Panorama Mundial

(extraído de Psicología Esotérica II)

 

"El ataque a las personalidades, la difamación, la imputación de móviles y la estimulación del odio, forman parte de la técnica de los que -con buena intención- tratan de salvar al mundo, poner orden en el caos y defender el derecho tal como lo ven. El amor a la humanidad y el deseo de ayudar están sin duda presentes. Sin embargo, el caos se expande, el odio se acrecienta, la guerra se propaga y los esfuerzos realizados durante el pasado parecen ser inútiles para detener la marea que podría arrastrar a la humanidad al borde del desastre." --Maestro Tibetano
 
AAB-DK:  Veamos por un momento el panorama mundial, tal como lo comienza a reconocer el observador inteligente de los asuntos mundiales. Nada de lo que aquí pueda decirse debe considerarse como critica, porque sería infringir una de las reglas básicas del Nuevo Grupo y, por lo tanto, no existe tal intención. En consecuencia, no se mencionarán grupos, naciones o partidos específicos, y tampoco me referiré a determinada personalidad. Sólo me ocuparé de un tema, el de introducir el nuevo orden mundial. Para hacerlo se ha de reconocer la situación tal como es. Expondré la formación de ese nuevo partido que reunirá en sus filas a todos los hombres de paz y de buena voluntad, sin interferir en sus afiliaciones y esfuerzos específicos, aunque probablemente se modifiquen sus métodos en forma considerable, si están basados en el antiguo orden. Este nuevo partido puede ser visto como personificando el emergente Reino de Dios en la tierra, pero debe recordarse que este reino no es cristiano ni un gobierno terrenal. Constituye la agrupación de aquellos que -perteneciendo a todas las religiones mundiales, naciones y partidos políticos- no abrigan un espíritu de odio ni de separatividad, y tratan de establecer en la tierra las buenas condiciones por medio de la buena y mutua voluntad. [e485]

En el mundo actual el fermento ha penetrado hasta las profundidades más inferiores de la humanidad. Todos los sectores humanos del pensamiento están implicados en esta división y confusión. En el pasado, las naciones han sido arrastradas, repetidas veces, a las guerras agresivas, las que son cada vez menos frecuentes y nuestras desavenencias se basan hoy primordialmente en nuestras necesidades económicas. Existen varías razones objetivas evidentes. La superpoblación, las barreras comerciales, el desequilibrio entre la oferta y la demanda, además de las ambiciones y los experimentos
[i640] bien intencionados llevados a cabo en todos los sectores de la vida y del pensamiento humanos, son responsables de tales disturbios. No es necesario decir nada más, porque generalmente se reconocen las causas y estoy esbozando una solución práctica. Pero la verdadera razón se halla profundamente arraigada y no es fácil reconocerla, aunque los pensadores del mundo comienzan a ocuparse de ella y a ver claramente sus contornos. La causa radica en el antagonismo que existe entre ciertos grandes ideales, fundados en conceptos espirituales, que han sido pervertidos por objetivos que llevan a la separatividad, al odio, a la lucha partidista, a la guerra civil, a la angustiosa situación económica, al terror por una posible conflagración total y al temor en todo sentido. Estamos rodeados de temores, incertidumbre, agobiante pobreza, desconfianza, además del derrumbe general producido en los baluartes religiosos y gubernativos, que hasta ahora parecían brindar refugio.

Los dirigentes nacionales y religiosos, están tratando, en todas partes, de resolver estos problemas, llevados a veces por un verdadero amor hacia la humanidad; otras, impelidos por la ambición o impulsados a actuar violentamente por algún ideal de mejoramiento humano, racial o nacional. La sinceridad y la falsedad, el odio y el amor, el servicio y la explotación, la separación y la unión, abundan. En todas partes se oyen frases sugestivas, tales como: unidad religiosa, estandarización del género humano, libertad humana, el problema de los partidos de derecha e izquierda, comunismo, fascismo, nazismo, Nuevo Trato (New Deal), liberalismo y conservadurismo, vida creadora, problemas de la vivienda, esterilización, utopías, derechos del pueblo, dictaduras, tácticas de rearme defensivo, educación pública, diplomacia secreta, aislacionismo, son algunas palabras que están hoy en boca de todos e indican que la humanidad está alerta respecto a los problemas, a las dificultades que afronta y a la encrucijada a que parece haber llegado. La gente presenta en todas partes algunas soluciones, funda partidos y lucha por sus ideales.
[e486] [i641]
 
El dinero corre como agua para contrarrestar la propaganda de algún líder, o apoyar las ideas de otro. Se emprenden campañas en todo el mundo para reunir los fondos necesarios para derrocar un antiguo y arraigado ideal o reemplazarlo por una nueva idea. Los hombres y mujeres de ambos hemisferios son impulsados por el deseo de cambiar el antiguo orden y traer la nueva era de bienestar económico y de vida pacífica, dedicando sus vidas a defender algún principio que creen de capital importancia para derrocar otro principio importante para sus semejantes. El ataque a las personalidades, la difamación, la imputación de móviles y la estimulación del odio, forman parte de la técnica de los que -con buena intención- tratan de salvar al mundo, poner orden en el caos y defender el derecho tal como lo ven. El amor a la humanidad y el deseo de ayudar están sin duda presentes. Sin embargo, el caos se expande, el odio se acrecienta, la guerra se propaga y los esfuerzos realizados durante el pasado parecen ser inútiles para detener la marea que podría arrastrar a la humanidad al borde del desastre.

La futilidad y el cansancio incidental de la gran lucha, son reconocidos por los dirigentes de todas partes. Se demandan nuevos métodos, se indaga sobre lo que anda fundamentalmente mal, y se quiere descubrir por qué el enorme autosacrificio realizado y los esfuerzos divinamente motivados por centenares de hombres y mujeres no pudieron detener la guerra, solucionar el problema económico y liberar a la humanidad.

Podría decirse que el fracaso se debe principalmente a dos cosas:
  1. El esfuerzo se ha puesto sobre los efectos y no se han tocado las causas subyacentes, conocidas por unos pocos. El intento ha sido hecho para corregir errores, desenmascarar el mal y a las personalidades malignas y atacar a [i642] organizaciones, grupos, partidos, religiones y experimentos nacionales. Esto ha llegado a ser, en apariencia, una inútil pérdida de tiempo, fuerza, energía y dinero.

     
  2. No se ha hecho esfuerzo alguno para reunir y fusionar en un todo organizado a los hombres de buena voluntad, de intención amorosa y pacífica, inteligentemente amable y bondadosa, a fin de colaborar conjunta y masivamente. Constituyen una cantidad increíble de personas que odian la guerra porque consideran hermanos a todos los hombres, pero no ven la forma de darle fin, porque todas las organizaciones que persiguen ese objetivo son, en último análisis, [e487] impotentes. Se apenan por la desgracia económica, pero no saben qué hacer, porque los diversos grupos que tratan el problema culpan a los demás y buscan la víctima propiciatoria, siendo conscientes del fracaso de los innumerables esfuerzos para lograr el bien.
     

El espíritu de buena voluntad prevalece en millones de seres y evoca el sentido de responsabilidad. Es el primer indicio, en la raza, de que el hombre es divino. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo cuenta con este constante acrecentamiento de buena voluntad e intenta utilizarla. Subsiste en los miembros de todos los grupos que se dedican al mejoramiento mundial, y constituye un poder no utilizado ni organizado en un grupo, porque hasta ahora las personas de buena voluntad han dado individualmente su lealtad y esfuerzo a sus organizaciones o empresas. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo no tiene la intención de interferir esta lealtad, ni paralizar actividad alguna, sino reunir en un todo organizado a dichas personas, sin crear una nueva organización, ni desviarlas del trabajo emprendido.

El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es ya un grupo activo funcionante. Todo hombre y mujer de ambos
[i643] hemisferios, que trabaja para eliminar las brechas que existen entre los pueblos, evocar el espíritu de hermandad, fomentar el sentido de interrelación sin establecer barreras raciales, nacionales o religiosas, es miembro del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, aunque no lo haya oído nombrar.

Los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo no pertenecen a partido o religión en particular, no obstante pertenecen a todos los partidos y a todas las religiones; no asumen actitudes ni adoptan posiciones a favor o en contra de ningún gobierno, religión u orden social existentes. No realizan actividad política de ningún tipo y tampoco atacan a un orden existente. No están en pro o en contra del gobierno o la iglesia; no invierten dinero, ni organizan campañas, no envían literatura que podría considerarse ofensiva o que ataca o defiende alguna organización de carácter político, religioso, social o económico. No pronuncian ni escriben palabras que puedan nutrir los fuegos del odio o que tiendan a separar a un hombre de otro o a una nación de otra. Tales miembros se hallan en cada partido político y religión mundial. Representan una actitud mental.

Los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo no constituyen, por lo tanto, un grupo de místicos imprácticos. Saben exactamente lo que tratan de hacer, y sus planes están trazados de tal manera que sin perjudicar -a situación existente alguna-
[e488] descubren y reúnen a los hombres de buena voluntad en todo el mundo. Demandan en forma unida que estos hombres de buena voluntad se mantengan comprensivamente juntos, constituyan un grupo de personas que aumente lentamente, se interesen por el bien de la humanidad y no por el propio e inmediato bien del medio ambiente. Aunque su interés por el bien general es muy amplio, no impedirá que sean buenos ciudadanos de la nación que el destino les ha deparado. Se conformarán con, y aceptarán la situación en que se encuentran, pero trabajarán (en esa situación y bajo cualquier gobierno [i644] u orden religioso) para la buena voluntad, derribar las barreras y para la paz mundial. Evitarán todo ataque a los regímenes y personalidades existentes y cumplirán las leyes del país en que viven; no cultivarán el espíritu de odio, valiéndose de toda oportunidad para acentuar la hermandad de las naciones, la unidad de la fe y la interdependencia económica. Se empeñarán en no pronunciar una palabra ni desarrollar una acción que produzca separación o genere antipatía.

Estas amplias generalizaciones rigen la conducta de los hombres de buena voluntad que tratan de colaborar en el trabajo que realiza el Nuevo Grupo de Servidores del mundo. A medida que aprenden a hacerlo con eficacia, y logran una firme y correcta actitud hacia sus semejantes, son gradualmente absorbidos en las filas del Nuevo Grupo, no mediante un proceso formal de afiliación, puesto que éste no existe (no hay una organización formal) sino desarrollando las cualidades y características necesarias. Aquí es de mucho valor repetir que el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo no es una organización. No tiene sedes, sino sólo unidades de servicio en todo el mundo y tampoco presidente o comisión directiva; sólo posee servidores en todos los países, los cuales se ocupan sencillamente de descubrir a las personas de buena voluntad. Ésta es la tarea inmediata. Las personas de buena voluntad deben ser descubiertas y entrenadas en la doctrina de la no separatividad, educadas en los principios de la colaboración y en las características del nuevo orden social, pues esencialmente es un realineamíento subjetivo, cuyo resultado será un pronunciado cambio originado por el peso de la opinión pública, basado en la buena voluntad, que no conoce barreras nacionales, raciales, ni diferencias religiosas. Año tras año deberán efectuar un trabajo muy activo, divulgando ampliamente las enseñanzas sobre la buena voluntad universal, para que deje de ser un bello sentimiento, se convierta en la aplicación
[i645] práctica de la buena voluntad, mediante la acción en los asuntos cotidianos y en todos los países del mundo. [e489]

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2014-08-17