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AAB-DK:
"Libra permite que el alma entre en el centro mundial que
llamamos Shamballa." TSR III, 134
VBA: "AGNI YOGA construye ... las
avenidas que conducen a SHAMBALLA."
-IAY 73
Las tres principales influencias planetarias actuales.
[AAB-DK: Astrología Esotérica]
Dentro del sistema solar mismo, tres de los planetas sagrados
se hallan peculiarmente activos, y son:
1. Urano. Este planeta es el regente exotérico de Acuario, el
regente esotérico de Libra y el regente jerárquico de Aries.
Está particularmente activo en la actualidad y trae la energía
del séptimo rayo. La circulación de sus energías puede ser
representada por el siguiente símbolo o diagrama:
La triple afluencia de la energía de séptimo
rayo, matizada por la fuerza de las tres grandes
constelaciones, es poderosa para efectuar grandes cambios en
nuestro pequeño planeta. Es interesante comprender que Aries,
el Inaugurador, llega a ser eficaz sobre la Tierra por medio
del poder organizador de Urano. Aries es el origen, el
comienzo y el iniciador de la Nueva Era y sus civilizaciones
venideras, de la aparición del Reino de Dios en la Tierra y
del individuo iniciado en los Misterios. Acuario es el actual
Determinador del futuro. Lo que es iniciado ahora en Aries se
manifestará en Acuario, y Libra impulsará a la adquisición de
un punto de equilibrio o (hablando esotéricamente) a “eludir a
las fuerzas opositoras que se hallan en el punto medio entre
la fuente de origen y la meta”.
2. Mercurio. Expresa la energía de cuarto rayo y está, como
bien saben, peculiarmente relacionado con el cuarto [i549]
reino de la [e408] naturaleza, el humano. Es el regente
esotérico de Aries (por eso “conduce a los misterios”) y
también el regente exotérico de Géminis, signo de los grandes
opuestos en lo que respecta a la humanidad, porque significa
alma y personalidad, conciencia y forma; es también el regente
exotérico de Virgo, la Madre del Cristo-Niño, o la forma y
aquello que mora en la forma, y es, finalmente, el regente
jerárquico de Escorpio, el signo del discipulado.
En consecuencia, esto pone en estrecha relación a cuatro
grandes constelaciones, cada una de las cuales tiene una
relación peculiar con las dualidades que conciernen, en forma
definida y evolutiva, al hombre. Éstas son expresadas en forma
excepcional para la humanidad por intermedio de Aries, Géminis,
Virgo y Escorpio; el siguiente diagrama describe la naturaleza
de esta relación:
Cuando se visualizan estos diagramas, el
símbolo debe verse girando rápidamente. Mercurio, el Mensajero
de los Dioses, lleva a la humanidad cierto tipo de fuerza, que
precipita un punto de crisis y da lugar a la siguiente gran
revolución, que conducirá al género humano a una nueva
experiencia y a la revelación de la divinidad que el hombre
está destinado a revelar.
3. Saturno. Este planeta aplica las pruebas y ha sido elegido
o invocado con ese fin, porque el tercer rayo no sólo
constituye su rayo particular sino que es también el de
nuestro planeta, la Tierra. Las dos notas se sincronizan.
Saturno es también el regente jerárquico [i550] de Libra y,
por lo tanto, trae a la manifestación de la humanidad y a las
diferentes Jerarquías involucradas, un punto de crisis, para
el cual la clave y el resultado reside en el reconocimiento
del equilibrio. Debido a que Saturno controla también a
Capricornio en dos de sus tres expresiones o campos de
influencia, es poderoso en los tres campos -exotérico,
esotérico y jerárquico- y si se relaciona lo que digo aquí con
lo que he dicho anteriormente en este tratado, referente a
Capricornio, [e409] se verá que el signo de la iniciación se
cierne sobre nuestro planeta y también sobre el destino del
discípulo individual. Por lo tanto, existe una expresión de la
fuerza de tercer rayo que el siguiente diagrama aclarará:
Esto hace efectivo y claro que el signo del
equilibrio y de la iniciación puede ser empleado ahora
inteligentemente para producir efectos sobre nuestra Tierra, e
inevitablemente lo hará.
Estas afirmaciones ponen fin a lo que creí necesario decir. La
iniciación -caracterizada por la autoiniciación- es la actual
demanda del hombre. Las estrellas lo declaran y lo decretan.
Por lo tanto, la Jerarquía colabora en forma intencionada. La
demanda implorante y las aspiraciones del hombre indican que
el hombre valora la oportunidad y reconoce comprensivamente la
necesidad comprobada. El Espíritu de Vida hará que esto se
cumpla.
Regla Doce
[AAB-DK:
Rayos e Iniciaciones]
Que el grupo sirva como indica Acuario; que Mercurio
apure al grupo en el Camino ascendente; que Tauro traiga la
iluminación y la obtención de la visión; que la marca del
Salvador, a medida que el grupo se afana en Piscis, sea
vista por encima del aura del grupo.
Recordarán que la regla para aspirantes destacaba:
1. El empleo de las manos para bendecir e
invocar, al prestar servicio curativo.
2. La marca del Mensajero en los pies, se refiere al empleo
de la intuición, regida por Mercurio.
3. El empleo del "ojo", el cual, en realidad, no es el
tercer ojo (que después de todo es sólo una frase simbólica),
sino la [i228] habilidad de emplear el poder desarrollado
del alma, esa potencia intermedia que existe entre el poder
de la mente y la dinámica energía eléctrica de la voluntad
pura.
Esta regla contiene simplemente el mismo
mensaje para el iniciado, pero en escala infinitamente
superior, y (si así puedo expresarlo) la obediencia a esta
regla atrae la energía acuariana, el poder razonador de
Mercurio y la iluminación de Tauro, a fin de llevar a cabo el
trabajo jerárquico en un planeta y en un ciclo planetario que
fueron condicionados por Piscis durante más de dos mil años.
Quisiera que reflexionen sobre lo antedicho, pues mediante la
compresión obtendrán la fórmula del trabajo de la Jerarquía, a
medida que reconstruye el mundo después de la destrucción
producida desde el año 1900 de nuestra era. Tenemos también un
gran triángulo de energías, actuando por intermedio de
Mercurio, el razonable y razonador Mensajero de los Dioses:
[e194]
Por lo tanto la Jerarquía está condicionada, en la actualidad
por tres grandes constelaciones:
1. Acuario - El Custodio de esa "vida más
abundante" de que habló Cristo y de la cual puede extraer en
la actualidad cuanto necesita, en forma nueva y dinámica, a
fin de lograr la restauración. Dicha energía es la "fuerza
complementadora de la universalidad". Concierne al futuro.
[i229]
2. Tauro - El Revelador de la visión, el "ojo de los Dioses",
el dador de iluminación. Concierne al presente.
3. Piscis - La Inspiración del Salvador del Mundo y también
el campo de la salvación. El campo de la fuerza donde deben
actuar las otras dos fuerzas. Es el producto del pasado.
A medida que estas tres constelaciones vierten sus energías
sobre el Gran Ashrama de Sanat Kumara, la Jerarquía, son
concentradas y retenidas allí hasta quedar liberadas, por "el
veloz diseño de Mercurio", dentro del campo de la conciencia
humana. El efecto de esta liberación consiste en despertar la
intuición (regida, como es sabido, por Mercurio) y en iluminar
a la humanidad evolucionada. Por medio de los seres humanos
intuitivos se imparte a la humanidad el conocimiento del Plan,
y puede llevarse a cabo el trabajo de restauración.
Actualmente, en forma peculiar, la conciencia iniciática
percibe que la Jerarquía está primordialmente energetizada por
la vida y la energía de Acuario, portador de un aspecto hasta
ahora desconocido de la energía de la vida de la Deidad.
Lógicamente es difícil captar esto y sólo será comprendido
debidamente al finalizar la era de Acuario.
El iniciado percibe que el nuevo grupo de servidores del mundo
es llevado al poder iluminador de Tauro, y que el resto de la
humanidad está aún influida por Piscis. En consecuencia,
tenemos [e195] a "la influyente nube de cosas conocibles"
cerniéndose sobre la humanidad, así como la Jerarquía influye
al nuevo grupo y análogamente a como el alma influye a la
personalidad del hombre; he aquí la necesaria iluminación y
luz, para resolver los futuros problemas que esperan
precipitarse a través del nuevo grupo de servidores del mundo,
influidos por Tauro, el nutridor de la iluminación, y al mismo
tiempo tenemos a la humanidad condicionada y sensibilizada por
la energía de Piscis, durante los últimos dos mil años. Por lo
tanto es también una condición de gran promesa espiritual,
pues en esta combinación de [i230] energías están contenidas
esas fuerzas que complementarán las actividades de la
Jerarquía condicionarán a Sus iniciados, afectarán a todos los
ashramas, arrojarán luz sobre la actual oscuridad y -como ya
puede observarse- incitarán a una nueva comprensión a la
actual conciencia pisceana del género humano.
[
VBA: Los Misterios de
Shamballa
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2006-11-17
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