El SenderoReginald W. Machell




"El sendero es la misma Fuerza de la Vida que, sin afectación, se extiende generosa para conducir a sus partes más cerca de su seno, y en cada recodo nos exige mayor aceptación de los desafíos internos. En ese suelo igneo, no hay gesticulación posible, la vida se recobra con más Vida y los jirones son la evidencia del avance. Es el sendero de los pies descalzos y quien desee preservarse del contacto directo con la Fuerza Guiadora de los pasos, pierde pronto el rumbo: los portales se trasponen legítimamente. El rostro de quien aguarda no se revela con sobornos".  LG

"Fuerza de la Vida...  imagen de un río (de agua viva) abriéndose paso por insospechados trayectos, obedeciendo la ley de su propia esencia, desviándose cuando se enfrenta a un obstáculo infranqueable, pero sin abandonar su destino final... llegar al mar... a menos que la mente humana lo controle y lo haga dique". JB

 


 

Esta pintura simbólica está expuesta en el edificio de administración de la Sede Internacional de la Sociedad Teosófica en Pasadena, California.

El Sendero es el camino que el alma humana debe recorrer en su evolución hasta la auto conciencia espiritual plena. La condición suprema se sugiere en esta obra por la gran figura cuya cabeza en el triángulo superior se pierde en la gloria del Sol en lo alto, y cuyos pies se posan en el triángulo inferior en las aguas del Espacio, simbolizando Espíritu y Materia. Sus alas llenan la región intermedia representando el movimiento o pulsación de la vida cósmica, mientras dentro del octágono se muestran los distintos planos de consciencia a través de los cuales la humanidad debe emerger para lograr la madurez humana perfecta.

Arriba está una Isis alada, la Madre o Alma Omniabarcante, cuyas alas cubren la faz de lo Supremo de aquellos abajo. Hay un círculo escasamente visible de figuras celestiales que saludan con júbilo el éxito de un nuevo iniciado, ese que ha llegado hasta el corazón de lo Supremo. Desde ese punto él compasivamente mira atrás hacia todos los que todavía merodean abajo y se vuelve para descender otra vez en su ayuda como Salvador. Debajo de él está el círculo rojo de los guardianes que embaten a quienes no poseen la contraseña, simbolizada por la llama blanca posada sobre la cabeza del aspirante purificado. Dos niños, representando la pureza, pueden pasar libremente. En el centro de la pintura hay un guerrero quien ha matado al dragón de la ilusión, el dragón del yo inferior, y ahora se apresta a cruzar el abismo usando al cuerpo del dragón como su puente (porque subimos por peldaños hechos de nuestras propias debilidades, el fenecido dragón de nuestra naturaleza inferior).

A un lado dos mujeres suben, una ayudada por la otra cuya túnica es blanca y su llama se aviva según ayuda a su hermana menor. Cerca de ellas un hombre sube desde la oscuridad, con bolsas de dinero colgando de su cinturón, pero sin la llama en la cabeza, y ya la lanza del guardián de fuego se apresta sobre él lista para atacar al indigno en su momento de triunfo. No muy lejos está el poeta cuya llama está cubierta por una nube roja (pasión) y quien yace moribundo, abatido por la lanza del guardián, pero según muere, un rayo de luz desde el corazón de lo Supremo le llega como promesa de un futuro triunfo en una vida posterior.

Al otro lado está un estudiante de magia, siguiendo la luz de una corona (ambición) puesta en alto por una figura movediza quien le dirige hasta el borde de un precipicio sin puente para él, sostiene el libro de ritos y piensa que la luz de la esplendorosa corona proviene de lo Supremo, pero el cisma aguarda a su víctima. A su lado su fiel seguidora cae sin que él se dé cuenta, pero un rayo desde el corazón de lo Supremo también se posa sobre ella, la recompensa de la devoción desinteresada, aun por una causa equivocada.

Mas abajo aun, en los mundos inferiores, un niño aparece debajo de las alas de la madre adoptiva (la Naturaleza material) y es armado Caballero mediante símbolos del poder del Alma: la espada del poder, la lanza de la voluntad, el yelmo del conocimiento y la cota de malla, entrelazada por los hechos de experiencias pasadas.

 Se dice en un libro antiguo: "El Sendero es uno para todos, la forma de llegar hasta la meta varía de acuerdo con el Peregrino”.

The Path

Reginald W. Machell

https://theosophy.wiki/en/The_Path_(art_work)

Oil and gesso, 6' x 7' 5". This symbolic painting hangs in the administration building at the international headquarters of The Theosophical Society, Pasadena, California.

The Path is the way by which the human soul must pass in its evolution to full spiritual self-consciousness. The supreme condition is suggested in this work by the great figure whose head in the upper triangle is lost in the glory of the Sun above, and whose feet are in the lower triangle in the waters of Space, symbolizing Spirit and Matter. His wings fill the middle region representing the motion or pulsation of cosmic life, while within the octagon are displayed the various planes of consciousness through which humanity must rise to attain perfect Manhood.

At the top is a winged Isis, the Mother or Oversoul, whose wings veil the face of the Supreme from those below. There is a circle dimly seen of celestial figures who hail with joy the triumph of a new initiate, one who has reached to the heart of the Supreme. From that point he looks back with compassion upon all who are still wandering below and turns to go down again to their help as a Saviour. Below him is the red ring of the guardians who strike down those who have not the "password," symbolized by the white flame floating over the head of the purified aspirant. Two children, representing purity, pass up unchallenged. In the center of the picture is a warrior who has slain the dragon of illusion, the dragon of the lower self, and is now prepared to cross the gulf by using the body of the dragon as his bridge (for we rise on steps made of conquered weaknesses, the slain dragon of the lower nature).

On one side two women climb, one helped by the other whose robe is white and whose flame burns bright as she helps her weaker sister. Near them a man climbs from the darkness; he has moneybags hung at his belt but no flame above his head, and already the spear of a guardian of the fire is poised above him ready to strike the unworthy in his hour of triumph. Not far off is a bard whose flame is veiled by a red cloud (passion) and who lies prone, struck down by a guardian's spear; but as he lies dying, a ray from the heart of the Supreme reaches him as a promise of future triumph in a later life.

On the other side is a student of magic, following the light from a crown (ambition) held aloft by a floating figure who has lead him to the edge of the precipice over which for him there is no bridge; he holds his book of ritual and thinks the light of the dazzling crown comes from the Supreme, but the chasm awaits its victim. By his side his faithful follower falls unnoticed by him, but a ray from the heart of the Supreme falls upon her also, the reward of selfless devotion, even in a bad cause.

Lower still in the underworld, a child stands beneath the wings of the foster-mother (material Nature) and receives the equipment of the Knight, symbols of the power of the Soul, the sword of power, the spear of will, the helmet of knowledge and the coat of mail, the links of which are made of past experiences.

It is said in an ancient book "The Path is one for all, the means to reach the goal must vary with the Pilgrims."

[Inscribed on a wooden disk attached to the lower left corner is the following verse:]

 

If Wisdom thou wouldst gain, Be Strong, Be Bold, Be Merciful. But when thou hast attained Then let Compassion speak. Renounce the Goal, Return to Earth A Saviour of mankind

 

Hogar