CONFERENCIA
 

VICENTE BELTRAN ANGLADA

 

[edición en curso]
 


 
 

Reino Dévico 

Los Tipos de Devas y el Control del Discípulo.

Barcelona, a 11 de Mayo  de 1.984
 

"LA VERDAD HA DE PRESENTARSE DE TAL MANERA, QUE CONVENZA SIN ATAR Y QUE ATRAIGA AUN SIN CONVENCER. ESTO SOLO PUEDE REALIZARLO EL LENGUAJE DEL CORAZON".

-VBA: Introducción al Agni Yoga, p. 49
 


EL REINO DÉVICO

Los Tipos de Devas y el Control del Discípulo.
 

Barcelona, 11_Mayo_1984. — El Reino Dévico: Los Tipos de Devas y el Control del Discípulo. Sobre las distintas clases de devas, sus jerarquías, los planos en que se manifiestan, y nuestro contacto con los mismos. El trabajo de controlar los devas del deseo. Devas Solares y Devas Lunares. Los diferentes Pranas. La evolución progresiva y el contacto con nuevas Jerarquías Angélicas. La importancia de la Serena Expectación. El trabajo mutuo del Hombre y el Ángel", "Hay un Hombre para cada Ángel y hay un Ángel para cada Hombre". Las disciplinas y su error. El paso que va de pensar a dejar de pensar. La Atención que nos lleva a la Serena Expectación. OM final.

 

Vicente. — Si hay alguien que tenga alguna pregunta que hacer sobre lo que hemos dicho en conversaciones anteriores.

 Interlocutor. — Yo quería preguntar sobre las distintas clases de devas a los que podemos tener acceso, por nuestro grado de evolución, y con los cuales podemos intentar establecer contacto y trabajar con ellos y la manera práctica de invocarlos.

Vicente. — Bueno, podíamos decir que tenemos contacto y estamos muy vinculados con varios tipos de devas. Por ejemplo, los devas etéricos, que son los que mayormente estamos manipulando sin darnos cuenta, que constituyen los ambientes sociales de la humanidad, esto lo hemos dicho muchas veces, los llamados elementales que constituyen los elementos de la naturaleza: el agua, el aire, el fuego y la tierra, son construcciones, digamos, de los devas elementales. Tenemos el cuerpo emocional que está constituido íntegramente por los devas del deseo, o los devas del plano emocional inferior; y tenemos después los Agnis mentales que construyen las formas de pensamiento, así que nosotros cuando decimos: “estamos pensando” o que estamos emitiendo unas vibraciones que al llegar al éter se convierten en pensamientos. Viene a ser algo así como la sangre, que aparentemente es fluida y que solamente se solidifica cuando entra en contacto con el aire atmosférico. Entonces estamos en contacto constantemente con estos tres tipos de devas: los etéricos, los astrales y los mentales. Ahora bien, dentro de estas agrupaciones dévicas, de los niveles etéricos, de los niveles astrales y de los niveles de la mente, hay jerarquías, entonces, dependerá el contacto que podamos establecer con estos devas de la calidad de nuestros deseos, de nuestros pensamientos y, también, de la calidad de nuestra vida física. Yo no puedo decir: “ hay que hacer esto o hay que hacer lo otro”,  porque cada persona es un caso; cada persona está vibrando a un nivel definido, en conciencia, en un nivel etérico, en un nivel astral definido y en un nivel mental también muy definido. Por ejemplo, la unidad metal, que corrientemente está en el cuarto nivel para el ser humano evolucionado, en otros seres humanos menos evolucionados está en niveles inferiores, en el tercer o el segundo nivel del plano mental, y en cambio, en los grandes discípulos y en los iniciados, que todavía tienen unidad mental, este ha pasado al plano superior, ha llegado al tercer nivel —el plano causal— y así se va realizando la obra, digamos, de redención de la materia mental, al ascender de plano en plano o de subplano en subplano, y, naturalmente solamente puede gobernar los devas en cada situación aquella persona que esté cualificada para serlo. Así que depende mucho del interés que tengamos por establecer contacto y los fines y móviles que nos conducen a querer controlar cierto tipo de devas. Si os dijese que hay una relación entre lo que estamos diciendo constantemente aquí acerca de la atención enfocada de la mente en las situaciones que se van produciendo en nuestra vida cotidiana, con el control que se va teniendo de los niveles etérico y astral a través de esta atención, quizá lo encontrarías como fuera de lugar porque es algo que aparentemente no es posible, porque decimos una cosa tan sencilla, cuando hasta aquí se nos ha enseñado, según las artes de la magia, que hay que someterse a severas y duras disciplinas para poder controlar ciertos tipos elementales de devas del deseo o de la mente.

Entonces, cuando estamos en silencio profundo, cuando hay una armonía completa o integración entre los distintos vehículos que constituyen la expresión de nuestra conciencia, digamos, corporal o conciencia mental y conciencia astral, entonces, en el devenir de este proceso y a medida que vamos penetrando en ciertos niveles, vamos estructurando dentro de nosotros mismos unas áreas definidas de control. Y todos aquellos devas que están dentro, sujetos a esta esfera de control, podemos decir que están siendo controlados, pero no lo sabemos, hasta el punto que unas veces controlamos y otras somos controlados por los mismos devas que están dentro de esta esfera que hemos creado, dentro del hemisferio de nuestra conciencia. De todas maneras, la vida, digamos, de control, emocional a través de una mente muy organizada, da como consecuencia el control del nivel etérico. Se empieza por el cuarto  nivel, que es el nivel más asequible, en donde existen muchas formas etéricas, dévicas, que hay que controlar, pero tenemos que ascender, controlando siempre, siguiendo la ruta de los subplanos, al 3º Subplano y al 2º Subplano del Plano Etérico. Digamos, que el plano etérico es un cuerpo organizado, lo vamos a dividir en planos, porque realmente constituyen un cuerpo, es el doble etérico, la contraparte del cuerpo físico y, además es el receptor de toda suerte de energías que nos provienen del Cosmos.

 Es decir, que estamos trabajando constantemente, sin que nos demos cuenta, por controlar a los devas. Se nos dice que el conocimiento esotérico, correctamente utilizado, correctamente utilizado —VBA lo remarca—, trae como consecuencia el control de estas áreas indefinibles, por subjetivas, en donde habitan los devas. El habitáculo natural de los devas es siempre el aspecto etérico y encontramos devas ya en el cuarto nivel, como decía, y tenemos devas en el cuarto nivel astral, también, que están en armonía con estos devas del cuarto nivel etérico y otros los encontramos en el cuarto nivel mental, en donde tendría que estar constantemente la humanidad que está en contacto con estos cuatro subplanos también y constituyen una línea de armonía. Entonces, lo que interesa es gobernar todo el equipo, porque siendo nosotros el 4º Reino y teniendo a nuestra disposición todas las energías logóicas correspondientes a esta Era de traspaso, en esta 4ª Ronda, hay una tremenda fuerza logóica que está operando sobre la humanidad y, si añadimos a esto los grandes impulsos de Shamballa, que están penetrando poco a poco dentro de la humanidad, tendremos una idea de que estamos, sin darnos cuenta, controlando una considerable cantidad de devas. Pero, al propio tiempo, por el propio estímulo de las energías, estamos siendo controlados por otro tipo de devas, es decir, que tenemos controlados cierto tipos de devas solares, y, en cambio, estamos siendo manipulados por los devas que son lunares. Y la lucha de la humanidad está entre los devas solares y los devas lunares, en sus distintas categorías o jerarquías.

 Para mí, el proceso es simple, la persona que se va controlando se va definiendo como una entidad pensante, con una mente organizada y que no se limita a pensar lo que proviene del ambiente sino que está efectuando sus propias elucubraciones mentales, esto ya da como una garantía, como una seguridad de que una gran fracción, digamos dévica, está a  nuestro alcance, estamos en cierta manera controlándolas. Daos cuenta también, que cada uno de los átomos que constituyen nuestro complejo físico, es el cuerpo de una pequeña entidad angélica, de la categoría “x”, no vamos a hablar de todas las categorías porque tendríamos que analizar el compuesto químico del ser humano, desde los sólidos, líquidos, gaseosos, todo lo que constituye el cuerpo físico, para ver la extraordinaria cantidad de elementos dévicos que están actuando aparte de nuestra voluntad, porque el esfuerzo primario fue realizado en otro Universo; por lo tanto, en un Universo de tercer orden tuvimos la oportunidad de crear el cuerpo físico organizado, con un centro de conciencia que sin que se de cuenta está controlando todo este hemisferio particular que llamamos la composición del cuerpo físico. Y, ahora, el trabajo es controlar los devas del deseo, porque los devas del deseo no han sido totalmente controlados ni todavía por los discípulos, por lo tanto, es un área muy cruenta, es el Kurukshetra. El Kurukshetra, podemos decir que es la lucha de los devas lunares contra la imposición del yo. Es decir, el yo recibe la inspiración del Ángel Solar, el alma en encarnación, me refiero, y entonces todo este proceso está tratando de organizar la vida de sus tres cuerpos bajo un equilibrio, buscando esta integración que es la base de la presente Era, que los hombres se integren al menos hasta un punto en que el alma pueda adueñarse, el Ángel Solar de sus vehículos, efectuar un proceso histórico más allá de lo que conocemos.

 En todo caso, todo cuanto estamos haciendo ahora es, en un momento dominar a los devas y en otro momento ser dominado por los devas. El principio místico de la magia es absolutamente dévico. La construcción del Antakarana es una obra que corresponde a los devas, siguiendo la intención y el esfuerzo de nuestra alma. El nacimiento de un ser, la muerte de un ser desde el mundo físico al otro plano es cosa de los devas. La construcción de cualquier elemento químico en la vida de la naturaleza es dévica. Todo es dévico, por lo tanto, tenemos que estar en contacto con los devas y aprender la técnica del contacto consciente y, más adelante, el poder de gobernar los devas inferiores y poder captar a los devas superiores y el proceso humano, al menos para lo que al discípulo respecta, es salir del control de los devas lunares en cada uno de los tres cuerpos e imponer el ritmo causal introduciendo los devas solares, no los ángeles solares, digo los devas solares, es decir, aquellos elementos que constituyen el polo positivo dentro de la organización física, emocional y mental, en oposición a los devas que son lunares, que constituyen el aspecto negativo. Nos estamos debatiendo todavía en la polaridad: devas lunares, devas solares, y hasta que el alma no controle, no haya equilibrado esos aspectos lunar y solar, el alma solar, en eso podíamos decir, el Ángel Solar, no podrá manifestarse plenamente en la acción, digamos, en el hombre... no podrá tomar dirección de sus vehículos. Insistiríamos siempre en lo mismo, eh?. Si queréis ampliar más en otro aspecto.

 Interlocutor. — En este caso se diría que cuando un discípulo ha llegado a controlar, a equilibrar los devas solares y los devas lunares, se puede decir que ha llegado, ya a la 3ª Iniciación Jerárquica, ¿no?, debido a este control sobre los devas.

Vicente. — Bueno, primero tiene que empezar a tener un equilibrio físico entre los devas lunares y los solares, porque el prana, por ejemplo, no corresponde, digamos, a la línea de los devas lunares, sino que corresponde a la línea de los devas solares. Esos devas solares constituyen el prana, el prana luminoso, digamos. Hay varios tipos de prana a pesar de que conozcamos solamente con el nombre genérico de prana, que aceptemos el que nos da vida al cuerpo físico. El prana se utiliza también para armonizar los cuerpos, para vivificar el cuerpo astral y el cuerpo mental, mantener su coherencia; así que hay siete clases de prana y cada uno de los planos tiene un tipo definido de prana. Y cuando hablamos de prana casi hablamos del prana puramente etérico, el que se introduce vía el cuerpo etérico y penetra después en el cuerpo físico, a través de los chakras y después se convierte en las hormonas que se van a la sangre y todo el complejo, digamos, endocrínico. Es decir, que todo esto casi lo sabemos y por analogía lo podemos admitir. Es decir, que hay que tratar de organizar la vida de acuerdo con este gran poder armonizador, que hay entre los dos polos, que están en todas las áreas de nuestra conciencia. Hay una polaridad astral, una polaridad mental y donde ya no hay polaridad porque existe unidad, es el plano búdico, pero nosotros hablamos del plano búdico como una hipótesis mental, porque no sabemos exactamente lo que es. Y si una persona tiene una experiencia mística, búdica, tampoco la puede revelar porque le faltan elementos, faltan palabras y faltan expresiones y faltan todavía símbolos para expresar lo que es el plano búdico. El símbolo máximo que tiene el plano búdico es la plenitud en la acción cuando todo el ser, no solamente la mente, no solamente el cuerpo emocional o no solamente el cuerpo físico, están totalmente en silencio, están serenamente expectantes, quizá lo que define el estado de una manera muy abstracta y muy inconcreta de lo que es el plano búdico, es la serena expectación, la cual viene precedida constantemente por una profunda atención mental, que está penetrando en la raíz de todos los hechos y todas las situaciones y, por lo tanto, en este trabajo, en esta intención, existe un gobierno natural de los devas, está tratando de equilibrarlos, digamos, de fusionarlos, casi podríamos decir. Y hay muchas áreas definidas en las cuales, los ángeles o los devas que constituyen nuestros vehículos, están tratando de organizarse. Por ejemplo, si tenemos un  chakra muy desarrollado, significa que a través del esfuerzo de muchas vidas hemos llegado a una cierta plenitud en la acción de este chakra y todos los devas lunares y solares relacionados con este chakra, están armonizados. Entonces, podemos decir  que todo viene con el proceso místico de la propia evolución. Vamos evolucionando al compás de los tiempos y estamos introduciéndonos en zonas cada vez más profundas de conciencia, en donde naturalmente hallaremos nuevas jerarquías angélicas, nuevos vacíos, podríamos decir, hasta llegar a aquel vacío absoluto del cual no podemos tener todavía noción porque constituye la prerrogativa de los grandes iniciados. Pero quizá cuando estéis muy expectantes, estéis muy atentos a un proceso en el cual vuestra capacidad de intención, siendo el sujeto que está observando, esté tan identificado a través de la atención con el objeto que está considerando, cuando el sujeto y el objeto sean… se hayan aproximado tanto que el uno penetre dentro del otro, entonces se puede decir que existe una serena expectación y, por lo tanto, existe un equilibrio en no importa que tipo de chakra, el más idóneo para nuestra evolución. Y, entonces, podemos decir también que la iniciación en cada una de sus fases o caminos o recodos dentro del gran camino, porque hay varias iniciaciones como sabéis, en cada iniciación el vacío es más profundo dentro de este espacio que llamamos “círculo no se pasa de la conciencia”. No solo se ensancha nuestro círculo no se pasa sino también que hacemos vacíos dentro de este círculo, vacíos cada vez más llenos de plenitud, paradójicamente hablando, por lo tanto, más llenos de la gracia de Dios y ahí vemos lo que es realmente la iniciación, es penetrar en un vacío que podríamos decir que es la relación que tenemos con la mente o con el corazón de Dios en cada una de las iniciaciones que estamos consiguiendo.

 No es difícil de comprender si se utiliza la analogía, la analogía de las jerarquías, por ejemplo, de la conciencia; puede aplicarse enteramente a los devas. Los devas están, tal como se dice en algunos libros más recientes de la Jerarquía, desesperadamente tratando de penetrar en la conciencia de los hombres, y según se nos dice, la conciencia de los hombres está completamente obturada, es invulnerable y el Maestro dice que la perfecta vulnerabilidad es sabiduría, por lo tanto, siempre digo: “No seáis demasiado estrictos en la acción cuando estáis tratando de gobernar vuestros impulsos a través de una disciplina muy férrea”. Hablo de la actualidad en nuestro mundo y de la actualidad del discipulado, porque esto puede ser en cierta manera una rigidez dentro de la conciencia y lo que se precisa es una adaptación suave, como la brisa se adapta a todos los cuerpos, por ejemplo, o el agua se adapta a las vasijas. Y, claro, la única prueba, digamos, de que existe una  adaptación o que existe esta fusión con lo externo es cuando hay adaptación serena, cuando hay una serena intención y atención al propio tiempo. No hay problema que resista la atención, y esto lo veréis con el tiempo cuando estéis muy atentos, sin daros cuenta, en todas las situaciones en las cuales vuestro yo está tratando de resolver un problema. Un problema no se puede resolver por la violencia, no se puede resolver por la disciplina, se debe resolver con el silencio total, examinando completamente el problema, ya sea un problema físico, astral o mental, porque en esta atención hay una adaptación y cuando hay una adaptación hay una aceptación y, si hay una aceptación es que estamos de acuerdo con los Señores del Karma, no hacemos obstrucción a su obra, y desde el momento en que la conciencia del hombre no hace obstrucción al karma, el karma no existe. La brisa que pasa sin quietud, cierra la puerta de tu casa, deja que pase la brisa y la brisa es la sabiduría de la acción. Y, naturalmente, cuando hablamos de la serena expectación le damos siempre un carácter no solamente místico sino completamente dinámico, es la acción psicológica del ser, solamente con la atención se pueden controlar los vehículos, se puede organizar todo el complejo humano en todos sus niveles, y con el tiempo nos daremos cuenta de que a través de la serena expectación penetraremos en las iniciaciones sin darnos cuenta. No es el mismo caso de Pablo de Tarso cuando nos habla de que el cielo puede ser tomado por la violencia, pero ¿acaso no existe una tremenda fuerza activa en la serena expectación?, que nace de la acción, que no nace de un rechazo de valores ambientales sino que los acepta profundamente, que los enfrenta, les hace cara y no los teme. Si meditáis en esto os daréis cuenta de la importancia que tiene en esta Nueva Era, y en esta 4ª Ronda de esta 4ª Cadena de este 4º Esquema, y es dentro de este Universo de 4º Orden lo que significa la serena expectación porque corresponde al 4º Plano, el Plano Búdico, y ahora empezamos a trabajar a través de la serena expectación en el 4º Nivel Etérico del Plano Físico, para que os deis cuenta de que todo, si vais utilizando la analogía, está dispuesto de una manera tan sabia a través de los números, ya sea de planos, ya sea de cuerpos, ya sea de Logos, ya sea de situaciones astrológicas, ya sea de los rayos que condicionan nuestro ser, ya sea de todo el complejo de nuestra vida, para que estemos hoy día persuadidos que es la época mejor, la presente, que ha tocado vivir al discipulado. Si nos damos cuenta de esto, automáticamente vendrá otro tipo de acción que no vendrá condicionado por este tremendo desbarajuste o desorganización de actitudes psicológicas que proviene de las Eras pasadas; no me refiero a la Era de Piscis solamente o de la Era de Tauro trascendida, me refiero a la Era Lemur y a la Era Atlante, hace millones y millones de años, y el estigma, la herencia, todavía está aquí. Todavía estamos desatentos como estaba desatento el pequeño cerebro del hombre lemur, que tenía que aprender a comer, que tenía que aprender a respirar, que tenía que aprender moverse, que tenía que aprender a reproducirse. Aquí podemos hablar también del trabajo de los devas en aquellos tiempos lejanos, que enseñaban y vivían con los hombres, porque el paso que va de la Raza Hiperbórea a la Polar, pasando después a la 1ª Subraza Lemur, solamente es tratar de materializar un cuerpo, pero, mientras que el cuerpo no ha sido materializado por completo y esto ocurre ya casi en la 4ª Subraza, el trabajo de los hombres y los devas parece la misma cosa. De ahí nace aquella afirmación esotérica que está en el Libro de los Iniciados, que dice: “hay un hombre para cada ángel y hay un ángel para cada hombre”; que es cuando vivían los hombres y los ángeles en perfecta comunión y energía y los ángeles enseñaban a los hombres la pequeña lección de la historia que empezaba con la construcción del cuerpo físico. Y no vamos a decir nada del proceso atlante, ni del proceso ario en sus primeras fases que ha traído grandes problemas, porque la conciencia del hombre se resiste a admitir la verdad. Sigue constantemente la línea de la mínima resistencia, como decíamos ayer y, naturalmente, esto da como consecuencia que la acción del hombre sea incompleta y a veces irracional, cruel en la mayoría de los casos, y esta falta de equilibrio, orgánico, psicológico y astral, tiene que traer como consecuencia una obturación de aquellas líneas de comunicación que tenemos con el ser divino y es bueno para desobturar, si podemos decirlo así, toda esa obturación que existe en los niveles sutiles, es utilizar la serena expectación, la atención constante.

 Diréis: es difícil. Es difícil, pero depende mucho también de la intención que os guíe. Si hay intención, pasáis los años atentamente, tratando de vivir plenamente la acción, y entonces llegará un momento —como sucede con los grandes discípulos— en que la atención se hace automática, entonces no hay esfuerzo de la voluntad, todos los devas del cuerpo físico, todos los devas del cuerpo astral y todos los devas del mental inferior, estarán sujetos a la acción del Ángel Solar, porque el hombre habrá trabajado místicamente durante todo este tiempo sin perder jamás la esperanza de llegar a producir este hombre nuevo que todos estamos tratando de encontrar dentro de nosotros mismos.

 

Interlocutor. — Cuando hablas de que la humanidad en su conjunto sigue la línea de mínima  resistencia  y, al mismo tiempo estás diciendo que la única forma de poder avanzar dentro del sendero espiritual es seguir la línea de máxima resistencia. Esta línea de máxima resistencia siempre lleva consigo un  esfuerzo o una disciplina, esto en principio parece un contrasentido, aunque, de hecho, pensándolo detenidamente no lo sea, ¿podrías explicar un poquitín esto?

Vicente. — Bueno, yo no creo que el agua se esfuerce por adaptarse a una vasija, no creo que la brisa se esfuerce por adaptarse a los ambientes, digamos, de los mundos que le rodean o que está tratando de ínter penetrar. El único ser en la naturaleza que se esfuerza es el hombre. Nunca puede aprender el hombre de esta fuerza que hay en la naturaleza, de la fuerza de la semilla que brota del suelo, aparentemente con gran esfuerzo y, sin embargo, no hay esfuerzo. Hay una acción, una acción directa; pero es que nosotros no hacemos una acción directa. La planta busca al Sol y en la búsqueda del Sol encuentra la fuerza y no hay disciplina en esta fuerza, y me pregunto porqué el hombre, que es algo más que una planta y es algo más que el agua y que la brisa, no puede también seguir esta línea de máxima resistencia que, paradójicamente para el discípulo, es la línea de mínima resistencia, porque le lleva directamente a la Casa del Padre. Solamente el que se disciplina está buscando la línea de máxima resistencia, porque se ha equivocado en la acción. Continuo insistiendo en que hablo a un grupo de discípulos, que tratan de gobernarse de la manera más suave que está a su alcance, porque hay un dinamismo en la acción misma de la atención que no viene del Alma, que viene de la Mónada, y la Mónada, en cierta manera y en cierto sentido, es la fuerza que lleva a la planta a buscar a su Sol, en donde encuentra  la vida, o extendiendo sus raíces buscando el agua. No hay esfuerzo, nosotros nos esforzamos. Que se esfuerce cualquier tipo humano, sin afán peyorativo alguno, esto lo encuentro correcto, que se esfuerce un discípulo a la manera tradicional, es decir, sometiéndose todavía al cilicio de sus propias actitudes, o a la disciplina rígida de una acción, que le viene transmitida de la época lemur... ¿No veis por ejemplo el esfuerzo, la disciplina, de estos movimientos, de estos asanas estrambóticos del Hatha Yoga? ¿De qué sirve esto al discípulo?¿Y de qué sirve, generalmente a la persona corriente? Si fue trascendido todo esto, si hay la línea de comunicación mental que es la base de  la acción correcta del hombre hoy día y, por lo tanto, cuando ponen enseñanza de yoga y ves aquella gente tratando de adaptarse a aquellas disciplinas trascendidas, forzosamente tienes que sentirte un poco, digamos, deprimido. O, si vamos al Bakti Yoga, tratando de unirse místicamente con cualquier imagen, cualquier acción del corazón, que nunca será del Corazón, porque el Bakti Yoga trabaja siempre con el plexo solar. Es solamente cuando se trabaja internamente, buscando el plano búdico que empieza a funcionar el Corazón, no cuando se está apoyando en el Bakti Yoga. Que el Bakti Yoga es un  camino: de acuerdo, es el camino que va desde el plano astral al plano búdico y va desde el plexo solar al corazón y ¿dónde está el hombre situado? En la periferia del esfuerzo dentro del plexo solar y, cuando siente una gran emoción, en realidad una intensificación del deseo o la intención en este centro, vemos que tiene un gran problema de adaptación y dice que aquello es una inspiración del corazón. ¿Qué sabemos del corazón si todavía no practicamos el Agni Yoga? Siendo el Agni Yoga el yoga de la acción directa, el yoga de la acción sin esfuerzo. Aquí estamos ya otra vez con todo cuanto hemos dicho, con la inofensividad que debemos tener para con nuestro propio vehículo, de  la misma manera que hay que utilizar una inofensividad con respecto a nuestros hermanos. Esto es evidente, falta solamente, como decía ayer, que abramos los ojos y los oídos para ver y oír  perfectamente lo que es la guía, la perfección de nuestra conciencia.

 Sé que os costará mucho acostumbraros a la idea de que por la no-acción se llega a la acción, que por lo negativo se llega a lo positivo y que la mente más positiva es la negativa, fijaos bien si hay tela que cortar ahí, porque cuando la mete está completamente vacía, es decir, cuando hay una ausencia total de pensamientos y de imágenes, cuando decimos que la mente no existe porque el yo no tiene donde agarrarse, es justamente cuando existe una tremenda fuerza del pensamiento creador, es decir, que en la plenitud de este vacío negativo existe la plenitud del Ángel Solar, que es tremendamente dinámico y positivo. Y si nos damos cuenta de esta situación, empezaremos a trabajar de  una manera muy suave, dejando de pensar en vez de pensar. ¿Y quién se atreverá a dar el salto?, el salto que va del pensar al dejar de pensar. Dejar de pensar implica, como veréis, controlar completamente el pensamiento, porque el pensamiento no se gobierna con una disciplina sino con un dejar de prestar atención, lo cual implica estar muy atentos si os dais cuenta. Lo que digo es algo que yo experimento, por lo tanto para mí, esto lo podéis conseguir todos. Para mí, el vacío es una seguridad. Puedo coger o dejar mi mente a voluntad, y como yo —ya me conocéis— así lo hago, también vosotros que me conocéis podéis hacerlo. Solamente hay que empezar, porque cuando estáis dentro de la zarabanda de los pensamientos ¿dónde está la acción creadora? Estáis siendo llevados de aquí para allá merced a estos pensamientos, que no son vuestros pensamientos, que son los pensamientos que os envuelven, y por lo tanto, la única manera de dejar los pensamientos es dejando de pensar, pero de una manera suave, sin esfuerzo. No hagáis de esto una nueva disciplina, porque entonces tendríamos que educar una disciplina para quitar esta otra disciplina, y así de disciplinas en disciplinas, llegaríamos a la obstrucción total. En tanto, que, si estáis atentos a un pensamiento, en la plenitud del pensamiento, sin darle forma alguna, observándolo simplemente, el pensamiento se disuelve; y si es un problema, en la intensidad del problema, el problema se disuelve y como fruto de esta destrucción de este problema viene una solución. Diréis que esto es  la intuición, bueno, de acuerdo, que la solución de un problema venga por intuición será como consecuencia de que hemos barrido de la mente toda suerte de pensamiento y lo que quedaría es la plenitud del Yo, no el pequeño yo que ha quedado destruido al destruir el pensamiento, sino que es el pensamiento del Ángel Solar, aquel que está más allá y por encima de nosotros mismos...

Naturalmente, y voy a terminar, la vida del discípulo de la Nueva Era tiene unos matices extraordinarios como jamás los tuvieron los discípulos de Eras pasadas, pues a nosotros nos corresponde el dinamismo y la dirección de nuestra actividad psicológica. Pasaron los tiempos en que el discípulo era un instrumento ciego, enteramente devocional, en manos del Maestro. Los tiempos han cambiado, hemos adquirido suficiente fuerza psicológica, podríamos decir, para poder navegar con nuestro propio y particular, digamos, barquito de vela; la orientación del barco de vela, que puede ser el de la mente, que puede ser el de la emoción, que puede ser el del cuerpo físico, corresponde a la dirección del viento y la dirección del viento es el Espíritu, es la Mónada. Los que vamos dentro del barquito somos, en la proa, dirigiendo, el Ángel Solar y en la popa nuestra pequeña alma, y hay que tratar de organizar las velas de manera que el viento del Espíritu nos haga llegar a buen puerto y la única manera de que nuestro barco de vela, surcando los mares del espacio, llegue a su punto de destino que es la Casa del Padre, depende, precisamente, de la atención que depositemos en todas y cada una de nuestras acciones. No demoréis el proceso, porque si os dais cuenta de que esto es verdad, hay que activarlo. Tampoco hay que impacientarse, tampoco hay que preocuparse, no buscando resultados definidos, porque si buscamos un resultado definido, ya estamos buscando enseguida, como consecuencia, la disciplina. Meditad esto, por favor. En tanto, que si vais trabajando y veis que no sale la cosa, vuelve tranquilamente, sin esfuerzo, a esta tremenda vitalidad de la intención que surge del propósito espiritual de nuestra vida y que, al convertirse en atención trae como consecuencia la serena expectación, la cual tiene como consecuencia final la penetración a través de las iniciaciones dentro del plano búdico.

 Me parece que hay un clima suficientemente dinámico para poder hacer la meditación y, por favor, el OM, no es un canto, sale del alma, canto en el sentido físico que damos a la palabra canto, es una explosión de la energía del Yo Superior. La mente inferior y el cuerpo inferior solamente ofrece la garganta y el centro laríngeo, por lo tanto, dejad que surja sin esfuerzo este canto.

 

(Recitado en  catalán)

 

QUE EL PODER DE LA VIDA UNA AFLUEIXI A TRAVÉS DEL GRUP DELS VERDADERS SERVIDORS.

,ELS MESTRES DE LA JERARQUÍA:

QUE L’ AMOR DE L’ÁNIMA UNA CARACTERITZI LA VIDA DE TOTS AQUELLS QUE S’ESFORSSEN PER AJUDAR ELS GRANS SERS.

 ELS  DEIXEBLES:

CUNPLIM NOSTRA PART DINS DE L’OBRA UNA, MITJANÇANT L’OBLIT DE SÍ MATEIX, L’INOFENSIVITAT I LA PARAULA CORRECTA.

 

OM                       OM                      OM

 

QUE EL PODER DE LA VIDA UNA AFLUYA A TRAVÉS DEL GRUPO DE VERDADEROS SERVIDORES.

LOS MAESTROS DE LA JERARQUÍA:

QUE EL AMOR DEL ALMA UNA CARACTERICE LA VIDA DE TODOS AQUELLOS QUE SE ESFUERZAN POR AYUDAR A LOS GRANDES SERES.

LOS DISCÍPULOS:

CUMPLAMOS NUESTRA PARTE DENTRO DE LA OBRA UNA, POR MEDIO DEL OLVIDO DE SÍ MISMO, LA INOFENSIVIDAD Y LA PALABRA CORRECTA

 

OM                   OM                   OM

 

 


CONFERENCIA VICENTE BELTRAN ANGLADA

Barcelona 
11
-mayo-1984

Conferencia digitalizada por el Grupo de Trascripción de Conferencias (G.T.C.)
1-Noviembre-2006

Editada por el Centro de Estudios VBA (en curso)
20-Octubre-2007

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