrientes de vida humana y dévica y siguiendo idénticas leyes y principios de manifestación y evolución.

La agrupación molecular de los átomos por selectividad natural en la vida de los reinos, razas y especies, es un verdadero “acto de conciencia”, demostrándose científicamente como “afinidad química”. Y las agrupaciones atómicas inducidas por la ley o principio de selectividad, se hallan presentes en todos los niveles y dimensiones del Espacio, teniendo presente lo que hemos dicho en páginas anteriores en el sentido de que a cada dimensión del Espacio le corresponden unos tipos específicos de átomos y a éstos unos determinados tipos de conciencia o peculiares cualidades dentro de la Vibración general del plano, nivel o dimensión donde se hallaren ubicados. Es por afinidad química, o por selectividad natural, que fueron creados los infinitos compuestos moleculares de los distintos planos del sistema solar, las esferas de evolución planetaria y los cuerpos expresivos del hombre. Todo es Magia de expresión, repetida eternamente en el misterioso e insondable interior de las indescriptibles parcelas del Espacio virgen, la verdadera Madre de todas las cosas existentes.

Ahora bien, ¿qué consecuencias prácticas podríamos entresacar de estos datos esotéricos en nuestro estudio sobre la Magia organizada planetaria? El conocimiento de las vidas atómicas es esencial para el trabajo mágico, pues el Mago opera siempre sobre esta infinita multiplicidad de pequeñísimos seres, ya que son ellos los verdaderos artífices de la creación. Podrá argüirse quizás que el Mago blanco utiliza en sus operaciones mágicas a unos Devas de gran evolución espiritual que aparentemente nada tienen que ver con la evolución de las vidas atómicas. Sin embargo, y tal como esotéricamente se sabe, los Dioses, los Ángeles y los hombres, aun cuando pertenezcan a planos y a reinos de evolución distintos, trabajan en inteligente colaboración en la Obra creadora del mismo Señor y hay que prestar por ello una muy profunda y particular atención al hecho de que todas las expresiones creadoras arrancan de los compuestos moleculares, ya que éstos dan forma a las conciencias y vivifican sus auras magnéticas. Jamás podremos separar al Creador de Su Obra, sea cual sea la magnitud del proceso creador. De ahí que en el caso de un experto Mago humano, el hecho de que opere sobre Devas muy evolucionados, no alterará el proceso mediante el cual –y a través de aquellos Devas– el Mago llega a comandar y controlar miríadas de estas diminutas vidas atómicas.

Toda vida y toda conciencia se manifiestan por medio de una forma y el macrocosmos, pese a su grandeza, no podría expresarse si no fuese a través de las infinitas e innumerables vidas microcósmicas que se agitan ígneamente en cada uno de los siete planos del sistema. La inquebrantable relación Vidaconciencia- forma, constituye la actividad mágica, sea cual sea el propósito, el nivel o la capacidad creadora que surgen de no importa qué centro logoico de creación. Las formas resultantes siempre estarán de acuerdo con el triángulo constituido por la intención del Mago, el nivel de creación, etérico físico, astral o mental elegido y la habilidad conquistada para crear y mantener coherentemente las formas creadas en cualquiera de aquellos niveles.

Examinemos, por ejemplo, el caso de los Egregores que la bondad o la maldad de los hombres ha creado en las zonas etérico-físicas del planeta, formados por una increíble cantidad de elementos atómicos y compuestos moleculares extraídos de cualquier esfera dimensional del Espacio. Para el investigador esotérico que ha desarrollado la clarividencia causal, cualquiera de estas “masas atómicas”, oscila alrededor de un núcleo central impuesto por una intencionalidad creadora que se está manifestando. La relación magnética establecida entre esta intención y cada uno de los elementos etérico-psíquicos invocados constituyentes de aquella masa, pone en actividad un tipo de conciencia –digamos dévica– que organiza, proyecta y desarrolla la forma geométrica de la masa molecular así creada. Tenemos ahí la representación de las cualidades y de los defectos, de las virtudes y de los vicios engendrados por la humanidad, pues debido a su innata y desdichadamente todavía inconsciente capacidad creadora, existe una gran cantidad de Egregores, benignos unos, malignos otros, que están flotando en los niveles etérico psíquicos del planeta, esperando la más mínima oportunidad que se les ofrezca para manifestarse en los ambientes sociales del mundo. En esencia, tal es el sentido de la historia y la base de la civilización y cultura de los pueblos de la Tierra.

En el desarrollo de la actividad mágica planetaria, siempre se hallan presentes como inseparables testigos del drama humano, estos dos exponentes de la dualidad planetaria, el Bien y el Mal, y la consecuente lucha entre sí de estos dos gigantescos Egregores disputándose la presa del alma humana. Los Adeptos de la Magia blanca planetaria, los Teúrgos de la Buena Ley, y los adeptos de las sombras, o Magos negros, mantienen una terrible y constante pugna en un intento, sancionado por las leyes de la polaridad universal, de atraer a sus bandos respectivos cuantos más aliados posibles de entre las entidades que constituyen la raza humana, induciéndoles hacia el bien espiritual unos, hacia el apego material otros.

Vemos así que cuando en las enseñanzas esotéricas acerca de la Iniciación, se hace referencia a las pruebas que deberá afrontar el discípulo antes de que pueda penetrar en el Recinto iniciático, se pone siempre por ejemplo a los dos gigantescos Egregores creados por la humanidad, ocultamente llamados “el Guardián del Umbral”, señor de la magia negra planetaria, y el “Ángel de la Presencia”, el Señor de la Magia blanca y del Bien supremo, y al dificilísimo camino que circula entre los dos, “delgado como filo de navaja”, que ha de recorrer el discípulo antes de que pueda penetrar en el oculto Santuario, postrarse a los Pies del Iniciador y ver brillar Su rutilante Estrella.

Pueden pasar muchas vidas antes de que el discípulo pueda hollar el noble Sendero medio enseñado por el BUDA, el que guarda su pureza en medio de la cruenta lucha de los opuestos. En tanto va acercándose el discípulo a ese tremendo espacio neutro, completamente vacío de toda polaridad, que ha de convertirle en un perfecto Mago blanco, las fuerzas de la luz invocadas en sus meditaciones y en sus actos de servicio y sacrificio en bien de la Raza, van aclarando su camino y depositando en el interior de sus vehículos expresivos, aquellos átomos y compuestos moleculares de gran diafanidad y transparencia que “iluminarán su inteligencia” y desvelarán posteriormente su intuición, a fin de que pueda mantenerse dignamente en el Sendero espiritual que separa a los dos Egregores y lleva a ambos a zonas de perfecto equilibrio dentro del corazón del discípulo. Tal es, en definitiva, el Sendero de la Iniciación, donde la lucha es reemplazada por la perfecta armonía entre los opuestos, entre los dos enemigos de todos los tiempos, y por aquella Paz que trasciende toda comprensión.

Al clarividente entrenado, un discípulo de la tercera iniciación jerárquica, por ejemplo, le es sumamente fácil observar desde el plano causal, o mental superior, las formas geométricas de los Egregores, buenos y malos, así como la composición molecular de sus masas y sabe mucho más acerca de esta composición orgánica –si podemos decirlo así– que los más preclaros químicos del mundo, los cuales no han desarrollado todavía la clarividencia etérica que les permitiría observar la transmutación alquímica de los elementos etéricos procedentes del cuarto éter del plano físico planetario en átomos de hidrógeno, con lo cual iniciarían una era de investigación científica más completa que les informaría de la presencia de una prodigiosa serie de elementos químicos y compuestos atómicos, que sus más adelantados y sofisticados medios técnicos no han logrado todavía descubrir.

La ciencia química del futuro se verá extraordinariamente enriquecida con el descubrimiento de esos átomos o elementos químicos –llamémosles de transición– que se hallan “suavemente recogidos” en ciertos definidos niveles del aura etérica planetaria y han de constituir las piezas estructurales de base para conquistar las nuevas y desconocidas regiones del Espacio, aquéllas que han de abrir para la humanidad las gloriosas perspectivas de una era de relaciones humanas más correctas y fraternales...

Vivamos apercibidos pues, frente a esta tremenda realidad y dejémonos llevar por la infinita riqueza de su contenido. Que el término ÁTOMO adquiera de ahora en adelante un más profundo y definido significado, aceptando como lógica la idea de que forma parte de una corriente de vida y de existencia sin la cual no podrían ser creadas las bases estructurales del Universo, ni habría posibilidad alguna de manifestación para todas aquellas Entidades cósmicas, solares y planetarias que viven, se mueven y tienen el Ser dentro de las infinitas oquedades del Espacio virgen, Matriz eterna de todas las posibles creaciones...

 

[ Libros VBA ]


2008-03-03

 

 

 

Meditaciones Diarias
( La meditación de hoy corresponde al )

Lunes | Martes | Miércoles | Jueves
Viernes | Sábado | Domingo

|
Solilunios |
 

 

 


 Búsqueda  de Conferencias y Charlas VBA en línea

 
Google
   En toda la red internet       En www.vicenteba.org
     Si usa la copia "en caché" aparecerán resaltadas las palabras que busque
   
 
[Cáncer 1999]
VBA 1.0: 1999-07-05


[Leo 2003]
VBA 2.0: 2008-03-03