Capítulo XIV

 

Las Razas y los Yogas

 

 

Cada Raza humana tiene asignada la misión kármica de desarrollar un Arquetipo de perfección por medio de un vehículo de conciencia determinado. Por ejemplo, la Raza Lemur tenía la misión de desarrollar un Arquetipo de Belleza a través del cuerpo físico. Dicha Raza es la mejor preparada -hablando desde el ángulo de la conciencia física- para expresar la forma mística de la Creación. Ningún cuerpo como el de las individualidades pertenecientes a la Raza Lemur, será capaz de adaptarse tan flexible y perfectamente a las condiciones ambientales. La Raza Negra actual pertenece a las últimas subrazas de la Raza Lemur y si estas han perdido sus mejores atributos raciales de fuerza física, habilidad, destreza y rapidez de reflejos ante los peligros de una Naturaleza hostil, hay que culpar inexorablemente a la raza blanca, la cual, por las sistemáticas invasiones de sus territorios, por la denigrante y cruel esclavitud a que las sometieron -un karma que exigirá su augusto cumplimiento en el momento justo- y por haberlas obligado a vivir en medios ambientales forzados, indignos de la decencia humana y a realizar los trabajos más pesados y humillantes. Si, la raza blanca -al menos un considerable sector de la misma- deberá pagar un día a precio de dolor y quizás de sangre el inmenso sufrimiento causado a la Raza negra. Y, pese a todo, esta Raza continúa siendo todavía la más fuerte y preparada físicamente y algunos de sus miembros en el transcurso de las edades lograron encarnar perfectamente el Arquetipo de Belleza y de equilibrio de funciones orgánicas para el cual habían sido creados.

 

La Raza atlante tenía encomendada la misión de desarrollar el Arquetipo emocional de Bondad a través del cuerpo astral, psíquico o de la sensibilidad, el cual fue logrado posteriormente por alguno de sus mas elevadas individualidades, preclaros Iniciados. Si bien hubo que recurrir en ciertas fases de su evolución espiritual a la acción demoledora de la Voluntad superior de la Divinidad y al fuego purificador de las más elevadas regiones espirituales, para sofocar ciertas condiciones negativas que alteraban el orden planetario, que culminaron en el hundimiento de una parte considerable del gran continente Atlante en las profundidades de los océanos, lo cierto es que el Arquetipo de Bondad fue logrado en las últimas subrazas de la Raza Atlante y continúa actuando en el mundo como una cálida promesa de solidaridad humana en ciertos elevados niveles del plano astral. Según se nos dice esotéricamente ese Arquetipo de Bondad esta SALVAGUARDADO por una hueste especifica de Devas pertenecientes al cuarto subplano del plano búdico y será oportunamente revelado en ciertas elevadas fases evolutivas de nuestra Raza actual.

 

Existen todavía grandes sectores sociales humanos pertenecientes a la Raza Atlante diseminados por el mundo. Algunos de sus elementos raciales pueden ser observados en China, Japón, América central, Laponia, Groenlandia, etc. Nuestra presente Raza, la Raza Aria, profundamente mental debido al orden que le corresponde en la línea de la evolución racial, tiene asignada la tarea de descubrir el Arquetipo de Verdad, una actividad que deben desarrollar las personalidades autoconscientes mejor dotadas de la Raza para poder captar sus significaciones mas directas en el plano de la Mente. Como Uds. saben, el plano mental está dividido en dos sectores, el concreto y el abstracto. El concreto abarca los cuatro subplanos inferiores, el abstracto los tres superiores. siendo siete los subplanos en que se divide la totalidad de un Plano en la vida de la Naturaleza. Pues bien, la investigación esotérica utilizando métodos de percepción superior a los conocidos en el plano físico y en el orden científico, ha logrado captar el Arquetipo de Verdad que corresponde a la meta de la Quinta Raza Aria en el devenir de su progreso evolutivo. A este Arquetipo se le denomina esotéricamente el Yo superior, el Ser Causal o el Angel Solar. En todo caso revela lo que ha de ser -espiritualmente hablando- el Hombre del futuro. Se manifiesta en forma de Entidad Andrógina, por cuanto la Verdad carece en absoluto de polaridad y está mas allá y por encima de las luchas teológicas y dogmáticas acerca de los misterios divinos de la Creación. Su Vida y Su expresión son técnicamente Luz y en su espiritual misterio, como cúspide de la evolución de la Raza, perfila la comprensión del destino creador del hombre y el secreto místico de la Creación universal.

 

Ahora bien, de acuerdo con el principio de analogía mediante el cual cualquier conocimiento esotérico, por profundo que sea, puede ser analizado muy concreta y específicamente, veamos las siguientes relaciones:

 

Nivel

Cuerpo

Calidad

Tipo de Yoga

Arquetipo

Raza

Actividad

 

 

 

 

 

 

 

 

Etérico

Atómica

 

 

Polar

Condensación Atmómica

Físico

Semi_etérico

Físico Denso

Celular

Sensitiva

 

HATHA YOGA

 

Belleza

Hiperbórea

LEMUR

Formación Celular

Concreción Física

Astral

Emocional

Sensibilidad

BAKTI YOGA

Bondad

ATLANTE

Sistema Circulatorio

Mental

Mental

Discernimiento

AGNI YOGA

Verdad

ARIA

Sistema Nervioso

Búdico

Búdico

Síntesis

DEVI YOGA

Amor Universal

ANDROGINA

Redención de la Materia

Atmico

Atmico

Unión

 

Dinamismo Creador

De los Adeptos

Liberación de la Vida

 

Como Uds. podrán comprobar por las mismas, la meta hacia la que tienden las individualidades avanzadas de la Raza Aria, es el descubrimiento del plano búdico, siendo el AGNI YOGA la línea de acceso que deberá ser utilizada para ascender a estas elevadas regiones espirituales. Y, habida cuenta de que el destino humano no viene marcado o condicionado únicamente por las corrientes astrológicas que provienen de las estrellas, sino que existe una zona de perfecta integridad dentro de la cual el ser humano puede utilizar su voluntad para erigirse en un perfecto conocedor espiritual y en un Hijo de Dios plenamente consciente de sus deberes sociales, podemos afirmar lo mismo que hizo Pablo de Tarso, el Apóstol Iniciado- que el Reino de Dios está a nuestro alcance y que podemos realizarlo en cualquier momento estelar o cumbre de nuestra vida. Algo muy parecido ha dicho KRISHNAMURTI en el sentido de la liberación humana, que no depende exclusivamente del tiempo y de que existe una zona de integridad dentro del ser en donde hay libertad espiritual y en donde la mente, que fragua todas las ilusiones temporales ha dejado prácticamente de existir, dejando abiertas unas compuertas por donde se derrama íntegramente y sin reservas la Vida universal. Ambas afirmaciones se basan absolutamente en el criterio esotérico de que "las Eras de la humanidad no dependen únicamente de las posiciones astrológicas de los astros, sino fundamentalmente de las decisiones individuales de los hombres. Seamos pues muy consecuentes sobre este punto y démonos cuenta de que existe una condición existente en las ida de la humanidad que puede incluso "hacer variar el curso de las estrellas". No me refiero sólo a las condiciones técnicamente descritas como sociales, sino también a la presencia de una actividad oculta realizada por la humanidad en su conjunto que determina ciertos condicionamientos -digamos kármicos- en la vida del planeta. Esotéricamente se constata esta actividad silenciosa pero altamente condicionante, capaz de provocar cambios inesperados dentro del "círculo-no-se-pasa" de la Tierra, unos cambios que pueden afectar incluso las decisiones de SANAT KUMARA, el Señor del Mundo. Esta eventualidad puede ser aplicada esotéricamente si se tiene en cuenta que la humanidad en su conjunto constituye aquella parte de la Divinidad que llamamos "las pequeñas voluntades de los hombres", la cual empezó a funcionar desde el momento cíclico de la INDIVIDUALIZACION de los hombres animales que los convirtió en seres humanos, en el Cuarto Reino de la Naturaleza. Las condiciones antes descritas del poder volitivo que consciente o inconscientemente utiliza la humanidad, constituye a veces una voluntad opuesta a la Voluntad del Logos planetario; de ahí que una cosa es el planteamiento de una situación necesaria en la vida del planeta y otra cosa es su realización perfecta contando con el beneplácito de la humanidad. Habrá seguramente un sector humano –no muy numeroso quizás, pero muy selectivo- que este conscientemente de acuerdo con la Voluntad de Dios en la vida de la Naturaleza y no le ofrezca resistencia alguna, pero en la totalidad del planeta habrá que contar con muchos e imprevisibles factores que pueden alterar o retrasar ciertos planes trazados ocultamente por la Gran Fraternidad Blanca del planeta en beneficio de la humanidad o de otros Reinos.

 

Para el discípulo mundial ha de quedar muy claro pues que él -técnicamente hablando- ha de ser un testigo de la Luz espiritual y un servidor consciente del Plan que los Maestros conocen y sirven, debiendo colaborar en el desarrollo del mismo con toda efectividad que le permita su desarrollo espiritual, siendo muy consecuente de sus actos y tratando al propio tiempo de inspirar a otros seres humanos a recorrer idénticos caminos de actividad y de servicio.

 

De la identidad del propósito espiritual plenamente compartido ha de surgir naturalmente el nuevo tipo de sociedad que la humanidad ardientemente busca, pero que raramente encuentra, perdida y confusa como se halla dentro del laberinto de sus propias ilusiones. Sin embargo, tal es la tarea que constantemente ha de realizar el discípulo, introducir luz en un mundo lleno de tensiones y sufrimientos y originar en los éteres planetarios aquellos necesarios puntos de rotura por donde puedan penetrar las energías cósmicas que producen REDENCION, uno de los fenómenos naturales que se realizan por doquier, pero que debe ser aplicado ahora al complejo sicológico humano, para producir las condiciones requeridas de ADAPTABILIDAD y FLEXIBILiDAD ante la creciente invasión de corrientes de energía cósmica con destino a la Tierra, procedentes de Constelaciones mucho más evolucionadas e incluyentes que las que constituyen la esfera sideral de nuestro Zodiaco, afectando muy poderosamente el centro místico del corazón de los seres humanos y empezando a desarrollar algunos de sus más necesarios e importantes lotos. Los efectos de estas importantes y trascendentes corrientes de energía son realmente imprevisibles por cuanto -y tal como analizábamos anteriormente no todos los seres humanos se hallan ubicados en un nivel de comprensión espiritual que los haga flexibles y perfectamente adaptables a aquellas extraordinarias tensiones de las energías cósmicas proyectadas sobre la Tierra. Debemos confiar, sin embargo, en las actitudes sicológicas y en las actividades sociales de los discípulos espirituales de nuestra época, los cuales, como lógicamente ha de ocurrir en todas las Eras de transición y de ciclos universales de energía, constituyen "la sal de la tierra", la levadura del nuevo orden social y el fermento redentor de la Raza. La responsabilidad de los practicantes del AGNI YOGA es pues clara y terminante en estos angustiosos aunque fértiles días de tensión planetaria: demostrar el Reino de Dios, convertirse en testimonios de la Luz y revelar el Plan. Tal es el exacto y verdadero sentido de la Ley. Y, por vez primera en el devenir de las edades evolutivas, el sentido justo de la Ley se afirma sobre el corazón de la humanidad y no sobre su mente razonadora. El sentimiento íntimo de Unidad e integridad penetra en forma de intuición en las mentes de los hombres avanzados de la Raza y les va descubriendo los inmortales y misteriosos secretos de Síntesis, de cuya gloria vendrá revestido el Avatar de la Nueva Era.