Los Problemas de la Humanidad Replanteados

por JB

 

El sello de la filosofía esotérica moderna es el intenso énfasis en su aplicación práctica a la vida diaria. Los libros de Alice. A. Bailey representan un cambio radical de la orientación especulativa de la mayor parte de filosofías. Estos libros presentan principios esotéricos "como una forma de vida contemporánea", también denominada "ética viviente" en la serie del Agni Yoga.

Una instancia específica de este acercamiento práctico y realista al esoterismo es el libro "Los Problemas de la Humanidad" [PDH], 1964) dictado por DK a AAB desde 1945 a 1947. Este libro representa el primer intento de aproximación exhaustiva y sistemática a los problemas de la humanidad a la luz de la filosofía esotérica moderna. Sin embargo, el proyecto espiritual que culminó en este libro está necesariamente inconcluso. Es responsabilidad de los grupos de discípulos en todo el mundo completar este proyecto haciendo contribuciones extraídas de sus propias experiencias.

El libro PDH contiene un marco analítico que es de mucha relevancia a los problemas de la humanidad hoy. Sin embargo, el marco analítico podría no resultar fácilmente aparente al lector ocasional. El capítulo inicial del libro (edición de 1964), sobre la rehabilitación psicológica de las naciones, provee un (no "el") contexto histórico específico en el que el marco teórico puede ser aplicado. El resto del libro presenta el marco en sí mismo, y un preludio a una visión. Dicho libro nos ayuda a crear una visión sintética acerca de un futuro logro de la humanidad no tan lejano: "una visión de las correctas relaciones humanas que deben constituir el canon de la humanidad futura". (PDH, 182).

Cada capítulo, desde el segundo al sexto, puede ser relacionado de manera única a los tres Principios y las tres Leyes correspondientes que encarnan la dispensación de la Nueva Era acuariana. (The Beacon 1997; Vol. LVII, N. 1: 19-22). El Primer rayo puede relacionarse son el Principio sintético de Unanimidad y la Ley cohesiva de esfuerzo Grupal que gobierna la Ciencia de la Política. El problema del nacionalismo en sus dos variantes, odio de minorías raciales y desunión mundial, está directamente asociado a este primer Principio.

El Segundo rayo de Amor-Sabiduría puede ser relacionado al Principio de Divinidad Esencial y la Ley de Acercamiento Espiritual que circunda todas las actividades genuinamente educativas y religiosas. A pesar de que este Principio, relacionará eventualmente a la Monada con la personalidad, en la actualidad encuentra expresión temporaria en la fusión del Alma con la Personalidad. El problema de los niños y el problemas de las iglesias están directamente asociados a este segundo Principio.

El Tercer Rayo de Inteligencia Activa puede ser relacionado con el Principio de Buena Voluntad y la Ley de Correctas Relaciones Humanas que debieran determinar toda actividad económica. Este principio se encuentra usualmente asociado al Segundo Rayo, que es Amor, y con el Primer Rayo, que es Voluntad, resultando en "Amor en Acción" o "La actividad inteligente de la energía de la buena voluntad" (Exteriorización de la Jerarquía, pág. 551). El problema del Capital, Trabajo y Empleo está directamente relacionado con este tercer Principio. Sin embargo, todos los otros problemas encuentran, en última instancia, su causa material ligada a la transgresión de este importante Principio básico: El "viejo principio de adueñarse codiciosamente de los recursos" (PDH, 183) está en la raíz de todo el mal en el mundo en la actualidad.

En resumen, este marco que relaciona los problemas de la humanidad a los tres Principios y leyes, provee una valiosa herramienta analítica que es independiente de cualquier contexto histórico específico. Por consiguiente, a medida que la humanidad se adentra en el nuevo milenio, ¿Qué contribución pueden hacer los discípulos modernos a este proyecto espiritual inconcluso? ¿Cómo puede este marco analítico ser útil a fin de establecer una nueva visión para la humanidad?

A medida que nos enfrentamos al nuevo milenio, el problema del capital, trabajo y empleo parece haber empeorado. La brecha entre ricos y pobres , en realidad, se ha ensanchado. El veinte por ciento del género humano consume el ochenta por ciento de los recursos naturales. En un período de tiempo relativamente corto la acaudalada quinta parte de la humanidad se convirtió en conductores de vehículos, telespectadores, clientes de centros comerciales y consumidores de productos descartables. El fin de la Guerra fría ha permitido la proliferación en todo el mundo de economías de mercado que violan la verdadera Ley de Oferta y Demanda. Los ricos se vuelven más ricos y los pobres más pobres.

"La trágica ironía es que mientras la sociedad de consumo ha sido increíblemente eficaz en dañar el medio ambiente, ha fallado en proveernos con un sentido de plenitud. El consumismo nos ha engañado para que nos atiborremos de cosas materiales porque sufrimos de hambre social, psicológica y espiritual. Sin embargo, el extremo opuesto –la pobreza- puede resultar incluso peor para el espíritu humano y devastador para el medio ambiente también, ya que los campesinos hambrientos incendian selvas y ponen las cuestas poco empinadas bajo el arado. Si la Tierra sufre, tanto cuando la gente tiene demasiado poco o mucho, surge la pregunta: ¿Cuánto es suficiente? ¿Qué nivel de consumo puede soportar el planeta? ¿Cuándo más cosas cesan de aportar apreciablemente a la vida humana? – ¿Cuánto es Suficiente? La Sociedad de Consumo y el Futuro de la Tierra, publicado por el WorldWatch Institute.

El problema del capital, trabajo y empleo, basado en "el viejo principio de adueñarse codiciosamente" es el más fundamental debido a que los factores económicos determinan la salud material de la humanidad y del planeta entero. De hecho, la justa distribución de la tierra es la piedra angular de la agricultura sustentable; pero el "amor al dinero" no permite tal distribución equitativa. "El amor al dinero es la raíz de todo mal", (PDH, 85).

La redistribución de la riqueza y los recursos es un paso necesario (aunque no suficiente) para rehabilitar el planeta. En la década de los cincuenta podía haber sido suficiente con pensar acerca de la rehabilitación de las naciones después del trauma de la guerra. En la actualidad, organizaciones acreditadas tales como el Instituto WorldWatch nos alertan correctamente de que el problema se ha hecho incluso más complejo por un completo orden de magnitud: el planeta mismo necesita rehabilitación.

"Mediante la reducción del número de especies y el tamaño e integridad de los ecosistemas, estamos también reduciendo la capacidad de la naturaleza para evolucionar y crear nueva vida. En apenas unos pocos siglos hemos pasado de vivir a expensas de la naturaleza a gastar el capital que ha acumulado mediante siglos de evolución, así como a disminuir la capacidad de la naturaleza de crear nuevo capital."—Estado del mundo 1997 (Capítulo 6: Valorando los Servicios de la Naturaleza) publicado por el WorldWatch Institute.

El planeta se encuentra en este momento traumatizado por una guerra ecológica post-industrial llevada a cabo por intereses económicos egoístas, equivocados y con poca visión de futuro. La temperatura global alcanza nuevos picos récords mientras que las reservas mundiales de granos se reducen de una manera sin precedentes. Llanamente expresado, sin buena voluntad y el establecimiento de correctas relaciones humanas en la economía mundial, la paz permanente en la Tierra no sólo es imposible; el planeta mismo podría no ser capaz de sostener la vida humana!. La escasez de alimentos podría ser la principal manifestación económica de una economía global ecológicamente no sustentable.

Podemos preguntarnos, qué acción concreta y específica podemos tomar a fin de facilitar "la redistribución de los recursos del mundo, de acuerdo con el propósito divino" (El Destino de las Naciones, pág. 80), así como contribuir a una economía ecológicamente sustentable?. ¿Comprendemos que " la miseria que se ha extendido por todo el planeta, puede atribuirse en gran parte a un grupo de hombres egoístas que, con fines materialistas ha explotado, durante siglos, a las masas y ha aprovechado el trabajo humano para sus propios fines egoístas?" (PDH, pág.75). Se nos dice que "el sistema capitalista ha destrozado al mundo" (ídem); es decir; no sólo las naciones; sino al mundo entero. Después de acusar recibo de esta "terrible acusación" (ídem, pág. 77), ¿podemos justificar moralmente acciones orientadas al futuro tales como inversión insensata en economías de mercado basadas en la codicia y el temor? Es más, como consumidores en un sistema capitalista, ¿No podemos restringir nuestro uso de elementos ecológicamente destructivos y cultivar las fuentes de plenitud no materiales y más profundas que brindan felicidad: relaciones familiares y sociales, trabajo de valor y ocio? ¿o abandonaremos nuestras responsabilidades permitiendo que nuestro estilo de vida destruya la Tierra? ¿Estamos, aquí y ahora, "trabajando para incontables millones" o trabajando "para el bien de unos pocos" (ídem, pág. 80).

Necesitamos ciertamente espiritualizar los asuntos monetarios utilizando las energías del Tercer Rayo de Inteligencia Activa iluminadas por la buena voluntad y expresadas como correctas relaciones humanas. En el futuro, el capitalismo salvaje será considerado tan repulsivo como lo es hoy en día la esclavitud para nosotros. Ni siquiera la esclavitud bajo consentimiento es aceptable en estos días; de igual manera será inaceptable algún día una democracia capitalista en la que grupos egoístas con propósitos materialistas "controlan al electorado" (PDH, pág.76).

La diferencia entre la acumulación de capital para fines egoístas y el uso del capital para servicio, tal como educación, se hará perfectamente clara. Una opinión pública bien informada será conferida mediante la verdadera democratización del conocimiento. De hecho, los futuristas todavía sostienen que estamos a las puertas de un giro de paradigma post-industrial en la economía mundial: la Era de la Información. Por supuesto, el mismo "grupo egoísta con propósitos materialistas" intentará hacer de la información una mercancía a fines de controlar y explotar a las masas. Solamente una opinión pública informada puede detener tal agenda egoísta.

El público en general debería ser informado de que " a menos que las iniciativas ambientales clave de las Naciones Unidas sean mantenidas y fortalecidas, ningún gobierno estará en condiciones de proteger a sus ciudadanos de amenazas globales tales como el cáncer de piel causado por reducción del ozono, patrones climáticos alterados causados por cambio de clima, o el desempleo y elevados precios de alimentos de mar causados por colapso de la pesca oceánica." (Asociación para el Planeta: Una Agenda Ambiental para Las Naciones Unidas, WorldWatch Institute). "Hace cincuenta años, la comunidad mundial se embarcó en un impresionante período de construcción institucional que estableció la tónica para la siguiente mitad de la centuria. En la actualidad, se necesita una oleada de innovación similar a fin de fraguar una nueva asociación global a través de Naciones Unidas para permitir al mundo confrontar los sobrecogedores desafíos ambientales que le aguardan en el próximo milenio," concluye el informe de WorldWatch.

Hemos establecido previamente que la redistribución de recursos es un paso necesario, aunque no suficiente. La redistribución de recursos en sí misma, no e suficiente porque necesita ser complementada por una intervención primaria a fin de rehabilitar el planeta: educación. Por ejemplo, alrededor de 1.6 billones de personas se han sumado a la población mundial durante las últimas dos décadas –el mismo número de personas que habitaba el planeta en 1900. El tamaño de la población mundial no parece susceptible de estabilizarse sin acceso a la educación y cuidado sanitario para las mujeres. Por otro lado, ¿Cuántas personas saben que el Indicador de Progreso genuino de los Estados Unidos ha declinado en realidad desde la década de los setenta, a pesar de la tan promocionada suba en el Producto Bruto Interno? Verdaderamente, necesitamos redefinir el progreso!

La Educación es un esfuerzo inherentemente de Segundo Rayo, necesario para fortalecer la opinión pública. La opinión pública es útil sólo si se encuentra verdaderamente informada en asuntos como la necesidad de crear una economía ambientalmente sustentable. Una economía ambientalmente sustentable es aquella en la cual las necesidades humanas, no los deseos, son satisfechas de maneras que no amenazan la salud del medio ambiente natural o las perspectivas de las generaciones futuras. De hecho, por primera vez en la historia, los contornos de una economía sustentable se están volviendo más nítidos. Algunas tecnologías están ya al alcance de la mano, tales como producción de electricidad basada en energía solar, reciclado, medios menos intensivos de cultivar alimentos y estrategias para preservar las selvas. El uso seguro de energía nuclear (fusión) estará algún día disponible si nosotros, la Humanidad Una, probamos ser administradores confiables de tal poder.

Se nos dice que: "La Educación es una empresa profundamente espiritual" (PDH, pág. 37). "No habrá esperanzas para el mundo futuro si la humanidad no acepta la realidad de la divinidad, aunque rechace la teología, que reconoce la presencia del Cristo viviente". (ídem, pág. 38). ¿Y dónde tomar esta salida radical del "viejo principio de adueñarse codiciosamente de los recursos" si no es donde yace el futuro: con la educación de los niños en el mundo?

El problema de los niños es, "sin excepción el más urgente que enfrenta hoy la humanidad". (PDH, pág. 35). E incluso, a medida que nos aproximamos al milenio el trabajo infantil es todavía endémico a través del planeta y la mayoría de los niños se encuentran aún psicológicamente deformados por un sistema educativo cuyo objetivo es: " el entrenamiento del niño para competir con sus conciudadanos en la lucha por la vida, acumular posesiones, vivir cómodamente y alcanzar el mayor éxito posible". (PDH, pág. 40)

La rehabilitación psicológica de la juventud deformada por este sistema educativo "predominantemente competidor, nacionalista y, por tanto, separatista" (PDH, pág. 40) es el siguiente problema más urgente que enfrenta la humanidad. Y aun así, la criminalización de delincuencia juvenil a edades tempranas es una respuesta emocional común en la actualidad. Parece ser nuestro mecanismo patológico de sobrellevar esta realidad a fin de disociarnos de nuestro fracaso en proveer a los niños con una genuina educación basada en la "Ciencia de las Correctas Relaciones Humanas y de la Organización Social" (PDH, pág. 60).

De hecho, sin ser conscientes de ello, hemos creado sociopatologías juveniles al no promover de manera preventiva "simplicidad, buena voluntad colaboradora , y comprensión amorosa" (PDH, pág. 68-9) en nuestros niños y juventud. Esto es: 1) "la simplicidad de los valores espirituales de belleza, verdad y bondad" (PDH, pág. 43); 2) "la buena voluntad colaboradora que garantizará una nueva y mejor civilización" (ídem, pág. 68); y 3) la "comprensión amorosa.... de los grupos cultos e inteligentes" (ídem, pág. 69).

En resumen, nuestro sistema educativo vigente, está diseñado para coartar el desarrollo psicológico de nuestros niños y jóvenes que propicia la ciudadanía mundial. Sin embargo, la tecnología moderna está permitiendo progresivamente a los padres educar en el hogar eficazmente a sus niños en áreas del mudo con sistemas educativos no iluminados, protegiendo de este modo, la fuente más valiosa que podemos tener para el futuro del planeta. Otras experiencias grupales (tales como el programa de Robert Muller) son también dignas de mención. Pero algo debe hacerse ahora a fin de llevar a fructificación la profecía de DK: "la verdadera democracia, sólo un sueño actualmente, estará fundada en la enseñanza de la buena voluntad" (PDH, pág. 73). Las profecías no suceden porqué sí; las hacemos suceder.

Después de la educación primaria (niños) y secundaria (jóvenes), deberíamos considerar la educación superior. La educación superior es inherentemente espiritual, "significando con esta palabra: comprensión, servicio, hermandad, correctas relaciones humanas y creencia en la realidad del mundo detrás de los fenómenos" (PDH, pág. 60). La educación superior genuina debería equipar al hombre para la ciudadanía en el Reino de Dios. Pero, ¿están las instituciones educativas superiores afrontando esa responsabilidad hoy? La vasta mayoría no lo hace y el vacío está siendo llenado por un cristianismo obsesionado por la teología.

El problema de las iglesias es que no están todavía enseñando el correcto acercamiento a Dios. Han fallado a causa de sus estrechas interpretaciones teológicas de las Escrituras y sus ambiciones materiales y políticas (ídem, pág.133). El fundamentalismo aún empaña a muchas de las grandes religiones del mundo. Sin embargo, la promesa de una nueva religión mundial debe cumplirse. Las iglesias deberían romper su apego al dogma teológico o corren el riesgo de convertirse en instituciones irrelevantes en la configuración del curso de la historia humana. Las iglesias deben redescubrir su verdadera y única misión: enseñar a la humanidad sobre el amor de Dios.

¿Podemos imaginar un mundo donde los profesores universitarios y autoridades eclesiásticas compartan de manera respetuosa los resultados de sus investigaciones científicas y espirituales? ¿Podemos imaginar a todas la religiones unidas por el amor de y por el mismo Dios? ¿Podemos imaginar la palabra "espiritual" integrada en los planes de educación, y la palabra "ciencia" integrada a las prácticas religiosas de la humanidad en el futuro? Esto y mucho más, es la promesa del segundo Principio de Divinidad Esencial y la Ley de Acercamiento Espiritual si hacemos nuestra parte cada uno desde nuestros respectivos campos de servicio.

"El principio fundamental de la nueva educación es, esencialmente, la correcta interpretación de la vida pasada y presente, y su relación con el futuro del género humano; el principio fundamental de la nueva religión deberá ser y lo será, el correcto acercamiento a Dios, trascendente en la naturaleza e inmanente en el hombre; mientras que el principio fundamental de la nueva ciencia política y de gobierno, serán correctas relaciones humanas, y la educación debe preparar al niño para ambos" (PDH, pág. 69).

Una vez que las Leyes de Correctas Relaciones Humanas y Acercamiento Espiritual han preparado el camino, el Principio de Unanimidad sintetiza la visión de acuerdo a la Ley de Esfuerzo grupal. Sabemos que Unanimidad y Esfuerzo Grupal han sido mal aplicados en el experimento político de la anterior Unión Soviética. El totalitarismo, un "primordial principio del mal" (La Exteriorización de la Jerarquía, pág. 524) ha sufrido un importante revés en la anterior Unión Soviética, tal como fue predicho por DK. Más aún, se nos dice que la derrota del totalitarismo "es aplicable equitativamente a cualquier sistema establecido –católico o protestante- que impone sus conceptos y su voluntad sobre sus adherentes" (ídem, pág. 576), ya sea una iglesia, escuela, gobierno, hogar o comunidad.

Por otro lado, se nos dice también que "un mundo predominantemente capitalista... encabezado por los Estados Unidos... en un mundo democrático modelado por la democracia norteamericana...producirá oportunamente un mundo muy confuso, en el cual se verá que la humanidad ha aprendido muy poco como resultado de la Guerra Mundial (1914-1945), favoreciendo el ciclo del control monetario bien intencionado" (ídem, pág. 525-6).

Hoy, como en 1947, parece que la humanidad no está aún preparada para una forma de supergobierno. Un mundo dividido en grupos regionales para ayuda mutua y participación económica parece ser un medio evolutivo para apartarse del nacionalismo separatista del pasado y la "lejana creación del Mundo Uno, y la Humanidad Una" (ídem). La reciente integración de la Comunidad Europea puede constituir un paso hacia esta dirección. Iniciativas similares están siendo exploradas en otras partes (Mercosur, Comunidad Andina).

Visualicemos un mundo donde hombre y mujeres de todas la razas y orígenes étnicos vivan en armonía como hijos e hijas del Único y mismo Padre-Madre Dios, inspirados por la buena voluntad y que practican correctas relaciones, compartiendo sabia y pacíficamente los recursos con buen sentido de responsabilidad planetaria, reconociendo la divinidad esencial en cada uno y unidos en su acercamiento espiritual a Dios. Inevitablemente entonces, la armonía interracial, la unificación internacional, el reconocimiento espontáneo y natural de la Humanidad Una, sería el natural resultado de este estado de cosas. La misma Alma de la Humanidad animaría plenamente entonces un propósito inherentemente común y conjuntamente abordado mientras que se manifiesta en diferentes pero correctamente relacionadas formas de expresión: la apoteosis de la historia humana! Entonces, y sólo entonces, La Luz, la buena voluntad iluminada en acción; y el Amor, el amor inherente a nuestra divinidad esencial; y el Poder, el Poder de nuestro trabajo grupal unánime, restablecerán el Plan en la Tierra.

Martin Luther King y Eugenio María de Hostos (Beacon 1986; Vol. LI, N. 10; 299-302) compartieron un "sueño" sobre estas mismas bases. Nosotros, como discípulos modernos, tenemos ahora la oportunidad de transformar aquel sueño en una visión práctica y orientada hacia una misión. Logramos esa visión mediante meditación unánime y simultánea sobre las Leyes y Principios del Reino de Dios (Discipulado en la Nueva Era II, pág. 207) y mediante el trabajo de preparación del mundo para el nuevo orden y la jurisdicción de Cristo. Esta es nuestra tarea Acuariana, y por tanto, nuestra Plegaria Acuariana.

Publicado originalmente en inglés en  The Beacon
(Vol LVII Num 7;  January/February 1998)

 

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2014-08-17