Capítulo XII

 

El Grado de Evolución Alcanzada

 

 

Agni Yoga, en su sentido más completo, indica Camino, Reconocimiento y Unión. Es repetir en otras palabras las afirmaciones de Cristo: "Yo soy la Verdad, el Camino y la Vida". El Yoga puede interpretarse también con esta frase: “EI alma del hombre contiene la Verdad, el Camino que a la Verdad conduce y la Vida que la anima en el recorrer del Camino". El Drama sicológico del hombre a la búsqueda de la Verdad se realiza, por tanto, dentro del área de si mismo. Lo que ocurre es que dificultada su visión por los velos de materia impuestos a su alma como vehículos de conciencia, se asoma cada vez más frecuentemente al exterior, sea a través de las ventanas de los sentidos, de la sensibilidad emocional o de la mente, creando alrededor de su alma un sedimento de substancia material no suficientemente "elaborada" -si puedo decirlo así- cuya ausencia de especialización impide percibir la Verdad que es esencia de su propia alma. Hablo, naturalmente, a los hombres de nuestros días, capaces de pensar correctamente, de sentir en profundidad y de actuar de acuerdo con las bases substanciales donde se apoya la autoconciencia individual. Las razas del pasado nos dejaron su "impronta", su ininterrumpida secuela de experiencia y conocimientos, no vamos a considerarlas por tanto de valor esencial en la línea de nuestros comentarios. El complejo equipo sicológico del hombre moderno se halla lo suficientemente organizado y capacitado como para poderle exigir más a la Vida, que es su propia vida, y demostrar más resolución y dinamismo en sus empresas sociales. Las cualidades espirituales que le son exigidas al hombre de nuestros días como condiciones precisas para introducirse en la vida espiritual son las mismas, sin embargo, que las que fueron exigidas a los discípulos del pasado, es decir, las de "querer, saber, osar y callar". Dicho más clara y concretamente: las de Resolución, Conocimiento, Valor y Humildad. Con tales armas o virtudes el Hércules individual ha de realizar los doce Trabajos dentro de su corazón. La resolución, o propósito firme e inalterable, ha de estar presente en todos los momentos de la vida, ya que esta cualidad de primer Rayo contiene el dinamismo de la acción y vitaliza el ánimo del discípulo para la búsqueda de las demás virtudes. Es la cualidad más importante a desarrollar ya que no en vano su consistencia vital y permanente constituye el Antakarana de la vida social creado por Cristo, totalmente aplicable a la vida humana. Confiere poder sobre todos los vehículos de la conciencia y es la aplicación de la Voluntad de Dios en la vida del hombre. Las demás virtudes y cualidades, repito, deben surgir del desarrollo de esta cualidad inmortal de síntesis y es obvio que a cada ser humano deberá llegarle la hora de aplicar el primer Rayo al destino de su existencia y proyectarle intensamente a la búsqueda de la Verdad por el silencioso camino espiritual.

 

 Las esperanzas en un mundo mejor para toda la humanidad dependen naturalmente del desarrollo de este sentido interno de percepción o de síntesis, que galvaniza la acción humana y la hace consciente de las grandes avenidas de luz espiritual que conducen a lo eterno. El Yoga, por tanto, es la representación de este Camino de Luz vigente para cada época de acuerdo con el grado de evolución alcanzado por la humanidad. Las distintas formas de Yoga son asimismo representaciones de la Voluntad del Creador para cada época y para cada tipo de sociedad humana. De ahí que el hombre superior no deberá inclinarse nunca ante las previsiones o disposiciones de orden general, ni plegarse a las condiciones del Yoga impuestas para un ciclo de vida determinado dentro de la humanidad. Es por tal motivo que en páginas anteriores afirmé que el HATHA YOGA y el BAKTI YOGA, los yogas del cuerpo físico y del cuerpo astral, eran considerados como absolutamente trascendidos desde el ángulo de visión de los discípulos mundiales y que únicamente eran consideradas como validas y correctas las técnicas del RAJA YOGA, el Yoga de la Mente. No en vano estamos inmersos en el devenir de una época y de una Raza profundamente marcadas por el Quinto Rayo. Vean Uds. esta analogía: Quinto principio Cósmico, la Mente de Dios, Quinto Rayo, el de las energías mentales operando como elementos de control de las tendencias inferiores del ser humano y como factores de discriminación y discernimiento, la Quinta Raza, nuestra Raza Aria, y la Quinta subraza, dentro de la Raza Aria, que gobierna los acontecimientos planetarios en el momento presente. Mayor coincidencia de hechos es casi imposible hallarlos juntos en el devenir de una época determinada. De ahí la importancia de los hechos ocultos que están produciéndose por doquier y constituyen -tal como analizábamos antes- las pruebas de que una precipitación kármica de efectos demoledores gravita sobre la Gran Conciencia Planetaria dentro de la cual vivimos, nos movemos y tenemos el ser.

 

Sin embargo, hablar de Yogas trascendidos en lo que al común de la humanidad respecta. resulta ilógico y falto de sentido. Reconozco el hecho, y así debo afirmarlo, de que existen grandes sectores humanos para los cuales tales Yogas pueden ser altamente necesarios y convenientes. Pero, al introducirnos en las silenciosas avenidas del AGNI YOGA, doy por sentado el hecho, asimismo importante, de que los aspirantes espirituales que lean estos comentarios sabrán exactamente a que atenerse con respecto a sus propias y particulares situaciones mentales y espirituales y que no estarán dispuestos a recorrer el camino trillado de los Yogas del pasado, teniendo ante si el iluminado Camino que les orienta hacia la Verdad espiritual y hacia Síntesis. En esta Introducción al AGNI YOGA, no voy a entrar por tanto en discusión acerca de los dos Yogas antes descritos, sino que me referiré únicamente al RAJA YOGA en la consideración de que constituye una apertura mayor hacia la conciencia espiritual y como creador del Antakarana de Luz causal en muchos hombres y mujeres inteligentes del mundo. Apoyándonos en los aspectos superiores del RAJA YOGA nos será posible penetrar en las sendas puras de nuestra conciencia "no holladas todavía por pie alguno" tal como rezan los Antiguos Comentarios- y encontrar allí, como cúspide de un sinnúmero de esfuerzos y disciplinas, un océano de Luz, de paz y de seguridad en donde el alma beberá finalmente el Agua de Vida a la que sin duda se refirió Cristo visando proféticamente la Era de Acuario, que ha de calmar definitivamente la ardiente e incontenible sed del cansado peregrino espiritual. Esta es la verdad inmortal por la que suspiraron los grandes hombres de todas las épocas, una Verdad más de todos los compromisos kármicos, de todos los conocimientos y de todas las previsiones humanas, una Verdad que se revela únicamente a aquellos que dejaron a un lado todas  las dudas e indecisiones y afrontaron con mente serena y razón templado aquel augusto periodo de soledad espiritual, producto de una época de precipitación kármica, cuyas energías fueron inteligentemente liberadas en el proceso dinámico de la resolución interior.

 

Vean Uds. aquí, la analogía existente entre la situación del hombre superior de nuestros días y la que enfrenta actualmente nuestro Logos planetario, cuyo poder sobre los acontecimientos esta mucho más allá e inconcebiblemente por encima de todas las previsiones humanas. Veamos: SANAT KUMARA enfrenta las pruebas inherentes a la Cuarta Iniciación Solar: el hombre superior de nuestra época enfrenta -o debería enfrentar- las pruebas y tensiones del Cuarto Yoga, el Yoga de Síntesis, es decir, el AGNI YOGA. De ahí la importancia que le asigna la Jerarquía a este Yoga visando los futuros acontecimientos planetarios de carácter trascendente y desconocido, que serán el resultado de la Iniciación de nuestro Logos planetario al someterse al tremendo Fuego íntimo de la Presencia del Logos Solar, de otro Logos Solar cuya Identidad es todavía un misterio muy esotérico y del esplendente LOGOS de la Estrella SIRIO, de la Constelación del Can, con el Cual nuestro Universo está íntimamente vinculado... Idénticamente, AGNI YOGA nos preparara para resistir serenamente y sin peligro la Presencia ígnea, poderosa y radiante del Señor del Mundo. Esta analogía que  acabo de describirles debería ser tenida muy en cuenta durante el curso de nuestras investigaciones ocultas acerca del AGNI YOGA.

 

Cuando me refiero al grado de evolución alcanzada por el humano a la búsqueda de la Verdad espiritual, no establezco una línea de separación entre los que pueden y los que no pueden ser introducidos en el AGNI YOGA. Me limito únicamente -y quisiera que esto quedara muy claro- a señalar una Verdad, un Camino y una Meta de Vida, esperando que tal visión atraiga la atención del mayor número posible de aspirantes espirituales de nuestro mundo moderno y les oriente inteligentemente por las rutas originales y espirituales de sí mismos. Tal es el compromiso y tal es la Ley...