A
menudo hemos hablado del grupo de conocedores que se va integrando y
comienza a actuar en la tierra, aunque separados, eslabonados por un vínculo
espiritual interno y no por la organización externa. (4-291).
Este
grupo no tiene organización exotérico de especie alguna, sede,
publicidad, ni nombre. Es un conjunto de trabajadores obedientes y
servidores del Verbo -obedientes a sus propias almas y a la necesidad del
grupo. Por lo tanto, los verdaderos servidores de todas partes pertenecen
a este grupo, ya presten servicio en el campo cultural, político, científico,
religioso, filosófico, psicológico o financiero.
Constituyen parte, lo sepan o no, del grupo interno de trabajadores
para la humanidad y de místicos del mundo.
Serán reconocidos por los miembros de su grupo al ponerse en
contacto con ellos en forma casual en el intercambio mundial. (4-302).
El
crecimiento del grupo y de sus ideas será lento y seguro.
El grupo ya existe. No
debe ser formado ni organizado, por lo tanto, ninguno de ustedes debe
asumir responsabilidades ni organizar actividad alguna designada, para
atraer y dar publicidad a los discípulos que han elegido trabajar
subjetivamente. Estos no son los métodos que los Hermanos Mayores de la
raza aprueban, ni la forma en el Ellos trabajan.
Cada uno de ustedes debe saber si aprueba la nueva posición, la
nueva actitud hacia el trabajo y el método subjetivo.
Decídanse, de una vez por todas, si prefieren trabajar en la
antigua forma exotérica y ambiciosa, construyendo y vitalizando una
organización y, así, producir el mecanismo que acompaña a este método
de trabajo. Recuerden que estos grupos aun son muy necesarios y útiles.
Todavía, no estamos en la Nueva Era y los pequeños no deben
quedar expuestos a las nuevas fuerzas ni alejados y privados de la
"nursery" a la que, lógicamente, pertenecen.
Si este nuevo método de trabajo les atrae, procuren subordinar la
personalidad, dar suprema importancia a la vida de meditación, cultivar
la sensibilidad hacia el reino subjetivo y manejar de adentro afuera
cualquier actividad externa necesaria. Eviten la introspección puramente
mística o, su extremo opuesto, el espíritu de exagerada organización,
recordando que una vida de verdadera meditación ocultista debe producir
inevitablemente acontecimientos externos, pero que estos resultados
objetivos sean ocasionados por el crecimiento interno y no por la
actividad externa. Una
antigua Escritura enseña esta verdad en los términos siguientes:
"Cuando el sol progresa en la mansión del hombre que sirve,
el camino de la vida toma el lugar del camino del trabajo.
Entonces, el árbol de la vida crece hasta que sus ramas cobijan a
todos los hijos de los hombres. La construcción del Templo y el acarreo
de las piedras cesa. Se ven crecer los árboles que crecen; los edificios
desaparecen. Que el sol pase
a su lugar señalado y, en este día y generación, cuiden de las raíces
del crecimiento".
Pequeños grupos surgirán en todas partes, cuyos miembros
responden a la nueva nota y cuyo progreso hacia un grupo mundial será
vigilado por uno o más discípulos activos. Pero éstos no organizarán más tarde los grupos, ellos se
desarrollarán cuando los hombres de todas partes despierten a la nueva
visión o vengan a la encarnación para ocupar su lugar en el trabajo y
traer la Nueva Era. Estos grupos no demostrarán ningún sentido de
separatividad, ni tendrán ambición personal o grupal; reconocerán su
unidad con todo lo que existe y permanecerán ante el mundo como un
ejemplo de vida pura, creadora y constructiva, de actividad creadora,
subordinada al propósito general, de belleza e inclusividad. Tal vez, en
las primeras etapas de integración, la palabra amistad y colaboración
describen mejor a dichos grupos, pues no son dogmáticos, ni doctrinarios,
ni utilizan consignas secretas. Su característica sobresaliente consistirá en estar libres
del espíritu de crítica, tanto individual como grupalmente.
La abstención de criticar no provendrá de la incapacidad de ver
el error, o no saber valorar una idea; serán reconocidas la falsedad, la
impureza y la flaqueza, pero al ser estudiadas servirán para evocar una
ayuda efectiva.
Estos grupos llegarán paulatinamente a conocerse entre sí y a
encontrarse en lugares y horas determinadas.
Concurrirán a conferencias sin ningún deseo de impresionar, ni de
hacer alardes de poderío numérico; tampoco demostrarán ambición alguna
de acrecentar sus filas para hacer proselitismo. ¿No podrían actuar así,
al reconocerse como miembros de un mismo grupo mundial?. No tienen que
impartir enseñanza de naturaleza doctrinaria ni aparentarán ser
eruditos. Se reunirán con el
único objeto de discutir la forma de ayudar al mundo y desarrollar un
programa universal cuyas verdades fundamentales pueden ser presentadas
bajo diferentes métodos y utilizando las numerosas terminologías. Se
esforzarán por emplear y familiarizarse con todos los términos y el modo
en que cada uno se acerca a la realidad y a los símbolos.
Gradualmente será reconocida la nota y la contribución particular
de cada grupo, y donde exista la necesidad de ese acercamiento especial y
la determinada nota o el método de interpretación en cualquier parte del
mundo habrá un impulso inmediato y unido que facilitará el trabajo que
podrá desempeñar, en tal lugar, ese grupo especializado.
Estos grupos, con el grupo subjetivo de almas vivientes y
conscientes detrás de ellos, estarán muy ocupados en el servicio e
intereses mundiales. No
perderán el tiempo en cosas frívolas no esenciales, ni se ocuparán de
los nombres, insignias y emblemas grupales, ni de los tecnicismos de las
fraternidades cuando se encuentren. Las
necesidades y oportunidades mundiales, el rápido desarrollo de la
conciencia del género humano y la iniciación del hombre en las
realidades espirituales, absorberán tanto su atención que no se
interesarán puramente por los arreglos del plano físico, ni pondrán énfasis
sobre su propio desarrollo personal.
Serán bien conscientes de que la respuesta a la necesidad mundial,
mediante el servicio y una vida de enfocada meditación, fomentará su
crecimiento. No tendrán sus
ojos puestos en sí mismos ni sobre su buen comportamiento o realizaciones
individuales. (4-310/2).
Una
de las características que distingue al Grupo de Servidores y Conocedores
del Mundo es que no poseen un organismo externo que los integre. Están
ligados por una estructura interna mental y por un medio telepático de
interrelación. Los Grandes Seres, a Quienes tratamos de servir, están
vinculados de esta manera y pueden -en caso de necesidad y con el mínimo
desgaste de fuerzas- ponerse en contacto entre sí, sintonizándose a una
determinada vibración. (11-9).
La
organización externa es importante, hasta donde pueda conducir al hábil
aprovechamiento de la oportunidad y del dinero, pero es también un medio
para un fin. No es posible
formar una organización con el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
Sus miembros deben permanecer siempre sin organizarse, sin poseer títulos
y estar libres para trabajar individualmente como consideren apropiado. Me
refiero a la organización de los recursos disponibles para que se pueda
promover el Plan, lleguen a ser prácticos los ideales y se lleve a cabo
inteligentemente el trabajo. (15-505).
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