La relación entre el sol y el reino vegetal tiene un símbolo muy revelador en el heliotropismo, ese instinto que orienta siempre hacia la LUZ. En el reino humano ese instinto de orientación se puede asociar con la práctica de la INVOCACION.

In-vocar es literalmente el uso de la voz para atraer la atención de otra conciencia. La magia del verbo encarnado en la palabra, el misterio mismo de la esencia humana, se oculta y se revela al invocar.

Invoquemos el Amor y el Bien, a la Luz del Sol, como lo ha hecho el Helianthu desde los tiempos de nuestros Incas, en ese servicio de redención planetaria --culto a la Vida-- que conocemos como "fotosíntesis". Seamos la sustancia verde que reduzca todo lo anacrónicamente vigente en el mundo --eso que llamamos "mal"-- y transmutemos cada átomo planetario en sustancia luminosa, purificando el ambiente... compartiendo, cooperando y responsabilizándonos... calladamente, profundamente, serenamente.

 

Gran Invocación  |  Padre Nuestro  |  Ciencia de la Meditación

 

La Gran Invocación
Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes humanas,
Que la Luz descienda a la Tierra.

Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones humanos,
Que Aquel Que Viene retorne a la Tierra.

Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades humanas,
El Propósito que los Maestros conocen y sirven.

Desde el centro que llamamos la raza humana,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz
Y selle la puerta donde se halla el mal.

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.
Anagrama VBA