Editorial Buena Voluntad.org
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Fortaleciendo las Manos del NGSM:
NOMBRAR el Espejismo del Terrorismo

 
 "Se nombra el espejismo a disipar y se arroja la luz sobre él."
http://aleph.ngsm.org/gioe-formula.htm
 
"Constituye terrorismo todo acto que obedezca a la intención de causar la muerte o graves daños corporales a civiles no combatientes, con el objetivo de intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar o abstenerse de realizar un acto."
[Informe final del Grupo de expertos de Alto Nivel sobre las Amenazas, los Desafíos y los Cambios, nombrado por el Secretario General de Naciones Unidas (1 de diciembre de 2004)]

Definir un concepto con precisión, coherencia y profundidad es una manera de nombrarlo.  En la Técnica de la Luz,  el acto de NOMBRAR es imprescindible para la disipación de un espejismo o egregor.
 
No debe sorprendernos entonces que la definición del terrorismo haya sido entorpecida por ciertas fuerzas disociadoras que no permiten un consenso internacional sobre tal concepto.  Esas fuerzas se expresan --muchas veces sin que quien las exprese sea consciente de su fuente--  a través de tres objeciones fundamentales.
 
Dos de esas objeciones han sido adecuadamente refutadas por Kofi Annan en su reciente discurso ante la Cumbre Internacional de Madrid sobre Democracia, Terrorismo y Seguridad celebrada el pasado 11 de marzo del 2005.
"La autoridad moral de las Naciones Unidas en el combate contra el terrorismo se ha visto menoscabada por el espectáculo de unas negociaciones que ya se han prolongado demasiado tiempo. El informe del Grupo de alto nivel, sin embargo, ofrece una vía para poner fin a esas desavenencias. No es necesario discutir si los Estados pueden o no ser culpables de terrorismo, porque la utilización deliberada por los Estados de la fuerza de las armas contra la población civil ya está claramente prohibida en el derecho internacional. Por lo que respecta al derecho de ofrecer resistencia a la ocupación, ese derecho debe entenderse en su auténtico significado. No puede entrañar el derecho a asesinar o dañar deliberadamente a civiles."
http://spanish.safe-democracy.org/conferencias/una-estrategia-mundial-de-lucha-contra-el-terrorismo.html
La tercera objeción fundamental la presentan quienes postulan una equivalencia moral entre un acto terrorista y las injusticias sociales, económicas y ambientales que impactan a la población civil indefensa del mundo. Muchos aspirantes espirituales, que a veces también sustentan nociones románticas de las luchas armadas de liberación de los pueblos oprimidos, son  seducidos por esta objeción.  

Coincidimos con el consenso de las Naciones Unidas en que "combatir la pobreza no sólo salvara millones de vidas sino que afianzará también la capacidad de los estados para combatir el terrorismo", sin que de ninguna manera tal consideración pueda interferir con un inequívoco repudio --incondicionalmente contundente y absoluto-- al terrorismo.

 
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Un acto terrorista se puede enfocar desde tres perspectivas complementarias: 1) la dimensión Propósito; 2) la dimensión Etica; y 3) la dimensión Conducta.
 
Dimensión Propósito. El terrorismo procura infundir miedo con el propósito de coaccionar a otros.  Como tal, comparte un objetivo similar a otras formas de coacción política y económica.

Dimensión Conducta.  El terrorismo es un acto de violencia producto de un conflicto humano. Como tal, comparte una conducta similar a otras acciones bélicas humanas.

 
Dimensión Etica.  La violencia y el terror no definen completamente a un acto terrorista. Tanto la violencia --que inevitablemente impacta a la población civil indefensa-- como el terror --una forma de coacción-- se producen en los conflictos humanos cuando se declara una guerra.  

Lo que distingue singularmente al terrorismo es su dimensión ética,  por recurrir a tácticas objetables, nunca justificables, y universalmente reconocidas como ilegitimas aún dentro de un conflicto armado.  

El terrorismo siempre representa un uso ilegítimo (no decimos "ilegal") de la fuerza, por su premeditada intención --deliberadamente criminal--  contra la población civil indefensa. Esa maligna intención no necesita ser imputada, pues, como parte del objetivo de intimidación,  puede ser declarada explícitamente por quien autoriza el acto terrorista.

 
Por lo tanto, cuando se analiza al terrorismo desde una perspectiva estrictamente intelectual, tanto su dimensión propósito como su dimensión conducta hacen al terrorismo indistinguible de otras actividades bélicas en la historia de la humanidad. Sin embargo, el corazón --esa facultad intuitiva del ser humano que permite discernir el bien del mal por impresión directa,  sin que medie la mente-- puede  sensibilizarnos a la dimensión ética del concepto.  

Un acto terrorista es inherentemente deshumanizador e irrevocablemente infrahumano para quien lo autoriza, siendo equivalente a un crimen (de guerra) contra la humanidad. Quien ejecuta un acto terrorista puede también ser víctima  de quien lo autoriza, pero tal consideración no lo exime de su grave responsabilidad moral.

 
La intuición afirma lo humano ante lo inhumano.  La intuición --como la glándula inmunológica del  timo asociada con el órgano físico del corazón que permite el justo equilibrio entre lo propio y lo extraño--  reconoce la esencia divina del Yo espiritual frente al interés propio del No-Yo material.  Es esa facultad intuitiva la que nos permite repudiar --absoluta e incondicionalmente-- todo acto terrorista, sin confundirnos con razonamientos románticos que lo justifiquen, y sin permitir que la indiferencia incapacite nuestra voluntad-al-bien para indignarnos solidariamente.

"...afirmamos que el terrorismo NUNCA es una conducta política aceptable, que los países tienen la responsabilidad de mantener la seguridad de sus ciudadanos, y que la oposición al terrorismo mediante compromisos multilaterales dentro del marco legal y el respeto por los derechos humanos es un imperativo tanto moral como pragmático."

http://www.clubmadrid.org/cmadrid/index.php?id=663

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Fortalezcamos las manos de los miembros del NGSM que, como Kofi Annan y las Naciones Unidas, luchan por erradicar el mal del terrorismo en el mundo. Redoblemos nuestros esfuerzos en el uso de la Técnica de la Luz para disipar ese egregor de odio y de separatividad. Nutramos el corazón colectivo de la humanidad con la Práctica de la Presencia, con la mente en profunda atención y el corazón sereno, en perfecta adaptación al Presente eterno.
 
 

Referencias:  [1, 2

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2014-08-17