¡Bienvenidos!

Ciudad: Hora  Día

 

 

 

Tres siglas, dos en posición vertical (V y A) y una en posición horizontal (B). El trazado recto de la B sirve para demarcar dos ideogramas. [seguir enlace]

Vicente Beltrán Anglada

 

L.T.V., en reconocimiento sincero de la absoluta filiación espiritual que trasciende el Karma y su infinita secuela de muertes y nacimientos…

V.B.A.

 

Devas

Conferencias

Triple
Proyecto

Agni Yoga

 


Conversaciones Esotéricas

CONCLUSIÓN


CAPÍTULO XVII:
EL SIGNIFICADO OCULTO DE LOS MITOS

Una de las preguntas más frecuentes que se formula el hombre inteligente es la que se refiere a su propia genealogía, buscando el camino que conduce a sus más remotos orígenes. Ya no pueden satisfacer en nuestros días, a menos que se les asigne un significado meramente simbólico, los mitos de ADAN y EVA, del Paraíso Terrenal o del Pecado Original, que arrastra la familia humana desde el principio mismo de su historia. La persona inteligente, de mente clara y analítica no puede ni debe admitir ideas con respecto a los misterios originales que configuran su personalidad psicológica, si no se les asigna un carácter científico y no puedan ser comprobadas según el recto sentido de la lógica y del principio esotérico de la analogía.

Sin embargo, analizando la vida del ser humano según lo que acerca del mismo relata el GÉNESIS cabe admitir -siguiendo las líneas naturales del discernimiento- que ADAN y EVA pueden ser efectivamente imágenes simbólicas de los principios masculino y femenino de la Creación. "EL PARAÍSO TERRENAL", por su parte, puede ser considerado como el lugar de procedencia mística de la gran familia humana, aquel desconocido nivel o dimensión Nirvánica en donde el Karma, el Destino, no ha empezado todavía a actuar. Con respecto al "Pecado Original", o estigma que arrastra la Humanidad desde sus remotas fuentes universales, hay que recurrir como siempre al fértil recurso de la analogía, la cual procede con un orden metódico y científico de acercamiento a las grandes verdades o misterios inherentes a la vida del ser humano. El Pecado es solamente una idea nacida de la incapacidad humana de aproximación a la verdad original que subyace en todas las cosas creadas, el recurso de la ignorancia frente a las sabias leyes de la Naturaleza. Hay que aceptar no obstante como lógica la Ley del Esfuerzo o de la Necesidad Cósmica que obliga al incesante Drama de la Manifestación, ya sea de un Universo, de un planeta o de un ser humano.

El Pecado, como símbolo de dolor, de lucha y de desesperación, corresponde a la pequeña parte de la Voluntad creadora de la Divinidad que se introduce en la substancia material originando el campo específico de la manifestación del Universo. Pero, sabemos también que esta pequeña parte espiritual introducida en el seno de la materia para dignificarla o redimirla, forma parte del Espíritu divino y que todo ser viviente y toda cosa manifestada proceden de la misma Fuente universal, poseyendo, por tanto, una pequeña chispa de DIOS, un alma y una voluntad más o menos desarrollada, cuya LUZ es la referencia exacta del principio de la Creación, siendo el dolor, el karma o el destino, productos de la conciencia de separatividad del ser con respecto a aquellas inmortales Fuentes de procedencia.

Hemos tratado de explicar racionalmente las ideas místicas del GÉNESIS con respecto al ser humano. ADAN y EVA representan así ante la investigación esotérica los dos aspectos de la polaridad universal que llevan a toda posible generación en la Vida de la Naturaleza, y que el ser humano comparte con todas las demás especies vivientes. El PARAÍSO TERRENAL es el nivel espiritual de donde surge o de donde emana el Espíritu humano, la Antesala de la Creación - podríamos decir- en donde se prepara el acto creador que va de la esencia espiritual a la substancia material con una lenta aunque persistente diversificación de los principios de Unidad para entrar en el campo fecundo de la Polaridad la cual, a su vez, produce la diversidad. Cuando el principio de Polaridad ha llegado a su punto máximo de separatividad, se producen muy concretos y definidos los caracteres del sexo. Sobrevienen entonces “la Tentación” y el “Pecado” y ADAN y EVA son arrojados -simbólicamente hablando- del PARAISO. Como podremos apreciar, el símbolo es perfecto en su expresión, aun cuando haya sido desvirtuado o prostituido por la ignorancia humana con respecto a las leyes científicas que concurren en el HECHO de la Creación y que el hombre inteligente deberá aclarar para obtener una nueva y más amplia concepción de la Vida.

En anteriores ocasiones hicimos referencia a aquel Drama humano que llamamos el karma o el Destino, tratando de hallarle un más grato sabor a las expresiones teológicas y místicas que llegaron a nosotros a través de la tradición y de la historia religiosa de la humanidad. Vimos en primer lugar que la Ley de Gravedad que rige para el entero Universo no es una característica específica del plano físico, sino que cada parcela del cosmos en no importa qué plano o dimensión está revelando la Justicia de aquella Ley y que el conjunto universal, en lo que al principio de Evolución se refiere, va del aspecto más denso de la materia a la más elevada expresión del Espíritu, siendo cada vez más sutiles las formas materiales de que se reviste la vida de la Naturaleza a la incesante búsqueda de su propia e inevitable redención. Vemos, por tanto, que el conjunto universal movido por la Ley inmutable de Redención, no es sino un reflejo en tiempo y espacio de las leyes soberanas del Cosmos, un intento constante y a veces desesperado por liberarse de las leyes condicionantes de la Gravedad que enlazan el Espíritu a la gravitación de la Materia. Se trata también, dicho de otra manera, de una actividad de la propia Materia por aproximarse a la Luz del Espíritu, cuya esencia es absolutamente volátil y carece por tanto de gravedad o de peso específico. De esta manera, el Drama del nacimiento de cualquier criatura en la vida de la Naturaleza implica siempre la introducción de una pequeña chispa de luz del Espíritu en el seno de la Materia en un intento supremo, regido por la Ley del Sacrificio Cósmico, de REDIMIR la substancia que la compone, sujeta a gravedad y a karma, y elevarla a las sempiternas regiones del Espíritu en donde la gravedad es CERO y la luz el único vehículo de proyección y manifestación.

Bien, no sé hasta qué punto estas ideas podrán tener un significado lógico y práctico para nosotros, ya que lo que interesa fundamentalmente es hallar soluciones realmente factibles de acción social y no simples ecuaciones mentales. Pero, démonos cuenta también que las fórmulas prácticas no son posibles en el aspecto básico de redención si la mente no comprende íntegramente, o al menos en una elevada medida, las leyes que regulan la expresión del Universo y el misterio de la propia redención o liberación. Es por tal motivo que en nuestras primeras conversaciones esotéricas nos referimos a la Magia universal y a la Magia individual, por ser las capacidades íntimas de creación que poseen DIOS y el hombre para poder elevarse por encima de las Leyes de gravedad que actúan en todos los Planos del Universo. Desde tal punto de vista tiene una gran importancia para el investigador esotérico el fenómeno de la levitación el cual, si aplicamos correctamente la analogía, está directamente relacionado con el misterio cristiano de la Ascensión. En virtud de la propia investigación oculta vamos siendo progresivamente conscientes de que nuestra vida psicológica, o nuestra alma encerrada en el interior de un campo gravitatorio de substancia, exige constantemente redención y liberación, es decir, más recepción de luz para poder triunfar definitivamente de las leyes kármicas y poder reorientar voluntariamente nuestro destino humano.

EL SECRETO DE LA ACCIÓN CREADORA

El trabajo creador residirá pues en el esfuerzo incesante por introducir cada vez más luz en nuestros vehículos periódicos de manifestación cíclica: la mente, la sensibilidad astral y el cuerpo físico. Se trata de un trabajo lento, callado y humilde que ha de realizarse poseyendo únicamente como estímulo la visión intuitiva de aquella lejana Meta señalada por KRISHNA, el símbolo del Espíritu, a ARJUNA, la pequeña alma o parte del Espíritu que ha logrado introducirse en la materia para fines redentores. Estamos diciendo en realidad cuanto se halla escrito en los registros akásicos de la Naturaleza desde tiempos inmemoriales y han llegado a nosotros a través de los grandes mitos, símbolos y leyendas de todas las Escrituras sagradas del mundo. ¿Cuál ha de ser pues nuestro trabajo? ¿Hay alguna forma práctica de revelar la idea frente al “ineludible reto de la acción? Dicho de otra manera... ¿Estamos realmente capacitados para resistir y acoger en nuestra vida esta Verdad o esta Ley que ha de producir las condiciones requeridas de Redención y Liberación? Todos poseemos el suficiente grado de comprensión espiritual para saber con certeza lo que es bueno, en el sentido ético de la palabra, y lo que no lo es dentro del propio contexto vital individual, es decir, lo que hay que aceptar y lo que hay que rechazar para que vaya realizándose en ella el misterio de Redención el cual, en sus fases posteriores, determina Ascensión y Liberación. Bien, creo que hay aquí una profunda materia de reflexión para cada uno de nosotros pues, en el fuero interno, notamos quizás la presencia de unas fronteras aparentemente insalvables que delimitan perfectamente los intensos deseos de ser y las verdaderas capacidades de acción o de realización. En todo caso, la regla iniciática exige que sean destruidas estas fronteras que separan nuestro pequeño destino kármico del Karma de los Dioses. La regla absoluta que rige para este proceso de identificación es la cualidad de Fortaleza. No basta con la simple comprensión mental del proceso; habrá que sumergirse constantemente en la gloria de la acción, esta acción creadora cuya motivación principal es introducir cada vez mas luz del alma en el centro vital de cada uno de nuestros vehículos expresivos con el propósito de redimirlos de substancia gravitatoria o kármica y someterlos, progresivamente, a la prueba iniciática. Cada paso dado hacia el ser espiritual venciendo la natural resistencia de nuestros vehículos kármicos producirá múltiples e inevitables reacciones psicológicas, en algunos casos de indecisión y temor, en otros de desilusión o desesperanza y aun, en determinadas ocasiones, de orgullo y falsa suficiencia, pues en el fondo de nuestro ser subsiste todavía el peso de la tradición, somos esclavos del placer de los sentidos y anhelamos ardiente e impacientemente ver realizados de inmediato los frutos de nuestras acciones. Hay que actuar lenta, callada y humildemente sin esperar otra cosa que una tenaz y persistente lucha y una integridad absoluta en el espíritu de resolución.

Ahora bien, la acción creadora tiene una regla secreta: la SINGULARIDAD, y el verdadero Yoga o Ciencia de Unión con el Espíritu divino es genuinamente individual, muy íntimo y secreto. De ahí que para desarrollarlo íntegramente en el corazón no son válidas ni aconsejables las técnicas generales. Habrá que singularizarse mucho el proceso que se desarrolla en torno a la figura psicológica del hombre para que el Yoga exprese sus verdaderas cualidades espirituales e induzca al individuo a la verdadera acción creadora.

Estamos viviendo unos momentos de gran trascendencia planetaria, con un despliegue de energías cósmicas como jamás lo hubo en la historia del mundo. Estamos siendo progresivamente estimulados en el sentido de la acción creadora por la presión de estas fuerzas extrasolares, más allá de la humana comprensión, que han de conducir a muchos seres humanos a las cúspides más elevadas del Monte Tabor de la conciencia y depararles allí una oportunidad única de Transfiguración. Se trata de unas condiciones planetarias óptimas para el desarrollo de la verdadera individualidad humana. Me pregunto cuántos de nosotros seremos capaces de interpretar este “Juicio de las Estrellas” y de afirmar la voluntad inquebrantable de ser y de realizar.

Captar el sentido orientador de los nuevos tiempos con las nuevas exigencias espirituales, es la tarea que ha de imponerse voluntariamente el verdadero investigador, el discípulo espiritual de la Nueva Era. He aquí por qué hay que insistir constantemente sobre los riesgos de la generalización de los métodos de entrenamiento espiritual, de los Yogas y de las disciplinas de la meditación frente al drama cósmico de liberación que ha de realizarse en el individuo inteligente de nuestros días. Un creciente número de personas desaprensivas y carentes de escrúpulos, autodefiniéndose “yoguis”, “gurús” o “portadores de la verdad”, han invadido el campo del esoterismo abasteciendo aquel absoluto campo de necesidades con toda clase de técnicas y sistemas peregrinos de entrenamiento espiritual creando la confusión y el desorden y apartando a muchos sinceros aspirantes del camino de su verdadera individualidad u originalidad.

Sin afán peyorativo alguno, pero teniendo muy en cuenta las oportunidades cíclicas de los tiempos, debo hacer resaltar aquí de nuevo el peligro de las “técnicas estandarizadas” ofrecidas profusamente hoy día al inexperto aspirante espiritual que anhela conquistar rápida y espectacularmente los Misterios del Reino. La técnica perfecta de acercamiento a las nobles verdades del Espíritu ha de ser singular y original. Cuando el individuo va segregándose de la gran masa social en la cual vive inmerso, adquiere una conciencia particularizada de las inmensas profundidades del Ser verdadero y percibe el ambiente, las circunstancias y las constantes alternativas kármicas desde el ángulo de visión de KRISHNA, observando todo cuanto sucede en la vida de ARJUNA con entera impersonalidad e impasibilidad. Bien, al llegar a este punto quizás muchos de nosotros nos preguntaremos acerca de los significados ocultos de las situaciones kármicas y también muy sincera y profundamente sobre la necesidad de una técnica específica de vida, la que espiritualmente nos corresponde, es decir, singular, original y “hecha a la propia medida” y no sobre la medida espiritual de los demás. Estas interrogantes expresan un deseo muy lógico, ya que el ser humano anhela constantemente ampliar su visión del mundo interno y proyectarse cada vez más dentro de sí mismo. Dense cuenta, sin embargo, que no es la misma la posición del individuo que recién ahora emerge de la gran masa condicionante de la humanidad, que la del aspirante espiritual que lleva tras de sí un glorioso y fecundo pasado y es, simbólicamente ha-blando, “un guerrero curtido en mil batallas” y se siente impulsado por ello hacia las alturas internas en virtud de la experiencia acumulada en su cuerpo causal.

LA VERDADERA TÉCNICA DE LA LIBERACIÓN

Hay un aforismo en la vida del Señor BUDHA con respecto a la Liberación que deberíamos tomar en consideración pues aclara el verdadero sentido de la acción creadora. Es éste: “El Hombre Perfecto vence sin luchar”. Se trata, como comprenderán, de la liberación de todo esfuerzo, es decir, de toda disciplina impuesta en la vida personal para alcanzar algún logro definido. El sentido real del aforismo es que el Ser espiritual es Perfecto más allá de toda ponderación, que carece virtualmente de caminos y de fronteras y que acercarse a El implica, por tanto y por paradójico que parezca, barrer todos los caminos trazados en el mundo interno, ya sea el de una religión, de una creencia o de una definida técnica de entrenamiento espiritual. Démonos cuenta, pues, que no se trata de establecer una creencia o una definida técnica de entrenamiento espiritual, ni tampoco una casta de elegidos en oposición a otra casta menos privilegiada de seres humanos, es decir, de unos que pueden vivir sin estructura técnica alguna de aproximación a la verdad porque poseen un glorioso pasado espiritual y de otros que, por no haber logrado penetrar todavía en aquel inmenso e indescriptible campo de oportunidades, se ven necesariamente obligados a ampararse en las técnicas, en las normas y en las disciplinas de acercamiento espiritual que suministran profusamente los modernos especialistas de la meditación, del Yoga o de cualquier otro tipo de regeneración psicológica.

Hay que acoger la sagrada máxima de BUDHA desde el retiro más profundo del corazón dentro del cual todos somos iguales y en el que existe una idéntica Gloria a compartir y un sentimiento único a desarrollar. Es el Sancta Santorum de nuestra vida, allí en donde el intelecto que fragua las grandes combinaciones temporales jamás podrá penetrar por grandes e intensos que sean sus esfuerzos y sus disciplinas. Quizás nos preguntemos de nuevo... ¿Es que podemos vivir sin técnicas de vida o sin normas de conducta social cuando se trata de fusionar nuestras individualidades con la verdad de la Naturaleza o con la verdad del propio Dios? La respuesta que habrá que brindarse al respecto, en la seguridad de que va dirigida a un inteligente grupo de investigadores esotéricos, es ésta:

El ser humano es esencialmente la Verdad, el Camino hacia la Verdad y la Vida que le lleva por el centro del Camino.

Entonces, si una técnica tuviera que utilizarse desde este ángulo de vista debería ser sin duda la que señala nuestra Verdad, una Verdad que emana de nuestra propia Vida y que en el inalterable proceso de vivir crea el más apropiado de los Caminos. Quizás digamos ahora que se trata de un proceso netamente intuitivo surgido, precisamente, de la consumación de muchas técnicas y disciplinas de vida a través de las edades y que sólo unos contados individuos serán capaces de seguir. Bien, aquí enfrentamos el problema de la evolución o, si ustedes lo prefieren, de jerarquía espiritual dentro de la humanidad. Evidentemente todo ser humano es la propia medida de su verdad y de acuerdo con esta medida debe juzgar las cosas. Pero, durante el curso de todas nuestras conversaciones esotéricas, hemos intentado llegar a un punto dentro del ser humano, prescindiendo de su grado de evolución o jerarquía espiritual, en el cual sólo existe y tiene su razón de ser el sentido de la unidad de la propia vida. Me refiero al Corazón, pero no para edificar sobre él un nuevo tipo de Yoga, sino para mostrar que más allá de todo sistema de entrenamiento espiritual existe un asiento secreto de la Verdad y del Misterio de la Luz. Si les afirmase a ustedes que en el devenir de la Era de Acuario cuya blanca aurora empieza a perfilarse vigorosamente en el horizonte y en la cual el aspecto técnico tendrá un gran papel a jugar, habrá que dedicársele al Corazón una atención especial, quizás creerán ustedes que les estoy hablando de un nuevo y singular BAKTI YOGA, adornado con una técnica diferente de acuerdo con la presión de los tiempos. Pero, no es ésta exactamente la idea. De acuerdo con las previsiones jerárquicas para esta Nueva Era lo más importante en la vida del hombre espiritual será “la Ciencia del Corazón , una Ciencia de la que se ha hablado muy poco en la Era pasada en la que el determinismo de la acción estaba subordinada a los impulsos emocionales, los cuales, como se sabe, no pertenecen a la actividad del centro Cardíaco, sino a la del Plexo Solar. Se trata por tanto de desarrollar el Centro del Corazón como base de una cualidad imprescindible para el proceso iniciático. Hay grandes y poderosas razones para ello; el aspirante espiritual de la Nueva Era ha de adquirir y desarrollar la Conciencia del Ser y no simplemente la conciencia de un estado del Ser. La primera compete a la Vida, al inmanente sentido de Unidad, la segunda pertenece al concepto figurativo de la Mente. Es otra forma de explicar la diferencia que existe entre la singularidad individual y la diversidad humana en el orden social. La Singularidad es el propio Ser, el propio e inconfundible YO; la Diversidad expresa los conceptos que se tienen de este YO, es decir, los argumentos mentales provenientes de aquí o de allá en tomo a la esencia espiritual de la que se nutre la propia Vida. Tal es también la diferencia que hay esotéricamente entre KRISHNA y ARJUNA, entre el Creador de todas las cosas y el fragmento de Vida perdido en el fragor de las pequeñas creaciones diversificadas y en el océano de las dificultades kármicas. Entre ARJUNA, el fragmento, y KRISHNA, la totalidad del Ser, hay un tremendo e ignorado abismo que sólo la Ciencia del Corazón puede y debe salvar. No es edificando y construyendo conceptos acerca de la Verdad o estableciendo rigurosas normas de disciplina que podrá ser construido el “Puente de Luz” del Antakarana sobre las dos orillas de la gran separatividad humana. Habrá que recurrirse cada vez más frecuentemente al supremo dictado de la Sabiduría del Corazón para poder estructurar los campos de la Vida sobre suelos de inmortalidad. Habremos de ser como niños, deberemos retornar a las Fuentes..., pensando con el Corazón y sintiendo con la Mente, una empresa aparentemente imposible en los momentos actuales. Tal es, sin embargo, la tarea de los discípulos espirituales de esta Nueva Era, una tarea propiciada y “bendecida” por las extraordinarias posiciones de los Astros con respecto a nuestro planeta y que puede ser compartida por todos los hombres y mujeres de buena voluntad del mundo.


VICENTE BELTRAN ANGLADA
Barcelona, bajo el Signo de Libra de 1979


Anterior | Indice

[ Libros ]


 

 

 

Meditaciones Diarias
( La meditación de hoy corresponde al )

Lunes | Martes | Miércoles | Jueves
Viernes | Sábado | Domingo

|
Solilunios |
 

 

 


 Búsqueda  de Conferencias y Charlas VBA en línea

 
Google
   En toda la red internet       En www.vicenteba.org
     Si usa la copia "en caché" aparecerán resaltadas las palabras que busque
   
 
[Cáncer 1999]
VBA 1.0: 1999-07-05


[Leo 2003]
VBA 2.0: 2008-02-10